Internacional

Servicios para pobres y tipos marginales

6 Ago, 2014 - - @egocrata

Los servicios públicos que forma parte del estado de bienestar en Connecticut son en su mayoría means tested, es decir, restringidos según renta. Sólo aquellas familias que tienen unos ingresos por debajo de un determinada cantidad pueden acceder a programas como ayudas para comprar alimentos (SNAP, los antiguos food stamps), sanidad gratuita (Husky, el nombre de Medicaid en Connecticut), subsidios al alquiler (section 8) o a guarderías preescolares (Care 4 Kids, en Connecticut). En general el límite se define en relación al nivel de pobreza federal (FPL),  con cada programa con una frontera distinta (SNAP está en 185% FPL, Medicaid 138% para adultos y 200% para niños, ayudas para alquiler varía según el condado) para asegurarse que nadie realmente entienda el sistema demasiado bien.

Esta semana en el trabajo hemos estado analizando una hoja de cálculo que hemos construido con la ayuda de otra ONG para intentar analizar el sistema de ayudas de forma agregada. Aparte que el proceso de acceder a todas estas ayudas es complicado (están administradas por departamentos distintos, y los impresos de solicitud a menudo pasan de 20 páginas), la interacción entre todos estos programas es a veces difícil de ver.

Nuestra principal preocupación es el efecto que un aumento del nivel de ingresos puede tener en las ayudas recibidas por una familia pobre, y los incentivos que eso puede generar. No es inusual escuchar de forma anecdótica a gente que no quiere trabajar más horas para no perder prestaciones sociales o su vivienda de alquiler pública. La sospecha es que en ocasiones los aumentos de ingresos de una familia basta para «moverlos» fuera de la franja donde pueden recibir una prestación. Eso se traduce que bajo determinadas circunstancias alguien puede ganar $100 más a la semana en el trabajo, pero a la práctica acabar con un renta disponible casi idéntica que antes al perder ayudas al alquiler, SNAP o otros servicios parecidos. A efectos prácticos, los estos programas y su desaparición crean una especie de tipo impositivo marginal artificialmente alto que puede dejar a alguien con muy pocos incentivos de trabajar más.

¿Qué resultados da el modelo? Connecticut tiene un estado de bienestar muy generoso para lo habitual en Estados Unidos (los estados tienen una enorme libertad para decidir su nivel de gasto social), así que las prestaciones son a menudo relativamente generosas. Yo esperaba que en vista que la mayoría de programas dejan de actuar entre 138 y 185% FPL acabaríamos viendo unos tipos marginales efectivos relativamente altos en esa franja de ingresos, allá por el 80% en los peores casos. Una vez hemos calculado el efecto de todos los programas, sin embargo, la cosa sale bastante peor: el tipo marginal máximo que nos encontramos ronda el 170%, con largos tramos por encima del 100%. Para algunas familias, al llegar al nivel de pobreza federal, pierden 70 céntimos de renta efectiva por cada dólar adicional que ganen en el trabajo. Es decir, un incentivo increíblemente potente para no salir de la pobreza.

Para hacer la cosa aún peor,  estos tipos marginales por encima del 100% sólo aparecen en familias con hijos. Los dos programas que de lejos producen el peor benefit cliff (literalmente, acantilado de beneficios – el término utilizado para describir estos efectos) en Connecticut son los subsidios para educación preescolar y para el alquiler de vivienda. El primero es un programa muy redistributivo pero espantosamente diseñado, el segundo es un programa ya de por sí mal diseñado que además se enfrenta a un mercado de vivienda horrible en el que perder la prestación sea aún más doloroso. Sin estos dos programas, el tipo marginal máximo se limita a un «modesto» 75-80%, sólo ligeramente peor que el de familias sin hijos.

