Política

Breve nota: minirreforma laboral, más dualidad

21 Dic, 2013 - - @jorgegalindo

El fin de esta semana ha venido cargado. Además de la muy discutible y discutida reforma de la ley del aborto, el Gobierno ha decidido colar un añadido a la reforma laboral que comprende tres medidas principales: facilitar el trabajo a tiempo parcial y su flexibilidad horaria, fortalecer el poder de las mutuas para controlar el absentismo y otorgar la posibilidad a las ETTs de registrar contratos formativos. La primera y la tercera implican una profundización en la ya abismal dualidad que existe entre trabajadores con contrato fijo y el resto de los asalariados de España.

Que las empresas de trabajo temporal puedan registrar contratos formativos, que además y por el momento no necesitan tener un componente de formación (ya que durante 2013 y 2014 se pueden cerrar aunque sea «en materias en las que no exista un título reglado o en las que no haya centros disponibles para impartirla», un absurdo), abre aún más la puerta a una práctica que ya era por desgracia habitual en nuestro país: utilizar los contratos de prácticas y similares como una vía para el trabajo barato y flexible. Lo peor es que últimamente el Gobierno incluso lo reconoce sin ambages, aceptando de hecho y de derecho que los contratos de formación se usen para «facilitar la creación de empleo juvenil». Lo que no dicen, claro, es que también facilita su despido y por ende la precariedad.

Por otro lado, la flexibilización en los contratos a tiempo parcial abre una nueva vía para esta misma precariedad. En España los contratos a tiempo parcial son algo bastante distinto de lo que son en, por ejemplo, Suecia o Finlandia en el sentido de que su asociación con salarios bajos y baja cualificación del puesto es radicalmente distinta. Por supuesto, nosotros salimos perdiendo en la comparación. Aumentar la flexibilidad temporal de este tipo de contratos y asociarlos a despido libre durante el primer año los convierte en una forma más de contratación no estándar, basura, precaria o como se le quiera llamar.

En definitiva, esta pequeña reforma colada por la puerta de atrás abre aún más la mano en las áreas flexibles del mercado laboral. Es justo lo contrario de lo que España necesita.


8 comentarios

  1. Drissang dice:

    Que nuestros políticos reconozcan abiertamente que se está haciendo sistemáticamente fraude de ley y no solo no les preocupe, sino que además lo faciliten, habla mucho de ellos, y nada bien.

  2. heathcliff dice:

    Yo es que veo las dos cosas y no sé a qué carta quedarme:

    -Por una parte, entiendo que la precariedad es una losa para las personas y para la economía. Cuando he sido trabajador, la precariedad me machacaba.

    -Por otra parte, entiendo que si exiges al patrono que se «case» con un empleado, la contratación se resiente de una manera brutal. Cuando he sido autónomo y he tenido que contratar, ni de broma he querido atarme a una persona por tiempo indefinido.

    ¿Alguna idea para un término medio cabal y razonable?

    🙁

    • María Martín dice:

      Contrato único 😉

    • asmodeus dice:

      Comparto completamente esta duda.

      Acabar con la dualidad sería prioritario si no tuviéramos estas catastróficas cifras de desempleo. Más de una cuarta parte de las personas que quieren trabajar no encuentran trabajo, y un amplio porcentaje de ellas son parados de larga o muy larga duración. Esto implica que más de tres millones de personas están al borde de quedar excluidos del mercado laboral para siempre. Así tal cual. Y esto es aterrador.

      Mi duda es: con estas cifras, con unas pespectivas de crecimiento raquíticas, sin otras economías en el mundo que hagan de locomotora, ¿es posible disminuir significativamente nuestro pavoroso 26% de paro en menos de 10 años sin flexibilizar/precarizar más el empleo (es decir, ahondar más en la dualidad)?

      Lo pregunto totalmente en serio, no tendría nada clara mi posición en esto.

      El contrato único no está sobre la mesa, no nos engañemos, sólo UPyD se ha mostrado receptiva y el resto de partidos no quieren ni oír hablar de ello.

      • Frost dice:

        En realidad, es probable que el paro no se vaya a reducir de otra forma (si no es de forma tramposa, alterando estadísticas y mediante medidas como estas que permiten la creación de «puestos de trabajo» como vidente en prácticas o DJ becario).
        Se podrían hacer mil reformas estructurales, pero hay que empezar necesariamente por esta, porque es totalmente horizontal. Con ella, todos los beneficios de cualquier reforma posterior tendría como efecto crear puestos de trabajo estables que redunden en aumentos del consumo y la inversión.

        Otro tipo de reformas horizontales (p.ej., aumentar la inversión en investigación), puede que creen puestos de trabajo, pero si es de ayudante de investigación en prácticas, probablemente no se tome ningún proyecto en serio sabiendo que en tres meses estará en la calle para luego pasarse varios años sin hacer nada. Por no hablar de lo poco probable que se compre una casa, o un coche, o decida formar una familia, cobrando 400 euros al mes por trabajar a jornada pseudocompleta (la mitad por contrato a tiempo parcial, el resto en horas «complementarias»).

        En resumen, cualquier reforma estructural depende de reformar primero el mercado de trabajo para que tenga éxito.

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