Economía

Sánchez y la engañosa irrelevancia populista

25 Nov, 2014 - - @egocrata

El artículo 135 de la constitución es a la vez uno de los más irrelevantes de la ley fundamental y uno de los que recibe una atención más obsesiva. Inicialmente un precepto legal casi puramente técnico (dando al estado capacidad de endeudarse, y prohibiendo renegociar la deuda) fue extendido para incluir tres conceptos en apariencia importantes. Primero, el Estado y las comunidades autónomas están obligados a que su déficit estructural no supere los límites establecidos por la Unión Europea. Segundo, el pago de la deuda tendrá prioridad dentro del gasto público. Tercero, las administración se someterán al techo de deuda pública establecido por la Unión Europea.

Estos tres  puntos suenan como ominosos límites a la capacidad fiscal del estado, pero en realidad no cambian gran cosa. El estado y las autonomías, antes de la reforma del 135, ya tenían un límite duro sobre el déficit derivado de los tratados europeos. Estos tratados tienen rango básicamente constitucional; añadir límites del déficit a nuestra ley fundamental refuerza el mensaje, pero no la obligación legal. La versión pre-reforma prohibía renegociar la deuda, algo que no es demasiado distinto a darle prioridad. El techo de la deuda es también ley europea, así que añadirlo aquí tampoco añade nada nuevo.

El punto realmente importante de la reforma es el favorito de cualquier político que la lea, el apartado cinco. Esta sección se abre con las palabras «una ley orgánica desarrollará los principios a que se refiere este artículo«, o en lenguaje coloquial «quien mande será quien decidirá el nivel de la deuda, gasto y endeudamiento, y lo hará más o menos con la misma mayoría que necesita para aprobar presupuestos». Es decir, la capacidad de maniobra de cualquier gobernante pre-reforma o post-reforma será casi idéntica, ya que será su propia mayoría parlamentaria que decida cuánto puede endeudarse si en Europa están de humor, y decidirá Bruselas el resto del tiempo. Exactamente como hasta ahora.

¿Cuál es, entonces, el valor de esta reforma? Cives tiene un artículo fantástico precisamente sobre este punto, justo de cuando se aprobó la reforma. Vale la pena leerlo, pero la idea es muy simple: lo que hace el estado es «atarse al mástil» prometiendo de forma agravada que no cancelará pagos si las cosas van mal. El problema de cualquier promesa hecha por un estado soberano es, sin embargo, el hecho que por su propia naturaleza pueden cambiar el trato sin depender de nadie en absoluto. Un gobierno siempre puede romper su promesa de devolver préstamos sencillamente cambiando la ley; lo único que hace esta reforma es que o bien sea necesario un procedimiento legal agravado para hacerlo, o bien que el gobierno decida saltarse sus propias normas a la torera porque no quiera o no pueda pagar. Recordemos que la versión antigua del texto ya contenía una prohibición de cambiar los términos de la deuda; incluso tras la reforma  un artículo como el 135 (que, por cierto, no es en absoluto inusual en otras constituciones) tiene un efecto como mucho marginal en la credibilidad de un gobierno para poder endeudarse, pero no va mucho más allá de eso.

Tenemos entonces una reforma constitucional chapucera y no demasiado importante, aprobada de mala manera por un gobierno socialista que iba camino de perder las elecciones. La izquierda española, en una de sus habituales cruzadas de indignarse con lo secundario mientras ignoran el problema principal, decide tomarla con el artículo. Por mucho que el contenido de la reforma sea modesto, atizar al gobierno Zapatero nunca viene de más antes de las elecciones, por mucho que sea un cambio relativamente menor. Zapatero pierde las elecciones, el PP empieza a gobernar, todo el mundo se olvida del artículo… todo el mundo menos Izquierda Unida, que sigue obsesionada con el tema, y Pedro Sánchez, que decide que la mejor forma de parecer más de izquierdas es apoyar a IU en una de sus quijotadas simbólicas.

