Política

Descubriendo la agregación de preferencias

10 Jun, 2014 - - @egocrata

Pablo escribía el otro día sobre el futuro de Podemos y los retos a los que se enfrenta un partido emergente para asimilar su rápido crecimiento. No hemos tardado en ver esos dilemas y contradicciones negro sobre blanco: ayer El País describía esos mismos problemas en un artículo estupendo sobre las asambleas de la formación. Vale la pena repasarlo en detalle, porque el fondo de la historia es una especie de introducción a los partidos políticos de primero de carrera a plena luz del día. Uno no ve el nacimiento e institucionalización de algo tan complicado como un partido político demasiado a menudo, al fin y al cabo.

A. Los líderes intentan hacer el partido funcionar…

La polémica en la asamblea se centró en la intención de Pablo Iglesias y el núcleo duro de Podemos de organizar un equipo de 25 personas para diseñar la asamblea fundacional del partido en otoño. Desde el punto de vista organizativo, es una maniobra que tiene sentido: discutir en asamblea las reglas para organizar otra asamblea no es exactamente la clase de debate que va a inspirar a las masas, y desde luego no es la mejor manera de dar la bienvenida al flujo de nuevos simpatizantes al partido.

B. …Controlando el funcionamiento ellos.

El problemilla, claro está, es que esto de crear un comité de 25 para pilotar la institucionalización del partido va en contra de los principios de un sector de las bases. No solo eso: Iglesias decidió de forma más o menos unilateral que ese equipo se escogería mediante una votación por lista cerrada, dando seis días de plazo para presentar candidaturas. El procedimiento será formalmente democrático, pero los líderes del partido han improvisado un mecanismo a su medida para que su lista sea la única viable.Ver la ley de hierro de la oligarquía emerger del éter primordial de la estructura de un partido por vez primera es siempre bonito; Podemos nos ha dado un  gran ejemplo.

C.  Los límites del asamblearismo

Lo cierto es que es muy probable que la maniobra de Iglesias, si bien poco elegante, tiene bastante sentido. Como comentaba Juan Carlos Monedero con singular falta de tacto en la reunión (aunque tenga razón), uno puede ser radicalmente democrático y radicalmente inoperativo: si Podemos se pone a decidir todo a golpe de asamblea, incluyendo las reglas para organizarse, el partido no tardará en ser el habitual galimatías de delegados machaca obsesionados por las formas, no un movimiento social / partido político efectivo. Alguien parece haber entendido las lecciones del 15-M, y quiere hacer una organización operativa, aún siendo consciente que eso puede que limite en ocasiones el debate interno.

D. El fantasma del entrismo

Una de las afirmaciones más pintorescas de Monedero es la conspiración para intentar hacerse con la organización desde otro partido. Aunque puede que estemos ante uno de los tradicionales ataques de paranoia de los partidos de la (verdadera) izquierda, lo cierto es que no es del todo descabellado: si un partido depende de asambleas y participación voluntaria para tomar decisiones es relativamente fácil que una minoría de chiflados incansables (los chiflados en política siempre son incansables) tome el control de una parte importante del partido a base de tener más paciencia y ganas de debatir sobre el color de las papeletas hasta el infinito que el resto de la militancia.

En efecto: los círculos de Podemos no son democráticos porque la participación no es realmente igualitaria. Como en cualquier asamblea,  los que tienen más tiempo libre para perder en asambleas tienen mucho más peso y capacidad de decisión que la gente que tiene una vida fuera de la política. Si Podemos quiere convertirse en un movimiento social y político representativo y no en un club de tipos obsesionados con reunirse para debatir y decidir todo, es necesario moverse hacia la institucionalización, no la participación indiscriminada.

E. Agregar preferencias es complicado

Repito a menudo la cita de Disraeli de «party is organized opinion» (el partido es opinión organizada). Para Podemos, esta frase es increíblemente relevante. El partido se presentó a las elecciones europeas básicamente sin programa electoral estable; el resultado fue más la combinación de una campaña brillante, cabreo general y estar en el lugar adecuado en el momento oportuno que otra cosa. Ahora que toca ser una partido político de verdad, sin embargo, es hora de empezar a decidir qué hacen y cómo – y hacer esto vía asambleas es francamente complicado.

