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El problema de la violencia doméstica y lo políticamente correcto

7 Abr, 2011 - - @jorgegalindo

Me he saltado mi norma personal de «no leer a provocadores gratuitos» y he leído el artículo de Sostres sobre violencia de género porque el tema me parece grave. Y, la verdad, la reacción que se ha generado es un ejemplo paradigmático de por qué en este país no somos capaces de hacer que las cifras de violencia doméstica bajen. En su artículo, Sostres expone una tesis discutible, pero no directamente censurable: que el problema de la violencia «machista» ha de ser enfocado desde un punto de vista estrictamente judicial y criminalista, sin juicios morales maximalistas ad hoc canalizados por los medios de comunicación. Yo no estoy de acuerdo con esta postura, ni tampoco me parece que el tono de Sostres sea el más adecuado, pero estaría dispuesto a discutirla porque creo que el debate puede ser enriquecedor.

Pero no. Precisamente los «juicios morales maximalistas» han entrado en acción y, casi como un acto reflejo irracional, la comunidad periodística se ha movilizado para censurar tamaño ejemplo de, al parecer, machismo, cuando realmente no lo es. Es así de simple: no se permite nada que se salga del guión establecido desde hace muchos años, lo cual impide trabajar con enfoques alternativos a la hoja de ruta oficial que, entre otras cosas, ha implantado el término «violencia machista» en los medios de comunicación.

Sostres será muchas cosas, pero no es tonto. Con este artículo nos dice: «no estáis resolviendo el problema». Nosotros preferimos mirar el dedo, y no a lo que señala, gritándole «la gente como tú es el problema» y dando con ello carpetazo al asunto. Allá nosotros. Mientras, las mujeres seguirán muriendo bajo la preocupada mirada de lo políticamente correcto.


Sin comentarios

  1. nop dice:

    Las cifras de violencia domestica en España no bajan porque ya son muy bajas. A pesar de todo el exhibicionismo de los medios de comunicación, la media en España es de las más bajas del mundo y si se descontasen los inmigrantes latioamericanos (educados en una cultura más violenta) estadisticamente sería una causa de muerte ridiculamente improbable.

  2. Jorge San Miguel dice:

    Al hilo de lo que comenta nop -y al margen de que «una sola muerte ya sería demasiado», etc-, un tema interesante de estudio sería, como me comentaba recientemente un politólogo francés, por qué el tema de la violencia doméstica ha entrado en la agenda en España cuando en otros países con cifras más preocupantes no lo hace. ¿Es posible -lo digo de manera completamente tentativa y por debatir- que tenga algo que ver con la relación entre v.d. e inmigración, y la voluntad política de no señalar a ciertas minorías?

  3. Yo no sé qué artículo de Sostres habéis leído, pero eso de que «no es directamente censurable» es más que discutible. Lo que él plantea es que la violencia ejercida por ella (por decirle que el hijo no es suyo) es comparable o incluso más dañina que la de él (que la mató y mostró con saña su cadáver a través de una web cam). Si esto no es justificar el asesinato y la violencia contra las mujeres, no sé qué habrá que hacer para que manifestéis que estaba justificando al asesino.

  4. myblueeye dice:

    Estoy de acuerdo con la opinión de Ignacio García Fenoll. El artículo de Sostres no plantea nada en absoluto acerca de la denominada «violencia machista». No resulta extraño que nos quedemos mirándole el dedo, teniendo en cuenta que esta es, seguramente, la reacción que Sostres buscaba en el lector.
    Ni siquiera me atrevería a afirmar que el artículo sostenga o dé cobertura a una perspectiva «machista» del problema. Lo que hace Sostres es situar el homicidio en el contexto de una reacción «normal» («un chico normal», dice) a un acto de violencia no física o, como se dice ahora, psicológica, infligido por su novia. Desde mi punto de vista, el artículo iguala un acto de violencia no física a un acto (reactivo) de violencia física, homicida, y lo hace a modo de aviso sobre este tipo de violencia ejercido cada día sobre los chicos y las chicas «normales», que se salda a veces con reacciones un tanto desproporcionadas. Esta opinión es discutible y sin duda publicable. Pero no pretende decir nada en absoluto acerca de la violencia doméstica. Lo que hace, más bien, es confundir deliberadamente los términos de cualquier debate sobre la violencia entre las personas.

