Una queja recurrente del nacionalismo catalán es que desde Madrid nadie les está ofreciendo una alternativa. La tercera vía, dicen, es una idea nebulosa sin contenido relevante, el PP está completamente cerrado a negociar, y el federalismo del PSOE es palabrería para disfrazar más de lo mismo. Tienen parte de razón. El PSC está demasiado ocupado autodestruyéndose como redactar nada remotamente coherente, Rajoy sigue con su filosofía de mirar al horizonte y fingir tener una estrategia, y los socialistas están tan aterrorizados con ofender a alguien que ni siquiera se molestaron de hablar sobre Cataluña en su conferencia política.

El PSOE no iba del todo desencaminado hace unos meses. La declaración de Granada, el acuerdo dentro del partido para defender el federalismo, es un documento relativamente decente. Es también una muestra más de por qué los socialistas nunca llegarán a ningún sitio como no se espabilen: en un documento de ocho páginas se tiran las seis primeras hablando sobre lo estupenda que es la unidad de España y pidiendo disculpas por querer reformar la sagrada constitución para hacer felices a los catalanes. En vez de explicar bien la muy razonable lista de propuestas de las dos últimas páginas, el PSOE empieza el debate escondiéndose.

Es una lástima, porque alguien en algún lugar de España haría bien de plantear una alternativa decente al sistema actual, aunque fuera para simular interés. Los nacionalistas acabarán por ganar el debate por incomparecencia de los unionistas. Y no, repetir «dentro de la constitución» como un mantra no es un argumento político racional.

La idea entonces sería ofrecer un paquete de reformas para arreglar el estado autonómico, profundizando en la idea federal. Digo profundizando porque España, mal que nos pese, es un estado federal a todos los efectos. Las comunidades autónomas tienen unas cuotas de poder político, volumen de gasto público y responsabilidades comparables o superiores a muchos estados federados (los únicos  con más poder son los Estados Unidos, algunas provincias canadienses y los cantones suizos); el problema, en todo caso, es que nuestro modelo federal ha sido construido a base de pegotes, transferencias al azar, acuerdos aleatorios y reformas chapuceras hechas sin planos ni ideas coherentes. Nuestro estado autonómico es una federación construida por Victor Frankestein sobre las bases de una constitución ambigua. Los partidos durante la transición decidieron dejar la estructura territorial del estado para otro día, dejando un modelo abierto, y durante tres décadas hemos construido este edificio con nuchas ganas pero sin arquitectos supervisando la obra.  Gran parte de las reclamaciones de los nacionalistas catalanes (y de las obvias deficiencias del sistema – no están protestando chorradas) viene de esta falta de coherencia dentro del sistema.

Los federalistas, entonces, deberían ofrecer un rediseño del sistema actual, arreglando los problemas obvios. ¿Por dónde deberíamos empezar?

1. El modelo de financiación

Dinero, dinero, dinero. En el fondo el gran problema del modelo autonómico es que no sabemos cómo pagarlo. Dejando de lado el País Vasco y Navarra, ninguna comunidad autónoma tiene la más remota idea sobre cómo van a pagar las facturas. En España tenemos un gobierno central que decide sobre casi todos los impuestos, los recauda, y después asigna parte de ese dinero a las autonomías según una formula tan opaca como incomprensible. Las comunidades, mientras tanto, tienen capacidad de decisión sobre un porcentaje descomunal del gasto, son responsables de gestionar la inmensa mayoría del gasto público corriente, y nunca pueden estar seguras sobre cómo lo van a pagar. Como los votantes ven el gasto presente pero no las deudas futuras (y en caso de duda, todo es culpa de Madrid, que nos odia), los políticos autonómicos tendían a gastar con ahínco, dejando bonitos agujeros presupuestarios.

Arreglar esto es muy sencillo: que cada administración se pague lo suyo. El gobierno central tiene sus impuestos, y recauda lo que cree necesario para cubrir sus competencias y programas de gasto. Si una comunidad autónoma quiere dar algún servicio (ya se sabe,  gobernar y tal), debe crear un tributo para poder pagarlo. Esto quiere decir, por un lado, que deberíamos eliminar la estúpida limitación constitucional prohibiendo impuestos concurrentes. Si una autonomía quiere gravar la gasolina o crear un IVA autonómico, adelante, está en su derecho. Por otro lado, esto también significa que veríamos impuestos duplicados federales y estatales. Esto es perfectamente habitual en otros países federales; el papeleo se mantiene a niveles razonables manteniendo una administración tributaria común.

2. Control del gasto

Para evitar esa tradición tan española de gastarse lo que uno no tiene y después ir a llorar a Madrid pidiendo más financiación, las autonomías deberían respetar dos reglas adicionales. Primero, presupuestos equilibrados a lo largo del ciclo, con superávits obligatorios en tiempos de bonanza. Segundo, acumular fondos de reserva para poder utilizarlos durante una recesión si fuera necesario.

Asociada a estos dos límites, el gobierno federal debería a su vez respetar dos reglas claras. Primero, nunca rescatar a una comunidad autónoma en bancarrota si no ha respetado las normas anteriores. Segundo, en caso de recesiones extraordinariamente graves que superen la capacidad de las autonomías para mantener el gasto (una catástrofe natural o una crisis financiera gigantesca, digamos), el gobierno federal debe poder aprobar planes de estimulo especiales para mantener servicios básicos.

3. Derechos sociales mínimos a nivel federal

Una de las atribuciones del gobierno federal debe ser establecer un paquete de derechos sociales mínimos comunes a todo el país. Para asegurar la igualdad entre ciudadanos entre comunidades, el Congreso marcaría una serie de prestaciones mínimas en derechos sociales, y de forma más significativa, pagaría su coste. De este modo tendríamos una prestación de desempleo «federal», igual para todo el país, costeada por los impuestos federales, una lista de servicios básicos de sanidad con un gasto por habitante determinado, pagados del mismo, modo, y así sucesivamente. Un gobierno de izquierdas en Madrid (DF) obviamente apostaría por hacer estos servicios mínimos tan generosos como sea posible. Un gobierno de derechas hablaría de democracia, derechos autonómicos y la voluntat de un cada poble para pasarle la pelota a los ejecutivos autonómicos.

Efectivamente, en países normales el federalismo es de derechas. En el PP no parecen haberse enterado.

4. Distribución competencial

La distribución competencia es menos importante de lo que parece una vez que cada uno se está pagando sus caprichos, pero también necesitaría retoques. El modelo básico no sería demasiado distinto al actual: una lista de competencias federales exclusivas (defensa, comercio interior, política exterior, unidad de mercado, etcétera), y una cláusula residual que dejara el resto a las comunidades autónomas. A efectos prácticos esto no debería representar un gran cambio en la distribución competencial actual, por cierto; en España tenemos esa especie de cláusula residual gonzo consistente en las comunidades poniendo lo que les apetece hacer en sus estatutos. Es más rápido dejar que hagan casi lo que quieran siempre que no molesten demasiado y se lo paguen ellas.

5. Blindaje identitario

De todas las reformas, esta sería la más inusual a nivel comparado, aunque a efectos prácticos no implicaría grandes cambios: la constitución incluiría específicamente la protección de las minorías nacionales, y restringiría la capacidad del gobierno federal de legislar sobre la materia. Esto incluye la educación, por cierto; lo de decidir temarios desde Madrid (DF) es bastante estúpido. El gobierno federal mantendría la obligación de velar por los derechos fundamentales de los ciudadanos en todo el país, pero sólo intervendría en casos extremos*.

6. Participación de las autonomías en decisiones comunes

Dado que el gobierno federal va a tomar decisiones que afectan directa o indirectamente a los servicios prestados y pagados por las comunidades autónomas, estas deben poder tener voz y voto en algunos debates. La forma más obvia de hacer esto es mediante una reforma del Senado más o menos seria, probablemente alineando las legislativas en la cámara alta con las elecciones autonómicas y dándole poder real de veto en algunos temas.

