Internacional

Historias metodológicas: midiendo racismo

12 May, 2015 - - @egocrata

Uno de los problemas recurrentes para los sociólogos en Estados Unidos es cómo medir el nivel de racismo de una ciudad, estado o región. Desde que la discriminación racial dejó de ser socialmente aceptable en los años sesenta y setenta, es muy difícil sacar respuestas claras en encuestas y entrevistas. Uno tiene que ser muy cafre o tener muy poca vergüenza para admitir abiertamente en un sondeo que odia a negros, latinos o asiáticos por motivos raciales, y tener muy poco tacto para apoyar abiertamente su discriminación.

La cuestión es que a veces queremos saber el nivel de racismo o machismo de una región o estado en concreto, sea para analizar desigualdades, sea para predecir voto en las elecciones. Como no podemos fiarnos de las encuestas, los analistas habitualmente utilizan preguntas que pueden servir como una aproximación.

Un método que he visto en unos cuántos artículos es utilizar las respuestas del censo sobre etnicidad. La mayoría de censados responde con una de las categorías habituales en este formulario (blanco, negro, asiático, latino, etcétera), pero un número no irrelevante de personas responde «American«. Esto puede aparecer inocente, pero responde a toda una corriente / subcultura en ciertos sectores sociales que dicen que preguntar sobre raza es racismo. La respuesta «American»  es misteriosamente más abundante en los estados del sur.

El problema de utilizar este método, obviamente, es que estamos atribuyendo un significado complejo a una pregunta relativamente inocente, así que las conclusiones que podemos sacar no son demasiado fiables.

Es por este motivo que este artículo en PLOS me ha llamado la atención (vía). Dado que es complicado preguntar directamente a alguien sobre sus prejuicios raciales, este estudio prefiere fijarse en lo que la gente pide y escribe cuando nadie le está mirando, evitando la censura social. El lugar donde han ido a buscar es tan obvio como genial: los datos agregados de búsquedas de Google. La idea es observar la cantidad de búsquedas por capita en cada región que utilizan términos racistas, y dibujar un mapa con los resultados.

¿Qué aspecto tiene el mapa? Pues la verdad, pocas sorpresas:

imrs

El sur es bastante más racista que el resto del país de media; Texas es menos cafre de lo que se dice habitualmente, y hay toda una amplia sección del Mid-West y los Apalaches bastante espantosa. En la costa oeste y los estados (medio vacíos) del centro del país la tolerancia racial hacia negros parece ser más habitual. El resultado se parece mucho a un mapa de tweets racistas publicado hace unos meses, así que no debe andar demasiado desencaminado.

El mapa parecerá una curiosidad sociológica sin más, pero tiene efectos en el mundo real. La tasa de mortalidad de los afroamericanos en zonas racistas (una desviación estándar por encima de la media) es un 8,2%. No es que el racismo mate, pero es muy probable que lleve asociadas políticas públicas que que contribuyen a esta cifra.

Obviamente, este mapa es para racismo contra afro-americanos, no hispanos o asiáticos. Estoy bastante seguro que Arizona, Texas, Nevada e incluso California tienen un aspecto bastante distinto si repetimos el experimento con términos peyorativos contra latinos. Pero eso lo dejamos para otro día. Como curiosidad metodológica, es un estudio brillante.


8 comentarios

  1. Caponata dice:

    Siempre me ha dado la sensación de que en EEUU existe una cierta obsesión cultural con el tema de la raza, bastante comprensible por otro lado si uno mira un poco la historia del país.

    Y no me refiero únicamente a quien es un racista puro y duro. Muchos estadounidenses cultos y bienintencionados parecen preocupados por la sensibilidad del tema hasta extremos que a muchos europeos les parecerían ridículos. He llegado a oír a gente decir que se sentían racistas por invitar a un amigo negro a una fiesta en la que servían pollo frito (dado el estereotipo de que los afroamericanos aprecian en especial dicho plato).

