Política

Cinco dilemas para federalistas sinceros

24 Jul, 2014 - - @kanciller

Hablar de federalismo se ha puesto de moda en los últimos tiempos pero siempre a gusto del consumidor. Hay desde quien apadrina la idea de reformar la constitución para dar un encaje federal a Cataluña hasta quien defiende que, de facto, ya estamos en ese escenario. Desde federalistas que recentralizarían educación y sanidad hasta los que dicen que solo se puede serlo si se reconoce el derecho a decidir. Estamos en un punto de confusión tal que el federalismo se está volviendo una de esas categorías que etiquetan pero no informan. Como es posible que el debate se acelere y sigamos añadiendo polvareda al tema, creo que puedo hacer una modesta contribución si doy cinco ideas sencillas para que hablemos el mismo lenguaje. Si de verdad existen federalistas sinceros en España deberían ser capaces de manejar estos conceptos y mojarse en cada uno de los dilemas que plantean.

1. El origen del federalismo

Federalismo viene de la palabra latina foedus, pacto. Como tal es un sistema de gobierno en el cual el poder político se divide por mandato constitucional entre una autoridad central (la federación) y los estados federados. En la formación de un estado federal existen básicamente dos caminos. Por un lado está la vía del coming together, que es el caso de aquellos países que se formaron como la unión de diferentes estados que deciden federarse, generalmente para oponerse a una amenaza exterior. Ejemplos son EEUU, Alemania o Suiza. Por lo tanto los estados son pre-existentes al acuerdo. Por el otro lado está la vía del holding together, que son aquellos países unitarios que deciden descentralizarse para acomodar diferentes demandas de autogobierno. Ejemplos son Bélgica o, con matices, Reino Unido. La soberanía inicial (y final) recae en el Estado en su conjunto que, por la vía de la descentralización política, la transfiere a unidades constitutivas de nueva creación.

En España y desde una óptica política hay que responder una cuestión de base ¿Las unidades federadas a.k.a. Comunidades Autónomas son sujetos de soberanía, un demos, previos al pacto constitucional o bien la soberanía recae sobre el conjunto del Estado? ¿Lo son algunas sí y otras no (véase punto 3)? ¿Cúales si es el caso y por qué?

2. El modelo cooperativo frente al modelo dual

A la hora de diseñar las competencias constitucionales entre ambos niveles de gobierno se suele distinguir entre dos tipos de federalismo. Por un lado está el federalismo dual, que es aquel en el que hay una diferencia muy clara entre los poderes de cada nivel. A cada nivel, una competencia, tal como ha sido históricamente en EEUU. Por el otro lado está el federalismo cooperativo, en el que competencias más importantes están repartidas en diferentes estadios de legislación/ ejecución entre ambos niveles. Por ejemplo, en educación el nivel federal hace normativa general o de bases y corresponde a la entidad federada el desarrollar la ley, modularla y ejecutarla. Alemania es el principal ejemplo de este tipo. En general, casi todos los países federales han evolucionado hacia un modelo más cooperativo, como en el caso de EEUU, que a partir del New Deal sobrecargó los poderes del estado federal aunque, como se puede imaginar, no sin poca controversia.

España hoy se asemeja a un modelo de descentralización cooperativa y el estado central tiene gran capacidad de influencia a través de las leyes de bases ¿Se quiere mantener/ reforzar ese modelo o avanzar hacia un sistema basado en el principio de “una administración, una competencia”? ¿Se opta por más sencillez/diversidad o más complejidad/homogeneidad en el ejercicio del autogobierno?

3. El federalismo simétrico y el asimétrico

Es importante considerar que la diferencia de competencias no solo se puede dar entre el nivel central y el regional, sino también entre los propias regiones. En algunos casos existe una distribución simétrica de las competencias, en el que todos los estados federados tienen las mismas atribuciones y poderes. Así funciona en Austria, por ejemplo. Sin embargo, puede ser que haya un país en el que algunos estados federados tengan más competencias que otros. Un ejemplo sería el caso de Canadá, donde Quebec tiene competencias en materia lingüística y de inmigración que otras provincias no tienen, especialmente sobre la base de su relación privilegiada con países de habla francesa. En general, la tendencia global es hacia una mayor “simetrización” en todas las federaciones porque la competencia entre estados suele arrastrar a ese escenario.

El principio de descentralización en España se realizó distinguiendo entre la vía rápida y la vía lenta (la primera con techo competencial más alto para nacionalidades históricas), pero la tendencia ha sido a la simetría entre CCAA por un proceso lento pero continuado de igualación ¿Se quiere un modelo que ofrezca niveles de competencias/ autogobierno diferentes según la autonomía o bien mismos poderes para todas? ¿Cómo se relaciona con las respuesta a 1. y 2.?