La participación, sin embargo, no debería limitarse al Senado; es necesario crear mecanismos de cooperación y participación reforzada. Algunos programas de gasto, por ejemplo, pueden ser pagados a medias entre federación y comunidades. Si el gobierno central quiere animar a las autonomías a gastar más dinero en algo fuera de sus competencias (digamos guarderías públicas) puede ofrecerse a pagar parte de la factura a las regiones que quieran participar.

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Un modelo federal clásico bajo este patrón tiene tres ventajas importantes. Primero, no necesita demasiados cambios constitucionales; el sistema de financiación es una ley orgánica, la atribución de competencias requiere retocar dos o tres artículos y el Senado sería revivir una institución inútil. El capítulo cultural es el más complicado de redactar, pero no creo que sea insalvable. Segundo, la solidaridad entre regiones es transparente y automática, sin arreglos contables opacos. Las comunidades más ricas tienen más gente con más recursos que pagan más impuestos, las más pobres tienen más gente pobre que utiliza servicios y prestaciones estatales pagadas por el estado. El reparto de la inversión en infraestructuras es un poco menos obvio, pero (idealmente) debería estar fuera del alcance de los políticos y regirse por criterios técnicos. Tercero, es un modelo de federalismo simétrico que permite a cada comunidad autónoma decidir qué quiere hacer. Todo el mundo tiene las mismas competencias, siempre que quiera pagarlas. Cataluña, si así lo desea, puede ser un lugar donde los botiguers viven seguros y el cine se dobla en cuatro idiomas, y hacerlo sin molestar a nadie. Las comunidades con menos ganas de ser distintas puede conformarse con el nivel mínimo de gasto federal,  dejar que todo se decida en Madrid y quedarse tan tranquilas.

No sé si bastaría para aplacar a los independentistas, aunque los resultados de la encuesta de ayer en La Vanguardia (y el 67% de apoyo a un pacto fiscal) me hacen sospechar sí. Por encima de todo, es un modelo más justo, más transparente y más eficaz. El sistema autonómico español tiene varios problemas obvios, y no estaría de más intentar arreglarlos, con y sin nacionalistas de por medio. Hay veces que intentar arreglar las cosas es la mejor manera de solucionar un problema, por increíble que pueda parecer. No estaría de más intentarlo.

*: En este punto, por cierto, soy más partidario de no tener un idioma oficial (como sucede en Estados Unidos) y obligar a todas las administraciones públicas a responder a los ciudadanos en cualquier idioma que estos necesiten. La centralita de atención al cliente para la reforma de la sanidad en Connecticut tiene acceso a traductores para 70 idiomas (no exagero), y no parece ser un problema. Dado que los políticos españoles tienen un apego irracional a la política cultural me resigno a tener legislación sobre estos temas. 


73 comentarios

  1. heathcliff dice:

    Yo creo que es un problema de credibilidad, Roger.

    No se trata de repetir “dentro de la constitución” como un mantra, como dices, sino de preguntarse qué vas a conseguir satisfaciendo a los nacionalistas esta vez. La respuesta más creíble es NADA, porque la base ideológica del nacionalismo reside en no detener nunca las peticiones, o así se percibe.

    Si nunca van a estar satisfechos, se haga lo que se haga, ¿qué incentivo crees que existe para acercarse a sus posturas?

    El federalismo puede ser buena idea, que no lo niego, pero aunque puede ayudarnos a mejorar algunas disfuncionalidades territoriales, desde luego no resolverá el problema de los nacionalismos, y menos aún si se se propone un federalismo simétrico, algo que los nacionalistas odian con toda su alma porque les niega su derecho a ser diferentes (léase obtener ventajas a través de privilegios).

  2. heathcliff dice:

    Respecto a los temarios:

    Si no hay un temario centralizado, tiene que desaparecer el título centralizado. Y buena suerte cuando vayas pro ahí diciendo que eres ingeniero por la Comunidad de Murcia, sin título español de ingeniería.

    Lo que no es posible es extender un título que responde a temarios diferentes. Y sé que en la práctica ya se hace, pero hay que mantener al menos el paripé de que somos gente seria que supervisa y controla.

    Un temario diversificado sería un estorbo de proporciones cósmicas para la movilidad. Cada uno en el pueblo en el que nació, y más te vale no salir de él…

    Y no sé si estamos para esa clase de trabas.

    • Hejo dice:

      Disculpa, pero creo que te equivocas profundamente. Un tema es la descentralización o transferencia de las competencias, otro tema es la libertad de cátedra o de cada centro para impartir los contenidos y aplicar las metodologías que crea más adecuados, otro tema es el reconocimiento de lo títulos.
      Un caso extremo del primero es Noruega donde las competencias son municipales y donde hasta hace pocos años coexistían multitud de recorridos educativos. Otros casos clásicos son Alemania y USA donde las competencias son de los Estados. En los USA ni siquiera existe un Ministerio de Educación (el Board of Education NO es un ministerio…).
      Tanto en USA como en Alemania coexisten sistemas pedagógicos muy distintos (p.ej. las escuelas Waldorf en Alemania). Las Administraciones no pasan de resumir en unos pocos folios los objetivos básicos y los conocimientos mínimos, quedando el resto a elección de los Centros y de los Docentes. Nada de esto dificulta que los alumnos que han cursado el «bachillerato» puedan acceder a universidades de otros Länder o Estados, lo que es práctica habitual.
      En cuanto a la tituaciones universitarias, lo mismo: unos mínimos de duración, competencias a adquirir y temarios a impartir. A partir de ahí, reconocimiento automáticos de los títulos. Del resto (prestigio de la universidad, p.ej.) se encarga el «mercado».

      Por cierto, en España existe este reconocimiento automáticos de los títulos emitidos por toda universidad oficialmente reconocida, y que yo sepa nadie se ha planteado cargárselo.

      • heathcliff dice:

        Gracias por las aclaraciones. El problema, creo yo, es que esos mínimos son difusos, y pasarían a ser aún más difusos en un sistema federal.

        Como dice más abajo Davizoaf, cuando hay lealtad institucional, todo es posible, pero cuando no la hay, y es obvio que en España mantenemos enfrentamientos de todo tipo, lo que quede a la discreción de los agentes es fuente inagotable de fricciones.

        A día de hoy, por ejemplo, las universidades con menos alumnos «semiregalan» sus títulos para atraer a los estudiantes que quieran aprobar con menos esfuerzo y mantener así unas cifras aceptables.

        ¿Que el mercado va a dañar su prestigio? Probablemente, pero a la inmensa mayoría de la gente lo que le importa es tener el título, que es lo que te exigen para opositar o para firmar proyectos. Si el título es bueno o malo, o si estudiaste mucho o poco, se olvida a los diez minutos cuando trabajas en la empresa de la familia o eres ya funcionario. Ese tema de tener un título con gran prestigio para llegar a un trabajo importante, me temo que lo han copado las privadas.

        Es triste, pero es que lo que tengo visto demasiado a menudo.

        • Carlos Jerez dice:

          En cuanto a los temarios, estoy con Hejo, joder si convalidamos títulos dentro de la UE, bachilleres, etc, sin tener exactamente el mismo temario, no se que dificulta hacerlo en España con temarios menos diferenciados. Es más yo no creo que otro licenciado en economía de una universidad española diferente tenga exactamente el mismo temario que he estudiado yo.

