Una consecuencia de la crisis es que la gente habla más de política. Según recogen las encuestas de CIS, en 2006 eran un 43% los españoles que decían hablar de política una vez por semana y hoy son el 59%. Además se han duplicado los que afirman discutir sobre el asunto cada día. No es un sorpresa, la crisis nos preocupa, capta nuestra atención y ocupa nuestro tiempo.
Este interés por la política debería vender periódicos, pero paradójicamente coincide con una crisis de la prensa. Los españoles que leen semanalmente la sección política en la prensa han caída del 56% al 51%. Además son un 39% los que jamás hojean esa sección —y esto obviando que probablemente la gente exagera al declarar cuanto lee. Mientras tanto el seguimiento de lo político en la radio y la televisión ha aumentado durante la crisis, pero solo ligeramente.
Entonces, ¿significa esto que ese mayor interés por la política no se ha traducido en un mayor consumo de información sobre el tema? Seguramente no, simplemente tenemos que buscar en otro lugar. En Internet.
Los datos del CIS indican que el consumo de política vía internet se ha multiplicado (seguramente a la vez que el consumo de información de todo tipo). Si en 2006 los españoles que consumían noticias e información política por internet eran un 18%, hoy son el 39%. Hay casi tanta gente usando internet para informarse que usando la radio o la televisión.
A continuación tenéis estos y otros datos detallados.
He destacado lo que más me sorprende: el aumento del interés por la política, el declive de la prensa, el advenimiento de internet, y la cantidad de gente que dice que nunca habla de política (24%), no lee sobre el asunto (39%), o no utiliza internet para acceder a esa información (56%). Este último dato me asombró especialmente, supongo que porque habla de un mundo que no es el mío. Uno que no usa internet, o que no lo usa para leer sobre actualidad ni política.
Ese ultimo dato que comentas no lo veo tan malo viendo el dato de 2006 y luego el echo de que en tiempos de crisis quizas la gente prefiere informarse con medios gratuitos como son la radio, la tele o los amigos.
Simplemente refleja que hay dos Españas. Y no son las de los bando de la guerra civil ni nada por el estilo. Es la España de los garrulos, canis y chonis seguidores de «mujeres hombre bíceps y berzas» y «Gandía Shore» contra la España de la cultura, la información, el análisis que usamos internet para ello y no para echarnos fotos en un espejo «RhoNNEaanDo». La España que se expresa a grito pelado con la España de los argumentos. Y así va la cosa…
Dos Españas si.
Una de ellas es la España de siempre, la perdonavidas, la de la reprimenda desde el púlpito, la del conmigo o contra mi, la altiva de señorito, la hidalguía de toda la vida.
Pues no. Los hidalgos de toda la vida, los señoritos altivos eran aquellos que Moratin describió en su «Sátira segunda a Arnesto»:
¿Ves, Arnesto, aquel majo en siete varas
de pardomonte envuelto, con patillas
de tres pulgadas afeado el rostro,
magro, pálido y sucio, que al arrimo
de la esquina de enfrente nos acecha
con aire sesgo y baladí? Pues ése,
ése es un nono nieto del Rey Chico.
O sea, lo que hoy sale en «Mujeres, hombres, y Gandia Shore».
En cuanto a la actitud de perdonavidas de los gafapastas culturetas, sí es cierto que es reprochable: perdonar la vida a quien se identifica con esos programas es llevar la clemencia a un extremo que repugna de consuno al patriotismo y a la filantropía.
Perdon: el autor dela «Sátira» es Jovellanos, no Moratín. Confundí un Ilustrado con otro. Pero el retrato que hace del señorito aplebeyado tiene una total vigencia.
Venga, un besito de parte de alguien que ve Mujeres, Hombres y Viceversa y sin embargo ha llegado hasta aquí, hasta este blog.
No te quedes en el ejemplo… You know perfectly what I’am trying to say.
Besis.
Tengo entendido que uno de los escritores también estaba enganchado cuando era joven.
Me parece un comentario muy clasista. Yo tengo 3 titulaciones universitarias y me gustaba Gandía Shore y lo de y lo de HMyV no lo veo porque trabajo a esas horas.
Para mí es eso es más cultural que cualquier cosa que pueda escribir Vargas Llosa.
«Me parece un comentario muy clasista. Yo tengo 3 titulaciones universitarias y me gustaba Gandía Shore» ZZZZzzzz.
Es un poco como lo del chavalín que se quejaba de tener dos carreras y un master y A PESAR DE ELLO estar limpiando váteres en Londres. A ver cuándo os dais cuenta de que a lo mejor estáis limpiando váteres no A PESAR DE sino PORQUE tenéis tres titulaciones universitarias. Que parece que hay que poner el título por delante para hablar, jesús.
