Ayer Sarah Palin se presentó en sociedad, finalmente, en la convención republicana, aceptando la nominación a la vicepresidencia. Poco a poco empiezo a entender por qué la campaña de McCain ha nominado a Palin para este cargo. Me parece ver la racionalidad, pero la verdad, sigo pensando que es una decisión absurda.

No nos engañemos: las diez millones de mujeres que votaron a Hillary no son los votantes que tienen en mente. Esas son demócratas sólidas, liberales que quieren más intervención estatal.  El objetivo es de hecho tratar de conseguir recuperar el bloque de mujeres conservadoras que el partido republicano estaba perdiendo. Bush ganó el bloque de mujeres blancas, McCain lo estaba perdiendo – y la principal fuente de problemas eran mujeres conservadoras, no las muy progresistas votantes de Hillary.

Palin es, esencialmente, una nominación defensiva, no ofensiva, cosa que la hace aún más extraña. Los republicanos, en teoría, tenían el partido unificado, aunque no especialmente entusiasta; las encuestas daban un 90% del partido votando a McCain (por encima que el 82-83% de demócratas que apoyaban a Obama antes de la convención, si mal no recuerdo), aunque no parecían estar demasiado emocionados con votar a su candidato. La nominación de Palin ha lanzado a la derecha religiosa a un extasis ultraorgulloso de tener una ultraconservadora en la papeleta republicana; las ideas (y problemas) de la nominada, sin embargo, dudo que sean demasiado atractivos para votantes indecisos más moderados.

Palin si parece haber creado en las bases republicanas, sin embargo, esa retórica de asedio que parece gustarles tanto. El gran blanco de críticas estos días (incluso ayer en los discursos, aunque Obama también se llevó sus guantazos) han sido los medios de comunicación «liberales» o «mainstream», no los demócratas. Hannity, Laura Inghram, Glenn Beck, O´Reilly, Limbaugh, todos los popes televisivos y radiofónicos del glorioso movimiento conservador se han lanzado a acusar a los medios de odiar a Palin por sus «valores tradicionales americanos» de forma «sexista» (sí, los republicanos acusando a gente de sexismo), creando un hombre de paja de malvados progresistas obsesionados con la vida sexual de las hijas de la potencial vicepresidenta.

Supongo que esta es la idea de la campaña: crear una mentalidad de búnker, hablar del asedio de los valores tradicionales, y meter la campaña en el clásico ciclo de sarcasmo, hombres de paja y oh Dios mío las malvadas élites de Washington que creen que el resto del país está lleno de subnormales. Viniendo de un tipo con siete casas, tiene mérito, pero poner la nominación de Palin en primera página es una forma como cualquier otra para defenderse. No da votos nuevos; la idea es intentar destruir la campaña a base de volver a hablar de las mismas pequeñeces de siempre. En un año que hay más demócratas que republicanos, no veo a McCain ganando sólo a base de animar a sus bases; su idea es hacer la elección antipática y desmovilizar.

El problema, sin embargo, es que Palin sigue siendo un candidato con un montón de problemas. Es muy, muy conservadora, incluso para Estados Unidos; tiene asociaciones poco presentables (del partido independentista de Alaska a un pastor antisemita); un historial de «reforma» muy peculiar y no es, ni de lejos, un ejemplo de sabio liderazgo de McCain al escoger colaboradores. Su discurso ayer fue muy agresivo, pero no aportó absolutamente nada; su oratoria fue de hecho bastante amateur.

Durante la convención Palin ha sido una distracción; el discurso de ayer no evitará que los medios sigan bombardeándola con críticas, la mayoría dirigidas a su historial. No creo que McCain pueda pasarse dos meses a la defensiva y ganar esto, la verdad; Palin no creo que sobreviva.


2 comentarios

  1. citoyen dice:

    Pregunta de (proyecto de) economista progre:

    Lo de la «independencia energética» y evitar » tocar nuestras reservas estratégicas de petróleo. No hay economistas en el partido republicano?

  2. Julian dice:

    Si me permiten disentir, ésta entrada asume que los votantes – y en particular los votantes Americanos – se comportan como actores racionales.

    No lo son. Creo que McCain-Palin gana éstas elecciones gracias al voto idiota. No se votan ideas ya, por lo menos no en EE.UU. Se vota lo que guste mas, y lo que haga a los votantes sentirse mejor y mas abrigaditos. Nada mas.

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