  5. Jorge Galindo dice:

    No dice eso en ningún momento, Ignacio. Esa conclusión solo puede extraerse desde una lectura ligera y sesgada por los prejuicios de lo políticamente correcto, precisamente la que denuncio en mi entrada.

    Si quieres te puedo resumir el artículo de Sostres: «Me gustaría verme a mí en la situación de este tipo: un chaval lejos de su casa, sin estudios, demasiado joven para la carga de responsabilidad que le ha caído encima, y cuyo mundo, ya frágil, se viene abajo. ¿Qué haríamos cualquiera de nosotros?» A partir de aquí, lo que dice es que no es demasiado lógico ni productivo tratarle como un «monstruo», que eso se ciñe al amarillismo de los medios. Y que hay que aplicarle la ley como a cualquier otra persona, porque un asesinato es el delito más grave posible, con el agravante de mujer embarazada, etcétera. En esto, mira, discrepo: es probable que la violencia doméstica requiera de políticas y leyes específicas. Lo que dudo muchísimo, y esto es algo que señala bien el artículo, es que tenga sentido obviar que los asesinos también son personas, con un contexto social y cultural. Por desgracia, eso es lo que hace la mayor parte de la política actual.

    Igual, como sugiere Jorge San Miguel, mirar los datos por país de nacimiento del agresor nos daba un susto que no queremos ver. A lo que voy: es mucho mejor para hacer políticas sociales efectivas desnudar los análisis de cualquier prejuicio.

  6. Amalric dice:

    Por seguir en el tema de lo politicamente correcto, hoy el Levante http://www.levante-emv.com/valencia/2011/04/07/parroco-niega-comunion-cofrade-vivir-pecado/796678.html publica una noticia sobre una mujer a la que se le ha negado la comunion en su iglesia por ser lesbiana. Todo el articulo es una oda a la defensa de los derechos de esa mujer, que esta muy ofendida.
    En ningun lugar del articulo se dice que esa mujer NO tiene derecho a comulgar porque, segun la moral y la doctrina catolica esta en pecado, no por ser lesbiana, sino por ser lesbiana con pareja y vivir con ella. La comunion no es un derecho sino un «Premio» a los catolicos que cumplan con sus normas.
    Igual que los curas no me pueden imponer su moral en mi vida no cristiana, yo no puedo obligarlos a que me den la comunion si no cumplo con sus normas

  7. Jorge San Miguel dice:

    Por cierto que otra cuestión es cómo se define lo que es aceptable y lo que no. Yo he leído muchos artículos y he escuchado muchas declaraciones de gente que se pone en la piel de otros criminales -terroristas, por ejemplo- e intenta «comprender sus motivos», root causes, etc, y no los lincha nadie en Twitter. Lo que pasa es que, hoy por hoy, el estigma social de la violencia doméstica es mayor -y Sostres, un blanco perfecto, y feliz de serlo.

  8. Raúl S. dice:

    «“Me gustaría verme a mí en la situación de este tipo: un chaval lejos de su casa, sin estudios, demasiado joven para la carga de responsabilidad que le ha caído encima, y cuyo mundo, ya frágil, se viene abajo. ¿Qué haríamos cualquiera de nosotros?”

    La mayoría gritar, llamarle cosas o incluso darle un guantazo. Una minoría, matarla. Y una ultraminoría hacer lo que ha hecho él, matarla y mostrar el cadaver por videoconferencia:

    http://www.elpais.com/articulo/espana/Mata/pareja/muestra/cuerpo/padre/videoconferencia/elpepusoc/20110405elpepunac_6/Tes

    Ese es el problema del artículo de Sostres. Intenta vender como «normal» algo que tiene toda la pinta de ser psicopatológico. No, la mayoría de gente no haría «eso» al recibir «la noticia». No se debería vender que los sentimientos y conducta posterior de este chico han sido «normales». Sí entendibles, sí explicables. Pero no «normales».

    No es un monstruo, sigue siendo humano, y tiene que poder reinsertarse en la sociedad, por supuesto. Pero es preocupante que se venda como «normal».

    Saludos.

  9. Flashman dice:

    No puedo leer el artículo, ya no se encuentra disponible, pero puedo imaginarlo por los extractos que he podido pillar.

