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Justicia, errores y sentencias extrañas

26 Ene, 2012 - - @egocrata

El veredicto del caso Camps es, creo, bastante inexplicable. Llevo un rato intentando encontrar a alguien que me pueda dar una explicación lógica sobre qué puede llevar a un jurado a declarar que el ex-presidente valenciano no es culpable de cohecho pasivo impropio, pero no llego a imaginármela. La idea más lógica (y es echándole bastante imaginación)  es que no se han creído que los regalos iban a cambiar la conducta del acusado, unida a una idea un poco extravagante de lo que es necesario considerar algo como probado.

Es un veredicto extraño, ciertamente, pero creo que de aquí a decir que es algo vergonzoso o que la justicia no funciona va un buen trecho. Y digo esto porque ver políticos escapándose por los pelos en casos parecidos sucede en las mejores familias, y en casos bastante más escandalosos que este.

¿Recordáis a Rod Blagojevich? Este tipo era el gobernador de Illinois en el 2008, cuando Obama dejó su escaño en el Senado para irse a la Casa Blanca. Al bueno de Blago el FBI lo llevaba investigando (vía escucha telefónica) desde hacía una temporada por sobornos, así que ya apuntaba maneras. En Illinois, cuando hay una vacante en la delegación en el Congreso, le corresponde al gobernador nombrar un substituto para el resto de la legislatura, así que el hombre tenía que designar a alguien para el cargo. Os podéis imaginar la sorpresa del FBI cuando lo cazarón en un montón de conversaciones telefónicas intentando vender el escaño al mejor postor, con toda la jeta del mundo.

No pasó mucho tiempo, obviamente, antes que el fiscal del distrito presentara denuncia y lo llevara a juicio, mientras el país entero se mofaba de la increíble incompetencia de Blagojevich. Lo presentan ante los tribunales, lo acusan de 24 delitos federales… y el jurado es incapaz de alcanzar un veredicto sobre 23 de ellos, sólo declarándolo culpable por un delito menor.  Los miembros del jurado declaran, simplemente, que la acusación no ha sido capaz de demostrar que que hubiera conexión entre los favores pedidos y el escaño vacante, aún con las grabaciones. Quince minutos después del veredicto, el fiscal recurría la sentencia, esta vez acusando a Blago de 20 delitos.

¿Qué sucedió un año después en el segundo juicio? La fiscalía preparó el caso a consciencia, presentó el caso de nuevo, y esta vez sí sacaron condena, cazándolo en 17 delitos. Blagojevich está ahora mismo en una prisión cerca de Denver, Colorado, donde se va a comer 12 añitos a la sombra. Se ha hecho justicia.

Sí, la sentencia del caso Camps es extraña. Y sí, es probable que fuera culpable. Eso no quiere decir, sin embargo, que un jurado escogido al azar no pueda tener cinco miembros que, tras ver las pruebas y escuchar las declaraciones, deba llevar necesariamente a esa conclusión. El fiscal puede haberse confiado; la defensa puede haber generado suficientes dudas; el jurado puede creer que todos los políticos son iguales y que tener amigos no es delito. Yo que sé. Hay gente ahí fuera que vota al Partido Carlista. No es tan extraño que alguien no vea a Camps como un tipo medio honesto.

La sentencia es recurrible; si la sentencia es un error, un segundo grupo de juristas está ahí para echarle un vistazo. El sistema está diseñado de modo que no metamos a inocentes en la cárcel por error, pero también para asegurar que todo resultado extraño reciba una segunda opinión. Si la sentencia es tan absurda como parece, el segundo juicio tendrá un resultado distinto al primero. Un error judicial, sin embargo, no debe llevarnos a decir que todo el sistema es incapaz de hacer su trabajo.

—-

(Eso no quita, por cierto, que España no necesite una buena reforma de la justicia. Pero sobre  qué es necesario hacer y las reformas de Gallardón os remito a Geógrafo Subjetivo, que parece tener más idea que yo, y otro artículo que sacaremos pronto por aquí).


32 comentarios

  1. Daniel Díaz dice:

    Muy de acuerdo.

    (llebar, 6º párrafo!)

