Introducción

En esta entrada analizaré el impacto de la crisis económica en el mercado laboral para la población más joven.

Para el análisis, tomo como fuentes de datos la EPA (Encuesta de Población Activa) y EFPA (Encuesta de Flujos de Población Activa) del INE. En particular, los datos de EFPA, permiten observar las sucesivas fotos de la EPA en movimiento. Si además se corrige de estacionalidad, puede analizarse la evolución trimestre contra trimestre.

Por otra parte, utilizaré los datos de la OCDE y de Eurostat para una comparativa internacional.

Ha existido una mayor destrucción de empleo entre la población más joven…

Según datos de la EFPA, la evolución del segmento de población de 16 a 24 años está marcada por una fuerte destrucción de empleo cuya reciente estabilización está causada, aparte de por la mejora del ciclo económico, por el efecto base (nivel actual de empleo es un 38% al del inicio de la crisis) y por el propio descenso de la población más joven consecuencia del envejecimiento demográfico.

Por su parte, en el segmento de 25 a 34 años aún no ha finalizado el proceso de pérdida de empleo, acumulando un descenso del mismo con la crisis no tan elevado (63%) como en el segmento anterior.

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En ambos casos, la mejora en la tendencia se produce por un menor flujo de salida (pérdida de empleo), mientras que las incorporaciones (bien desde la inactividad, bien desde el paro) son más estables.

En el agregado de 16 a 35 años, el proceso de destrucción de empleo se acerca a una duración de ocho años ininterrumpidos, mientras que el empleo en la población entre 35 y 54 años ha sufrido bastante menos la crisis.

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Los motivos de esta peor evolución han sido primero una mayor destrucción de empleo (flujo de salida) con el inicio de la crisis, y posteriormente una menor incorporación al mercado laboral tras la finalización de los estudios (flujo entrada desde inactivos) de los más jóvenes, (menor incorporación impactado a su vez por el envejecimiento de la población), además de una mayor facilidad para encontrar empleo entre los parados de mayor edad.

con especial impacto en los contratos temporales

Con datos de la EPA se observa que en los primeros años de la crisis se redujo el empleo tanto indefinido como sobre todo temporal (barras inferiores) especialmente en la construcción y comercio, para pasar al paro o volver a los estudios (barras superiores).

Más recientemente, desciende el paro (aunque también el empleo indefinido pese a la recuperación económica) y como contrapartida continúa el proceso de vuelta a los estudios o se encuentra trabajo temporal (principalmente en la hostelería).

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Existe una correlación entre nivel de estudios y empleo…

Generalmente se suele identificar a una parte de la población joven que ni estudia ni trabaja (ni está activo) como ni-ni. Ante una situación de desempleo, la alternativa de seguir estudiando o volver a estudiar es una buena opción dado que tanto la tasa de empleo como de actividad (% de población activa que tiene trabajo y % de población que busca o tiene empleo, respectivamente) son mayores según el grado de estudios sea superior.

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Entre los segmentos de población de 16 a 24 y 25 a 34 años, la composición es diferente pues en el primero predomina la población que estudia, mientras que en el segundo predomina la que trabaja y además el peso del colectivo ni-ni es superior.

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y desciende el porcentaje de los jóvenes que ni trabajan ni estudian

En cuanto al colectivo ni-ni, mientras entre los más jóvenes la tendencia es de menor peso desde el inicio de la crisis, entre los de siguiente edad solo corrige desde 2013.

Particularmente importante es el segmento de los que tampoco buscan trabajo, pues se trata de jóvenes con toda la vida laboral por delante que ni se plantean trabajar ni mejoran su formación. En este caso el peso, independientemente que se pueda considera aún elevado, mantiene afortunadamente una tendencia decreciente desde 2005 (barra azul oscura).

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Una comparativa con otros países muestra una elevada temporalidad y jornada parcial…

Si se compara la evolución con otros países de nuestro entorno, la temporalidad es superior al resto y entre los más jóvenes crece desde el inicio de la crisis, tendencia en línea con Francia pero contraria al descenso en Italia y Alemania.

Aparte de la elevada temporalidad, España tiene una tasa de empleo dentro de la OCDE solo por debajo de Grecia e Italia entre la población de 15 a 24 años (en 25 a 34 solo está por debajo además Turquía).

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En cuanto a la jornada parcial, España ha pasado de tener un peso de ese tipo de jornada relativamente bajo entre los más jóvenes a situarse por encima de la media de la OCDE.

