Economía

Balanza de pagos (diciembre 2014): positiva evolución de la cuenta corriente

26 Mar, 2015 - - @javiergec

Introducción

La Balanza de pagos, cuyos datos publica el Banco de España con carácter mensual, incluye todas las transacciones monetarias producidas entre un país y el resto del mundo.

Dicha balanza se descompone en dos cuentas: corriente y de capital. La cuenta corriente incluye los ingresos y pagos con el exterior como contrapartida a la entrega de un bien o prestación de servicio (balanza de bienes y servicios) o como resultado de rentas en forma de beneficios, intereses y dividendos obtenidos del capital invertido en otro país o de capital invertido por no residentes en territorio nacional.

El saldo por cuenta corriente es equivalente al incremento o reducción de la deuda externa del país.

Los datos del avance del mes de diciembre confirman la positiva evolución experimentada en el saldo de la cuenta corriente durante 2014.

En concreto los del mes de diciembre (corregidos de estacionalidad y calendario para permitir una comparación mensual y trimestral) muestran un saldo positivo, y aunque algo inferior al del mes pasado, es el segundo mes consecutivo con superávit por cuenta corriente recuperándose del deterioro ocurrido entre los meses de junio de 2013 y mayo de 2014, deterioro que a su vez fue debido principalmente a un incremento de las importaciones derivado a su vez del impulso de la demanda interna y a unos mayores pagos por rentas.

La posterior mejora desde el segundo semestre de 2014, se ha basado en un crecimiento de las exportaciones de bienes y en un menor déficit por mayores ingresos de rentas.

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Dada la elevada volatilidad de los datos mensuales, es más significativa la evolución trimestral, sobre la que se observa una mejora en el cuarto trimestre de 2014 vs déficit en los del segundo y tercero, por las variaciones en bienes y rentas. El saldo (positivo) del turismo es bastante más estable que el de bienes y rentas.

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Analizaremos a continuación los dos componentes de la cuenta corriente: 1) bienes y servicios (con especial atención a los primeros) y 2) rentas.

Crecimiento de las exportaciones superior al de las importaciones de bienes…

El saldo de bienes y servicios se desglosa en saldo por turismo y saldo por  bienes y servicios que no son turismo. Con posterioridad al mes de octubre, y tras los cambios introducidos en el marco de la Unión Europea en la medición de la Balanza de Pagos adaptándose a la metodología del FMI, ya no se publica el detalle por separado de bienes y de servicios no turísticos (que son por ejemplo servicios financieros, de consultoría o ingeniería).

De todas maneras y como se puede comprobar en el siguiente gráfico, con los datos de Contabilidad Nacional, el impacto de dichos servicios en las variaciones trimestrales es significativamente menor al de los bienes, por lo que el epígrafe más relevante a seguir es el de bienes.

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Sobre las exportaciones de bienes, utilizaremos como referencia de su evolución los datos Datacomex del Ministerio de Economía. El crecimiento intertrimestral, que explica una parte importante de la mejora del saldo por cuenta corriente en 2014, ha sido gracias sobre todo a los sectores de productos energéticos (derivados del petróleo y menor medidas gas), automóvil (tanto vehículos como componentes del automóvil) y semimanufacturas (por ejemplo, hierro y acero).

En este último trimestre, el desplome del petróleo ha afectado a las exportaciones en general y a las de energía en particular. Excluyendo este efecto, las exportaciones hubieran crecido en el último trimestre de 2014.

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En cuanto a las importaciones, son igualmente los sectores automóvil,  semimanufacturas y energía los que explican el crecimiento en 2014 con la particularidad de que, por lo general, han crecido menos o en el caso de la energía en el cuarto trimestre de 2014 han caído más que las exportaciones.

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…con una estabilización en el saldo por turismo…

Los ingresos por turismo mantienen una senda de creciente aportación positiva que, sin embargo en términos netos, se ha compensado recientemente por un crecimiento del gasto (compras de los residentes en el extranjero), circunstancia que por otro lado, explica en parte el notable crecimiento del consumo de los hogares especialmente en el tercer trimestre del pasado año.

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…y un deficitario saldo por rentas que mejora su evolución pese al lastre de la deuda pública

En la segunda parte de 2014, el deficitario saldo por rentas ha mejorado, primero por un descenso de los pagos y posteriormente por un repunte de los ingresos.

