Política

Desmontando la Teoría de la Relatividad (Fiscal)

20 Nov, 2014 - - @plata_nacho

«[…]lo grande y lo pequeño, así como todas estas determinaciones similares, son necesariamente relativos; ahora bien, lo relativo es, de todas las categorías, la de menor naturaleza o sustancia; es incluso posterior a la cualidad y a la cantidad; de hecho, lo relativo es, como se dijo, una afección de la cantidad, y no materia.»

Decía alguien que no hay mejor manera para comenzar a explicar las balanzas fiscales que con un poco de filosofía. Desde luego, si alguien pensaba que el informe liderado por Ángel de la Fuente es complicado, que le eche un vistazo a la Metafísica aristotélica. Y ya se sabe lo que pasa con las disciplinas oscuras. Igual que los debates griegos dieron pie a sofismas y sofistas, en la discusión de la fiscalidad autonómica frecuentemente se cuelan trampas y trampistas.  Ahora que Rajoy y Mas quizás se sienten a discutir cuestiones fiscales, merece la pena recuperar el citado informe.

Vaya por delante, no pretende este post esclarecer todos los subterfugios de la discusión. Ni siquiera entraremos en el debate sobre cuál es el mejor método para calcular las balanzas. Alguna idea tenemos, pero si merece la pena ya la discutiremos en otra entrada. Tampoco vamos a juzgar las bondades y maldades (que de ambas hay) del ejercicio del Dr. de la Fuente. Por supuesto, nadie esperaba que fuese a gustar a todos, pero para ataques ad-hominem basta con darse un paseo por internet.

Nuestro objetivo es mucho más humilde. La pregunta es conocida, por repetida, no por bien respondida. ¿Qué transferencias autonómicas son grandes y cuáles son pequeñas? Como “lo grande y lo pequeño son necesariamente categorías relativas”, es difícil sacar conclusiones sin un punto de referencia. Así que hemos intentado encontrar alguno.

Para que no se nos acuse de estar a sueldo de nadie, hemos decidido aplicar un principio del comunismo libertario, donde los empleados – por definición – no existen. «De cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad», o lo que es lo mismo, que las comunidades autónomas aporten por PIB y reciban por población. Además de evitar asociaciones peligrosas, este método para calcular el “benchmark” de las balanzas tiene la ventaja de respetar el orden relativo antes y después de las transferencias, a lo que se suele referir con la cacofónica palabra “ordinalidad”.

Aquí van los cálculos, asumiendo el déficit neutralizado:

balanzasfiscales

Fuente: Informe de las Cuentas Públicas Territorializadas, MinHAP (2014)

La tabla[1] muestra el porcentaje de PIB regional que cada comunidad autónoma tendría que tener de déficit (-) o de superávit (+) según dos cálculos, el realizado por Ángel de la Fuente y su equipo, y el cálculo que hemos llamado “comunista libertario”. Con esta comparación, y su resultado (en la columna derecha), únicamente queríamos tener una idea de las implicaciones que tendría la aplicación de nuestro método. Bueno, y generar un poquito de debate también.

Según nuestro análisis, las comunidades con concierto (País Vasco y Navarra) deberían aportar un 9% y un 7% de su PIB (aunque hoy en día son receptoras netas del resto de comunidades autónomas), mientras que Extremadura debería recibir transferencias e inversiones de las demás comunidades por valor de un 15.5% de su PIB, menos de lo que recibe actualmente. Andalucía sería la región más infra-financiada, recibiendo 6 puntos de PIB menos que en el ideal de referencia. Cataluña y Madrid se quedarían más o menos como están. A otros como Aragón, Asturias o Castilla y León les tocaría aportar bastante más.

Hemos evitado hablar de balanzas justas e injustas. Ahora, no escondemos que sí hay un “juicio de valor” en nuestro cálculo: el comunista libertario de la solidaridad. Por supuesto, este principio lleva implícito que se quiere compartir “demos”. Sin voluntad de compartir no hay comunidad, y sin comunidad, no hay balanza fiscal.

[1] En esta tabla el déficit del Estado (4.5% del PIB estatal en el año en cuestión, 2011) se ha repartido per cápita entre las comunidades autónomas para obtener las balanzas neutralizadas.


