Política

Cataluña y las promesas creíbles

16 Sep, 2013 - - @egocrata

El gobierno de Mariano Rajoy ha respondido a la Diada como todo el mundo se esperaba: no haciendo nada en especial. El Presidente ha mandado una carta por correo a Artur Mas (¿quién manda cartas a estas alturas?), Soraya Sáenz de Santamaría ha hablado de mayorías silenciosas, y el ejecutivo en general ha dado señales de estar dispuestos a negociar en lo económico, pero sin reformas constitucionales, referéndums ni nada por el estilo. Es la actitud típica de Rajoy, el hombre que respondería a un holocausto nuclear repartiendo crema de protección solar y se sentiría satisfecho. 

Creo que el gobierno entiende cual es el núcleo principal del problema catalán, pero es incapaz de comprender por qué ese problema existe. El origen de todo este desbarajuste es económico, ciertamente, y el sistema de financiación autonómica necesita una reforma en profundidad. Lo que no parecen ser capaces de comprender es que los nacionalistas catalanes, o al menos un porcentaje considerable de estos, no se van a conformar con más dinero, federalismo real o un cambio en las balanzas fiscales. El centro del asunto es que necesitan garantías.

Si hay algo que repito a menudo al hablar de políticos y políticas públicas es el concepto de compromisos creíbles. En política la palabra de un político es tan creíble como su capacidad para prometer que va a hacerla cumplir.  El Presidente del Gobierno en España tiene una capacidad esencialmente infinita de dar todo lo que promete siempre que no vulnere las leyes de la física o contabilidad. Mariano Rajoy es, a efectos prácticos, el líder de una dictadura electiva merced de su amplia mayoría parlamentaria, capaz de ofrecer todo lo que Artur Mas pide sin negociar con nadie.

El problema para Rajoy, sin embargo, es que esa misma omnipotencia hace que sus promesas sean difíciles de creer. El Presidente del Gobierno puede crear un sistema de financiación excelso y descentralizar todas las competencias soñadas por Artur Mas con un chasquido de dedos, pero también puede desmantelar todo el tinglado con la misma celeridad. El gobierno central puede modificar cualquier acuerdo alcanzado, y a los catalanes no les queda más que rogar que no lo vuelva a cambiar. El problema del sistema autonómico actual, desde el punto de vista de los nacionalistas catalanes, no es tanto las competencias, la financiación o la balanza fiscal, sino la completa asimetría entre las dos partes tras llegar a un acuerdo.

Para entender este problema vale la pena comparar la situación de las autonomías «estándar» como Cataluña (ya sé, es «histórica» – a efectos prácticos, esta distinción es bastante irrelevante), con las comunidades forales, Euskadi y Navarra. La situación de asimetría entre unos y otros es parecida; el gobierno central puede promulgar leyes invadiendo competencias chapuceramente, y el sistema de financiación depende, en última instancia, de la voluntad y caprichos del parlamento de Madrid.  Las comunidades forales, sin embargo, confían en la estabilidad del sistema de financiación, están satisfechas con él, y no temen cambios unilaterales por un motivo muy simple: alterarlo requiere una reforma constitucional. El estado central se ha atado las manos prometiendo no cambiar los términos del acuerdo codificándolo en la ley fundamental. El concierto económico es una promesa como cualquier otra, pero el gobierno central ha colocado el listón para alterarlo a una altura considerable. No importa que PP y PSOE puedan pactar una reforma sin participación vasca o navarra; basta con crear una barrera explícita, real y costosa políticamente para hacer esa promesa creíble.

Los nacionalistas catalanes parten de dos problemas paralelos. Por un lado un sistema de financiación absurdo e incomprensible que no les deja ningún poder de decisión. Ya he hablado alguna vez sobre ello; una reforma en sentido federal es tan necesaria como razonable. Por otro, la sospecha, no del todo irracional, que cualquier acuerdo alcanzado con Madrid es vulnerable a los caprichos de sus legisladores. Es por este motivo, por ejemplo, que la ley de política lingüística es un tema tan importante en Barcelona. Los nacionalistas catalanes entienden, con razón, que en materia educativa, lingüística y cultural se alcanzó un pacto más o menos explícito en los años ochenta: inmersión lingüística, Generalitat como actor central en el sistema educativo, y básicamente dejar hacer. Nada demasiado extraño, por otro lado; en casi todos los estados descentralizados la educación se hace a nivel regional (algún día tengo que hablar sobre los libros escolares en Texas), y para una comunidad con fuerte identidad propia parece un acuerdo evidente. Hasta que alguien en el gobierno central quiere aprobar reformas, alterando el acuerdo de forma unilateral.

Este es el motivo detrás del enorme cabreo tras la reforma del Estatut (a pesar que los cambios introducidos por el Tribunal Constitucional eran minúsculos, por cierto), de los pataleos tras la ley Wert, o los quejidos inacabables tras cada presunta invasión competencial. Los nacionalistas catalanes probablemente estarían medianamente satisfechos con el nivel de autonomía política de Cataluña (enorme, por cierto, en perspectiva comparada) si pudieran estar medianamente seguros que nadie les va a cambiar las leyes sin pedirles su opinión. El sistema de financiación es, obviamente, el ejemplo más claro de este temor, siendo como es un galimatías surrealista y arbitrario, pero es sólo una parte del problema.

Es por este motivo que creo que una reforma constitucional es necesaria. Rubalcaba (en una frase que no digo a menudo) tiene razón en este aspecto; es hora de sentarse y codificar el estado de autonomías de forma racional, sensata y clara de una puñetera vez, dando garantías sobre los límites y poderes de gobierno central y comunidades.  Es hora de reescribir el título VIII de arriba a abajo, simplificarlo, poner una cláusula residual como Dios manda y delimitar exactamente qué puede hacer el gobierno central. Una reforma del sistema de financiación clara, una promesa explícita clara sobre dónde el gobierno de Madrid no puede meterse, y reglas más o menos predecibles y sensatas sobre qué cosas puede legislar. No es un problema complicado desde el punto de vista institucional*, y no debería serlo desde el punto de vista político, si el PP fuera medio sensato.Y la verdad, no debería cambiar gran cosa en materia competencial o de recursos, si se hace medio bien.

¿Eliminaría esto el independentismo? No lo sé; probablemente no. Parte del acuerdo puede ser incluir una cláusula sobre secesiones, con un buen montón de salvaguardas, como señal clara que el estado está dispuesto a respetar la voluntad de las autonomías en materias que son de su competencia. Estoy bastante seguro que una reforma en este sentido calmaría muchos los ánimos, aunque no pueda más que especular en este aspecto.

Soy también perfectamente consciente que esta clase de reformas exigen una epifanía en las filas del PP de una magnitud no vista desde Fernando VII y su conversión al constitucionalismo, aparte de un súbito interés de parte de Mariano Rajoy por arreglar problemas. Lo dicho: es un problema técnicamente sencillo, pero políticamente complicado. Algún día la derecha española entenderá eso que en una democracia se gobierna por consentimiento, no por motivos de gracia divina o acatar decisiones matrimoniales de tiempos de los Reyes Católicos. Entonces, supongo, hablaremos de federalismo en serio, en vez de buscar otro parche o esperar que pase el mal tiempo.

*Nota: esto no implica que una vez aprobada la reforma, estemos todos de acuerdo por siempre jamás y nunca más tengamos disputas competenciales. Los gobiernos seguirán atizándose de vez en cuando, especialmente cuando aparezcan cosas nuevas (la constitución americana no dice nada sobre internet, por ejemplo). Los conflictos, sin embargo, son bastante más fáciles de gestionar cuando hay límites claros un sistema diseñado siguiendo principios claros. El nuestro, ahora mismo, no los tiene.


95 comentarios

  1. Ignacio Paredero dice:

    Mmm.

    Tras la metáfora del señor Rajoy no he podido evitar pensar en el Sunblock 5000: http://www.youtube.com/watch?v=87LR8z_zezQ

    Y volviendo al asunto, creo que enfocas el asunto desde las élites, no desde la calle. La calle, me temo, va en otra dirección. No vivo allí, pero por lo que estoy leyendo, la gente ha interpretado la crisis económica en terminos de «esto se debe a que estamos en España». Cuando el resto de España ha interpretado que la culpa es «de los políticos» y la corrupción (simplista y creo que incorrecto), en Cataluña se ha interpretado que la culpa es de «los politicos de ESPAÑA y su corrupción». Todos los argumentos que se manejan en españa (sistema electora, bipartidismo, sindicatos vendidos, corrupción…) se manejan en Cataluña pero con una posibilidad de solucionarlo todo de una manera sencilla: separándose.

