Sociedad

Combatiendo la pobreza de forma sencilla

30 Oct, 2013 - - @egocrata

Hay muchas formas de combatir la pobreza. Cualquiera que se mueva en el mundillo de los programas de desarrollo o contra la marginación social ha visto decenas de estrategias y políticas públicas para intentar mejorar la situación de individuos y familias. Reparto de alimentos, cabras o mosquiteras. Clases para utilizar fertilizante. Educación infantil. Clases de formación profesional. Micro-créditos. Compra de maquinaria agrícola. Programas antidroga. Compras de armas de fuego. Clases para ser mejores padres. Y así cientos.

Todos estos programas comparten un punto de partida similar: el estado, ONG o agencia pública ha identificado una de las causas de la pobreza, e intenta ponerle remedio. Tenemos una teoría sobre cómo cambiar las cosas, diseñamos un sistema para implementarla, y vamos a la gente pobre del mundo y les explicamos que si se educan, compran fertilizante, se vacunan o acaban la EGB dejarán de ser pobres.

Muchas de esas intervenciones están basadas en sólida evidencia empírica. Algunos programas tienen resultados realmente buenos. La inmensa mayoría de estos modelos, sin embargo, son descaradamente paternalistas. El estado, ONG o agencia pública ven un pobre, y es el estado, ONG o agencia quien lo que el pobre necesita. Asumimos que el planificador tiene un mejor plan. A menudo, eso no es cierto.

Hace unos años una ONG americana de ayuda al desarrollo decidió probar un modelo nuevo: la gente pobre es pobre porque no tiene dinero, así que démosles un fajo de billetes para ayudarles y listo. Nadie pasa una vida de escasez y privación por gusto; si pudieran salir de ella, podemos estar meridianamente seguros que así lo harán. Dado que la principal barrear entre ser pobre y dejar de serlo es el dinero, podemos repartirlo directamente, y confiar que los receptores sabrán qué tienen que hacer para cambiar su situación.

Es una idea sencilla, ciertamente. Quizás demasiado fácil. Los pobres se gastarán el dinero en iPhones, Nintendos, cerveza y drogas. Se van a comprar una tele de plasma y poner llantas de aleación al coche. Comprarán joyas y armas de fuego. Se lo pulirán todo en apuestas y juegos de azar. Son tontitos, los pobres. Por eso no tienen dinero.

El resultado, sin embargo, ha sido bastante distinto: el programa ha funcionado bien. Resulta que los pobres en Kenia tienen una idea bastante decente sobre por qué son pobres, y cuando les dan dinero para arreglar su situación acostumbran a gastarlo bien. Johannes Haushofer y Jeremy Shapiro, del MIT, han  trabajado con GiveDirectly para organizar un experimento aleatorio controlado y analizar los efectos de ir a Kenia en medio de ninguna parte y ponerse a repartir pasta. Los efectos no son mágicos y maravillosos (nunca lo son), pero es una intervención más que efectiva: los receptores casi nunca compraron tonterías, a menudo lo invirtieron de forma productiva (ganado, montar pequeños negocios), empezaron a gastar más en salud y educación y comer mejor,  y en general aumentaron la felicidad y prosperidad de sus familias.  Cómo gastaron el dinero dependía, sobre todo, en si los pagos eran mensuales o recibían todo el dinero de golpe, pero los efectos eran casi siempre positivos.

Aunque indicadores como salud o educación infantil no mejoraron mucho (son difíciles de detectar en un estudio a corto plazo) y estamos hablando de un sólo estudio, etcétera, etcétera, es un resultado intrigante.  Sabemos que vivir en situaciones de escasez continuada hace muy difícil pensar a largo plazo. También podemos suponer que uno de los principales problemas de ser pobre es que no puedes permitirte nada que te vaya a sacar del agujero. Dar dinero es una forma simple y elegante de solventar dos de estas barreras.

Esto explica también algunas correlaciones que he visto en otros estudios, por cierto. Por ejemplo, las familias con pocos ingresos que reciben créditos fiscales en Estados Unidos reduce la probabilidad de dar a luz a bebés por debajo del peso mínimo comparadas con aquellas que no los reciben. Simplemente, tener más dinero ayuda a tomar mejores decisiones.

