Artículo escrito por Kiko Llaneras en colaboración con Jorge Galindo.
Hace unos minutos el CIS ha publicado los resultados de su último sondeo, que vienen a confirmar (si bien de manera matizada) la tendencia tetrapolar de nuestro sistemas de partidos. En resumen, el Partido Popular pierde ventaja, el PSOE recupera terreno y Podemos sufre un duro retroceso. Además, a estos tres partidos se une —o se acerca— Ciudadanos, confirmando el crecimiento que se vio en Andalucía y en otras encuestas del febrero y marzo. El triple empate que dio el CIS en enero es ahora y de momento un duelo a dos niveles cercanos pero aún no completamente convergentes.
A continuación se ofrece la estimación de voto según el CIS.
Recordemos, otra vez, que estas estimaciones se rodean de mucha incertidumbre. Como apuntamos en Jot Down, el ejercicio de ajuste estadístico y con históricos que se hace en todas las encuestas, la famosa ‘cocina’, es complicado. Vale la pena leer también a Alberto Penadés, que explica todo lo referente a estas estimaciones. Las elecciones quedan aún lejos y el clima político es particularmente convulso. Eso presenta un reto a la hora de hacer predicciones: el voto oculto aumenta, nuevos partidos emergen con fuerza mientras que otros casi desaparecen. El buen resultado de los sondeos durante las elecciones andaluzas, especialmente al agregarlos, refuerza nuestra confianza en ellas, pero cabe ser cautos.
En cualquier caso, ¿qué alternativas tenemos si no queremos confiar en las estimaciones? La primera opción es mirar también las cifras crudas, las de intención directa de voto antes de pasar por la cocina. Estos datos sabemos que no serán un buen predictor del voto —permitidme subrayarlo: no lo son—, pero sirven para detectar tendencias.
Los datos confirman lo apuntado arriba: respecto a enero vemos como emerge Ciudadanos y retrocede Podemos. En resumen, esta última encuesta del CIS viene a apoyar las tendencias que apuntan otros sondeos de estos últimos meses, quizás minorando el crecimiento de Ciudadanos y amplificando la caída de Podemos. En cualquier caso, lo que parece reafirmarse es un escenarios con cuatro partidos muy arriba en las encuestas.
Aún asumiendo su validez, resulta difícil, si no imposible, predecir el efecto real de estos resultados en el sistema de partidos español. La distribución territorial del voto es fundamental para definir la traslación de los resultados a escaños. Por el momento no disponemos de encuestas que permitan evaluar de manera representativa dónde están las fuentes de voto de los nuevos partidos, ni tampoco en qué lugares el PP y el PSOE van a perder más sufragios. Así las cosas, un doble empate con posiciones cercanas como el que se observa en el barómetro del CIS puede dar lugar tanto a un Congreso con los asientos muy repartidos como a una versión muy reducida, pero aún clara, de bipartidismo imperfecto. En resumen, como ya viene siendo habitual estos meses, es inevitable tener que esperar y seguir observando.
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Ahora mismo, en las casas de encuestas hay dos tendencias:
Unos, encabezados por el CIS, y entre los que está, por ejemplo, Celeste-Tel, conceden en su cocina mucho más voto oculto a los partidos tradicionales que a los nuevos. Esto les lleva a dibujar un mapa de empate dos-a-dos, con PP y PSOE por delante, y Podemos y Ciudadanos por detrás.
Otros, como Metroscopia, adjudican una cocina parecida a los cuatro partidos. Y como los cuatro partidos parten de intenciones directas de voto parecidas, el resultado obtenido es cercano al cuádruple empate.
Quién tenga razón y quién no empezaremos a saberlo el 24 de mayo.
Los datos del PP me parecen realistas en un horquilla del 20-25%, tal vez incluso algo más. De todas maneras sigue descendiendo, paulatinamente, pero sin cesar.
Pero me cuesta mucho creer que el PSOE, con la que está cayendo, ande por un 24%. El resultado en Andalucía puede haberles subido un poco el ánimo, pero, como se está viendo, con los problemas de investidura de la señora Díaz, ha sido una victoria bastante pírrica.
Respecto a los emergentes, resulta evidente que tras la durísima campaña mediatica en su contra, Podemos ha bajado y, por la misma razón, pero a la inversa, Ciudadanos o, como lo llama un conocido, el partido del ultracentro, ha subido.
En cualquier caso creo que ambos estarán más arriba de lo que recoge esta encuesta. Y tengo el convencimiento de que el PSOE y el PP, sobre todo el primero, más abajo.
