Una de esas encuestas que uno sólo lee en Estados Unidos. Primero se pregunta a la gente si han utilizado un programa de ayuda social del gobierno últimamente. Después se le nombran una serie de programas de ayuda social del gobierno, a ver si los están recibiendo o no.
El resultado es especialmente deprimente: un 44% de la gente que está recibiendo su pensión de la Seguridad Social del gobierno federal americano (y que recibe una carta cada año marcada «Social Security Administration») está convencida que no recibe dinero público ninguno. Un 39% de receptores de Medicare, el programa de sanidad pública universal para mayores de 65 años (y que sale carísimo) dice que el gobierno no les ayuda nada.
Después me pregunto por qué hay tanta gente tan cabreada por el gasto público. Un porcentaje absolutamente descomunal de la población no tiene ni puñetera idea dónde va el gasto público en Estados Unidos.
[…] ¡Que el gobierno no toque mi sanidad pública! politikon.es/inteligenciacolectiva/2011/02/14/que-el-gobi… por kopra hace 2 segundos […]
El binomio población estúpida y política de comunicación más que deficiente es mortal… Y por desgracia muy común…
Da miedo de verdad… Sobre todo cuando se piensa que gente así es la que hace funcionar la primera potencia mundial. Cada vez tengo más claro que EEUU es, en prácticamente todo, una excepción, no la regla.
No obstante, apostaría a que el desconocimiento de las ayudas efectivas que recibe la gente, de forma directa o indirecta, es algo bastante desconocido en todos los países, no sólo en EEUU (no creo que lleguemos a tal nivel de ignorancia, pero probablemente no estemos en absoluto bien informados, o no nos interesa, o vete a saber).
Este problema no es nuevo. Yo diría que tiene relación con el hecho de que la gente paga «impuestos», en abstracto, y tiene «derechos», en abstracto, pero en ningún momento llega a establecerse una relación directa entre lo que se paga y lo que se recibe (con la consiguiente pérdida no sólo de fidelidad en la información, sino también respecto al encarecimiento del servicio y a la responsabilidad en su uso por parte de los usuarios). De hecho, las cotizaciones sociales vienen a confirmar esta intuición: la gente suele tener bastante claro cuánto paga, y el hecho de que con ellas se sufragan servicios como las pensiones (la correspondencia que hacen entre lo que aportan y lo que reciben, y de ahí lo que luego se quejan ante cualquier cambio, es clara).
En cualquier caso, ¿lo de los americanos tiene solución, o es un «from lost to the river» en toda regla?
«El binomio población estúpida y política de comunicación más que deficiente es mortal… Y por desgracia muy común…»
¿Política de comunicación deficiente? Al contrario, es muy eficiente. En esta noticia se observan los resultados, y vaya si es eficiente. Esos altísimos porcentajes no serían posibles sin las maniobras manipuladoras de los medios estadounidenses.
A lomejor, sólo a lo mejor, la percepción que tienen los estadounidenses es que esa ayuda estatal es completamente inutil.
Aunque otros prefieran ver estúpidez desde su atalaya de superioridad moral.
Es normal que no se enteren de nada:
Querían un rebaño de borregos fácilmente adoctrinables y que no entiendan nada y lo han conseguido.
Por la mañana izan la bandera, rezan tras el desayuno y a trabajar. Cuando llegan a casa, se autodan la enhorabuena por ser americanos, unas horas de tele-republicana, arriar la bandera y a dormir, amén de rezar antes de cada comida e ignorar todo el paro y los sueldos que ya apenas suben.
Y viva América.
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