Con resultados así uno se esperaría que Connecticut tuviera entonces una movilidad social espantosamente baja. Los pobres tienen un incentivo económico fuertísimo para nunca dejas de serlo; al fin y al cabo una familia de de tres, sin ir más lejos, pierde nivel de renta si pasa de ganar 10.000 a 20.000 dólares al año, y realmente no recupera el nivel de bienestar que tenía de inicio hasta los 30.000 (las ayudas sociales,  en algunos casos, suman más de 20.000, entre seguro médico, food stamps, subsidios de alquiler y demás). Sin embargo, y aunque parezca mentira, Connecticut está un poco por encima de la media en movilidad social, con indicadores muy superiores a algunos estados del sur donde los servicios sociales casi brillan por su ausencia.

¿Por qué? La verdad, no estoy del todo seguro; es algo que estamos intentando descifrar. Una de las posibles explicaciones es que la misma fragmentación del estado de bienestar entre diferentes administraciones hace que en realidad muy pocas familias vean estos tipos marginales ya que en realidad casi nadie recibe todos los programas sociales a los que tiene derecho. Section 8 Care 4 Kids son, además, los dos programas más complicados de conseguir, con listas de espera en ambos y papeleo especialmente delirante. A efectos prácticos, el tipo marginal nunca llega a ser demasiado alto porque el estado de bienestar realmente no llega a todo el mundo que lo necesita.

La segunda explicación sigue lo que sabemos sobre movilidad social a nivel agregado: Connecticut tiene relativamente poca segregación por ingresos, tiene una tasa de familias monoparentales por debajo de la media, mayor vida asociativa y un gasto en educación muy elevado. Por muchos incentivos perversos que coloques en el camino de las familias pobres, socialmente es un estado que genera más oportunidades para los que menos tienen. Con un estado de bienestar mejor diseñado es posible que la movilidad fuera aún mayor, pero es difícil saberlo.

Finalmente, queda la explicación más sencilla de todas: el efecto de los tipos marginales sobre el comportamiento es muy limitado. Hay bastantes estudios sobre el tema (aunque, todo sea dicho, la mayoría no son demasiado buenos – casi siempre analizan los programas por separado, no en su conjunto) y en general no parecen detectar que los afectados por estas barreras fiscales cambien demasiado su comportamiento.  Casi nadie parece entender demasiado que es esto de los tipos marginales, al fin y al cabo. Esto, sumado al hecho que casi nadie está feliz recibiendo ayudas sociales de la forma más rebuscada y humillante posible, así que cuando tienen la oportunidad de salir del agujero, intentan hacerlo. El problema, tristemente, es que esas oportunidades parecen escasear cada vez más.

A efectos prácticos, si los servicios means tested realmente fueran un incentivo perverso para salir de la pobreza la solución es relativamente sencilla: hacer que los servicios del estado del bienestar sean universales. Si la educación preescolar es gratuita, nadie va a temer ganar más dinero para no perder la plaza en la guardería; universalizar el servicio elimina los benefit cliffs. Esta es la solución europea, esencialmente, y aunque es cara, funciona bien. Si uno no quiere tener al estado ofreciendo servicios siempre se puede recurrir a un impuesto negativo sobre la renta con tipo único o una renta básica universal y listos, y que cada uno se pague lo que quiera.

Para mi desgracia en Estados Unidos no podemos ir pidiendo estas cosas tan comunistoides, ni siquiera en Connecticut, así que tendremos que buscar otra salida. Universalizar la educación infantil quizás sea factible, aunque complicado; estos días estamos discutiendo qué opciones tenemos. Sobre los precios de la vivienda… en fin, eso es para otro día.


19 comentarios

  1. Roger Senserrich dice:

    Y sí, el artículo de hoy tiene bastante de «ahora explico lo que estoy haciendo en la oficina». Creo que es interesante, pero si os aburre decidlo.

    • Adrian dice:

      Lo es, lo es. Yo llevo también un tiempo pensando en el análogo fiscal: hay empresas en España que no quieren crecer por encima de cierto límite porque, bueno, dejarían de ser PYMEs y perderían dinero vía impuestos.

