Economía & Política

Breve análisis de la propuesta de contrato único de UPyD

21 Mar, 2014 - - @jorgegalindo

Esta semana UPyD presentó en el Congreso de los Diputados una proposición de reforma laboral que está en la Mesa del Congreso desde finales de enero. Se trata de la aplicación del contrato único indefinido siguiendo una fórmula similar a la propuesta desde distintas instancias: FEDEA, la propia UPyD en el pasado, nosotros mismos o, de manera más difusa, instancias de la Comisión Europea. De hecho, la exposición de motivos del documento recoge muchos de los diagnósticos realizados por expertos respecto a cómo la segmentación de nuestro mercado laboral ha hecho recaer el coste de la crisis en los más jóvenes, y en aquellos con trabajos temporales. En esencia, la propuesta propone abolir todas las formas de contratación existentes hoy día en España y sustituirlas por un único contrato celebrado de manera indefinida siempre. Además de otras muchas Leyes y regulaciones, se modificarían los artículos 8 y 15 del Estatuto de los Trabajadores para definir el indefinido como único modelo disponible.

A los contratos se asociaría una indemnización creciente según la forma de despido. Para despido procedente se establece un pago de 12 días por el primer año trabajado, algo equivalente a la situación actual para contratos temporales, que se aumenta en dos días por año de servicio hasta sumar 24 en el séptimo año, incluyendo asimismo un máximo de un año de salario. Para despido improcedente estas cifras se incrementan hasta 22 días por el primer año trabajado y un aumento de dos días, paralelo al anterior, pero llegando hasta 34. El plazo necesario de notificación previa al despido (que, en tanto que pagado, se considera como una parte de la indemnización de fact0) es igualmente progresivo: un mes para aquellos trabajadores que lleven menos de un año, dos meses para los empleados con menos de cuatro años de experiencia, y cuatro meses para quienes lleven cuatro o más años en el puesto.

Respecto a esta eliminación de modalidades y a la incorporación de un único sistema de indemnización creciente, no puedo sino evaluar el cambio como un avance que podría ayudar a reducir la terrorífica dualidad de nuestro mercado laboral. Lo más significativo de este tipo de propuestas es colocar esta forma de desigualdad de oportunidades sobre la mesa. Para mí, en un mundo ideal todos los partidos españoles (y los sindicatos también) querrían un contrato único y solo discutirían los parámetros de aplicación. Así que es aquí donde quiero situar mi crítica: en algunas de las especificaciones provistas por UPyD. No entraré a comentar todos los aspectos, solo dos que me parecen de importancia considerable: la causa de despido y los márgenes para periodos de contratos en prácticas.

Resulta bastante evidente que al introducir un único modelo de contrato, por defecto indefinido, éste se ha de poder utilizar también para cubrir puestos cuya naturaleza es temporal. La idea de UPyD para resolver este escollo es añadir una nueva letra al Artículo 52, encargado de regular las causas de despido. Se trata de una liberación de la capacidad de despedir en caso de que el trabajo cubierto con un contrato indefinido sea de «naturaleza temporal» aunque (y esto es muy relevante) la duración no esté claramente delimitada.  Eso sí: se limita a dos años (ampliable a tres por convenio) la posibilidad de invocar esta cláusula para justificar un despido como procedente. Es decir: se crea un tope para su uso. Pasado este tiempo las causas del despido solo pueden ser las propias de un contrato indefinido hoy día.

A efectos prácticos esto equivale a mantener un contrato temporal descausalizado, aunque con una brecha en coste por despido reducida: un trabajador podrá ser despedido con un motivo considerablemente vago («naturaleza temporal aunque su duración no esté claramente delimitada» es un concepto contradictorio en sí mismo) en los dos o tres primeros años. Después, la protección aumenta automáticamente. Es posible hipotetizar que esto causaría un sesgo favorable a despedir a los trabajadores más atrás de esta barrera en situación de ajuste por descenso de demanda. Sin embargo, también es cierto que dicho sesgo sería considerablemente menor que el actual. La única manera de evitarlo completamente sería eliminar cualquier tipo de limitación al despido, o establecer que en cualquier momento, cualquier trabajador puede ser justificadamente despedido por «circunstancias de la producción». La decisión sobre si hacerlo o no dependerá de la flexibilidad de acción de la que queremos dotar al capital y tendrá, posiblemente, consecuencias positivas para el empleo y la movilidad pero negativas para la desigualdad salarial.