En el mundo de las ONG y los programas sociales a menudo complicamos demasiado las cosas. En muchos casos, puede que los pobres necesiten algo de dinero a corto plazo, y nada más que eso.


30 comentarios

  1. Ruy dice:

    Interesante Roger. Pero creo que la respuesta va a ser muy dependiente del sitio. La reacción de los kenianos del estudio es muy parecida a la que tienen los maratonianos kenianos con los ingresos que consiguen de las carreras. Algunos incluso corren una carrera buena y la creación de un negocio (granja) les lleva tal cantidad de tiempo que prácticamente les retira de seguir corriendo a nivel internacional. En definitiva, se montan granjas y/o negocios. Incluso ayudan a crear equipaciones sociales para la comunidad. No empiezan a montarse palacetes y coleccionar coches millonarios, o su mujer hace una colección de zapatos de tacón. Reaccionan de acuerdo a su mentalidad, mentalidad que no tienen otros (para empezar, esto en España, no ocurriría)
    En general, el comportamiento de los atletas kenianos no es el de los etíopes, ni el de los occidentales. Ejemplos de atletas/deportistas de cultura occidental y de origen pobre que malgastan su fortuna hay muchos (obviamente de los otros también)
    Quiero decir, que la mentalidad en Kenia permite esto, pero me temo que desgraciadamente la reacción no será universalizable. En algunos sitios no funcionará. En otros no. No creo yo que funcione eso en cualquier barrio de Bogotá, por poner un ejemplo.

  2. cucu dice:

    ¿Renta básica para todo el mundo?

  3. No sé cómo andará en Kenia, pero es posible que el efecto de ese estudio esté limitado por el acceso a dinero. Es decir, si en Kenia la posibilidad de conseguir un crédito es casi nula, es más probable que al solventar esa carencia la gente que solo necesitara el dinero para progresar lo hiciera. ¿Pero funcionaría igual en la España pre-crisis por ejemplo?¿Era una falta de acceso a dinero lo que impedía salir de la pobreza? Creo que más bien no, pues ese dinero se usó para solventar un problema de consumo más que una apuesta de aumento de ingresos a largo plazo. Pero claro, es una hipótesis, habría que contrastar.

    Igualmente el estudio sobre Kenia es muy interesante

  4. PaulJBis dice:

    Oí hablar de este proyecto en el «This american life», hace unas semanas:

    http://www.thisamericanlife.org/radio-archives/episode/503/i-was-just-trying-to-help

    Lo que más me llamó la atención, aparte de la idea en sí, fue la entrevista que hicieron a la encargada de otra ONG que compraba cabras para los campesinos kenianos, y que estaba en contra de la idea de darles simplemente dinero.

    Cuando le preguntaron si habían hecho experimentos controlados para ver cuál de las dos ideas daba mejores resultados, se indignó, y vino a decir: «¡son seres humanos! No puedes ponerte a hacer experimentos con ellos como si fueran animales…».

    O sea, que a la hora de decidir políticas sociales, hacer programas piloto y medir la efectividad en distintas poblaciones es inmoral. Para decidir hay que recurrir a… ¿intuiciones? ¿Apriorismos ideológicos? Eso ya no lo explicó.

    • Carlos Jerez dice:

      Eso le pasa a muchas personas, que aunque sean bienintencionadas, se encierran en sus ideas preconcebidas y no comprenden la apertura y curiosidad que aporta la ciencia, y los métodos que usa ésta para avanzar.

      PD: ¿lo que he dicho tiene algún significado? Estoy pensando en hacer oposiciones para intelectual.

  5. Gorgias Marat dice:

    Estoy muy de acuerdo contigo. Pero quiero añadir un matiz basado en mi experiencia en ONGs. Algunas veces son las mismas ONGs las que complican las cosas u obstaculizan probar nuevos métodos, para poder mantener su estructura. A fin de cuentas, mucha gente vive y trabaja en ONG´s y no tienen incentivos para autodestruirse a sí mismos. Da más trabajo y burocracia realizar programas que ofrezcan bienes y servicios concretos, que repartir dinero y monitorizar su uso.