Las asambleas son un sistema muy bonito y muy poético, pero tienen varios problemas graves. Primero, ya hemos visto que la participación no es necesariamente igualitaria. Segundo, tomar decisiones es un procedimiento realmente lento y complicado, y más cuando estamos hablando de cuestiones técnicas que no tienen respuestas binarias. Una asamblea puede decidir con «relativa» facilidad si queremos entrar o no en la OTAN o si está a favor o en contra del jamón serrano. Decidir mediante debate y votación a escala nacional el diseño de una estrategia electoral, la configuración de una reforma tributaria o el capítulo de inversiones de unos presupuestos es otra cosa muy distinta, y casi completamente inviable.

Podemos, como todos los partidos políticos, se va a mover ahora en un mundo donde hay cada vez menos preguntas que se pueden responder sí o no. A menudo el partido va a tener que dar respuestas rápidas, sin tiempo a montar chiringuitos asamblearios. Decidir la estructura interna del partido exige elecciones y dilemas sin respuesta clara, con el partido teniendo que decidir entre varios modelos con sus ventajas e inconvenientes.

F. El coste del debate interno

El tono de la noticia debería ser una señal de alarma para Podemos. El debate que recoge la noticia es perfectamente normal y comprensible; de hecho recoge de forma sorprendentemente madura los dilemas a los que se enfrenta el partido y la pugna por resolverlos. A los medios (y los votantes) sin embargo el debate interno dentro de los partidos les da muy malas vibraciones, ya que a menudo lo interpretan como una señal (justificada) que una formación dividida no será capaz de gobernar de forma coherente si gana las elecciones.

Podemos necesita este debate interno ahora mismo, pero tienen que llegar a algún lado. Un partido que se pase la vida votándolo absolutamente todo y pegándose cachetes entre ellos será menos competitivo en las urnas a medio plazo. La disciplina de partido tiene muy mala prensa, pero es una estrategia racional una vez se ha tomado una decisión.

G. Mucho por hacer

Es temprano para saber cómo acabará Podemos por consolidarse como organización. El artículo de Pablo ya repasaba mucho de estos dilemas; Iglesias y los suyos tienen que tomar muchas decisiones estos próximos meses para consolidar su éxito electoral. La elevada tasa de mortalidad de los partidos «sorpresa» ahí fuera indica que no es una tarea fácil, pero al menos parecen conscientes de los problemas a los que se enfrentan.

Ahora sólo hace falta que utilicen a alguien con más mano izquierda que Monedero para poner paz, la verdad.


19 comentarios

  1. heathcliff dice:

    Yo creo que aquí hay un problema de ADN y van a tratar de resolverlo por los métodos del profesor Bacterio. Y me explico:

    La propia naturaleza de Podemos hace que su fortaleza y su debilidad residan en el mismo hecho: su vaporosidad.

    El partido necesita organizarse para funcionar, pero organizarse requiere también decantarse, y eso hará que funcione peor, porque muchos de sus adeptos rechazan, por principio, cualquier jerarquía u organización.

    Ya se trate de una cuestión ética o estética, sus necesidades inmediatas pasan por dar la espalda a las preferencias de sus votantes, de lo que sólo pueden resultar dos clases de derrota: o permitir el triunfo de los partidarios de la política en estado líquido (e irse el carajo, como el 15M), o promover la creación de un Komitern y dejar de ser guays, lo que para esta gente puede equivaler a la muerte.

    O sea que les pasa como a los ecologistas con el zoo: o encierras a los animales en jaulas, lo que es repugnante, o los dejas extinguirse al aire libre, lo que es horrible.

    Buena suerte, y tal…

    • Carlos Jerez dice:

      Entiendo lo que dices pero yo no veo tan difícil el dilema de podemos, aunque les toque un momento de pelea interna. Por su «organización» tienen rasgos del Movimiento de 5 Estrellas, pero creo que son lo bastante listos como para querer parecerse más a Syriza, a quienes les ha ido mucho mejor y eso es lo que creo que van a intentar, un Syriza que no se haga llamar izquierda radical, con algunos toques más de asamblearismo y un intento de conseguir votantes de centro cabreados con su pose de «ciudadanos» más que izquierdistas, pero con un programa neocomunista.

