Internacional

Primary Colors (XXIV): artes oscuras

14 Abr, 2016 - - @egocrata

Las primarias en Estados Unidos se acercan a su recta final. En el lado demócrata las cosas han cambiado poco, con Clinton continuando su marcha hacia la nominación y Sanders aún sin darse por aludido sobre su derrota. En el lado republicano, la batalla entre Donald Trump y Ted Cruz va camino de acabar donde todo el mundo (menos el partido republicano) quería: el espectáculo dantesco de una convención sin mayorías claras.

Echemos un vistazo a dónde están las cosas, y lo que está por venir.

Partido demócrata: todo sigue igual

Hace un mes escribía que Sanders iba a tener un par de semanas de victorias. Idaho, Utah, Alaska, Hawaii, Washington, Wisconsin y Wyoming eran estados demográficamente favorables para Bernie, e incluían varios caucus. También decía que la serie de victorias le servirían para cerrar el margen de delegados de Hillary de más de 250 a cerca de 200, como así ha sucedido.

El martes, sin embargo, se acaba la racha de estados que le van bien a Sanders, y con ello las primarias. El 19 de abril toca Nueva York; Bernie es de Brooklyn, pero Clinton fue senadora por ese estado y siendo como es un estado diverso racialmente y relativamente envejecido, Clinton tiene las de ganar (Está con +13 en las encuestas). El 26 votan cinco estados; los dos más grandes se la darán bien a Clinton (Maryland y Pennsylvania), y Connecticut (que es pequeño, pero bastante poblado) le favorece. Rhode Island y Delaware probablemente le irán mejor a Sanders, pero son minúsculos.

Después, simplemente no quedan suficiente estados para que Sanders llegue a ningún sitio. Indiana, Montana y Oregón se le darán bien, pero West Virginia, Kentucky, Nueva Jersey y Nuevo México son más grandes, y favorecen a Clinton. La única esperanza sería California, y el estado favorece a Clinton también. Hay cuatro grandes caladeros de votos pendientes (Nueva York, Pennsylvania, Nueva Jersey y California), y en los cuatro ganará Hillary. Las primarias acabaron el 15 de marzo.

Partido republicano: necromancia, obtenebración y artes oscuras

En el lado republicano tenemos una dinámica completamente distinta. Primero, el favorito, Donald Trump, no tiene un camino fácil para alcanzar la mayoría de delegados en la convención. Puede llegar a hacerlo, pero necesitaría sacar mejores resultados de los que está sacando hasta ahora en los comicios restantes. Segundo, todo el establishment del partido republicano parece estar (al fin) en pie de guerra contra Trump, y gracias a una combinación de errores propios y ataques más efectivos, el bombardeo parece estar empezando a hacer mella. Tercero, el amateurismo del equipo de campaña de Trump ha abierto la puerta a que Ted Cruz subvierta el proceso de selección de delegados a la convención de forma descarada, dejando a Trump en una posición muy vulnerable.

Las votaciones pendientes

Empecemos por los resultados que Trump necesita sacar de aquí al 7 de junio, fecha de las últimas primarias republicanas. Nate Silver tiene un repaso excelente de los estados que quedan y sus normas de votación; es francamente complicado resumir todos los obstáculos. La idea básica es que ahora mismo está por debajo del «ritmo» necesario para alcanzar una mayoría, así que necesita empezar a ganar por márgenes mayores de lo que ha conseguido hasta ahora para conseguirlo. El problema es que sus resultados han empeorado en las últimas semanas, con los ex-votantes de Rubio (y Kasich, que nadie sabe por qué sigue ahí) prefiriendo irse con Ted Cruz.