4. Autogobierno y gobierno compartido

El federalismo se suele estudiar sobre dos ejes básicos. El primero es el nivel de auto-gobierno que tienen las unidades federadas. Aquí entran materias como tener ejecutivos y legislativos electos por los ciudadanos, que el gobierno regional tenga capacidad para fijar impuestos sobre personas físicas, sociedades o de carácter indirecto, competencias amplias (desde cultura como la más básica hasta policial y de inmigración como las más importantes) o una administración regional plenamente autónoma. El segundo es el grado en el que las unidades sub-estatales participan formando la voluntad del centro político, de gobierno compartido. Esto último se consigue cuando los estados federados tienen que participar obligatoriamente de una reforma constitucional, hay un Senado fuerte en el que pueden vetar o condicionar la política federal, los estados pueden decidir los impuestos nacionales o se hace necesario acuerdos intergubernamentales para aplicar las políticas.

Mirando ambas dimensiones hay gran variedad de combinaciones. Hay países donde las regiones tienen mucho autogobierno y mucho gobierno compartido (Alemania), donde tienen mucho gobierno compartido pero poca autonomía (Austria) o donde tienen mucha autonomía pero poco gobierno compartido (Reino Unido).

descentralizacion

En España se apunta a que hay niveles de autogobierno importantes (para discusión del cuadro aquí) pero las CCAA participan muy poco de las decisiones nacionales ¿Sobre qué materias deberían tener capacidad de autogobierno las autonomías? ¿Hay que revisar el catálogo de competencias? Respecto al gobierno compartido ¿Se está dispuesto a reformar el Senado/ Constitución y darle capacidad de legislar sobre decisiones de su ámbito, asumiendo que eso es crear una institución más con capacidad de veto? ¿Qué hacemos si dos CCAA son “minoría permanente” frente a las demás porque tienen partidos propios?

5. El federalismo fiscal

Por último, un componente clave a resolver es cómo se articula un modelo de federalismo fiscal – que simplifico aquí. El federalismo fiscal se basa en el principio de corresponsabilidad, de tal manera que las administraciones sean responsables de los gasto y los ingresos que realizan en el ejercicio de sus atribuciones de autogobierno. De esta manera, pueden proveer los servicios al nivel que demandan sus ciudadanos y, lo que es más importante, que ellos soporten una carga fiscal correspondiente. Así, lo importante es que se permita que haya claridad en la atribución de responsabilidades; los ciudadanos podría distinguir con claridad qué autoridad se encarga de dar el servicio público/ hacerles pagar por ello y votar en consecuencia. El debate es complejo porque el nivel federal también dispone de transferencias condicionadas o incondicionadas que pueden afectar a estos elementos, además de suelos mínimos de financiación para competencias compartidas o solidaridad interregional/ balanzas fiscales. En todo caso, no invalida el principio anterior.

España tiene un sistema de financiación caracterizado por integrar un modelo confederal (con Euskadi y Navarra) y uno de régimen común. El primero se basa en que las diputaciones recaudan y gastan para luego negociar cuánto pagan al Estado por los servicios prestados. El segundo se caracteriza por el desequilibrio entre el gasto y el ingreso (las CA pueden gastar mucho, tienen poco control de tributos), el escaso uso de las CA de tributos propios con ausencia de límites de endeudamiento, su bilateralidad y ser un modelo abierto y renegociable con goteo de transferencias continuado – ver desarrollado aquí. Las preguntas entonces son; ¿Se puede avanzar hacia un modelo de federalismo fiscal? ¿Cómo se cuadran criterios ajustados a diferentes mayorías políticas? ¿Cómo se relaciona esto con la pregunta 3. y 4.?

***

Un federalista sincero debería ser capaz de responder a todas estas cuestiones de manera más o menos coherente y asumiendo las implicaciones que tiene. No hay que olvidar que lo que subyace es una tensión. Autogobierno implica asumir que hay territorios que van a ser diferentes en función de las preferencias de sus votantes, con lo que la igualdad entre regiones y las economías de escala con seguridad se van a resentir. Por lo tanto, se hace necesario optar por un modelo en función de qué principios se quieran primar. Pero aunque se resuelvan estas preguntas más o menos de manera satisfactoria, luego hay que pensar en cómo se articulan unas mayorías políticas favorables. Si uno mira las preferencias por territorio ve fácil el sudoku:

figure-3

Lo que tenemos frente a nosotros son mayorías y preferencias diferentes en función del territorio. El nuevo diseño del Estado de las Autonomías es por lo tanto un reto político de gran magnitud que invita a reflexión y a complicados encajes de bolillos. Ahora bien, yo daría un aviso a navegantes: Si el federalismo en España se plantea como un simple eslogan, como una mera estrategia reactiva en función de la coyuntura política, ha perdido la batalla antes de empezar.