    Quizá podamos juzgarlo por las reacciones que suscita en Libertad Digital:

    baragesi dijo el día 7 de Abril de 2011 a las 13:53:52:
    Pues yo me he enterado bien del caso al leer el articulo del Sostres.

    Porque sera que otros autores ocultan la motivacion del chaval? Ah, que puede dejar en mal lugar a la mujer y eso el feminazismo no lo puede tolerar porque pone en cuestion sus dogmas?

    Todo mi apoyo para el chico.

    «Todo mi apoyo» al chico que acaba de cargarse a su novia embarazada e iba a asesinar también a su cuñada de 13 años. Si no hay algo enfermizo en todo esto es que me estoy perdiendo algún detalle.

  10. CLD dice:

    A Flashman: No puedes pretender juzgar ningún tema por los comentarios de la gente en internet, donde siempre proliferan descerebrados e indocumentados de todo tipo. El artículo de Sostres puede leerse aquí:

    http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/217633-el-articulo-censurado-de-sostres-un-chico-normal.html

    Sostres solo pretende decir que se trata de un crimen pasional, sin que por ello lo justifique. Puede que esté equivocado, y que al asesino le falte algún tornillo. Pero la gente ha saltado porque, como dice Jorge Galindo, no ha seguido el manual políticamente correcto, que dice que toda agresión de un hombre e una mujer es violencia-machista-y-misógina-y-punto.

  11. Jorge Galindo dice:

    Raúl, un apunte: nadie lo pone como «normal», pero sí como «dentro de lo que nos podría pasar a cualquiera» porque esa psicopatología no aflora, normalmente, hasta que no se encuentra uno en una situación límite. Por lo demás, parece que estamos de acuerdo.

  12. Carles dice:

    Raúl S., no vende el acto como normal en absoluto: lo que dice que es normal es el chico. «Un chico normal».

    Sobre el resto, lo que diga la rubia, esto… Galindo.

    PD: Que a todo esto, si a Sostres le arrastran al fango con esto pues oiga, bienvenido sea. Pero como alguien decía hoy en Twitter -quizá fuera San Miguel, pero no lo recuerdo con precisión-, no es de recibo defender la libertad de expresión cuando es el progre molón de Vigalounge quien está en la diana y cuando algo parecido lo hace el fascista blandito de Sostres haya que brearlo.

  13. Flashman dice:

    Acabo de leer el artículo. Es bazofia, pura provocación, no creo que piense ni una coma de lo que ha escrito. Sostres debe estar encantado con la repercusión que ha conseguido. Y aun considerando que lo escribiera en serio, dice que no justifica el crimen pero le da cobertura moral, lo cual es en sí mismo una justificación. Demuestra más afecto por el asesino que por su víctima. Me pregunto si hubiera escrito lo mismo si ella le hubiera matado a él.

  14. Eleder dice:

    Pues conste que Vigalounge ha sido de los primeros en denunciar la caza de brujas de Sostres.

  15. «No es un monstruo. Es un chico normal que se rompió por donde todos podríamos rompernos». ¿De verdad que vosotros pensáis que lo normal es romperse por ahí? ¿De verdad pensáis que no tiene una componente monstruosa que, después de haber asesinado, estrangulándola hasta la asfixia, a su pareja llamara a su padre vía Internet y le mostrara lo que había hecho a través de la webcam? ¿De verdad me dices, Jorge, que eso cabe «dentro de lo que nos podría pasar a cualquiera»?

    «Es un chico normal […] sometido a una violencia brutal que al no ser física nunca se considera pero que ahoga y machaca lo mismo que cualquier otra violencia». ¿De verdad que consideras que la conclusión de lo que tú denominas mi «lectura ligera» puede ser otra distinta a que esto es una comparación en toda regla entre el asesinato y el engaño amoroso?

    Y aquí no estamos hablando de si es políticamente correcto o machista declarar aquello tan zafio del «ácido úrico», aquí estamos hablando de una mujer a la que, insisto, han estrangulado y de la que, posteriormente, han mostrado su cadáver en una webcam.

