Economía

Movilidad social en la era de la desigualdad

23 Oct, 2014 - - @egocrata

Supongamos, por un momento, que los pesimistas tienen razón, y el aumento de las desigualdades en los últimos años no es un accidente. La progresiva concentración de la riqueza en pocas manos y el estancamiento de los ingresos de las clases medias en Estados Unidos no son una anomalía histórica o el resultado de cambios políticos, sino fruto de un ajuste estructural duradero y permanente en la economía del país. La causa última importa relativamente poco: puede que sea el avance tecnológico (el auge de los robots e inteligencia artificial, culminando la revolución digital), puede ser fruto de la globalización, puede que sean cambios demográficos a largo plazo, puede que sea secular stagnation, o una combinación de varios factores. Imaginemos que una o varias de estas explicaciones es cierta y que la desigualdad creciente entre ricos y pobres es el nuevo estado natural de las cosas. ¿Qué políticas públicas deberíamos impulsar si este fuera el caso?

Esta es la pregunta que se planteaba Chris Dillow hace unos días, y creo que es una discusión interesante. La respuesta tradicional de la izquierda moderada respecto a la desigualdad hasta ahora ha sido bastante sencilla: una interpretación extensiva del concepto de igualdad de oportunidades, con un énfasis considerable en el valor de la educación y movilidad social. El estado debe redistribuir renta para hacer que cualquier persona pueda prosperar, apoyando a los más desfavorecidos para asegurar que la procedencia social no determine el futuro de nadie.

Para Dillow, estos principios son válidos en el contexto de una economía donde las clases medias ven su renta aumentar al mismo ritmo que los ricos, pero es una idea obsoleta en un mundo donde la desigualdad es endémica. Si vivimos en una sociedad donde los retornos del capital son enormes y garantizan la acumulación de renta a un 1% omnipotente dejando trabajos poco productivos, mal pagados y sin expectativas de futuro al 99% restante,  apostar por la educación y movilidad social no hará más que crear un montón de tipos con estudios universitarios en trabajos de tercera. Como mucho un título universitario te dará una oportunidad marginalmente superior de inventar algo y llegar al 1% de megaricos, pero el número de capitalistas siempre estará limitado por la pura estructura del sistema.

¿Cuál sería el papel del estado en una sociedad así para un gobernante de izquierdas?  Invertir en movilidad social sería una pérdida de tiempo; generar montones de universitarios no crea riqueza. Lo que querríamos hacer, en este caso, es olvidarnos de la igualdad de oportunidades y simplemente pensar en igualdad material directa y cohesión social para hacer que la democracia siga siendo viable. El contrato social sería permitir que el 1% lo siga siendo a cambio de impuestos y regulaciones que permitan al resto de la sociedad tener una vida digna en comunidades pacíficas y tranquilas. En una economía crónicamente desigual, la izquierda debería apostar por comunidad y convivencia por encima de la movilidad social.

Por supuesto, esto sería cierto sí y sólo sí el aumento de las desigualdades es por causas «naturales» y es irreversible sin destruir el crecimiento económico. Los argumentos detrás de cada una de las explicaciones sobre por qué la acumulación de riqueza ha aumentado son a menudo convincentes, pero es difícil saber si están en lo cierto. Aún si las desigualdades están aquí para quedarse es probable que la disotopía futura no sea un infierno donde sólo un 1% tiene una vida digna. Aún así, cuanto más ciertos sean los argumentos que favorecen la desigualdad estructural, más debería abrazar la izquierda la redistribución pura (impuestos negativos sobre la renta, renta básica, etcétera) y menos ganas debería tener de subvencionar universidades.

Más allá del mérito o no de una y otra postura, es un ejercicio mental interesante. Según entendamos mejor el por qué muchos países desarrollados son cada vez menos igualitarios, deberíamos revisar qué clase de políticas públicas son aceptables desde la izquierda.


31 comentarios

  1. Ramsey dice:

    Lo que la literatura sobre job polarization dice es algo más sutil. No es que haya un problema de cambio tecnológico: es que hay un problema de desajuste entre el sistema educativo y el cambio tecnológico. http://economics.mit.edu/files/7490 Lo que no está claro es que no haya ningún sistema educativo que pueda aliviar este tipo de cosas. Es normal llegar a conclusiones deprimentes sobre el efecto de las políticas si postulas que las políticas no tienen efecto! En particular, lo que sabemos es que la inversión en primera infancia y en el desarrollo de habilidades no cognitivas tiene rendimientos cada vez mayores.