          Te comprendo con tus miedos a si les damos a los nacionalistas esto, luego pedirán más, y se que es lo que piensan muchos, pero creo que es un error. Primero porque aunque hayan nacionalistas puros, hay muchos que en un marco mejor no lo serían. Segundo, porque como dice Roger, el sistema puede ser mejor en sí para todos, y es en base a eso a lo que yo propondría reformarlo, y como efecto secundario que pudiera rebajar las tensiones con las regiones más nacionalistas.

          La propuesta de Roger me parece interesante, ya que si que parece haber más afinidad con las ideas federalistas en la actual dirección del PSOE que con otros temas como la dualidad laboral, ¿por que no proponéis tomar en serio el federalismo no tanto para calmar a los catalanes como para mejorar el funcionamiento del estado en sí mismo?. Creo que una iniciativa así, le daría una bandera al PSOE diferenciadora del PP, algo que hacer mejor que ver pasar el tiempo, y capacidad de desplazar varios debates, tanto sobre su liderazgo como sobre el proceso independentista, hacia algo más constructivo y que le diera protagonismo en la escena política.

          Ya sabes Roger, si por casualidad lees el comentario, ¡mete baza!.

    • PETER dice:

      Con lo cual generaras incentivos para homogeneizarlos en la medida necesaria y para diversificarlos en la misma medida, segun vayan siendo las diferentes necesidades. ¿Te suena eso del mercado, la competencia y los incentivos?; por ahi van los tiros en los mejores sistemas educativos del mundo.

  3. Star destroyer dice:

    Roger Senserrich siendo acusado de dejarse lavar el cerebro por sus paisanos catalanes nada más llegar para hacer cagar el Tió en 3, 2, 1…

    • Lole dice:

      Acusado de dejarse lavar el cerebro? No exactamente.
      Pero esta vez no. Acaba de llegar. Y se nota.

      • ianu dice:

        Lole siempre igual. Raro que noi haya hablado de sobredosis de carn d’olla.
        Cierto esto de que las obsesiones personales tienden a crecer con el tiempo.

  4. Pescador dice:

    El reparto – y la inversión- en infraestructuras sí tendría que estar controlado por las autonomías. Quizá asi evitariamos embarcarnos en megalomanias estatales. Una especie de «cheque» autonómico, un plan director – las salidas a Europa tiene que ser competencia central – y que cada palo aguante su vela.
    En este asunto no todo es cuestión de «técnicos» , además técnicos ¿En qué?. ¿Quien decide por que puerto salir, cuando es necesario desarrollar otra infraestructura, hasta donde ampliar lo ya existente? Esto me recuerda a viejas conversaciones sobre lo bueno y eficientes que serían las megaciudades…traducelo a megapuertos, mega-aeropuertos y verás en que lindo jardín te metes…

    Lo de los temarios universitarios y la calificación/cualificación de los titulados daría para hablar largo y tendido. Gracias a dioxxx, al menos en la técnica, ya estan los alemanes para decirnos lo que está bien y lo que está mal…así que si la Universidad de Caravaca quiere crear ingenieros aptos para el mercado, ya puede fijarse bien en a quien copia.

  5. L dice:

    Este tipo de propuestas son como cuando en las elecciones francesas se discute sobre qué quieren los franceses que sea la UE, es decir, un brindis al sol, porque uno puede proponer mucho pero sin el acuerdo de los otros actores -como los ingleses o los alemanes- no vamos a ningún sitio.

    Para que una reforma de este tipo tenga cierto éxito, y necesariamente si tiene que implicar una reforma de la constitución, tiene que tener el acuerdo del PP. Y el PP, seguramente porque en esto representa bastante bien y bastante mejor que el PSOE las preferencias de sus votantes, no tiene ninguna intención de acceder a este tipo de cosas.

    En Cataluña se habla mucho de que lo del independentismo ha sido una respuesta que no se aprobó el Estatut tal y como llegó de Cataluña y que luego tuvo que asearlo el constitucional para que encajara en la constitución. Lo que no se dice casi nunca es que UPyD probablemente también ha sido una respuesta a que el Estatut sí se aprobó. A mí me cuesta mucho ver como se puede cambiar el modelo de Estado sin crear más polarización respecto al tema.

  6. fr_carrillo dice:

    Algunos semi-independentistas afirman que Granada fue un paso atrás en la propuesta federalista del PSOE.

    De todos modos, el PSOE ya pone en la mesa la solución, definirla es un asunto de cooperación entre las partes, no comprendo por que en España la gente llega con propuestas hiperdetalladas por cada parte a negociar.

    Es más sencillo entrar con líneas generales, y buscar el consenso, el puñetero estatut vino tan absurdamente extenso que en cuanto había que negociar todo eran plañideras, si el PSOE define su propuesta está invitando a los demás a decir que no simplemente por no aprobar la idea de otro.

    Los catalanes tienen dos opciones, irse ya o esperarse a que el galleguismo rajoyano se termine.

  7. @davizoaf dice:

    La propuesta de Roger me parece interesante y que podría ser una solución… para un país civilizado. Coincido en el el temor expuesto por Heathcliff de que nunca nada sea insuficiente. Pero no es porque su maldad intrínseca les obliga, sino porque sin una estrategia política de tensión con el Estado mediante el victimismo y de revindicación de lo que sea sus porpios partidos acabarían disolviéndose al no tener ya nada que revindicar o como mucho acabarían convirtiéndose en regionalistas.

    Y aunque estoy de acuerdo con casi todos los puntos hay uno que me plantea más dudas que es el de la educación. En otros países en que sus estados federales tienen una lealtad básica es más fiable delegar esa cuestión. Pero en países en los que nos encontramos cosas como la siguiente se haría más difícil de aceptar.

    http://www.heraldo.es/noticias/aragon/2013/11/20/el_justicia_pide_corregir_termino_quot_corona_catalano_aragonesa_quot_por_incorrecto_257689_300.html

  8. Hejo dice:

    Roger: cuidado con las afirmaciones de que España tiene un sistema de lo más federal del mundo mundial. Como indicas en este Post, los gobiernos autonómicos no tienen -casi- capacidad recaudatoria propia y el sistema de financiación está muy lejos del Accountability.
    Como se ha expuesto en otras entradas en Politikon, y como tú mismo muestras en la entrada que enlazas, las Autonomías tienen una gran capacidad de gestión del gasto (básicamente porque Sanidad está transferida… por imposición de ¡Aznar!) pero un bajo nivel de Shared government. Tú mismo has recordado que en los USA las leyes medioambientales o el impuesto de sociedades varían de un Estado a otro. ¡Pero es que incluso el divorcio y el código penal varían de un estado a otro! España está a años luz de ésto.
    Y no digo nada ya del tercer eje del Federalismo que es la capacidad de influencia de los Estados en el Gobierno Federal. En España simplemente no existe ( es la antaño famosa reforma del Senado, completamente olvidada).

    Desde mi humilde punto de vista la propuesta de Granada del PSOE está muy lejos de un verdadero federalismo y se reduce a poco más que a cambiar el nombre de Autonómia a Federación, con el mínimo de modificaciones posibles al sistema actual. Y si ésto es la propuesta de máximos del PSOE, no te digo a qué podría quedar reducida si algún día se llevara a la práctica.

    Un comentario final: me molesta profundamente que se hable de Nacionalismos aplicando el término sólo a Catalanes y Vascos. Como si no existiera un nacionalismo español. Es un error conceptual y en consecuencia conduce a efectuar análisis sesgados.

    • Deus ex Machina dice:

      No es del todo cierto que las comunidades no tengan capacidad recaudatoria. Es cierto que del IVA e IRPF, la parte que les toca las recauda el estado, pero por ejemplo en el IRPF tienen bastante capacidad legislativa. Con otros impuestos los tienen totalmente cecidos y hasta los recaudan ellos y demás, como ITPyAJD. De todas formas, es obvio que esto podría ser mayor

    • Uno que pasa dice:

      La capacidad de legislación del 50% en el IRPF te debe parecer una broma, entonces.

