Economía & ingeniería institucional & mercado de trabajo & mercado laboral

Mercado laboral, reformas y cambio de modelo productivo

20 Feb, 2012 - - @egocrata

Siguiendo a Cives, republico un artículo sobre reforma laboral y modelo productivo que apareció por Lorem Ipsum.

Hablando sobre la reforma laboral han salido no pocas voces diciendo que para que la economía española se recupere es necesario cambiar primero el modelo productivo, dejando los cambios en el mercado de trabajo para más tarde. Es una postura ampliamente extendida (Zapatero repetía algo parecido en su increíblemente anodina entrevista cuando aprobaron la suya), pero que no tiene demasiado sentido. El motivo es bastante simple: el mercado laboral forma parte del modelo productivo de un país.

Si esto no parece una obviedad, dejadme señalar un artículo de prensa de este sábado acerca de una nueva oleada de despidos en Seat. Resulta que la empresa se ha cansado de utilizar EREs (que son un espléndido infierno burocrático) y ha decidido despedir trabajadores uno a uno, echando primero a los que tiene peor rendimiento. Todo el artículo es una enorme lista de objeciones aterrorizadas, hablando de arbitrariedad, daño sobre la moral de lo que se quedan, poner a los despedidos en un mercado de trabajo horrible con el estigma de su presunta vagancia, etcétera, a la vez que se deja de lado completamente el razonamiento más obvio: ¿Por qué una empresa que tiene que despedir trabajadores no va a quedarse con los mejores empleados?

El problema del mercado laboral como lo sufrimos ahora es que las decisiones de personal en España siguen una lógica totalmente enloquecida. Si las cosas van mal, el primer empleado que ve la puerta es el tipo con contrato temporal, pase lo que pase. Después de eso, la indemnización de despido hace que el siguiente en la lista sea el que tenga menos antigüedad, a no ser que sea alguien completamente esencial. Si alguien lleva veinte años en la empresa (los últimos cinco sin ser capaz de abrir un correo electrónico, “porque eso es para jóvenes”), echarle equivale a pagarle (con suerte) 400 días de sueldo – es decir, el tipo tiene que estar perdiendo el equivalente a más de un año de trabajo para que me valga la pena echarle. Y no digamos si te toca pagar 45 días por año trabajado; el tipo podría estar atizando empleados con un bate un par de días a la semana y aún te saldría más barato quedártelo.

Los costes de despido altos en contratos indefinidos provocan un cálculo muy sencillo en los responsables de personal: si de aquí cinco años Wall Street pega un petardazo y tengo que echar gente, ¿de verdad quiero tener el riesgo de tener que pagar como mínimo 100 días de sueldo a este tipo que quiero hacer indefinido? La respuesta, en vista de las cifras, tiende a ser que no – y eso es algo que afecta al modelo productivo en gran medida.

¿Por qué? Digamos que me toca la lotería y tengo diez millones de euros. Quiero abrir mi propio negocio con ese dinero. Tengo dos oportunidades sobre la mesa. Por un lado, puedo montar un hotel a pie de pistas en Boi Taüll. Por otro, puedo montar una compañía de ferrocarriles de pasajeros que entre a saco cuando se liberalice el sector.

La primera opción tiene un riesgo casi cero: tengo un hotel bien situado, mis costes de personal son bajos (y duran seis meses como mucho) y si las cosas van mal echo a media plantilla y listos. La segunda opción necesita contratar ingenieros, técnicos y maquinistas muy cualificados que tengo que contratar de forma indefinida si no quiero perderlos (o si quiero “robar” talento a Renfe). Si las cosas van mal y hay una recesión, mi flexibilidad es muy limitada – despedir gente me saldrá carísimo. El problema es que estoy en un negocio que necesito tener a trabajadores indefinidos; no me puedo permitir perder gente crucial, y no quiero estar cambiando de personal cada dos por tres. Quiero que se quedan y aprendan, que esto de mover trenes de alta velocidad no es fácil. La pregunta es, ¿qué modelo de negocio tiene un riesgo menor?

Me parece que la respuesta es bastante obvia – si no quiero dolores de cabeza, pondré mi dinero en algo en que el empleo temporal y los contratos basura sean la opción más recomendable. En España lo hemos visto con nuestro alegre obsesión por el ladrillo y los chiringuitos de playa; si la única forma de minimizar riesgos en el mercado laboral es con contratos temporales, los inversores racionalmente buscaran sectores que se adapten a ello. No es cuestión de cultura empresarial, modelo educativo o niveles de formación académica – es simple cuestión de poner dinero donde es más fácil ganarlo.