Si miramos los estados restantes para el GOP, hay otro factor que perjudica a Trump: las reglas de selección de delegados en algunos de ellos son horrendamente complicadas. El caso más claro es Pennsylvania, que tiene un sistema de primarias demencial: sólo 17 de los 71 delegados son asignados al ganador de las elecciones. Los 54 restantes son unbound: los votantes escogen tres delegados en cada distrito del congreso, pero en la papeleta sólo salen sus nombres, no a qué candidato apoyan y no tienen ninguna obligación de votar al ganador en el estado en la convención. West Virginia es un modelo parecido, pero aún más caótico, con 220 candidatos a delegado en la papeleta. Se dice que la campaña de Ted Cruz lleva meses plantando topos en el proceso de selección de candidatos, cosa que puede dar escenas divertidas. En general, como más rebuscado el sistema, mejor le va a la campaña más profesional y bien organizada, y Cruz tiene una ventaja gigante en este terreno.

Suceda lo que suceda, la nominación no estará cerrada antes del siete de junio, cuando vota California. Que unas primarias se decidan ahí sólo puede describirse como épico: es un estado de 39 millones de habitantes, con un sistema electoral que produce a la práctica decenas de mini-primarias. 13 delegados van al ganador del estado; los otros 159 se reparten por distrito del congreso, con el ganador de cada una de las 53 circunscripciones llevándose tres delegados. Siendo como es un estado gigante e increíblemente diverso (es básicamente un país, vamos), hacer predicciones es muy complicado, y montar una campaña competitiva aún más. Es un lugar que probablemente no favorece a Trump, con su 39% de hispanos, y donde el apoyo de las estructuras del partido para movilizar a votantes propios será crucial. De nuevo, una ventaja para Cruz.

Algo que debe quedar claro, sin embargo, es que ni Cruz y Kasich pueden ganar de aquí a junio. Su objetivo durante los dos próximos meses es negarle la mayoría a Trump, no sacar más delegados que él. La idea es evitar que gane la nominación en la primera ronda en Cleveland, y tener una batalla abierta en la convención.

El establishment contra Trump

Donald Trump lleva varios días quejándose amargamente que el partido republicano le odia y está intentando robarle la nominación. Es, casi seguro, la única cosa que ha dicho en estas primarias que resulta ser verdad. El GOP está haciéndole la cama descaradamente a Trump estos días, con toda la maquinaria del establishment trabajando de forma unificada para apoyar a Ted Cruz y romperle las piernas a Trump. Los notables del partido en todo el país están subvirtiendo el proceso de selección de delegados para favorecer a Cruz. Los donantes del partido están bombardeando a Trump con publicidad negativa. Por primera vez desde que empezaron las primarias el partido «oficialista» sale en tromba a criticarle cada vez que suelta una bobada; nadie le ríe las gracias. Las élites del GOP ahora insisten que Trump debe dar detalles sobre sus planes, cosa que obviamente es incapaz de hacer, y le están atizando con todo.

En ello tienen la complicidad del único hombre lo suficiente inteligente, previsor y desalmado para explotar la debilidad organizativa de Trump: Ted Cruz.

Ars Obscura

Según las cuentas de Ed O´Keefe en el Washington Post, Ted Cruz ha conseguido sabotear suficientes procesos de selección de delegados como para poder derrotar a Trump en una hipotética segunda vuelta en la convención.

El sistema para escoger candidato en el GOP es sencillo, en condiciones normales. Si un candidato tiene la mitad más uno de delegados en la primera votación en la convención, gana la nominación. En esta primera votación la mayoría de delegados están «atados», y se supone que deben votar por el candidato que han salido escogidos. Si nadie saca mayoría, se vota otra vez, pero algunos delegados recuperan su libertad de voto. Las reglas sobre cuándo pueden empezar a cambiar sus lealtades varían de estado a estado (algunos sólo permiten hacerlo en tercera ronda, otros en cuarta), pero en general como más se vota, menos disciplina hay.