      • Pescador dice:

        La recaudación fiscal por IRPF e IVA es de 125.000 millones de euros. De eso unos 63.000 millones van para las CCAA
        Pero lo importante no es el dinero que ingresas, sino lo que cubres con ese dinero. Aqui es donde hay que echar las cuentas. El Estado administra, a su libre albedrio, el 65% de la tarta fiscal (105.000 millones de euros). Y es ahí donde están la mayor parte de las quejas

  9. […] oferta federalista para España desde la izquierda empezando por seis reformas concretas sobre financiación, gasto, derechos sociales, distribución competencial, “blindaje […]

  10. Josei dice:

    El nuevo Estatut ya planteaba lo de que Cataluña pagara lo suyo, restándole un «impuesto federal», pero Zapatero fue lo primero que tumbó. Y Rajoy ni siquiera se lo piensa. Así que aquí vemos el interés que tiene cada uno con esto.

    • Pescador dice:

      No, no planteaba eso. Planteaba que la Generalitat fuera el único ente fiscal en Cataluña y luego con negociaciones entre Cataluña y España ( o Estado Español, como prefieras) ya se iría ajustando lo de solidaridad y tal. Eso si, el status quo tocarlo lo menos posible.
      Perfecto si Cataluña fuera Corcega y se quisiera confederar con el Estado Español, pero muy tramposo y nada federal en la situación actual.
      Si encuentras algo de ese «impuesto federal» en la propuesta de Estatuto aprobada por el Parlament, titulo VI, articulos 207 a 212, te debo una cerveza…

      • Josei dice:

        Sí, lo que dicen los comentaristas es cierto. Los nacionalistas españoles se cierran en banda y no quieren nada que no sea la derrota del enemigo, aunque sea amenazando con tergiversar las leyes una y otra vez, o pasarselo todo por el forro. El federalismo es poco más que una utopía, aunque suene bien.

      • Pescado dice:

        Perfecto lo de la confederación para ti, guapo. Para mí, que soy gallego, significaría que Cataluña se comería su parte del pastel casi íntegramente y luego entraría a mangonear el resto de España (como viene haciendo desde hace un par de sigloes) dada su estructura electoral y su población. y eso de democrático no tiene nada.
        La confederación s precesamente el objetivo que perseguía Ibarreche y el que pretende Mas.
        En mi visión de las cosas, algunas regiones españolas (como Cataluña, Pais Vasco, Navarra y Madrid), se ha desarrollado a costa de los flujos financieros y humanos de todo el país, y ahora quieren comer aparte.

  11. Alatriste dice:

    En mi opinión, lo primero que se impone decir es que tiene cojones quejarse de que la oferta federalista es «nebulosa» cuando nadie tiene ni repajolera idea de lo que sería el «estado» que ofrecen en la primera preguntita, y tampoco de cómo sería el «estado independiente» que ofrecen en la segunda.

    En realidad, la cosa tiene tantos cojones que me acuerdo de aquel famoso político que dijo que cuando un lado en una negociación exigía los detalles de una propuesta por escrito, sabía que se estaba preparando para romper las conversaciones.

    En segundo lugar, es _IMPOSIBLE_ que Rajoy ofrezca una alternativa a Mas y a Junqueras. Desde el momento en el que plantearon en público que la ley no iba con ellos y que se la iban a pasar por el forro de los calzones, hicieron inviable ninguna clase de oferta o de negociación, porque eso significaría estar en las mismas una y otra vez, porque desde el momento en el que alguien dice que las leyes y la constitución no se le aplican no hay garantía alguna de que va a cumplir nada de lo que prometa, y porque el pueblo no aceptaría una rendición humillante ante sus amenazas.

    Para decirlo más claro, Mas hizo del tema la carrera de coches hacia el abismo de «Rebelde sin Causa», una cuestión de ver quién se acojona primero, con la posibilidad de acabar cayendo por el precipicio. Luego quejarse de que no te dan alternativas atractivas y no quieren negociar contigo… o es de una hipocresía alucinante, o delata un nivel de ceguera aterrador.

    Y en tercer lugar, todo lo que escribe Roger sobre como podríamos construir un estado federal que funcione bien en España me parece muy bien, muy acertado… y del todo irrelevante tal y como están las cosas. El principal problema es que por su misma naturaleza una consulta no se puede negociar, porque nadie puede ceder un poco. La consulta se hace o no se hace. Desde el momento en el que Mas se embarcó en esta aventura uno de los dos tiene que acabar humillado… o los dos en el fondo del barranco (a menos que Mas, como sospecho, tenga preparado su coche para que se averíe y se detenga solo… vaya, qué pena).

    Y en relación con eso, creo que Roger no entiendes el significado del comunicado del PSOE. Rubalcaba no está en un coche camino del abismo, puede permitirse ser el chico razonable que les dice a James Dean y Corey Allen que están haciendo una locura y que deberían hablar las cosas, sabiendo perfectamente que no le van a hacer caso… pero si estuviera en el gobierno él tampoco podría ceder a las amenazas públicas de Mas.

    • heathcliff dice:

      Estoy completamente de acuerdo contigo, Alatriste.

      La credibilidad de un gobierno regional que de antemano se niega a cumplir la legislación vigente tiende a cero, y por la izquierda. ¿Qué puedes acordar con un tipo que te dice, públicamente, que las leyes se la soplan?

      El federalismo, tal y como lo plantea Roger, podría haber sido una solución en otro momento, peor en la actual coyuntura suena a componenda. En estos momentos, cualquier oferta que se le haga a Mas y Junqueras es una muestra de debilidad o será percibida como tal.

      Como bien dices, primero tiene que haber un derrotado, o humillado, y luego ya se verá. Es lastimoso que esa sea la mecánica del asunto, pero me temo que no hay otra.

      Soy incapaz de imaginar qué incentivos puede tener Rajoy para proponer nada en las actuales circunstancias.

    • vellana dice:

      Feliz navidad, Alatriste.

  12. Felipe dice:

    El federalismo simétrico no es una respuesta a los nacionalistas, cuyo objetivo es tener privilegios frente al resto. Tiene que ser una respuesta de igualdad de los ciudadanos que viven en el mismo país, garantizando a nivel federal algunas cosas como sanidad o educación.

    Curiosamente es una de las cosas que defiende UPyD y Ciudadans, por lo que sí que existe un sector que apuesta por una reforma para mejorar esto, pero son conscientes que no es respuesta al nacionalismo, el cual como ya han comentado, nunca se va a dar por conforme.

  13. panda s dice:

    A mi a título personal, me parecemuy bien tu propuesta Roger, pero el problema es que todos los españoles deben poder decidir por igual. Hace poco aparecía una encuesta en eldiario (no puedo encontrar el enlace) preguntando por el modelo de estado. Solo un 20% querían un modelo más descentralizado que el actual. La mayoría querría mantener el modelo actual o recentralizar. Buena o mala decisión se debería respetar la soberanía del pueblo.
    Estoy de acuerdo con un modelo federal como solución a los problemas de España.No estoy de acuerdo con un modelo federal condicionado y para dar un cierto «encaje» a nacionalistas, entre los cuales hay un porcentaje no despreciable que no quieren ningún encaje. Personalmente creo que cualquier sistema bien diseñado (mecanismos de control,contrapesos,..) puede funcionar. Ceder a las presiones sin fin de nacionalistas es lo que nos ha llevado al Frankestein actual.
    Respecto a Cataluña, no creo en la indivisibilidad divina de España. Creo que España es un proyecto que puede beneficiar a todos pero entiendo que no a todo el mundo le conveza eso. Por eso no me opongo a su independencia. Pero si quieren ser parte de España tendrán que defender sus ideas (federalistas,confederales o las que sean) y aceptar la decisión de la mayoría

  14. […] Senserrich acaba de publicar un buen artículo sobre el problema Cataluña – España. Básicamente, Roger viene a decir que ni PP ni PSOE […]

  15. marc dice:

    Pues yo creo que es la única solución posible para no acabar como el rosario de la aurora. Sinceramente, si cada autonomía recauda sus impuestos y se paga su fiesta pocas excusas quedarían ya. Supongo que el Estado redistribuiría de alguna forma el fondo de solidaridad, y se crearían más diferencias impositivas entre territorios que podrían provocar migraciones internas de personas y/o empresas, pero creo que eso ya pasa.