Por otro lado, en la propuesta de UPyD se garantiza la existencia de un cierto «periodo de formación» dentro del contrato único, de entre seis meses y dos años, durante los cuales la retribución salarial puede bajar hasta el 60% de lo fijado por convenio en el primer año y 75% en el segundo. Si el trabajo se realiza de manera simultánea con la formación, este periodo puede llegar a cinco años. Bajo mi punto de vista, el periodo de seis a veinticuatro meses cuando ya se ha completado la formación específica es a todas luces excesivo, y complementarlo con semejante reducción de salario equivale a ofrecer trabajo barato de alta cualificación a las empresas durante dos años. Lo cual es, por desgracia, bastante parecido a lo que sucede hoy en muchos casos: empresas que se alimentan de contratos en prácticas para trabajos que no lo son. Y trabajadores condenados a encadenar prácticas tras prácticas en una forma particular pero extendida de precariedad. Evitar esta situación requiere del establecimiento de condiciones bastante más duras.

Esta es, en cualquier caso, una buena propuesta, sobre todo en comparación con lo que otros partidos han venido colocando sobre la mesa (o sobre nuestro ordenamiento jurídico) en el pasado reciente. Sin embargo, de poco nos servirá si no la asociamos con otras medidas de política económica, principalmente dos: por un lado necesitamos trabajar en la reducción del nivel absurdo de desempleo estructural que sufre la economía española. Sin ello es muy probable que siga siendo posible emplear a la mano de obra como commodity para las empresas, concentrando igualmente los despidos en las primeras etapas de la carrera laboral de los trabajadores. Por otro, e íntimamente relacionado, España no tiene una red de seguridad adecuada ni correctamente universalizada en forma de políticas de empleo, tanto activas como pasivas. Si el objetivo final es desplazarnos de un mercado laboral en el que protegemos (algunos) puestos de trabajo a otro en el que se protege a (todos) los trabajadores, ambos factores son el indispensable complemento de una igualmente necesaria reforma de la regulación laboral.


34 comentarios

  1. Darel dice:

    Perdón, me he confundido, pensaba que estaba leyendo el blog de UPyD.

    • Jorge Galindo dice:

      Hombre, tampoco me voy a meter con quien me dé la razón solo porque no visto sus colores, digo yo 😀

      • AmalricNem dice:

        tampoco es un análisis amable, critica varios de los componentes de la medida, que desvirtualizan el contrato unico tal y como lo propone Politikon.

        Mas que el blog de UPyD seria el blog que leen los de UPyD

        • Josei dice:

          Y eso sería más bien un halago para nuestros ilustres blogueros. Que un partido político con un poco de relevancia los tenga en cuenta, y no solo los cuatro frikis que posteamos aquí.

          • Epicureo dice:

            De eso nada. Que en algún partido tengan el nivel de alfabetismo suficiente para leer Politikon y pillar algo en claro es motivo para felicitar al partido, no a Politikon.

            • Epicureo dice:

              No quiero decir con eso que sea difícil entender a los de Politikon, ya me entendéis. Es que tenemos unos políticos… Pepe Blanco de europarlamentario, por dios…

  2. Hejo dice:

    No sé, no sé.
    El sistema de indemnizaciones por despido me parece una idea correcta y los períodos de aviso de despido crecientes con el tiempo me parece excelente.
    En cuanto a la liberalización de las causas de despido procedente, no lo veo claro: la lista actual ya es muy abierta…una previsión de caída de ventas futuras ya es causa suficiente. Entonces, ¿qué más hay que abrir?
    Finalmente, coincido en que períodos de formación de 2 años ( ¡¡y hasta 5!!) con salarios entre el 60 y el 75% es absolutamente excesivo. Mi impresión es que es el truco del almendruco para bajadas generalizadas de salarios y de paso vaciar de contenido los convenios. Si tiene que haber formación, que sea máximo 6 meses, y sin trampas.

  3. Javi dice:

    Otra duda que me asalta y que no se comenta aquí: si la indemnización es creciente, ¿no es en la práctica lo mismo que tenemos ahora? Es decir, si yo te hago un contrato único, y sé que tu despido va a ser más caro a partir de los cuatro años, pues te despido a los tres años, y le hago otro contrato único a otro trabajador, y lo vuelvo a despedir a los tres años… y así eternamente, más o menos como ocurre ahora que te despido en cuanto ya sé que no te puedo hacer más contratos temporales. ¿No?