36 comentarios

  1. […] Cinco dilemas para federalistas sinceros […]

    • Pintamonas dice:

      Con respecto al dilema 3 «¿Se quiere un modelo que ofrezca niveles de competencias/ autogobierno diferentes según la autonomía o bien mismos poderes para todas?», si la respuesta es «niveles de competencias/ autogobierno diferentes», yo preguntaría a continuación: ¿Acepta entonces que su CA tenga menos competencias o autogobierno que otras?. Si la respuesta es que sí, me parece todo coherente, pero si la respuesta es que no, entonces creo que estamos ante un aprovechado, y no cabe esperar frutos de la discusión.

  2. Alatriste dice:

    Es posible que sea una ficción legal, a eso tendría que responder un experto en el tema, pero se supone que Estados Unidos existía antes de la constitución y de los estados. El preámbulo de la constitución («We the People of the United States, in Order to form a more perfect Union…») asume claramente que ya existía «la Unión» y que se trataba de hacerla «más perfecta».

    • MuGaR dice:

      Y es que las unidades que «compusieron» USA antes eran colonias. La ficción legal es llamarlos Estados.

    • Francisco dice:

      Alatriste:

      La Unión ya existía:

      http://es.wikipedia.org/wiki/Art%C3%ADculos_de_la_Confederaci%C3%B3n

      Pero era muy ingobernable, de ahí la necesidad de una nueva Constitución para hacer la Unión «más perfecta».

      • M. Alonso Sierra dice:

        De los Articles of Confederation:

        «Each state retains its sovereignty, freedom, and independence, and every power, jurisdiction, and right, which is not by this Confederation expressly delegated.»

        «The said States hereby severally enter into a firm league of friendship with each other, for their common defense, the security of their liberties, and their mutual and general welfare, binding themselves to assist each other, against all force offered to, or attacks made upon them, or any of them, on account of religion, sovereignty, trade, or any other pretense whatever.»

  3. Vlad dice:

    Pero es que aquí hay que negar la mayor. La idea de fondo de la democracia consiste en el gobierno de la mayoría para el beneficio del mayor número. La idea de descentralización, al acotar perímetros de solidaridad más estrechos va a la contra, frontalmente, de esta idea.

    Por eso me alegro mucho de que el profesor Kanciller haya sacado este dilema a colación: el federalismo y la descentralización, al igual que el nacionalismo, son un invento burgués y debe ser combatido por cualquier persona con ideas afines al progreso.

    • Pescador dice:

      Que se contrapone a la idea de fondo de que la mayoría pueda ejercer su dictadura de la minoría. Democracia no es dictadura de las mayorias.
      La idea de descentralización va tambien a favor del humanismo, a cada cual según sus necesidades, a cada cual según sus capacidades, mientras que tu idea va hacia un igualitarismo casi comunista.
      El federalismo y la descentralización son muy anteriores a la burguesía, solo tienes que echarle un vistazo al mapa poítico de Europa en los últimos 2000 años.

      • Vlad dice:

        Por supuesto que son muy anteriores a la burguesia; como la esclavitud y las senyorias, digamoslo de paso. Sin embargo, la idea de descentalizacion dentro de un regimen democratico SI es historicamente burguesa y aristocratica en casi todos los paises. Y lo es mucho mas en Espanya, donde se ha articulado como acomodo a la ideologia nacionalista que es quintaesencialmente una ideologia de ricos y mamporreros de los ricos. El dia que las fuerzas de izquierdas decidieron acomodar el identitarismo en lugar de combatirlo, sea del color que sea, dejaron de ser tal cosa.

        Y es cierto que solo tiene sentido como instrumento contramayoritario, es decir, como contrapeso al principio democratico. Aqui cada cual con su ideologia, como es natural. Yo tengo claro cual es la mia.

  4. Cosmopolita dice:

    Yo como persona con ideas afines al «progreso» apuesto por la siguientes propuestas:
    Como todos somos ciudadanos del mundo y las fronteras no tienen sentido hoy en día, eliminar las fronteras de Ceuta y Melilla y permitir a los navegantes africanos visitarnos sin el menor impedimento
    Para solucionar el problema de natalidad en España podríamos unirnos en recuerdo del malogrado Al-Ándalus con Marruecos, donde la población aun parece tener la virilidad suficiente para tener hijos.
    En atención a las desigualdades territoriales que se crearían en este nuevo Al-Ándalus propongo que transfiramos el 8% de nuestro PIB durante 30 años a nuestros compatriotas, cosa que sin duda ayudara a su desarrollo y no creara redes clientelares.
    Si no funciona y siguen teniendo tasas de paro desaforadas propongo darles un 10%.
    (Toda solidaridad es poca con aquellos que han levantado este país recogiendo fruta, en la construcción, etc…)
    Atendiendo a criterios demográficos y puesto que en un futuro la mayoría de la población su lengua materna seria el árabe propongo que el idioma oficial de todo el estado sea el árabe, al fin y al cabo las lenguas son para entenderse. Por su puesto en cada comunidad pueden aprender y usar en su vida privada como elemento folclórico su idioma regional ya sea andaluz, castellano o murciano.
    Y por ultimo en aras de librar a Madrid de su deficit fiscal en nada relacionado con su condición de capitalidad, trasladaría la capital del reino a Rabat.
    Yo creo que Podemos!