Esto sería casi igual de tonto que la polémica sobre el artículo en cuestión, pero el problema es que aunque el contenido del 135 es poco importante, los principios detrás de ese artículo no lo son en absoluto. Es algo que a estas alturas debería ser una obviedad: el primer objetivo de cualquier gobernante de izquierdas habría ser, por encima de todo, la estabilidad presupuestaria. La única forma de pagar por los servicios y prestaciones del estado de bienestar es asegurarse que hay dinero para hacerlo, y asegurarse que los recursos necesarios para ello no dependan de la buena voluntad de los prestamistas. La obsesión de cualquier presidente de izquierdas, por tanto, debe ser trabajar para que el estado siempre tenga acceso a esa capacidad de gasto. Esto quiere decir equilibrar presupuestos siempre que sea posible, y hacer todo lo posible para no perder acceso a los mercados financieros cuando por un motivo u otro se gasta más de lo que se recauda. Un impago de la deuda, no importa como esta haya sido contraída, equivale a perder toda capacidad de endeudamiento, presente o futura. A corto plazo, esto quiere decir recortes y sufrimiento por el mero hecho que no hay dinero para pagarlo, y a largo perder la capacidad de invertir hoy en necesidades futuras (en cosas como infraestructura, por ejemplo, que a veces tiene sentido pagar con deuda) o de poder recurrir a los mercados en la próxima recesión.

El problema, como Cives explicó en una serie de artículos también (aquí, aquí y aquí) es que hay una inconsistencia fundamental en la necesidad de cumplir con la estabilidad presupuestaria a largo plazo y las tentaciones partidistas a corto. Un gobernante siempre preferirá gastar dinero ahora y que sean sus sucesores quien paguen por ello; sus incentivos a corto plazo le llevan a gastar y endeudarse más de lo que sería socialmente óptimo. Es por este motivo que cualquier país medio serio necesita instituciones que impongan ciertos límites formales e informales sobre los políticos para que estos no sacrifiquen la salud fiscal a corto plazo en proyectos inútiles o medidas sociales insostenibles. Es por este motivo también que cosas como el artículo 135 tienen su razón de ser: están ahí para proteger a los votantes futuros  de los desmanes de los políticos presentes, no para proteger a prestamistas de la voluntad popular. Si queremos un estado de bienestar fuerte, sólido y viable lo que queremos es tener unas instituciones con reglas claras que obliguen a los políticos a no gastar más de lo que tienen.

Cuando Pedro Sánchez se dedica a criticar el 135, lo que que está criticando es esta clase de reglas. En vez de hablar sobre responsabilidad, cordura, proteger el gasto público de la irresponsabilidad de los políticos y poner normas que blinden el estado del bienestar ante gobernantes irresponsable, Sánchez se pone a hablar con la misma retórica absurda de la izquierda que cree que los mercados odian la sanidad pública. Como hemos dicho una y mil veces, a los mercados les importa un comino el nivel de gasto público o impuestos de un país, siempre que este pueda devolver las deudas. Los socialistas pueden optar por el populismo o la modernización si quieren recuperar el terreno perdido. Hasta el 2011, siempre habían preferido lo segundo a lo primero, ofreciendo una agenda de izquierdas responsable. Declaraciones como las de ayer me hacen pensar que quieren dejar de serlo.

Una nota final: cuando hablo de gobierno responsable, fijaros que estoy hablando de un gobierno que protege a los votantes y los servicios públicos que estos reciben a base de obligar a los políticos a hacer cosas impopulares, como recaudar impuestos para poder pagarlos. El 135 no es para proteger a los mercados; si el estado de bienestar depende de que el sistema financiero nos siga prestando dinero, algo hemos hecho mal.


31 comentarios

  1. csp dice:

    «El 135 no es para proteger a los mercados»
    Si es blanco, va en una botella y sabe a leche, …
    Si da preeminencia al pago de la deuda, está en la Constitución y para cambiarlo se necesitan 3/5, llamémosle vender la soberanía nacional.

    Por cierto yo dejaría de llamarle PSOE, el nombre más adecuado es POSE.

  2. Santiago dice:

    Magnífico artículo.
    un apunte: en lugar de «Primero, el estado y las comunidades autónomas están obligados a tener un déficit estructural que no puede superar los límites establecidos por la Unión Europea.», quizá quieras decir algo como: «Primero, el Estado y las comunidades autónomas están obligados a que su déficit estructural no supere los límites establecidos por la Unión Europea.»

    Con la redacción actual, parece que el Estado no pueda decidir no tener déficit estructural.

