Política

Tres preguntas que el PSOE debe responder

4 Oct, 2016 - - @egocrata

La batalla por la secretaría general del partido socialista ha terminado. Mucho se ha hablado del dramático comité federal del fin de semana, cuando los rebeldes finalmente tomaron el control del partido. Aunque la palabra ridículo ha sido mencionada más de una vez, al final los detractores de Sánchez acabaron por imponerse de forma relativamente rápida y eficaz. Ya les gustaría a muchos partidos tener golpes palaciegos que se solucionan en menos de una semana, aún con ese aire de sainete del sábado.

El fin de la batalla, sin embargo, no representa el final de la guerra. El PSOE primero deber decidir sobre si se abstiene en la sesión de investidura y escoger un nuevo líder, pero  eso serán sólo los dos primeros pasos de un conflicto más profundo que el partido debe resolver si quiere seguir siendo una alternativa de gobierno viable.

Empecemos por la investidura. A estas alturas intuyo que los socialistas tienen dos opciones, o bien abstenerse y dejar que Rajoy gobierne ahora mismo, o votar de nuevo en contra, comerse otra humillación electoral y resignarse a que Rajoy gobierne en enero. Siempre he sido de la opinión que el primer paso para recomponer un partido es minimizar el nivel de daños a corto plazo, y esto incluye que el PSOE deje de dar cabezazos contra la pared de mayorías de gobierno imposibles. Los socialistas están lo suficiente autodestructivos últimamente que son capaces de adoptar eso tan español de mejor honra sin partido que un partido sin honra y apostas por elecciones, pero seguir esa línea me parecería una estupidez.

Una vez despejada la incógnita de la investidura, los medios seguramente se va a obsesionar otra vez con la carrera para liderar el PSOE, y el interminable debate sobre el método de selección escogido. Sobre el método creo que vale la pena insistir en que las primarias no son una solución mágica, como bien indica la experiencia de los dos últimos líderes escogidos por este método. Los secretarios generales salidos de un congreso han tenido un nivel de éxito dispar (Almunia, Zapatero, Rubalcaba), pero al menos cuando ha tocado echarlos su caída fue más o menos ordenada. No estoy filosóficamente en contra de las primarias, pero el el PSOE, en todo caso, debería tomarse su tiempo para organizar un proceso de renovación verdaderamente abierto, justo y competitivo.

La pregunta más importante que debe responder el PSOE no es sobre su apoyo a Rajoy o quién escogerán como secretario general, sino que clase de partido político aspiran a ser durante los próximos diez o veinte años.  Para esto hará falta un debate en profundidad que debería empezar en el mismo partido con artículos como este de Ignacio Urquizu, y que debe extenderse para evaluar las causas de la catástrofe del partido y posibles soluciones. La reflexión debería incluir, como mínimo, un análisis en profundidad sobre la estructura institucional del partido y su cada vez más patente incapacidad para atraer talento (hablé sobre ello aquí), pero debe ir mucho más allá. El PSOE deber analizar los motivos del fracaso electoral y la incapacidad del partido para presentar un modelo de país decente. Debe tener un debate sincero y sin tabúes sobre la cuestión territorial, dando una respuesta valiente a un problema real que necesita solución; el partido lleva años acomplejado actuando a la sombra del PP sin atreverse a responder a la demagogía ni dar alternativas.

Por encima de todo, el PSOE tiene que hacer un análisis claro y sincero sobre la situación económica en España, sus causas y qué políticas públicas deben ser implementadas para arreglar esos problemas desde la izquierda. El gran pecado de los socialistas desde el 2009, o incluso antes de la crisis, es que nunca parecen haberse preocupado de entender qué demonios está roto en España, y por lo tanto, nunca son capaces de contarle nada a los votantes que suene remotamente sensato.

Unidos Podemos y el PP tienen al menos algo parecido a una explicación sobre qué es lo que no funciona; en ambos casos la explicación es probablemente errónea, pero al menos la tienen. Los socialistas, por el contrario, tienen esta extraña idea que pueden diseñar un programa de gobierno partiendo del principio rector que no son el PP, cosa que no parece seducir a los votantes.

