Sociedad

De muñecas y coches: el rol de los roles masculino y femenino

18 Dic, 2013 -

Llegan las Navidades y la publicidad nos recuerda que los juguetes de niños y de niñas son diferentes. Pero, ¿tienen que serlo? Según varias investigaciones en psicología, ya con 18 meses de vida se empiezan a observar diferencias en cómo los niños y las niñas juegan, ¿qué repercusiones puede tener esto a largo plazo?, ¿es esto consecuencia de factores biológicos (hormonales, fisiológicos, etc)? ¿o son resultado de condicionamientos socio-culturales? Según una investigación muy reciente, las conexiones cerebrales tienen una estructura diferente en hombres y mujeres, pero estás diferencias son mucho menores en edades tempranas (Verma et. al 2013). Y para el que piense que está totalmente libre de influencias sexistas, le reto a ver la película francesa «Tomboy» sin enfrentarse a dilemas internos.

Los juguetes seguramente sean sólo la punta del iceberg de unos comportamientos, muchas veces inconscientes, que refuerzan estereotipos históricos. Por ejemplo, la polémica sobre el libro «Cásate y sé sumisa» me hizo pensar en Miley Cyrus y en qué es lo que más escandaliza de su comportamiento. Teniendo en cuenta que previamente ya había hecho videos o bailes con contenido erótico, puede ser que lo que más escandalice sea su repentina lejanía con el prototipo de rol femenino: corte de pelo masculino, gesticulaciones con la lengua y comportamientos desafiantes, como fumar cannabis en público. Esta conducta parece una estrategia de promoción pero, si como algunos afirman, está poniendo su carrera profesional por encima de lo demás, esto también podría romper con en el estereotipo de rol femenino.

Y ese rol femenino parece tener implicaciones a largo plazo. En la adolescencia se observan diferencias entre chicos y chicas en indicadores de auto-determinación, por ejemplo, a la hora de valorar el control que tiene uno sobre su propia vida respecto a la influencia de factores externos (Heckman et al., 2006). También se observa que los chicos dan más importancia al dinero y a su carrera profesional que las chicas, mientras que las chicas dan más importancia a la familia y a los amigos (Fortin, 2008). Estas diferencias permiten explicar parte de la posterior brecha en salarios. Y esto ocurre también entre hombres y mujeres con alta cualificación. En nuestra investigación utilizando datos con abogados jóvenes en EEUU, encontramos que las aspiraciones a ascender en la empresa juegan un papel muy relevante en las diferencias en el rendimiento anual y, como consecuencia de ello, en los salarios.

¿Se puede romper esa brecha en las aspiraciones? La publicación del libro de la directiva Sheryl Sandberg «Vayamos adelante (Lean In)» ha generado dos bandos en el debate sobre cómo incrementar el liderazgo de las mujeres en el mundo profesional y político. Por un lado, el libro argumenta que un factor clave para reducir la brecha entre hombres y mujeres es que las mujeres rompan barreras autoimpuestas y tomen la voluntad de liderar. Por el otro, Anne-Marie Slaughter (profesora de Princeton y a quien dificultades con sus hijos adolescentes le hicieron dejar un puesto de alta responsabilidad a las órdenes de Hillary Clinton) respondía con «Why Women Still Can’t Have It All» argumentando que aquellas mujeres que consiguen ser madres, mantenerse atractivas y tener una carrera profesional de éxito son superhumanas o millonarias, y que no se puede culpabilizar a aquellas que no lo consiguen. En nuestro país, un debate similar surgió con la renuncia a la baja de maternidad de Soraya Sáez de Santamaría, que fue considerada como un compromiso con sus tareas profesionales al mismo tiempo que como una traición a un derecho de las mujeres.

Son innegables los avances en igualdad de las últimas décadas, pero la convergencia en ciertas dimensiones, como las diferencias salariales, parece haberse estancado. Por otro lado, la escritora Jean Kilbourne argumenta que el sexismo en la publicidad está yendo a peor imponiendo un ideal de belleza femenino irreal y manipulado con Photoshop que tiraniza a las mujeres. Según ella, Cindy Crawford llegó a decir que ojalá tuviese la apariencia que tiene Cindy Crawford en los medios. Este estereotipo sobre la importancia de la belleza femenina generó polémica recientemente en Barcelona a consecuencia de la imagen anticuada de unas mujeres en la peluquería elegida por la entidad de transportes metropolitanos para justificar las obras en el metro (ver foto). Probablemente una campaña sin voluntad de ofender pero con un estereotipo inconsciente que llevó a la siguiente pintada: «La publicidad sexista es violencia de género».

Para acabar, quiero aprovechar la oportunidad para reivindicar que el sexismo deje de ser un tema que interese fundamentalmente sólo a mujeres. Es crucial que los hombres tomen mayor consciencia de que también son víctimas y actores de estos estereotipos. Y termino con dos referencias del sociólogo Michael Kimmel como premio para los lectores masculinos que hayan llegado hasta este párrafo: «If I was to say what is the major emotion of American masculinity, it is anxiety. Why? Because you have to prove your masculinity all the time.» «Gender equality is not a loss for men. It might the best thing that has ever happened for us.»

capt


60 comentarios

  1. Alatriste dice:

    «Es crucial que los hombres tomen mayor consciencia de que también son víctimas y actores de estos estereotipos».

    Oh, lo sabemos perfectamente… y cuando no, en la TV nos lo recuerdan rápidamente: por ejemplo, cada vez que aparece un anuncio como ése en el que la mujer llamaba por teléfono y aparecían unos «técnicos»… para llevarse al marido por ser un inútil que no sabe manejar la lavadora. O como aquél en el que una mujer le clavaba el tacón de aguja en el pie al portero de la disco hasta dejarlo paralizado por el dolor.

