A que Obama gane las elecciones, básicamente. Ya sé que dos semanas en política es un mundo, etcétera, etcétera, y que las encuestas muestran cierto movimiento, muy tebio, hacia McCain. Os remitiría a 538 de nuevo, pero os resumo las ideas básicas:

1. Ningún candidato ha estado tan lejos en las encuestas a estas alturas de campaña y ha acabado ganando. La mitología de campaña da dos excepciones: Truman ganando a Dewey en la prehistoría, y Reagan ganando a Carter. Ambos son mitos, no cambios extraordinarios; los sondeos en los cuarenta eran atroces, y en contra de lo que dice la leyenda, Reagan estaba básicamente empatado con Carter antes del último debate, no cinco o seis puntos por detrás.
2. Las encuestas siempre se «cierran» un poco antes de las elecciones; los modelos estadísticos se hacen más agresivos «purgando» indecisos, y la base de los partidos se movilizan. Estoy seguro que si le prometes ahora a la gente de la campaña de Obama que ganan por cuatro puntos, firmarán al instante. De hecho, si el margen está por encima de tres puntos es básicamente una victoria clara; la muy polarizada política americana no da para mucho más. Me sorprendería que Obama ganará por más de cinco puntos, la verdad.
3. McCain sigue sin acertar con un mensaje claro. La verdad, no creo que lo encuentre en dos semanas, a no ser que ocurra un milagro. Uno tiene que admirar la brillantez y/o potra de la campaña de Obama; empezaron con un mensaje hace dos años (cambio, serenidad, gobierno de todos, no de los ricos) y no lo han variado desde entonces. Su estrategia se puede resumir en ser consistente, no perder los nervios, y esperar a que sus oponentes se estrellen ellos solitos entre grandes aspavientos.
4. El partido republicano empieza a parecer el clásico partido que avanza sin prisa pero sin pausa a la clásica guerra civil de los perdedores. Los moderados están abandonando el barco / abrazando a Obama (Buckley, Brooks, o el más importante, Colin Powell) mientras que los defensores de la verdadera fe llaman traidorcete a medio mundo. Hoy Rush Limbaugh acusaba a Powell de racista, porque apoyaba a Obama debido a su color de piel. El viejo racismo de siempre.

Si no pasa nada extraordinario, estas dos últimas semanas me concentraré en repasar las ideas del hipotético presidente Obama y los problemas que afrontará en enero. Ya sé que suena a coronación y dar algo por cerrado cuando no lo está, pero qué queréis que os diga: creo en el poder de lo números. Si veo cambios en la tendencia (bueno, los ven ellos antes que yo) que sean realmente serios volveré a hablar de McCain con ganas, pero ahora mismo no creo que tenga una oportunidad realista de ganar.

Una nota final: la abuela de Barack Obama, la persona que le crió durante la mayor parte de su vida y única familia cercana que le queda, está muriéndose. Obama ha anunciado hoy que suspende su campaña durante un par de días para ir a Hawaii para (posiblemente) despedirse de ella.

(No creo que eso cambie demasiado las cosas electoralmente. Lo sé, comentario de mal gusto).