    En cuanto a educación, los temarios ahora ya tienen un % de materias comunes y el resto no se elige desde el ministerio, dudo que cambiase nada.

    Sanidad y justicia deberían tener una base de funcionamiento unificada (algo que hoy no existe, si no voy equivocado). Ahora mismo lo que tenemos es un Estado central pagando muchos sistemas distintos (por ejemplo, de software) lo cual es una auténtica aberración y un insulto a la inteligencia.

    • JM dice:

      A la inteligencia y a los contribuyentes, además de un nido de corruptelas y concursos a medida del primo proveedor de turno.

  16. Teresa Cabarrush dice:

    Feliz Navidad a todos.

  17. pau dice:

    Un artículo sin desperdicio, lo malo del asunto es que ya ha pasado el tiempo de milongas federalistas y estudios de cómo podría remediarse lo que la mayoría desprecia. Ahora, ni con una España atenta a la realidad y proclive al entendimiento, se puede superar el problema, quizá por la falta de él.
    Hablo con un madrileño de pro y me cuenta que los independentistas «somos» una minoría. Y ya paso, no siento ni ganas de explicarle por décima vez que yo no soy nacionalista; paso porque ya me importa un comino, porque ahora mismo, incluso para un tipo como yo, la mejor solución sería largarse de España cagando leches. Entendedme, ir contra natura y contra la mayoría siempre sale caro.
    Ya no es un problema económico, de derecho o educativo, ya no; como tampoco intrínseco del catalanito indígena. En Bellvitge, donde casi todos son descendientes de emigrantes o simplemente emigrantes, la mayoría es independentista. En las manis se puede ver a magrebís, senegaleses, ecuatorianos y hasta chinos. Lo que ha conseguido el españolito supera a los mejores sueños de Junqueras. Simplemente ha sido un problema de desprecio, que llegó a su límite cuando el famoso boicot por un Estatuto que ahora los más centralistas quisieran recuperar.
    Recuerdo que entonces, en innumerables artículos, expliqué que el PP, y el PSOE por su silencio, habían puesto los cimientos de la independencia.
    Mientras, al catalán ultracentralista solo se le ocurre hablar de intervenir la Generalitat, Sánchez Camacho incluso de inhabilitar a Mas, en un alarde de fascismo como ya no se recuerda. Y es que el de aquí sabe lo que pasa y anda acojonado.
    La independencia, señores, está servida. Cada año mueren más unionistas de los que nacen, y nacen más independentistas de los que mueren. Hagan cuentas señores, porque eso es lo que hay.
    En fin… ¿Quién hubiera dicho que un país donde sólo un 20 o 25% de la población era separatista, ahora lo es una mayoría? Y, por supuesto, el españolito debería pensar en eso, al menos para no repetir el error en otros lares. Porque el que piense que de eso solo tiene la culpa el que ha cambiado de pensamiento, es idiota del culo.

    • Alatriste dice:

      Una pregunta muy sincera, y que va sin segundas ¿Cómo compaginar lo que dices con encuestas como la de La Vanguardia (no precisamente un medio anti CiU) que siguen diciendo que la mayoría no está a favor de la independencia?

      Y ya que hablamos de asignar culpas, no seré precisamente yo quien niegue que imbéciles como ciertas personas a las que no citaré por su nombre (pero que todos sabemos quienes son) han hecho muchísimo daño con iniciativas tan inteligentes y con tanto sentido de estado como tratar de impedir que ENDESA acabara «en manos catalanas»… pero algo habrán tenido de culpa los otros imbéciles, los de «España nos roba», los de que llevamos desde 1714 de «expolio» y los de que para los españolitos de segunda una descentralización administrativa sería perfectamente adecuada y que la autonomía debe ser solo para los de pata negra ¿No?

      Porque una cosa que tengo la impresión de que no entendéis es hasta qué punto han causado irritación general iniciativas tan estúpidas, tan ciegas, como la de pitar el himno en los partidos de fútbol. Insultos así también son responsables de que Rajoy no PUEDA ceder… que probablemente no querría de todas maneras aunque solo fuera porque no cambiar nada forma parte de su carácter; pero si quisiera, no podría.

      • Jon dice:

        Decir esto de «La Vanguardia» demuestra tener muy poco conocimiento de la empresa en cuestión (y sé lo que me digo).

        Eso sin tener en cuenta que la famosa encuesta suma al «No» los partidarios que Cataluña sea un Estado «a secas», algo que no se sabe lo que es. Todas las encuestas binarias realizadas dan una victoria arrolladora del «Sí» a la independencia.

        • Alatriste dice:

          En primer lugar, puede que sea de mal gusto pero me veo obligado a recordar que según todas las encuestas hace menos de un año CiU iba a sacar cerca del 40% de los votos y más de 50 escaños (según las encuestas de la Generalitat, cerca del 45% y al menos 70 escaños) pero solo consiguió un 30% pelado y 50 escaños. Lo menos que puede decirse es que hay que manejarlas con precaución… todas ellas, incluída esta que creo que es la más reciente

          http://www.elmundo.es/cataluna/2013/12/14/52accf6561fd3db75c8b4575.html

          Esto lo digo mucho, y voy a repetirlo: vuestro primer problema no es que estéis peleados con el malvado Madrid, es que estáis muy fuertemente divididos vosotros mismos.

          Ah, y puedes llamarme excéntrico, pero cuando en una encuesta le preguntan a alguien qué va a responder a la pregunta «¿quiere que este Estado sea independiente?» y responde «No», yo diría – aunque es solo una opinión personal – que «no» significa «no», y quiere decir que está en contra…

          Y en cuanto a «La Vanguardia» dejaré que opinen quienes estén más al tanto que yo, pero señalaré que tenía entendido que su reputación era la de ser catalanista y no precisamente cercano a Esquerra Republicana…

          Nota: a destacar en la encuesta de «El Mundo» que más del 70% de quienes dicen haber votado al PSC son partidarios del «No/No»… y que a pesar de todo los que se suele largar sobre el adoctrinamiento nacionalista de la juventud, los votantes jóvenes están mas o menos tan divididos como los de más de 30 años, o los de más de 45.

    • joan dice:

      Hola,

      Sólo un comentario breve. Las afirmaciones que se realizan deben ser ciertas, y no se debe aprovechar nadie de que hay gente que no es de Cataluña para engañarle de forma grosera. Yo soy catalán y soy español y no quiero la separación. Algunos queréis hacer ver al resto de españoles que en Cataluña hay una unanimidad respecto a este tema que evidentemente no existe. Aunque intentéis impregnar todo de independentismo y mostrar a España como la causa de todos nuestros problemas, sólo es una forma de populismo, en muchos casos xenófobo hacia los castellanohablantes y hacia el resto de España, que es por otro lado a lo que nos ha tenido acostumbrados el catalanismo desde su creación hace ciento cincuenta años.