    Y respecto al «ideal de belleza femenina irreal y manipulado con Photoshop» la autora no será tan ingenua como para pensar que los modelos masculinos responden a un ideal estético práctico y realista que no necesita de manipulaciones, y que consiguen aproximarse a él sin auténtico esfuerzo ¿Verdad? Vamos, yo por lo menos solo me cruzo con tíos que se parezcan a los de los anuncios de colonia cuando la luna llena cae en 30 de febrero.

  2. Rosa dice:

    Saludos, Alatriste. Gracias por tu comentario. Me alegro de que creas que los hombres sois conscientes de ello. Mi impresión es que todos nos sentimos menos víctimas de lo que lo somos. Aunque también es cierto que a veces las mujeres podemos caer en un victimismo excesivo que no nos hace ningún bien.

    Sobre los ideales estéticos, totalmente de acuerdo, afectan a los hombres también. Lo que pasa que, por lo menos hasta ahora, parecen haber tenido un impacto mayor en la mujer, por ejemplo, en términos de trastornos alimenticios.

    • Jaime Buelta dice:

      Lo que pasa es que el impacto es menor, porque las mujeres siguen siendo, en primer lugar, y como más importante, evaluadas por su aspecto. Es algo que me saca de quicio, porque pasa incluso en situaciones que son totalmente irrelevantes.
      Por ejemplo, una abuela hablar de sus nietos. De él dice que es muy buen estudiante. De ella que es muy guapa. Y decir que una mujer es guapa en la radio (pongamos, una entrevistada) lo hace casi todos los locutores…

      Eso no quita para que la sociedad exija de los hombres otras cosas, claro.

    • Javier dice:

      La representación de los hombres de la que se queja Alatriste como el imbécil casero, el estúpido cavernícola, el homer simpson frente a la mujer hipercapacitada no es producto del sexismo. al contrario, es un producto reciente del feminismo.

      Es una constante en las series y la publicidad. Siempre que aparecen un hombre y una mujer, sobre todo si son padre y madre, el hombre responderá al arquetipo «Homer Simpson». Al hombre se le representa como impulsivo, estúpido, egoísta y mala cabeza. No sabe cocinar, limpiar o cuidar de sí mismos cuando está enfermo. La mujer es la inevitable voz de la sabiduría y la razón. Si uno de los dos tiene éxito económico o profesional, es ella.

      Eso no siempre fue así, por cierto. La televisión de los 80 y anterior representaba las relaciones sociales de la época, que no eran igualitarias, pero no se denigraba constantemente a uno de los sexos.

    • Alvaro dice:

      No estoy tan seguro de que los trastornos alimenticios afecten mas a las mujeres.
      Los trastornos de anorexia y builimia si, evidentemente, pero existen otros trastornos como la vigorexia o el abuso de productos hiperproteicos (batidos etc) cuyos afectados son en su mayoria hombres.
      Me gustaria saber si hay algun estudio que nos hable del porcentaje de poblacion afectada. Por que es un tema del que se habla bien poco.

  3. Epicureo dice:

    Es imposible lograr la igualdad total mientras las mujeres y los hombres tengan diferentes incentivos, y para eso el cambio de valores de la sociedad tendría que ser profundísimo, tanto entre los hombres como entre las mujeres. ¿Cómo ve usted, sinceramente, que una mujer anteponga el trabajo al cuidado de un niño enfermo? ¿No le sigue pareciendo raro que una mujer gane mucho más dinero o tenga mayor estatus profesional que su marido?

    Una gran parte de la brecha de aspiraciones se debe, en mi opinión, a que tanto los hombres como las mujeres ven muy mal que sea la mujer la que traiga el dinero y el prestigio a la familia por encima del hombre. Por lo tanto, para una mujer tener una carrera con éxito significa disminuir el número de parejas aceptables y mayor probabilidad de quedarse soltera, todo lo contrario que el varón. La brecha de aspiraciones es una brecha de incentivos sociales.

    Un artículo reciente sobre el tema:
    http://faculty.chicagobooth.edu/emir.kamenica/documents/identity.pdf

    Estoy de acuerdo con que la igualdad de género nos favorece a todos y debemos esforzarnos para lograrla. Y una manera es hacer visibles estas preferencias que muchas veces ni siquiera son conscientes.

    • Rosa dice:

      Gracias por el comentario, Epicureo. A mi que una mujer gane más dinero que su marido no me parece nada mal y me parecería mal que tanto un padre como una madre no se preocupen por su hijo enfermo. En cualquier caso, no es mi intención dar lecciones porque seguro que tengo prejuicios sexistas de los que no soy consciente.

      La igualdad de género implica igualdad de oportunidades a la hora de elegir que hace cada uno con su vida, siendo libre de esos prejuicios, aunque luego eso no lleve a que hombres y mujeres elijan exactamente lo mismo.
      Y sí los matrimonios donde una mujer gana más tienen más probabilidad de acabar en divorcio, como encuentran Kamenica et al., creo que no se está dando esa libertad.

  4. Demangeon dice:

    Cualquier estudio que no tenga en cuenta el factor biológico en las preferencias diferenciadas por sexo creo que hoy en día está fuera de la evidencia. Es importante subrayar esto porque si se parte de la hipótesis de que las preferencias únicamente son producto de factores culturales, se será optimista en exceso sobre las posibilidades de éxito de las políticas de igualdad.

    Un saludo

    • Rosa dice:

      Totalmente de acuerdo en la importancia de los factores biológicos y de como además lo social retroalimenta lo biológico. Aunque dicho esto, tampoco lo biológico tiene que ser por qué ser algo sagrado que no pueda ser condicionado.