    Si. En España, la solución a todo es el sistema electoral (es mágico, ya lo sabemos), o las listas abiertas, o algo así. En Cataluña, la solución fácil es la secesión: todo será mejor tras ella.

    En ambos casos, se apuesta por soluciones simplistas y definición del problema simplista. Y en ambos casos, esas soluciones no funcionarían y, muy posiblemente, el problema, de fondo, es otra cosa.

    • Isaac dice:

      En cataluña se sabe bién que la crisis es global y agrabada en España por culpa de enormes desbarajustes de modelo productivo, legislación irracional, etc…

      Y nadie niega que tengamos nuestros própios chorizos (Millet, Bustos y compañía).

      Todo será mejor tras la secesión? Todo será responsabilidad nuestra y solo nuestra, que es lo que queremos, gestionar nuestro propio país.Y creo que tenemos tanto derecho a hacerlo bien cómo a hacerlo mal, como lo tiene el resto de países del mundo.

      • Alatriste dice:

        En primer lugar, es «agravada», con «v», es «Cataluña» con mayúsculas, «propios» no lleva tilde, y las preguntas llevan «¿» al comienzo.

        Y luego, creo que al arrogarte el derecho a hablar por todos los catalanes, al dar por hecho que los secesionistas os saldréis con la vuestra, y al obviar que esto es una DEMOCRACIA, nos estás dando un ejemplo perfecto de las razones del hartazgo que estáis empezando a despertar los nacionalistas.

        • Isaac dice:

          Sí, es una Democrácia. Sí, pedimos votar. No, no nos dejan.

          Menuda Democrácia tenemos aquí.

          • drdcr dice:

            ¿No os dejan? ¿No votáis vuestros concejales, diputados autonómicos y diputados en el gobierno de España? Qué raro, no me había enterado.

            • Isaac dice:

              Supongo que sabes leer entre líneas, y te haces el tonto.

              • drdcr dice:

                No, te digo que tienes el mismo derecho a decidir que cualquier español. Eliges a tus representantes y a quién te gobierna. De hecho tenéis la suerte de ser una región que en el gobierno nacional es de las que más diputados tiene con lo que vuestros intereses están más o menos bien representados.

                Es democracia te pongas como te pongas. Otra cosa es que como crees que no te hacen suficiente caso dices que el balón es tuyo y te lo llevas.

                • Isaac dice:

                  El pasado 25N eligimos a nuestros representantes, y la mayoría de representantes elegidos fueron los que en su programa llebavan hacer una consulta sobre la soberanía Catalana.

                  • drdcr dice:

                    Supongo que si la mayoría de mis representantes del parlamento de mi comunidad decide instaurar la pena de muerte en mi comunidad también podrán hacerlo. O decidir que los productos del resto de España tienen que pagar un sobreprecio o no se pueden vender allí. O a lo mejor lo podría hacer mi ayuntamiento. No tenéis competencia para hacerlof. Por otra parte ya sé que me dirás que no es lo mismo, que si sentimiento, pueblo y esas cosas tan XIX. De todas maneras eso no responde a lo que te había preguntado que es si a los catalanes se le niega el derecho a elegir sus representantes.

                    Lo que te decía es que podéis decidir en vuestra vida como el resto de los españoles y como la inmensa mayoría de los habitantes de las democracias del mundo. Pocos estados conozco que tengan por defecto la posibilidad de referendos de autodeterminación —que es lo que se pide con el eufemismo de derecho a decidir, que como ves, tenéis igual que los demás— y menos reflejados automáticamente. Estos referendos son más bien fruto de una negociación y más bien adaptándose a la legalidad vigente. Ni siquiera se ha presentado a las cortes como el famoso «Plan Ibarretxe» que incluía reforma del estatuto y hablaba claramente del derecho de autodeterminación.

                    • Isaac dice:

                      Pues que se jodan los catalanes, no?

                      Me preguntas si podemos elegir los representantes. Te digo que los hemos elegido. Me respondes que no te respondo.

                      Creo que te falta algo de comprensión lectora.

                      Y los países no tienen el «derecho de secesión» excepto los que los tienen. Leese Canadá, UK, Noruega, Suecia…

                    • drdcr dice:

                      No me sale el responder justo debajo te tu comentario Isaac pero bueno, lo pongo a ver donde sale.

                      Comprensión lectora. pues no sé si te falta a ti, o quizá simplemente te gusta manipular ya que tildas a un país de poco democrático con los catalanes y cuando te digo que los catalanes votáis exactamente en los mismo niveles que los restos de españoles y de la gran mayoría de países democráticos; pues obvias que habías dicho que era poco democrático hablando de como habéis elegido vuestros representantes. ¡Qué raro este país antidemocrático!

                      Por no hablar de que pasas absolutamente de puntillas sobre que el parlamento catalán no tiene ciertas competencias, igual que te pongo en otros supuestos y que ni siquiera habéis intentado un cauce legal normal como si intentaron los vascos.

                      De hecho ahora me pones que digo que se jodan los catalanes. No es tan diferente de quejarse siendo rico porque te hacen pagar más impuestos que un pobre y eso es un ¡que se jodan los ricos! O que vaya por dios no dejan que los vecinos de Pedralbes gestionen los impuestos que pagan para no dar al resto de Barcelona y al no dejarlo es un que se jodan los vecinos de Pedralbes.

                      La democracia contiene muchos que se jodan repartidos, creo que se llaman leyes y hacen que los empresarios exploten menos, que puedas tener comida controlada, que no te vendan cosas que te maten o te sienten mal, que los pobres puedan recibir subvenciones, los transportes públicos puedan funcionar, etc. Y lo bonito es que esas leyes las damos el pueblo.

                      En definitiva, me molesta mucho que manipules haciendo pasar por algo jurídico y empírico lo que es principalmente emocional. Los problemas que pueden tener los catalanes los tienen otras muchas regiones de España. Sin embargo, evidentemente es un problema y habrá que ver como se soluciona. Y en este problema hay muchas cosas que se han hecho mal en muchas partes.

                      Ni Canadá ni Reino Unido tienen derecho de secesión automático, ni que yo sepa Noruega o Suecia. Que recuerde, solo los únicos que en su constitución tenían derecho de separarse eran las repúblicas soviéticas. En el resto de los casos son negociaciones ad hoc. Escocia no tiene derecho de autodeterminación, sino que Reino Unido ha decidido que permite el referendo. Si no se lo hubieran presentado la resolución del parlamento escocés no se haría. Y aún habiéndoselo presentado si no hubieran querido, estaban legalmente en su derecho. De hecho Reino Unido no ha tenido problemas en suspender la autonomía de Irlanda del Norte varias veces.

                      El caso quebequés no lo tengo tan reciente y no me apetece googlear más porque será una conversación altamente improductiva.

        • luisa dice:

          Supongo que estás de coña.
          Tu corrección es pura fantasía
          ¿Dónde están los puntos y coma?¿dónde, los dos puntos?
          Te dejo tus cosas para que las arregles:

          En primer lugar, es “agravada”, con “v”, es “Cataluña” con mayúsculas, “propios” no lleva tilde, y las preguntas llevan “¿” al comienzo.

    • Montse dice:

      Ignacio, respondiendo a su comentario, por alusiones: vivo/malvivo en Cataluña/Catalunya.

      Desde la calle, la gente han interpretado la crisis ecónomica como CIU i ERC han querido que se interprete: la paliza machacona a nivel gubernamental y mediático a la que nos han sometido desde la manifestación de la Diada del 2012, es digna de aparecer en los manuales de cualquier líder sectario que se precie. La frase ‘España nos roba’ (repetida hasta la saciedad y como justificación única y omnisciente) y la ‘obligación’ de empapelar TODO con banderas independentistas y artículos de consumo también decorados con ‘esteladas’ es I-N-S-O-P-O-R-T-A-B-L-E.