Hace unos meses, en su acuerdo con Ciudadanos, los socialistas casi llegaron a tener una explicación lógica sobre políticas públicas a seguir. El documento resultante fue lo más parecido a un programa de reformas coherente de centro-izquierda que ha visto España desde la primera legislatura de González, aunque el PSOE nunca pareció entenderlo del todo. Más allá de las medidas concretas, los socialistas deben empezar con un diagnóstico, unos objetivos, y sólo entonces buscar qué políticas públicas sirven para alcanzar los objetivos marcados, sin juicios a priori o líneas rojas.

Por encima de todo, el PSOE debe estar dispuesto a volarse por los aires. Las instituciones, estructuras, ideas y discurso del partido en tiempos recientes han fracasado; los indicadores sociales y económicos en muchas de las zonas donde el partido gobierna son lastimosos e indican problemas graves en las políticas públicas que pretenden impulsar.

En la guerra que viene para la renovación del partido los socialistas deben estar dispuestos a hacer lo impensable. Eso incluye apostar por medidas económicas que no suenan «de izquierdas», hablar con franqueza sobre federalismo y corresponsabilidad fiscal y cambiar radicalmente cómo ha gobernado el partido en sitios como Andalucía, incluyendo reformas sinceras (y probablemente costosas a corto plazo) para atajar el clientelismo.

El miedo a la derrota, al cambio, a perder las señas de identidad de la vieja izquierda han hecho del PSOE un partido estático e inerme. El mundo ha cambiado, pero el partido dejó de hacerlo. Es hora de ponerse al día.


16 comentarios

  1. Themroc dice:

    El Psoe es prisionero de votantes con intereses contrapuestos. Por un lado, militantes, simpatizantes y electorado mayor, todos situados a la izquierda por motivos ideológicos (bueno, el voto a la izquierda es un voto contra la derecha) o de historia personal relacionada con la guerra civil. Por otro lado, los votantes que, no siendo estrictamente socialistas, sólo ligeramente simpatizantes, les votan por una razón estrictamente clientelar.

    Con esa molesta dualidad, el Psoe tiene que enfrentarse, además, a dos peliagudos asuntos: el catalán, donde sus simpatizantes rechazan a la derecha por doble motivo (por española y por derecha) pero donde también rechazan el voto del sur (porque creen que viven a su costa, aunque en realidad es al revés, les mantienen en sus empresas, pero eso es otro tema) y al imposible abordaje ideológico de la globalización, que impone praxis políticas incompatibles con las aspiraciones de la socialdemocracia, que no es otra que la de devolver retornos superiores a la productividad.

    En mi opinión ,el problema raíz es la globalización, que afecta a toda la izquierda en todos los lugares, se sitúe donde se sitúe. De ahí que el nuevo temor de algunos relevantes dirigentes de partidos emergentes de ese ámbito, es ver a su masa electoral virando hacia una extrema derecha sin aroma cuartelero, cuestión que España, y por ahora, todavía está en mantillas.

    Lo mejor que podría hacer el Psoe es asumir la realidad, aceptar el pacto de gobierno que el PP propuso al estilo alemán, con lo que ganaría cuatro años, separase definitivamente del voto nacionalista, de aspiraciones incompatibles con la UE, aceptar las reglas de déficit, las reformas estructurales y aprovechar la mejora económica que inmediatamente se produciría con el argumento de que sin ellos no se hubiese conseguido.

    Sabemos que eso provocaría un cisma, pero es mejor un cisma y salvar algún mueble (una parte del electorado), que acabar como el Pasok.

    • Dr. Johnson dice:

      Puedo estar de acuerdo en algunas cosas, yo defendía ya en diciembre la abstención, que en aquel momento se podría cobrar muy cara. Pero sin embargo lo que usted plantea es que el PSOE acepte como propias las políticas del PP, eso yo creo que le llevaría a desaparecer como partido, una auténtica pasokización.

    • Pescador dice:

      Si, no lo dudes, lo mejor para el PsoE es aceptar la GK…y acabar como los socios de la Merkel.