Lo que ha hecho Ted Cruz con entusiasmo estos meses es trabajar para que los delegados de Trump en muchos estados sean simpatizantes suyos, no soldados leales a Trump. La idea es que si Cruz consigue evitar una mayoría en primera ronda, podrá recibir un número considerable de deserciones en la segunda vuelta. Políticamente, sería la madre de todos los trolleos, ejecutado gracias a una campaña bien organizada, preparada y capaz de planificar una estrategia a largo plazo, aprovechando la nula implantación organizativa de Trump en muchos estados. Sólo un sociópata convencido de estar en posesión de la verdad como Ted Cruz podía haber llegado a pensar que esta clase de maniobras iban a ser necesarias.

Por desgracia para el GOP, es posible que Trump gane en primera vuelta incluso sin haber llegado a alcanzar el número mágico de 1237 delegados. Como hemos visto, hay varios estados que generan una cantidad de representantes considerable que no están atados a un candidato de entrada; si Trump está cerca de 1237, es posible que los unbound de Pennsylvania, West Virginia o los delegados de candidatos caídos en acto de servicio prefieran evitar una guerra abierta y apoyen a Trump.

La ironía

Es posible que Ted Cruz sea un candidato aún peor que Donald Trump de cara a las generales. Es casi tan detestado como Trump en el electorado (Trump está en -35, Cruz -21 y bajando), mucho más conservador y francamente da un poco de grima.

Es por este motivo que muchos comentaristas insisten en sugerir que de la convención puede salir un candidato que no sea Trump o Cruz, alguien que baje de los cielos en un caballo blanco para salvar el partido. Un Marco Rubio, Paul Ryan, Mitt Romney, Condolezza Rice o zombie Ronald Reagan. La verdad, me gustaría que lo intentaran sólo por ver el caos en las calles de Cleveland, la candidatura independiente de Trump y unas generales plácidas de veras para Clinton. No creo que suceda; el partido republicano es torpe, pero no son tan suicidas.

Aunque claro, también dije que no iban a nominar a Trump.


25 comentarios

  1. EB dice:

    La situación es simple

    1. en el Partido Demócrata, Hillary se ha robado la nominación y lo único que queda por saber es a qué costo para su elección en noviembre (además, ya está claro que Obama impedirá que la investigación sobre sus posibles crímenes siga adelante);

    2. en el Partido Republicano, la lucha interna por la nominación sólo terminará antes de la Convención de julio si Trump obtiene triunfos categóricos en New York y California; de lo contrario, no es claro qué pueda pasar en la Convención y dependiendo de cómo se resuelva la nominación será el costo para el nominado; y

    3. más allá de lo que ocurre con las nominaciones en cada partido, la campaña ha dejado en evidencia la podredumbre de aquellos que se la pasan hablando de principios pero que son mentirosos y/o hipócritas (en España estos personajes pueden parecer que tienen buenos modales pero son tan podridos como en EEUU, algo que se puede confirmar fácil leyendo informaciones y opiniones en El País pero también en otros medios, como por ejemplo esta columna de Fernando Rey
    http://elpais.com/elpais/2016/04/06/opinion/1459940340_232280.html
    que se acaba de desayunar sobre lo que es la política).

  2. Jaime dice:

    A estas alturas, todo lo que no sea que la Convención Republicana no nomine a Underwood nos va a parecer que no ha cumplido nuestras expectativas de PSICODRAMA!!!!

  3. Matv dice:

    Como de mal le iría al GOP con Trump?

    En el peor de los casos perderian las eleciones y luego, en las próximas ya cambiarian de candidato, no?

    Por que tanto miedo?

    • Alatriste dice:

      Aparte de que perder unas elecciones nunca es plato de gusto, esta derrota traería consigo varias consecuencias sumamente negativas para el GOP. Dando por hecho «for argument’s sake» que ocurrirá

      – Significa también pérdidas en el Senado y el Congreso. La mayoría de lo que he leído da más o menos por hecho que para los republicanos implicará perder la mayoría en el Senado, y podría significar perderla también en el Congreso. Justo en una presidencia durante la cual habrá censo y si no estoy equivocado eso significa que se redibujarán los distritos electorales…

      – Significa que un presidente demócrata controlará al menos un nombramiento para el Tribunal Supremo, el que está pendiente ahora mismo, y probablemente otros dos, con un efecto que se prolongará durante varias décadas.

