Internacional

Esa cultura que es Bridgeport, Connecticut

4 Nov, 2015 - - @egocrata

La política municipal en las ciudades de Nueva Inglaterra es un tanto peculiar. La mayoría de zonas urbanas son poco menos que regímenes de partido único gobernados por los demócratas. Resultados electorales como este de New Haven, con la alcaldesa sacando diez veces más votos que su oponente, son normales. Las elecciones se deciden en las primarias, cuando las facciones del partido en teoría compiten entre sí. En realidad, las primarias se celebran un martes más o menos aleatorio de septiembre, así que casi siempre tienen una participación muy baja. A efectos prácticos, los incumbents acostumbran a sacar partido de sus aliados en el ayuntamiento (léase, empleados municipales, cargos de libre designación, conocidos, etcétera) para conseguir que incluso las primarias sean casi siempre un paseo militar.

Este año, sin embargo, Bridgeport tuvo unas primarias competitivas. Bill Finch llevaba en la alcaldía desde el 2007, y había hecho un trabajo más o menos decente. Aunque la ciudad sigue siendo un erial deprimente con tasas de pobreza descomunales y cientos de edificios abandonados (vamos, el arquetipo de páramo post-industrial estilo Baltimore, Detroit o Newark), Finch había mejorado la calidad del gobierno municipal profesionalizando muchos departamentos, impulsado varios proyectos urbanísticos de futuro y reducido el nivel de crimen.  Desde luego, era una mejora sobre el alcalde anterior, John Fabrizi, forzado a dimitir tras ser cazado poniéndose ciego de cocaína en el ayuntamiento.

El principal oponente de Finch en las primarias este año era el antecesor de Fabrizi al frente de la ciudad, Joseph P. Ganim. Ganim fue alcalde desde 1991 al 2003. Como es costumbre en los alcaldes de las ciudades de Connecticut, el tipo no perdió el cargo en unas elecciones:  fue condenado a siete años y medio de cárcel tras cometer 16 delitos, incluyendo extorsión, soborno, conspiración, fraude fiscal y robar todo lo que no estaba clavado en el suelo. Durante su mandado, Ganim creó una extraordinaria red de clientelismo y desfalco desde el ayuntamiento, exigiendo dinero a todo aquel que quisiera recibir contratos públicos, colocando a toda su familia, conocidos y allegados por el gobierno municipal y básicamente convirtiéndose en uno de los alcaldes más corruptos en un estado con una rica tradición de renovar alcaldías mediante condenas federales.

En las primarias del mes pasado, Joe Ganim derrotó a Bill Finch por 400 votos. La votación tuvo una participación escasa (apenas 12.000 votos en una ciudad de 145.000 habitantes), tras una campaña delirante. El sindicato de la policía de la ciudad de Bridgeport apoyó a Ganim y ayudó a traer votantes a las urnas; el voto por correo, gestionado por los registradores electorales de la ciudad, fue un desastre sospechoso; el presidente del pleno municipal, que se llevaba a matar con Finch, ayudó a movilizar empleados municipales contra él. La campaña, además, tuvo un componente racial poco disimulado. Finch vive al norte de la ciudad, casi en los suburbios, y siempre ha sido visto como más amigo de la gentrification y los promotores inmobiliarios que de los habitantes de los barrios pobres. Ganim es hijo de la maquinaria política de Bridgeport de toda la vida, y se ha pasó la campaña diciendo que era «uno de los nuestros» en contraposición del patricio Finch.

Ayer por la noche Joe Ganim se impuso en las elecciones generales a la alcaldía de Bridgeport derrotando a Mary Jane Foster, una candidata independiente, con casi dos tercios del voto. Mi frase favorita es la de un seguidor del ya alcalde en la fiesta de celebración: “He didn’t kill nobody. He didn’t rape nobody.” (no mató a nadie. No violó a nadie).

Es lo bonito de la política municipal por aquí Nueva Inglaterra. Todo el mundo tiene una segunda oportunidad.


8 comentarios

  1. Dani Martínez dice:

    La realidad supera a The Wire.

  2. AmalricNem dice:

    A ver Roger, transmites la sensación de que la politica municipal de nueva inglaterra es un pozo de corrupción sin limites.