  2. […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Justicia, errores y sentencias extrañas politikon.es/materiasgrises/2012/01/26/justicia-errores-y…  por greboada hace […]

  3. Vellana dice:

    Te daré 40 argumentos…

    http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elmundopordentro/2012/01/21/los-40-argumentos-de-la-defensa-de-camps.html

    Pero ése no es el problema, y tú lo sabes bien. El problema es que sigues con las mismas. No es que haya gente que vea a Camps honesto; es que hay que tener pruebas de lo contrario. Y a ver, dame una sola prueba de que Camps no se pagara algún traje… Una prueba de nada, del estilo del Bigotes o Correa diciendo que le regalaban un traje, o unas grabaciones de Camps dando las gracias por el traje, etc. Y eso sería sólo la primera parte majete. Luego necesitas pruebas de que esos inexistentes regalos eran por ser Camps quien era, y no por ser el «amiguito del alma».

    Ni una puta prueba, nada; nada de nada; es más, al final el (los 3) fiscales no sabían ni qué trajes eran a los que se referían.

    Pero eso te da igual. El tema es que sin pruebas has condenado a alguien, te dan con al sentencia (ya es el segundo pronunciamiento de la justicia, hay que recordarlo) en las narices, y en vez de pedir humildemente perdón, sigues con las mismas. Así es el mundo socialdemócrata.

    Un cordial saludo, y perdona que me ría.

    Y qué decir de los espías, ah, los espías.

  4. La verdad dice:

    Si está el señor Sierra, jurista del blog, por aquí me gustaría saber qué opina. Gracias.

  5. El Burgués dice:

    Lo que nos vamos a reír como condenen a Pepiño. Me encantará leer tu entrada del blog ese día -o si no lo condenan, también-.

  6. M. Alonso Sierra dice:

    Estimado Roger:

    No estoy tan de acuerdo en que la sentencia sea «absurda». Es decir, creo que ninguno de nosotros ha estado en el juicio durante los veintipico días que ha durado, por lo que nuestra idea de la envergadura de las pruebas es limitada.

    Es más, muchos de los que sí han estado tampoco parecen haber llegado a una conclusión unánime. Es cierto que algunos afirman que las pruebas eran contundentes (véase el artículo de José Antonio Hernández, «Un tribunal profesional no habría absuelto a Camps», en El País), pero a buen seguro podríamos encontrar a alguien que discreparía.

    El jurado popular se ha mostrado dividido sobre unos hechos que la jurisprudencia y los profesores universitarios reconocen que son extraordinariamente difíciles de probar: si cuando media regalo a un cargo público (elemento objetivo) y no hay contraprestación de éste, es posible determinar que la dádiva se entregó en atención al cargo público del receptor (elemento subjetivo).

    Desde mi punto de vista y reconociendo que no he estado en la sala de vistas, muchas de las pruebas han demostrado que entre «El Bigotes» y Camps y Costa había una relación muy cercana y que era habitual la entrega de regalos. Sin embargo, no parece tan claro que los regalos se entregasen en atención al cargo público del ex presidente. En ese sentido, hay grabaciones que acreditan que El Bigotes hizo regalos a toda la familia de Camps en Navidad, lo cual siembra dudas sobre si la relación se debía al cariño personal o si era una cuestión política.

    Hay también pruebas que debilitan el planteamiento de que El Bigotes buscaba influir en los políticos a los que regalaba cosas. En el juicio se reprodujeron llamadas de políticos, incluyendo a Costa, imputado en el caso, que indican lo contrario: eran los cargos públicos los que buscaban favores de El Bigotes, y no al revés. ¿Hay cohecho impropio cuando quien ofrece favores es quien hace el regalo?

    Por lo demás, también parece haber dudas sobre la realidad de los concretos regalos que eran objeto del juicio, es decir, sobre los trajes, los zapatos y demás prendas de vestir. Los propios técnicos de Hacienda reconocieron haber encontrado numerosos errores en la contabilidad de las tiendas, por lo que no pudieron asegurar que una factura que apareciese en los papales como impagada, no hubiese sido abonada.

    Con todo lo anterior solo quiero evidenciar que la decisión no es tan absurda como crees, Roger. Los miembros de jurado que han votado a favor de la absolución tenían motivos para dudar. Y, por supuesto, los que han votado a favor de la condena tenían indicios sólidos de que existían prácticas oscuras.

    Opino que el jurado ha dictado un veredicto dentro de los márgenes de lo que podemos considerar razonable.

  7. Realice dice:

    En España a Blagojevitch no lo hubieran encausado, Roger. Si le habían intervenido el teléfono para investigar sobornos de otro tipo, no hubieran podido usar las grabaciones para imputarlo por tratar de vender el escaño de Obama, puesto que de eso se enteraron ‘por casualidad’. Hubieran tenido que destruir las pruebas, de hecho. Véase la jurisprudencia del caso Naseiro, justamente el logro que hizo de Javier Boix, defensor de Camps en este juicio, un tipo célebre.