      – Un presidente republicano ahora (sobre todo si es Cruz) significa el fin casi seguro de Obamacare. Uno demócrata significa que el sistema duraría bastantes años para entrar a formar parte de lo normal y establecido.

      Etc, etc, etc.

    • EduardoE dice:

      El problema con la campaña republicana es que Trump se ha vuelto tan radioactivo que en algunos estados donde las carreras para Representante o Senador el partido Republicano ganaba con margen ahora están con empate, y las que ganaba por poco las este perdiendo.

      Ahora las mayorías republicanas en el Congreso, y especialmente en el Senado, permiten mantener un bloqueo no solo de iniciativa legislativa sino de nombramientos de los miembros del gabinete, Miembros de la Corte Suprema, y otros cargos. Si pierden la mayoría del Senado todos esos bloqueos se acaban y la próxima Corte Suprema puede quedar más alineada con los democratas.

      Una pérdida de ambas cámaras legislativas sería un desastre épico para los republicanos, porque un presidente demócrata podría aplicar leyes para desarmar ciertas acciones en estados republicanos (como el gerrymandering) y confiar que la Corte Suprema no se pronunciará en contra.

      Y otro aspecto es que mientras más tiempo pase, las consecuencias negativas de derogar ciertos decretos de Obama (deportaciones selectivas, antidiscrimación a la comunidad LGBT, etc) se intensifican, lo que reduce las posibilidades que eso ocurra.

  4. Carlos Jerez dice:

    Paul Ryan ya ha dicho que no. Vamos a tener a Trump o a Cruz, ambos horribles, pero lo siento Roger, si tu dices que lo tienen chungo para las generales, me empieza a entrar miedo de que puedan ganar. Ojalá gane Clinton, espero que los demócratas recuperen el Senado y si los republicanos la pifian lo suficiente, el sueño del Congreso. Eso le daría a Clinton el margen de maniobra que tuvo Obama durante sus dos primeros años de mandato. Eso sería fundamental para ver de lo que es capaz Hillary, porque los republicanos no le van a perdonar ni una.

  5. Alatriste dice:

    Vaya, vaya, así que obtenebración… Nunca te acostarás sin saber una cosa más (aunque tengas que acostarte antes de que salga el sol)

  6. EB dice:

    Dos puntos adicionales.

    4. Por todo lo malo que se puede decir de Trump y Cruz, Hillary no ha mostrado que sea mejor en ninguna dimensión que pueda interesar a los votantes, ni siquiera en dimensiones que interesan a las mujeres. La fuerte reticencia de muchos demócratas a apoyar a Hillary implica que cualquiera sea el candidato republicano, Hillary puede perder. Insisto: el pasado de Hillary es una carga demasiado pesada y no hay evidencia alguna que haya mejorado; más bien todo lo contrario, su envejecimiento está sacando lo peor de ella (y no hablemos de lo que puede pasar la semana próxima si Bernie da el golpe en NY porque entonces hasta los demócratas más idiotas cuestionarán la nominación fraudulenta de Hillary).

    5. Si los demócratas consiguieran el control de ambas cámaras del Congreso y la Presidencia, Hillary intentaría sacar rápidamente un gran aumento de impuestos. Por supuesto, este aumento estaría muy mal diseñado, tan mal como Obamacare, y sería causa de uno de los más grandes enfrentamientos políticos en la historia de EEUU. Sí, en EEUU, el problema de los progresistas es aumentar la recaudación para financiar a todos los grupos minoritarios que apoyan al Partido porque ya no se puede reducir más ninguna de las partidas importantes de gastos. Habrá mil excusas para gastar más, pero todo se reduce a mantener el poder. En todo caso, la probabilidad de que una presidencia de Hillary fuera acompañada del control del Congreso es baja (Obama ganó la presidencia y el Congreso gracias a la sorpresa de septiembre 2008 y le ganó a un presidente republicano; sólo si la economía creciera más del 5% en el tercer trimestre respecto al tercero de 2015, el factor sucesión podría jugar a favor de Hillary).

