Política

El fantasma de la gran coalición

12 May, 2014 - y - @kanciller, @G_Cordero_,

Escrito en colaboración con Guillermo Cordero.

Ha arrancado la campaña electoral y, pese que se supone que íbamos a hablar de la Europa que queremos, como era previsible no ha sido así. Por el contrario, Arias Cañete, el candidato a las europeas por el PP, ha colocado en el centro del debate si España seguirá el camino de Alemania o Austria y compondrá una gran coalición entre los conservadores y los socialistas.

El tema tiene un aderezo electoralista claro. Véase la siguiente secuencia. Corren rumores en los mentideros de Madrid de que ante una posible fragmentación del voto, los poderes económicos y fácticos están presionando para que en 2015 se forme una Gran Coalición de PSOE-PP (o al revés), no sabemos con qué programa, pero en teoría para hacer grandes reformas estructurales que saquen a España de la crisis. Incluso algunos rumorean que se quiere apuntalar a Rubalcaba al frente del PSOE precisamente porque es el más receptivo a esta idea.

El Partido Popular arranca la campaña haciendo el abrazo del oso al PSOE. El CIS pronostica una situación de ligera ventaja de los conservadores, si bien el escenario de crisis permite anticipar una participación baja (la estimación de la pre-electoral parece optimista). Es posible que sea una lucha para ver quién mantiene su suelo electoral más alto, así que los populares lanzan la ofensiva basados en la idea de que “el bipartidismo es bueno, necesitamos un PSOE para pactar”, “en el fondo somos todos los mismos”, “no es momento para votar a partidos irrelevantes”. La idea es intentar alejar a posibles votantes que pensaran en regresar al PSOE para aventajar a los conservadores. Con una oferta electoral más variada y con todos aliados contra el bipartidismo, si los descontentos con el gobierno no hacen voto estratégico (ya sea quedándose en casa, ya sea votando minoritarios) y el PP mantiene su suelo electoral más alto, podría ganar las elecciones.

Los socialistas han intentado contraatacar esta estrategia. Primero, vuelven a insistir en que “no somos lo mismo” mientras tratan de girar a la izquierda, subrayando que son oposición. Luego, y esto no se sabe en qué medida sólo llevado desde Extremadura o también desde Ferraz, se presenta una moción de censura contra Monago. Forzar a IU a abstenerse como un intento táctico para volver a resucitar las acusaciones de pinza a la Anguita. Finalmente, la propia candidata del PSOE gritando (porque eso se deduce de las mayúsculas) que la idea de la gran coalición está descartada mientras que Felipe González dice que todo dependerá. Sin embargo, eso no ha impedido que los socialistas, pese a ser la oposición, deban estar más tiempo intentado explicar lo que no son que lo que son. Los han puesto a la defensiva en el arranque de la campaña.

En cualquier caso, vamos a intentar dejar de lado las fintas de la campaña, que todavía queda partido, y entremos un momento en el tema de la gran coalición. ¿Es un escenario posible? En el nivel autonómico se ha visto en Euskadi, no era una coalición de los dos partidos más votados. En España, sin embargo, esta opción supondría cortocircuitar de facto el mecanismo de la alternancia. Como criticaba Sandra León aquí, podría llevar a más malestar de los ciudadanos al hacer invisible la oferta de alternativas. Parecería un escenario “a la griega” ND-PASOK, algo que en teoría se haría para poder realizar reformas de gran calado. Algo que aparentemente una mayoría absoluta en el Congreso y gobernar en la mayoría de comunidades autónomas no parece permitir.

Supongamos que se va a un escenario fragmentado como pronostican las encuestas para 2015. La negociación entre los partidos es el punto fundamental. Ante esta situación los actores analizarían cuáles son sus objetivos (compromiso entre la obtención de cargos y los intereses programáticos), sus rendimientos electorales futuros (¿cómo se tomará la decisión la organización? ¿y los votantes?) o los acuerdos en múltiples niveles (¿gobernamos juntos o separados en municipios o diputaciones?), todo mediado por algo tan fundamental como las relaciones personales entre los líderes.

Desde luego los acuerdos programáticos entre los dos principales partidos no parecen cosa sencilla, como poco, en los capítulos de derechos. Además, repasemos el calendario. El final de las europeas es el pistoletazo de salida para las primarias del PSOE, podría haber un reemplazo en el liderazgo (al menos en este partido), lo que abre nuevas incógnitas. Sin un mandato claro podría tener la oposición de no pocos cargos medios. Más aún, en mayo habrá municipales y autonómicas, con posibles gobiernos de coalición de PSOE con otros en la Comunidad de Madrid o en Valencia, lo que generaría una situación de incongruencia vertical en el color político. ¿Sería sostenible tripartitos allí y gran coalición en Madrid?

