Andaba leyendo los comentarios a este post de Citoyen (nota: yo a veces tampoco entiendo lo que dice Rallo) y me ha sorprendido bastante que la discusión haya ido a parar a cómo invertir en bolsa, y los méritos de uno u otro sistema de análisis.

Lo cierto es que es una de las cosas más sorprendentes de la crisis financiera, y que me parece merece comentario: «ganar» dinero en bolsa es relativamente aleatorio. Hay un largo historial de «estudios» sobre estrategias de inversión, cómo ganar dinero y qué método de análisis es el mejor para predecir qué hará el mercado; la inmensa mayoría de ellos, sin embargo, tienden a ser más bien poco efectivos. Hay ejemplos a patadas: a la ya conocida tendencia de revistas y expertos de recomendar fondos y gangas que acaban dando retornos patéticos, al hecho que todos esos genios de las finanzas que cobraban esas millonadas en Wall Street se las han arreglado para tirarse barranco abajo en plan colectivo estos días.

Imaginad un mundo con 1000 inversores. Cada año 500 sacan resultados por encima de la media, y 500 sacan resultados por debajo; supongamos que están en un grupo u otro totalmente al azar, ya que todos toman sus decisiones a cara o cruz. Al cabo de cinco años, tendremos 33 tipos que habrán sido capaces de ser mejores que la media sin interrupciones, y unos 100 lo habrán hecho al menos cuatro años. Estos tipos sonarán como unos peñazos arrogantes hiperorgullosos de su brillantez, pero es perfectamente posible que su éxito se deba a la pura potra.

Lo que es más divertido es que a largo plazo los 1000 inversores estarán obteniendo unos retornos en la media, sufriendo en sus carnes el paseo aleatorio que es la bolsa. Si las cosas van bien, todos ganan, y vemos el festival de palmaditas en la espalda y mega salarios que veíamos el año pasado en Wall Street. Si las cosas van mal, la inmensa mayoría de genios se estrellarán, con el pequeño porcentaje de tipos con potra que aciertan todo haciendo un montón de dinero.

¿Son los mercados totalmente aleatorios? Probablemente no del todo. Lo que es obvio es que si los mercados son eficientes a largo plazo sólo una minoría pequeñísima será capaz de «superar» el mercado, y de hecho así sucede en realidad. Dejando de lado auténticos freaks estilo Warren Buffet (que son auténticas anomalías estadísticas), la mayoría de inversores son estrictamente mediocres aleatorios.

Es por este motivo que el desastre de Wall Street es de hecho tan irritante. Mucha gente estaba pagándose cantidades incomprensibles de dinero a sí mismos haciendo algo que era básicamente una burbuja de fétida de crédito que ellos mismos creaban. Muchos están hablando de las hipotecas basura y cómo la increíble, inesperadísima sorpresa de su caída se ha llevado todo por delante, pero lo cierto es que esto tiene bastante de búsqueda de enemigos imaginarios.

La gente de Wall Street se ha pasado años pariendo técnicas de ofuscación creativa para camuflar la basura en otros sitios y creando artificios contables para incrementar su apalancamiento. Los reguladores se ha dedicado a permitir que toda esta absurda ingeniería financiera existiera, aplaudiendo la «innovación» y «eficiencia», y diciendo que todos esos precios y crédito fluyendo era una demostración de la eficiencia cada vez mayor del sistema financiero calculando riesgo y  asignando recursos. Claro que ganan millones, mirad toda la riqueza que estaban creando.

El problema es que toda esa riqueza era una pila de mentiras que nadie se había preocupado de entender, y que todo el mundo tenía toneladas de deuda ofuscada sobre bases de dinero minúsculas, sobre bienes que además no valían un duro. Lo cierto es que incluso sin hipotecas basura es posible que todo el castillo de naipes se hubiera ido al cuerno con igual virulencia, básicamente porque todo el mundo estaba haciendo papiroflexia financiera. Todo el mundo intuía que era mentira, pero para que parar.

Total, todo esto nos está haciendo ricos. Y si Wall Street se va a la mierda, yo ya seré rico; la recesión se la comerán otros. Hay días que uno realmente estaría encantado que Estados Unidos fuera un país un poco más cafre y la gente estuviera con antorchas y picas buscando banqueros en Greenwich.

Cuando se habla de fracaso de un sistema los críticos no están demasiado lejos de la realidad: toda la clase política de Estados Unidos permitió que Wall Street jugara a la ruleta rusa con la economía mundial. Adivinad quién ha perdido la partida.


4 comentarios

  1. citoyen dice:

    Sobre el paseo aleatorio tiene kantor unpost muy chulo, no sé si lo has leído http://kantor-blog.blogspot.com/2006/02/capitalismo-financiero-v-la-hiptesis.html

  2. Davizzz dice:

    Quién a perdido la partida?

    Ellos no, por supuesto. A casita con el riñón forradito de dólares.

  3. […] que Madoff es un genio de antemano. ¿Recordáis cuando discutía la hipótesis que Wall Street puede estar lleno de simios escogiendo acciones a base de tirar mierda a una pared y pasar perfectamente desapercibido? […]

  4. […] que Madoff es un genio de antemano. ¿Recordáis cuando discutía la hipótesis que Wall Street puede estar lleno de simios escogiendo acciones a base de tirar mierda a una pared y pasar perfectamente desapercibido? […]

Comments are closed.