      Pero bueno, a lo que iba. Comentas que en Bellvitge la mayoría es independentista. Con esto ya admites que hay colectivos, en concreto los castellanohablantes, que son refractarios a la independencia (si hasta en Bellvitge son separatistas…). O sea, que se está atizando desde el nacionalismo la división de la sociedad. Mírense las encuestas del CEO por lengua propia o por habitual y se verá que la lengua es un factor muy importante.

      Comentas que en Bellvitge la mayoría es independentista. Es falso. CiU tiene un 7 % y ERC un 5 % (http://www.l-h.cat/eleccions/elec.aspx?a=36120&tipus=R).

      Espero que sea un error y no un argumento para intentar confundir a comentaristas que desconocen la realidad catalana.

      Saludos.

      • Jon dice:

        Lo que demuestra no conocer realmente la realidad es asimilar el independentismo a votar CiU o ERC o hablar catalán. Eso no significa afirmar que en Bellvitge haya una mayoría independentista, pero medirlo por estos parámetros es señal de no haber entendido nada.

        • Joan dice:

          Según las encuestas, la inmensa mayoría de los votantes de CiU, ERC y CUP son separatistas. La inmensa mayoría de los votantes de C’s, PP y PSC son unionistas. ICV se encuentra partida en dos. Si tienes alguna manera diferente de medir el independentismo, estoy encantado de leerte. Pero sostener que en Bellvitge, con un poco más del 10 % de voto a CiU+ERC son independentistas es «somiar truites».

    • Pescado dice:

      Pau, me parece que no entiendes cómo se forman las mayorías sociales. Piensas que son autónomas y espontáneas y no son más que el producto de las decisiones de los dirigentes políticos, debidamente agitadas.
      Me temo que tu falta de ganas de explicar lo que sientes (que al parecer no comprenden desde otros puntos de España) va a terminar convertida en frustración. La otra alternativa es terrible, pues no es sino la violencia: sea una violencia institucional o una violencia civil, más temible pero menos probable, porque no veo a nadie en Cataluña protestando a diario por nada que no determinen vuestros «dirigentes». Y mira que hay de qué protestar, especialmente en vuestra región.

  18. Marc dice:

    Curiosa forma de desear la feliz navidad en Politikon.

  19. Alatriste dice:

    En fin, Felices Navidades y Paz en la Tierra a todos los hombres de buena voluntad. How How How…

  20. Jaume dice:

    Ahora piensa en cuánta gente en España estaría dispuesta a acercarse mínimamente a esto. Mala suerte, next.

  21. Andrés dice:

    ¿Y cuales son esas minorías nacionales? ¿Quién las elige? ¿Por qué cabe la posibilidad de que Cataluña sea una minoría nacional y Asturias no? ¿Porque ellos así lo quieren? ¿Y los demás no tenemos derecho a decir lo que queremos y lo que creemos que es Cataluña?

    Saludos.

    • Alatriste dice:

      A eso te responderán, estrictamente de boquilla, que a ellos les parece muy bien que Asturias también vote por su independencia… pero si en cambio preguntas por qué Cataluña tiene «derecho a decidir» pero la provincia de Tarragona, la comarca de Urgel o la ciudad de Barcelona no tienen los mismos derechos, entonces te va a responder el silencio más absoluto.

      La democracia, para cierta gente, parece consistir en que vote _exactamente_ quienes ellos digan, ni un grupo mayor – porque cuando vota toda España aparentemente eso es tiranía – ni un grupo menor. Y claro, tiene que ser así porque si se llegara a la consulta y a la independencia y las comarcas donde se votara «no» se quedaran en España, eso les resultaría muy difícil de aceptar… o directamente inaceptable (ya estoy oyendo los alaridos contra la «partición a la irlandesa» y las referencias a los «colonos de Franco» y los «pieds-noirs»).

      Vamos, que en realidad están de acuerdo con la famosa frase de Pemán, solo que un poquito adaptada, lo justo para que diga que Cataluña es una unidad de destino en lo universal.

      • Marc dice:

        No es una unidad de destino en lo universal pero cuando hablamos de Cataluña, en teoría hablamos del territorio completo, no de un territorio al estilo queso gruyere.

        En tu razonamiento, el 100% de los habitantes de las 13 colonias americanas estaban a favor de la independencia, el 100% de los españoles (incluyendo los catalanes) estaban en contra de Pepe Bonaparte, el 100% de los habitantes de todas las colonias del mundo han estado a favor de la independencia de su territorio.

        Hablar de hasta que punto se puede dividir un país en cachitos pequeños es negar la historia, la cultura o las fronteras históricas, ambas cosas en su conjunto, no me pongáis ejemplos de «Lleida se parece más a Huesca que a Barcelona». Si hacemos esto, entonces Ikea, con la «república independiente de tu casa», debería ser el ejemplo a seguir.

        Y por cierto, ya lo he dicho varias veces, no me importa que en caso de independencia, haya en la constitución un articulo sobre la autodeterminación, sabiendo que la Valle de Aran quizás la usaría. Pero hablar de comarcas separadas de Cataluña…Ikea. Además, Roger explicó una vez como haría el un referendum y lo apruebo al 100%. Si no recuerdo mal, el «SI» tiene que ganar con 67% de los votos y con más del 50% de SI en las cuatro provincias. Además, se harían dos referendums con 5 años de distancia entre ambos.

        Claro está. si Rajoy no mueve un dedo, entonces no creo que los independentistas tengan que mover un dedo para hacer una pregunta y un comportamiento decente ya que son los únicos que juegan. Por lo tanto, encuentras personajes como Marta Rovira con discursos típicos de alguien que no ha usado una calculadora en su vida o que simplemente no sabe lo que es 0.5 * 0.5.

        Volviendo al tema del post, parece que a los españoles os da miedo que una reforma no haga desaparecer los nacionalistas. Despertad, la única forma de hacerlos desaparecer son con campos de internamiento e incluso con eso lo dudo. Siempre habrá nacionalistas como siempre habrá fascistas. Siempre habrá pirados, pero mientras tengan quejas creíbles (Madrid ens roba!) su numero será grande. Rajoy ofrece punto por punto lo que dice Roger y convoca un referendum en Cataluña y gana. Reduciría en nacionalismo a algo marginal y reformaría España, todo de un plumazo.

        • Alatriste dice:

          Me gustaría saber dónde he dicho o implicado una sandez tan grande como que «el 100% de los habitantes de las 13 colonias americanas estaban a favor de la independencia, el 100% de los españoles (incluyendo los catalanes) estaban en contra de Pepe Bonaparte, el 100% de los habitantes de todas las colonias del mundo han estado a favor de la independencia de su territorio»…

          Lo digo en serio. Quiero saber dónde he dicho algo que se parezca a eso… porque lo que opino al respecto es que en los dos primeros casos la cosa no se decidió votando sino a tiro limpio y con intervención decisiva de ejércitos extranjeros, y que la tercera es un cajón de sastre en la que entra de todo, desde colonias donde se votó a colonias donde hubo una auténtica guerra civil, pasando por todos los casos intermedios… pero para empezar, por definición una colonia es un territorio donde no se vota para las elecciones de la metrópolis. Si acaso puede haber algo de democracia local (como en la India británica) pero no es un país democrático.

          Y por cierto, lo he intentado pero no puedo resistirme a mencionar que cambiando solo los nombres de lugar – y en algún punto ni eso – tu post debe ser lo más españolista que he visto en mi vida. Lo aplaudirían a rabiar hasta en Intereconomía. Impagable lo de «Hablar de hasta que punto se puede dividir un país en cachitos pequeños es negar la historia, la cultura o las fronteras históricas, ambas cosas en su conjunto» ¿No habíamos quedado en que lo que primaba era el «derecho a decidir»? Pues no, resulta que dónde ese derecho choca con «la historia, la cultura o las fronteras históricas», la democracia es la que pierde… pero solo si el sujeto es Cataluña.

