Política

Democracia como deliberación, democracia como conflicto

10 Oct, 2013 - - @jorgegalindo

El martes se presentó el Partido X. Vaya por delante que cualquier iniciativa que pretenda mejorar la élite política que tenemos me parece bienvenida. Sin embargo, tras escuchar la presentación, hojear sus escritos y oír esta entrevista, tengo la impresión de que la perspectiva de la plataforma se forma bajo una ilusión. Sirva como muestra este extracto de su web/programa:

La esencia de la democracia es el conocimiento por parte de los ciudadanos de las decisiones que se tomen en todas las cuestiones que pueden afectar sus vidas y del proceso de esa toma de decisión, de los datos y circunstancias que confluyen para tomarlas.

Esta ilusión se cristaliza como nunca cuando afirman una y otra vez que su propuesta es «no ideológica»: es «democracia y punto». Encapsulado aquí encontramos varios elementos que son comunes a todo el discurso del Partido X y su entorno, a saber: (1) que lo que define la democracia es la deliberación ciudadana; (2) que como tal lo más importante para mantener una democracia de calidad es la información y la transparencia, en una palabra, el conocimiento; (3) que hay una especie de colectivo («los políticos») separado de los ciudadanos que ha usurpado la democracia a través de la obstrucción del conocimiento impidiendo así la correcta deliberación. Esta es una historia pseudo-habermasiana cuya lógica final implica que la sociedad puede llegar a un acuerdo en lo que es el bien común, y cuantos más mecanismos (de voto, de información) se pongan para llegar a dicho acuerdo, mejor. Sin embargo, el mecanismo actual (la democracia representativa de sistema parlamentario española) sirve para que una parte capture los sistemas de decisión y, supongo, haga de esta crisis una estafa.

En realidad esta historia no es tan diferente de la que nos cuenta César Molinas, en cierto sentido: la actual élite extractiva se ha atrincherado en el poder gracias al mecanismo de elección de la misma. Ahora bien, allá donde Molinas propone un cambio de sistema electoral el Partido X hace una especie de enmienda a la totalidad y habla de democracia directa, referéndums, voto de los diputados decidido desde casa, presupuestos participativos, etcétera. Aún más: mientras Molinas no parece suponer en ningún momento que un cambio en el proceso de selección vaya a suponer otra cosa que un reemplazo más ágil y variado en las élites, el Partido X asume que la aplicación de las reformas que proponen nos llevarán a un futuro en el que todos estaremos más de acuerdo en lo que nos conviene.

Mientras que con Molinas puedo no estar de acuerdo (y no lo estoy en muchas cosas) pero también puedo discutir con base a los resultados esperados en la distribución de poder político de una reforma como la que propone, considero que el Partido X parte de una premisa errónea. Ellos dicen que una parte de la ciudadanía ha usurpado las instituciones y los recursos, y que la forma de lograrlo es más participación. Cuando ésta se incremente, dicen, la usurpación terminará para siempre y caminaremos al consenso mediante la información, la transparencia y el «método científico». Sin embargo, no explican ese salto. ¿Cómo es posible que un incremento en la capacidad de los ciudadanos de participar lleve al consenso cuando se admite que una parte de los mismos han empleado las (para ellos) escasas formas de participación existentes para colonizar las instituciones? Están asumiendo al mismo tiempo que la sociedad está y no está dividida según los intereses de quienes la forman. Están asumiendo también que un mayor número de canales para la participación lograrán que la decisión tomada la mayoría de veces por la mayoría de votantes lleve a maximizar el bien común. Pero esto solo puede ser cierto si la sociedad no está eternamente dividida. Si la convergencia es posible.

Adam Przeworski tiene una muy breve crítica a la consideración de que el incremento de la capacidad deliberativa lleva a la convergencia de voluntades. Explica en las primeras páginas de Democracy and the market que para que esto sea cierto ha de asumirse que todos los mensajes son o bien verdaderos, o bien falsos. También ha de asumirse que los individuos van a identificar la verdad de manera sistemática. Y, por último, que el uso de los mensajes será no estratégico, desinteresado. Por supuesto, como dice Przeworski, la asunción más problemática de las tres es probablemente la última. Las otras dos nos pueden llevar a largas discusiones ontológicas (la primera) o epistemológicas (la segunda). Pero la tercera implica rechazar la idea del mundo como un conflicto distributivo. Siguiendo a Schmitt, Przeworski enuncia que, llegado un momento, la razón y los hechos ya no sirven para dejar atrás dicho conflicto, y la única solución disponible es el voto. En última instancia, el voto no es un acto de razón ni de deliberación. El voto es un acto crudo de imposición de una voluntad frente a otra. La democracia es un sistema que se basa en que las facciones pierden (y ganan) elecciones.