16 comentarios

  1. Es un debate interesante, pero parece que las necesidades son políticamente flexibles. En su momento, en algunas de las CCAA con mayor nivel de renta había un nacionalismo que se planteó dos grandes objetivos: evitar que las empresas locales realizasen sus inversiones en otras CCAA en lugar de en la de origen y evitar que siguiesen creciendo las comunidades de inmigrantes del resto de España, que contaminaban con una lengua y cultura ajenas su concepción nacionalista del territorio. Una de las maneras de evitarlo era destinando un importante porcentaje del PIB a proveer prestaciones públicas en las CCAA de menor renta, además de importantes redes clientelares en todas las CCAA, incluyendo las suyas. En ese sentido, aquellos nacionalistas fueron claramente partidarios de esa redistribución, de la que además algunos territorios quedaban al margen de sus costes. La España de hoy vive ahogada por ese clientelismo que dificulta la movilidad y, además, es mucho más sencillo que entonces introducir barreras institucionales a la movilidad tanto de personas como de capitales. Ahora, en la concepción nacionalista, ya no es necesaria la redistribución como freno a la movilidad de capitales y personas. Por lo tanto, no es necesaria la redistribución para conseguir sus objetivos. Creo que se pueden hacer muchas reformas en nuestro sistema autonómico pero creo que la insolidaridad y el establecimiento de barreras institucionales a la movilidad de capitales y personas deberían ser dos líneas rojas a no traspasar.

    Un cordial saludo.

  2. Alnair dice:

    Creo que las diferencias que se observan son básicamente debidas a «territorio». Es decir, las comunidades menos densamente pobladas salen favorecidas, ya que hay una parte de los presupuestos ponderados por territorio y no por personas.

    No hay que olvidar que en nuestro sistema electoral no solo votan las personas, sino también las hectáreas.

  3. Carlos Jerez dice:

    Nacho, mirando tu tabla, la Comunidad Valenciana es la más infrafinanciada, seguida de Murcia y después ya viene Andalucía. Además los valencianos somos los únicos que damos, cuando deberíamos recibir, como ya me decía un profesor en el instituto (hace 15 años) los valencianos somos tontos, nos pueden apretar todo lo que quieran que no nos quejaremos.

    Alnair, puede que sea como señalas, lo que sería muy tonto, pero entonces Madrid debería salir mucho más perjudicada.

    Saludos.

  4. Miguel dice:

    Obviamente la pregunta es si se quiere compartir demos. Y la respuesta es no. Ante eso, la respuesta que daba la izquierda europea cuando existía era: quieras o no, compartirás demos por las bravas. Que se lo pregunten, si no, a la Vendeé. Qué envidia y qué nostalgia. Nosotros nunca hemos sido demos ni lo seremos porque aquí se cree que ser de izquierdas es aplaudir con las orejas a las paridas de Sabino Arana y a los paridos de Marta Ferrusola.

  5. ianu dice:

    El equilibrio está entre compartir demos y respetar autonomía. Algunos confunden compartir demos con laminar el derecho a la autonomía. La clásica confusión entre igualdad (de los españoles se entiende) y uniformidad.
    Hay que hacer pedagogía ahí. Compartamos demos, pero con amplio margen para la federalización. Cultura federal.

    • heathcliff dice:

      ¿Y eso significa el mismo marco normativo para todos o significa que unos tengan privilegios sobre otros?

      Concretemos, por favor.

      • jetkom dice:

        Para mí significa que si Cataluña quiere que en sus escuelas la lengua vehicular sea el catalán, se le permita. Que si los catalanes quieren que en su estatut ponga nación, lo ponga. Y que si quieren recaudar sus impuestos, lo puedan hacer.

        Luego si los extremeños quieren lo mismo, por supuesto no seré yo quién se lo niegue.

        De hecho lo único que le negaría a catalanes, extremeños o navarros son los conciertos.

  6. ianu dice:

    Define para ti privilegios. Porque lo repetís mucho, pero yo sigo sin entenderlo del todo. Concreta por favor.

    Para mí el federalismo del que hablo significa:

    – Recaudación fiscal descentralizada
    – Solidaridad dirimida en un senado federal. Siempre respetando la ordinalidad y con desviaciones tope de -4 o -5%.
    – Posibilidad de cooperación horizontal, inclusive en el tema de infraestructuras.
    – Blindaje de aquellas cuestiones cuyas competencias estén dentro de la autonomía, en nuestro caso lengua y cultura y cualquier asunto que se decida en el marco del demos de la autonomía y no de la federación (fundamental: el respeto de ese demos dentro del demos, de ese demos minoritario pero territorializado y que todo indica que no se quiere disolver o asimilar como cuerpo político activo).
    – Reconocimiento simbólico, plurinacionalidad y generosidad por parte de todos (difícil de regular pero fundamental como actitud).

    Con eso lo tenemos todo para continuar juntos.

    Sobre Navarra y País Vasco, evidentemente me parecen situaciones injustas. No tengo tan claro, sin embargo, que se políticamente viable una recentralización competencial y fiscal.

    Como idea general, rechazo esa obsesión de considerar privilegio cualquier asimetría (desligándolo de Euskadi y Navarra). Incluso podría aceptar que algunas autonomías quisieran devolver competencias o incluso desaparecer en favor del estado central y otras ampliar su margen de acción política. Me parecería lo más normal del mundo. Federalismo de la voluntad. España es, en esencia, asimétrico (que no desigual) en cuanto a identidades y adhesiones culturales y políticas.