Interesante análisis. Por lo que se ha visto ya en Andalucía, y lo que dice la encuesta del CIS, yo creo que estamos cerca de ese bipartidismo imperfecto. No parece que vaya a haber CCAA en las que pueda haber gobiernos sin el PP, el PSOE o los nacionalistas. Creo que ahora entraríamos en otra fase, donde se pueden producir tres posibilidades:
1) Los partidos pactan, dejando un poco atrás las etiquetas nuevo-viejo e izquierda-derecha, y quizá también las de independentista-autonomista-centralista. Creo que pactos amplios en algunas materias son la opción regeneradora más viable que hay en España.
2)Los nuevos partidos se mantienen firmes en sus posturas y los tradicionales hacen valer esa mayoría que señalan las encuestas con pactos PP-PSOE.
3) La pérdida de votos de los partidos tradicionales continúa y vemos otra fórmula diferente de bipartidismo imperfecto.
Un cordial saludo.
[…] estamos ante el inicio del fin del bipartidismo y que se abre un escenario electoral con al menos cuatro partidos fuertes es ya bien conocido. Lo que no lo es tanto es la magnitud del rechazo a los partidos […]
Yo que no soy fan de Cs creo que va a sustituir al PP. Que los poderes que no vemos ya han decidido esto. No descartaría, que Cs acabase por no permitir fácilmente gobiernos del PP para descomponerlo.
El PP es un partido inflado de «grasilla/mamandurria». Perder escaños y cargos electos ya es grave a nivel de pérdida de subvenciones que financian parte de ese gasto, pero perder gobiernos y cargos de confianza les destroza. Con ello va a haber un «sálvese quien pueda», donde Cs podrá hacer un casting de los miembros que les interesen del PP (como ha hecho con UPyD), y ya sin dinero ni gobiernos, el sorpasso va a ser claro, y tras el sorpaso, Cs será el voto útil de «su lado».
En el otro lado, como el PSOE ya parte de menos «sueldos» es más complicado que haya desbandada general, si bien muchos «meritorios de sus juventudes» no van a poder colocarse, si los gobiernos que se puedan formar con otras fuerzas tienen que dividir las parcelas de poder.
El PP está llamado a una renovación muy profunda. Le ha llegado el cambio de ciclo, como a los equipos en el fútbol. El PSOE se ha renovado (o está en ello) y ha aguantado, incluso muestra tendencia a subir. Hace unos meses pensábamos que Podemos se los comía, pero ahora eso ya no nos parece ni probable. Creo que Pedro Sánchez se está ganando muchos enemigos con ello, pero de momento no le va del todo mal. Incluso el pifostio que ha montado Susana en Andalucía puede acabar beneficiándole. Por lo pronto Susana no puede ir a las primarias de julio del PSOE fardando de ser la reina del sur. Posiblemente ni se presente, allanando el camino a Pedro Sánchez.
Pero lo del PP tiene que ser algo más gordo. El PP antes era percibido como un partido aburrido y conservador, pero buen gestor y sobre todo serio y no corrupto. El PSOE de Felipe González puso el listón muy alto con casos de corrupción y ministros entre rejas por el GAL, pero el PP ha batido todos los records con sus Gürtel, Púnica, Bárcenas, etc y hoy no hay ni rajoyistas ni aznaristas que puedan presentarse como honrados. Será tras el 24M o tras las generales, pero alguien tiene que desatar el Terror en ese partido o acabará, como dice Juan, absorbido por Cs.
Otro tema interesante es Podemos, que de parricida de IU y asaltante de cielos socialdemócratas (la transversalidad ya no se la creen ni ellos y el frame viejo-nuevo se va a difuminar en cuanto empiece el baile de los pactos) se puede quedar en IU Rifondazione. Por no hablar de lo contentos que deben estar los círculos con la cúpula.
Ciudadanos tiene ahora su gran momento y si le salen bien los números pueden asentarse definitivamente. Como concluye el post, sin el reparto territorial del voto no podemos especular mucho, y menos sabiendo que la encuesta de verdad es dentro de dos semanas. La estrategia que creo que deben seguir es clara: no al PP en Madrid (Comunidad, Ayto) y Valencia (ídem); no al PSOE en Andalucía; en el resto de CCAA y ayuntamientos tiene más cancha. En Andalucía creo que Cs está troleando (y disfrutando de ello, que diría Rosa Díez) a Susana Díaz. Cs aún está subiendo y puede dejarle los pactos deshonrosos a Podemos, que tiene que ir empezando a coger poder real y desvelar las dudas sobre la volatilidad de sus propuestas, o al PP que se agarra a lo que sea y empieza a temer un nuevo «cordón sanitario».