      Me da la impresión de que buena parte de la culpa aquí se la lleva el hecho de que los sistemas de tributación son discontinuos. ¿Por qué no hacer un sistema que dependa continuamente de variables como el número de trabajadores de la empresa, en vez de hacer tramos? Sinceramente, me pregunto si hay alguna explicación razonable o es simplemente por incentivo político de los gobernantes.

      • Epicureo dice:

        Si sólo fuera la fiscalidad… Los saltos en obligaciones contables y sociales son una barrera considerable para contratar el décimo empleado, por ejemplo. Estas «facilidades» no ayudan nada a la creación de empleo. Y como no son cosas que se puedan gradualizar, la solución es difícil.

        Quizá sería mejor proporcionar ayudas económicas o técnicas para cumplir estas obligaciones, en vez de eliminarlas para las empresas pequeñas. Y de paso se mejoraría la calidad de la gestión.

  2. Alnair dice:

    ¿Y una reducción progresiva de las ayudas?

  3. Desde luego es un artículo muy interesante. Creo que los servicios públicos no deben ser para pobres por todo lo que magníficamente expone el artículo. Creo que los servicios públicos universales son una opción mejor, pero de dirigir a colectivos específicos una parte del gasto creo que una opción podría ser vincular ese gasto a colectivos vulnerables en función no de su renta, sino en función de características no modificables.
    En cuanto al efecto sobre la movilidad social me surge una pregunta. ¿Podría ser que el efecto renta fuese importante? Creo que, dado que unos tipos marginales tan elevados empobrecen al individuo, lo lógico sería que ese individuo consumiese menos ocio y dedicase, por lo tanto, más tiempo a trabajar y ello contrarrestase, en cierto modo, al efecto sustitución.
    Reciba un cordial saludo.

  4. Javier dice:

    Cierto. ¡Universalicemos los servicios públicos! ¿Qué es eso de dar food stamps y subsidios al alquiler sólo a los pobres? Son servicios públicos sólo para pobres. ¡Comedores comunales para todos! ¡Dormitorios públicos para todos!

    No, en serio, eso no es comunistoide. Es comunista.

    Lo de la renta básica universal «y que cada uno se pague lo que quiera» no es una propuesta honesta. ¿Y si luego no quieren comprarse un seguro médico? Les obligamos (ACA). ¿Y si luego no quieren pagarse una guardería? ACA de guarderías. ¿O se gastan el dinero en otra cosa y no salen del trailer park? ACA de alquileres. ¿Y si ya puestos tiran por el mínimo absoluto en educación? etc.

    Los que proponen rentas públicas saben que acabarían obligando a la gente a gastar la mayor parte de esa renta en lo que ellos quisieran. En seudomercados hiperregulados donde esa libertad de elección perdería todo su sentido. Al final es vuelta al estado dando servicios, sólo que con empresas contratistas de por medio.

    • Adrian dice:

      Javier, hasta donde sé esa idea ya se puso en marcha en India. Allí todo el mundo tiene derecho a una cierta cantidad de comida sí o sí. ¿Cómo se mantiene el sistema? Bueno, fácil: es una red de seguridad, así que la comida que recibes es comida de baja calidad. La cuestión es cómo asegurarse de que sólo *quieren* la ayuda aquellos que realmente la necesitan.

      • Javier dice:

        Ya, el sistema romano… Pero la crítica de politikon es precisamente que «los servicios para pobres son servicios pobres». Ese sistema de la India es precisamente lo que politikon critica: es comida sólo para pobres y por ende la comida es mala.

        La solución que propone politikon es que todos tengan que comer allí, para que así la comida sea buena.

  5. Marc dice:

    Quizas no s

    • Marc dice:

      Se me fue el dedo…

      Quizas no sea vuestro curro pero por lo que dices, mejorar el galimatias burocratico tiende a despejar el camino para acciones posteriores.