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El Banco de España detalla cada trimestre los ingresos y los pagos por agente (Administraciones Públicas, entidades financieras, resto del sector privado) y por tipo de renta que son dos: primaria que son la remuneración de los empleados o las rentas de la inversión (dividendos o intereses), y secundaria que son las transferencias corrientes (por ejemplo, las remesas de emigrantes o las transferencias entre el Estado y la UE).

A falta de conocer los datos del cuarto trimestre (recordemos que se trata de un avance, está previsto una primera versión a finales del mes de marzo, en ese momento se podrá comprobar qué partida de ingresos de rentas ha crecido en este último trimestre) los principales conceptos que explican el déficit son por este orden: pagos netos de ingresos por intereses de la deuda pública a no residentes, pagos netos por intereses y dividendos de las empresas al exterior, fondos netos pagados a la UE y las rentas secundarias del sector privado (las citadas remesas).

Concretamente, el peso de los intereses de la deuda pública es especialmente importante (supone un 45% del déficit por rentas) y si bien es una consecuencia de la mejora en la confianza por parte del inversor extranjero…

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…no es menor cierto que supone un lastre para la balanza por cuenta corriente de la economía española. El necesario desapalancamiento del sector público y privado, debería ser el factor que permita reducir en un futuro el déficit por rentas primarias, dado que es previsible que la mejora del saldo migratorio ante la mejora del entorno macroeconómico tenga por contrapartida un deterioro del saldo de rentas secundario, aparte de una creciente aportación de fondos a la UE.

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Los últimos dos trimestres muestran que la relación entre demanda interna y el deterioro del saldo por cuenta corriente ha dejado de cumplirse, ¿momentáneamente?  

En resumen, la mejora del saldo comercial de bienes, unido a la positiva contribución del turismo (si bien emite señales de agotamiento en su ritmo de crecimiento) y a la reducción en el déficit de rentas, han permitido en la última parte del año que sea compatible un crecimiento de la demanda interna de la economía española con un saldo positivo de la balanza corriente.

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De la capacidad de las empresas para seguir incrementando sus exportaciones (las expectativas de cara al primer trimestre de 2015 son positivas, según indica la cartera de pedidos), de un posible cambio en las importaciones (de bienes de consumo más intensivos en importaciones como combustibles o bienes de consumo duradero a servicios menos intensivos como ocio o restauración), de cómo evolucionen las importaciones ante el fin de la caída del petróleo y, por último, de la necesaria reducción de la deuda pública y privada, depende que la economía española sea capaz de crecer sin entrar en desequilibrios.


9 comentarios

  1. Magnífico artículo, muy ilustrativo. Es evidente que ha habido muchos logros en esta materia. Estamos intentando avanzar en el proceso de desapalancamiento, ha mejorado la confianza en la economía española haciendo disminuir la prima de riesgo y los intereses que pagamos por nuestra deuda, nuestras exportaciones están más diversificadas.

    Pero también ha habido un entorno de tipos de interés y precios del petróleo favorable. Posiblemente dentro de algún tiempo nos enfrentemos a subidas del precio del petróleo, y posiblemente a riesgos inflacionistas. Quizá no tardemos tanto en ver subidas de tipos de interés en EEUU y eso puede forzar dentro de unos cuantos trimestres subidas de tipos de interés en Europa. Una subida de precios del petróleo puede encarecer nuestras importaciones; del mismo modo que puede encarecer nuestros costes, perjudicando a la competitividad de las exportaciones. Y un incremento de los tipos de interés podría suponer tener que pagar muchos más intereses por nuestras deudas. ¿Cómo afrontaría un entorno más desfavorable nuestra balanza por cuenta corriente, estamos preparados?

    Un cordial saludo.