      El gobierno de corruptos de CIU, ha tenido la habilidad suficiente para desviar la atención de la gente y tapar los asuntillos Palau y similares, con la ‘indepe’. Y hay que reconocerles el immenso mérito de convertir a España y al PP en el chivo expiatorio por excelencia y origen de todos nuestros males: el mensaje ‘institucional’ de la Generalitat es que, ell@s son los culpables de que al gobierno catalán, (pobrecitos) no les quede otra opción que la de recortar, saquear y destruir todos los sistemas públicos de sanidad, educación, servicios sociales y lo que queda del agonizante ‘estado del bienestar’.

      El panorama catalán es desolador: 902.300 parados y paradas en el primer trimestre del 2013 y 285.000 niños y niñas menores de 16 años viven en situación de vulnerabilidad y no tienen garantizadas las necesidades básicas (informe del Síndic de Greuges, marzo 2013).

      Y decir lo que estoy comentando en Catalunya, en estos momentos, te convierte automàticamente en una traidora, anti-catalanista y fascista. Se ha implantado la consigna de que criticar al gobierno catalán es ‘atacar’ las ánsias independentistas.

      Y creánme, servidora, en el caso de poder votar en un referéndum, votaría independencia. Ahora, si la independencia ha de suponer el saqueo y corrupción al que estamos sometidos gracias al tándem CIU-ERC, sinceramente, me largo.

  2. Alatriste dice:

    Uno de los mejores artículos que te he leído.

    Solo añadir algunos comentarios: es muy cierto que en el PP reina la actitud de considerar las elecciones no como un sistema civilizado y aburrido para averiguar lo que desea la gente o, como seguramente dirías tú, «de agregación de preferencias», sino como una especie de Juicio de Dios destinado solo a decidir qué barón va a ponerse la corona en la testa, pero precisamente esa actitud hace sorprendentemente fáciles las epifanías que mencionabas.

    En palabras de alguien que explica esto mucho mejor que yo: «La lengua catalana es una de las expresiones más completas, más perfectas, que yo conozco desde el punto de vista de lo que puede ser el lenguaje, y desde luego quiero decir que no solamente lo leo desde hace muchos años, la entiendo, y además, cuando estoy en círculos reducidos, no muy amplios, la hablo también» J.M. Aznar dixit.

    Otro comentario, más grave, es que la desconfianza es mutua. La idea de que no vale la pena ceder en nada porque no se puede confiar en los nacionalistas, de que prometan lo que prometan el año que viene o el otro ya se habrán olvidado de lo dicho y que ceder solo servirá para animarlos a que hagan exigencias aún mayores con las mismas o peores amenazas, es cada vez más fuerte. Y de esa sensación está naciendo un rechazo visceral hacia el nacionalismo en general y hacia el secesionismo catalán en particular… Un rechazo alimentado también por las sugerencias nada veladas de que la mejor solución para muchos nacionalistas sería acabar con el «café para todos» y convertir la plena autonomía en un privilegio reservado exclusivamente para vascos, catalanes y gallegos.

    Y la solución para esa desconfianza no puede ser la misma, porque los nacionalistas han insistido una y otra vez en rechazar la Constitución, ignorarla, y/o insistir en que no va con ellos. Al hacerlo, han segado la hierba bajo sus propios pies y han hecho mucho más difícil que los demás crean en sus promesas… Para decirlo con todas las letras ¿Qué garantía tiene el gobierno nacional de que si se reforma la Constitución en sentido federal, se adopta un sistema de financiación BBB (bueno, bonito y barato), etc, etc, la Generalitat no va a impulsar otra consulta dentro de dos años? ¿Que lo va a poner la Constitución? ¿Esa Constitución que ahora mismo Artur Mas está decidido a pasarse por el forro de los… bolsillos?

    Lo más inteligente que podría hacer Artur Mas sería volverse un estricto constitucionalista y decir que la consulta se hará solo si el Tribunal Constitucional la avala… pero francamente, no creo que sea más capaz que Rajoy de superar sus propias limitaciones.

    • Marc dice:

      Solo un apunte:
      He leido mucha gente rabiar sobre la negativa de la ministra de empleo en hacer un contrato unico porque esta prohibido por la Constitucion.

      http://www.fedeablogs.net/economia/?p=30852

      No digo que haya que saltarse la Constitucion a la torera, pero de vez en cuando, estaria bien una respuesta de mas calidad (tanto por el contrato unico como para el referendum).

      Dicho esto, sigo disculpandome por mi teclado :S.

      • Alatriste dice:

        La verdad es que los miembros del gobierno Rajoy deberían abandonar su pésima costumbre de decidir por su cuenta lo que es constitucional y lo que no, primero porque eso es competencia del Tribunal Constitucional y segundo porque casi siempre no parece que lo digan como fruto de una reflexión mínimamente seria, sino como abreviatura de «odio la mera idea, no quiero verlo, no quiero ni siquiera hablar de ello»… y luego porque si lo discutido fuera una buena idea inconstitucional, lo que habría que hacer es cambiar la Constitución, no desechar la idea.

  3. Javier dice:

    Las concesiones se hacen a cambio de algo. Promesas creíbles a cambio de promesas creíbles. ¿Qué promesas creíbles podría cosechar Rajoy a cambio de esa fruslería de cambios permanentes de nada? Porque quien no puede hacer ninguna promesa creíble en absoluto es la otra parte.

    Por ejemplo, podría obtener la promesa creíble de que las intenciones independentistas van a reducirse de forma inexorable. O, al menos, la promesa creíble de que no van a seguir exactamente igual tras ese cambio constitucional. O incluso la promesa creíble de que no crezcan con la euforia del éxito. Que es exactamente lo que ha pasado durante los últimos 35 años con cada una de las muchísimas concesiones que se han ido haciendo al independentismo catalán, y sólo han servido para alimentarlo.

    • Isaac dice:

      Te equivocas, las concesiones de Madrid nunca han aumentado el independentismo, han sido las negaciones. El mayor crecimiento viene despues de los recortes al estatut.

      • Javier dice:

        Nunca ha habido una negación al independentismo. Como mucho, los coleccionistas de agravios se aferran a declaraciones individuales que les ofenden. Lo que es fácil: siempre habrá alguien en alguna parte que diga algo que no te guste.

        Lo del estatuto no fueron recortes. Fue una adaptación a la constitución, inevitable.

        E incluso admitiendo que eso fuera una «negación», que es una expresión muy reveladora del subconsciente (tu intentas una concesión más, un nuevo cambio a tu favor, una nueva ganancia, y se te dice que no), el estatuto es de 2006. De 1975 hasta 2006 el nacionalismo no hizo sino cosechar concesiones, conseguir transferencias, conseguir más poder y dinero. Y el nacionalismo creió y creció. ¿Qué «noes» hubo entones que lo hicieran crecer? Ninguno. Cada vez que exigían algo, se les decía que sí.

        • Isaac dice:

          Y, cómo dice Senserich en su artículo, todo continuaba igual.

          El sistema de financiación autonómico ha cambiado topecientas veces, y sin embargo, siempre daba el mismo resultado. Por eso las promesas de Madrid ya no son creibles.

          • Javier dice:

            «Todo continuaba igual» en las intenciones independentistas. En transferencias y pasta en manos de la Generalitat, para nada. Mira lo que tenían en el 77 y mira ahora.

            Quod erat demonstrandum: Las transferencias y la pasta aumentan el independentismo.

            • Isaac dice:

              Se ha dicho a cosas que sí, y se ha dicho a cosas que no. Yo digo que el independentismo ha aumentado más con las cosas que no que con las que sí. Tu dices que está demostrado que es al revés. Cómo lo has demostrado?

              Tu argumento, por cierto, lleva a que «antes del 77 lo llevabamos mejor».

              • Javier dice:

                Lo contrario a una nueva transferencia o un nuevo pago es devolver una transferencia o una asignación presupuestaria al gobierno. Y eso no ha pasado jamás. Ni las adaptaciones del último estatuto consistían en quitar nada, porque nada se tenía aún.

                Si pides 10 millones hoy y 10 mañana, y te dicen una vez que sí y otra que no, el resultado no es cero. Son 10 millones.

                Y si encima te enfadas «por el no», es para hacérselo mirar.

                • Isaac dice:

                  Y si hazes una reforma del estatut, te prometen un nuevo sistema de financiación, y al final se lo pasan por el forro por que el TC dice que «no es obligatorio». (Por que eso es lo que dice el TC, que el nuevo sistema era correcto pero no obligatorio). Entonces estamos en el tema que habla Roger: Que en Cataluña no nos vamos a creer nada que nos prometa Madrid por que puede no cumplirlo sin problemas.