  6. Usuario dice:

    Según un artículo tuyo anterior:
    http://politikon.es/2012/07/10/iva-y-redistribucion/
    La mejor forma de redistribución es a base de gasto social y no vía impuestos.

    ¿Esto no contradice parte de lo que dices aquí? Ya que si universalizamos los servicios, ¿como redistribuimos?, ¿vía impuestos? que ya has dicho que es ineficaz.

  7. Cruz Alarcia dice:

    La verdad es que tenemos que dar las gracias por lo que tenemos: el sistema sanitario en España no es perfecto pero tiemblo al pensar qué ocurriría si fuera estadounidense (que no canadiense, ahí creo que son más de nuestro «estilo» en este aspecto).
    Eso sí, lo que tiene España es la mala costumbre de hundir a quien intenta echar un cable a sus semejantes. Me refiero a la Traba, y demás.
    Si os interesa:

    http://codigonuevo.com/desalojan-la-traba-centro-social-okupado-can-vies/

  8. dalek_fan dice:

    Yo es que llamar «estado de bienestar» a programas de subsidios sólo para pobres, y además programas de acceso difícil por trámites burocráticos, lo veo como un error.

    Y sobre lo caro o barato, no se si una sociedad con mas pobreza y desigualdad es mas barata.

  9. Miguel dice:

    Por favor, leer ese «fuertísimo» ha sido como un fortísimo puñetazo en los ojos.

    • tenpao dice:

      Del Diccionario panhispánico de dudas de la RAE.

      fuerte. ‘Que tiene fuerza’. Tiene dos superlativos válidos: fortísimo, que conserva la raíz del adjetivo latino y es mayoritario en el uso culto, y fuertísimo, formado sobre fuerte y más propio del habla coloquial (→ -ísimo, 3): «Nos despertó repentinamente un estruendo fortísimo» (Zaldívar Capablanca [C. Rica 1995]); «Era corpulento y fuertísimo» (Chao Altos [Méx. 1991]).

  10. Miguel Nebreda dice:

    Hasta qué punto será interesante que creo que este post logrará que mi novia (mexicana y con la idea de que el gasto público no tiene sentido porque sólo se dedica a subsidiar a pobres que de ese modo nunca dejarán de serlo) al menos se pase a la socialdemocracia.
    Dicho lo cual que alguien tenga esta mentalidad en el país del PRI es bastante comprensible. Mucho trabajo por delante

    • Carlos dice:

      Cierto. Mi esposa, chilanga por más señas, siempre alucinó con lo que veía en España, y piensa exactamente como tu prójima.

  11. Santiago dice:

    Creo que no es esperable que la movilidad social actual este relacionada necesariamente con los tipos marginales efectivos altos actualmente. Depende en gran medida de cuanto tiempo lleven esos programas en marcha. Si los dos programas que comentas con el mayor efecto son programas relativamente recientes, puede que gran parte de la movilidad social este causada por la gente que «salto» el «benefit cliff» antes de que esos programas estuvieran en marcha, cuando no era un abismo tan alto ni tan largo.

    Recuerdo haberme encontrado hace tiempo (3-4 anyos) con un analisis similar hecho en Francia. Tambien evaluaban el efecto de las ayudas estatales y locales (algunas monetarias, otras en forma de descuentos para transporte publico, etc.) dependientes de ingresos bajos sobre los ingresos marginales efectivos. En Francia creo que es esperable que la solicitud de muchas de estas ayudas sea mas sencilla y no tenga asociada la carga de «humillacion» a la que te refieres, por lo que es mas posible que la relacion entre la cantidad de personas que realmente reciben las ayudas y los que serian «eligible» sea mas alta. Eso quiza permita comprobar algunas de las hipotesis que planteas.

  12. Carlos Jerez dice:

    Este es un caso tipico en el Reino Unido. Aqui tengo un par de compañeras de trabajo que prefieren que no les paguen ciertas horas para mantener las ayudas sociales que reciben. Sin duda el diseño de estas condiciones deberia ser muy distinto.

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