  2. Juan de Juan dice:

    A mi modo friqui, y arrimando el ascua a la sardina de lo que a mí más me gusta, te digo que hay precedentes muy famosos de lo que describes en este artículo, a mi modo de ver con gran precisión. Me refiero a Mayo del 68, sobre todo en su vertiente organizativa y estratégica.

    El problema del 15M, que es el basamento de Podemos (Pablo Iglesias emergió en las radios y teles como algo así como un portavoz del 15M), es que es un movimiento de corte anarquista. Como tal, es asambleario y extremadamente respetuoso con las personas que están dentro. Exactamente lo era el Movimiento 22 de Marzo, que fue el que parió Mayo del 68.

    Mayo del 68 fue bien mientras la cosa fue de epatar cambiando lo que había (toma de salones de actos, conferencias sobre Vietnam, bla) pero pronto derivó en un movimiento con un problema de exclusivismo: era democrático, pero sólo para quienes estaban en él (decía que la Universidad tenía que ser el ágora de todas las opiniones; pero, por pensar distinto que ellos, llegaron incluso a tirarle un banco a la cabeza a un Nobel de matemáticas que estaba dando una conferencia. Más o menos como el escrache a Rosa Díez, pero a lo bestia).

    Cuando la cosa comenzó a ser exitosa, interesó a los grupos de ultraizquierda: maoístas, trotskistas lambertistas, guevaristas o frankistas (con k, ojo) y socialistas de la PSU. Y aquí es donde vino la Gran Fricción, que es la que describen tu artículo y la asamblea, entre una izquierda más de libro que quería estructurar el movimiento para dirigirlo a un punto concreto (la construcción del socialismo, que incluso se dio por hecha en el mitin de Charléty) y quienes querían que M68 siguiera siendo lo que había sido, convencidos de que así también podían cambiar la República.

    Hay más vínculos, pero no es cuestión de aburrir.

    Lo único que no casa con el esquema Podemos es la abierta y despreciativa hostilidad con que trató el PCF a M68, al que se unió en la huelga general arrastrando los pies y abandonó cagando melodías en cuando firmó al pie de los acuerdos de Grenelle y, sobre todo, cuando Pompidou convocó elecciones. Tanto es así que la Gran Esperanza Blanca de Mayo del 68, Pierre Mendes-France, perdió su escaño por Grenoble, en el ballotage, por 138 votos nada más; y lo perdió porque el PCF dio la instrucción a sus militantes y simpatizantes de no votarlo.

    No casa, digo, de momento…

    • Alatriste dice:

      Me duele tener que decir que tienes más razón que un santo… y aunque tú hayas supuesto que todos nos sabemos el final de la película, creo que no está de más recordarlo para quienes no la han visto: que en esas elecciones anticipadas de junio de 1968 la derecha consiguió una victoria absoluta, con 396 escaños de 487.

      Y eso viene muy a cuento de lo que comentaba hace unos días de que probablemente lo único que puede hacer que los electores desencantados con el PP vuelvan a votarle es el auge de Podemos, especialmente si se pone a hacer ostentación pública de tricolores y estrellas rojas.

  3. […] Un análisis de los problemas y las posibles estrategias de organización interna de Podemos […]

  4. Paco dice:

    En tiempos líquidos, organizaciones líquidas… O mejor, vaporosas, como bien ha dicho alguien. Lo que queda por responder es cómo se relaciona ese modelo «asambleario» con la ideología marxista-leninista pensamiento Chávez de algunos de los líderes de Podemos y con muchos de esos «pesados» que no tienen otra cosa que hacer que hablar y hablar en las asamblea. Para mí todo tiene un regusto muy años 70, pero con redes sociales.

  5. Ramón García dice:

    Pero Roger, aquí hay un fraude de origen. Podemos jamás planteó la política como un equilibrio de formas de organización. Sino que ellos son malos y poned a nosotros que somos buenos. El realismo nunca estuvo en su discurso. Y la horizontalidad era parte de su parafernalia.

    Por tanto, creo que estás haciendo una interpretación demasiado generosa de ciertas conductas.

  6. Javi dice:

    ¿Cuánta gente integra los círculos de Podemos? ¿Cuánta gente votó a Podemos?