    Hay que tener un poco más de cuidado haciendo este tipo de especulaciones basadas en estadística descriptiva.

    Ahora ¿Qué ocurre si la desigualdad llega para quedarse? En esta historia hay que factorizar que el crecimiento es un proceso politico económico. Lo más probable es que a) O no llegue para quedarse porque la mayoría de desfavorecidos expropie al 1% o b) La política esté demasiado contaminada por el dinero de los ricos que intentan evitar que los expropien que hablar de «izquierda moderada» o, incluso, de democracia en general, sea un ejercicio un poco estúpido.

  2. Alatriste dice:

    Roger, después te quejarás de que vayan y digan que Politikon es un conocido antro neoliberal…
    Nota: Por si no se nota, es ironía.

    Respecto al tema principal no estoy en absoluto convencido de que esa historia sobre el desajuste entre la economía y el sistema educativo sea correcta (más bien temo que en esta revolución industrial van a quedar pocos trabajos que un ordenador no pueda hacer, incluyendo muchos intelectuales como el de programar) pero aún suponiendo que fuera cierta queda el problema más serio, el de que por bueno que sea el sistema eductivo la gran mayoría no sirve para ingeniero o para analista de futuros ¿Qué va a pasar con esa gente dentro de poco, cuando no haya cajeros en el supermercado, los vehículos se conduzcan solos, los almacenes estén robotizados…? Es demasiado fácil imaginar un mañana en el que la decisión para muchos jóvenes sea que uniforme prefieren, el naranja vivo o el azul oscuro.

    Si, claro que exagero, pero el problema de fondo va a ser muy real.

    • dalek_fan dice:

      Se pueden quejar, si uno lee lo de «subvencionar la universidad» y automáticamente lo asocia con dejar de facilitar que quienes menos recursos tienen puedan acceder igualmente a la misma 😛
      Por poner un ejemplo.
      La idea de combinar una universidad «cara» con un gran sistema de becas suena muy bien en principio, pero aquí (y no solo aquí) estamos empezando a combinar universidad cara y pocas o nulas becas.

      Es normal que les reprochen la elitización del conocimiento. Puede sonar a eso.

  3. JLPC dice:

    ¿Acabará la izquierda propugnando abiertamente el «tittytainment»? Todo es posible, señor Senserrich.

  4. Yo creo que el tema de la desigualdad es uno de los más importantes. La desigualdad de la renta puede desincentivar el crecimiento, tanto si es excesiva como si es escasa. Un escasa desigualdad no incentiva demasiado al trabajo y al ahorro porque casi todo el mundo tiene acceso a una renta semejante con independencia de su esfuerzo, una excesiva desigualdad desanima a cualquier tipo de esfuerzo ya que se considera baldío porque que la expectativa de éxito es remota .

    Me da la sensación de que en el caso americano los casos de excesiva desigualdad de la renta pueden estar más ligados a excesos en la desigualdad de la riqueza. El patrimonio personal o familiar puede ser que abra o cierre muchas puertas.

    En el caso español creo que el problema de la desigualdad de la renta es otro. Creo que no viene de la desigualdad de la riqueza, sino de la desigualdad en el posicionamiento social. La España del siglo XIX vivió cambios importantes, donde se abrieron muchos nuevos negocios, en muchas ocasiones por el impulso personal de un emprendedor. En el siglo XXI, los descendientes de aquellos emprendedores, en su mayoría, ya no gozan de la misma fortuna porque esos patrimonios se han dividido entre cientos o incluso miles de descendientes, pero sí conservan, en su mayoría, un gran posicionamiento social. En nuestra época ya hace muchos años que las principales empresas pertenecen a sectores muy maduros y asentados. Hay muy poco emprendimiento y muchas personas dedican excesivos esfuerzos a mantener una posición y pocos o ninguno a arriesgar en actividades innovadoras. Formar a la gente tiene sentido cuando nos adentramos en un mundo de emprendimiento, donde cualquier persona con capital suficiente tenderá a financiar a los más preparados. En un país en el que las actividades más importantes son la mera gestión de negocios maduros, parece lógico que los inversores busquen fundamentalmente una persona bien posicionada socialmente. Creo que el problema de la desigualdad en España debe atacar este problema acuciante de que muchas personas muy bien posicionadas no luchan por emprender sino por mantener una posición, lo que puede dejar en papel mojado la igualdad de oportunidades y convertir la búsqueda de una economía innovadora en una quimera.

    Un cordial saludo.