  5. Stravrogin Iglesias dice:

    «Y por ultimo en aras de librar a Madrid de su deficit fiscal en nada relacionado con su condición de capitalidad, trasladaría la capital del reino a Rabat.»
    Yo creo que si trasladáramos la capitalidad a Rabat (¿por qué no a Barcelona?) trasladaríamos las redes clientelares allí, cosa que en Rabat (¿en Barcelona no?) ya parecen tener de sobra.
    Tanta membrillada irónica no merece un comentario. Se supone que hay que hilar un poquito más fino, si no saco el «Risk» y además de simplificar me divierto de verdad.
    … Es que tela: «…en aras de librar a Madrid de su déficit fiscal en nada relacionado con su condición de capitalidad…», esto tiene la contradicción en sí misma, es una auténtica aporía.
    Invito a «Cosmopolita» (aunque parece «Pueblopolita») a argumentar de verdad.
    Un saludo.

    • LiMA dice:

      a mí el mensaje de Cosmopolita me ha parecido gracioso. Muestra que las respuestas al tema catalán tipo la de Vlad (gran escándalo, se quieren crear fronteras, insolidaridad etc) es un absurdo: todos (o casi todos) tenemos una cierta disposición a financiar políticas redistributivas en nuestra «colectividad de referencia», pero no (o en mucha menor medida) fuera de ella. Por eso las transferencias interiores entre las regiones de un país son casi siempre un orden de magnitud mayor que las realizadas entre el país y otros más pobres (cooperación al desarrollo pública y privada).

      lo que tenemos que preguntarnos es por qué la evolución de la relación Catalunya-resto España en los últimos años está llevando a que la colectividad de referencia de muchos catalanes sea cada vez más Catalunya, y cada vez menos España en su conjunto. Esa es la madre del cordero. Una vez que eso pasa, las reivindicaciones de limitar la solidaridad con el resto de España son la consecuencia natural, y no una ocurrencia disparatada, retrógada y vil como algunos nos quieren hacer creer

      • Vlad dice:

        La idea de que vivimos en un mundo con fronteras y que estas son inevitables es trivialmente cierta. Pero lo que no hay que olvidar es que el nacionalismo -en este contexto- es, por encima de todo, una gigantesca operacion fiscal (una redifinicion de quien paga y recibe que) y es desde esa optica, la de sus consecuencias fiscales y redistributivas, desde la que se debe empezar a mirar.

        La pregunta que usted plantea es muy pertinente. Y la respuesta, en mi opinion, es que ante una situacion en la que ser parte de Espanya es un pesimo negocio, el discurso nacionalista provee una salida de escape basada en una narrativa epica («somos un pais oprimido en busca de la libertad», «fuera de Espanya, todo es posible»), una cultura dominada por la burguesia acomodada (el liceu, las casas de gaudi y las gafas de pasta) que contrasta con la cutrez de Telecinco, un conjunto de coartadas emocionales («En Espanya no nos entienden»). Por supuesto, no hace ningun danyo a los intereses de los que lo promueven que esto haya servido para cooptar a las elites corporativas provinciales y cambiar el eje del conflicto: los de dentro contra los de fuera en lugar de los de arriba contra los de abajo y me parece ingenuo mas alla de cualquier limite pensar que ambas cosas van unidas de forma casual.

        Parece tambien que tiene sentido esperar que la postura que uno adopte frente a esto, batirlo en brecha o acomodarlo, deberia tener algo que ver con los valores de cada cual, que es de lo que hablabamos al principio. si, esto se aplica tambien a la politica migratoria.

        Pero volviendo al tema del articulo del profesor Kanciller. Lo que vivimos en Espanya en el Estado autonomico es un conflicto de intereses. Yo diria que el nucleo de esos intereses son la oligarquia regional que sostiene los partidos nacionalistas frente a la que sostiene los principales partidos nacionales en la que los partidos conservadores han encontrado una fuente inagotable de recursos politicos alrededor del eje de confrontacion nacionalista para ganar elecciones. Nadie quiere que esos recursos se agoten y la idea de que se podria llegar a algun tipo de compromiso mediante un disenyo federal me parece que es para hacersela mirar.