  8. Dídac dice:

    En España se suele votar siguiendo criterios «ideológicos», por decirlo de una manera fina. En realidad, mucha gente hereda su papeleta de voto en la que sigue estando escrito voto rojo o voto facha. Este comportamiento es bastante marcado y vehemente (virulento más bien) en Valencia. Como valenciano me es fácil imaginar las deliberaciones de un jurado en el que N cazurros defiendan a muerte a San Camps de los ataques del demonio sociata. Es parte del folclore. Hay que mantener el listón que dejaron los Borja.

  9. Vellana dice:

    «Un tribunal profesional no habría absuelto a Camps»

    Alucinante que alguien diga esto (a no ser que, como es el caso del tal Hernández, esté a sueldo de El Inmoral):
    «3 de agosto: la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunida Valenciana archiva la causa interpuesta contra los cuatro acusados por la trama en la Comunidad Valenciana, tras estimar sus recursos. La resolución incluye un voto particular de un magistrado que cree que sólo se debería archivar la causa contra Ricardo Costa, secretario general del PPCV y portavoz del grupo popular en Les Corts. Ese mismo día, María Teresa Fernández de la Vega anuncia que la Fiscalía General del Estado recurrirá el fallo del TSJCV.20» sacado de http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_G%C3%BCrtel

    Un saludo.

  10. Vellana dice:

    Que sí, Didac… las pruebas, dónde están las pruebas. Recuerda, una prueba convencería a un cazurro como tú.

    Un cordial saludo.

  11. Miguel dice:

    Pues yo si me avergüenzo de España y sobre todo de su sistema de justicia por este caso. Casos como este han ocurrido muchas veces, pero hasta este extremo de saberse todo y aún así que siguiera ganando en las elecciones y que no lo hicieran dimitir hasta pasados los años y que ahora que le declaran no culpable, vaya por ahí diciendo esto y lo otro y los demás del pp felicitándole. Es de juzgado de guardia. Vale que pasara el filtro del PP, vale que los ciudadanos le votaran, pero que si ni siquiera la justicia funcione…

    En España no funciona el sentido común, ni el sentido del ridículo o la decencia, vale más la lealtad, el caciquismo, el clientelismo, etc, etc.

    La imagen que está consiguiendo dar a su comunidad valenciana es francamente patética.

    Por este tipo de cosas me alegro muy mucho de haberme ido de España hace tiempo y por estas mismas me alegro de no estar ahí ahora mismo. Mas gente se puede hartar.

  12. Vellana dice:

    «muchas de las pruebas han demostrado que entre “El Bigotes” y Camps y Costa había una relación muy cercana y que era habitual la entrega de regalos.»

    Pues a mí me gustaría saber cuáles son esas pruebas. Sólo pido una, en lo referente a Camps. Una prueba que identifique cuál es el traje, que muestre quién se lo dio o es el artífice de que se le diera, cuándo se le dio o hizo llegar, cuándo lo recepcionó Camps, que el tal Camps no lo devolvió y que el tal Camps no hizo ningún desembolso monetario a nadie por él ni antes ni después de la recepción. Y eso sólo para empezar, luego quedaría lo subjetivo.

    Un saludo.

  13. Vellana dice:

    Que sí Miguel, que sí. Las pruebas, por favor. Es bueno, contra lo que tú piensas, que no se condene a alguien sin pruebas, sólo por las habladurías de El País y de sus correveidiles.

    «y aún así que siguiera ganando en las elecciones y que no lo hicieran dimitir…» he aquí un demócrata; que la gente vote lo que yo quiero y si no, que el elegido dimita a pesar de tener mayoría absoluta, que lo digo yo.

    Un saludo.

  14. Dídac dice:

    1. Es una pena que en un blog del nivel de Politikon se permitan las descalificaciones personales. Quizás vendría bien un filtrado de comentarios a la Nada es Gratis

    2. Con mi comentario anterior no pretendo atacar al jurado ni a su decisión. Quizás ha sido justo. No he asistido al juicio. Sin embargo, sigo creyendo que en Valencia es fácil de imaginar un jurado radicalmente politizado. Así nos va.