    • dalek_fan dice:

      «Un escasa desigualdad no incentiva demasiado al trabajo y al ahorro porque casi todo el mundo tiene acceso a una renta semejante con independencia de su esfuerzo»

      Eso forma parte del debate de la renta básica. Pero a mi es un planteamientoque me desagrada profundamente, toda esa sacralización del trabajo por el mero hecho del trabajo mismo, o que si la gente tiene ya lo necesario se dedicará a vaguear, dicho vulgarmente. Puede entroncar peligrosamente con esas afirmaciones de que a los pobres les gusta ser pobres porque así pueden vivir de la subvención.

      Pero una vez dicho eso, ¿de dónde sale esa mentalidad de que todo esfuerzo tendente a satisfacer ambiciones es inherentemente positivo?. No es que yo tienda a la teoría del decrecimiento, pero igual habría que plantearse que con el aumento de la mecanización, es posible que algunas personas no vayan a tener nunca esa oportunidad para esforzarse y ahorrar simplemente porque no habrá trabajo para ellas.

      • dalek_fan, los impuestos con los que se financiaría una renta básica, o cualquier otro gasto vienen de la renta. Hay que tener muy presentes los incentivos para generar una renta con la que poder, entre otras cosas, practicar una política de redistribución. ¿Hay pobres que lo son por elección, como forma de vida? Puede ser que haya gente que crea que las carencias materiales son necesarias en la vida, pero creo que son una minoría, muy respetable, pero minoría. La mayor parte de la gente es pobre por circunstancias como la carencia de oportunidades, la discapacidad, otras formas de enfermedad, el lugar donde se nace y tantas otras cosas que no se pueden elegir. Este tipo de pobreza no va elegir un menor esfuerzo como alternativa, porque no son pobres por haber elegido una determinada alternativa. Los que sí pueden elegir esforzarse menos en el trabajo y el ahorro son las personas que sí están en condiciones de tomar decisiones.

        Estoy de acuerdo con que la vida no debe estar cegada por la ambición a toda costa.

        En cuanto a lo de la mecanización, hay que tener en cuenta que las inversiones a las que va dirigido el ahorro van dirigidas a mucho más que máquinas. Va dirigida a elementos tales como edificios, infraestructuras, programas informáticos, elementos de transporte, etc. Todos estos elementos incrementan la productividad de los trabajadores, con lo cual elevan la demanda de trabajo, siendo la fuente de incrementos en el número de trabajadores y en los salarios. Por otro lado, las máquinas han contribuido a integrar mejor a muchas personas, como por ejemplo a los discapacitados, facilitando su acceso al trabajo.

        Un cordial saludo.

        • dalek_fan dice:

          Pero el panorama al que ahora nos acercamos con la mecanización, es muy distinto de lo que se ha producido hasta ahora.
          Bueno, distinto hasta cierto punto, porque ya han desaparecido profesiones por la mecanización, transformándose en otra cosa distinta.
          Pero nunca a esta escala.
          Toda una enorme masa de trabajos de baja cualificación puede desaparecer, empezando por los relacionados con el transporte.

          Se que sueno neoludita y nada mas lejos de mi intención, pero no creo que sea ni mucho menos tan fácil como parece. Hay que replantearse el trabajo mismo tal como lo tenemos configurado socialmente.

      • Atlas dice:

        A mi, lo que más me escama de esa aseveración que comentas, dalek_fan, es que, que yo sepa, se da por supuesto con una naturalidad alarmante, cuando que yo sepa está muy lejos de haber sido probada. No hay sociedad que no se haya basado en los desequilibrios de renta aplastantes.

  5. fulano dice:

    Yo no creía que reducir la igualdad a igualdad de oportunidades fuera cosa de la izquierda moderada. Pensaba más bien que eso era de la derecha moderada y que un programa de izquierda moderada incluía una redistribución que fuera al menos un poco más allá.

  6. heathcliff dice:

    La idea de que la educación genera desarrollo es un mito: en realidad, es el desarrollo el que genera educación.

    Echad un vistazo a cualquier país. Primero vino la riqueza, por mil variopintas causas, y luego, sólo después, se extendió la educación.

    Por otro lado, repartir porque sí genera una serie de incentivos perfectos nada desdeñables…

    • Alatriste dice:

      Me temo que tengo que discrepar. Por ejemplo ¿Era Japón un país rico que se educó? A mí me parece todo lo contrario, el caso evidente de país en el que primero vino la formación, y trajo el desarrollo. Y no es un caso único, ahí están Corea, Taiwan, y el resto de los «tigres», pero en Europa tampoco creo que pueda decirse que los países escandinavos eran ricos y luego se hicieron educados.

