Los sistemas parlamentarios son sistemas muy sencillos. Los votantes escogen a representantes de varios partidos, y los representantes votan otra vez para ver qué partido debe controlar el ejecutivo. Eso quiere decir que un partido político, aparte de sacar muchos votos en las elecciones, tiene que asegurarse de tener amigos, ya que quién gobierna se decide a base de un ejercicio de formar mayorías.

Como cada vez que hay elecciones en España, el partido que saca más votos pero tiene menos amigos está otra vez dando la murga diciendo que no es justo, es una conspiración, todos me odian y que las elecciones han sido un timo. La costumbre en estos últimos años era que fuera el PP el partido que lloriqueaba desconsoladamente, pero estos días en Euskadi el PNV se ha decidido a tomar el relevo.

Un hipotético pacto PP-PSE no es un golpe institucional. Puede que sea una extraña pareja o un matrimonio de conveniencia, ya que ambos partidos no se quieren demasiado, pero es una forma perfectamente legítima para formar una mayoría. Si el PNV se ha estado portando como un idiota vociferante poco razonable durante los últimos años hasta el punto que su ex-pareja de baile (el PSE) no quiere ser visto en público con ellos, el problema me temo que es del PNV.

Los nacionalistas saben -o deberían saber- que los socialistas juegan en dos tableros, Euskadi y Madrid; si su intransigencia y veleidades secesionistas caen mal en la capital, el PSE será más bien poco propenso a regalarles de nuevo la presidencia. Nadie obligó a Ibarretxe a meter el dedo en el ojo a todo partido estatal que se le acercara durante los últimos años; si su maravillosa táctica de expandir la base nacionalista de su partido ha fracasado y no puede alcanzar una mayoría con ellos, mala suerte.

La verdad, lo que intentaba el PNV era un poco megalómano. El cálculo aparente debía ser que «muerta» Batasuna (vía ilegalización) y extintos (o casi) EA e IU, los votantes nacionalistas no tenían ningún otro sitio donde ir y les votarían a ellos. Eso suponía creer que todos los votantes nacionalistas preferirían un partido democratacristiano burgués a cualquier otra alternativa, en un sistema electoral en que los partidos pequeños pueden sobrevivir con cierta facilidad, y en el que Aralar era una alternativa razonable. Obviamente un número considerable de nacionalistas de izquierda (y no, no es contradictorio. No demasiado) les dejaron de lado, y otro grupo considerable prefirió tirar su voto a la basura a votar a un partido de «curas, banqueros y patronos».

Si el PSE puede sumar más votos que el PNV en el parlamento, la Lehendakaritza tiene que ser del PSE. Es así de simple. Y la verdad, la idea de un gobierno en minoría pero con miembros independientes no es mala; a falta de gran coalición, Patxi López debe ser capaz de incluir todo lo que pueda. Recordad, es cuestión de tener amigos, no sólo muchos votos.


4 comentarios

  1. Alatriste dice:

    Amen.

    Pero hay algo todavía más gracioso: el procedimiento de elcción del presidente del gobierno vasco es diferente al que figura en la Constitución, que es el que han copiado la gran mayoría de las autonomías.

    En el parlamento de Vitoria el presidente de la nueva cámara no consulta con los distintos líderes y designa un candidato para que intente formar gobierno. Simplemente convoca la sesión de investidura, a la que se presentan todos los candidatos que quieran.

    En la primera votación se precisa mayoría absoluta, en la segunda mayoría simple, y si hay empate tras empate pasados 60 días se convocan nuevas elecciones.

    Esto hace el berrinche del PNV, su exigencia de que ellos deberían ser los primeros en intentar formar gobierno aún más… no sé si decir infantil, hipócrita o simplemente estúpida. Pero de verdad que es impresentable.

  2. Tio Sam dice:

    Vale, y aquí viene mi duda. ¿Que estabilidad le dará al pais vasco un gobierno en minoría con un lehendakari pactando con un partido con el que está todo el día a golpes?

    Lo digo de nuevo, no es el momento de experimentos, que las cosas fuera del pais vasco están de pena, no son todo cosas malas lo de los nacionalistas.

    Que pidan una moderación, lo entiendo, pero no os creaís todo lo que veis en la tele, sólo se da mala prensa al pais vasco. A Ibarretxe se le va la cabeza de cuando en cuando con lo de la soberanía, pero se han hecho muy bien las cosas y es lo que se necesita para esta crisis.

  3. Cromo-Vanadio dice:

    Posibles escenarios que veo yo:

    El PSE pacta con todas las consecuencias. Eso mosquearía al sector «rojo» del PSE de la Margen Izquierda, y a la segunda ocasión que se note una política procedente de Madrid (sea Ferraz, Génova o de donde venga) al sector «vasquista» o «lévemente nacionalista», que lo hay, y bastante además. Resultado: El gobierno dura 4 años pero el PSE no vuelve a tener opciones de gobernar hasta el dia del Juicio Final a eso de las 6 de la tarde.
    Otra. El PSE hace llega a un acuerdo con el PP para tener apoyos puntuales y gobernar en minoría. Eso llevaría a que los que realmente gobernaran fueran los de PP. Resultado: El gobierno dura hasta que al PP le de la gana (las generales a más tardar) y el PSE queda como un partido débil e incapaz de llevar a cabo su política, con lo que no vuelve a tener opciones de gobernar hasta el dia del Juicio Final a las 6 de la tarde, más o menos. En este escenario hay otra variable, que sería que el PSE cediera la Diputación de Álava al PP (que para los conservadores vale mucho más que un puñado de consejerías, porque een el País Vasco Hacienda la manejan las Diputaciones Provinciales, y además recuperarían el control de Caja Vital, pudiendo boikotear así una posible fusion de las cajas vascas). Suena raro, pero cosas veredes.
    Otra. Se pacta con el PNV, que como tiene mayoría insistirá en poner a Ibarretxe de lehendakari. Eso haría preguntarse a los votantes del PSE a ver para que demonios se molestaron en votar si, total, va a seguir gobernando el PNV. Resultado: El gobierno dura 4 años pero los votantes socialistas están tan quemados que el PSE no vuelve a tener opciones de gobernar hasta el dia del Juicio Final, un poco después de la hora de la merienda.
    Hay otras opciones, pero serían necesarios ataques marcianos, la quinta glaciación o que el Monte Gobea entrara en erupción, por lo que los descarto. Patxi López está encantado de conocerse ahora mismo, pero yo personalmente no le arriendo la ganancia.

  4. citoyen dice:

    Yo lo que no termino de ver es lo de PP-PSE. Si siguen con el mismo ritmo que llevaban para la política antiterrorista, el gobierno saltará al primer atentado que haya y Rajoy le eche la culpa a Zapatero de ser un blando secesionista. si vamos, lo mismo que dice Sam. Vamos, a menos que haya una renovación del pacto antiterrorista, yo veo dificil que ese gobierno pueda ser estable.

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