    • Manuel H dice:

      El truco está en que ahora mismo basta con dejar queccaduque el contrato temporal, mientras que en lassituación que usted describe hay que hacer algo activamente: despedirlo.

      Hay gente vaga hasta para eso.

      • Josei dice:

        O más bién rata, que en los despidos hay indemnización. Si se caduca el temporal, finiquito y va que chuta.

      • No solo eso: se sustituye una brecha o abismo por una curva de ascendencia suave. Y bueno, también estaría abierto a considerar indemnizaciones constantes, pero entonces no penalizaríamos el despido de los trabajadores más mayores, que también lo tienen más difícil para encontrar un trabajo de nuevo.

    • Shine dice:

      Sí, pero si 3 de 4 pierden mucho dinero indemnización y el otro gana un poquito, el dinero que se ahorra el empresario le viene muy bien. Es lo que tiene la unión de la clase obrera.

  4. Epicureo dice:

    Jorge, es interesante lo que dices en el último párrafo, «trabajar en la reducción del nivel absurdo de desempleo estructural».

    Mientras se mantenga esta situación, cualquier reforma que pretenda favorecer la estabilidad en el trabajo será papel mojado. O bien se emplearán a mansalva las puertas abiertas que deje abierta la reforma (periodos de prueba, prácticas, «circunstancias») o, si no, se buscarán soluciones más «informales»: cartas de renuncia firmadas sin fecha, falsos autónomos, etc., y si el trabajador no acepta hay mil más esperando.

    ¿Tienes alguna idea de qué medidas concretas se podrían tomar para reducir ese paro estructural? Porque yo no. Sobre todo cuando la política deflacionista impuesta por Bruselas ha aumentado el paro estructural desde el 11 % (que ya era una barbaridad) hasta el 21 %, según los economistas de la Comisión Europea.

    • ‘Why unemployment?’ sigue siendo la *gran* pregunta de la economía española porque tiene una respuesta muy variada. Efectivamente necesitaríamos más inflación y una transferencia fiscal del norte al sur de Europa. También reducir la dualidad puede ayudar. Definitivamente debemos incrementar la movilidad de nuestros trabajadores y mejorar lo que sale de nuestro sistema educativo: no tanto reducir licenciados como reducirlos en ciertas materias y aumentarlos en otras, y muy especialmente reducir el fracaso escolar y la cantidad de chavales que no llegan a tener formación específica (lo cual se traduce en incrementar, y mucho, la cantidad de formados en niveles técnicos). Sin embargo, una gran parte del desempleo de hoy viene de personas de algo menos de mediana edad en adelante que salieron de la construcción. Pensar en cómo reintroducirlos en el mercado laboral es muy difícil. «Políticas activas de empleo» es la respuesta lógica, pero desde luego no como se hacen en España. Necesitamos probablemente incrementar nuestro esfuerzo y nuestro gasto en ese ámbito, aunque hemos de tener cuidado con fiar demasiado al mismo. Y, por supuesto, todas las regulaciones estúpidas que favorecen mercados cautivos, empresas pequeñas y poco competitivas, monopolios de facto, etcétera deberían ser eliminadas. Necesitamos empresas mejores y, a ser posible, más grandes (o mucho más dispuestas a crecer).

      Todo ello seguiría sin resolver el drama, pero es probable que las nuevas incorporaciones al mercado laboral fuesen más sólidas y que en la siguiente crisis el ajuste no se produjese de forma tan bestia mediante despidos.

      • Epicureo dice:

        Bueno, los parados del sector de la construcción vienen a ser el 15 % del total, no es una parte tan grande. Aparte de eso, de acuerdo, todas esas medidas están muy bien y habría que llevarlas a cabo. Aunque no sea ni fácil ni rápido.

        Pero tiene que haber algo que se nos escapa. Si no me equivoco, España tiene casi exactamente el doble de paro que cualquier país normal en nuestra situación, para cualquier grupo de edad y nivel de formación. Podría ser una combinación de muchas cosas pequeñas que casualmente todas las hacemos mal en la misma medida, pero no sé…

        Y también está la diferenciación geográfica. Toda España tiene las mismas leyes más o menos, pero hay provincias con un menos del 15 % de paro (país normal) y otras con más del 40 % (catástrofe humanitaria). La variable que mejor se correlaciona con la tasa de paro es la distancia al País Vasco. ¿Por qué?