                  • Lole dice:

                    Esa réplica es demasiado vaga. Matiza, por favor:

                    ¿Qué es lo que el TC dice que «no es obligatorio»?
                    ¿A qué artículo del Estatut alude?
                    ¿Por qué según tú, Isaac, sí debe ser obligatorio?

        • Isaac dice:

          Y un añadido.

          Decirle «que no» a una parte de tu país, por que anda pidiendo cosas es muy curioso, y hasta hay quién diria colonial. Dícese que no se lo toma uno como parte sinó como propiedad, o anexo.

          Si yo voy un dia a un McDonalds, y pido una hamburguesa, nunca me han dicho que no «por que si te la doy, mañana me pedirás otra». Tampoco se les dice que no a quien quiere escuelas o universidades «por que si se las damos, querrán más educación».

          Pero a los catalanes se les ha de racionar lo que piden, que para algo son nuestros.

          • PaulJBis dice:

            No sabes cómo te comprendo. Soy un millonario, y he pedido a Hacienda el poder pagar impuestos sólo por los servicios públicos que consumo (o sea, ninguno), pero no sólo me lo niegan, sino que tienen la desfachatez de llamarme insolidario. Da la impresión de que a los millonarios nos traten como súbditos a los que sangrar, en vez de a ciudadanos que tienen derecho a pedir cosas razonables.

            • Isaac dice:

              No veo en que está esto relacionado con lo que yo he dicho.

            • miguel dice:

              Pero es que lo que yo detecto en Cataluña no se entiende y ese es el problema. Fuera de aquí se piensa que es un problema de insolidaridad y precisamente creo que lo es de solidaridad.

              Se quiere ayudar a tu vecino que lo está pasando fatal, a tu ex-compañero de trabajo despedido con hipoteca y dos críos u sin posibilidades de encontrar trabajo, … Y no seguir utilizando esos recursos en lo no parecen más que incentivos perversos en personas que además expresan su desprecio hacia ti.

    • FE dice:

      Ya tienes ahí la asimetría en la negociación. Los catalanes no se fían porque temen que el Gobierno central pueda convertir cualquier acuerdo en papel mojado reescribiendo las leyes. ¿Y qué teme el Gobierno? ¿Qué los catalanes no cambien de opinión? ¿Y eso qué le importa?

      • Javier dice:

        Porque eso también convertiría el acuerdo en papel mojado.

        Un acuerdo es algo a cambio de algo. El único motivo del gobierno central (y del resto de españa fuera de cataluña) para firmar nuevas concesiones es que los catalanes se queden contentos. No hay otro motivo, ni otro incentivo. Dar más transferencias y más dinero y comprometerse a que eso sea para siempre no hace ningún bien en sí a los demás.

        Y si son concesiones eternas e irrevocables, queremos a cambio un contentamiento eterno e irrevocable. Si a los 5 minutos de recibirlas vuelves a estar descontento… ¿Para qué darte nada?

  4. Lole dice:

    Me alegra leer que reconoces que el nivel de autonomía política de Cataluña es enorme en relación con otras entidades similares, y que las correcciones efectuadas por el TC eran minúsculas.

    Así que no entiendo por qué en otros artículos niegas que los partidos nacionalistas catalanas llevan años y años reclamando más y más competencias, afirmar tras obtenerlas que están satisfechos, para luego, pocos meses después seguir con el lloriqueo reclamatorio.
    Por contra leo cosas como que «el gobierno central puede promulgar leyes invadiendo competencias chapuceramente». Lo de «chapuceramente» habría que verlo, ¿no?
    O que «el sistema de financiación depende, en última instancia, de la voluntad y caprichos del parlamento de Madrid». Que el sistema de financiación dependa de la voluntad del parlamento de Madrid, no veo por qué no va a ser así. Es el marco institucional aprobado en su momento. Pero lo de «los caprichos del parlamento de Madrid» no lo acabo de ver.

    Si lo miramos con la perspectiva del tiempo, ¿quién lleva montando el cirio a base de caprichos desde hace un montón?

    No sé, me parece que este artículo huele a doble rasero moral. No obstante, mucho más admisible y racional que los que escribes tras una visita a tu pueblo. ¿Sobredosis de butifarra?

    • Josep M dice:

      Es completamente cierto que la secesión de Catalunya sera una ruina…para España. Comparto la idea del sentimiento de desconfianza hacia los acuerdos con el gobierno de Madrid que existe en Catalunya. Ejemplos hay mucho, y quizas no tan minusculos como los recortes al estatut: impuestos sobre depositos bancarios al 0%, tauromaquia impuesta por el ministerio de cultura son algunos de los mas famosos, pero hay mas. Ya no se trata solo de ver recortadas las propias decisiones, sino contemplar impotentes la mala gestion, rayana a la negligencia, que los diferentes gobiernos de Madrid han perpetrado. Tampoco ayuda pasar por la N634 y ver como las obras de convertirla en una autovia se extienden en km y por tanto en millones de euros, mientras estos se niegan por falta de presupuesto a las obras de la N II . Y duele comprobar que el trayecto que en Cantabria se desdobla se puede hacer por una autopista de 6 carriles sin peaje (A8).

      • Lole dice:

        Las negligencias gubernamentales las hay en todas partes. Las sufrimos en todas partes. No todas las que afectan a Cataluña provienen del gobierno central.
        Pero en lugar de intentar arreglar el país colaborando, es muy fácil romper la baraja.

        Y francamente, cada vez veo más que las razones para romper la baraja son meros e ingenuos pretextos incitados por un simple cuento de la lechera.

      • Lole dice:

        Por ejemplo, los toros. A mí no me gustan pero que nada. ¿Te crees que a mí me hace mucha gracia la ley esa que entroniza las corridas? Pues para nada.

        En lugar de usarlos como pretexto para justificar la independencia, si es un asunto realmente trascendental (que no lo es), se puede intentar concienciar a la población para que los políticos tengan estímulos para legislar contra los toros.

        Lo de independizarse no es una política muy constructiva, ¿no te parece?

      • Verlaine dice:

        Claro, porque Cataluña es la única comunidad autónoma donde hay autovías a medio hacer o carreteras mortales. ¿Este es el nivel argumentativo del independentismo, que se están haciendo obras en otros lugares de España? En materia de infraestructuras hay unas cuantas provincias españolas que, siguiendo esta extraña lógica, podrían exigir la independencia en base a agravios del Estado central. Soria, Teruel, Cuenca, etcétera.

        La A8 no tiene seis carriles, tiene cuatro, dos de ida y dos de vuelta.

        Cataluña no necesita motivos para ser independiente. Si quiere serlo lo será. Punto. No hace falta llamarnos tontos a todos los demás en el camino.

      • Manuel H dice:

        Es decir, que la costa norte de España, con la mayor densidad de población de todo el país y buena parte de su industria, tenía que seguir tardando 6 horas en recorrer 120 km para que en Cataluña, donde tenían autopistas (de peaje, cierto es, y adjudicadas a empresas catalanas que cotizan en Barcelona) desde hacía 30 años pasaran a tenerlas gratuitas.

        Ya lo resumo yo: que los ricos sean cada vez más ricos y el resto que se hunda en la miseria.

        • thor dice:

          Y Vd. sabia que la concesión de las autopistas de Cataluña (por supuesto de pago) ya se habia acabado y se ha prorrogado para pagar las autopistas deficitarias de Madrid?
          En fin, sin comentarios.

          • Lole dice:

            Eso me lo demuestras, por favor.

            Otro ejemplo de victimismo. Parece que los únicos peajes que se prorrogan son los de Cataluña. Y las únicas concesiones deficitarias que reciben subvenciones están todas fuera de Cataluña.

            Así que lo dicho. Esa vinculación que haces alegremente, me la demuestras, por favor.

          • Pescador dice:

            ja,ja,ja…..esto es humor catalán ¿No?

            Pasate por la Autopista del Atlantico, chavalote, y luego nos hablas de agravios

          • Manuel H dice:

            Las autopistas deficitarias de Madrid…concesionadas a las mismas empresas catalanas que las de Cataluña. Sí, mejor no hacer comentarios.

  5. Raúl S. dice:

    Resumen:

    1) El único actor criticable, irracional, «no convertido al constitucionalismo» es la derecha española.

