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Países Bajos: los cambios que no se ven

5 Feb, 2017 - - @jorgegalindo

En poco más de un mes, los Países Bajos acudirán a las urnas para escoger su nuevo Parlamento (y, por tanto, también su nuevo Primer Ministro). Todos los ojos están fijos en el candidato de la derecha nacionalista, Geert Wilders. Pero cuando uno se para a mirar las encuestas observa que hay otros muchos cambios en marcha, tan interesantes al menos como el ascenso del PVV, y en algunos casos más recientes.

La esperada caída de los dos principales partidos (el liberal-conservador VVD y el socialdemócrata PvdA) no sólo alimenta a Wilders. Tampoco otras formaciones tradicionales, como el conservador-calvinista SGP o el socialista SP se están beneficiando, de acuerdo con las encuestas. Es posible que las mayores subidas, en términos relativos, vayan para dos partidos que hasta ahora mantenían un perfil más bien bajo en el Parlamento. Pero que ahora, dada la fragmentación esperada, podrían llegar a ser importantes, si no directamente determinantes en algunos casos.

El más llamativo es 50PLUS. Como su nombre sugiere, se trata de una plataforma dedicada a defender los intereses de los «mayores de». Fundada hace sólo ocho años, la mayoría de encuestas le aseguran que multiplicará por cuatro o por cinco su presencia en la cámara: de 2 a 8-11 escaños. Sus propuestas son claras: reducir la edad de jubilación a 65 años, ligar los beneficios al IPC, mejorar las condiciones de los cuidadores para personas dependientes, abolir el impuesto de sucesiones, mejora en infraestructuras y seguridad. Algunas ideas son más extravagantes, como la demanda de incluir cuartos de baño en todos los trenes. Otras se escapan del foco inicial del partido, tales como incrementar el veto a refugiados (sobre todo «económicos») y endurecer los requisitos para obtener la nacionalidad. A pesar de esta posición aparentemente dura con la inmigración, 50PLUS ha dicho que está dispuesto a hablar con el PVV (algo de por sí inusual) pero sólo bajo la condición de que Wilders y los suyos rebajen el tono respecto a los refugiados. También solicitan que el PVV acepte el retorno de la edad de jubilación a los 65, claro.

La otra formación que sobresale por su incremento es GroenLinks (GL), esto es, los verdes. Partiendo de cuatro escaños, las últimas encuestas le dan entre 12 y 18, superando con ello incluso al PdvA. Es importante subrayar que GL ha tenido otros momentos de presencia parlamentaria importante (entre 2010 y 2012 mantuvo 10 parlamentarios, sin ir más lejos). Cuenta, eso sí, con un líder joven. Jesse Klaver nació en 1986. Con él, el partido continúa en una tradición inclusiva, lógicamente ecologista, y centrada en valores no economicistas, incorporando aspectos redistributivos y contra la evasión fiscal a su programa, si bien se mantiene entre el centro y la izquierda del espectro.

Pero, si bien GL no es una sorpresa, si el PvdD consigue alcanzar los cinco escaños que le dan las encuestas más optimistas, se convertirá en el (probablemente) partido animalista más poderoso del continente. Fundado en 2002, mantiene dos asientos en el Parlamento desde 2006, y uno en el Europeo desde 2014. Su programa está lógicamente centrado en la protección animal. Su motto reza que es el primer partido del «mundo» en no poner «los intereses a corto plazo de la gente — y su dinero — por delante de los del planeta entero». A esto añaden una perspectiva ecologista global (energía limpia, transporte público, etc) y una curiosa aproximación a la política económica, incluyendo un incremento de impuestos sobre las materias primas a cambio de una reducción impositiva sobre el trabajo. Su intención estratégica es, además, ejercer un cierto liderazgo global en el animalismo con posibilidades parlamentarias.