Puedo entender que, como hace Molinas, se propongan reformas para cambiar la manera en que dicha imposición funciona. Puedo entender también, y de hecho intento ejercitarlo cada día, que una mayor y mejor información y análisis puede ayudar a cada facción a alcanzar de manera más eficaz sus objetivos; que puede incluso moderar las posturas bajo determinadas circunstancias.  No puedo entender, sin embargo, que se afirme a la vez que el conflicto distributivo existe y está ante nuestros ojos robándonos («los políticos») y que si incrementásemos los mecanismos de imposición de voluntades al final todas serían convergentes («los ciudadanos»). Si, como ciudadano, crees que alguien te ha usurpado recursos e instituciones lo que tienes que hacer es convertirte en un político y retomarlos. Para ello debes asumir que estás en una guerra contra otra voluntad, y que el resultado de esa guerra tendrá ganadores y perdedores, esto es: tendrá consecuencias redistributivas. Cualquier otra alternativa es una ilusión deliberativa.


23 comentarios

  1. Demostenes dice:

    Jorge, supongo que la teoría subyacente es que el conflicto no se da entre corrientes mayoritarias de ciudadanos, sino sólo entre un grupo muy minoritario (el famoso 1%) y todos los demás (el también famoso 99%). Si se parte de ese supuesto, evidentemente cualquier mínima coordinación de ese 99% bloquearía las «malas artes» del 1%.

    Otra cosa distinta es que vea claro que el 99% esté tan unido. O que cuando empiecen a tomarse decisiones de forma colaborativa, todo el mundo que haya apoyado las opciones que no hayan salido sigan queriendo permanecer en él. Aunque empiecen de forma no ideológica, en cuanto empiecen a operar de forma más o menos «normal» espero que el partido se polarice en una cierta postura ideológica por pura autoselección.

  2. bat dice:

    «Si, como ciudadano, crees que alguien te ha usurpado recursos e instituciones lo que tienes que hacer es convertirte en un político y retomarlos.»

    Y no creéis que más haya del discurso ‘estético’ del Partido X es precisamente eso lo que intentan hacer (bien o mal, con base ideológica sólida o no, eso es otro tema).

    • Alatriste dice:

      Primero, sería «más allá»… . haya se emplea a)cuando es del verbo haber, y b)cuando se habla de una cierta especie de árbol.

      Pasando a la chicha, el tema es esto «Ahora bien, allá donde Molinas propone un cambio de sistema electoral el Partido X hace una especie de enmienda a la totalidad y habla de democracia directa, referéndums, voto de los diputados decidido desde casa, presupuestos participativos, etcétera». Si les he entendido bien lo que quiere el «Partido X» es más bien abolir la política y los políticos para pasar a un idílico mundo de civilizados debates ciudadanos en Internet, ágoras cibernéticas y hasta un cierto grado de abolición del funcionariado incluso en temas bastante técnicos como la elaboración de los presupuestos.

      Y personalmente creo que como mínimo el mundo no está preparado para eso ni lo estará mientras vivamos, si es que llega a estar preparado alguna vez para cosas como que los presupuestos no los elaboren expertos en economía sino de forma «participativa»…

      A pesar de que yo mismo pienso que uno de los problemas más serios del mundo moderno es que los ciudadanos de hoy, acostumbrados a votar quién sale despedido de un concurso de la tele y a darle al «Me gusta» en la red, se sienten cada vez más frustrados por la reducción de la democracia al mero hecho de votar una vez cada cuatro años, no creo que substituir la democracia representativa por la directa sea la respuesta a ese problema, y menos todavía tirar por la borda a los expertos en economía, etc (y si alguien lo está pensando, sí, ese «tirar por la borda» es una alusión a la metáfora de Platón sobre el estado como un barco en alta mar).

  3. heathcliff dice:

    A un partido sin ideas, pero con buena voluntad, entiendo que se le aplaude, pero NO se le vota…

    🙂

  4. Fénix dice:

    Llegados a este punto conviene recordar que el pais más rico y estable de Europa se basa en los pilares gemelos del (servicio militar y tenencia de armas universales) y la democracia directa.