    Espero que me haya expresado con precisión.

    • Javier dice:

      Es una buena lista. Sólo le veo un par de peros:

      – Esos topes a las desviaciones son menores que las diferencias entre CCAA que surgen del cálculo del artículo. Y eso que no tiene en cuenta el mayor coste de los servicios del Estado del Bienestar en zonas de muy baja densidad de población. Esencialmente, estás introduciendo en la constitución que el país sea de derechas, con muy poca redistribución. Que oye, por mi, estupendo.

      – Un problema de «blindar» temas culturales como la lengua es que tienen la fea costumbre de constituirse en barreras al comercio y a la libre migración de personas.

      – Total respeto al demos dentro del demos (llamémosle subdemos). Pero sólo si se respeta de igual manera a todos los otros demos que estén dentro del subdemos. Con blindaje de temas culturales y tal.

      – Las asimetrías voluntarias no son opresión, claro. Pero esas no existen. en el tiempo que lleva existiendo nuestra Constitución cada vez que ha habido la posibilidad de aumentar las competencias de las CCAA, todas lo han hecho. Ninguna ha devuelto competencias, a pesar de que esa posibilidad está ahí. Porque no tener siglos de historia no significa no querer ser como el vecino. Por eso, lo que en general reivindican los nacionalistas son las asimetrías a la fuerza.

      • ianu dice:

        – Discrepo en este punto. Pueden existir programas federales para apuntalar el estado de bienestar en esas zonas. Es una medida que existe en la mayoría de los estados explícitamente federales.

        – Discrepo de esa permanente precaución de la lengua como barrera de la unidad de mercado. Creo que es un argumento que se ha exagerado. No hay datos que lo refuercen. Lo de barrera a la migración de personas no se sostiene por ningún lado. Ahí están los datos.

        – Totalmente de acuerdo. Ahí podría estar el ejemplo del Valle de Arán.

        – En 2003 se transfirieron a la fuerza, sin que lo pidiera, las competencias de sanidad a comunidades como Madrid o Cantabria. Es un ejemplo de lo que comento. No era necesario, sino querían. Las prioridades distintas entre más centralización y descentralización que muestran los ciudadanos españoles en los distintos territorios muestran que podemos estar ya en ese problema. A mi, como federalista no nacionalista, me parece que podemos estar enfrentándonos a un dilema del que solo se puede salir con una suerte de federalismo voluntario.

        Un placer.

  7. Samuel dice:

    Me pregunto si no tendría sentido (si no sería más comunista libertario ;-)) aplicar correcciones por edad media de la población a cada CA para repartir el gasto sanitario. Y si no será eso lo que se hace realmente.

  8. Hejo dice:

    @nacho_plata:
    Te felicito por el método de cálculo, me parece un método original y una perfecta introducción para invitar al debate. Sin embargo, agradecería un poco más de explicación acerca de las bases utilizadas para los cálculos de los gastos/inversiones en cada comunidad.
    Lo pregunto porque los resultados me recuerdan bastante a los obtenidos por el método «coste-beneficio», lo que me hace sospechar que no se ha tenido en cuenta todo el gasto e inversiones «no territorializables». Pero por otro lado, hay algún resultado que tampoco me encaja en este modelo (Baleares, p.ej.).
    Estoy asumiendo que NO incluyes Pensiones en el ejercicio.

  9. Aloe dice:

    Los conciertos son esa plaga que heredamos del franquismo, que dificulta cualquier salida equitativa y valiente en dirección a un federalismo sostenible, y que desgraciadamente no hay ninguna manera visible de sacarnos de encima en mucho tiempo.

  10. GROSEKO dice:

    Hombre el método de cálculo propuesto según el cual se paga por lo que produces y se recibe por las personas que son (con independencia de lo que producen), nos lleva a potenciar hasta el límite la no producción.

    El principio de partida me parece fantástico para fomentar la desidia y el cachondeo… venga todos a la playa al chiringuito.

    Y fantástico para que nadie pegue un palo al agua … en definitiva «no es propuesta para gente trabajadora»; es propuesta «para gente que no quiere trabajar»

  11. minded dice:

    Eso de que “De cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad” signifique que las comunidades autónomas aporten por PIB y reciban por población te lo has sacado de la manga, colega.

    Sin ir muy lejos, una familia de dos personas puede estar mucho más necesitada que otra de diez. La población es un factor para medir la necesidad, pero no es el EL factor.

    Podríamos federar a USA con Liberia y Chad y repartir el dinero según la población. Igual a los africanos les toca pagar.

    Según

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