  3. Un excelente artículo. Creo que uno de los problemas es que hay una tendencia a pensar que la crisis tiene una sencilla solución política, pero que no se resuelve porque la maldad de Merkel y los mercados evitan que podamos tener el déficit suficiente como para salir de la crisis. Ese es un mensaje claramente emocional que viene a decir que estamos sufriendo porque otros lo quieren así, porque tratan de perjudicarnos. El problema son los otros y la solución nuestra autonomía. Me da la sensación de que la gente que cree en este sencillo planteamiento cree que las cosas son más sencillas de lo que realmente son. Desde el inicio de la crisis se han probado muchas políticas diferentes, incluidas las políticas fiscales expansivas que se reclaman, sin que hayamos recuperado un crecimiento vigoroso. Cuando se les dice que muchos importantes economistas han recibido el premio Nobel por explicar alguna de las razones por las que fracasan las políticas de estabilización, irremediablemente espetan que sus hallazgos son mera ideología.

    Creo que la estabilidad presupuestaria es buena porque no hace depender excesivamente al Estado de terceros y porque evita perturbaciones en la economía. El equilibrio presupuestario es compatible con tener unos ingresos públicos y un gasto público más equitativo. Mucha gente reclama más equidad pero hay pocas ofertas, dentro de los partidos que no quieren desmontar el sistema, que ofrezcan un conjunto argumentado y prudente de reformas que propicien una mayor equidad. Ese es un espacio político que creo que está prácticamente vacío, esperando a que alguien realice propuestas en ese sentido.

    Un cordial saludo.

  4. […] Sánchez y la engañosa irrelevancia populista […]

  5. Absimiliard dice:

    Demuestra, estas y otras acciones legales realizadas por los gobiernos y que son usados como argumentario del contrario político, es el absoluto desconocimiento legal y de los jerarquía de las leyes que tiene el ordenamiento jurídico español. La incultura legal, lejos de los tecnicismos legales tales como: doctrina Botín, doctrina Parrot,etc; es supina y agravante. Ni tan siquiera aquellos que han estudiado derecho detienen las tergiversaciones constantes que se hacen de la legislación española. Este artículo demuestra una vez más el «populismo» realizado por TODOS los partidos políticos, no solo el PSOE, IU o el PP, o incluso Podemos.
    Ojo también hay que dar gracias a la UE que por los mismos tratados que nos obligan a no endeudarnos más de un 3% para financiar nuestras administraciones públicas (en su conjunto: Estado, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Ayuntamientos y entes públicos) también permiten a la UE de meternos unas multas de cojones y retirarnos las ayudas de la misma como método coercitivo de sanción para volver al redil.
    Para que veamos que tampoco la UE es tan mala al habernos permitido durante más de 5 años un déficit superior al 3% que obliga el tratado de Maastricht.

  6. juan dice:

    Viniendo de clase humilde, de los que como bien decía el señor que nos arreglaba la nevera y lavadora, siempre pagan al contado, yo creo en la estabilidad presupuestaria, pero ojo, lo que no vale es empufar siendo conscientes de que están especulando (por ejemplo los préstamos de la banca extranjera a las cajas para hinchar la burbuja) y luego no asumir ninguna consecuencia.
    Lo que no vale es este yo-yo-yo de los mercados:
    » yo soy un irresponsable que me aprovecho de tu irresponsabilidad, creamos un problema y donde forzamos a que se socialicen pérdidas «para nosotros no perder», y entonces obligamos que la deuda de esa resocialización «que indulta» nuestra irreponsabilidad quede protegida.
    Por tanto ahora con intereses bajos, aún es llevadero, pero si los intereses suben al 4 ó 5 %….que se desmonte lo que sea, sanidad, educación, lo que sea porque el primero con derechos de cobro soy yo».

  7. torderacarrasco dice:

    De acuerdo en todo salvo un detalle. Las elecciones de noviembre de 2011 las perdió Rubalcaba.

    • Hastaelgorro dice:

      Hombre sí, pero con el pastelón que le había dejado Zapatero.

      • torderacarrasco dice:

        La campaña del PSOE fue una enmienda a casi toda la labor del PSOE en la segunda mitad de la legislatura. Normal que se le escaparán casi tres millones de votos por el centro.