        • LiMA dice:

          el móvil económico indudablemente tiene un papel importante en el movimiento independentista catalán. Es raro que las regiones quieran escindirse del Estado al que pertenecen cuando dependen financieramente de él. El tema es que esto es condición necesaria pero no suficiente. Hace falta también (entre otras cosas) conciencia nacional genuina y percepción de maltrato desde el Estado. Ambas existen hoy en Catalunya pero no en otras regiones ricas (Baleares), que podrían exactamente igual «inventarse» agravios para limitar su solidaridad con otras regiones. ¿Será que el caso catalán es distinto?

          También está claro que muchos en Catalunya encuentran en el conflicto Catalunya-resto de España una magnífica coartada para ocultar golfadas de todo tipo e incompetencia. Exactamente igual, por otra parte, que desde «Madrid» se maneja frívolamente el tema catalán (españolizar a los catalanes etc) cuando hay que desviar la atención respecto de otras cosas o arengar a las masas españolistas. Todos los movimientos independentistas de la historia, incluso los más auténticos y legitimados (pensemos países bálticos vs URSS) han tenido su cuota de caraduras y ladrones; ¿de verdad crees que eso desacredita por sí solo este tipo de movimientos?

          La cuestión de fondo es que el malestar con el Estado español generalizado (en distinto grado) en la sociedad catalana es genuino y tiene una serie de razones detrás que hay que intentar comprender (no necesariamente compartir) para entender lo que pasa allí y poder solucionar el problema. «Algunos catalanes viven del conflicto con España» (obvio) y «separarse de España podría ser beneficioso para una región contribuyente neta a la caja común» (también obvio y común a otras regiones que no se quieren independizar) no son argumentos que nos aporten mucho en ese empeño, y menos que agoten el diagnóstico del tema.

  6. Muy interesante y descriptivo. Yo añadiría otro dilema, el dilema de si el federalismo debe fomentar o dificultar los intercambios entre los distintos territorios. El federalismo puede constituir una vía para poder elegir entre varias opciones diferentes según los territorios, lo cual puede fomentar los intercambios entre dichos territorios. Pero también puede tener por finalidad la introducción de regulaciones que obstaculicen los movimientos de trabajadores, capitales, bienes, servicios, materias primas, energía, información, etc.

    Personalmente creo que un federalismo verdaderamente útil para la sociedad debe favorecer los intercambios entre los distintos territorios, así como su apertura internacional.

    Reciba un cordial saludo.

  7. Monedero dice:

    Yo creo que hay una cuestión básica que dejas de lado. En España el federalismo se plantea como una solución a un problema. Existe un problema territorial y el federalismo es la solución. Quizás el sexto dilema es que ya hay bastantante bibliografia (Brancati, Roeder, etc…) que nos señala que justamente el federalismo -en presencia de partidos nacionalistas- no es una solución sino más bien el problema para resolver en estos casos. Me gustaría conocer tu reflexión sobre esta bibliografía.

    • Vlad dice:

      Esta idea debería alguien ponerla sobre la mesa y me alegro de que lo haya monedero -la sostenibilidad del federalismo. Desde la creación del Estado de las Autonomías, los políticos nacionalistas han usado su capacidad para gobernar autónomamente para crear divisiones más fuertes dentro de la clase trabajadora, generar culturas y esferas públicas diferenciadas y evitar su responsabilidad democrática culpando de ello al expolio exterior.

      Si el federalismo es siempre una idea reaccionaria, en federalismo nacionalista en el contexto español lo es infinitamente más.

  8. LiMA dice:

    enhorabuena, gran entrada y muy atinada en esta época donde las «terceras vías» y los «federalismos» son con frecuencia coartada para quienes quieren estar en el medio pero no saben cómo ni para qué.

    España es un país donde no hay apenas federalistas serios. Por eso tenemos profesores de derecho constitucional diciéndonos (artículo enlazado por Pablo) que España YA es Estado federal. Confundiendo el batiburrillo autonómico español con un verdadero Estado federal donde la Adm Central y las regiones tienen competencias delimitadas, blindadas y debidamente financiadas, por las que tienen que rendir cuentas a los ciudadanos; esa es la esencia de un Estado federal, ausente a todas luces en España, cuyo Estado es ciertamente descentralizado pero nada más.

    En todos los sistemas federales hay conflictos entre regiones y Adm Central, pero el tipo de agresiones al «espíritu federal» que hemos tenido en España (injerencias descaradas en las competencias regionales, atribución de obligaciones a las CCAA sin financiación) no suceden en ningún Estado federal serio. El problema principal no es la injerencia en sí, sino la sensación de «detachment» que crea respecto al sistema en las CCAA, a las que las persistentes intromisiones y arbitrariedades del Gobierno central dan la excusa perfecta para desentenderse de sus responsabilidades y no rendir cuentas. Llamar a esto federalismo realmente es una broma.