    Por cierto, para los que hablan de cazas de brujas a este impresentable que hace poco también manifestaba que había que crear castas a la hora de votar en función de la nómina de cada uno por el simple hecho de ser un «fascista blando», en comparación con la defensa que se hace de Vigalondo; a mí lo de Vigalondo me parece igualmente impresentable, pero obtuvo su merecido. Sin embargo, la actitud de Pedro José, estoy convencido, va a seguir siendo la misma: la de darle soporte a alguien que opina lo que opina este señor, y que a vosotros, os sigue pareciendo pura libertad de expresión.

    Yo no sé si habrá que añadir más grados de libertad al sistema que intenta combatir la violencia de género, es probable que sí. Lo que sí es seguro es que este tipo de discursos, que intentan justificar al asesino y, por tanto, conceder parte de culpa a la víctima, no hacen ningún favor en la lucha contra la violencia de género.

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  18. Jorge Galindo dice:

    Flashman, claro que el artículo es malo, y claro que Sostres es un impresentable. Pero eso no quita ni pone para nada de lo que he dicho, creo.

    Ignacio, si piensas que Vigalondo «obtuvo su merecido», no creo que nos pongamos de acuerdo en este tema concreto jamás. El affaire Vigalondo me pareció inmaduro, con una reacción por parte de El País y de la cultura bienpensante propia de una sociedad poco avanzada en la gestión de la libertad de expresión. Fue algo así como censurar la sátira.

  19. Miguel Garcia dice:

    He leído en el enlace pegado por CLD que el artículo de Sostres ha sido finalmente censurado y retirado de la web de El Mundo.

    Me impresiona la capacidad censora que han logrado estos nuevos inquisidores: han logrado que no se pueda llamar crimen pasional a lo que, hasta que les dio por calcar lo del gender inglés, eran crímenes pasionales.

    ¿Qué será lo siguiente: versiones políticamente correctas de los clásicos, para eliminar tanto crimen pasional -si se me permite el atrevimiento en la denominación- como hay en ellos?

  20. Alatriste dice:

    El artículo ha sido borrado hasta de la caché donde aparentemente meten a los apestados en ‘El Mundo’ (que por cierto, tiene narices que se llame «Guantánamo»)

    Pero estoy con quienes dicen que el texto era inaceptable. Para empezar, partía del axioma de que el «chico» era «normal», cosa que está por ver pero resulta improbable a la vista del detalle de exhibir el cadáver y anunciar que iba a matar a otra persona… pero eso evidentemente a Sostres le importa un rábano, para sus fines tiene que serlo.

    Después está la tosca y zafia equiparación «marca Sostres» entre asesinato y lo que él llama «una violencia brutal que al no ser física nunca se considera pero que ahoga y machaca lo mismo que cualquier otra violencia».

    Bueno, el caso es que ni sabemos ni podremos saber nunca cómo se lo dijo la muerta al asesino. En realidad, ni siquiera podemos estar seguros de que le dijera eso, podría ser simplemente la excusa del asesino. Pero en cualquier caso las palabras no machacan como un martillo ni ahogan como una soga.

    Y aparte, está que llueve sobre mojado. Un artículo así tal vez podría habérsele perdonado a otro, pero Sostres ya ha agotado la paciencia de mucha, demasiada gente. Alguna paja tiene que ser la que rompa la espalda del camello, y este ya llevaba un fardo de campeonato.

  21. A mí sinceramente me parece que hay cosas con las que no es tolerable hacer sátira, y efectivamente es totalmente censurable. El genocidio de seis millones de personas no permite sátira, porque no tiene ninguna gracia. Y creo que no estamos hablando de lo políticamente correcto, sino de que esto no es tolerable. Ahora bien, seguramente coincida contigo en que la decisión de El País pudo no ser la más acertada, pero era evidente que él tenía que corregir y pedir perdón.

  22. Flashman dice:

    Jorge, es que a lo que escribes tampoco le encuentro mucho sentido. Ye quejas de que la epidemia de la corrección política ha viciado el debate de la violencia de género, que las cosas siguen una «hoja de ruta» impuesta caprichosamente, o algo así. Yo no pienso de ese modo, la violencia de género existe en sí misma, es la expresión extrema de la dominación y el sometimiento de la mujer por el hombre.