Si España de repente tuviera las universidades de Estados Unidos y el sistema de educativo de Canadá o Dinamarca, las cosas cambiarían, pero muy poco. Por mucho que tenga superingenieros a espuertas, el hotelito de playa seguirá siendo una forma más fácil de ganar dinero que el diseño de superordenadores. Los estudiantes no tardarán en darse cuenta que uno no necesita saber física de semiconductores para trabajar en un hotel, en gran parte porque no hay nadie lo suficiente majara como para crear una empresa de diseño en España, así que en pocos años estaremos otra vez igual, con universitarios preguntándose por qué se sacaron un título para acabar trabajando de administrativo.

En España el problema no es la falta de formación de la mano de obra, o el sistema educativo. El problema inmediato es que, con muy contadas excepciones, las únicas empresas que necesitan una mano de obra hipercualificada o trabajan para el estado (ACS, CAF) o son antiguos monopolios estatales compitiendo como campeones nacionales en el exterior (Seat, Telefónica, las eléctricas). Tenemos por supuesto el sector hipersubvencionado de las renovables, pero ese es otro cantar. Apostar por sectores que requieran genios de la informática, finanzas o tecnología en España es complicarse la vida, pura y simplemente, ya que el mercado laboral te hace la vida imposible desde un buen principio.

Decir que la relación entre un empresario y sus trabajadores no forma parte de cómo organizamos la producción de bienes y servicios en España es básicamente absurdo. No podemos reformar la educación, fiscalidad o urbanismo de un país y pretender que el mercado laboral dual no crea unos incentivos gigantescos para concentrar recursos en sectores de bajo valor añadido. Es pretender que la gente, los inversores, trabajadores, estudiantes, no responden en absoluto a incentivos. Un vistazo al tamaño relativo de los sectores productivos en España me parece que deja bastante claro que sí lo hacen.


9 comentarios

  1. jcsanzprat dice:

    Totalmente de acuerdo, por eso no entiendo a los que dicen que la reforma, bueno, no está tan mal (joder con L. Garicano). Al fin y al cabo rebaja un poco la indemnización millonaria española y trata de introducir un poco de flexibilidad interna. Pero, ¿para qué? para aguantar un poco más, y cuando me echen y tenga que buscar un nuevo trabajo me ofrezcan uno temporal y tenga que empezar de cero. NO, NO y NO, así no va a funcionar. Si los costes de despido son un bien común, debemos centrarnos en lo importarte y esto es la DUALIDAD. acabar con la temporalidad y por ende con el blindaje del indefinido. Hasta que esto no este sobre la mesa estamos, en mi opinión, delate de un parche más. Es desesperante ver como este país carece de gobernantes que se arriesgen un poco más allá de los 4 años, pero claro eso implicaría tener una sociedad que lo exigiera, y eso como diría Kipling «es otra historia».

  2. Jose R. dice:

    A ver.. de acuerdo, el mercado laboral y sus instituciones afectan al mercado de productos y por tanto al modelo industrial.

    Como también lo hace por «path dependence» eso que tan poco te gusta de «españa está llena de españoles» y que implica que hay cierto pensamiento «pro-Pyme» o que yo llamo «pensamiento botigueta» y que con el mismo endemoniado mercado laboral explica porqué los milaneses logran exportar, aunar esfuerzos entre empresas y concentrar mientras los napolitanos siguen con el modelo «bar Luigi».

    Por tanto, algo hay ahí. También es verdad que ligar salarios a «cuenta de resultados» que es lo que hace la AIC y la AENC, es algo que es bueno en el medio y largo plazo, y es algo en lo que se ha avanzado.

    También luchar contra la dualidad del mercado laboral acercándonos a Dinamarca o al modelo austríaco. De acuerdo.

    Pero es qeu todo esto excepto lo primero y es lo que se lo han regalado sindicatos y patronal al gobierno, la Reforma Laboral actual no lo hace. De hecho profundiza en la dualidad del mercado laboral vertical entre empresas medias y grandes y las Pymes, las segundas van a tener aún, más ventajas competitivas y nadie se va a enmarronar en concentrar y hacer empresas competitivas.

    Que es lo que necesitamos.

  3. jcsanzprat dice:

    A lo mejor es que somos unos ilusos y esto no es más que un paso previo a la armonización del mercado laboral. Por debajo, claro. Desaparecezan los contratos indefinidos, sí, sí, los de 20/33 o 45 …o 180 y todos temporales. Así, si que ganaríamos en mobilidad laboral, flexibilidad interna, ajustes de salarios, y demás indicadores. Todo encajaría y podríamos crecer otra vez, eso si desde el fango, claro. No sería la primera vez, 1959 es una buena fecha, supongo que al fin y al cabo nos lo mereceríamos.