    • Alatriste dice:

      Personalmente diría que la deflación es una amenaza peor para nosotros (y para cualquier deudor, es de cajón) y además que es un escenario mucho más probable para Europa en los próximos años. Por hablar solo de España, no estamos colocando sin problemas bonos a 10 años por un «fastuoso» 1,28% de interés porque los expertos esperen un repunte inflacionario en ese plazo, sino todo lo contrario…

      • Javier GEc dice:

        Es difícil saber en que medida las política monetaria expansiva del BCE (QE) está impactando en la rentabilidad exigida a la deuda (en particular la española), y creo que menos identificar el impacto del desplome de la referencia del barril Brent en el IPC.
        Yo personalmente considero que en estos momentos los riesgos de sufrir los efectos de estancamiento secular vinculados con la deflación (que técnicamente ya experimenta la economía española pues son cuatro trimestres de caída del deflactor del PIB en su tasa anual) son remotos.
        Hay indicadores como las expectativas de futuras compras del consumidor, que apuntan a lo contrario (más consumo futuro), y que no encajan con la decisión de posponer compras que sería lo lógico en el citado escenario de deflación.

      • Alatriste, a mí me parece que la deflación es una amenaza muy seria en el caso de que se produjese. Pero me da la sensación de que no estamos en ese caso.

        Un cordial saludo.

        • Alatriste dice:

          Me sentiría mucho más tranquilo si pudiera creer que este coqueteo con la deflación es a causa del petróleo (aunque eso no debería impedir que se tomaran medidas, igual que se tomarían si en lugar de bajar subiera porque el petróleo se disparara – no entiendo cierta actitud de «si es cosa del petróleo no hay que hacer nada») pero el caso es que en mi opinión las fechas no cuadran.

          La caída del precio del petróleo es sumamente reciente: hace un año estaba por encima de 100 dólares y hace solo seis meses aún cotizaba por encima de 90 (y sí, esto también significa que la tímida recuperación que experimentamos no la provoca el petróleo barato). En cambio, la gráfica inflacionaria se pasea peligrosamente cerca del cero, y con tendencia a la baja, desde el verano de 2013. Si acaso lo que ha hecho la caída del petróleo es empujarnos con aún más fuerza hacia las tasas negativas, pero el IPC lleva ya ocho meses seguidos por debajo de cero y hace ocho meses el petróleo no había caído en absoluto, estaba aún por más de 100 dólares el barril.

          • Javier GEc dice:

            Estoy de acuerdo que la tendencia descendente es previa al desplome del Brent de 4T14 con el componente subyacente entorno al 0%. Aquí puedes leer mi análisis de los datos del IPC de dic14 (https://javiergec.wordpress.com/2015/01/15/ipc-y-el-componente-de-productos-energeticos-perspectivas-para-2015/
            Por otro lado, creo el componente del petróleo puede determinar el IPC este año http://ibexsalad2.blogspot.com.es/2015/03/petroleum-and-spanish-cpi.html
            Lo que no veo son señales de estancamiento del consumo más bien lo contrario (adjunto gráfico que citaba en mi comentario anterior).
            https://twitter.com/JavierGEc/status/570499296493248512´
            No pongo en duda que los precios caen en tasa anual y que desde el final del efecto IVA (sep13) se sitúan prácticamente en cero, eso es algo objetivo. Lo que no comparto es que estemos sufriendo los efectos de la deflación, entendida como retraimiento del consumo

          • Alatriste, yo creo que si hay o no deflación no es una cuestión del precio del petróleo, aunque como todo pueda influir. Yo lo veo del siguiente modo. ¿Cuál es el riesgo más grave de la deflación? Que llama a más deflación porque afecta a las expectativas y ocasiona que se pospongan decisiones de consumo e inversión, de forma que llama a caídas de la demanda y de los precios, es decir, un círculo vicioso. ¿Estamos viendo algo de eso? Yo creo que no. Por un lado los indicadores de precios no parece que tiendan a agravarse pero además, por otro lado, hay una recuperación en los relativos a la producción que no encaja con la situación de deflación. ¿Hay riesgos de que se asiente una situación de deflación? Puede haberlos, como que la política fiscal contraiga excesivamente la demanda en su camino hacia una estabilización o una caída de la demanda ocasionada por un agravamiento de los problemas en el sistema financiero internacional. Pero no creo que haya una razón para pensar que eso vaya a suceder próximamente.

            Un cordial saludo.

  2. Javier GEc dice:

    Muchas gracias Gonzalo. Efectivamente existe un importante efecto del abaratamiento del petróleo que posiblemente no se repita en 1T15 (me refiero a tasa trimestral), y por otro lado una subida de tipos puede contribuir a deteriorar nuestra balanza por cuenta corriente, razón para mantener la senda de reducción de deuda privada y en lo posible estabilizar la pública

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