    3. Aunque la decisión del jurado fuese justa, en mi opinión no ha sido la correcta. Alguien duda de la culpabilidad de Camps, Fabra, Pepiño, etc? Sería mucho más sana para España la mano dura con la corrupción, incluso simplemente con dudas razonables. Vendría bien eso de no sólo ser honrados, sino además parecerlo

  15. Frost dice:

    A mí me disgusta la sentencia, porque creo que Camps es culpable. Es una opinión subjetiva, basada en todo lo que sé, que dista bastante de ser toda la información disponible del caso.
    No he estado en la sala, ni tampoco he seguido al dedillo el caso (me coge un poco de lejos, todo sea dicho). No obstante, he sacado varias conclusiones de esto:
    -La fiscalía podía haber hecho más. Uno de los puntos polémicos de la sentencia es no considerar una prueba válida el famoso «documento 71» en el cual se listan a mano los sujetos de regalos, entre otros, a Camps y a Costa. ¿Por qué no se pidió una peritación caligráfica? Es un misterio.
    -El jurado popular es un sistema que es bastante democrático, pero cuando la democracia es mala, puede dar muchos problemas. Algunos de ellos son lo de mantener aislado al jurado para evitar la contaminación del mismo. Incluso aunque los tengas en un hotel, sin que puedan recibir visitas, hay muchas formas en que pueden ser contaminados, y en concreto los políticos como Camps tienen un auténtico ejército mediático a su sueldo.

    Por eso, aunque me disguste la sentencia, creo que es razonable. Es más, dudo que sea condenado en apelación, si esta se llega a producir.

  16. M dice:

    Si tenemos en cuenta datos de las pasadas elecciones generales de 2011, en Valencia votaron un 75 % de ciudadanos, de los cuales un 52 % se decantaron por el Partido Popular. Trasladando estos porcentajes al jurado popular encargado de emitir un veredicto de culpabilidad sobre los señores Camps y Costa, nos salen que 3,51 jurados eran votantes del PP. Redondeando, 4 jurados. Sabiendo esto, solamente faltaría averiguar por que motivos el jurado número 5 ha fallado a favor de los señores Camps y Costa. A saber:

    – También es votante del PP (puede equivocarse la estadística).
    – Estaba harto de ir todos los días a juicio y ha decidido acabar cuanto antes mejor.
    – Recibe regalos de amiguitos del alma, por lo cual no le extraña la conducta de los juzgados.
    – Ha tirado una moneda y ha salido cara.

  17. Vellana dice:

    «1. Es una pena que en un blog del nivel de Politikon se permitan las descalificaciones personales.» Es una pena que no entiendas el español, por un lado, y que no seas coherente, por otro. Por un lado, yo hablo de «cazurros como tú». Tú sabrás cuán cazurro eres, yo no, es más, asumía que no lo eras nada en absoluto, pero empiezo a dudar, ahora que te das por aludido. Por otro lado, si alguien hace una descalificación personal es quien dice: «me es fácil imaginar las deliberaciones de un jurado en el que N cazurros defiendan a muerte a San Camps» y encima luego te lamentas de que se hagan descalificaciones personales.

    «3. Aunque la decisión del jurado fuese justa, en mi opinión no ha sido la correcta. Alguien duda de la culpabilidad de Camps, Fabra, Pepiño, etc? » Yo, y cualquier persona razonable (salvo los hooligans de El País) duda mientras no haya juicio y mucho más cuando no aparecen pruebas concluyentes por ningún sitio a pesar del machaqueo «informativo». Vivimos en un estado de derecho, en el que existe el poder judicial, encargado de juzgar a la gente; no son los periódicos, correa de transmisión de los partidos los que lo hacen. Desde luego lo que es incorrecto es que siendo justa una decisión haya que tomar la contraria porque lo diga El País. Es incorrecto y es prevaricación (no sé si en el caso del jurado también aplica).

    Un saludo.

  18. Vellana dice:

    «A saber:

    – También es votante del PP (puede equivocarse la estadística).
    – Estaba harto de ir todos los días a juicio y ha decidido acabar cuanto antes mejor.
    – Recibe regalos de amiguitos del alma, por lo cual no le extraña la conducta de los juzgados.
    – Ha tirado una moneda y ha salido cara.»
    – Y la más importante, no hay pruebas

  19. Vellana dice:

    «-La fiscalía podía haber hecho más.» Joder, pues parece ser que eran tres, como las hijas de Elena (visto el resultado, digo).

    Un saludo.