      • Javier dice:

        Las religiones vienen intentando eliminar impulsos biológicos con el condicionamiento durante milenios. Ahí no parece que funcione demasiado bien. Claro que, por ejemplo, vivimos en sociedades mucho menos violentas que antes, ahí el condicionamiento sí ha funcionado.

  5. Someone dice:

    Me alegra ver nuvos colaboradores, supongo que así habrá más diversidad de ideas en Politikon.

    Sobre el post, hasta hace dos años pensaba como la autora, hoy ya no.

    Para empezar, tal vez nada provoque más ansiedad que luchar contra los instintos que nos gobiernan, nos guste o no. La aceptación podría quitar muchas ansiedades, Why women can’t have it all? Well, just you can’t, get over it!

    Por otra parte, creo que poca gente discrimina ya a las mujeres; a la gente le da igual que una barra de pan o un report lo haya hecho una mujer o un hombre. Sin embargo, probablemente la mujer tenga más bajas, se quede embarazada, interrumpa su carrera laboral para tener descendencia, etc. y eso son costes que se deducen de su salario. Por qué un hombre ha de pagar esos costes? Por qué no he de aprovechar mi ventaja competitiva? Por quién he de sentir más solidaridad, por una mujer burguesa o por un desheredado?

    • Ignacio Soler dice:

      Es cierto, poca gente discrimina ya a las mujeres http://www.pnas.org/content/early/2012/09/14/1211286109

    • Rosa dice:

      Gracias, Someone, un placer poder contribuir al debate de este blog. Según interpreto lo que dice Kimmel, lo que genera ansiedad es sentir la obligación de tener que alcanzar esos ideales de masculinidad y feminidad. Por tanto, ahí hay un motivo para querer “get over them” pero haciéndolo renunciando a aceptarlos como naturales

    • Deus ex Machina dice:

      ¿Qué ventaja competitiva? ¿Qué un hombre tenga menos bajas? ¿De dónde se saca ese dato? La única diferencia laboral entre un hombre y una mujer son el par de días que la mujer necesita para después de parir. Después hombre y mujer pueden beneficiarse de los permisos de lactancia o paternidad y cualquiera de ellos puede renunciar a su trabajo para cuidar al recien nacido, si es que no se pueden permitir alguien para cuidarlo. Pero usted da por sentado que es la mujer la que debe renunciar, por es mujer y porque seguramente cobre menos. Ese es el problema, de facto la diferencia laboral hace que usted sí que tenga esa ventaja conpetitiva frente a las mujeres, ventaja de facto, ya que es impuesta por personas como usted con su misma forma de pensar.

      Un ejemplo, cada año son mayoría las mujeres que se licencían en derecho y laa que apruebas oposiciones a jusicatura. Bien, pues las mujeres son minoría en cualquier órgano judicial importante, pese a ser la mitad del cuerpo de jueces. Y otro dato. En el BOE se publican las excedencias por cuidado de hijos o familiares de los jueces, le pido que encuentre alguna de un juez varón, no encontrará ninguna. Pero obviamente una mujer juez si tiene un hijo o un familiar enfermo debe pedir la excedencia, que ya está el marido para proveer a la familia.

      • Pescador dice:

        Ahora, la pregunta del millón : Si son mayoría ¿Por que no la hacen valer? Ya no digo una proporcionalidad, pero una palmadita en la mesa si que debieran dar ¿No?

        • Deus ex Machina dice:

          No, la pregunta del millón es, ¿por qué ningún juez varón no pide excedencias para cuidado de hijos o familiares? Y con esa respuesta habrás respondido a tu pregun también. Y otra cosilla importante, los jueces y magistrados de los órganos inportantes los eligen en em CGPJ que no brilla precisamente por su paridad

          • Pescador dice:

            Para la primer pregunta podemos intuir que sus mujeres se pueden permitir cuidar a sus hijos, lo que no sabemos es si los maridos de esas jueces se pueden permitir hacer lo mismo. La «opción nuclear» sería obligar a que la baja de paternidad fuera compartida – dos meses para el padre, dos meses para la madre – pero en España los tiros no van por ahí. Y menos entre el empresariado y los conservadores de este país.
            Ahora podemos seguir con el argumento de la mayoría: para optar al CGPJ es importante estar en una de las asociaciones profesionales. Asi que podemos pasar a la siguiente fase ¿ Porque la «Francisco de Vitoria» – por poner un ejemplo – no presenta/apoya candidatos elegidos con ese sesgo?..

  6. Jaime Buelta dice:

    Por algún extraño casual, en Twitter me ha aparecido esta imagen justo después de leer este artículo…

    https://pbs.twimg.com/media/Bbxc4OECMAAnicQ.jpg

  7. Folks dice:

    Hola Rosa,

    Soy uno de los trolles a tiempo parcial contratados por este bloj.
    Hechas las presentaciones, varias cositas:

    1- Una referencia mucho más ilustrativa de los problemas que causa el malvado heteropatriarcado (ver el párrafo anterior) a los hombres, más que las citas a ese señor que no sé quién es, sería poner las diferencias en las tasas de suicidios entre hombres y mujeres en todo el mundo. El único país en el que se suicidan más mujeres es China. En muchos países occidentales, la proporción de hombres-mujeres de de 2 ó 3 a 1.

    2- No creo que el heteropatriarcado condicione a los titís a la hora de elegir juguetes http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2583786/ Aunque bien es cierto que los titís hembras no tienen preferencias fuertes por ningún tipo de juguete, aunque los machos sí las tengan. Extrapolando (que es mucho extrapolar a no ser que seas psicólogo evolutivo) sería más normal ver tomboys que niños jugando con peluches de unicornios rosas.

