Política

Las urnas tiran a dar

8 Nov, 2013 - - @kanciller

Aunque fue por un margen estrecho, los irlandeses prefirieron quedarse con su senado. El gobierno de coalición del Fine Gael y los laboristas, resultado político de la durísima intervención de la troika,  propusieron un referéndum para su abolición el 4 de octubre. Los principales argumentos del gobierno eran tanto su coste como su irrelevancia. Compuesto por sesenta senadores, esta cámara se ciñe a «mejorar» las leyes en segunda lectura y con sus limitados poderes apenas puede paralizar su tramitación algunos meses (¿os suena?). El principal partido de la oposición y que ha gobernado el país durante más años, el Fianna Fáil, había criticado su supresión y proponía mantenerlo a cambio de reformarlo, pidiendo el no en el referéndum. Aunque apenas se acercaron a las urnas el 39% de los irlandeses, por algo más de un punto y medio la propuesta del gobierno fue derrotada. La prensa irlandesa lo ha leído como un varapalo para el Taoiseach Enda Kenny, en especial tras dilapidar la ventaja que la supresión llevaba en las encuestas. Ahora al primer ministro no le queda más remedio que lidiar con una reforma de la cámara alta que no tenía prevista.

Esta anécdota es ilustrativa sobre el uso político de los referéndums. Sobre estos mecanismos de democracia directa se ha hablado ampliamente en diferentes foros, casi siempre en aspectos normativos ¿En qué supuestos se pueden realizar? ¿Son un buen instrumento? ¿Qué límites y potencialidades tienen? ¿Cómo articularlos para que funcionen bien? Los referéndums, a diferencia de las elecciones, no se basan en la elección de representantes, partidos o candidatos individuales, los cuales se supone que integran (más o menos de manera congruente) una posición ideológica sobre una gran cantidad de asuntos. Consisten básicamente en dar un voto directo a la ciudadanía sobre un tema específico, sea afirmativo/negativo o entre varias opciones. Lo habitual suele ser que se planteen cuestiones políticas de especial trascendencia, los cuales pueden ir desde una reforma constitucional o derechos y libertades individuales. No obstante, también han sido empleadas frecuentemente en el ámbito local en temas que van desde cómo reformar una calle hasta si se hacen fiestas patronales o se destine el dinero para parados.

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