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Genios, épocas y tecnología: la suerte de Steve Jobs

6 Oct, 2011 - - @egocrata

Se hablará mucho de Steve Jobs y de su genio visionario estos días, y como Apple ha cambiado, en gran medida, el mundo en que vivimos. Por mucho que sea de la opinión que otras compañías e instituciones han sido mucho más decisivas en la revolución tecnológica de estos últimos años (Microsoft, Xerox, Bell, IBM, DARPA y el CERN, sin ir más lejos), es obvio que Jobs y Apple tenían algo especial.

Lo que se comentará menos, sin embargo, es cómo Jobs y su generación de grandes pioneros de la electrónica (Gates, Bezos, Ellison, Page, Brin y demás) tienen bastante de anomalía histórica en el desarrollo empresarial moderno: el gran hombre que levanta una compañía revolucionaria de la nada y alcanza grandes fortunas. En los últimos doscientos años, no hemos visto casi nunca una generación de empresarios de este calibre, emergiendo de la nada hacia ilimitadas riquezas, bravos patrones en el diseño de un nuevo mundo.

¿Por qué hemos visto esto ahora? ¿Estamos ante una extraña confluencia de genio y brillantez infinitas, todos nacidos en un corto espacio de tiempo? La verdad, creo que no. Jobs, Gates y demás han tenido algo que los grandes genios que alcanzaron su plenitud en 1950 ó 1920 no tuvieron: suerte. O más concretamente, la suerte de nacer en el momento exacto para lanzarse a crear cuando hay una revolución tecnológica.

La observación viene del (a veces un poco fantasma) Malcolm Gladwell en un librito estupendo, Outliers, hablando de la última oleada de grandes genios con grandes fortunas. A finales del siglo XIX Estados Unidos vió como un grupo reducido de grandes magnantes redifinían el mundo a traves del poder de sus grandes, enormes empresas. Es la era de Rockefeller, Carnagie, Morgan, Pullman, Jay Gould y demás grandes empresarios;  la mayoría increíblemente trabajadores, excepcionalmente inteligentes y capaces de crear lo que nadie había imaginado. Curiosamente, la inmensa mayoría de las grandes fortunas de la época coinciden en haber nacido en una misma década, los años 1830.

¿Qué estamos viendo? Para Gladwell, una generación de hombres brillantes nacen el momento adecuado para empezar a lanzar sus empresas en el momento exacto: la decáda de 1860. Es el final de la guerra civil americana, y el inicio de de cuatro décadas absolutamente prodigiosas de desarrollo tecnológico, justo en el momento exacto para pillar la segunda revolución industrial. Nace el sistema financiero moderno, el ferrocarril alcanza la mayoría de edad, Estados Unidos se expande hacia el oeste, gran explosión migratoria, barcos de vapor, turbinas, y telégrafo. Es el momento exacto para que alguien con un talento, ambición y capacidad inmensas construya un imperio.

La generación de grandes visionarios actuales tienen la suerte de nacer, en cierto, sentido, en un momento parecido. Steve Jobs nace en 1955. Intel introduce el 4004, el primer microprocesador viable, en 1971. Apple es fundada en 1976. Microsoft había nacido unos meses antes, en 1975; Atari en 1972. Oracle nacerá en 1977. Los fundadores de estas compañías tienen la inmensa potra que, tras años fascinados con ordenadores, la tecnología pasa a ser viable justo cuando son jóvenes (25-30 años), hambrientos y lanzando sus carreras. Ningún genio visionario nacido en 1920 tiene la potra que el desarrollo tecnológico cree una industria nueva de la nada en 1950; lo mismo se puede decir para alguien nacido en otras décadas. Los únicos «momentos mágicos» parecidos son los años 1920 (electricidad y motor de combustión interna) y, curiosamente, 1995-2005, cuando los ordenadores nacidos treinta años antes se conectaron a internet.

¿Quiere decir esto que lo de Jobs es pura suerte? No, en absoluto. Compañías como Apple las había a patadas, muchas de ellas con mejor tecnología que los chicos de Cupertino (dos palabras: Commodore. Amiga). Muy pocos tuvieron el talento y la capacidad para construir algo que realmente valiera la pena.

Lo que creo que es indudable, sin embargo, es que alguien como Steve Jobs hubiera sido patéticamente desperdiciado en otra era, incluso si hubiera nacido diez años antes. Es probable que en vez de emprendedor visionario, Jobs hubiera sido uno de los pobres matados que desde Bell Labs o Xerox inventaron prácticamente todo, pero que nunca tuvieron un ordenador lo suficiente barato a mano como para montar un imperio sobre sus ideas.