    3- Testosterona. Siempre testosterona http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22373494

    4- Que dice Kanazawa (quién si no) que lo de acumular es simplemente una forma de selección sexual y que por más que quieras hacer que una mujer gane más dinero no lo hará porque no está en su naturaleza http://personal.lse.ac.uk/kanazawa/pdfs/JEP2005.pdf

    Suyo afectísimo
    Yo

    • GDDL dice:

      Machista tú y machistas los monos titis.

    • Rosa dice:

      Muchas gracias, Folks, por las referencias. Sería muy interesante analizar el efecto de los estereotipos en los suicidios… además de también en el alcoholismo, el consumo de drogas y la mayor tasa de encarcelamiento. Difícil de establecer la causalidad pero quizás se pueda.
      Sobre los factores biológicos, hay muchos instintos animales que hemos decidido tener bajo control o adaptar, ¿algún motivo para pensar en por qué no estos que mencionas?
      Y por último, tampoco yo conocía a Kimmel hasta hace poco pero me parece un comunicador bueno, serio y con un toque de humor que facilita este tipo de debates.

    • Epicureo dice:

      Las mujeres consiguen a menudo, y muy bien, no dejarse llevar por los estrógenos. Se ha comprobado experimentalmente que eso que decían los mulás de que las mujeres no valen para jueces durante una semana al mes es mentira.

      Más nos valdría a los hombres seguir su ejemplo y aprender a no dejarnos llevar por la testosterona. Nos mataríamos menos y, sobre todo, mataríamos menos. Porque la biología no es necesariamente insuperable.

      • Trevor Jones dice:

        Es que la mayoría tampoco nos dejamos llevar. Vamos a ver si terminamos ya de una vez con el mito del «irrefrenable impulso hormonal» y el de la «bestia indomable», que además suele ser excusa predilecta para no asumir responsabilidades y ser autoindulgente.

        De hecho un porcentaje altísimo de varones, incluidos con total seguridad los que aquí estamos comentando sabemos pasar nuestro quehacer cotidiano sin agredir, sin insultar, sin matar, sin violar y sin un particular deseo de hacer ninguna de estas cosas.

        Nos sabemos controlar y muy habitualmente respetamos los límites de quienes se relacionan con nosotros a pesar de las cosas que nos contrarían. Si nos fijamos bien, lo hacemos todos los días y no es tan difícil.

        Presuponer que cualquiera, por el hecho de ser varón, tiene menos autocontrol que cualquier otro ser humano del sexo opuesto es como poco insultante y se trata de una asunción que jamás ha hecho el movimiento feminista.

        La prueba de que el referido mito no pasa de ser una aseveración autocomplaciente la tenemos en que no funciona por igual respecto de todas las emociones del ser humano cuando se trata de que las experimiente el varón.

        Se dice que el varón no llora, que no habla, que no se comunica, que no toca que no besa, que no abraza…es decir, tiene autocontrol a la hora de exteriorizar los afectos, los sentimientos y la tristeza.

        Al mismo tiempo se dice que no tiene autocontrol y se deja llevar por la testosterona cuando hablamos de enfado y deseo sexual

        ¿En qué quedamos? O nos podemos controlar o no podemos hacerlo.

        Si la respuesta general que se dé depende de la emoción o sentimiento de que se trate, ahí ya no entra la diferencia biológica, sino la construcción social de la masculinidad, en el sentido de cuáles son las emociones que al varón se le permite expresar y cuáles no.

        • Epicureo dice:

          Claro que nos podemos controlar, y casi todos nos controlamos. El que cree en el determinismo hormonal es Folks, yo le he contestado con un poco de ironía.

    • L dice:

      El artículo de Kanazawa es una castaña infame, con econometría de spss, conclusiones que no se siguen y datos de esos que hacen que uno quiera volver a las descripciones densas y pasarse a leer a Luce Irigaray.

      El tema de los roles y de las interacciónes entre los comportamientos individuales, la formación de roles sociales y como afecta eso a las preferencias es algo que está muy poco modelizado en economía. Javier Polavieja ha hecho algún intento de esto http://www.jstor.org/discover/10.1086/667810?uid=3739864&uid=2&uid=4&uid=3739256&sid=21103235757753 pero el modelito es un poco de juguete.

  8. Xanflins dice:

    Hola Rosa. Me ha gustado mucho el articulo. De hecho, estoy muy de acuerdo en que los hombres no nos hemos implicado demasiado en la igualdad de genero. Por esta razon creo que aun se utiliza el termino «feminista» o «feminismo» para designar la lucha por la igualdad de genero, como si solo fuera cosa de las mujeres solamente. Que acciones crees que deberian tomarse para que esto cambiara? Es una cuestion de educacion o quizas es una cuestion de discurso (es decir, vender mejor que la igualdad de genero no solo mejorara la vida de las mujeres)?

    • Rosa dice:

      Me alegro de que te haya gustado Xanflins. Hay muchas cosas que pueden hacer tanto mujeres como hombres. Para mi, la mejor estrategia es no imponer estos estereotipos en los niños a edades tempranas o compensar de algún modo aquellos que no se puedan evitar. Cada vez hay más evidencia de que lo que ocurre en los primeros cinco años de vida determina un alto porcentaje de lo que ocurre a largo plazo: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20110418/54142686501/index.html

    • Vellana dice:

      Bueno,
      tampoco las mujeres han hecho mucho. Yo no he visto la cola de mujeres que se apuntan para trabajar de poceras, o de mecánicas, de mineras del carbón, etc.
      El día que haya más poceras que poceros, se podrá decir que hemos alcanzado la igualdad de sexos.
      Un saludo.

  9. GDDL dice:

    A ver si lo he entendido bien, porque el artículo no lo acaba de dejar claro. El primer párrafo dice que «las conexiones cerebrales tienen una estructura diferente en hombres y mujeres, pero estás diferencias son mucho menores en edades tempranas.»