      Si nada es tan cierto como el libremente Dioxxx de mis amigos – o de quienes me dan consejos gratis-, que de mis enemigos ya me libraré yo…

  2. Durruti77 dice:

    No sé si el PSOE, en su variante andaluza predominante ahora, puede definirse como un partido de izquierdas o incluso de centro izquierda: con su clientela, su españolismo y sus capillitas, están más a gusto hablando con el PP o con Ciudadanos.

    • alvaro dice:

      En tres de las 5 comunidades con lengua «propia» (el resto la tenemos ajena) el pp ha sido hegemónico durante decadas, y sigue siendo mayoritario……¿que es el españolismo aparte de un eslogan batasuno incorporado por la izquierda?

    • Minded dice:

      Si el españolismo del PSOE andaluz es de derechas, el catalanismo del PSC catalán es de ultraderecha rancia y xenófoba, muy del gusto de hablar con otros de su misma cuerda como ERC y PDC.

    • Ricardolb dice:

      Totalmente cierto, yo soy andaluz y conozco muchísimos simpatizantes y afiliados del PSOE, a su vez vivo en Euskadi y también he conocido simpatizantes y afiliados del PSOE. A la conclusión que llegue hace tiempo, es que son política o ideológicamente hablando muy diferentes.
      En Andalucía el PSOE es una estructura clientelar gigante (como en toda región copada durante décadas por un mismo partido).

    • Saavedra dice:

      tú debes ser de izquierda porque con esos ni hablas….

    • Vellana dice:

      Vamos, que no te gusta el PSOE andaluz. Y claro, como no te gusta, lo alejas de ti lo más que puedes.
      A mí tampoco me gusta, por su corrupción, su clientelismo, su abulia, su paternalismo, su intervencionismo, su incompetencia; y por eso tengo claro que es de izquierda pura y dura. Hasta hace dos días, estos mismos, gobernaban (así, tal cual; no hablar o pactar, gobernar) con IU.
      Un saludo.

  3. Sobre el clientelismo en Andalucía: en las últimas elecciones autonómicas el 64.57% no ha votado al PSOE ¿crees que se puede seguir hablando de clientelismo político exitoso cuando se tienen 47 de 105 en el Parlamento?

  4. Emilio dice:

    En este país hay montón de cosas que no se pueden discutir porque se nos hurtan infinidad de debates a la opinión pública, por ejemplo el de la custodia compartida, imponiéndosenos otros que nadie procura esclarecer, como el que tiene que ver con la pretendida discriminación salarial femenina ya que según sus promotores las mujeres cobrarían menos por trabajos “equivalentes”. Claro que lo que signifique equivalente será establecido para cada caso por sus mentoras. Y aún estarían esos debates en los que se ha embarrado tanto el campo de juego: manipulando conceptos y sentimientos, que resulta difícil decir quién es quién y si lo que realmente defiende cada uno es lo que el gran público cree, o justamente todo lo contrario.

    Entre las virtudes de los políticos españoles, incluyo por supuesto los de las nacionalidades, no está ni la valentía ni lo de ir con la verdad por delante. En la reciente disputa del PSOE los críticos no reconocían su actitud favorable a la abstención o lo hacían con la boca muy pequeña, pero Pedro Sánchez ocultaba también sus auténticas intenciones cuando hablaba de un pacto con Podemos y Ciudadanos claramente imposible. Y otro tanto de lo mismo sucede con el tema federalismo-centralismo. Se nos quiere hacer creer que los defensores del federalismo están en las nacionalidades y el centralismo en Madrid, pero eso no es verdad. Los primeros que no desean federalismo son los nacionalistas tanto vascos como catalanes, porque en realidad lo que buscan, el primero ya lo tiene, es un régimen diferenciado y por ello privilegiado. Tampoco el PSC cuando habla de federalismo se refiere a lo que en todo el mundo se entiende por tal, sino a algo mucho más sui generis basado en la bilateralidad de Cataluña con el Estado y el Gobierno central.