Tres siglos antes, probablemente hubieramos visto un pintor o arquitecto del montón,  caramba. Para llorar.


16 comentarios

  1. Manuel dice:

    Lo que habría que preguntarse es por qué en España no surge ninguna empresa importante en el sector tecnológico. Apple,Google, Amazon, Microsoft, Oracle se van a comer el mundo enterito…

  2. Jaime dice:

    Recomiendo encarecidamente ver la película «Pirates of Silicon Valley», sobre los inicios tanto de Apple como de Microsoft, s ve mucho ese efecto de «momento preciso»

    Curiosamente hace un par de días vi la película «Micro Men», que es la misma idea pero desde el lado británico, con Sinclair y Acorn. Dos empresas que han desaparecido, y que, precisamente, su éxito fue hacer ordenadores, de hecho, muy baratos (el ZX80, precursor del Spectrum costaba 99£) También la recomiendo.

    Lo curioso de estes sectores innovadores (y algo que Steve Jobs supo entender como nadie) es esa interacción entre márketing, tecnología, visión a largo plazo. Es muy difícil dar con la tecla justa (se me ocurre, por ejemplo, el tema corriente alterna – contínua a finales de siglo XIX)

  3. Ender dice:

    Al igual que para que ocurra una gran catástrofe o accidente, suelen tener que confluir varios factores a la vez, para que un tipo o una tecnología supongan una revolución, también tienen que darse varios factores a la vez. En ambos casos, el azar (lo que tú llamas «suerte»), o el efecto «momento preciso», está claro que es condición necesaria… pero de tu escrito parece desprenderse que cualquiera pudo haberlo hecho, cuando la realidad es que sólo unos pocos lo hacen… el entorno está para todos, pero sólo algunos lo consiguen.

    http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/hombre/genio/elpeputec/20111006elpeputec_3/Tes

    Creo que minimizas el mérito de Jobs, así como en otros foros seguramente lo exageran…

  4. Pau dice:

    «Steve Jobs tuvo suerte».

    Mira que has llegado a decir proclamas chulescas (me las retweetean, a mi pesar) que denotan en su mayoría el clásico gen hispanistaní: Arrogancia de provincias, mente retorcida en una extraña mezcla Cela-shakesperiana, y ese tufillo clásico del español que considera que «ha triunfao» en la vida y habla de todo y de todos con esa contundencia tajante, obispal, que no admite réplica.

    Pero con esta lo has bordado, el día de su muerte, este es tu particular homenaje.

    Normal que seas un expat, así acaban todos los inaguantables. Lo mejor: Tu nick en Twitter.

    Yo no soy un super fan en particular de Apple o de su fundador, pero te digo una cosa, y no te conozco de nada: Ojala el día de tu muerte nadie escriba sobre ti con la frialdad, alejamiento y ligera (suave, de fondo, contenida) inquina con la que lo has hecho tu hoy.

    Una pena, aunque ya hace años que debí aprender que en dias así, en internet siempre puedes encontrar a un Algo escribiendo desde el otro espectro. Los gafapastas lo llaman pluralismo, yo snobismo. Pero eh, has conseguido un clic nuevo, felicidades.
    Hasta siempre.

  5. Ramón M. dice:

    @Pau,

    Creo que estás dramatizando un poco. Cuando Roger dice que Steve Jobs tuvo «suerte» se refiere al hecho de la época en la que le tocó nacer, que por cierto, fue la misma que alumbró otros grandes empresarios de su mismo tipo en el sector de las nuevas tecnologías.

    Estoy convencido de que simplemente tenía intención de señalar esa casualidad, a saber, que los grandes empresarios suelen nacer todos en la misma época; y obviamente, no se trata de casualidad, sino de una confluencia de factores que hacían el momento «adecuado» para que esta gente pudiese desarrollar todo su potencial. No veo intención de menospreciar a Steve Jobs por ningún lado.

    Por otra parte, sería absurdo. ¿Cuánta gente ha nacido en la misma época y no se ha hecho millonario a base de levantar un emporio tecnológico? Sobra decir que «algún» mérito personal habrá por ahí, ¿no?

  6. […] Genios, épocas y tecnología: la suerte de Steve Jobs politikon.es/materiasgrises/2011/10/06/genios-epocas-y-te…  por trinitro hace nada […]

  7. Angel dice:

    Pau:

    «¿Quiere decir esto que lo de Jobs es pura suerte? No, en absoluto. Compañías como Apple las había a patadas, muchas de ellas con mejor tecnología que los chicos de Cupertino (dos palabras: Commodore. Amiga). Muy pocos tuvieron el talento y la capacidad para construir algo que realmente valiera la pena.»