    El autor sitúa esta mención justo después de preguntarse, de forma disyuntiva, si la diferencia entre hombres y mujeres responde a factores biológicos o socioculturales. ¿He de entender que la cita trata de responder a esta pregunta?

    Si la respuesta es afirmativa, y se está utilizando la cita para defender el predominio de los factores socioculturales, permítaseme recordar que existen factores biológicos que se manifiestan conforme pasan los años. Que al final vamos a terminar diciendo que las pajas provocan adolescencia.

    PD: El momento Miley Cyrus es épico. La atacan porque se sale de su rol femenino; porque todos sabemos que llevar el pelo corto, sacar la lengua y fumar porros es cosa de hombres. Honestamente, la moralina feminista que tuvo que soportar por parte de Sinead O’Connor es lo más masculino que ha hecho Miley en toda su vida.

    • Rosa dice:

      Ja, ja, GDDL, muy bueno lo de Sinead O’Connor.
      Sobre el primer párrafo, dejo que cada uno interprete las ideas del artículo como quiera pero eran más bien preguntas abiertas sin una respuesta clara. Queda mucho trabajo por hacer en investigación para distinguir los efectos de los factores biológicos y los sociales.
      p.d. Ah, y llevar pelo corto, sacar la lengua, y fumar porros en público siendo una personalidad pública, obviamente no es sólo cosa de hombres, pero sí que es bastante más frecuente en hombres que en mujeres.

  10. Josei dice:

    A mi la Cirus no me provoca más que aburrimiento. Es una «attention whore» de manual, y además desfasada: Madonna ya lo hizo hace 25 años.

    Por lo que respecta al resto, solo quiero decir que las mujeres se pueden quedar embarazadas, los hombres no.

  11. heathcliff dice:

    Gracias, Rosa, por el artículo.

    Aunque parezca que voy de troll, os aseguro que hablo muy en serio y os ruego que lleguéis hasta el final, donde expongo mi premisa:

    -Mientras lo común sea que en caso de conflicto se otorgue la custodia de los niños a las mujeres, entiendo que el cuidado de los niños es cosa de mujeres.

    -Mientras existan las cuotas por sexo, entiendo que existe algún tipo de minusvalía que es necesario compensar.

    -Mientras las mujeres tengan la decisión exclusiva sobre el embarazo, su interrupción o no, entiendo que les corresponde también asumir todas su cargas.

    Y es que las consecuencias cambian a menudo la percepción de las causas. ¿No os parece?

    Quizás valiera la pena analizar esa premisa si de veras se buscan cambios sociales en aras de la igualdad.

  12. Francisco T dice:

    Muchas felicidades Rosa, me gusto mucho tu artículo sobre un tema interminable de analizar por todo lo que implica, desde los aspectos biológico y cultural hasta la propia capacidad de tomar una posición que cada hombre o mujer puede tener sin importar la educación que hayan tenido en su hogar.

  13. guition dice:

    Con respecto a las diferencias biológicas parece que son consecuencia evolutiva de la inversión parental, principalmente. Por ejemplo, las especies donde el macho cuida a las crías la promiscuidad de la hembra es mayor. A su vez el macho sufre más stress por posible infidelidad (riesgo de invertir en la descendencia de otro) y también aumenta las probabilidades de que abandone a la cría.

    Volviendo a algo más cotidiano, recuerdo el hijo de un familiar cercano. Su madre estaba decidida a no adjudicarle los típicos roles desde que nació. El niño se llevo una irritación cuando entraron a una juguetería para comprarle una muñeca y él quiso un camión que vio. La controversia pasó entonces a protagonizarla la madre y la abuela. Condicionamiento social vs. biológico.

    He escuchado últimamente mencionar a Miley Cyrus por algo “polémico” que había hecho. He visto el vídeo y sigo sin saber de qué se trata. Las polémicas promocionales de la música pop son cada vez más impostadas.

    Tampoco conocía el asunto sobre el libro “Cásate y sé sumisa”. Dudo que los que se escandalizaron públicamente tuvieran un porcentaje en las ventas. Viendo que eran políticos (y el editor un arzobispo) la explicación debe estar en luchas partidistas. Lo que está claro es que a los detractores no les preocupa mucho que lo lean, o no hubieran pedido su prohibición para convertirlo en superventas. Luego me acordé de un estudio que hicieron sobre el antiguo Indice de libros prohibidos de la Iglesia. La conclusión era que resultaba muy difícil controlar la importación o venta de libros prohibidos. Sin embargo resultó muy efectivo, porque la propia gente pasaba a desconfiar de tales libros y de quien los leyera o defendiera, siendo un nuevo arma para denigrar a tu vecino (ya no quedaban moros ni judíos). Denunciar públicamente al autor y sus ideas es una forma también de mandar una señal: “Cuidado, si defiendes estos argumentos vas a ser un apestado social”. No hace falta decir que eso no fomenta el pensamiento crítico sino más bien la adopción de ideas que tengan prevalencia social. Seguimos siendo más inquisidores de lo que creemos, y eso nos lastra (en cualquier tema). Podemos cambiar de paradigma dependiendo de la época, pero toleramos poco la discrepancia con respecto al canon.

    El hombre se involucra poco en temas de sexismo porque lo ve arriesgado. Teme que al primer desacuerdo le digan -¡Machista!- así que encuentra más razonable no entrar en estos asuntos o adoptar las ideas más aceptadas socialmente. Lo que no quiere decir que no sea consciente.

    En Navidad lo que mejor manifiesta el zeitgeist sexual son los anuncios de perfumes. Algunos ejemplos: Invictus (el competidor triunfador que las tiene a sus pies), Chloe (la bella narcisista que los tiene a sus pies), Paco Rabanne (el hombre quiere sexo, la mujer zapataos y diamantes). Luego recuerdo anuncios como los de Desigual que pretende identificarse con una mujer liberal supuestamente transgresora (y es una transgresión de cartón piedra). A mi lo que me preocupa no es que sean sexistas sino que son una muestra aspiracional de la población. Y en eso todos sus protagonistas, ya sea hombre o mujer, tienen algo en común: me caen bastante mal.

