Obama es un tipo con suerte. O eso, o fue un tipo estupendo en una vida pasada y el destino le está pagando todo lo que hizo con retraso, pero la potra que tiene este tipo no se entiende.
Ahora que han empezado los juegos olímpicos el candidato demócrata se ha ido una semana de vacaciones. Los americanos son muy obsesivos con esto de las olimpiadas, así que aprovechando que las redacciones de los medios de todo el país están o en Pekín o tomándose unas vacaciones, Obama anda por Hawaii relajándose un poco. John McCain no se va a tomar un respiro, al menos por ahora, así que el tipo tenía la intención de batallar el mayor evento deportivo del año haciendo campaña, a ver si alguien le hacía caso.
El problema para McCain, y el golpe de suerte para Obama, es el escándalo, escándalo, que John Edwards le estaba poniendo a su mujer, esa que tenía cáncer y todos querían mucho. Algo que la verdad me importa un comino y no debería ni mencionar en una bitácora tan gafosa y seria, pero vaya.
¿El resultado? Las páginas de política de los periódicos, los informativos, los programas de radio, todos andan locos con el enorme, gigantesco, horripilante, carpetovetónico escándalo de un tipo que no es realmente nada (Edwards es ex-senador y ex-candidato, nada más) pero que bueno, es famoso y andaba por la política, así que por qué no meterle el dedo en el ojo un ratito. No hay nada que parezca gustar más a los medios americanos que montar un juicio sobre la talla moral de un individuo, así que ahí andan todos, poniendo cara muy, muy seria y hablando con voz grave del innegable interés humano de la historia.
Como resultado, McCain podría salir a la calle, pegarle dos tiros a un perrito, y decir que así es como va tratar a los inmigrantes, y los medios seguirían sin hacerle puñetero caso. Cosa que debe ser fustrante, como mínimo, para la gente de su campaña. Aún así, no creo que estén demasiado tristes que sus problemitas con donantes poco honestos sean relegados a una notita pequeña de una columna.
Lo más curioso de toda esta historia, sin embargo, es que el escándalo tiene poco de nuevo; el National Inquirer lleva hablando de ello desde hace meses. Parecía que por una vez la prensa americana iba a portarse con cierta educación y respeto, pero la cosa ha acabado saliéndose de madre ahora, justo cuando Obama anda de vacaciones y los Clinton se estaban portando como niños malcriados. Obama tiene suerte de veras.
A todo esto, estas noticias y los juegos olímpicos quieren decir que no tendré demasiado que contar sobre las elecciones presidenciales durante los próximos días, si no hay sorpresas. No me voy a ningún sitio -seguiré escribiendo- pero eso quiere decir que si alguien tiene preguntas sobre procedimientos, cultura, folklore o histeria política americana en general, ahora es el momento de preguntar todo lo que quiera. Disparad.
Y lo de Osetia, ¿cómo se ve por esas tierras bárbaras? ¿Alguien le está haciendo algún caso?
Me parece una suerte morrocotuda por algo más: había oído que Edwards tenía opciones de ser Vicepresidente en la candidatura de Obama. Si de verdad se lo estaba planteando, ha tenido muchísima suerte de que esto estalle ahora y no después de haberle nombrado su segundo. De esta manera, el escándalo sólo salpica a Edwards y Obama se puede plantear otro Vicepresidente (si es que estaba pensando en este caballero).
¿Osetia? ¿Cuántas medallas han ganado? ¿Tienen petróleo? ¿Han atacado Israel? La verdad, poca atención se le está prestando; te digo que hay olimpiadas…
Y sí, Edwards sonaba (poco, pero sonaba) como vicepresidenciable, o como fiscal general en una potencial administración demócrata. El tío tiene la proverbial flor en el proverbial culo.
Eso me temía: el día menos pensado los yanquis van a descubrir que cierta escena de los Simpsons era profética.
Nota: me he cargado una pregunta bien razonable sin querer ni poder leerla hoy, porque soy tonto y no sé darle al botón de «aprobar» en vez del de «spam».
Al que ha hecho la pregunta, lo siento… ¿Puede repetir?
Quizás me equivoque, pero llega una imagen de McCain como que va a remolque, como de crónica de una derrota anunciada y que sólo lucha para que el resultado no sea muy deshonroso. Él mismo lo expresa con su cara.
Hola. Estupendo blog, lo he recomendado bastante. Por qué dices que los Clinton se están comportando como críos?
Se pasaron la semana lloriqueando que Obama no les respeta, y diciendo que si no es por Edwards ella hubiera ganado las primarias. La verdad, un poco triste.