    La falta de seriedad con la que se habla de federalismo en España hace que muy pocos de sus supuestos partidarios acepten sus implicaciones, por ejemplo:
    – los ciudadanos van a recibir servicios públicos distintos según la región en que residan. Normalmente la Adm Central va a garantizar un nivel mínimo, financiado con recursos estatales, y las regiones van a decidir si exigen más impuestos a sus ciudadanos para elevar ese mínimo.
    – la forma de dispensar servicios públicos variará según la región en que se esté. Esto es una parte sana y necesaria del sistema, que ayuda a crear un “laboratorio de políticas públicas” que a su vez permite que las regiones vayan convergiendo hacia las mejores prácticas.
    – La Adm Central no tiene entre sus funciones tutelar a las regiones ni “manda” sobre ellas. AC y regiones son entes no jerarquizados, sino diferenciados según sus competencias.

    realmente se echa mucho de menos una conversación seria sobre estos temas

    • Vlad dice:

      Esto esta muy bien y algunos, precisamente porque entendemos esas asimetrias que ocurririan entre territorios, las deploramos.

      Pero no termina de estar claro como vamos a encajar la financiacion que es la cuadratura del circulo. En la actualidad hay restricciones presupuestarias blandas precisamente porque el discurso nacionalista sirve para poner contra las cuerdas al gobierno central, mucho mas en un contexto como el que habia hasta ahora en el que los partidos nacionalistas eran jugadores con veto. Y mientras exista solidaridad interterritorial a un nivel significativo, existira un conflicto de intereses sobre su administracion.

      Lo dire una vez mas: hablar de descentralizacion sin hablar de las consideraciones estrategicas que suscita el eje de confrontacion nacionalista es pasar sobre el punto mas importante.

      • Pescador dice:

        La cuestion no es que existan esas asimetrias, sino el porqué. Si las asimetrias existen por no usar las políticas fiscales adecuadas, por desconocer a sabiendas el PGC, por tener prioridades de inversión distintas.
        Me parece muy natural que tengas una ideología, tan natural como tener una nariz, pero me parece, tambien, que pasas por encima de muchas cosas. La discusión nacionalistas españoles/nacionalistas perifericos no fue tan importante cuando Gonzalez y Aznar los necesitaron para gobernar . Ahora no es mas que un truco para mantener electorados cohesionados. Realmente el tema ya me da bastante asquito, dado que vivo en un entorno frontera y yo mismo soy periferico, y estoy hasta más arriba de la raiz del pelo del españolito medio y su opinión sobre los catalanes y gentes que no hablan cristiano y del catalanet indepe de última hora por la pasta y sus insultos continuados y de los que pontifican con el bolsillo foralmente blindado.

  9. LiMA dice:

    Vlad, yo no hablo de descentralización. Eso ya existe. Hablo de federalismo. Que viene a ser la descentralización bien hecha.

    Un federalismo serio impediría precisamente las grandes concesiones a los partidos nacionalistas, porque sometería a escrutinio técnico y público todas las relaciones financieras entre Adm Central y CCAA. Habría impedido, por ejemplo, los vergonzantes ajustes del cupo vasco para contentar al PNV. O los favorcillos a las CCAA amigas a través de las comisiones mixtas para transferencia de competencias.

    • Vlad dice:

      ¿Y como se impediría, concretamente? La única forma que se me ocurre para impedirlo es sacando del poder discrecional todos los mecanismos de redistribución interterritorial (por el lado del gasto y del ingreso) y blindándolos contra cualquier reforma. Es algo que cuesta ver como sería en el mundo real.

      • LiMA dice:

        Vlad, si un órgano técnico independiente hubiese emitido un informe público sobre los sucesivos ajustes del cupo vasco, estos no se habrían producido o habrían sido de importe mucho menor. Casi todos esos ajustes son manifiestamente indefendibles, como sabe cualquiera que haya tenido una cierta relación con esos procesos.

    • Pescador dice:

      Los ajustes del cupo vasco no se hicieron para contentar al PNV, se hicieron para comprar la estabilidad del gobierno español, en aquellos momentos del PP. Gracias a ellos lograron tambien la segunda legislatura…
      Y , ambos partidos, muy españoles ellos, PP y psoE, los blindaron parlamentariamente con un par de huevos y salva de aplausos como si tal cosa.
      Son solo negocios, ¿Capicci?