    Lo digo porque yo soy tan escéptico de las reformas electorales como cualquiera, salvo de la única realmente radical: la adopción en España de la constitución suiza.

    • Uno que pasa dice:

      Buena suerte.

    • nopes dice:

      y cambiemos pongamos aquí a los suizos.

    • carlos dice:

      ¿Y qué participación tienen esos referéndum?

      ¿no quedamos en que si le damos la opción, la gente debería participar más y no menos? Porque resulta que no es así.

      Luego se dejan asuntos muy concretos en manos de un porcentaje minoritario y más ideologizado de la población, y lo que ellos decidan resulta que va a misa y eso es más democracia que unas elecciones donde una más o menos amplia mayoría participa.

      • Fénix dice:

        Se hacen unos tres por trimestre, y parte de la genialidad del sistema es que cada ciudadano tiene cuatro votos, con lo que cada votante elige en que urna meter dos papeletas.

        Historicamente la participación ha sido elevada, aunque ahora es más baja: en todo caso en Suiza hay que registrarse para votar y sobre el censo registrado los referenda solían atraer a algo más del 40% de los votantes. Para reformas nacionales hace falta la mayoria de votos y una mayoria cualificada de cantones.

        En todo caso el experimento en su formato actual tiene casi 150 años y se deriva de instituciones democráticas que los suizos dicen que tienen alrededor de 1000 años, lo que teniendo en cuenta la tradicion de movilización militar universal de los suizos tiene cierta verosimilitud.

        • carlos dice:

          Pues eso, si nos reímos de la legitimidad de un Parlamento Europeo que no convoca a más de ese 40% en un buen día, ¿por qué unos referéndum con la misma participación sí son legítimos?

          A parte de otros problemas que yo le encuentro, como que la democracia directa es la democracia del sí o del no. Tras un referéndum hay una solución ganadora y las demás perdedoras.

          En cambio, teóricamente, en un parlamento más o menos proporcional habrá varias facciones representadas y, salvo mayorías absolutas de un partido, tendrán que llegar a consensos entre ellas para sacar adelante unas u otras medidas.

          La negociación y alcanzar un término medio es algo que permite la democracia representativa.

          Otra cosa es que luego no nos gusten los representantes que nosotros mismos elegimos. 89% desaprueba la tarea de los políticos pero ese mismo 89% vota casi en su totalidad a los mismos desde hace 30 años. Ese tipo de contradicciones las vas a tener igual con o sin democracia directa.

      • Maese Alcofribas dice:

        más allá de que un mayor grado de democracia directa no va a ser la repanocha ni nos va a traer el estado de bienestar, o de lo complejo que sea diseñar ese sistema más participativo, o de si hay que hacer algo o no frente a la desafección política (o simplemente esperar tiempos mejores en lo económico), lo bueno de dar la opción es que siempre puedes poner una cláusula del tipo: si hay dos consultas seguidas con menos del 60% de participación, adiós democracia directa.

  5. Luís Pérez dice:

    Es evidente, en mi opinión, que el planteamiento del Partido X peca de ingenuo. Efectivamente las cosas son mucho más complejas, pero también lo es que «se hace camino al andar».

    Con un Estado del Bienestar en claro retroceso, por la crisis económica, y con unos gobiernos cada vez más desacreditados por la desconfianza que suscitan los políticos, no hay otra salida que la sociedad civil.

    En este sentido cualquier iniciativa que surja desde abajo, con la colaboración ciudadana, y con el fin de resolver problemas de los demás, es una magnífica noticia. Pero la sociedad civil necesita crecer, madurar, organizarse y extender su campo de acción.

    Es normal que los primeros pasos pequen de infantiles, pero si no los dan no podrán dar los siguientes y, así, llegar alguna vez a madurar lo suficiente.

    Recomiendo este artículo: http://www.otraspoliticas.com/politica/%c2%bfjugamos-a-la-bolsa-o-a-la-sociedad-civil

  6. Daniela dice:

    Sinceramente, no termino de entender el artículo.

    «Escuchar la presentación, hojear sus escritos y oír esta entrevista, tengo la impresión de que la perspectiva de la plataforma se forma bajo una ilusión (…).»

    Con esta sentencia inicial, lo demás es un análisis que justifica esta primera afirmación.

    Y termina con la conclusión «Si, como ciudadano, crees que alguien te ha usurpado recursos e instituciones lo que tienes que hacer es convertirte en un político y retomarlos.»

