Internacional

El trabajo más desagradecido de América

1 Jun, 2015 - - @egocrata

Judy Clarke es una abogada de 62 años que vive en San Diego, California. Es una persona casi anónima, apenas conocida por el gran público; nunca da entrevistas, y no busca la atención de las cámaras. Clarke es una abogada defensora que sólo coge casos complicados que no quiere nadie, y lo hace por convicción moral, por defender una idea a la que ha dedicado su carrera profesional casi toda su vida.

Judy Clarke se opone a la pena de muerte, y por ese ideal ha defendido a criminales más detestados de Estados Unidos para salvarlos.

La lista es brutal, escalofriante: Susan Smith, una mujer que ahogó a sus dos hijos en 1994; Ted Kacynski, más conocido como el Unabomber, Bufford Furrow, miembro de la Nación Aria y terrorista racial, Zacarias Moussaoui, uno de los autores del 11-S, Eric Rudolph, autor del atentado en los juegos olímpicos de Atlanta, o Jared Lee Loughner, el perturbado que tiroteó una congresista en Arizona. En todos estos casos Clarke consiguió que sus clientes evitaran la pena de muerte, sea por motivos técnicos, sea gracias a un acuerdo judicial, sea convenciendo al jurado que el acusado sufría alguna enfermedad mental. Su cliente célebre más reciente es Dzhokhar Tsarnaev, el autor del atentando de la maratón de Boston, que (de momento) va camino de ser ejecutado.

Clarke es una persona extraordinariamente privada que nunca habla con la prensa; incluso cuando un medio hace un perfil sobre ella (NPR, Vanity Fair imprescindible, AP, otro más de NPR) nunca concede entrevistas. Su trabajo es salvar vidas, aunque sean de gente absolutamente horrible y depravada. Una en cada juicio.

Hay muchas maneras de defender unos ideales. A Judy Clarke sólo me queda admirarla.


3 comentarios

  1. Epicureo dice:

    La discreción de Clarke no creo que sea por simple timidez. Defender a las personas más odiadas del país es un trabajo de alto riesgo: los que piensan que algunas personas merecen la muerte puede que incluyan entre esas personas a quien defiende a esas personas (glups). Y en los USA no es precisamente difícil conseguir armas. Es perfectamente sensato que Clarke evite provocar o dar pistas. Y no le quita el más mínimo mérito, al contrario. No podría defender a nadie más si la matan. Pero alguien tiene que hacerlo.

  2. heathcliff dice:

    Pues a mí me parece una refinadísma muestra de narcisismo, qué queréis que os diga…

    Os recuerdo que el Narciso no es Narciso por hacerse admirar, sino por hacerse notar. Y esta mujer lo logra ampliamente, con el mismo procedimiento del artista que pinta cuadros repugnantes para llamar la atención.

    ¿O me paso de cínico?

    ¿O demuestro lo mismo que ilustro?

    Eso pretendía.
    😉

    • Epicureo dice:

      Cuando una persona logra algo que llama la atención, siempre puedes decir que lo hace por llamar la atención (ya que es lo que ha conseguido). Es una simpleza que no llega ni a cinismo.

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