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…y un mayor peso de los jóvenes que ni estudian ni trabajan

Si se compara la situación en España con la eurozona, el peso del colectivo de los que ni estudian ni trabajan o buscan empleo es superior a la media. De hecho, solo en Italia (donde la tendencia es creciente), Grecia y Eslovaquia (en este caso en el segmento 25 a 34 años) dicho porcentaje es superior.

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Resumen

Con el estallido de la crisis la situación laboral de los más jóvenes se ha deteriorado más que en el resto, y más recientemente con la recuperación económica si bien se observa cierta estabilización en la destrucción de empleo, la evolución relativa sigue siendo peor, con una salida profesional que se está produciendo principalmente hacia empleo temporal y poco productivo.

Por otro lado, una comparativa con países de nuestro entorno, confirma un mayor incremento relativo de la temporalidad y una mayor generalización de la jornada parcial entre los más jóvenes, así como de la proporción de los que ni estudian ni trabajan.


2 comentarios

  1. Una opinión dice:

    Interesante post. No obstante, se me ocurren tres reflexiones
    1. Todas las incorporaciones al mercado laboral han sido y parece que siguen siendo con contratos temporales. Por lo tanto, si efectivamente hay recuperación del empleo cabría que fuera precisamente bajo esta modalidad de contratación y quizás en mayor medida en el segundo grupo de edad joven, 24-35 años.
    Luego, hay una parte de la contratación temporal que se debería a la dinámica de incorporación al mercado laboral.
    2.Si, efectivamente, una parte sustancial de la recuperación del empleo se apoya en los servicios y específicamente en las actividades ligadas al turismo (hostelería, comercio, transportes, servicios auxiliares, y todo el arrastre sobre proveedores) vuelve a ser probable un empleo temporal y en ambos grupos de edad. Además, si el gasto medio turístico crece a menor ritmo que las llegadas de viajeros, es posible que dicho aumento en la demanda no genere margen suficiente para ofertar empleo a tiempo completo, sino parcial.
    Luego, habría una componente del empleo temporal y parcial consustancial a las necesidades de las actividades que ofrecen empleo.
    3. Por ultimo, La tasa de temporalidad del empleo público es mayor que la del empleo asalariado privado. Sobre datos de ocupación total, EPA-INE. Esta información la desconozco con relación a la EFPA.

    Así y todo es muy posible que la peor parte de la crisis se la lleven las personas de menos de 35 (descontados los mayores de 55 años que pierdan su empleo casi independientemente de su formación) pero es sobre todo porque se enfrentan a los siguientes grupos de edad que ya están en una posición de empleo fijo «protegido»: los ajustes se hacen vía empleo temporal o no realizando contratos, y no hay ajustes salariales. En ambos casos, la protección de las condiciones laborales de los mayores de 35 años condicionan la oferta de empleo que se hace a los menores de 35 años.
    Queda mucho por aprender sobre el mercado de trabajo. Y empezar a reconocer que los espacios de empleo blindado son una rémora socio-económica en muchos sentidos: movilidad, trayectoria profesional, aprendizaje, innovación etc…

    • Javier GEc dice:

      Antes que nada gracias. Efectivamente puede existir cierto efecto «tapón» de una generación (35 a 55 años) a otra (16 a 35 años). De hecho, si se analiza la evolución del empleo por tiempo en el puesto de trabajo, se observa que en el segmento de más de 6 años se ha incrementado hasta en cerca de un millón incluso con la crisis el empleo en términos netos (i.e. las altas por paso del segmento anterior 3 a 6 años son superiores a los despidos), mientras que en los de menor duración ha descendido (en los de menos de un año cerca de un millón y medio de descenso neto), lo que creo, indica que con la crisis ha habido un colectivo (de mayor edad, con más años de antigüedad) que ha sufrido menos la crisis que los más jóvenes.
      Por otro lado, para comprobar el impacto de la crisis en los salarios de los más jóvenes puedes leer la entrada donde verás la también desfavorable evolución relativa de los más jóvenes http://politikon.es/2015/03/12/evolucion-de-la-distribucion-de-los-salarios-2007-2013-algunos-datos/
      En resumen, más desempleo vuelta en algunos casos a los estudios (lo que tampoco es malo) , o sino con trabajo en la hostelería y con un mayor descenso salarial y empleo. Definitivamente es un colectivo malparado por la crisis

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