  8. Juan Rey dice:

    Muy acertado, como de costumbre. Solo matizar que Sánchez no propone la derogación del artículo, sino su modificación, manteniendo la necesidad del equilibrio presupuestario y el pago de la deuda. Tampoco le critiquemos demasiado si en este momento intenta asomar la cabeza con gestos (matizados) dirigidos a la izquierda más clásica. Tendrá que sumar por ahí antes de asaltar los cielos de la moderna izquierda ideológica, que mucha falta hace.

    • LiMA dice:

      esto es lo que me parece a mí también… el problema es que es un juego peligroso, que hay que saber manejar muy bien para no crear problemas de percepción ante la comunidad inversora internacional (aka «los mercados»).

      tiene una cierta similitud con la «operación Estatut», que en el escenario más optimista servía para unir a Catalunya con el resto de España e introducir el imprescindible desapasionamiento en la «cuestión nacional»… el problema era que para que ese escenario se materializase tenían que darse muchas condiciones, entre ellas un manejo finísimo del tema desde el PSOE y el PSC. Y aquello ya sabemos cómo acabó

  9. Hastaelgorro dice:

    Leí ayer en un artículo de El país el texto íntegro de las dos leyes y las conclusiones que me salieron a vuelpluma coinciden con las del articulista. Pero quería apuntar algo. Hay dos problemas en este país:
    1. Como sugiere el texto, los votantes nos dejamos marear por eslóganes cuyo sentido no nos molestamos en comprobar. No hemos aprendido aún que ciertos razonamientos no son más que discursos electoralmente interesados. Pero como nosotros también nos dejamos llevar por nuestras filias y fobias, pues luego pasa lo que pasa. Este es un terreno interesante pues es el caldo de cultivo para los populismos (de cualquier tendencia) y fascismos. No se imponen, acaban siendo demandados por la gente. Un día nos despertamos y comprobamos que vivimos en una dictadura y nos preguntamos, ¿cómo pudo ser? Sí, coño, la libertad era lo otro. Pero ya es tarde.
    2. Quizá lo que nos duela (o a mi me duele) no es el artículo 135 , sino la idea de que nuestros gobernantes se comportan como corderos si los mercados, la Unión Europea o Merkel (que tampoco sé qué culpa tienen en esto) les da alguna orden, pero no les ha dolido en prenda despilfarrar miles de millones de euros en cosas que, a la vuelta de todo, resulta que no han servido de nada. Ni han creado empleo, ni riqueza, ni nada que nos permitiera soportar la crisis o superarla (cosa que no va a ocurrir en décadas, porque es imposible, diga lo que diga nadie, incluidoPodemos). Luego, amparándose en esta reforma, dicen: «oiga no hay dinero para nada, así que a joderse». Este, creo yo, es el problema. Nota: eso sin dejar de señalar a la ciudadanía como parte responsable de la situación.
    3. Y sí, Sánchez está haciendo bastante el canelo con este asunto. O quizá se sienta atrapado y se esfuerce en destacar, que es lo que le toca, para comerle terreno a Podemos. En cualquier caso, resulta poco estimulante su falta de convicciones y su deriva algo veleta.

  10. s4nt1r dice:

    Aunque creo que el Sr. Sánchez no tienen grandes conocimientos de MacroEconomía; seguramente tan pocos como los Srs. Zapatero y Rajoy que promovieron el cambio constitucional, aún me sigue sorprendiendo el apoyo que sigue teniendo esa reforma entre los economístas. ¿Alguien en esta conversación ha leido o estudiado algo sobre John Maynar Keynes?¿Ha estudiado alguien lo que pasó en el mundo entre los años 1929 y 1950? ¿Ha estudiado alguien la crisis de deuda de Japón y ha entendido por qué aunque tienen una deuda pública increible, no tienen un problema de deuda y no van a hacer default? ¿Ha estudiado alguien en qué consistió el Plan Brady para la crisis de deuda de Latinoamérica? ¿Alguien lee o escucha a Richard Koo? ¿»The ECB as Lender of Last Resort for Sovereigns in the Euro Area» de Willem H. Buiter? ¿Alguien ha entendido lo que significa la palabra «deflacción» y la palabra «depresión»? ¿Alguien ha leido a Larry Summers explicando la «secular stagnation»? ¿Hay alguien ahí que se dé cuenta de que por mucha milonga que se esté contando la deuda del Reino de España está destinada al DEFAULT, queramos o no queramos; porque con el PIB real, el crecimiento actual, y las infames políticas económicas en España y la UE no se va a generar suficiente dinero para pagarla? O realmente se lanza un New Deal en Europa, con reestructuración de deuda, gran programa de inversión pública, gran programa de asistencia social y lucha contra la miseria, y reestructuración de verdad del sistema financiero, al modo rooseveltiano, o estamos abocados a la explosión del € y probablemente de la UE, con consecuencias que no quiero ni imaginar… Y lo de Podemos será de risa comparado con lo que puede pasar en Francia, Italia o Grecia.