    Las clasificaciones étnicas que tienen me parecen una expresión de dicha obsesión, con etiquetas absurdas que sobrepasan la ya de por sí arbitraria clasificación de la humanidad en razas como compartimentos estancos (que choca frontalmente con la realidad demográfica en cuanto uno no está en mitad de Europa, el Extremo Oriente o el centro o sur de África… y ni siquiera).

    Por ejemplo, «hispano» o el tan mal usado «latino» se utilizan para una población que no podría ser más heterogénea desde el punto de vista racial. Esto puede provocar situaciones graciosas (dentro de lo gracioso que puede ser algo tan horrible como el racismo) como que algún mentecato racista blanco odie a un tipo porque se llama, pongamos, Guillermo, y resulte que el tipo en cuestión sea un rubio de ojos azules.

  2. Argos dice:

    Voy a proponer una explicación alternativa. No resulta tan jugosa, pero tal vez es ligeramente más simple. Por aquello de la navaja de Occam y todo eso.

    La mortalidad de la comunidad negra en las areas resaltadas en el mapa es mayor, no porque sean más racistas, sino porque… ahora viene lo interesante…

    …porque la mortalidad en esas áreas es mayor para TODA la población, no solamente las personas negras.

    Basta una simple búsqueda de US Life Expectancy para encontrarlo.

    http://www.ecology.com/2013/04/01/us-life-expectancy-mortality-rates/

    En uno de los modelos del estudio descuenta la mortalidad de los blancos. Pero este resultado tampoco es indicativo necesariamente de nada: en las zonas de mayor mortalidad, parece intuitivo que los valores presenten mayor dispersión en función de la clase social. Lo cual llevaría a obtener los resultados del estudio sin necesidad de introducir la variable «racismo».

    ¿Como podemos comprobarlo?. Realizando un modelo paralelo en función de la clase social pero sin la variable racial. ¿Han realizado ese modelo?. No. También se podría hacer utilizando la variable racial y añadiendo simultaneamente (no por separado, como sí han hecho) la clase social y la mortalidad blanca. ¿Han realizado ese modelo?. Tampoco.

    Los dos modelos que nos permitirían discenir si hablamos de racismo o de clase social son precisamente los que faltan. ¿Casualidad o causalidad?. Vaya usted a saber.

    En suma, mala estadística al servicio del mejor postor y la narrativa usual.

  3. HPerezTapia dice:

    «El sur es bastante más racista que el resto del país de media».

    No sé cómo se mide el «sur» exactamente pero mi impresión es que, en el este de los EEUU, hay más racismo de Kentucky hacia el norte que hacia el sur…

    En lo relativo a las percepciones sobre Texas, esto me recuerda al video de hace un par de años sobre la reacción de los clientes de un restaurante en ese estado ante la discriminación a una familia por la homosexualidad de los padres (estudio de cámara oculta)…

    https://www.youtube.com/watch?v=mkcQIDInUXA

    Héctor

    • Vario dice:

      Por razones históricas, lo que en EEUU se denomina el sur llega bastante más al norte que Kentucky: incluye las dos Virginias, Washington y Maryland, aunque estas últimas cayeran en el bando nordista. Y hacia Occidente se para en Texas: no creo que nadie allí considere a California, Nuevo Méjico y Arixona como parte del sur.

      • wellerspellings dice:

        Más que el Sur, que también, los Apalaches.

      • Argos dice:

        Por simplificar: lo que se considera «sur» en USA no es el sur geográfico, sino los antiguos estados confederados. Vamos, el bando «sur» en la Guerra Civil.

  4. CptMiller dice:

    dos dudas,
    el mapa muestra el volumen de búsquedas de cada región, ¿no tendríamos que dividirlo por los habitantes de cada región?
    ¿los afroamericanos no usan la «n-world»sin considerarla racista?

  5. heathcliff dice:

    Oye, Roger: la palabra cafre es considerada racista y la usas dos veces en un sólo artículo.

    🙂

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