    PD: Con esto no quiero decir que no sean necesarias las ONG´s sus burocracias y muchos de los programas de asistencia y servicios que realizan.

  6. […] Combatiendo la pobreza de forma sencilla: Denles dinero […]

  7. heathcliff dice:

    ¿Dar dinero?

    Sí, a cambio de trabajo, aunque este sea inútil. Por ejemplo, 2 euros por kilómetro pedaleado en bici estática.

    Dar porque sí, sólo produce fraude.

    • PaulJBis dice:

      ¿Fraude en qué sentido? Este programa consistía en darles dinero sin condiciones; por definición, no podía haber fraude.

      Por cierto, está visto que los apriorismos ideológicos no sólo van en un sentido…

    • Miguel dice:

      Pues ya puestos, conecta la bici estática a una dinamo, y generas electricidad.

    • Capitalismo y Globalización dice:

      En cambio trabajar en algo inútil es estupendo.

      No serás protestante, ¿no?

  8. xes dice:

    «El resultado, sin embargo, ha sido bastante distinto: el programa ha funcionado bien. Resulta que los pobres en Kenia tienen una idea bastante decente sobre por qué son pobres, y cuando les dan dinero para arreglar su situación acostumbran a gastarlo bien…»

    Lástima que esto choque con la concepción que algunos tienen del resto de seres humanos, son unos vagos, inútiles, incívicos, parásitos, atunes, …, probablemente porque así es como son ellos.

    Gracias por el artículo, no es fácil ir contracorriente.

  9. Javier dice:

    Existen programas en Afganistán en los que se paga el producto del trabajo de la gente (alfombras) por encima de su precio. Esto se hace previo compromiso de colaborar con dos o tres cosas relacionadas con las políticas de género, dejar que las niñas vaan al colegio y cosas así. Al parecer funciona bastante bien.

    No deja de ser dar dinero, pero sin la verguenza asociada a recibirlo por limosna. Y el dinero ganado se aprecia más, es un fenómeno psicológico más que comprobado.

  10. Jorge dice:

    No se si es lo optimo, pero si creo que los pobres, al menos los que viven en un contexto completamente diferente, saben mejor como gastar su dinero que las ONGs. Especialmente cuando se da el caso de que la ONG peca de la tipica arrogancia occidental, cosa de la que he oido anecdotas pero no se cuan a menudo sucede.

    Perdon por la ausencia de tildes, teclado extranjero.

    • Alvaro dice:

      Pero si les das dinero corres el peligro de que los productos que necesitan los compren a sus productores locales. Si les das el producto directamente nos aseguramos que los productos salen de nuestras factorias y, de paso, ahogamos la competencia de la industria local.
      Bastante jodidos estamos con la competencia de las manufacturas chinas como para desprendernos de un mercado cautivo tan enorme.
      A kenia conservas navarras y juguetes valencianos.

  11. Atlas dice:

    Sorprendente. Así que la gente es pobre… porque no tiene dinero. Quién lo hubiera sospechado.

    • Alatriste dice:

      Pues muchísima gente… de hecho, me juego la cabeza a que si ahora mismo te quitas del ordenador y preguntas a tus compañeros de trabajo por qué los pobres son pobres muy pocos te iban a responder que porque no tienen dinero; muchos buscarían causas indirectas como «la ignorancia» o «el capitalismo», bastantes te dirían de forma más o menos disimulada – pero clara – que son pobres porque son idiotas, que si tuvieran dinero volverían a la pobreza en un pis pas malgastándolo a tontas y a locas, y unos pocos si fueran sinceros te darían explicaciones directamente xenófobas.

  12. Interrogante dice:

    Es que ser pobre ES no tener dinero.
    Y por qué se es pobre (es decir, no se tiene dinero)?: y aquí es donde se puede empezar a hablar de capitalismo, peak oil, razas inferiores y el sexo de los ángeles.