    Hay cientos de miles de personas que votan a Podemos y/o a Pablo Iglesias, a los que cómo se organice el partido, cómo se tomen las decisiones, qué hagan los integrantes de los círculos, etc, les importa entre nada y menos. Cómo tampoco interesa mucho a la gente corriente si el PSOE hace primarias, secundarias o dedazo.

    Teniendo poco conocimiento de todos estos aspectos que comentáis, la clave me parece en que Podemos salve la situación, se vaya la gente que no esté de acuerdo con Iglesias y su gente, y a seguir, porque tienen mucho hecho.

    @Alatriste
    La campaña contra Podemos tiene dos vertientes. Por un lado, va a impulsar a los votantes del PP, que en muchos casos están asustados. Ya conozco a gente que no les ha votado (gente que se ha abstenido, o que ha apostado por otros partidos como UPyD, C’s o VOX) que va a volver al redil para no convertirnos en una república bolivariana.

    Pero, por otro lado, es la mejor campaña que se le puede hacer a Podemos. Ataques constantes de los periodistas de cabecera de la derecha (Inda, Marhuenda, Zarzalejos, etc), gente a la que odia mucha gente, y que con sus críticas están señalando a sus opositores a quién votar.

    Como bien apuntas, existe la posibilidad de que el PP arrase, en parte por esto, y en parte porque el sistema electoral favorece (creo) que un partido mayoritario saque ventaja en escaños frente a una oposición muy desparramada.

    • Juan de Juan dice:

      Es cierto lo que dice Alatriste y además es cierto lo que afirma de Francia. Mayo del 68 terminó con una victoria sin paliativos de la derecha. Pero yo diría más: no solo eso, es que, además, en el ámbito de la izquierda, quien finalmente, con los años, se llevó el gato al agua fue un personaje, François Mitterrand, despreciado por los activistas de M68 (que incluso en una mani lo persiguieron para darle de hostias, lo que le obligó a refugiarse en un garaje); que se ofreció inútilmente para ser primer ministro con un Mendes-France de presidente; y del que se acordaban los estudiantes en las manifestaciones tan sólo para gritar: «Mitterrand, pas de manoeuvres!»

      Y esto tiene que ver con que lo ocurrido en la asamblea en Madrid responde a «la otra» cosa que suele pasar en estas dinámicas, que es el enfrentamiento entre izquierdas. Anarquismo y marxismo, de toda la vida, se llevan fatal. Cuando alguien consigue meterlos en la misma perola, la cosa al principio va de cine; pero conforme sube el fuego, las cosas se enconan.

      Hay que darle tiempo al tiempo.,

      • Espectador dice:

        Las «fraternales relaciones»entre anarquistas y comunistas son tradicionales.

        En Mayo (¡también en Mayo!) de 1937 en Barcelona, los comunistas pusieron más interés en destruir las milicias anarquistas y del POUM que en luchar contra los nacionales.

        Y yendo más atrás, en 1920 los bolcheviques aniquilaron a los partidarios anarquistas de Makhnov en Ucrania (después de derrotado el general blanco Wrangel). En 1921 aplastaron sin piedad la sublevación de la Comuna Revolucionaria de Kronstad, de inspiración anarquista.

        Los anarquistas son solamente carne de cañón para los comunistas ortodoxos, útiles mientras se trata de combatir a la derecha pero incómodos y descartables (en sentido estricto, física, no dialécticamente) en cuanto pasa el apuro.

        Si alguien no ha aprendido aun la lección, merece lo que le pase; afortunadamente de momento se trata solo de expulsar a los ingenuos de un naciente partido: en otras épocas estas disidencias se solucionaban con un tiro en la nuca (o un piolet en el cráneo, como con Trotsky).

  7. Miguel dice:

    Los movimientos asamblearios son muy bonitos en la teoría pero solo sirven para ralentizar todas las decisiones y acabar decidiendo estupideces.

    Pasó en el 15M cuando se intentaba llegar a un consenso claro de una serie de cosas en las que todos estaban de acuerdo y acababan pasándose el día haciendo talleres de masajes, decidiendo que lo más guay y antimachista era sustituir el sufijo de género con «x» y plantar nabos en la puerta del Sol.

    Muy new age todo pero absurdo y una pérdida de tiempo. Definir estructuras de trabajo y jerarquías no tiene nada de malo siempre que se haga de forma transparente y clara.