        Perdón por salirme del tema. Es que son cosas muy llamativas y pienso que cualquier plan para reformar el mercado laboral tiene que analizarlas con detalle, aparte de proponer medidas genéricas que funcionarían en cualquier sitio. Y quizá alguien las haya estudiado, pero no lo encuentro.

        • Luzfugaz dice:

          La influencia en la cultura empresarial y obrera de las cooperativas de Mondragón creo que es una de las razones.

  5. Luisa dice:

    «…Sin embargo, de poco nos servirá si no la asociamos con otras medidas de política económica, principalmente dos: por un lado necesitamos trabajar en la reducción del nivel absurdo de desempleo estructural que sufre la economía española….»

    Anodada me he quedado con la profundidad del análisis.
    ¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?

  6. pandas dice:

    Hay alguna mención a la mochila austrica en esta propuesta? Era algo que defendía UPyD y que me parece fundamental en España. Hay que ayudara a la gente que quiere mejorar a través de un nuevo trabajo. A día de hoy la gente tiene mucho miedo al cambio por no perder sus derechos adquiridos

    • Luzfugaz dice:

      Totalmente de acuerdo. Sin mochila austriaca el trabajador se encuentra encadenado al primer puesto de trabajo. Recuerdo que un sindicalista granadino proponía un tipo de empresa llamado proporcionalista. En este tipo de empresa el salario no era fijo con el fin de evitar que la ley de rendimientos decrecientes frenara la incorporación de nuevos trabajadores. Se confia en que la regulación que actúe sea el cambio de empresa por parte del propio trabajador, pero para que funcione es necesario que el trabajador no tenga indemnización por despido o pueda llevarse la que le correspondería.

      • Shine dice:

        Esa supuesta movilidad no tiene nada que ver con incorporar los costes de despido a ese engendro llamado «mochila austriaca», bastaría con que la prestación por desempleo funcionara de tal manera. Pero cuando el objetivo es que «que el trabajador no tenga indemnización por despido» se adaptan este tipo de engendros para vender como beneficioso lo que los trabajadores no aceptarían en la vida.

        • Luzfugaz dice:

          No estoy defendiendo «que el trabajador no tenga indemnización por despido», es solo mostrar las dos alternativas para que el trabajador no esté encadenado a un trabajo por miedo a perder una indemnización que luego podría necesitar.
          Digo más, la «mochila austriaca» debe llevársela aunque se despida sin tener aún un nuevo trabajo. Son muchos los empresarios que humillan al trabajador debido a que este no tendrá desempleo si se va de «motu propio».

          • Shine dice:

            El trabajador no está encadenado a un trabajo por la posibidad de perder una indemnización, sino que se encadena al trabajo para obtenerla. Pero lo importante es que el desempleo es algo distinto a la indemnización, si conviertes la segunda en lo primero, tienes lo primero y no lo segundo. Con lo que al final el trabajador no tiene indemnización por despido, pues esta tiene una función que desaparece con la famosa mochila austriaca. Así que una cosa no tiene que ver con la otra y se puede perfectamente combinar la indemnización por despido con llevarte la prestación por desempleo. Igual la mochila en Austria significó algo distinto que traerte esa mochila a España.

    • Epicureo dice:

      O hay mochila austriaca, o hay indemnización por despido. Son alternativas no compatibles. Por lo tanto, si habla de indemnización por despido, no puede haber mochila austriaca.

      La mochila austriaca favorece la movilidad en el trabajo, pero también favorece el despido. Así que ayudar a la gente que quiere mejorar cambiando a otro trabajo supone fastidiar a la gente que quiere estabilidad y no cambiar de trabajo y de residencia cada dos por tres. Y estos últimos también son seres humanos.

      • pandas dice:

        La mochila austriaca es una forma de gestionar la indemnización por despido, no la sustituye.
        Tampoco veo ningún problema con quien quiera estabilidad laboral su situación sería similar a la actual.
        Pero creo que en España hace falta premiar que la gente pueda aspirar a mejorar profesionalmente por la vía de la movilidad. A día de hoy para mucho gente puede ser un riesgo demasiado grande plantearse un cambio de trabajo.
        Además si de verdad creemos que tenemos que virar hacia una economía del conocimiento tenemos que adaptar nuestro marco legal de una forma más eficiente hacía ese tipo de economía, mucho más dinámica, cambiante y con mayor incertidumbre para el trabajador. Hace falta un marco regulatorio que proteja mejor a ese tipo de trabajadores.