Clasista es creer que tener muchas carreras universitarias te da permiso para subvertir la ética y la estética, y autoridad para acallar a quien las defiende. Clasista es creer que por comer mierda se es del pueblo llano,o que lo propio del pueblo llano es comer mierda.
¿ética y estética?
Hombre, esos programas y la sociedad que reflejan no son ni éticos ni estéticos.
Es totalmente opinable, totalmente subjetivo. Que cada uno vea lo que le distraiga y le aporte más felicidad. ¿la sociedad que reflejan? Mucho más sana que lo que se ve en la calle donde está el CUNEF cuando bajan todos los pelanas hablando nasalmente. Yo eso lo ví un día en directo y puedo asegurar que me pareció de otro planeta.
Me parece algo más real Gandía Shore.
Limpiando váteres y haciendo hamburguesas de enero a mayo de 1998 en el burger king the la calle Edgware Road de Londres, me pareció enriquecedora la experienca, mucho mejo que leer novelitas. Unos años antes algo más pesado, cargando contenedores, porque a mi no me pagaron Erasmus para que aprendiese idiomas mientras me intentaban convencer que los alemanes son majetes.
Simplemente no permito que nadie de credenciales de culto, y si vamos a competir, vamos a lo objetivo, 3, 2 trabajando a tiempo completo, y sí muy aficionado a lo que aquí los pogres llaman telebasura, y yo que cuando estaba en China sufrí cuando estando un año caparon telecinco en internet por nosequé de un reportaje de orfanatos y no podía ver nada de Crónicas Marcianas.
De nuevo confundes las cosas: crees que quien critica la telebasura es un elitista que no ha limpiado en su vida un water y alguien a quien le han pagado (por la cara, supongo) una beca Erasmus, miientras que el pueblo sano y trabajador se dedica a ver a chonis y jonatanes rascándose la entrepierna en la tele en vez de leer novelitas que enriquecen menos que limpar wateres en Londres. Celebro que hayas encontrado tan enriquecedora esa experiencia, aunque deploro que al parecer no hayas encontrado tiempo para acabar de enriquecerte leyendo novelitas porque estabas demasiado ocupado embruteciéndote viendo Gandia Shore. Lo que no puedes pretender es que se te aplaudan las perversiones encima.
pero ¿quién eres tú o otros para considerar un tipo de televisión que entretiene a mucha gente?
Los que quieran leer novelas que las lean pero que dejen de sentirse superiores a los que ver la tele, determinados formatos. Me parece faltón llamar perversión a simplemente ver la tele.
No pongas palabras en mi boca que yo no dije, en el pueblo llano y trabajador como tú llamas a la gente hay quien gusta de la televisión y hay quien gusta de otro tipo de ocio.
No creo que me haya embrutecido viendo Gandía Shore, una vez más haces juicios de valor.
¿Soy yo o juan acaba de emitir su propia versión del «Muera la inteligencia» de Millán-Astray? Por cierto, es divertido ver las contradicciones del comunista este, consumiendo programas televisivos que Marx tildaría de alienantes…
Sois muy de ataques «ad hominen».
Si te refieres a mi afirmaría que soy comunista, de hecho ahora sería más de la patronal.
Es una mera suposición lo que pensaría Marx de programas que no existían en su tiempo, y algo un poco presuntuoso jugar a adivinador de lo que pensaría hoy. Igual viviendo 200 años Marx hubiese evolucionado como Losantos, Piqué, del Castillo y otros.
Yo no digo «que muera la inteligencia», lo que no admito son definiciones de cultura ad-hoc para autosatisfacción de algunos que van de intelecualillos.
No acabo de entender la diferencia de consideración por parte de tanto intelectual del salón a quienes explotan sus cualidades para ganarse la vida. Los que explotan la capacidad de sus cuerdas vocales para berrear en una ópera bien, los que exhiben sus músculos en Gandía Shore mal.
Vaya análisis simplista de los intelectuales de novelita.
Al final todo es cuestión de dinero. La gente compra menos prensa en papel y se ahorra el euro y medio, esos medios se vuelven más dependientes pues de las subvenciones, publicidad institucional y de las grandes empresas….por tanto son menos críticos con gobiernos y grandes empresas…(un gran ejemplo de esto es El País)…y ese «ablandamiento» y falta de crítica hace que cada vez valga menos la pena gastar/invertir ese euro y medio.
Internet es gratis, hay distintos formatos, uno puede simplemente seguir los enlaces de gente a la que sigue en twitter, y luego en internet todos son/somos opinadores, por tanto uno siempre puede encontrar lo que le pueda gustar que no cabe en el papel, desde rebelion.org a religiondigital.
Los medios más digitales tienen la ventaja de la inmediatez, si bien, los bien estructurados al final se encuentran en la misma trampa que la prensa en papel, para sacar un sueldo a fin de mes…hay que comulgar con ruedas de molino.