          Pues mi opinión es que «o todos moros, o todos cristianos». Si lo que prima es el derecho a decidir, que lo haga. Pero en todos los casos. Y si hay que tener en cuenta la historia, la cultura y las fronteras históricas, así sea. Pero que el principio sea «en cada caso lo que me convenga»… eso va a ser que no.

        • Alatriste dice:

          Por cierto, olvidé mencionar que las 13 colonias no eran 13. Las colonias británicas en América del Norte formaban un todo continuo desde los hielos del norte hasta la extremidad de Florida, y eran 20 (sin contar Bermuda y las del Caribe) solo que siete de ellas no se rebelaron, al norte Terranova/Newfoundland, Tierra de Rupert, Nueva Escocia, Isla del Príncipe Eduardo y Quebec, y al sur las dos Floridas, Occidental y Oriental.

  22. […] de desembre 2013 Roger Senserrich aposta a “L’oferta federalista” (Bloc “Politikon”, 24 de desembre) per un diàleg entre institucions i partits […]

  23. Siempre me he preguntado qué hubiera si cuando se redactó el papelito constitucional en vez de estado autonómico se hubiera puesto estado federal. Quizás el problema solo es estético y no de fondo.

    • Epicureo dice:

      Una de las razones que impiden el federalismo es que los nacionalistas no son federalistas, son cosas incompatibles.

      El federalismo sólo funciona cuando hay una sola nación. Suiza es una nación, Estados Unidos es una nación, Rusia es una nación, Alemania es una nación, y les va bien.

      Cuando hay varias naciones, como en Canadá o Bélgica, el federalismo no sólo no contenta a los independentistas, por mucha autonomía que tengan, sino que se ve una oportunidad para diferenciarse más y «hacer nación» hasta que la independencia caiga como fruta madura.

      • Roger S. dice:

        Suiza tiene cuatro idiomas oficiales, y cuatro zonas culturalmente muy distintas.
        Estados Unidos es cualquier cosa menos una nación cultural.
        Rusia tiene 27 idiomas oficiales, y más de 100 lenguas minoritarias sin reconocimiento oficial.

        Acepto Alemania como nación, pero tus ejemplos son ridículos.

        • Carlos dice:

          «»Estados Unidos es cualquier cosa menos una nación cultural»
          En la Superbowl, buena suerte abucheando el himno nacional. Considérate afortunado si conservas los dientes, y si no acabas en una oficina del FBI.

          • Alatriste dice:

            Lo cual no significa que Estados Unidos sea una nación cultural… ¿O es que un hispano de California o un portorriqueño pertenece a la misma nación – siempre cultural – que un redneck de Alabama (que te parte la cara si abucheas Dixie), un cajún de Nueva Orléans, un indio Navajo, un WASP de Idaho, un yankee de Massachusetts, un negro de Baltimore, un judío de Nueva York y un nativo hawaiiano? Tradiciones, religión, historia compartida, y lenguaje propio también… en Estados Unidos hay multitud de naciones culturales.

            • Epicureo dice:

              Estáis confundiendo cultura con nación, y nación con nacionalismo. Son tres cosas muy distintas. Claro está que los nacionalistas quieren confundirlas y ganar con el «totum revolutum», pero me sorprende que Alatriste caiga de lleno en esa trampa. Es perfectamente posible y muy frecuente que una cultura diferenciada no tenga aspiraciones nacionalistas; es lo que ocurría con los vascos hasta finales del siglo XIX, por ejemplo.

              En Suiza hay cuatro idiomas y cuatro culturas, pero en todas ellas se consideran pertenecientes exclusivamente a la nación suiza y no a otra, y desde luego no hay un partido independentista en cada cantón.

              Lo mismo más o menos pasa en Estados Unidos desde el final de la Guerra Civil (que por cierto no tuvo nada que ver con ninguna cultura: fue una guerra contra separatistas que consideraban el federalismo insuficiente por motivos económicos) y la destrucción de los últimos residuos de las naciones indígenas.

              • Alatriste dice:

                No creo que esté confundiendo nada, la verdad… la tercera acepción de nación en el diccionario de la RAE (las dos primeras son «Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno» y «Territorio de ese país») es

                Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.

                Eso es lo que llamo «nación cultural» y lo que creo que quiere decir Roger cuando emplea ese mismo giro. Por cierto, adviértase que la RAE _no_ acepta la palabra nación como sinónimo de estado, ni soberano, ni federal… ni de la materia. Tal vez nos habríamos ahorrado muchos problemas si alguien hubiera dicho eso hace unos años.

                • Epicureo dice:

                  Pues la definición de la DRAE está rematadamente mal, como tantas otras. Según ella, Cataluña no es una nación, porque sus habitantes no tienen un mismo origen (ni tampoco hablan todos el mismo idioma).

                  No todos los «conjuntos de personas del mismo origen» son naciones, ni siquiera una mínima parte. Y las naciones, en su inmensa mayoría, son conjuntos de personas de muy distintos orígenes.

                  Quedaría mucho más claro reservar la palabra «nación» a colectividades con una aspiración política propia (no necesariamente independentista), «cultura» a las que se diferencian por la lengua, la religión o las costumbres, y «etnia» a las que se diferencian por su ascendencia (real o supuesta).

                  Pero claro, en estos asuntos la claridad es lo que no se busca.

        • heathcliff dice:

          ¿Y en la nación alemana meterías a los austriacos?

          Mismo idioma, misma cultura… 🙂

          Obviamente es una pregunta malintencionada, pero me interesaría saber tu respuesta…

          • Alatriste dice:

            No sé qué diría Roger, pero yo diré que los emperadores del «Sacro Imperio Romano de Nación Alemana» (Heiliges Römisches Reich Deutscher Nation) residían en Viena y que la Confederación Germánica que sustituyó al imperio tras las guerras napoleónicas incluyó a Austria hasta su disolución después de la guerra de 1866…

            Puede que sea epatante (esa palabra existe en español) pero aunque se considere universalmente a Bismarck el hacedor de la unificación alemana, igual de justo o más sería definirlo como el artífice de su partición.

            Es decir, llamaría a Austria parte de la nación _cultural_ alemana. Pero como buen unionista europeo (y antes que eso, como buen aficionado a la historia) nunca he creído que las fronteras políticas tengan por qué coincidir con las culturales, aunque solo sea porque las culturas tienen la condenada costumbre de coexistir en un mismo territorio de forma más o menos… hummm… «armoniosa».

            • heathcliff dice:

              Gracias, Alatriste.

              Me parece una respuesta impecable.

              Planteé la pregunta porque esta clase de asimilaciones entre idioma, cultura y nación tienen en otros lados muy mala prensa, por razones de todos conocidas.

              Por esa razón los europeos no quieren abrir, ni de coña, el debate de lo que es una nación y lo que no. Temen que la cosa empiece por dar una palmadita en la espalada a Cataluña y acabe por justificar el Anschluss, como poco… ¡Y de ahí para arriba!

              🙂

              • Alatriste dice:

                No tan impecable… voy a atacar mi propio post, pero releyendo me doy cuenta de que he empleado argumentos políticos basados en la existencia de un estado o supraestado para defender la pertenencia de Austria a la cultura alemana. Mea culpa.

                Sigo pensando que por infinidad de razones Austria pertenece a la nación cultural alemana, pero tengo que añadir que eso hay que matizarlo un poco preguntando para empezar si hay una sola cultura alemana, porque los mismos alemanes hacen tradicionalmente una distinción clara entre los alemanes de regiones como Renania, Baviera (y Austria), más abiertos y joviales, más católicos, más dados a alternar la cerveza con el vino y más «latinizados», y los del Noreste, para entendernos los prusianos, más rígidos y secos, más protestantes, más estrictamente cerveceros y más «germanos».