    Otros ejemplos:

    -Yo tengo hambre porque me apetece mucho comer
    -Yo tengo una hipoteca porque he contratado una deuda con condiciones onerosas y bajos intereses al banco
    -Yo soy tonto porque tengo un CI bajo
    -Yo soy madridista porque me gusta el Real Madrid

    • Alatriste dice:

      ES que no has entendido el artículo… el artículo no va de que la pobreza sea no tener dinero, eso en efecto sería bastante perogrúllico, el artículo va de que ese estudio parece indicar que la _CAUSA_ de la pobreza es simplemente la carencia de medios, que no hay que buscar mas.

      En términos un tanto marxistas que a lo mejor resultan más comprensibles: lo que ese estudio insinúa es que la causa de la pobreza es la carencia de capital, sin más, y que si a los pobres se les da dinero invierten un fuerte porcentaje en adquirir capital (montar negocios, comprar ganado, etc).

  13. Jesús dice:

    Hombre, es que eso mismo que describes hace mucho que se hace en cooperación. Se llaman microcréditos, y hay muchísimas experiencias de éxito.

    Con la cooperación pasa como en otros ámbitos, que se habla de ellos como un conjunto cuando son tremendamente heterogéneos. Hay ONGs con esquemas caducos y paternalistas (ejem, Vicente Ferrer, ejem), otras con más burocracia que la ONU, pero también otras que trabajan bien y tienen buenas ideas.

    • Capitalismo y Globalización dice:

      Bueno en la India hay unos datos sobre suicidios y quiebras por los micro créditos bastante alucinantes.

      Yo a los micro créditos no los llamo ayudar a los pobres, los llamo hacer negocio con ellos.

    • PaulJBis dice:

      A ver, que no, que esto no son créditos. Un crédito se tiene que devolver; esto es simplemente *dar*, sin más.

  14. Maria dice:

    The Economist publicó un artículo bastante completo sobre este tema en estos días:
    http://www.economist.com/news/international/21588385-giving-money-directly-poor-people-works-surprisingly-well-it-cannot-deal
    Las transferencias de dinero no parecen solucionar los problemas de largo plazo, en ninguna de sus formas.

  15. Jose dice:

    En efecto es un tema muy de moda, con varios artículos recientes. Como de costumbre, ni siempre una transferencia de dinero será la solución, ni lo contrario.

    Pero una reflexión: a menudo el punto de partida es que es el Estado quien actúa, como si fuera un ente ajeno a nosotros.

    Pongámoslo mejor en términos individuales:
    ¿estaríamos dispuestos a dar sin condiciones una parte de nuestro dinero a gente necesitada y que no forma parte de nuestra familia, comunidad, …?

    Yo, al menos, no.

  16. Javier dice:

    En esa línea iba lo de los microcréditos tan famosos de La India, ¿no?

    Entonces mi pregunta es: ¿a lo mejor lo de la «renta universal básica» podría ser una buena idea, basándonos en esto?

  17. […] través de la lectura d’un article que Roger Senserrich publica a Politikon, arribo la curiosa experiència del projecte de […]

  18. Roberto dice:

    Yo no metería en el mismo saco a los microcréditos junto a: reparto de alimentos, cabras o mosquiteras, clases para utilizar fertilizante, educación infantil, clases de formación profesional, compra de maquinaria agrícola, programas antidroga, compras de armas de fuego, clases para ser mejores padres.

    Si la tesis del artículo es que los pobres saben qué hacer para salir de la pobreza y se basa en lo que compran cuando se les da dinero sin contraprestación, creo que se podría llegar a la misma conclusión si en lugar de regalarles el dinero se les presta.

    Es más, en mi opinión, para ayudar a salir de la pobreza, la ventaja de conceder créditos frente a regalar dinero es, por una parte, que incorporan un incentivo para gastar adecuadamente el dinero: la necesidad de devolverlo. Y por otra parte, que prestar permite incidir sobre un grupo mucho más numeroso de población ya que, obviamente, el dinero prestado (y devuelto) puede ser reutilizado mientras que el regalado no.

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