  20. Jimmy Page dice:

    Mirando un poco por encima la sentencia esta dice:

    – Camps no tiene poder de decisión en las contrataciones.
    – Álvaro Pérez y Camps no son amigos.
    – Ropa fué enviada a la oficina de Álvaro Pérez pero no esta claro cual y si esa ropa acabo llegando a Camps.

  21. Ximily dice:

    Antes de leer este artículo ya no es que no compratia la sentencia, sino que nisiquiera la respetaba. Pero gracias a este nuevo punto de vista me has hecho cambiar de idea. Simplemente gracias

  22. M. Alonso Sierra dice:

    Vellana:

    He afirmado que hay «pruebas han demostrado que entre “El Bigotes” y Camps y Costa había una relación muy cercana y que era habitual la entrega de regalos».

    En relación con eso, me dices: «Pues a mí me gustaría saber cuáles son esas pruebas. Sólo pido una, en lo referente a Camps.»

    Te contesto.

    En varias de las grabaciones, se oye a toda la familia de Camps agradecer a El Bigotes los regalos que de Reyes. De hecho, en una de 4 de enero de 2009, la mujer del ex presidente le dice a El Bigotes que por su culpa siempre que llega el día de Reyes hay mucha expectación en su casa.

    Eso evidencia:
    (a) Que El Bigotes hacía regalos habitualmente a la familia de Camps; y
    (b) Que la relación era «familiar».
    http://www.rtve.es/noticias/20120111/camps-su-mujer-agradecieron-detallitos-alvaro-perez-bigotes/488850.shtml

    Después añades: «Una prueba que identifique cuál es el traje, que muestre quién se lo dio o es el artífice de que se le diera, cuándo se le dio o hizo llegar, cuándo lo recepcionó Camps, que el tal Camps no lo devolvió y que el tal Camps no hizo ningún desembolso monetario a nadie por él ni antes ni después de la recepción.»

    Eso me imagino que no es para mí.

  23. M. Alonso Sierra dice:

    Jimmy Page:

    Dices: «Mirando un poco por encima la sentencia esta dice (…)».

    ¿Qué sentencia? No hay sentencia. Hay un veredicto.

  24. Thobicus dice:

    Hay que tener en cuenta que el Magistrado-presidente no habría aceptado un veredicto inmotivado o que contuviera contradicciones internas. Habrá que esperar, como se ha dicho, a que la sentencia esté redactada para comprobar los argumentos que ha dado el jurado y la vestidura jurídica que el Magistrado-presidente les da.
    Por lo demás, hay que recordar que la sentencia es recurrible. Aún no se ha dicho la última palabra necesariamente, aunque eso dependerá de la Fiscalía.

  25. Colbert dice:

    Recuerdo que hace un tiempo te preguntabas por qué no se usaba más el jurado popular en España. ¿No es esta una buena muestra de por qué no es una buena idea?

    ¿Por qué no establecer un tribunal especial para enjuiciar todos los procesos contra cargos públicos, cuya elección no pueda manipularse ad hoc, como por ejemplo la «Sala del 61» del TS? Así tendríamos a-) Un tribunal experimentado de profesionales del derecho que hayan enjuiciado cientos de procesos, y b-) Nos evitaríamos toda la retahíla de aforamientos y desaforamientos que hacen bailar el caso de un sitio a otro durante años como ha sucedido con la Gürtel.

    Si se reforma cada dos por tres el Código Penal, o la Ley del menor, cada vez que hay un crimen macabro por la «alarma social» que genera, me parece que la historia de nunca acabar que está resultando el caso Gürtel y otros similares deberían provocar una revisión en profundidad del sistema de respuesta penal contra la corrupción política, porque ahora mismo impera la sensación de impunidad de los políticos, lo cual sólo hace que incentivar la corrupción.

  26. Thobicus dice:

    En realidad, el problema es que la Ley del Jurado es un tanto irracional en los delitos que ha atribuido a su competencia. El cohecho es un caso claro de delito que no debería haberse atribuído al Jurado, por su complejidad técnica.
    En todo caso, lo que Colbert propone ya existe. Los cargos públicos son, en muchos casos, aforados. Esto implica que sólo pueden ser juzgados por el Tribunal Supremo (para aforados del Estado, como es el caso de diputados y senadores… y de Garzón) o los Tribunales Superiores de Justicia (para los aforados de la Comunidad Autónoma, fundamentalmente diputados autonómicos y Fiscales, Jueces y Magistrados de la Comunidad Autónoma).
    El problema es que, en el caso de los TSJ, parte de sus miembros son nombrados por el Parlamento autonómico…