  14. bb dice:

    A mí lo que me preocupa es que se disfracen de «liberación» actitudes que al final nos tienen esclavizados a todos y a todas.

    Quizá os interese esto:

    http://www.otraspoliticas.com/politica/mujer-liberada

  15. Sergio dice:

    Este es un tema muy interesante y del que hay muchísimos matices.

    Me considero un hombre comprometido con la igualdad y me gustaría hablar del que siento que uno de los problemas que debemos resolver es la búsqueda de una nueva masculinidad. La esquizofrenia entre los valores aprendidos y las nuevas exigencias sociales provoca gran parte de los problemas de violencia de género.

    Los hombres en su conjunto estamos desorientados, aunque el dominio político y económico es masculino, el discurso de los medios de comunicación (profesión muy feminizada) coloca una imagen masculina violenta, maltratadora, pederasta… Los miedos del subsconsciente femenino en los medios (¿Es que nadie va a pensar en los niños?) provoca que a los hombres se les coarte su libertad, no nos podemos acercar a un niño sin que se sospeche, no podemos mostrar cariño, no podemos ejercer ciertas profesiones (cuidador, etc) sin que recaiga una sombra… Eso a pesar de que, como siempre, los perturbados son una minoría. De hecho en países como Reino Unido se ha denunciado a un hombre sentado en un parque solo donde había niños jugando con sus padres.

    Por otro lado, los hombres varoniles, machistas siguen teniendo un público femenino amplio (véase mujeres, hombres y viceversa) un varón moderno y feminista es tachado de afeminado o débil por ambos sexos.

    Otro problema, que como profesor de secundaria me afecta, es ver como la diferencia de madurez en los chicos en las etapas escolares provoca que tengan mayor fracaso escolar y peores notas del bachillerato y selectividad, lo que les lleva a no poder cursar carreras de alta demanda ¿para cuándo discriminación positiva o políticas públicas que se dediquen a superar también este problema?

  16. Señor S dice:

    No puedo decir que esté de acuerdo o en desacuerdo con el artículo porque no veo con claridad por dónde van los tiros y lo que la autora quiere expresar exactamente.
    No puedo tampoco afirmar que los roles masculino y femenino tengan una base biológica, cultural o mixta, pero lo que sí me gustaría decir es que no veo el problema en que haya roles masculinos y femeninos, ¡viva la diferencia! y desconfío profundamente de los intentos de los gobiernos de cambiarlos y de moldear la sociedad hacia un fin elegido.
    Al fin y al cabo, ¿qué nos garantiza que la sociedad que, seguramente con muy buena intención, sueñan los progresistas y los ideólogos de género sea mejor que la que surge espontáneamente?¿No se estará coartando a las mujeres (y a los hombres) de ser como realmente quieren ser mientras se les dice que se les está «liberando», tal como ocurre con la yegua que colecciona cintas de colores en «Rebelión en la granja»?

    La sociedad puede y debe mejorar, lo que algunos consideran positivo otros no los tenemos tan claro y en todo caso, mejor que el cambio salga, aunque sea lentamente pero de forma natural de ella misma que no desde despachos de políticos asesorados por personas con una ideología muy marcada y que no es que no representan a la sociedad, no representan ni a la mayoría de mujeres pero en cambio se ven con ánimos de decirles que es lo que más les conviene.

    Por cierto, la campaña de TMB también incluía a un señor afeitándose en una barbería de los años 50. ¿Eso también se considera sexista? Si hilamos tan fino no tardaremos en entrar un régimen de terror y autocensura digno de una pesadilla. Quiero pensar que, como decimos por aquí, «qui no té feina el gat pentina», pero ese feminismo va en serio, permítanme que me asuste y reclame mi derecho a oponerme a él.

    • Epicureo dice:

      Ya está usted prejuzgando cuando habla de una sociedad que «surge espontáneamente». No existe tal cosa. Todas las sociedades son producto de miles de años de tradiciones y adoctrinamientos. La postura conservadora es, por lo tanto, tan artificial como la revolucionaria. Y los cambios sociales no surgen de la nada, los hacen las personas.

      Lo ideal sería, y si interpreto bien su comentario estará de acuerdo, que cada persona tenga la mayor libertad posible para adoptar el rol que quiera, ya sea tradicionalmente masculino o femenino. Imponer el ideal de mujer profesional exitosa como el desiderátum para todas es opresivo (como también lo es imponer el ideal de hombre profesional exitoso), tanto como el ideal de ama de casa sumisa y sacrificada. El único límite debería ser el respeto a los demás.

      • Javier dice:

        Sin embargo, el conservador defiende algo que sabemos que es posible, porque ya estaba ahí antes. Por lo que tendrá una parte artificial, pero es acorde o al menos compatible con lo natural. El revolucionario que defiende órdenes sociales muchas veces habla de cambiar cosas tan acendradas y eternas (el apoyar a la familia antes que a extraños, que los sexos no se comporten distinto en términos estadísticos) por elucubraciones que jamás han existido que son artificiales e incompatibles con lo natural.

        El revolucionario cree que todo podría ser mucho mejor. El conservador sabe que bien podría ser mucho peor. Por ejemplo, podría haber una revolución.

        Los ideales no se imponen. Existen. Siempre ha habido y siempre habrá uno u otro, como siempre ha habido cánones de belleza.