    • EB dice:

      6. Como extensión del punto 5, la probabilidad de reformas importantes en el próximo gobierno –cualquiera sea, con y sin control del Congreso por su partido– es muy baja. El próximo gobierno podrá gastar algo más que en el último año de Obama pero el mayor gasto no tendrá efecto sobre la demanda agregada (la excusa preferida de keynesianos obsoletos) aunque sí beneficiará a algunos grupos cómplices del gobierno (sí, redistribución pura de ingreso vía gobierno, con el mismo efecto que cuando alguien roba a un chico sus monedas). El próximo gobierno sí puede hacer una diferencia en términos de aplicación de leyes y regulaciones existentes pero difícilmente sus cambios tengan consistencia como para generar apoyos amplios (en todas las áreas en que podrían darse esos cambios existen opiniones fuertes pero opuestas). El próximo gobierno sólo podrá marcar una diferencia si se produce una gran sorpresa que requiera respuesta inmediata (la sorpresa puede ser real como el 9/11/01 o reconocimiento de un peligro como el 9/17/08). El próximo gobierno probablemente haga más daño con sus discursos que con sus acciones –un gobierno demócrata (republicano) con promesas falsas que tranquilicen a los «oprimidos» («perdedores»).

  7. Alex N. dice:

    Decidí volver a trollear por esta frase del ínclito blogero: » el espectáculo dantesco de una convención sin mayorías claras.» ¿Entonces qué adjetivo le asigna a la actual situación política en España? ¿O acaso se formó nuevo Gobierno y no me enteré? ¿Si?

  8. Alex N. dice:

    Me olvidé: prometo dejarlos tranquilos por un buen rato, hay cosas más importantes en la vida que escribir sobre estos «señore/as»

  9. EB dice:

    7. La candidatura de Trump ha servido para que muchos falsos, muy falsos, mostraran lo lejos que están dispuestos a llegar para destruir a sus rivales. No es miedo, es odio por quienes pueden lograr algo que ellos en sus patéticas vidas jamás lograrán. Su cobardía les impide hacer lo que Trump hace para lograr lo que quiere y lo que más les molesta es que por molestos que puedan ser los medios usados por Trump, sus medios no son ilícitos. Y para peor no pueden denunciarlo por su ideología perversa porque Trump no tiene ideología y se parte de risa de los estúpidos que todavía siguen predicando sus ideologías. Sí, Trump les duele y mucho porque los ha forzado a mostrarse como realmente son; sí, sin mucho esfuerzo, ha sacado lo peor de ellos. Sí, Trump quizás sea una persona horrible en la que uno jamás confiaría y con la que uno jamás querría cooperar, pero sus enemigos no parecen ser mejores en ningún sentido y quizás sean peores.

  10. Pacou dice:

    Sr. Senserrich: vosté és genial!

  11. EB dice:

    Según informe del NYT hoy

    Both candidates showed that in some ways, they are their own worst enemies. Mrs. Clinton refused to release the transcripts of her paid speeches to Wall Street, and made the threadbare excuse that she’ll do it when “everybody agrees to do it,” even though no one else has made such a business of speechmaking. Mr. Sanders lambasted her on that, and Dana Bash, the moderator, made her excuses look contrived and foolish. Mr. Sanders, in turn, injured himself on his inability to articulate how exactly he would break up big banks. And why on earth doesn’t he scrape together his tax returns and get them out there?

    http://takingnote.blogs.nytimes.com/2016/04/15/clinton-and-sanders-show-their-exhaustion/?action=click&pgtype=Homepage&clickSource=story-heading&module=opinion-c-col-left-region&region=opinion-c-col-left-region&WT.nav=opinion-c-col-left-region&_r=1

    Sí, antes de la elección de noviembre, Hillary se verá forzada a entregar copia de sus «discursos bien pagados» en Goldman Sachs y otras empresas de Wall Street. Sus excusas han sido tan infantiles que solo caben dos alternativas que no se excluyen mutuamente. Una que Hillary es más tonta de lo que algunos sospechamos. La otra que Hillary es más corrupta de lo que muchos sospechamos.