    No me imagino este tipo de análisis en partidos hegemónicos (PP, PSOE, IU, UPyD…). Es más, en un primer vistazo diríamos que estos partidos, ya sólidos, son irrealizables por sus ideologías tan divergentes entre ellos dentro del marco democrático.

    Jorge, el Partido X no tiene comparación con nada, pues hasta el momento, la colectividad ciudadana nunca había impulsado una respuesta para entrar en política. Si no hubiése crisis no existiría esta reacción. Esto es nuevo y debemos ser prudentes, pues no sirven la medidas de medir que conocemos.

  7. pancho dice:

    Creo que el autor expresa de forma muy simplificada (y un tanto pedante) el objetivo del Partido X. Yo diría que no se trata que la solución pase por tener más participación en los procesos de deliberación democrática, sino que implementar mecanismos para que la participación que ya existe pero que es ignorada sistemáticamente pueda entrar al sistema de toma de decisiones. Por ejemplo, que si la PAH presenta una ILP que todas las encuestas dicen que tiene el apoyo de una mayoría de la población, que haya un mecanismo que el parlamento no pueda bloquear para que esa propuesta de ley entre a un proceso de debate, enmiendas, y finalmente referendum para su aprobación.

    Por otro lado, la crítica de ‘¿Cómo es posible que un incremento en la capacidad de los ciudadanos de participar lleve al consenso cuando se admite que una parte de los mismos han empleado las (para ellos) escasas formas de participación existentes para colonizar las instituciones?’ me parece de preescolar. En un contexto en el que se estima que PP y PSOE han perdido unos 7 millones de votos y existe una participación ciudadana enorme fuera de los cauces electorales (15M, mareas en educación y sanidad, afectados por la hipoteca, etc.) es una simplificación de la situación casi insultante.

  8. David mml dice:

    Jorge, y si como dices, estos ciudadanos organizados alrededor del Partido X lo que hacen, al organizarse es convertirse en políticos y optar a la lucha de intereses y voluntades?

    El punto de flaqueza que tienen es que no reconocen que entrar en la lucha política, en democracia, exige no sólo tener un posicionamiento en las formas, sino sobre todo, una opción sobre el fondo: sobre, como explicas, la redistribución.

    Muy de acuerdo en tu exposición.

  9. MuGaR dice:

    «llegado un momento, la razón y los hechos ya no sirven para dejar atrás dicho conflicto, y la única solución disponible es el voto»

    Pues a mi se me ocurren más soluciones eh!

  10. Eduardo dice:

    La cuestión es si serán capaces de captar ese espacio electoral de ruptura, que viene a identificar a esa parte del electorado, que ahora mismo está en la abstención, y que podría optar por candidaturas alejadas de los partidos tradicionales, lo que se ha denominado como candidaturas de ciudadanos, y que propugnan la regeneración del sistema político existente.

    Este fenómeno no es nuevo, ya ha ocurrido en Portugal, donde las candidaturas de independientes han logrado un gran resultado en las elecciones municipales, haciéndose con la victoria en Oporto y Sintra. También en Grecia, donde Syriza ha sabido captar este espacio, convirtiéndose así en la segunda fuerza del país, y por supuesto en Italia, donde el Movimiento Cinco Estrellas, se convirtió en el partido más votado (si exceptuamos las coaliciones electorales) en las pasadas elecciones generales.

    Está por ver, si este fenómeno común a los países del sur de Europa más asolados por crisis, tiene lugar en España, y a cargo de quien. De lo que no cabe duda, es que si algún movimiento/partido consigue captar a parte de este electorado, tendrá el éxito asegurado en las siguientes elecciones.

  11. juan dice:

    Todo canal introduce distorsión, ruido y retardo. La política es un canal de manifestación de voluntades para convertirlas en actos, y está claro que la representatividad cada vez es menos real, tomemos por ejemplo lo predicado por el partido de gobierno actual en la campaña previa y las políticas que se están aplicando.

    Lo mismo sucede en las grandes empresas donde los directivos las manejan a su antojo, con la connivencia de un marco legal absurdo creado por sus amigos los políticos. ¿por qué considerear «buen gobierno» meter consejeros independientes? No es lo lógico que los consejeros salgan todos de los accionistas, antes que «independientes» llamados a cobrar del pesebre sin haberse jugado sus ahorros en la empresa.