    Ponla en contexto, comparada con la de aqui, el nivel habitual de corrupción es un nivel 3%, un jesus gil o es mas corrupción moral (el de la coca) que economica.

    O dicho de otro modo, ¿Hasta que punto es un problema para el normal devenir de la politica y gestión municipal?

  3. Roger S. dice:

    ¿Comparado con España? Peor. Clientelismo, contratos a amiguetes, «pay to play» si quieres construir nada, sindicatos simbióticos con el alcalde…

    Buf. La mierda que hay en política municipal por aquí es gigantesca.

  4. […] Esa cultura que es Bridgeport, Connecticut […]

  5. Pescador dice:

    No mató a nadie, no violó a nadie, (sólo se hartó a meter mano en la caja y a empolvarse la nariz y ¿Tu no lo harías si pudieras?)
    Es leer eso y empezarme a sonar «Paquito el chocolatero» y las tracad dentro de la cabeza.
    Corrupción municipal, esa vieja tradición…

  6. EB dice:

    El post de Roger nos recuerda que la corrupción de la política y el gobierno se da en todos sus niveles territoriales. Y que se da en EEUU como en cualquier otro país. Sí, hay diferencias de grado entre países y entre niveles territoriales de cada país, aunque esas diferencias no se puedan cuantificar. No hay estudios comparativos serios, quizás con una excepción referida a los estados de EEUU, ver

    http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=2579300

    Contrariamente a lo que muchos quieren creer, la corrupción de la política y el gobierno es algo común. La evidencia es contundente y queda probado no por la investigación científica o por la investigación judicial, pero sí por las denuncias continuas de la oposición contra la corrupción de los gobiernos establecidos y también por las denuncias continua de los gobiernos establecidos contra la corrupción de sus opositores. Peor, gobierno y oposición pronto entran en un juego de denuncias mutuas en que la extorsión es esencial gracias al alto grado de impunidad judicial de que gozan gobernantes y opositores. Las interacciones entre políticos gobernantes y políticos opositores han llevado a la presunción de corrupción en todos los países, cualquiera sea la institucionalidad de la política y el gobierno.

    Hay un modelo teórico que intenta explicar esa alta corrupción. Días atrás, leí este post que resume ese modelo y su aplicación a EEUU, ver

    http://www.nationalreview.com/article/426403/government–usually-just-crass-extortion

    Hoy leyendo en el NYT sobre el triunfo de Joe Ganim en Bridgeport me pareció que Joe consiguió convencer a los votantes de que estaba arrepentido de haber abusado de su poder (de haberse ido al lado equivocado de la curva de Laffer) y que su intención es volver a gozar del poder pero dentro del lado correcto de la curva de Laffer.

    Por último, si se quiere comparar a EEUU con España a nivel local, recomiendo que primero se entienda la historia de la política y el gobierno local en EEUU porque es muy variada en el tiempo y el espacio y además condicionada por una estructura vertical de gobierno muy distinta a la española (ver entrada Local Government en Princeton Encyclopedia of American Political History). Roger está equivocado al afirmar que la mierda que hay por aquí en política municipal es gigantesca. Sí, en algunas de las más de 90 mil unidades de gobierno que hay en EEUU (ver http://www.census.gov/govs/go/index.html ), la gran mayoría unidades locales, la corrupción puede ser gigantesca y se pueden encontrar algunos estudios de casos que así lo prueban, pero no hay análisis de muestras representativas y por supuesto ninguna persona razonable usaría el caso de Bridgeport como muestra representativa de todo EEUU. Además, nada de lo estudiado sobre EEUU se puede comparar con estudios similares para España porque simplemente estos últimos no existen.

  7. EB dice:

    Como primer martes de noviembre ayer hubo varias elecciones en EEUU y no podemos quedarnos con el cuento del triunfo de Joe en Bridgeport porque los resultados importantes fueron otros, ver

    https://www.washingtonpost.com/news/powerpost/wp/2015/11/04/the-daily-202-from-coast-to-coast-conservatives-score-huge-victories-in-off-year-elections/

  8. Zonrongollo dice:

    En mi experiencia en pueblos de connecticut la campaña y el voto no es tan visceral como en Hezpaña, la gente mira quién le gestiona mejor su bienestar. La marcha del pueblo estaba en el cementerio por eso no extrapoleis alegremente

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