  10. LiMA dice:

    la razón por la que había que contentar al PNV era que el PP necesitaba apoyo parlamentario. Pero de lo que se trataba era de contentar al PNV. Aunque en el fondo el beneficiario da igual, otras veces se trata de CCAA afines al partido en el gobierno central, a las que se beneficiaba en los ajustes de la financiación autonómica ordinaria.

    El problema de nuestro sistema es que permite al gobierno central contentar al PNV con instrumentos que deberían estar blindados y no ser susceptibles de manipulación en función de la coyuntura política. La financiación regional es un elemento nuclear de cualquier sistema federal, y tiene que ser intangible salvo con una discusión previa entre todas las regiones, y los necesarios informes técnicos. La idea de que cuando necesitas apoyo parlamentario puedas tocar este sistema para contentar a una región es un escándalo y la antítesis de un federalismo serio, que puede contemplar asimetrías pero no este tipo de prebendas interesadas; entre otras cosas porque en un sistema federal, los territorios importan, y cuando le das (sin justificación alguna) más dinero a los vascos, quien se lo da realmente son el resto de regiones. Se entiende (perfectamente) que los catalanes levanten la voz ante esta situación.

    • Pescador dice:

      Es que en una compra se trata de que los dos queden contentos. Que el comprador pague con el dinero de otros no hace culpable al vendedor. Por eso creo que no es afortunado el término.
      En o que si estoy de acuerdo es, basicamente, en lo demás y que es lo que «pone» a los centralistas. Un partido de gobierno, en un sistema central, dispone de todos los recursos para » contentar» a quien haga falta, sin que ni regiones ni partidos judiciales puedan rechistar. En un sistema federal los recursos están dividos y cositas como un AVE radial – para contentar a barones territoriales de partidos supuestamente » nacionales», entre otras cosas- no se podrían plantear así como así

      • LiMA dice:

        Pescador, yo no culpabilizaba al PNV. Decía que los ajustes del cupo eran vergonzantes y que se hacían para contentarles. El problema no es el PNV, es el sistema que permite que estas cosas pasen.

        • Pescador dice:

          Reitero que estoy de acuerdo en lo básico, uno de los problemas es la liberalidad con la que se usan fondos públicos para comprarse mayorías

  11. Alatriste dice:

    Empezando por responder a un tema que ha aparecido ya en varios comentarios – a saber, si existen federalistas en España y si estamos o no en un estado federal ‘de facto’ – mi opinión es, uno, que no solo existen sino que abundan bastante y que quienes lo niegan requieren que ser federalista sea serlo de la forma exacta que ellos prefieren, y dos, que… bueno, que depende, porque hay temas muy federalizados, otros ambigüos, y otros que no lo son: por poner un ejemplo de un punto en el que la estructura del estado no es federal en absoluto, ahí está el poder judicial entero.

    También querría comentar que aunque siento cierta simpatía instintiva por la idea de Vlad de que «La idea de fondo de la democracia consiste en el gobierno de la mayoría para el beneficio del mayor número» y que la descentralización «al acotar perímetros de solidaridad más estrechos va a la contra» de la democracia, tengo que decir que eso mismo podría decirse de las libertades individuales y también de los derechos humanos, que van en contra de la democracia poque ponen límites estrictos al ámbito de decisión permitido a los ciudadanos.

    Pero para centrarnos en el tema, es cierto que si España va a ser federal habrá que responder a esas preguntas, pero no estoy de acuerdo con Pablo en que si uno es sincero deber tener ya respuestas detalladas preparadas de antemano, todo lo contrario, creo que eso al no dejar margen alguno a la negociación la condenaría al fracaso (no sé si fue Kissinger quien dijo que cuando un bando ponía por escrito una propuesta detallada es que estaba preparándose para romper las conversaciones, pero lo dijese quien lo dijese tenía razón).

    Y para terminar tengo que decir que un independentista sincero tendría que tener respuestas para cinco dilemas parecidos – y más de cinco – y hasta ahora tenemos respuestas claras y breves a esos dilemas, sí, el problemas es que todas dicen «de color de rosa, con arcoiris, y con unicornios».

  12. LiMA dice:

    Alatriste, creo que el mensaje de Pablo Simón no era que tengamos que tener ya la fórmula federalista que arregle todos nuestros problemas. Si interpreto bien, lo que nos dice es que un federalista de verdad tiene que haber pensado en todo esto y saber la versión de federalismo que le gustaría a él, cosa que en España muy pocos parecen haber hecho. La negociación en todo caso viene después.