        • Epicureo dice:

          Yo recuerdo muchos casos de conservadores que defienden cosas que sabemos que son imposibles e incompatibles con lo natural, y por supuesto artificiales. Un ejemplo es la doctrina católica tradicional sobre el sexo, que considera «concupiscencia» hacerlo por placer, incluso dentro del matrimonio. Y el pasado en el que las cosas eran «como dios manda» se idealiza mucho.

          Pensándolo bien, aunque los conservadores presuman de que lo que ellos dicen «es natural», realmente saben que es todo lo contrario. Casi siempre propugnan la represión de los instintos y las inclinaciones personales, y de la gente que se porta mal dicen que son «como animales» ¿Qué puede haber más natural que eso? También procuran imponer sus ideales, siempre mediante el adoctrinamiento de los niños pequeños y cuando no funciona por la fuerza. Nunca permiten que los ideales surjan espontáneamente, como usted presume.

          Si es verdad que cree en la naturaleza humana, confíe un poco en ella. Incluso cuando una ideología antinatural se hace con el poder absoluto (como ocurrió con el catolicismo y el comunismo, y no creo que ocurra con el feminismo), la gente siempre se las arregla para no hacer caso de las normas antinaturales, busca sus salidas y eventualmente consigue liberarse de la opresión.

          • Señor S dice:

            Tiene gracia acusar a los conservadores de «adoctrinamiento de los niños pequeños» cuando quienes han propuesto que se den asignaturas obligatorias como Educación para la Ciudadanía son los progresistas; precisamente los conservadores son (somos) partidarios de sistemas como el cheque escolar para que los padres elijan la educación de sus hijos. No está usted bien informado, buen hombre.

            • Epicureo dice:

              Lo que tiene gracia es que los conservadores sólo se ponen como partidarios de la «libre elección» cuando no tienen otro remedio. Yo ya peino canas, demasiadas, y todavía me acuerdo de cuando tenían todo el poder.

              Aparte, no veo qué tiene de adoctrinamiento la educación para la ciudadanía. Por lo que veo que estudia mi hija, no le están inculcando extrañas creencias metafísicas ni tampoco un materialismo craso. Sólo le hablan de algunos valores ciudadanos casi universalmente aceptados, como precisamente esa libertad y tolerancia de las que usted presume.

            • Epicureo dice:

              Además, lo del «cheque escolar» tal como ustedes lo plantean no es en absoluto una renuncia al adoctrinamiento. Al contrario, lo que pretenden es poder adoctrinar a los hijos de la manera que mejor parezca a los padres, por antinatural, intolerante o ignorante que esta sea. Piense usted, por ejemplo, en lo que sería una escuela islámica. El sistema actual de conciertos permite bastante, pero pone unos límites.

  17. Maese Alcofribas dice:

    me incomodan mucho estos debates en los que al final no sabe uno bien qué está discutiendo, así que me limito a contar una anécdota que me hizo mucha gracia

    un matrimonio amigos de un amigo tenían un niño de unos cinco o seis años que sólo quería muñecas y juguetes de chicas, por muchos camiones o balones que le trajeran. Creo que los padres no eran nada homófobos (en el grado en que uno pueda serlo conscientemente) pero estaban preocupados por los efectos en su entorno social y todo eso. Un día el padre le compra un equipo de pistolero o policía, no me acuerdo, con sus pistolas, botas, sombrero y demás.

    estaban los padres en el salón, y de repente llega el crío ataviado con el disfraz y grita: ¡¡¡mira, papá, soy la mujer policía!!!

    los padres no pudieron menos que echarse a reir

    • Epicureo dice:

      Estoy deseando saber más cosas de ese chaval.

      • Maese Alcofribas dice:

        Hace más de 15 años de eso, no tengo ni idea de qué pasó con él. Creo que esos casos están tipificados como «trastorno de la identidad sexual», y recuerdo que leí un caso muy polémico donde los padres decidieron someter al niño, cuando no era aun adolescente, a una operación de cambio de sexo.

  18. Maese Alcofribas dice:

    también me llama mucho la atención la dificultad o la incomodidad que muestran los hombres heterosexuales a la hora de reconocer que otro hombre es guapo. Yo soy heterosexual (aunque psicológicamente bastante andrógino, creo) y pienso que Brad Pitt es un tío super atractivo, y además gana con la edad el jodío. Cuando lo comento delante de hombres, la incomodidad de estos puede cortarse con un cuchillo (si es que no aparece un chiste sobre si soy gay). Pretenden dar a entender que ellos no pueden apreciar tal cosa, como si fuera una incapacidad cognitiva o del sistema cerebral que procesa la sensación de belleza. Sin embargo, no tienen problemas para reconocer que un tío es feo. El miedo del macho a ser considerado homosexual me resulta tan primitivo como el olduvayense

    • Alvaro dice:

      Yo puedo reconocer perfectamente la belleza masculina en mi entorno sin que nadie cuestione mi orientacion sexual. Ahora bien si digo que tal o cual tio es «atractivo» doy a entender que siento atraccion por él. Quizas el problema es una mala eleccion de adjetivo.

      • Maese Alcofribas dice:

        Te aseguro que en el entorno en el que crecí, donde por ejemplo decir «muchas gracias» era un signo de debilidad, no era una cuestión de adjetivos. Y en cualquier caso, la belleza es atractiva, atrae la mirada. Pero bueno, igual me ha traicionado el subconsciente y hay cosas que aun tengo que descubrir de mi mismo 😉

    • Epicureo dice:

      Creo que más que miedo a ser considerado homosexual también hay miedo a ser, en el fondo, un poco homosexual.

      Hay que reconocer que actualmente los hombres estamos mucho más encasillados en nuestros roles que las mujeres. Ellas han conseguido, con mucho sacrificio, liberarse bastante; pueden elegir entre portarse como «señoritas» o casi como hombres y nadie lo ve mal.