        • Shine dice:

          Decir que la mochila austriaca es una forma de gestionar la indemnización por despido y no la sustituye es una manera de demostrar que no se entiende qué es una indemnización por despido y para qué sirve. Tampoco es culpa de uno, es que la dirección que han llevado las mismas durante los últimos nos han llevado a confundir indemnizaciones por despido con prestaciones por desempleo. Epicureo en cambio como lo entiende tiene toda la razón de que la instauración de esa mochila supone la desaparición de las indemnizaciones.

          Lo mejor de estos debates es que empezamos hablando de dar estabilidad, proteger a los desavalidos y otras lisonjas, para luego acabar proponiendo aumentar la «movilidad», eufemismo para precisamente acabar con esa estabilidad en los empleos. Podemos empezar por aquí y nos ahorramos la demagogia lacrimógena de las defensa de los jóvenes, las mujeres, los negros y los socios del Betis.

          • Demócrito dice:

            Para entender toda tan bien no has entendido nada.

            • Shine dice:

              Impresionante.

              • Demócrito dice:

                No, impresionante es creer que una indemnización por despido, por el mero hecho de ser acumulada previamente de acuerdo períodos temporales, deja de ser una indemnización por despido. Le tendré que decir a mi empleador que no ahorre fondos para proveer indemnizaciones, que si no no valen.

                • Epicureo dice:

                  Es que no es una indemnización por despido, por el simple hecho de que no está vinculada al despido.

                  El sistema consiste en que el empleador aporta una cantidad mensual a un fondo propiedad del empleado, que éste puede recuperar en determinadas circunstancias (si se queda en paro o, con suerte, cuando se jubile).

                  No tiene nada que ver, por tanto, con la idea que das de que el empleador reserve fondos (en una cuenta suya, no del empleado) para la contingencia, que puede darse o no, de un despido, y si no se da el dinero sigue siendo del empleador.

                  La diferencia básica es que la indemnización por despido es disuasoria: el empleador sólo paga si despide. En cambio, la mochila austriaca hace que despedir salga gratis en cualquier caso.

                  ¿Empiezas a entender ahora?

                  • Shine dice:

                    Ya somos que así lo entendemos 😉

                  • pandas dice:

                    Resumiendo: es una indemnización que no está vinculada al despido pero se cobra si te quedas en paro (porque te han despedido no? :-))

                    Yendo al fondo del asunto, el efecto disuasorio es en los dos sentidos para empresario y trabajador. En ningún de los dos sentidos caso me parece positivo ni sano para una economía que quiera ser dinámica.

                    Como se ha dicho tantas veces por aquí, hay que proteger a la persona no a a los trabajos.

                • Shine dice:

                  Bueno… si tienes una bicicleta la puedes llamar bicicleta. Pero si le quitas las ruedas y el sillín, tú si quieres le puedes seguir llamando bicicleta pero no sirve como bicicleta. Si una indemnización por despido es una multa que sirve a un objetivo concreto, me da que si pagas la multa por adelantado no vas a tener problema en saltarte el semáforo. Con la mochila la indemnización se convierte en cotización. Y tú si quieres le sigues llamando indemnización que vende más.

      • Pescador dice:

        Lo d ela mochila me parece un pasado hipotetico que no volverá. La tendencia es a ir al despido libre y gratuito, sin invertir esa tendencia – y no veo yo a la patronal&socios muy dispuesta a ir creando un fondo de mochilas, antes nos suben dos puntos de IVA la luz y el agua – esto no va a llegar a ninguna parte.
        Creo recordar que la indemnización por despido fue una consecuencia de una escasez de mano de obra. Esa escasez parece que no va a volver, catastrofe demográfica aparte, asi que plantearse, viendo las evidencias empiricas, que en este país se busca una regulación equilibrada de las relaciones entre patrones y empleados es solo un ejercicio de estilo. Esto es tan inexorable como lo fué la caida del imperio romano.

        • Molari dice:

          Pues a medida que se jubilen los baby boomers tienes tu «catastrofe demográfica» a nivel de número de empleables

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