    Que un partido político más o menos criticable haya hecho bandera de ello no convierte esta visión en un montón de humo ni en algo menospreciable. También tendrían que revisar su postura quienes tienden a posicionarse en contra de esa supuesta corrección política, y analizar hasta qué punto lo suyo es una pose con vistas a que no se les identifique con determinadas posiciones políticas, amén de aparentar (falsa) transgresión y rebeldía.

  23. Raúl S. dice:

    1) » nadie lo pone como “normal”, pero sí como “dentro de lo que nos podría pasar a cualquiera” porque esa psicopatología no aflora, normalmente, hasta que no se encuentra uno en una situación límite. Por lo demás, parece que estamos de acuerdo.»

    De eso nada. El propio artículo se titula «Un chico normal». Entre las cosas que dice están «Es un chico normal que se rompió por donde todos podríamos rompernos.», «Es un chico normal disparado al centro de su querer, arrancado a la vez de su novia y de su hijo, sometido a una violencia brutal que al no ser física nunca se considera pero que ahoga y machaca lo mismo que cualquier otra violencia».

    ¡Pero si no para de repetir que es «normal»! Y no lo es.

    2) «esa psicopatología no aflora, normalmente, hasta que no se encuentra uno en una situación límite»

    Pues no. No funcionan así. La psicopatía no depende de una situación límte, tampoco el sadismo. La esquizofrenia sí, pero no tiene pinta de brote esquizofrénico.

    La inmensa mayoría de gente no haría eso en esas circunstancias. Decir repetidamente en el artículo que «es un chico normal» es el equivalente a intentar pintar, por ejemplo, a los asesinos de Sandra Palo como «normales», después de la barbaridad que hicieron.

    Claro que se puede entender y explicar. Claro que hay que reinsertarles en sociedad, claro que no hay que montar una nueva Inquisición contra ellos, pero no es «políticamente incorrecto» decir que son chicos normales: es un error peligroso.

    Para acabar, el artículo de Sostres no debería haber sido retirado. Las barbaridades que tiene deberían ser desmontadas con argumentos, artículos o posts. Intentar borrarlo es una cagada, creo yo.

  24. Pedro Herrero dice:

    El día anterior a la celebración del «Día de la violencia de género» (y con toda la clase política «sacando tarjeta roja al matratador») escribí esto en prensa. Creo que ha sido la columna a la que más vueltas he dado. Así de fuerte es el condicionamiento en este tema.

    «Triste 24-11-10

    Pese a la imagen trasladada desde algunas instancias políticas, nuestro país no es el infierno de irredentos maltratadores que se quiere hacer ver. La evidencia nos dice que España es uno de los países de Europa en el que menos muertes se producen. Es decir, este país caricaturizado por algunas asociaciones feministas como atrasado, católico, machista, sexista y desigual, ofrece mejores (por menores) cifras de maltrato que países como: Francia, Alemania, Austria, Finlandia o Suecia.

    Antes de realizar interpretaciones sociológicas ideologizadas cuenten con el dato. Desde 1999 la tendencia española señala una reducción de victimas mortales nacionales. Paralelamente, coincidiendo con su llegada, se ha producido un notable incremento en las victimas inmigrantes, parte importante latinoamericana y africana.

    Un desgraciado 2010, en Asturias, cinco muertes. En España, cincuenta y tres. En 2008 en España, 3.263 suicidios, 3.021 fallecidos en accidentes de tráfico, muertes directas por drogas, medio millar, indirectas, decenas de miles. Siendo estos los datos, adjunto a un ministerio clausurado, durante estas dos últimas legislaturas hemos movilizado enormes cantidades de recursos contra el maltrato. Incluida una sobreexposición mediática con un posible efecto repetición, hemos convertido sus políticas públicas en un tabú. Gastamos dinero en publicidad ¿Funciona? Observatorios, Institutos, programas, talleres, cursos, asociaciones subvencionadas ¿Funcionan? La propuesta estrella del gobierno socialista asturiano, la infrautilizada Casa Malva, que iba a ser «referente» de los centros de acogida e iba a constituir un «parón para esta lacra» ofrece fundadas dudas sobre su eficacia en la lucha contra el maltrato. La pregunta no es si gastar menos, sino cómo gastar mejor.»

    Los enlaces con las estadísticas que cito, aquí.
    http://economiaasturias.wordpress.com/2010/11/25/triste/

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