En todo caso, por lo que toca a la estimación de cómo sería visto por los votantes dicha operación, ya disponemos de datos sobre  las preferencias de coaliciones de votantes de PSOE y PP en caso de que sus partidos no obtuviesen mayoría absoluta.

 

psoepp

Fuente: CIS, estudio 2799 (mayo 2009).

Esto son datos de encuesta de 2009, así que deben tomarse con cautela. Piénsese que los electorados seguro que han variado, el tema no estaba menos politizado que ahora, etc… En todo caso, como se ve, las preferencias de ambos votantes son divergentes. En caso de que el PSOE no obtuviera mayoría absoluta, la opción preferida por sus votantes sería un acuerdo con IU, seguido de gobernar en solitario. Un exiguo 12% estaría con la gran coalición, casi igual de poco con apoyo de nacionalistas y el que menos se respalda es un acuerdo con UPyD. En el caso del PP, sin embargo, la opción claramente preferida es gobernar en solitario seguido del apoyo de los socialistas (30%). A continuación se prefiere UPyD y por último, los nacionalistas.

Estos mimbres parecen apuntar a un posible castigo electoral  en las urnas (especialmente de los votantes del PSOE) en caso de gran coalición – y que recuerda un poco al pacto PSOE-PP de Euskadi, tan valorado fuera como impopular entre el electorado vasco. Por todo ello, parece que casi con seguridad, PP o PSOE intentarían gobernar en minoría antes que darle carteras al otro gran partido. En teoría al menos, porque ello no excluye una gran coalición soft.

Como es conocido, en todos los países del mundo los dos principales partidos acuerdan muchas leyes, algo que no es excepción en España. Por ejemplo, aquí hasta el 70% de las leyes orgánicas  son votadas por PP y PSOE conjuntamente. Pues bien, una alternativa a dar ministerios al otro gran partido es gobernar con un amplio pacto entre ambos que dure toda la legislatura. Sin integrarse en el gobierno, obviamente, pero aprobando presupuestos y reformas juntos, aunque manteniendo sus diferencias en los demás temas. Una salida que daría estabilidad al gobierno, convirtiendo en irrelevante el «poder de chantaje» de los partidos pequeños en temas estructurales.

Por supuesto, todo esto es imposible de anticipar y tiene mucho de especulativo, depende de cómo y con quién se pueda sumar en 2015. Después de todo, el tema de la gran coalición, tiene mucho de provocación estratégica del PP como anticipo del inicio del ciclo electoral que se nos viene encima. Ahora bien, terminar subrayando una cosa; en España aún existe cierta rendición de cuentas a través del voto. Pese a las legítimas pegas del sistema bipartidista, todavía se pueden echar a los gobiernos cuando lo hacen mal. La UE, por desgracia, es otro cantar.


16 comentarios

  1. MuGaR dice:

    El austericida no es el que mata a la austeridad?

  2. Alatriste dice:

    Hombreeee… de verdad que me duele escribir esto, pero este artículo es muy, muy flojito, especialmente el final, que es de juzgado de guardia. Y lo digo porque la Comisión actual tiene siete vicepresidentes y Joaquín Almunia lo es de Competencia, no de Economía…

    Y luego escribiré algo sobr el resto.

  3. Rubén dice:

    Pactar coaliciones no sé, pero hacer fintas extrañas para favorecer de tapadillo la abstención sí que se ven: http://www.elmundo.es/espana/2014/05/12/536feb8bca4741b26c8b4573.html

  4. Pescador dice:

    Si el PsoE quiere «hacer un PASOK» , va por el buen camino. Ya solo les falta otra reformita constitucional para que el ganador se lleve una prima de 50 escaños …
    Otro detalle : hay que diferenciar cantidad y calidad. Una cosa es pactar el 70% de las leyes orgánicas y otra a que afectan esas leyes. Vamos, que yo los veo pactando la reforma del poder judicial, las leyes de comercio o las de quiebras, pero no les veo pactando el aborto, el laicismo o una reforma fiscal/laboral, salvo que uno de ambos partidos quiera suicidarse.

    • jorge dice:

      O sea, que pactan todo lo importante y dejan la «estética» para tener algo con lo que tirarse los trastos.

      No podemos esperar de una gran coalición que se toquen ninguno de los problemas. Ni una reforma laboral en la dirección del contrato único, ni una reforma del poder judicial que lo despolitice, ni una reforma de la competencia para quitar poder a los olipolios (energético, por ejemplo), ni una reforma de la administración en la línea de eliminar cargos de libre designación, fusionar ayuntamientos etc.