    En un mundo cada vez más desintermediado, donde para adquirir bienes y servicios cada vez se necesitan menos intermediarios, uno compra un billete de tren en Canadá 3 meses antes por internet sin tener que ir a una agencia de viajes, no tiene sentido que la política y la empresa tengan tal intermediación interesada que cada vez es más claro el divorcio entre los representantes y los representados, y esto no afecta a un partido, sino a toda la clase política por lo que a nivel electorar se mantiene el status quo.

    Yo sí creo que todos debemos votar todo, eso sí las propuestas tienen que ser siempre con un balance activo/pasivo, para evitar eso que siempre mentan los partidarios del estado actual y de mantener a la clase política, que en referendum se puede aprobar por un lado gastar más y por el otro también bajar impuestos. La clase política no ha sido mejor a estos efectos, ha gastado de más, muchos más sin subir los impuestos en su momento para financiarlo, para hurtar el debate de si queremos esto o no si cuesta tanto, para directamente inagurar con placas con sus nombres.

    Si una que que tarda 10 años en sacarse la carrera de derecho y jamás ha trabajado en nada que no sea el pesebre politiquero puede decidir en la comunidad autónoma más poblada (ojo, y Carromero asesorar, para poner ejemplos de ambos «pseudobandos»), cualquier ciudadano está preparado para decidir directamente.

    Bienvenido el Pardido X. (aunque no conozco a ninguno)

  12. […] encontrar más de una crítica por su construcción de la “antipolítica” con barniz de “tecnocracia popular” , consigue mezclar el populismo antipolítico clásico, el de toda la vida, con aspectos de […]

  13. Maese Alcofribas dice:

    «…el Partido X asume que la aplicación de las reformas que proponen nos llevarán a un futuro en el que todos estaremos más de acuerdo en lo que nos conviene.»

    ¿estaremos todos más de acuerdo, o sentiremos como más legítima la toma de decisiones, independientemente de lo de acuerdo que estemos?

  14. joan dice:

    Este análisis parte de la premisa de que el Partido X no sabe que tiene oposición (o está en una guerra en el lenguaje del que escribe), lo que me parece bastante irreal como supuesto. Y esto lo infiere el autor de una definición de democracia? Si se quiere hacer un post sobre redistribucion vs teoria normativa por favor no utilizar al Partido X o, si se hace, no inferir de una definición que (i) no tiene comportamiento estratégico y (ii) no sabe que sus acciones o propuestas tienen consecuencias distributivas. Nada más lejos de la realidad.

    Y lo siento mucho, pero la transparencia y la deliberación si que influeyen en el comportamiento de los agentes, cualquier paper basico de economía aplicada te dara una idea del asunto. A menudo la transparencia es el única manera para que actores revelen preferencias, dejando claro cuales son sus posicionamientos y delimitando el espacio para el acuerdo o desacuerdo. Citar una intro de Prezworski como algo relevante sobre este tema es cuanto menos de dudosa seriedad.

    En fin, por favor más rigor en la medida de lo posible y, si no puede ser, como mínimo no meter al Partido X para darle más solera al post.

  15. fede dice:

    Para mi gusto el artículo se queda en lo obvio.

    Hacerse político conlleva un coste mínimo, involucrarse en política también. Si un partido puede reducir este coste tiene una ventaja. El sistema democrático actual responde, entre otras cosas, a los costes de coordinación intra y entre partidos. Si estos costes caen, habrá tensiones dentro del sistema para que este lo refleje.

    El Partido Pirata proponía un esquema parecido de representación directa, puede que inaugurando una tendencia que sigue el Partido X. Estas propuestas reflejan una variación en los costes de coordinación. Que los nombres sean penosos, que no sepan presentarse adecuadamente, que sean unos inútiles absolutos, que hallan fracasado o que fracasen me parece mucho menos importante que analizar la hipótesis de si los sistemas de partidos están frente a un cambio estructural importante.

  16. Laura dice:

    » Si, como ciudadano, crees que alguien te ha usurpado recursos e instituciones lo que tienes que hacer es convertirte en un político y retomarlos.»

    No digo que lo que el partido X presenta sea perfecto, ni siquiera que esté de acuerdo, pero ¿es mucho pedir que se introduzcan mecanismos para que los ciudadanos puedan mostrar su descontento e incluso darles la posibilidad de una influencia más directa en ciertas cosas? Dado que yo estoy descontenta con la gestión de los políticos, con que sus delitos prescriban, con que sean prácticamente intocables, ¿la única opción que tengo es meterme a política o quedarme calladita?

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