  27. Colbert dice:

    Thobicus, me refiero a que en el caso Gürtel la instrucción ha ido bailando de los Juzgados Centrales de la AN al TS porque hay un diputado o un senador, de ahí se envían sumarios al TSJ-V, TSJ-M o TSJ-CyL porque resulta que hay cargos regionales de cada una de esas CCAA, recurso al TS a ver quién entiende algo, luego uno renuncia tácticamente al escaño y pierde el aforamiento, otro recurso, y vuelta a empezar, etc. Ya no sé por dónde van. Al final una misma trama ha terminado en 15 sitios distintos y se ha demorado enormemente. En el caso Fabra han pasado por él como 5 jueces de instrucción distintos sin llegar a juicio, porque iban cambiando de destino, y prescribieron algunos delitos.

    Parece que el sistema no es muy eficaz para dar una respuesta penal adecuada a un asunto tan complejo y dañino para la sociedad como es la corrupción política.

  28. Vellana dice:

    Gracias, M. Alonso Sierra.
    No digo que no tenga razón, pero según tengo entendido, en esa grabación la mujer de Camps acababa diciendole al tal Bigotes que se pasara al día siguiente a llevárselos, lo cual probaría que no había tales regalos, sino el intento de hacerlos.

    No obstante, el que hubiera regalos del Bigotes a Camps y familia o no en reyes, con creo que afectara en nada al tema que se juzgaba, ni prueba nada en relación con los trajes; y así parece que opinaba el jurado.

    Muchas gracias por su artículo que considero, frente a lo que se ha vivido por aquí, ponderado. Yo sigo pensando que la justicia debe ir por su lado y tiene que usar «elementos jurídicos» en los que la política no tiene ni que entrar. Si al final el señor Blanco es inocente, pues mejor que mejor; y si es culpable, pues que se aplique ejemplarmente la ley y ahí sí, pidamos responsabilidades políticas.

    Y que no se puede hundir la vida de alguien y su familia porque interesa electoralmente, y que quienes lo hacen o colaboran con ellos son, en el mejor de los casos unos irresponsables y en el peor unos hijos de puta.

    Y ya que a Blanco (para demostrar al menos ecuanimidad o coherencia) no se le puede dar el mismo tratamiento que se ha dado a Camps, porque el tratamiento dado a Camps es a todas luces inmoral, al menos mostrar un poco de contrición.

    Pero es como pedir peras al olmo.

    Un saludo.

  29. La verdad dice:

    Esto es un no parar…

    http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/27/espana/1327660886.html#comentarios

    Gracias, señor M. Muy razonable todo lo que usted dice, para no variar.

    Quiero recomendar dos excelentes artículos que clarifican mucho, a mi entender, qué ha de entenderse por cohecho impropio (o más bien redundan en las complicaciones que entraña el juicio).

    Uno de Enrique Gimbernat:
    http://elcomentario.tv/reggio/el-endiablado-cohecho-impropio-de-enrique-gimbernat-en-el-mundo/05/07/2010/

    Otro de Elisa de La Nuez:
    http://hayderecho.com/2011/02/18/la-corte-del-faraon-de-cohechos-propios-e-impropios/

    Saludines.

  30. La verdad dice:

    Mi comentario anterior se ha ido a la cola de moderación, creo que por incluir enlaces. ¿Cuántos hay que poner para que no vaya a moderación?

  31. Thobicus dice:

    Colbert, has puesto el dedo en la llaga. Has señalado la gran reforma de la Justicia que el ministrio no ha querido (o no ha podido) anunciar, y el motivo por el cual no tenemos nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal desde el siglo XIX: qué hacer con la instrucción de las causas criminales.
    Esto requeriría una larguísima exposición que excede los límites, tanto de un comentario, como del artículo comentado. Baste decir que el problema que apuntas, y muchísimos otros más graves, podrían solucionarse con la atribución de la función instructora al Ministerio Fiscal, reformando profundamente éste.
    Es una cuestión muy polémica, claro, y en principio el PP se opone a ello, pero tarde o temprano habrá que abordar la realidad de que el sistema del Juez instructor territorialmente competente es inoperante ante las realidades criminales actuales.
    Añadiré, nada más, que nadie tiene muy claro cómo funciona la instrucción de los procedimientos con aforados, fruto de que la jurisprudencia del Tribunal Supremo, como decía un jurista clásico, ha dejado la cuestión «clara como una botella de tinta».

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