    No me gustan los debates semánticos (España es «federal» sí o no), pero en este caso creo que es importante: la responsabilización de las unidades federadas es lo que separa a un sistema federal de verdad de uno en el que el Estado dice a las regiones «toma estas competencias y luego ya iremos viendo». Cuando la Adm Central puede imponer a las regiones competencias sin financiación, dar dádivas a algunas regiones sí y otras no, e injerirse en ámbitos competenciales de las regiones (creando inevitables agravios comparativos entre unas y otras), la Adm Central pasa a ser el foco de atención de los gobiernos regionales. Estas se ven obligadas a un lobby continuo con la AC para recibir buen trato, arreglar parcheos realizados anteriormente, evitar que las injerencias competenciales vayan en perjuicio de la región etc. Quienes salen del foco son los ciudadanos de cada región, para cuyo descontento ante la mala ejecución de competencias regionales ya hay respuesta preparada: Madrid no nos dio, Madrid hizo, Madrid dijo…

    Así, la calidad del «federalismo» español se puede medir por las veces que los gobiernos regionales asumen efectivamente responsabilidades en público ante sus electores: he decidido dedicar estos recursos a hacer esto, y los resultados han sido estos; sin que «Madrid» aparezca en la explicación. ¿Recuerdas muchos casos de estos? yo no

    el sistema descentralizado sin corresponsabilización no es un sistema «federal a medias», es un desastre: las ineficiencias y corruptelas regionales se ocultan tras la gran coartada de la Adm Central tacaña y ajena a las preocupaciones regionales; el resultado: los gobiernos regionales no tienen ninguna tensión para mejorar, y el elector recibe unos servicios pobres para los impuestos que paga.

    • Alatriste dice:

      Que conste que estoy de acuerdo contigo, yo también preferiría un sistema de reparto de las competencias claro y estricto, a lo «que cada palo aguante su vela» y muy especialmente en el tema fiscal, en el que creo que las autonomías deberían poder recaudar los impuestos que deseen – y rendir cuentas de ello a sus votantes, por supuesto; pero si los calagurritanos prefieren pagar más impuestos por más servicios ¿Qué le importa eso a nadie más que a ellos?

      Sin embargo no creo que quienes piensan otra cosa no sean federalistas. Pueden ser federalistas que prefieren el modelo cooperativo frente al dual (dilema nº 2).

      • LiMA dice:

        Alatriste, aparte de que el modelo dual en su versión estricta no se da (no hay ningún Estado que no tenga unas normas mínimas sobre los servicios públicos a que tienen derecho sus ciudadanos, independientemente de en qué región residan); aparte de esto, decía, en el modelo cooperativo las regiones tienen unos recursos y unas competencias que ejercer, dentro de las directrices fijadas por la legislación básica del Estado, y por las que rinden cuentas a sus ciudadanos.

        En el federalismo cooperativo la responsabilidad es tan importante como en el dual, simplemente se aplica sobre un conjunto de competencias más acotado.

        Federalismo es autonomía regional más responsabilización de las regiones. Si falla la segunda no es cuasi-federalismo, es un desastre

  13. teofiloserrano dice:

    Parte de los problemas del sistema autonómico en España provienen del escaso respeto que los operadores políticos españoles (todos) tienen a las normas que ellos mismos han aprobado, y que aun siendo de calidad bastante imperfecta, se aplican a la conveniencia política del momento. esto de la adaptabilidad delas normas es lo que nos distingue de los anglosajones. Allí leyes pocas , pero se cumplen, que diría D. Quijote. Si quiere Ud. negociar, para eso está el ámbito contractual. Las leyes no son allí negociables Yo creo que el escaso respeto a las normas y su continua retorsión ha sido lo que ha llevado a muchos de los problemas actuales del vigente estado autónómico. En el fondo cabe preguntarse si los principales partidos nacionales han creído de verdad en el sistema autonómico o simplemente lo han tratado como un mecanismo más en la distribución de poder dentro de sus propias organizaciones.
    Uno de los elementos más definitorios del sistema caciquil en España, desde siempre,es el reparto de las obras públicas.Pues bien en este estado cuasi- federal, o como se quiera un 70% de la inversión en Obra pública se decide desde el Estado central y desde un Ministerio cuyas tendencias recentralizadoras surgen a la luz a las primeras de cambio

    • Alatriste dice:

      Me gustaría una fuente para esa afirmación, pero en cualquier caso – y puede llamarme centralista si quiere, que este es un país libre – me parecería bastante mal que cosas como la construcción de presas sobre los grandes ríos, autopistas y ferrocarriles no dependiera del «gobierno federal». Hay temas para los que hasta la escala nacional no basta, habría que planificar a escala peninsular.

      De hecho en Estados Unidos, a pesar de su inmensa superficie que en principio haría más aceptable que los estados tuvieran esas competencias, es el gobierno federal quien controla el grueso de los ferrocarriles y el sistema de autopistas

  14. SKR dice:

    […] alcance de la mano o que traten de construir más que de salir al paso. Algunas de ellas son estas (aquí, aquí, aquí, aquí), sin ninguna pretensión de […]

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