      • heathcliff dice:

        Sí, Alatriste, en el caso de Japón primero llegó el dinero y luego la educación, y esto fue a través de dos caminos: el militarismo anterior a la guerra mundial, donde se produjo un enorme desarrollismo impulsado pro las élites, pero sin que la educación llegase a extenderse, y el posterior a la Guerra Mundial, con la aportación de capital norteamericano y la importación de su modelo.

        Si miras Corea es parecido.

        No hay ningún país pobre que salga de pobre invirtiendo en primer lugar en educación. Es una idea que nos encanta, pero no es así, me temo.

        • Alatriste dice:

          Ya. Y ese militarismo japonés tuvo éxito sin educación ni desarrollo ¿No?

          Me parece que va a ser que no. Primero, a mediados del siglo XIX, vino la apertura de las fronteras del país y un enorme, masivo esfuerzo nacional por la educación, la industrialización y el comercio. Cuando aparecen las primeras aventuras exteriores militaristas fue tras 30 o 40 años (con la guerra chinojaponesa de 1895) y para entonces Japón ya era el único país desarrollado o «rico» de Asia, el único industrializado, con una tupida red de ferrocarriles, etc, y con una más que considerable población propia de técnicos, ingenieros y científicos. Decir que primero se hizo rico por medios misteriosos o por medios militares, creo sinceramente que no se sostiene.

          Y luego, cuando pasamos a Corea, Taiwan, etc, la cosa se pone peor ¿Cómo se supone que se hicieron ricos esos países antes de contar con una población formada a la occidental? ¿De dónde se supone que salió su riqueza si no fue de la exportación de productos manufacturados, algo imposible sin una masa de técnicos e ingenieros formados?

    • Joshua dice:

      Uff, heathcliff… te has pasado de frenada. En esa historia del huevo y la gallina que planteas, cada vez está más claro cuál fue primero. Y fue el contrario de lo que tú dices. Si Kuznets levantara la cabeza y viese las cosas desde ahora, lo primero que haría es desdecirse de todas las curvas de Kuznets (las que él dijo en LOS AÑOS 50 y las que se han inventado después en su nombre. La causalidad educación-crecimiento es grande y gorda como la copa de un pino.
      Ya tenemos bastantes interrogantes gordos como para plantearnos lo poco que está claro.

      • MuGaR dice:

        Una cosa que es cierta en lo que dice heathcliff es que para poder instaurar la educación obligatoria hasta edades avanzadas el país debe disponer de los recursos necesarios para mantener a esas generaciones inactivas muchos más años que antes. Así que es imprescindible un mínimo de riqueza antes de la educación (ya sea por excedentes o por préstamos). Esto no quita que luego se produzca un efecto multiplicador gracias a la educación.

      • heathcliff dice:

        Cuando los países pobres invierten en educación lo único que consiguen es la emigración de sus titulados, subvencionando así a los países que emplean luego esta mano de obra cualificada.

        A lo mejor os suena de algo lo que pasa cuando formas científicos en un país donde no hay laboratorios ni las empresas invierten gran cosa en I+D

        Gastar en educación cuando no tienes industria, es como gastar en barcas cuando no tienes río. Al final, alguien se lleva la barca a otro lado.

        Otra cosa es que, partiendo de una masa crítica mínima, la educación ayude A POSTERIORI a incrementar esa masa económica.

        • Alatriste dice:

          Pues vas a tener que explicar por qué eso no es lo que ocurrió en Japón,, ni en Suecia, ni en Noruega, ni en Corea del Sur, ni en Taiwan, ni en Italia, ni… bueno, en ninguno de los países que han conseguido pasar de pobres a desarrollados. En especial, tendrás que explicar de dónde se supone que ha salido la riqueza que permitió la educación en países como Corea del Sur (por poner solo un ejemplo) que en 1953 era un erial subdesarrollado y arrasado por la guerra y que carece de materias primas exportables dignas de mención.

          En otras palabras ¿Cómo se consigue crear una industria fuerte sin educación, técnicos, ingenieros y científicos? A mí me parece posible formar a la población para crear una industria, pero ¿Cómo crear una industria sin trabajadores cualificados, técnicos, etc? Puede haber cimientos sin casa, pero no casa sin cimientos…

          Y sí, claro que una parte emigrarán si pueden y no se les dan incentivos para quedarse. Pero saltar de ahí a decir que «lo único que consiguen es la emigración de sus titulados» me parece primero contar una historia que sonará plausible a primera vista pero no responde a lo que ha ocurrido en el mundo real, y segundo, confundir la formación en general, que incluye de todo desde torneros y fresadores a físicos nucleares, con la de una minúscula fracción de lo que hace falta para una economía desarrollada.