      Quizá no sea posible completar la transformación social hasta que no haya un movimiento de liberación del varón. Por desgracia los roles masculinos «no tradicionales» están demasiado asociados con la homosexualidad, lo que supone una dificultad añadida.

      • Maese Alcofribas dice:

        Cierto. Pero bueno, todo va cambiando, aunque muy poco a poco. Y gracias a Beckham, hoy la gran mayoría de chavales que veo por la calle van depilados… en mi juventud serían tachados de maricones y hoy en día yo seré tachado de australopitecus cuando paseo por la playa

        • Epicureo dice:

          Pues es una pena, porque no veo ningún motivo racional para depilarse. Yo habría preferido que imitaran la sensibilidad y la tolerancia. Los chavales de ahora estarán depilados, pero siguen siendo tan burros e intolerantes como antes (o más).

        • Alvaro dice:

          El depilarse mas o menos de los chavales de hoy no tiene que ver nada con un movimiento de liberacion masculino.
          Tiene mas que ver con el MUY tradicional rol masculino de la procreaccion con el mayor numero de feminas posible. Y si lo que toca ahora es depilarse, pues habra que depilarse. Y si se vuelve a poner de moda el bigote, habra que ponerse bigote.

          • Maese Alcofribas dice:

            a ver, es cierto lo que decís, de hecho al poco de escribir el comentario pensé en que muy bien un chaval depilado puede pensar que soltarle una bofetada a su novia es una muestra de amor. Pero de la misma forma que una mujer puede optar a puestos de trabajo que antes no podía y a la vez ser una intolerante o racista u homófoba. Estamos hablando de en qué medida la cultura establece unos roles (conductas, emociones, intereses) «correctos» para un sexo pero no para el otro, y qué sentido y consecuencias tiene eso. Lo de depilarse no deja de ser una conducta, por trivial que sea, que antes era censurada en los hombres y ahora no.¿Que lo de depilarse es para ligar más? pues de la misma forma yo podría decir que una mujer con un puesto de trabajo con altos ingresos está intentando maximizar su inversión en sus hijos

            en cualquier caso insisto en que este es un tema en el que tengo la incómoda sensación de no saber bien sobre qué estoy discutiendo

            por otra parte, tras 200.000 años de estar subordinada al macho, me parece algo frívola la expresión «liberación masculina», no la utilizaría, aunque sea cierto que el hombre, como decíamos arriba, también está encorsetado en unos roles determinados, lo que también tiene unas consecuencias determinadas en la sociedad

            saludos

            • AKANA dice:

              Referirse a la cultura haciendo referencia a lo que la publicidad nos inculca, creo, es dejar de lado todas las opciones que aunque no estén tan visualizadas, por suerte para todos, existen.Veo que los que escriben en esta página tambien escriben en JotDown. El modelo que transmiten , pretendiendo ser algo críticos con todo, es exactamente el mismo. Ahora las mujeres gozamos de mayor reconocimiento social, sin embargo sigue siendo un tipo de modelo muy definido.Ahora, a parte de «bellas» podemos ser inteligentes.Seguimos con los mismos valores de siempre, los vamos trasladando de hombres a mujeres, a géneros.Se ha dejado completamente de lado la aportación femenina al punto de vista, que creo que es lo verdaderamente enriquecedor.El modelo de mujer que triunfa es el mismo que el del hombre que triunfa.El modelo de belleza femenino ha trasladado la presión al sector masculino.Eso no es ni tiende a la igualdad y menos de derechos.
              Es evidente que hay que recorrer un largo camino para permitir que hombres y mujeres se vean en pié de igualdad pero creo que la presión sigue siendo enorme para evitarlo.
              Un artículo sobre los videojuegos y la ideología.
              http://www.lemonde.fr/culture/article/2013/12/20/les-jeux-video-joujoux-ideologiques_4337497_3246.html
              Por cierto, el protagonista va depilado 🙂

  19. Maese Alcofribas dice:

    hola, Akana

    sobre la publicidad, bueno, cuando solo teníamos la primera cadena de televisión, el machismo (del bueno) se transmitía principalmente de padres (y madres) a hijos (e hijas) y se reforzaba entre iguales. Como ahora, aunque la publicidad es un poderoso factor más

    «Seguimos con los mismos valores de siempre, los vamos trasladando de hombres a mujeres, a géneros. Se ha dejado completamente de lado la aportación femenina al punto de vista»

    no sé si te he entendido bien, pero si te refieres a menos competitividad y más cooperación, a menos avaricia y más compasión, a que todos mudemos de valores… pues estoy de acuerdo contigo. No sé si tú estarás de acuerdo conmigo en que eso no va a ocurrir 😉

    saludos

    • Epicureo dice:

      No creo que ganemos mucho encasillando la compasión, la humildad y la generosidad como «valores femeninos». Al fin y al cabo, históricamente muchos abogados de esos valores han sido hombres con toda la barba (de hecho con mucha barba: Jesús, Marx, Bakunin…).

      Y si miras los valores contrarios que nos están imponiendo ahora, el egoísmo, el individualismo y la competencia, al menos tres de sus mayores propagandistas (Ayn Rand, Margaret Thatcher y Esperanza Aguirre) son indudablemente hembras.

  20. […] Me hace gracia que yo esté escribiendo sobre el aborto para defender que cada mujer decida sobre lo que crea mejor en su caso, porque soy un hombre. En estos días hemos podido leer incluso testimonios de mujeres que han abortado y no creen que deba obligarse por ley a que la madre no pueda decidir al comienzo de su embarazo. Pienso que aún desde mi posición ventajista será útil mi opinión, porque el mero hecho de estar un hombre en contra de situaciones que ponen en clara desventaja a la mujer y poder argumentar dicha opinión, significará que las mujeres han ganado una pequeña batalla. […]

Comments are closed.