    • PaulJBis dice:

      Si en eso estamos de acuerdo todos (desde el Financial Times hasta Syriza, pasando por Nada Es Gratis y Krugman). El problema no es económico, sino político: los únicos que tienen dinero para financiar ese New Deal son los alemanes, y no lo quieren gastar. ¿Cómo les convencemos? ¿Tienes alguna idea?

      • Fenix dice:

        «Ha estudiado alguien la crisis de deuda de Japón y ha entendido por qué aunque tienen una deuda pública increible, no tienen un problema de deuda y no van a hacer default»

        No tienen deuda externa, sino que son acreedores globales. En realidad, es una economía super-intervenida, y la separacion entre los bancos y el Estado es puramente nominal. Como la deuda pública es igual a los activos bancarios, el sector «Estado+Bancos» no tiene deuda neta.

        Pero la gracia de todo esto, es que lo irrelevante es irrelevante. Es verdad que Japón indica que los temores al default y la hiperinflación son exagerados, pero implica igualmente que la capacidad del déficit público para generar crecimiento es nula.

        Conviene recordar en este punto, que agregadamente, la tasa de desempleo en la zona del euro es el 11,8%. Es abultado, pero mirando la serie temporal, su nivel de largo plazo es un 9,5% o así. Otra cosa es como se reparte…

  11. Anouar dice:

    Impedir constitucionalmente una «quita» de la deuda que hasta algunos liberales cuerdos asumen es algo muy de izquierdas y socialdemócrata, claro. Senserrich y Politikon empeñados en hacernos comulgar con la rueda de molino del liberalismo progresista cómo única vía de izquierdas.

    Y por cierto, eso de que a los mercados se las trae al pairo el nivel de gasto público y demás es una majadería miope. Un estado del bienestar potente supone menos oportunidades de negocio en sectores muy lucrativos (como la sanidad). Pretender que al capital financiero internacional le dan igual este tipo de cuestiones es una afirmación que, al menos, tiene un marcado sesgo ideológico.

    • sergio dice:

      Haces una suposición gratuita. Un nivel de gasto público muy alto no significa necesariamente un estado de bienestar potente. Y si no mira a la España actual. El estado de bienestar potente se construye a lo largo de décadas mediante una legislación social, un alto nivel de impuestos, minimización de la evasión fisca pero también promocionando el desarrollo del libre mercado.
      Creo que debes cuando menos reflexionar un poco antes de hacer afirmaciones tan a la ligera.

      • Anouar dice:

        Afirmas que el desarrollo del libre mercado (que no es libre, es desregulado. Algo no es más libre por estar desregulado) está relacionado con tener un estado del bienestar potente y luego me acusas de hacer afirmaciones a la ligera. Y por supuesto que se puede tener un alto gasto público sin tener un buen estado del bienestar, pero al contrario es más bien difícil. Un buen estado del bienestar (pensiones, educación gratuita, buena sanidad, seguros por desempleo etc.) implica necesariamente mucho gasto público. Otra cosa es que esté equilibrado con los ingresos. Eso no lo discute nadie.

    • PaulJBis dice:

      «Los mercados» no son un ente monolítico. Digo yo que habrá empresas de algunos sectores (sanidad, planes de pensiones) a los que les interese desmontar el Estado del Bienestar, pero a otros (hostelería, automoción, informática, turismo, distribución, etc., etc., etc.) les dará igual.

      Y de todas formas, tengo entendido que en Bolivia Evo Morales está haciendo una política netamente redistributiva y de izquierdas, y los mercados están encantados con él.