        • Joshua dice:

          Bueno, si no tienes río ni piensas tenerlo, da igual que inviertas en barcas que en cualquier otra cosa. Tendrás que emigrar a un sitio con río, con educación o sin ella. La opción secano la tenemos ya cerrada: hay demasiados países por ahí que lo hacen mejor que nosotros.
          También ocurre a veces que esas barcas vuelven y son capaces de generar los ríos por los que navegan.
          Pero eso no ocurrirá si mucha gente cree en el chascarrillo que traes de las barcas y los ríos… que van a dar a la mar.

    • Moisés dice:

      Me supo a la discrepancia de Alatriste. A qué país te refieres? No veo uno yo…

    • Alfonso dice:

      Bueno, no creo que Cuba sea un país muy rico, pero si que parece que su sitema educativo está muy extendido ¿no?.

  7. Joshua dice:

    Roger, no sé si a estas alturas de la película se sostiene eso de que los que pansamos que esto NO es un accidente seamos unos pesimistas. Ya sé que puede parecer un asunto menor, que la palabra elegida puede resultar neutral, pero… ¿Qué se supone que es la opción más probable, es decir, la que marca la frontera entre el pesimismo y el optimismo?
    Nada, ya perdonarás, pero estoy un poco harto de estar siempre en el lado de los pesimistas y ya estoy planteandome si esto de etiquetar las cosas con esas categorías es neutral.
    Por lo demás, muy interesante lo que traes y cómo lo presentas. Si acaso añadiría una cosa. Redistribuir bien es complicado, sí, pero más complicado es cuando se predistribuye cada vez peor (tanto desde el punto de vista de la justicia como desde el punto de vista de la eficiencia).
    No tengo tan clara la ecuación: educación + concentración ganancias del capital = titulados en paro o trabajando de camareros. Para que se cumpla tiene que haber alguna condición adicional: instituciones corruptas, meritocracia cero, valor bajo o fácilmente apropiable del capital humano. Suponer que nada de eso puede cambiar SÍ que es pesimista.

    • Joshua dice:

      Y una condición adicional: que siga aumentando la regresividad de los impuestos (de lo que no dices nada) y la regresividad de las transferencias monetarias y en especie (de lo que va la entrada).

  8. Hejo dice:

    Hummm… ¿Son imaginaciones mías, o el artículo no está tan alejado de uno de los problemas indicados por Piketty, que es que la desigualdad seguirá creciendo mientras el capital sea más rentable que el trabajo? Quizás parte de la solución entonces fuera dificultar la acumulación de riqueza:
    -fraude fiscal e ingenierías financieras varias (p.ej. Sicavs), incluyendo paraísos fiscales
    -aumentar la tributación de los dividendos hasta más o menos igualarlos a las rentas de trabajo
    -favorecer la competencia evitando las reglamentaciones legales «a medida» y obligar a las empresas a publicar la rendición de cuentas de las ayudas y subvenciones recibidas
    -….
    No sé, a veces me dá por pensar que quizás la desigualdad aumenta no tanto por que las políticas de distribución sean ineficientes, sino porque hay quienes contribuyen muy poco al mantenimiento del Estado, mientras que no se cortan ni un pelo a la hora de solicitar ayudas de todo tipo al mismo.
    Esto no significa que toda crítica / oportunidad de mejora a las políticas de distribución no deba ser bienvenida.

  9. ElHombrePancho dice:

    Yo sólo paso por aquí a comentar que los «si» de «si y sólo si» no llevan tilde.

  10. Gerion dice:

    No me parece que la acumulación de riqueza en un 1% de la población sea algo que haya dejado de producirse en cualquier momento y lugar, a nivel mundial. De hecho, creo que es lo normal, así que me sorprendería mucho que alguien fuese capaz de encontrar un ejemplo de lo contrario. Mientras sigamos creyendo que la capacidad de trabajo es lo que nos puede hacer ricos, vamos mal. Está bastante claro que el rico es aquél que, o bien nació siéndolo, o bien fue patrocinado por otro rico y supo aprovechar su influencia sin caer en desgracia. Y no importan ni la formación académica – que se compra fácilmente si tienes dinero – ni la aptitud personal – salvo la de medrar en un entorno de poder –

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