      Es decir, la Gran Coalición Para Que Todo Se Quede Como Está a mí como ciudadano no me interesa para nada. Y creo que a la mayoría tampoco.

  5. Carlos dice:

    Dios quiera que esto no llegue a pasar nunca. Es cierto que yo como ciudadano, aunque no votante de ninguno de los dos grandes, demando que a veces se pongan de acuerdo, sobre todo en temas tan trascendentales como la educación, que deberia dejar de ser el juguete roto de cada partido cuando llega al poder. Pero una gran coalición, además de dejar una oposición cuasi inexistente y con un poder nulo, no haria más que terminar de desencantar a la ya desencantada ciudadania.
    La gente tiene (tenemos) grandes esperanzas, quizá demasiadas, en los partidos pequeños, y los dos grandes, en lugar de aprender de las demandas de la ciudadania y regenerarse, se repliegan y cierran fielas. Ahí se pudran con su endogamia.
    Jamas he estado de acuerdo con las ignorantes de proclamas de «todos son iguales» «lo unico que quieren es robar» «da igual a quien votes, haran lo que les de la gana» pero si esto llega a pasar, realmente tendre que estar de acuerdo en que votar cada vez servira para menos.

  6. […] escrit coses interessants, des del punt de vista de la informació o de l’aproximació demoscòpica. Però l’entrada en tromba del tema suggereix també algunes reflexions específiques en el […]

  7. Hejo dice:

    » (…)los poderes económicos y fácticos están presionando para que en 2015 se forme una Gran Coalición de PSOE-PP (o al revés), no sabemos con qué programa, pero en teoría para hacer grandes reformas estructurales que saquen a España de la crisis».

    A ver, ¿desde cuándo los grandes empresarios y la élite político-funcionaral quieren GRANDES reformas estructurales? ¿Botín, Villar-Mir, Martín-Villa y Rosell llevan semanas criticando al gobierno y yo sin enterarme?

    Semejante pacto sería la paralización, la fosilización del sistema y un mayor deterioro de la ya muy escasa calidad democrática del regimen en qué vivimos. Sin ir más lejos, adiós definitivo a la independiencia judicial. Olvidémomos: no sería un gobierno más de izquierdas ni más social, y sí probablemente más populista. Por no hablar del riesgo del tapémonos las vergüenzas los unos a los otros.
    Lo único positivo que cabría esperar de él sería el día que se rompiera.

  8. Alatriste dice:

    Continuando mi excesivamente breve comentario de ayer:

    Lo primero es que no me parece ni de cachondeo que sea el PP el que está sacando a bailar la gran coalición. Muy al contrario, está jugando la carta de que la crisis es completa y exclusivamente culpa del PSOE y que la única garantía de la «recuperación» (las comillas significan que de momento la supuesta recuperación es como las compresas, no mueve, no se nota, no se ve) es el PP. Y sería de locos mezclar ese mensaje con insinuaciones de que no te importaría coaligarte con quienes dicen que son los irresponsables culpables de esta y de todas las demás crisis…

    En mi opinión quien está poniendo el foco en una gran coalición a la alemana, y no recientemente sino desde mucho antes de la campaña electoral, es Izquierda Unida. No solo es una extensión natural de la machacona campaña del «PPSOE» y del «el PSOE es de derechas» que tienen en marcha desde hace bastante tiempo, sino que en la práctica es muy difícil que un votante del PP se pase al PSOE, o uno del PSOE al PP, pero las fronteras entre IU y el PSOE eran más porosas… y puede que aún lo sigan siendo, aunque en mi experiencia personal el resultado de esa campaña y de los jueguecitos florentinos de IU en Extremadura ha sido convencer a muchísimos socialistas de no votar jamás a IU, porque siempre han considerado que el socialismo es un enemigo, y porque no se puede confiar en IU ni para mantener al PP fuera de La Moncloa siquiera.

    Y hablando de Extremadura lo ocurrido allí durante esta legislatura deja muy claro que es perfectamente factible mantener al mismo tiempo alianzas 100% contradictorias, una coalición con el PSOE en Andalucía y el apoyo a un gobierno del PP justo al lado. Y no solo eso, también es factible demonizar cualquier acuerdo de gobierno con el PP y al mismo tiempo tener uno… si es IU quien lo tiene, claro.