  12. Anouar dice:

    Tienes razón. Es cierto que lo mercados no son un ente monolítico. De hecho a mí ni me gusta esa denominación. Los grandes tenedores de la deuda son los fondos de inversión y los bancos. Luego hay un tercer elemento que son las agencias de calificación (que constituyen un oligopolio en manos del capital financiero). La actuación de las agencias de calificación dista mucho de ser muy científica e imparcial. Tiene un fuerte sesgo neoliberal. El gran capital financiero internacional tiene una ideología y es partidario de determinadas cuestiones como la desregulación financiera. Y utilizan su inmenso poder para promoverlo. Lo agradezco el rigor con el que Politikon enfoca los análisis políticos pero exageran con el cientifismo. Hay cosas que escapan al análisis científico.

    • Estilpon dice:

      «Tiene un fuerte sesgo neoliberal.» Como país ten un prepuesto equilibrado y una balanza por cuenta corriente estable a medio plazo y veremos ese sesgo donde queda…

      «El gran capital financiero internacional tiene una ideología». No. Tienen intereses, no ideología.

      Lo de «los otros tienen ideología neoliberal» está muy manido y seguirá estándolo, pero por dicha regla de tres, yo digo que «aquellos tienen ideología marxista» y lo convertimos en un diálogo de besugos.

      • Anouar dice:

        Señalar el sesgo ideológico es importante porque se nos venden sus dictámenes como ciencia pura y no es así. De hecho el fundamento de la economía neoclásica es pura superstición. Yo estaba en Francia cuando la rebaja de la calificación de la deuda al poco de entrar el gobierno de Hollande. Los argumentos esgrimidos eran pura ideología.

        Dices «no tienen ideología, tienen intereses». Bueno, una de las bases del materialismo es que la ideología es consecuencia de las condiciones materiales, por lo que una configura la otra. Y estamos hablando de lo mismo.

      • Anouar dice:

        Y sobre el equilibrio presupuestario. Sorprende la candidez de algunos que presumen de lo contrario. Deslocalizo la producción, elimino barreras a los capitales reduciendo sustancialmente la capacidad recaudatoria de los estados. Prohíbo al BCE que le preste dinero al 1% a los Estados obligándolos a acudir a prestamistas privados. Y por último les exijo que tengan las cuentas equilibradas. Tienes dos opciones: asfixias a impuestos a las rentas del trabajo (que no se pueden deslocalizar) lo que, además de injusto te hace perder elecciones o reduces el Estado del Bienestar a su mínima expresión. ¿Quieren equilibrio presupuestario? Muy bien. Que el BCE le preste a los Estados, que se mutualice la deuda o una parte, que se establezca un mínimo europeo al impuesto de sociedades, que se establezca una tasa Tobin y verás que pronto tengo las cuentas saneadas.

  13. Fenix dice:

    «Impedir constitucionalmente una “quita” de la deuda»

    En realidad es un poco tonteria, porque los Gobiernos en general no pagan cuando se quedan literalmente sin liquidez, de forma que el impedimento legal no puede evitar el impago material.

    Dicho esto, un impago de deuda sustancial, teniendo en cuenta su peso en los balances bancarios nacionales, generaría inmediatamente un corralito y la salida (de facto) del euro, por pura anulación de todo el colateral elegible español.

    Todo el asunto carece de importancia: con moneda propia, el Estado nunca quiebra, sino que licua la deuda (asi que el artículo 135 es irrelevante). En un área monetaria, el default es lo mismo que la redenominación.

    Lo que dice el artículo 135, es más o menos que no nos saldremos del euro. Pero la realidad añade «si podemos evitarlo».

    Total, irrelevante a todas las escalas, y mucho mas teniendo en cuenta que la Ley de Estabilidad Presupuestaria en vigor no se cumple (véanse los multiples rescates a AAPP de la legislatura [proveedores, FLA, etc]). Bueno, al menos ya existe la Agencia Independiente de Responsabilidad Fiscal.

    • Anouar dice:

      Pero estamos hablando de cosas diferente. Una cosa es un default por falta de liquidez y otra cosa distinta es una quita ordenada de una parte de la deuda de acuerdo con los acreedores. Con el 135 un acreedor podría recurrir al constitucional cualquier quita. Y no es cierto que una quita suponga la salida del euro, de hecho ya se han hecho quitas en Grecia.