  4. Drissang dice:

    Estoy de acuerdo con el artículo.

    Eso explica porque abunda la gente muy formada en puestos de baja cualificación con contratos basura, que luego son los primeros a los que despiden… lo se por experiencia propia.

    Una anécdota al respecto. En uno de mis trabajos tenía un compañero Australiano. Se quedó muy sorprendido cuando vió que los trabajadores de banca en España eran como mínimo diplomados. En su país, ser cajero en un banco es un tabajo de baja cualificación.

    Claro que peor es estar en paro…

  5. Runaway dice:

    Hotel de 4* familiar no muy grande, tan sólo 42 habitaciones. Una S.L. de cuatro hermanos con una plantilla de 20 empleados.

    En momento dado, por cuestión de una enfermedad incompatible con la actividad, una empleada de sala tiene que dejar su puesto. Por orden de dirección, le encarga al jefe de sala buscar a una nueva persona. Éste pone la oferta en prensa y en un par de portales de empleos en internet. Era antes de la crisis y no llegaron muchos currículums, pero sí lo suficientes para tener donde elegir. Los dejó en un cajón en cafetería donde los demás no teníamos problemas en consultarlos.

    Había uno de ellos que me llamó la atención: una chica de uno 30 años, con muy buena preparación y experiencia. Una noche, después de la jornada, y después de haber marchado todos los clientes, mientras hacíamos caja, le comento al jefe de sala mi opinión sugerirle lo apropiado de esa elección.

    Su respuesta fue que la dirección no lo aceptaría, ya que tenía demasiada preparación y experiencia, con lo cual no iba a aceptar las condiciones que la empresa le ofrecía, y que si en última instancia las aceptaba, en el momento de que le surgiera otra oferta mejor y en mejores condicciones, marcharía.

    Pero sólo me dijo la mitad de la verdad. La otra mitad era que, a él como jefe de sala, no le interesaba que la empresa contratara a una persona con suficiente preparación y experiencia, como para hacerle sombra y que, en un futuro, pusiera en peligro su puesto.

  6. Runaway dice:

    Misma empresa. Hotel 4* con 20 empleados, que tenía que contratar en cada sección a una persona más temporalmente durante el verano por razones obvias. Los últimos años de crisis no sólo dejó de hacerlo, sino que redujo la plantilla de todo el año, a pesar de que en verano había un 100% de ocupación.

    Para esos refuerzos la emplesa acudía a contratos temporales y precarios, mayormente en prácticas. Por ese último contrato estuvo hace tres veranos una chica alemana estudiante de turismo, muy preparada y muy competente en su trabajo. En principio era para una jornada de 4 horas en recepción, pero la tuvieron todo el verano trabajando trabajando 8-9 horas trabajando en la sección de sala.

    Así pues, la empresa con una gran volumen de negocio, se ahorró ese verano el sueldo de un camarero/a de refuerzo en la sección de sala, explotando a una persona con un contrato en prácticas haciéndola trabajar el doble de jornada en una sección distinta por un sueldo que no llegaba a los 400€.

    Al marchar esta compañera alemana le pregunto que si volverá. Su respuesta es que quizá vuelva a España de vacaciones, pero que desde luego a trabajar no, y menos en esa empresa. Su respuesta no podía ser más elocuente. Las últimas noticias que tuve de ella es que trabaja ahora en un hotel en Singapur.

  7. Rocamadour dice:

    Jo, Runaway, te van a acusar de ser de la verdadera izquierda y tal.

  8. Parrita dice:

    Voy a poner un ejemplo que puede pasar con la reforma… una empresa de Pirotecnia, el 75% de sus ganancias se producen en fallas y cambio de año, el resto de año (nueve meses) se dedica a la realización de los explosivos, conversión en petardos, almacenaje, etc… Resulta que el dueño decide que para que pagar salarios de 2.000€ si petardos puede hacer cualquiera si se le enseña… Total que declara nueve meses de pérdidas, despide a sus 20 empleados con 20 días por año y contrata a otros 20 a la mitad de precio, luego vienen los tres meses de ventas y cierra el año con un beneficio de 1 millón de €. Alguien me puede explicar como esta reforma va ha crear puestos de trabajo y no va ha devaluar las retribuciones que se perciben ahora mismo (ya bastante bajas) por cada determinado trabajo?

  9. Runaway dice:

    La reforma laboral no es otra cosa que darle a los empresarios el PODER ABSOLUTO y una manera de que las empresas aumenten sus beneficios y ganen más dinero a costa de la precarización del empleo.

    Todo lo demás que digan emprasarios y gobierno es una GRAN MENTIRA, que no se creen ni ellos.

Comments are closed.