    No me extrañaría nada que apareciera por aquí el equipo de sofistas de guardia a sostener que IU no está apoyando al PP en Extremadura sino negándose a apoyar a nadie. Respecto a esa hipocresía jesuítica me limitaré a señalar que IU tenía que escoger entre tres opciones en la sesión de investidura: apoyar al PP, apoyar al PSOE, y votar contra ambos – lo cual hubiera implicado nuevas elecciones o una coalición PP-PSOE – y escogió no votar contra el PP, garantizando con ello un gobierno de derechas en Extremadura. Es demasiado fácil imaginar cómo hubiera definido IU algo semejante si los implicados hubieran sido del PSOE…

    Hasta aquí la discusión sobre quien está poniendo el tema de la gran coalición en la agenda y sobre la compatibilidad de las situaciones de «incongruencia vertical», que por cierto tampoco en Alemania parece un problema grave, la lista de coaliciones de gobierno en los distintos landers es muy instructiva. Para no alargame en exceso, el resto en otro comentario.

  9. Alatriste dice:

    Dejando atrás las europeas y el caso de Extremadura para centrarnos en lo que podría pasar tras las elecciones de 2015 (incluyendo las municipales y autonómicas, porque las posibilidades de formar gobiernos de gran coalición se van a presentar antes de las generales) lo primero que hay que decir es que los militantes opinarán lo que quieran pero la historia nos enseña que en la práctica llegar a acuerdos con los nacionalistas moderados ha sido mucho más fácil tanto para el PP como para el PSOE. En cambio, los acuerdos PP-PSOE casi no tienen precedentes, y los PSOE-IU (incluyendo los tripartitos) han sido difíciles e inestables; en general, han dejado mal recuerdo.

    En otras palabras, el factor número 1 para considerar más probable hoy que en el pasado un acuerdo PP-PSOE no es ni la crisis económica ni la probable decadencia del bipartidismo. Es que será muy difícil o imposible jugar la carta de CiU, tanto por su radicalización como porque según las encuestas parece previsible que caiga en las urnas aún más que los dos grandes, y el PNV, CC, BNG, etc, casi con toda seguridad no reunirán diputados suficientes para que su apoyo cuente. Si se combina este factor con la más que probable inhibición de UPyD y con una somera lectura del programa electoral de IU la cooperación PP-PSOE con o sin «gran coalición» empieza a parecer una salida muy razonable a pesar de las enormes dificultades de acordar un programa de gobierno.

    De hecho, es posible que la fría y dura aritmética haga que un acuerdo PP-PSOE sea casi la única salida posible. Si las encuestas electorales que se están publicando se confirman a la hora de ir a las urnas – que es un «si» muy grande, hay que admitirlo – el ganador se quedaría en poco más del 30% de los votos y tendría solo unos 145 escaños. Ni siquiera la suma de un PSOE ganador y de IU llegaría a 176 escaños… y seré muy sincero: la idea de tener ministros de IU con el programa y la actitud que tienen me da sudores fríos.

    Nota final: El comisario de Economía de la Comisión, y uno de sus siete vicepresidentes, se llama Ollie Rehn…

    • dalek_fan dice:

      Bien puntualizado lo del programa y la actidud. Porque si es por curriculum, me da que no se notaría diferencia.

      Pero vamos, que la diferencia entre IU y demás, es que IU parece mas radical respecto a unos partidos cuyas principales reformas son esperar a que lleguen órdenes de fuera, para luego hacer lo mínimo posible, y cuando no, implementarlo directamente mal.

      El problema con el PP es que recortes aparte (que el ahorro está por ver, la deuda pública va muy bien, gracias) se empeña en meterse en jardines sociales para acabar demostrando que si, que son conservadores en el peor sentido. Porque aparte del aborto, han entrado como elefante en cacharrería con la reforma de la justicia.

      • Alatriste dice:

        Ese es un tema sobre el que no se puede insistir lo bastante: yo podría sin problemas votar a un partido conservador europeísta, federal, laico y libre de franquistas, pero el PP se empeña en demostrar regularmente que es reaccionario, nacional-católico y por si fuera poco, que mantiene una relación profudamente insana con el franquismo… y no es que la relación de la izquierda radical con la república sea lo que se dice sana y racional ¡Todavía recuerdo la que se armó aquí cuando un artículo tuvo la osadía de defender con una serie de argumentos difícilmente rebatibles que la ley electoral de la 2ª República estaba mal pensada y tuvo efectos muy perjudiciales!

  10. Kiko Llaneras dice:

    🙂

  11. Metzger dice:

    Yo la verdad estaría encantado de una gran coalición PPSOE. Pero no creo, y además siempre tendrán por ahí a los machacas del PNV o de CIU para que el tinglado no se vea tan claro.

  12. […] El fantasma de la gran coalición PSOE/PP […]

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