      • Fenix dice:

        No es exactamente asi; la quita de 2012 fue un acuerdo voluntario con los acreedores, y evidentemente el artículo 135 no nos impide aceptar una condonación.

        http://www.iie.com/publications/wp/wp13-8.pdf

        En todo caso, mi comentario se refiere a una quita hecha sin acuerdo de la UE y del BCE. Evidentemente, estoy a favor de que nos perdonen deudas e incluso que se estiren algo mas y nos regalen algo. Pero si decidimos ejercer nuestro derecho soberano a repudiar la deuda sin un acuerdo, de facto estaremos fuera del euro.

        Y en todo caso, conviene recordar que el peso de los acreedores domésticos en nuestro stock de deuda (bancos españoles especialmente), hace que incluso con apoyo europeo, la quita de deuda nos obligaría a re-capitalizar la banca.

  14. Álvaro Mariscal dice:

    Lo cierto es que hoy en día el PSOE está constituido por una serie de crónicas desdichas que han derivado en la elección de «Ken» de secretario general. Lo malo no es que sea guapo o no, es que pongan a uno guapo para ganar el favor de las señoras que no se compromete y que se basa en argumentos banales e indefinidos. Lo mejor, independientemente de la ideología de ambos, es cuando Pedro Sánchez llama populista a Podemos y no para de salir en la televisión con la camisa remangada, jugando al baloncesto para caer bien, llamando a «Sálvame» y se pone hacer Asambleas ciudadanas… Eso es hipocresía y lo demás son tonterías. Aún así, la entrada me ha gustado mucho, así como otras vuestras que me han pasado hablando de Podemos que también me han llamado la atención. Me gustaría que os pasarais por el blog que hemos comenzado un servidor con algunos compañeros:

    http://lagazetaenana.wordpress.com/

    Felicidades y un saludo, Álvaro Mariscal de Gante

  15. Ramón García dice:

    En realidad, la reforma del artículo 135 fue un engaño de Zapatero a las autoridades europeas

    El Banco Central Europeo le pidió al Gobierno que hiciera reformas estructurales, en especial, la reforma laboral. Recordemos que el problema fundamental de España no es la deuda pública, sino la deuda exterior. La primera es consecuencia de la segunda: si las familias y empresas están muy endeudados, pagan pocos impuestos pero aumentan los gastos del Estado (subsidio de desempleo, etc). Por tanto, liberalizar el mercado laboral era la medida lógica.

    Entonces, la reforma del artículo 135 fue una manera de lograr convencer al BCE de que compre los bonos españoles sin hacer lo que realmente tenía que hacer.

    Fue, por tanto, una patada hacia adelante.

  16. juan dice:

    Creo que igual deberíamos empezar a distinguir el concepto populismo tal y como lo estudió Ernesto Laclau y el concepto de «populachero»…dígase subirse a un tractor, ir a programas de TV a hacer cosas como tirar a canasta, etc.

  17. […] independiente que vigile la estabilidad fiscal y los presupuestos a largo plazo; la semana pasada precisamente hablaba sobre cómo el artículo 135 de la constitución, tras su reforma, incluye la creación de una agencia parecida, aunque […]

  18. […] Como todos los discursos que han ido madurando y aposentándose en una organización, el que haya un gesto que lo contradiga no cambia las cosas de la noche a la mañana. Si bien puede ser el inicio de un cambio a largo plazo (incluso aunque sea por mero oportunismo), de lo que no cabe duda es de que dicho gesto va a encontrarse con resistencia de sectores que están más cómodos en la permanencia en ese discurso. Así, el antiguo ministro de Industria, Miguel Sebastián, junto a otros autores y el colectivo “Socialismo es libertad”, han publicado en El Mundo una dura crítica a la decisión de Pedro Sánchez, titulada “En defensa del 135” (que no se entiende muy bien por qué no se titula “En defensa de la reforma que aprobamos con el PP”, que es lo que defienden, porque “el 135” también era el artículo que cambiaron). Entre los adheridos a esta declaración crítica, se encuentra Roger Senserrich, politólogo que colabora en el blog Politikon. En este mismo medio, Senserrich publicó un artículo en el que precisamente ampliaba un poco las razones que daba para defender dicha reforma y oponerse al giro de 180 grados que ha dado Pedro Sánchez respecto al tema: “Sánchez y la engañosa irrelevancia populista”. […]

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