    Dada la cantidad de imbecilidades ofensivas que han escrito algunos desde los pocos minutos de la muerte de Steve Jobs, me parece que saltar a la yugular de Roger de esa manera por este post esta fuera de lugar. En ninguna parte se desprecia el trabajo de Jobs. Pero bueno, alla cada cual con sus filias/fobias…

  8. Sergio dice:

    Nadie duda del talento de Steve Jobs. Sin él no habría llegado nunca donde llegó. Pero eso no explica TODO su éxito. Es claramente una condición necesaria pero no suficiente. Las circunstancias de cada uno: dónde naces, cuándo lo haces y en qué condiciones, son determinantes. Y eso es, si lo he entendido bien, de lo que va el post de Roger.

  9. Raúl S. dice:

    «En ambos casos, el azar (lo que tú llamas “suerte”), o el efecto “momento preciso”, está claro que es condición necesaria… pero de tu escrito parece desprenderse que cualquiera pudo haberlo hecho, cuando la realidad es que sólo unos pocos lo hacen… el entorno está para todos, pero sólo algunos lo consiguen»

    Como decía Mao, las causas externas actúan a través de las causas internas. O, como decía mi abuela, «de donde no hay no se puede sacar». 🙂

  10. Francisco dice:

    Roger es un jodido santo o un masoquista, o está durmiendo y no ve los comentarios. Venir a la casa (blog) de alguien a comentar lo que quieres que pase el día de su muerte me parece de una subnormalidad que requiere medicación y control paterno.

    Pau, se te ha ido la olla diez mil pueblos.

    Roger no ha dicho nada malo de Jobs, solo que de todos los potenciales genios que hay en la historia unos están en el momento y lugar adecuados y otros no.

    Si quieres, ven por mi.

    Era un tirano, vendía caro, no delegaba, nadie habla más que él. Desprecia la formación por ÉL dejo los estudios pero se forra con el trabajo de miles de ingenieros americanos y coreanos que diseñan lo que ÉL les pide.

    Por si no era suficiente, se ha muerto porque ha sido tan capullo de confiar su salud a la homeopatía, la dieta y la meditación en lugar de a un médico.

    Mira, yo admiro muchas cosas de Jobs, pero no es el puto mesias.

    No llores sobre tu Apple ni tu iPhone, que no los diseño para eso.

  11. amalric dice:

    hace tiempo lei por ahi que warren buffet no invertia en empresas de tecnologias de la informacion porque eran arriesgadas.

    Buffet dice, con toda la razon, que no es posible saber con criterios objetivos que empresa iba a triunfar. Apple era una de varias y factores como el talento de una sola persona han marcado cual triunfaba.

    En españa hay casos de exito tambien, pero en sectores a los que la gente se expone en sus momentos formativos. En la epoca en la que jobs, gates y ellison empezaron a manejar ordenadores no habia nadie en españa en su situacion, por lo que no pudieron ni intentarlo.

  12. Manuel dice:

    En honor a Pau (con cariño de TROLL A TROLL):
    Apple es una empresa de SNOBS para SNOBS PALETOS(porque pagar el doble de dinero por hacer lo mismo que hacen otros es de paletos), así que decir eso precisamente de Roger te define, así como usar el termino gafapasta o sociata, está claro que eres del club de etiquetadores populistas…

  13. David dice:

    Además hay otra cosa que me hizo notar un trabajador mío hace unos años. Yo soy programador desde 1981 y este trabajador, un día hablando de cómo funcionaba algo, me dijo «es que tú tienes la suerte de haber visto cómo evolucionaba todo esto desde el principio». Y creo que tenía toda la razón. Para alguien de «antes», hay el problema de que entender algo nuevo significa romper toda una rutina y una inercia pero para alguien de «después», el problema es que debe aprenderlo todo de los libros, no en la pràctica de cada día.

    Por esto los triumfadores coinciden que tienen una cierta edad en el momento preciso. Ni màs ni menos.

  14. Zhurrer dice:

    Vale, este blog ha pasado ya, definitivamente, a ser algo parecido a una secta.

    El autor ya ni siquiera necesita responder a los improperios y a las discrepancias, ya tiene un colectivo de acólitos/mamporreros haciendo el trabajo sucio para él.

    Que bien vives Senserrich!

  15. Francisco dice:

    Eh, a mi no me llames acólito que no se que significa!!!

  16. jasev dice:

    @Francisco: un acólito es un clérigo de nivel uno.

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