    2) De las cosas irracionales, cerriles o directamente preocupantes de la actuación de CiU y su campaña mediática (flipad con todo, especialmente con simple mención al fútbol, dentro de «Otras Cuestiones», en serio: http://www.queganoyoconelestadopropio.cat/) aún no tenemos noticia. De verdad, Roger, que lo que está haciendo CiU es, como poco, igual de impresentable. No entiendo esos miedos a criticar a CiU en este tema.

    Me parece muy bien que se aclare el tema competencial de una vez, ok, pero eso no parará nada. No lo hizo con la descentralización de la Educación y Sanidad, al revés. No lo hizo con el IRPF, al revés. No lo hizo con el nuevo Estatut, al revés. Todas las descentralizaciones efectuadas no han ido acompañadas de «menos ruido», al revés. ¿No se hicieron bien? ¿no se cerraron adecuadamente? Pues claro que es eso, pero entonces habrá que ver el porqué fue así, y no toda la responsabilidad y maldad fue de una sola parte.

    • Jaime dice:

      Ay, no conocía esa campaña. Tiene cosas graciosísimas, como el solucionar el tema de las hipotecas mágicamente porque estarán más adecuados a la realidad catalana X-D

      En fin, entiendo que los partidarios de la independencia quieran ponerlo bonito, pero eso me parece irresponsable…

    • MuGaR dice:

      El autor es un apologeta y tu Juan Bautista predicando en el desierto…

    • Lole dice:

      Qué enlace más divertido. Es como el cuento de la lechera.
      Todo se reduce a que al independizarse, se acabó el ahogo del estado (expresión recurrente), con lo cual habrá dinero «pató».

      Obvia un pequeño detalle: la clase política catalana está muy cualificada a la hora de gastar el dinero negligentemente y de corromperse a manos llenas.
      Como si todas las estrecheces que sufren los catalanes las causaran mayoritariamente las transferencias a otras autonomías. Menos películas, por favor.

  6. Eurofenicio dice:

    Sr. Senserrich, le felicito por su artículo. Una mezcla de conocimiento, de mundología y de
    cierta querencia (totalmente comprensible).
    Quitémonos las caretas. Aún reformando lo que sea necesario reformar, todo nacionalismo
    tiene como meta conseguir la independencia. La reivindicación, después de las reformas,
    continuaría (cansinamente) Per secula seculorum. Por tanto, antes de llegar a odios y
    visceralidades por ambas partes, sería recomendable, como DEMÓCRATAS, hablar y
    poner las cartas (las auténticas) sobre la mesa. Que todos los sectores catalanes opinen y
    se definan LIBREMENTE. Los obreros, los empresarios, los comerciantes, el famoseo que
    hablen. También hay que conocer la opinión de los parados, jubilados, residentes europeos
    (¿Por qué no?) y la del colectivo de inmigrantes (¿por qué no?). Todo el mundo que pace
    en Cataluña debería poder hablar libremente, porque el tema es de IMPORTANCIA VITAL
    y porque vivimos en una sociedad civilizada.
    El tema no es sólo económico (simplismo) y necesita de una RELEXIÓN PROFUNDA.
    Sin «apestados». Sin buenos ni malos. Sin señalar a nadie (está feo). Sin talibanismo.
    Cuando las exposiciones queden claras,sin miedos y a la luz del sol, el pueblo que decida.
    Se aceptan los resultados y tan campantes. Eso es la DEMOCRACIA.
    Todo esto lo firmo como un universalista, enamorado de Cataluña, al que agota el cansineo
    nacionalista.

    • thor dice:

      Por tanto, que VOTEMOS DE UNA PUÑETERA VEZ, para saber que es lo que queremos, no?
      Pero, me sabrán perdonar, no interesa. Porque si sale SI al Estado propio, de que vivirán algunos (bastantes,muchos….) hidalgos?
      Vds. creen que si una región pobre dijera que quiere la independencia no se la darian?
      Por favor,…. cuantos problemas para convencer a los catalanes que se queden, diciendo que la separación solo conduce al abismo. Si es así, porque les preocupa tanto? Es inverosimil lo que preocupan los posibles errores de Cataluña, no les parece?

  7. HPerezTapia dice:

    Roger,

    cuando hablas de los compromisos creíbles sólo haces referencia a una de las partes, pero después de 30 años de concesiones competenciales y económicas desde el Estado (desde el resto de CCAA, en realidad, porque lo que gana uno lo pierden los otros) hacia Cataluña, lo único que no han cambiado son las exigencias de los nacionalistas. Es decir, si se alcanzara un pacto en el sentido que tu señalas, ¿habría posibilidad de que los nacionalistas dieran garantías creíbles de eliminar su exigencia sobre la independencia? Yo creo que no.

    Por otra parte, cuando hablas de la necesidad de una reforma del sistema de financiación no olvides que el sistema es igual de caótico para Cataluña que para Madrid, Asturias o Murcia, por ejemplo. Una modificación traería ventajas a todos los operadores pero no una mejora hacia Cataluña específicamente, a no ser que habláramos de financiación asimétrica, claro. Pero eso rompería la compensación interterritorial y evidentemente, los madrileños podríamos decir exactamente lo mismo: ¿por qué vamos a contribuir los madrileños a los fondos de convergencia y solidaridad con las demás CCAA cuando Cataluña no lo hace?.

    Cuando te planteas las cuestiones autonómicas desde un punto de vista de igualdad, te das cuenta de que todas las exigencias de Cataluña las podría hacer perfectamente Madrid, pero el caso es que Madrid no las hace, ¿por qué?. Responde esa pregunta y te darás cuenta de que el «problema Catalán» no es un problema económico que se pueda resolver con más dinero o mejor sistema de financiación, sino que es una cuestión identitaria de una parte de los catalanes (que venga por una memoria histórica colectiva real o por un falso sentimiento de exclusividad derivado de los «unicornios» que venden los políticos catalanes no es relevante: el hecho es que el sentimiento existe y que posiblemente será mayoritario en poco tiempo).

    Héctor

  8. Rocambole dice:

    Basta leer los comentarios anteriores para darse cuenta de lo cierto que es que desde España no se entiende absolutamente nada.

    • Alatriste dice:

      Pues maestro, ilumínanos, joder (que me haceís hablar mal…)

      Cada vez que leo a un listo de vía estrecha salir con esa chorrada «de rigueur» del «es que no queréis entender» o el «es que no entendéis nada» me quedo con la duda de si es

      a) un troll que no se ha leído siquiera ni el artículo ni los comentarios o por el contrario es

      b) un troll que se ha leído algo y ha decidido que la mejor estrategia es meter a todos en el mismo saco y lanzar una descalificación urbi et orbi… pero sin decir absolutamente nada concreto, por supuesto, que de lo que se trata es de trolear, no de argumentar.

    • Verlaine dice:

      A lo mejor desde Cataluña tampoco se entiende muy bien al resto de españoles. Pero eh, qué sabremos «España», si somos todos unos cavernarios con la boina enroscada en la cabeza.

  9. Jaime dice:

    No sé, yo creo que ya estamos en un punto en el que va a dar lo mismo cómo nos organizemos, que el tema de la independencia es algo que va a seguir empujando.

    Sin duda, tener en la Constitución las líneas maestras de qué parte de la Administración se dedica a qué sería terriblemente útil. Y simplificaría mucho los debates. Oye, educación lo hace este gobierno, así que las quejas para él. Debería haber estado desde el principio.

    PERO incluso aunque se hiciese, no creo que eso redujese en un ápice el movimiento independentista. No se basa en que haya unos duros más o menos aquí o allí, o en una competencia de más o de menos. A pesar de que se racionalice. Si se pregunta a un independentista «qué cambiaría al ser un país distinto», hablarán de cosas como que en el carnet de identidad pondrá Catalunya, o que «podrán decidir ellos mismos sobre su futuro». Todos cosas difusas y relacionadas con «sentirse».

    De hecho, viéndolo a largo plazo, con cada vez más ámbitos de decisión en la UE, la diferencia en el día a día sería mínima con la situación actual. Tanto para españoles como para catalanes…
    Mi forma de ver el mundo es que me encantaría que Europa fuese un país de verdad, con un presidente, gobierno unificado, un ejército, parlamento, etc… Creo sinceramente que la situación sería peor con Cataluña y Restoespaña cada una por su lado, pero por otro lado, creo que va tomando visos de inevitabilidad el que se terminen separando.