    Y cuando se acusa de centralistas a otras comunidades en realidad a lo que habría que hacer referencia es a su derecho legítimo a no ser convidados de piedra de una negociación bilateral con Cataluña y Euskadi en la que realmente el dinero de que se estaría hablando sería el de todos. Para que esto no suceda hacen falta instituciones federales reconocidas por todos como ámbitos de discusión de las cuestiones territoriales, por ejemplo convirtiendo el Senado en Cámara de los territorios. Pero nada de esto quieren los nacionalistas, particularmente en el momento actual los catalanes, que van pendiente abajo cada día más fuera de lugar y de la Ley. Ayer desde Catalunya Radio se hacía una encuesta entre sus oyentes preguntándoles si estarían dispuestos a “impedir físicamente” que se juzgue a Más, Ortega y Rigau. El nacionalismo catalán parece empeñado en hacer el viaje del nacionalismo vasco pero a la inversa. Por eso me llama la atención que no sea a estos a quienes pidas cierta contención y prudencia.

    En lo que dices de comunidades gobernadas por el PSOE totalmente de acuerdo.

    Esa idea que identifica nacionalismo y progresismo, forjada en la dictadura, a mí entender es completamente falsa y desde luego encaja muy mal con el ideario socialdemócrata, y cualquier otro que tenga por norte la igualdad. Y por favor no se juegue a confundir el federalismo, una idea no sólo progresista también profundamente democrática, con la deriva del nacionalismo separatista que se caracteriza por justamente todo lo contrario, donde el uno une, el otro separa. La idea de una España federal dentro de una Europa federal es muy sugerente y atractiva, trabajemos por ellas, pero hagámoslo clarificando el uso torticero que a veces se le da al término federalismo en nuestro país.

  5. Cide Hamete dice:

    Como dice Durruti77, el PSOE es un partido de jefes de derecha con una militancia de edad avanzada de izquierdas «guerracivilista».
    Los jóvenes que se consideran de izquierdas no piensan en votar al Partido. Se van con PODEMOS o con la marea correspondiente.

    Y los que mangan no tienen ningún interés en renovar el partido, les va bien con sus mamandurrias

  6. Pepe Alonso dice:

    Bravo por el artículo y por el primer comentario de Themroc.

    Ahora tendremos que soportar la retahíla habitual de zelotes de uno y otro lado del espectro político. Pero, por mucho que les pese algunos, vivimos en el mundo real y las opciones son siempre complejas y tienen costes para todos los actores implicados.

  7. Pepe dice:

    Siento mucho respeto por los problemas del PSOE, pero me gustaría mucho que alguien se preocupara de los míos. Mientras no lo hagan, no deben contar con mi voto, ni el de otros. No sé qué es mejor para el partido, si la abstención, la libertad de voto o el «no es no», pero, mientras tanto, se ciernen otros 27.000 de euros en recortes, una barbaridad. ¿Los va a aplicar el PP con su conocida sensibilidad social? ¡Pues qué bien! Me consolará mucho que lo haga con el mínimo daño para los socialistas.

  8. Sánchez, al igual que Mas en CiU, era un hombre de paja devenido a populista. Es normal que sembrase de enfrentamientos y bloqueos al partido… ya a la sociedad.
    Blog Pajas y obviedades – «Las aventuras de Sánchez y Mas, parecidos y diferencias»
    http://pajobvios.blogspot.fr/2016/10/las-aventuras-de-sanchez-y-mas.html

    Frente a ellos Susana Díaz es una líder de verdad. Hay esperanza. Aunque a corto gobierne el PP.
    Blog Pajas y obviedades – «Isabel y Fernando, Mariano y Susana»
    http://pajobvios.blogspot.fr/2016/10/isabel-y-fenando-mariano-y-susana.html

  9. jesus dice:

    Sí, el psoe no sabe no quiere saber qué demonios se ha roto en españa y así cómo podrá dar respuesta, pero también algo se está rompiendo en el mundo..la simpleza es ‘sánchez no gana elecciones y fuera’. Y ahora? Con los votos fragmentados en la izquierda y el octavo pasajero en el psoe y una derecha que por arte de magia gana y vuelve a ganar y un sociedad impasible ante las conductas delictivas quienes le ponen el cascabel al gato

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