                Mi posición personal es que la población de países tan grandes como España, Francia o Alemania no puede pertenecer a una sola cultura/nación monolítica… tienen que ser una «nación de naciones».

  24. pau dice:

    Estoy seguro que Alatriste y Pescado, como buenos demócratas que son, estarán de acuerdo conmigo, en que la mejor manera de averiguar si hay más o menos independentistas es con una consulta. Yo, por lo pronto, dejaría la piel porque la gente pudiera votar y decidir su futuro, tal como hice hace 40 años, y trabajaré para que así sea.
    Supongo que al menos en eso estamos todos de acuerdo.

    Un saludo y que tengáis un buen año.

    • Alatriste dice:

      Pues me temo que no, que estás equivocado.

      Mi opinión es que quien quiera independencia que vote en las elecciones a un partido que lleve la declaración de independencia en su programa electoral; igual que quien quiera una república, o la legalización de la marihuana, o cualquier otro tema. Los referendums me producen un rechazo visceral por varios motivos, entre ellos que la pregunta siempre o casi siempre está amañada, que mientras en unas elecciones tengo tantas opciones como partidos se presentan en un referendum me dejan solo dos, que muchas veces los convocan incompetentes que lo que buscan es quitarse un muerto de encima pasando la patata caliente a los votantes, y que en demasiadas ocasiones obligan a votar a cajas cerradas sin saber lo que hay dentro, como en este caso en que ni se sabe cómo sería el «estado», ni cómo sería el «estado independiente»; ni Mas, ni Junqueras, ni nadie, nadie ha dado un solo detalle, ni uno solo… lo que están pidiendo es un cheque en blanco.

      Vamos, lo que hemos visto hasta ahora en Cataluña no ha sido precisamente lo más adecuado para hacerme cambiar de opinión sobre consultas y referendums. Cada vez que pienso que en ERC defienden que si el 49,9% de los catalanes votase que quiere que todo se quede como está, el 24,99% por un «estado» (signifique eso lo que signifique) y un 25,01% por un «estado independiente» (fuera como fuese) la independencia ganaría, no sé si reír o llorar ante semejante muestra de escrupuloso respeto por la voluntad del pueblo.

      Y por si alguien se lo pregunta eso quiere decir que en efecto, creo sinceramente que unas «elecciones plebiscitarias» son una solución mucho mejor que una consulta. No sé por qué se suele asumir a priori que eso sería negativo, el tema como mínimo merece analizarlo primero… al menos se sabría cuántos votantes querrían una constitución catalana redactada por CiU y cuántos preferirían una redactada por ERC (porque si se pusieran de verdad a crear un país independiente probablemente no estarían de acuerdo ni en la bandera; dicho sea de paso, creo también que el hecho de que no hayan dedicado ni un segundo siquiera a consensuar entre ellos cómo sería la Cataluña independiente es la mejor prueba de que ellos mismos no creen que vaya a ocurrir ni en sueños)

      • albert dice:

        Alatriste, cuando se proponen hipotesis se ha de hacer el esfuerzo que sea generalizable. Y además se ha de intentar no mezclar temas.

        El primer tema és si los catalanes queremos un país independiente o no. Y eso, seguramente no és possible vizualizarlo claramente sin un referéndum.

        En su momento, si la respuesta és que si, cada qual jugará sus bazas para promover en un
        futuro parlamento una constitución a su medida.

        Y en ese momento me temo que el ideario de partido tendrá poco que ver. Por ejemplo, la qüestión del ejercito, seguro que serà muy debatida y no descartaria un referendum a parte.

  25. albert dice:

    Sergi, interesante artículo pero no me queda clara la propuesta de financiación. La qüeestión no és si cada autonomia puede legislar impuestos aparte de los generales, sinó si todas -o las que quieran- pueden tener concierto económico. Esa opción quë como dices la vanguàrdia ha definido como clave, seria seguramente un eslabon imposible de superar por pp y psoe. Y mäs que esperar un si de los catalanes (y de bascos), dudo q la mayoria de comunidades sur y centro-oeste lo refrendaran.

    A parte de esto, me da la sensación que cada vez más catalanes estamos por desistir el intento de provar si españa puede aceptar una idea plurinacional.

  26. Alatriste dice:

    Para empezar, dos preguntas

    1. ¿La orgía de faltas de ortografía es deliberada…?
    2. ¿Quién es Sergi?

    Y pasando a lo que dices, el tema es que si yo fuera catalán y se llegara a la consulta, me repatearía tener que votar sin saber a qué demonios estoy votando… porque la Cataluña que querrían Duran y Artur Mas probablemente sería después de todo casi idéntica a la Cataluña de hoy, solo que con una bandera en rojo sobre amarillo en lugar de amarillo sobre rojo, sin nadie por encima del «honorable», y con un Barça-Español como derbi del año. Pero la que querrían Oriol Junqueras y los suyos… esa sería todo lo contrario, raro sería lo que ERC no quisiera cambiar, y cambiar de forma radical. Por ejemplo me gustaría saber si estoy votando por un país donde la banca y las grandes empresas son monopolios estatales, la enseñanza privada está prohibida, el castellano está oficialmente discriminado y, last but not least, un país que incluye en su constitución aspiraciones territoriales hostiles a todos sus vecinos, España, Francia e Italia.

    Eso lo sabría en unas elecciones plebiscitarias donde cada partido tuviera que explicarse sobre el tema que las iba a dominar, pero no lo sabría en la «consulta» como se ha planteado, es decir, deliberadamente nebulosa hasta extremos obsesivos.

  27. Saavedra dice:

    Felicidades, buen post

    La cuestion no es tratar las neurosis de unos u otros, sino pensar como podria organizarse mejor España.

    Los puntos que señalas son, efectivamente,los que deberian considerarse. El tema identitario me parece que deberia considerarse en conjunto con las barreras a la movilidad de personas y de bienes que pueden derivarse de un tal blindaje.

    Para desarrollar un programa como el esbozado basta, aritmeticamente, con una gran coalicion PP-PSOE. El resto podrian contribuir o patalear, seguro que muchos preferirian lo primero.

    Y ahora me voy a escribir mi propia carta a los Reyes

  28. Sr. Senserrich,

    No es la primera vez que le veo decir que Estados Unidos no tiene lengua oficial (ya defendió este país como modelo en un artículo en 2006), y esto es una verdad a medias. La Constitución de los Estados Unidos no dice nada sobre el tema, cierto, pero 28 de los 50 estados declaran en sus constituciones (cada estado tiene una) el inglés como lengua oficial, y solo Hawái declara otra lengua (el hawaiano) como también oficial. Esto esta muy lejos de ser la especie de nirvana lingüístico donde no hay imposiciones de ningún tipo. Vea usted el artículo 28 de la Constitución de Arizona, secciones 2, 3 y 4, extremadamente restrictivo:

    2. Official language of Arizona
    Section 2. The official language of the state of Arizona is English.

    3. Preserving and enhancing the role of the official language; right to use English
    Section 3. A. Representatives of government in this state shall preserve, protect and enhance the role of English as the official language of the government of Arizona.
    B. A person shall not be discriminated against or penalized in any way because the person uses or attempts to use English in public or private communication.

    4. Official actions to be conducted in English
    Section 4. Official actions shall be conducted in English.

    Ya sé que usted sólo pone Estados Unidos como ejemplo, y de hecho en el caso de una Cataluña independiente yo, igual que usted, optaría por no declarar lengua oficial, pero creo que tiene usted una imagen idealizada de la situación en Estados Unidos.

  29. […] la independencia de Cataluña, del derecho a decidir o del federalismo – de izquierdas o de ofertas en general-, es llamativo que los modelos suelan ser Quebec o Escocia. Obviamente hay razones de fondo, pero […]

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