  10. […] Cataluña y las promesas creíbles […]

  11. PaulJBis dice:

    Roger escribe un artículo titulado «promesas creíbles» sobre la falta de voluntad (o de capacidad) del gobierno español para cumplir sus compromisos con Cataluña. De los 9 comentarios hasta ahora, cinco (más de la mitad) le recuerdan los reiterados incumplimientos de sus promesas por parte de nacionalistas catalanes.

    Creo que a esto, en el país de adopción de Roger, se le llama «hoist by your own petard».

  12. clochard dice:

    Todo esto de buscar un nuevo encaje de Catalunya en España ya se intento con el nuevo Estatuto. Y lo que ofreció España fue:

    -El PP, que cuenta con una base fiel de 10 millones de votos, organizando una recogida de firmas, contra los catalanes, o al menos es que lo respondía la gente si le preguntabas para que firmaban. Creo que un millón recogieron

    -La emisora de los obispos y toda la brunete mediática, lanzando soflamas incendiarias de una catalanofobia vomitiva.

    -Cargos del PSOE vacilando de como habían vaciado de contenido el Estatuto votado por los catalanes.

    -Llamamientos al boicot de los productos catalanes por lo que dijo un cargo político, ni la existencia de eta provoco una reacción similar

    -Miembros de un tribunal constitucional desacreditado que en una tarde de toros deciden lo que les sale de la p sobre un Estatuto votado por el 80% de un parlamento y aprobado en referéndum. Todo muy legitimo

    La verdad es que no entiendo como puede ser que los catalanes desconfiemos y que no queramos pertenecer en un país en que las principales instituciones muestran ese respeto y afecto por Catalunya.
    Se me olvidaba, y esto si, ya es de dictadura fascista
    General en mando del ejercito de Tierra amenazando con intervenir en Catalunya. Hecho que esta de actualidad, puesto que recientemente la asociación de militares mas numerosa ha emitido un comunicado con las mismas amenazas.

    Mejor unidos, si.

    • Castigador dice:

      Séquese usted esas lágrimas hombre.

      Animo!..

    • Marc dice:

      No digo que no tengas razon, pero los argumentos de «nos tienen mania» se puede extrapolar de Catalunya a Espanya: Duran y su amor por los andaluces por ejemplo.

      Lo de insultarnos los unos a los otros siempre ha sido usado como tactica para ganar votos, es evidente que para el PP, que tiene un electorado casi fijo en Catalunya (19-17% mas o menos), vale la pena sacar mierda. De la misma forma, ERC le da igual decir burradas sobre Espanya, nadie fuera de Catalunya los va a votar.

      La diferencia es el tamanyo de los altavoces, no el mensaje.

    • José Luis dice:

      ¿Y todo el odio y desprecio de los medios y políticos catalanes hacia el resto de España no cuenta?
      El pacto de Carod Rovira con ETA para que no atentase en Cataluña, la campañamde apadrinamiento de niños extremeños, la imposibilidad denrecibir la enseñanza en español, la demonización continua de todo lo español…
      Memoria selectiva.

  13. Pedro dice:

    Hola,

    Menos la cláusula de secesiones (que traería más problemas que ventajas porque cualquier reclamación mínimamente sensata sobre mayorías amplias sería considerada una estrategia bloqueadora por parte del independentismo catalán) aceptaría todo lo demás,

    Pero creo que hay un problema: Los soberanistas catalanes no lo aceptarian. Cataluña está ahora en un momento en que parece que no se puede aceptar nada que no sea independencia sí o sí (si la consulta dice que sí). No me imagino a Mas o a gente de CiU (quizá sí de Unió) decir que con una separación clara de competencias se replantearían todo.
    Este momento político y social en Cataluña no da para esto, así que insisto que hay que esperar mientras se haga una contrapropaganda efectiva sobre las dificultades de una secesión en todos los ámbitos.
    Luego llegará 2014, el soberanismo catalán se verá ante la prometida consulta y entonces se podrá quebrar. Cuando quiebre, si es que pasa, es cuando podriamos sacar esto en medio de una mayor concienciación española sobre la necesidad de una reforma constitucional.

    Saludos,

  14. etilem dice:

    Roger, deduzco pues tras leer tu texto, que tenemos un problema con la «derecha española»? Porque otra vez tendría que abrazar una causa en la que no cree; porque otra vez tendría que renunciar a un credo y una idea de España; porque otra vez garantizaría así unas cuantas décadas de convivencia…
    Pero subrayo esa aliteración que he hecho: «otra vez». He ahí donde reside un punto de flaqueza en la tan razonable solicitud que haces de una promesa creíble.
    Y dicho sea de paso, estoy convencido que vale la pena. Sólo en climas de confianza se accede a mayores cotas de prosperidad, que es lo que todos deseamos.
    Salud!

    • Verlaine dice:

      «Otra vez». Espero que estés completamente de coña con este comentario. Repasa, no sé, los últimos doscientos años de historia de España y dime cuándo la derecha ha cedido amistosamente. Pista: la Transición no cuenta.

  15. Maese Alcofribas dice:

    Entiendo que las posturas contrarias a la independencia de Cataluña, fundamentadas en la inviolabilidad de la ley y concretamente de la Constitución (en qué si no), son independientes del número de catalanes que desee la independencia. Pero también es razonable pensar que si dicho número llegara, pongamos, al 80%, la situación sólo sería sostenible mediante la fuerza, la cual a su vez potenciaría el independentismo (salvo que hablásemos de la aniquilación física de los independentistas)

    me interesan especialmente las opiniones de Alatriste y Manu Oquendo, si está por ahí. ¿No sería necesario, antes que nada, aclarar este tema explícitamente por parte de los anti-independentistas (o constitucionalistas, que no se me ofenda nadie)? Una consulta de este tipo:

    a) por muchos catalanes que quieran la independencia, no la permitiría jamás (mediante el uso de la fuerza si es necesario), ni en 2014 ni en 2325

    b) si el número de catalanes (medido fiablemente) que desea la independencia supera el X%, estoy a favor de cambiar la Constitución para que se pueda realizar un referendum vinculante en Cataluña

    • heathcliff dice:

      Maese Alcofribas, yo me decanto por el término medio:

      -Si más del 50 % del censo, vota a favor, independencia.

      -Si el apoyo es inferior a eso, cancelación del Estatut.

      No me sirve el si cuela, cuela…

      🙂

      • Maese Alcofribas dice:

        bueno, igual con esa segunda condición (cancelación del Estatut) logras que vote a favor el 100% 😉

        yo pienso que un 55% no es una mayoría sino un país dividido. Si yo fuera independentista, no aceptaría la independencia con menos de un 65%. Pretender llevar a cabo una iniciativa de tanta relevancia, la formación de un estado soberano, con un 45% de la población en contra me parece propio de fachacráticos

        Con un resultado entre 50-65%, me parecería justo volver a repetir la consulta en un plazo de entre 5-7 años (pero no ad eternum). Juraría que en Quebec se repitió un par de veces (ay, como envidio la civilización)

    • Alatriste dice:

      Una pregunta excelente, para la que me temo que no tengo una respuesta igual de buena… aunque es un tema sobre el que he pensado bastante, porque afecta a a la esencia misma de la democracia como sistema político, a su justicia, a su ética, y a la cuestión de su viabilidad en comunidades heterogéneas. La dificultad del asunto se ve claramente con un ejemplo histórico, el de Estados Unidos en 1861.

      – La elección de Abraham Lincoln fue perfectamente democrática… pero no ganó en ningún estado del sur. Es más, su partido ni siquiera hizo campaña, ni tenía organización o candidatos en ningún estado del sur (sus vidas hubieran corrido peligro real, hasta ese punto había crecido la tensión, pero los historiadores están convencidos de que en cualquier caso habría conseguido una cantidad de votos mínima).

      – La secesión de los estados del Sur también fue perfectamente democrática, pero a escala local, ése es el problema. Algunos hicieron referendums, la mayoría celebraron elecciones y escogieron compromisarios para una «convención estatal» que decidiera, pero todos buscaron legitimar democráticamente la secesión. Es más, en Virginia una parte del estado celebró su propia convención tras la secesión y decidió secesionarse de los secesionistas y seguir dentro de la Unión, dando lugar al nacimiento del nuevo estado de Virginia Occidental (que por cierto Virginia no aceptó pacíficamente).