Además del bloque verde y de 50PLUS, dos viejos conocidos de la escena política holandesa están de vuelta: CDA y D66. La CDA llegó a disponer de un tercio del Parlamento hace menos de treinta años, pero desde 2006 su presencia no ha hecho sino descender hasta los 13 que obtuvo en 2012. Ahora muchas encuestas le acercan a 18-20. Un partido centrista, democristiano, clásico, con un ala izquierda y otra más conservadora (particularmente en lo social), que ha participado recientemente en gobiernos de derecha (2010-2012). D66, por su parte, es un partido antiguo pero de trayectoria más modesta. Su momento de mayor fuerza se dio en los años noventa, cuando sus políticas socio-liberales fueron bien acogidas por una generación. En 1994, de hecho, fue clave para conformar la coalición ‘morada’ que unió a laboristas con liberal-conservadores. Pero tuvo que pagar una parte de los platos rotos, y en los primeros 2000 se acercó a la desaparición parlamentaria (tres escaños en 2006) para resurgir con la crisis económica. Cuenta con 12 asientos, y 16-18 parecen alcanzables. No es una formación de gran disciplina ideológica, sino más bien una alianza entre distintas sensibilidades centristas, progresistas, laicas, liberales, un poco en la tradición de los partidos ‘radicales’ europeos.

Incluso en sus mejores encuestas, el PVV no obtendría más de 36 escaños (un 25%), lo cual deja tres cuartos de la cámara por llenar. El VVD y el PvdA sumarán otros 35-45. La otra mitad del arco parlamentario queda mucho más colorida, y recoge probablemente a los socios necesarios para cualquier coalición de gobierno. La moraleja es que debajo de la historia (importante, pero conocida) del auge de la derecha nacionalista (que tampoco es precisamente nuevo: la Lista Pim Fortunyn obtuvo 26 escaños en 2002 y el propio PVV 24 en 2010) hay otros movimientos. El surgimiento de 50PLUS, pese a que tiene un par de homólogos europeos (en Eslovenia y Croacia con presencia parlamentaria), se antoja un fenómeno más local. Pero el ascenso de formaciones de cariz abierto en lo social, una aproximación radical a la democracia, y una política económica que se mueve entre el ecosocialismo y el socio-liberalismo es, desde luego, un fenómeno con cara y ojos en todo el continente. Verdes, animalistas y D66 podrían llegar a sumar tantos escaños como los dos bloques tradicionales.

La política está cambiando, pero quizás no sólo lo hace por la derecha.


4 comentarios

  1. vi23 dice:

    Pues que haya baños en todos los trenes me parece una recomendación lógica, sensata y no demasiado cara. Mucho más razonable que la edad de jubilación por ejemplo

    • Alatriste dice:

      Lo mismo digo. Puede que sea porque tengo algunos años más que 50, pero esa parte del programa no me parece extravagante en absoluto. Es más, lo llamaría una medida de accesibilidad y movilidad lógica, y más importante que las rampas para sillas de ruedas y similares, dado que los usuarios de sillas de ruedas también cumplen los 50…

  2. Diego dice:

    Muy interesante. Ya no es la primera vez que os leo sobre esta canalización, por un lado hacia partidos nacionalistas y reaccionarios, y por otro lado hacia partidos más verdes y alternativos fruto de las dinámicas urbanas más progresistas y posmateriales. El GAL-TAN, del que hablaba hace poco Victor Lapuente en El País.

  3. Ivan el té libre dice:

    Interesante artículo. Pero una sugerencia: cuando se dan posibles resultados de escaños, no estaría de más especificar cuántos hay en el parlamento neerlandés, para aquellos que no estamos familiarizados con su sistema de partidos nos hagamos una mejor idea. Cierto que de puede deducur de lis números y porcentajes, pero…
    Siempre me ha parecido interesante ese sistema electoral tan proporcional que tienen allá, a pesar de sus problemas. Ahora toca hacer los deberes y enterarme de qué se cuece por ahí.

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