  8. Pescador dice:

    Podemos es una gran oportunidad de reformar e influir en el sistema pero tambien tiene a infinidad de pirados babeando con la oportunidad que supone el sistema asambleario tomar el mando.
    El que haga la lectura de que los votantes de Podemos quieren avanzar hacia el socialismo bolivariano antiespecista y homeopaticoveganista, no es que este equivocado, es que alucina en colores y cuanto más empuje en esa dirección, menos esperanza de vida le da a la organización.

    Ay, la hizkierda hautentika, siempre pidiendolo todo, no conformandose con menos que todo y acabando, en el mejor de los casos, dando mayorías absolutas a sus enemigos políticos…por lo que voy leyendo de sus circulitos, no llegan a navidades sin cgarla

  9. Joana Ferrer Perelló dice:

    Yo soy muy simple, no tengo tanta información, ni estoy tan bien preparada como vosotros, pero sí me atrevo a pronunciar unas palabras.se tiene que empezar desde abajo, como se está haciendo y seguir los pasos pertinentes para una buena organización, fuerte y segura, fundamental para los objetivos que se van a marcar; en cuanto a la bienvenida ya la doy por recibida, ya habrá otras ocasiones, de momento, centrarse en lo más importante y qué conviene más para PODEMOS, que somos todos y, ponerse manos a la obra, no hay tiempo que perder, ser prácticos y, aunque a veces las decisiones sean difíciles de tomar, ayudar a hacerlas fáciles y confiar en los LIDERES DE PODEMOS , y en tanta gente que tiene la esperanza puesta en ello, no será fácil,pero con esfuerzo y paciencia PODEMOS lograrlo.

  10. Shine dice:

    Pues en general estoy de acuerdo con la apreciaciones de la entrada y los comentarios. Una de las fortalezas de Podemos es precisamente su debilidad y corren el riesgo de que efectivamente les pase lo que al 15-M. Que fue fagocitado por los miembros que eran profesionales de la movilización. Posiblemente si Podemos se centra en un consenso de mínimos que pueda ser medianamente aceptable y transversal, tiene campo a corto o plazo. Si como pasó con el 15-M acaban queriendo regular la pesca del berberecho salvaje, van a acabar controlados por verdadera pero de verdad verdadera izquierda y eso les mandará al extraparlamentarismo.

    Recuerdo al hilo de esto una ponencia de una responsable de uno de los centros culturales autogestionados más conocidos de Madrid. Precisamente criticaba que el asamblerismo era un rollo porque dificultaba la toma de decisiones hasta niveles exasperantes. De todos modos el problema para Podemos no es el asamblearismo, si no es excesivo. Si hiciera lo mismo que otros partidos, serían los mismos partidos. La gracia de Podemos en parte está en la diferencia en su forma de organizarse.

    De postre decir que posiblemente se le de más importancia de la que tiene a este rifirrafe bien porque hoy es más fácil conocerlo, porque la organización de Podemos lo facilita o porque simplemente todos sus enemigos que son muchos están deseando cargárselos.

  11. Bonarien dice:

    Un aspecto esencial es la lucha interna por detentar el poder del partido. La Historia muestra que eso define la trayectoria de todas las agrupaciones políticas. Con una Seis y un Cuatro, la cara de tu retrato. ¿O es que «Podemos» estará por siempre libre de todo mal, y basta con las buenas intenciones?

  12. JLPC dice:

    Bueno, no soy un especialista en el pensamiento del profesor Iglesias Turrión, pero parece ser un poco espartaquista:

    http://www.sindominio.net/unomada/gms/IMG/pdf/The_new_Spartakists_Manchester.pdf

    http://marxismolibertario.files.wordpress.com/2010/09/de_la_huelga_revolucionaria_a_los_flash_mob.pdf

    Así que, en efecto, ahí hay latente una tensión que ya veremos cómo se resuelve.

  13. […] y asamblearismo como parte de esa regeneración, inicia su proceso de institucionalización mediante el único mecanismo que no conduce al suicidio político: lista cerrada y proceso sólo formalmente democrático. Cualquier otra opción significaría […]

  14. […] enfrentan al mismo marco de incentivos que los partidos mayoritarios de modo que, al poco tiempo, se comportan exactamente igual que ellos. El aparato del partido acaba decidiendo siempre, premiando a los afectos y aquiescentes, […]

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