      De modo que muchos norteamericanos se encontraron con el problema de optar entre dos decisiones democráticas radicalmente enfrentadas, y los de Virginia Occidental, con tres, la de las elecciones federales, la de la convención estatal de Virginia, y la de la convención de los compromisarios del oeste del estado.

      Huelga decir que llegados a este punto no se puede decir simplemente que «lo correcto es lo que vota la mayoría» o hablar de «derecho a decidir». Democracia significa «gobierno del pueblo» pero la pregunta clave es ¿QUÉ ES EL DEMOS? ¿Quién es «el pueblo»?

      Y a eso no hay respuesta…

      Lo único que tenemos buenas formas de eludir la pregunta, diciendo que la democracia no es «la dictadura de la mayoría» sino que incluye también el respeto de los derechos de las minorías, y también el imperio de la ley: el espinoso concepto de que ni siquiera las decisiones democráticas de la mayoría pueden ir contra la ley – aunque si que pueden cambiarla… en los términos establecidos por la misma ley – o en tiempos modernos tampoco contra los derechos humanos. Éste es un concepto mucho más duro, más difícil de tragar, de lo que puede parecer: al menos en Europa consideramos que ESTÁ PROHIBIDO que la mayoría vote cosas que vayan contra los derechos humanos, aunque las apoye el 99% de los votantes.

      Pero ¿Qué ocurre si la mayoría conculca los derechos de la minoría, y quién decide si eso es verdad?

      Ese, en esencia, es el punto en el que estamos: quien habla del «derecho a decidir» está sosteniendo que quien tiene que decidir si los derechos de la minoría (en este caso, los catalanes) han sido violados es esa misma minoría. Quien rechaza el «derecho a decidir» sostiene que semejante concepto atenta contra la base misma de la democracia, porque da a cualquier minoría el derecho de rechazar las decisiones mayoritarias a voluntad (por poner un par de ejemplos muy radicales ¿Deben las rentas más altas tener «derecho a decidir», la capacidad de separarse del estado si creen que sus impuestos son demasiado elevados? ¿Deben los católicos tener «derecho a decidir» y votar si se separan del estado porque creen que con el aborto el estado atenta contra los derechos básicos del ciudadano embrión?)

      Evidentemente, con esos ejemplos queda claro que no soy nada entusiasta acerca del «derecho a decidir». Creo que vacía totalmente de contenido la democracia y que si se aplica en serio (cosa que no suele suceder, al contrario, como en Kosovo los independentistas en general se olvidan al instante de él cuando tienen sus propias minorías) lleva a una repetición ad infinitum de lo ocurrido en Virginia Occidental; Si Cataluña tiene «derecho a decidir» ¿Por qué no la provincia de Barcelona? ¿Y la ciudad? ¿Y el barrio de Sants?

      Pero si me preguntan cuál es mi alternativa, como creo que tendría que actuar una minoría si sus derechos están siendo realmente violados de forma grave… entonces tengo que confesar que mi única respuesta es que sus derechos están protegidos a nivel nacional por la Constitución y a nivel supranacional por las instituciones europeas (ésa, por cierto, era también la respuesta de Lincoln a los secesionistas, que él no iba a violar sus derechos, no iba a PODER hacerlo, porque los protegían las leyes y la Constitución)

      Pero soy muy consciente de que no es una respuesta demasiado buena… en la práctica, que es algo muy distinto a la teoría, si los catalanes votaran masivamente por la independencia en unas elecciones, digamos que los partidos que llevaran en su programa una declaración de independencia consiguieran un 50% del censo (algo nada fácil) creo que habría que aceptar la decisión. Y nótese que he dicho «elecciones», no referendum… en unas elecciones hay tantas opciones como partidos, en un referendum solo se puede votar «si» o «no» a una pregunta, y a una pregunta muchas veces apañada para que salga lo deseado (un ejemplo perfecto es la inmensamente tramposa apostilla «dentro de la Unión Europea» que quiere incluir Artur Mas).

      • Maese Alcofribas dice:

        Gracias por la respuesta, Alatriste. Dado que hace honor a la complejidad de la realidad y del funcionamiento democrático, creo que sí es una buena respuesta. Leí ayer un artículo de Javier Cercas en El País, lleno de sensatez, que venía a decir lo mismo que tú. Podría discrepar, aunque sin mucha seguridad, en la equivalencia teórica de “demos catalán” con “demos de los ricos o los católicos”, pero ni mucho menos voy a dar yo con la definición de demos que solventaría teóricamente la cuestión.

        De lo que estoy bastante convencido es que, en la práctica, la opción A que planteé arriba tarde o temprano (más bien temprano), y tras determinado empleo de la fuerza por parte del Estado, llevará a la independencia de Cataluña.

        Como le venía a decir el agente Smith a Neo, ¿por qué sigues luchando si es inevitable? Y cuando Neo dejó de luchar, el resultado inevitable fue diametralmente opuesto al esperado por Smith. Disculpa la boutade :)

        Un saludo

  16. heathcliff dice:

    Leo el artículo y veo, fundamentalmente, concesiones de Madrid y más concesiones de Madrid a una gente que quisiera estar segura de que no le dan órdenes. ¿No es eso en el fondo?
    Porque me parece que con mucho tacto y eufemismos lo que se dice en este artículo es que hay una serie de gente que no quiere OBEDECER y teme que les DEN ÓRDENES, razón por la cual quieren salirse del invento o estar seguros de que `podrán seguir dentro sin que nadie les MANDE.

    O sea, seguir dentro, pero sin que me manden, y con la opción de poder ser yo el que gobierne a los demás de vez en cuando.

    En semejantes condiciones, no veo qué incentivo tiene Rajoy para conceder eso.

    O nada en absoluto, vaya…

  17. Fritz dice:

    Roger,

    Lo que deja muy claro este post es que si uno está condenada e irremediablemente empeñado en comprender, al final, comprende. Tanto da que el nacionalismo catalán diera el pistoletazo de salida en su carrera hacia la independencia porque se había manifestado mucha, pero mucha gente, eh; la quema de banderas; el uso de expresiones como «internacionalización del conflicto» (que tiene narices); o toda una serie de falacias sobre la economía y la UE. Además, ¿qué parte de todo ello llega a EEUU?

    También deja muy claro otra cosa, la absoluta inocencia intelectual en que caen a veces los científicos sociales al utilizar el prisma de la «elección racional». En no pocas ocasiones, y más cuando las circunstancias son extremas, la gente se comporta de forma irracional, algo que también hacen los grupos y las instituciones políticas. Tratar de ver «más allá» de declaraciones y comportamientos constantes y más o menos sistemáticos para encontrar un pequeño hilo de racionalidad requiere a veces de un voluntarismo muy reñido con el rigor analítico. Lo curioso es que ese hilo de racionalidad (que hay que hacer emerger, tras ímprobos esfuerzos, desde el inframundo) siempre se busca del lado de quienes hablan de «buscar los sueños», hacen actos con decenas de miles de banderas o, en definitiva, tratan de (supongo que preferirás «solo hablan de») llevar a cabo proyectos que nada tienen que ver con el progreso o el devenir de los tiempos. El relato siempre termina en que «la derecha española» o «los mesetarios» no se enteran de nada o son unos reaccionarios.

    Tiene gracia porque, como ya se ha dicho, el 99% de las modificaciones del statu quo ha ido en el sentido descentralizador y cuando, además, es el nacionalismo catalán el que no tiene ninguna prueba a mano que permita demostrar (y a la vista de todos los indicios de los últimos 40 años, ninguna intención) que se comprometerá con el proyecto del Estado.

    Ahora, puedes continuar haciendo análisis impecables que concluyan en un «es que en Madrid son un poco duros de mollera y reaccionarios»… no como Mas, ERC, ICV o las CUP, que es que son la hostia.

  18. Uno que pasa dice:

    A ver si te quitas la careta ya de una vez y confiesas que te fuiste a la Vía Catalana de NH.

    De verdad, que hacer análisis como estos te quitan la poca credibilidad que te queda.

    Ahora la cuestión de todo esto no es que Cataluña rechazara el sistema foral hace casi cuarenta años, que el auge del independentismo se haya dado sobre todo en el último año (casualidad, cuando Madrid paga los bonos patrióticos de Mas, el seny i els valors) y que durante lustros el resto de España haya tenido que soportar los agravios comparativos de una clase política catalana que se negaba a la solidaridad interterritorial.