  12. Molari dice:

    Parece bastante evidente que en caso de que Trump no sea el candidato republicano, será candidato independiente. ¿Cómo de posible es que Sanders haga lo mismo?

    Serían unas elecciones históricas, con 4 candidatos con ciertas opciones a la presidencia…

    • Alatriste dice:

      Yop diría que en buena parte lo que haga puede depender de lo que hagan Trump y Cruz. Si los republicanos presentan un solo candidato es tan imposible como algo puede ser en política que Sanders se presente. Pero si presentan dos, bien porque Trump no es el nominado y se rebela o al revés, lo es y Cruz rompe la disciplina, las cosas cambian porque no es en absoluto lo mismo regalar la presidencia al adversario dividiendo a tu partido que presentar cuatro opciones a los votantes, dos de cada ala. No lo había pensado hasta ahora, pero la principal razón de que Sanders no tire la toalla – algo a priori difícil de entender – podría ser Trump.

      Nota Importante: la convención republicana se celebra una semana antes que la demócrata. Son el 18 y el 25 de julio. Sería de película si las votaciones republicanas se prolongasen hasta solaparse con la convención demócrata.

  13. EB dice:

    Recién leo este párrafo

    In my view, the way to look at public policy in food, health care, education, and housing is that it seeks to stimulate demand and restrict supply. It makes no sense from the standpoint of economic theory, but it makes perfect sense from the standpoint of public choice.

    No importa la referencia porque el autor sólo decía eso como respuesta a un largo artículo sobre vivienda en San Francisco. Yo iría más allá y diría que en las democracias constitucionales los gobiernos han ido adoptando esa «estrategia» (sí, hay diferencias entre países pero más debidas a dificultades políticas para acelerar su adopción) para redistribuir ingreso en favor de sus principales grupos «de ingresos bajos» (lo que aumenta la demanda) y para satisfacer demandas especiales de sus pequeños grupos «de ingresos altos» (lo que implica restringir el aumento de la oferta de algunos bienes). Los casos específicos mencionados en el párrafo citado son claros pero no son los únicos bienes afectados por esa «estrategia». En los últimos 30 años, la pobre respuesta de los gobiernos de los países ricos al Gran Shock de la Economía Global ha estado marcada por esa «estrategia» y todo indica que en el futuro próximo la respuesta de esos gobiernos al Cambio Tecnológico o cualquier otro shock real seguirá marcada por esa «estrategia».

  14. […] Lo divertido es que el resultado no cambia apenas nada. Trump ha sacado unos pocos delegados más de lo previsto (y Kasich sus tres primeros delegados desde Ohio, el 15 de marzo), pero la carrera por la nominación sigue igual. Trump ganará seguro en total de delegados, y la única duda sigue siendo si llega a la mayoría absoluta antes de la convención, y puede ganar la votación en primera vuelta, o se queda corto, y las élites del GOP le cierran el paso a base de conspiraciones y malas artes. […]

  15. […] Lo divertido es que el resultado no cambia apenas nada. Trump ha sacado unos pocos delegados más de lo previsto (y Kasich sus tres primeros delegados desde Ohio, el 15 de marzo), pero la carrera por la nominación sigue igual. Trump ganará seguro en total de delegados, y la única duda sigue siendo si llega a la mayoría absoluta antes de la convención, y puede ganar la votación en primera vuelta, o se queda corto, y las élites del GOP le cierran el paso a base de conspiraciones y malas artes. […]

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