    Sí, estamos de acuerdo en que España necesita un cierre de su sistema competencial de manera urgente, que los fueros son anomalías históricas que deberían eliminarse (o extenderse ese modelo de financiación federal a todas las Comunidades) y que España funciona mal. Nadie te va a negar eso, pero lo que sí te van a negar es que Mas y el ‘establishment’ nacionalista catalán (y la connivencia ecosocialista/navarrista) llevan décadas intoxicando en una relación que desde hace décadas (joder, Ortega) ha sido problemática.

    Y sobre todo, lo mejor es cuando tienes los enormes ‘cullons’ de decir que el Estatuto de 2006 justifica un cabreo. Una reforma encubierta de la Constitución por una Comunidad Autónoma, ratificado por menos de la mitad del total del censo, y encima decimos que tienen razón en estar cabreaditos.

    Demasiado seny i valors para mí, lo siento.

    • Lole dice:

      «España necesita un cierre de su sistema competencial de manera urgente»

      Vale. Pero no necesariamente delimitando lo que puede hacer el Estado central en las CC.AA., sino más bien, delimitando las competencias que las CC.AA. pueden reclamar su transferencia. Y las CC.AA. que ya tengan todas, a callar.

      Oh, vaya. Pero esa solución no gustará a los partidos nacionalistas, porque les dejaría sin discurso victimista. El que llevan practicando más de 25 años.

  19. Toni dice:

    Soy mallorquín, la lengua que me enseñaron mis padres y con la que hablo con toda mi familia es el catalán, he vivido muchos años en Barcelona y tengo muchos amigos catalanes. Y, personalmente, estoy en contra de la independencia de Cataluña. Y sobretodo estoy en contra del populismo y sectarismo que está tomando fuerza en parte del independentismo catalán (si fuéramos independientes esto sería Disneylandia, la culpa de todos nuestros males la tiene Madrit, España nos roba, todo lo que viene de España es rancio y casposo…)

    Pero llego a Politikon, encuentro uno de los mejores artículos que he leído sobre este tema en los últimos meses, que intenta proponer algo coherente, y veo como el 90% de los comentarios critican el artículo, dan toda la culpa al nacionalismo catalán, vamos que recurren a el “y tú más” tan presente en las patéticas tertulias de nuestros medios de comunicaciones. En Politikon! Dónde normalmente los comentarios son ponderados y razonados, muchas veces tan o más interesantes que los propios artículos. Y es tocar el tema catalán y esto se convierte en un foro de Marca cualquiera.

    Es evidente que el nacionalismo catalán tiene una gran parte de culpa en lo que está pasando, y también creo que se está comportando de manera poco responsable. Pero, leído lo leído, me parece que el comentarista catalán que dice que no entendéis nada de lo que está pasando no va tan desencaminado. Yo creo que el origen del problema no es económico y que la crisis no tiene mucho que ver con todo esto. El origen es un tema identitario: un parte importante de los catalanes sienten que Catalunya es su nación y no están a gusto siendo una Comunidad Autónoma más de España. Y esto es tan legítimo como sentirse español. Y la existencia de este sentimiento catalán no es una simple consecuencia de la maléfica propaganda catalanista; es tan respetable (o poco respetable) como los otros sentimientos nacionales del mundo, que se basan en unos elementos identitarios comunes y en unas dosis de mitos y propaganda. Por otra parte, hay (todavía) una gran parte de los catalanes que se sienten españoles, que consideran que su nación es España o que consideran que Cataluña es una nación dentro de una España plurinacional.

    Yo creo que la política debe dar respuesta a esta naturaleza “bi-nacional” de Cataluña. Para mí, lo ideal sería una solución tipo federalismo asimétrico (sí, crucificadme) porque es lo más se parece a la realidad catalana y española. Eso sí, con una clara definición de las competencias (incluyendo competencias fiscales, por supuesto) entre las diferentes partes del Estado, para evitar el constante tira y afloja de los últimos 35 años. Esto no acabaría con el problema, porque el problema es irresoluble (hay gente que quiere que Cataluña sea un estado independiente y otra gente quiere que Cataluña sea una parte más de una estado español centralizado), pero sería una solución aceptable.
    Por eso es sólo mi propuesta, y en democracia no decido yo sino el pueblo, así que estoy a favor de un referéndum para que los catalanes decidan que quieran ser (status quo, independencia o federalismo/federalismo asimétrico/confederalismo, si es que hay alguien que lo proponga y apoye), y también a favor de un referéndum al conjunto de los españoles sobre el modelo territorial.

    • Alatriste dice:

      No te equivoques, es cierto que el tema es altamente emocional, pero este aquelarre no es por eso – o no es solo por eso – sino que ocurre prácticamente cada vez que aparecemos en Meneame…

    • Javier dice:

      El problema es que el sistema actual es como un menú que deben comerse un vegano y un carnívoro. Un menú que consta de medio pollo y media lechuga. Los dos están muy descontentos, claro.

      El federalismo es proponer que coman un 60% de lechuga y un 40% de pollo. Y decir que eso es una «solución» porque «responde más a lo deseado».

      Responde estadísticamente, como mucho. Pero a nadie le deja contento. Y sigue siendo igual de insatisfactorio para todos. Rendimiento en felicidad, cero. Y el carívoro se quejará, con razón, de que seguir así una y otra vez es una forma de acabar paulatinamente con un 100% de lechuga.

  20. José Luis dice:

    Interasante artículo sobrenun tema apasionante.
    Estoy totalmente en desacuerdo contigo.
    Una reforma o mejora del sistema fiscal no solucionaría nada. No es una cuestión de dinero, ahora no.
    En un principio puede que lo fuese, como lo ha sido siempre, pero ahora ERC ha tomado un papel activo y los años de manipulación educativa y tergiversación han dados sus frutos.
    Mi opinión es que Mas no quiere la independencia, amagó y tomó a ERC como tontomútil. El problema es que la situación se les ha ido de las manos y ERC no es tan tonta como parecía.
    La gente de la calle culpa de la crisis al resto de España y ven en la independencia total la solución a todos los males.
    No olvidemos que lo que planteaba el Estatuto de Cataluña era una independencia de facto, pero con la salvaguarda del Estado Central para aquellos temas que leminteresase, como la defensa.
    Lo que pretendían con el Estatuto era como esos hijos que trabajan y viven con sus padres, que no quieren que se les impongan normas ni obligaciones y no quieren contribuir a la unidad familiar con parte de su sueldo. Eso sí, para lavar la ropa y hacer la comida, es la familia la que tiene que satisfacer sus necesidades, y si las cosas vienen mal dadas, papá y mamá tienen que dar la cara por él.
    Se habla mucho del federalismo, la mayoría de las veces sin tener ni puñetera idea de lo que se dice.
    ¿España un estado federal como solución a todos los problemas de encaje de nacionalismos? Ganas de engañarse. Ahora mismo lo que hay en una parte muy importante de la población de Cataluña es animadversión (por no decir odio) hacia España, provocado por los modelos educativos nacionalistas y por la incompetencia, cortoplacismo y complejos de todos los gobiernos centrales. Eso no lo soluciona una organización territorial federal. ¿O es que de la noche a la mañana los nacionalistas iban a volverse patriotas de la nueva federación española?
    ¿Alguien se imagina que un presidente de algún lander alemán no festeje el día nacional de Alemania? ¿O que en un instituto de Arizona o California se prohiba la enseñanza en español?
    Esto no tiene arreglo y cualquier medida que tomen va a ser un parche hasta las siguientes elecciones.
    Es necesario replantearse el concepto de España, con unas reglas del juego comunes para todos y con una definición clara de derechos y obligaciones. A partir de ahí, el que quiera subirse al carro, bienvenido,,y el que no, tanta paz lleve como aquí deje.

    • Saavedra dice:

      ¿como deberia reaccionar el resto de España a una secesión forzada desde Cataluña?

      Hay varios comentarios que exploran el tema, que es dificil, pero que seria mejor ir contemplando

      El debate se suele centrar en la UE. Para mi es claro que la deslealtad manifiesta a su pacto constitucional actual hace de una Cataluña independiente un socio francamente indeseable.

      Otras cuestiones son menos obvias, por ejemplo ¿que reparto para la deuda ahora vigente? Cabe esperar que una Cataluña independiente trate de repudiarla (al fin y al cabo, es otra promesa, como la de cumplir y hacer cumplir las leyes vigentes) ¿que se podria hacer al respecto?

    • Marc dice:

      Lo siento, no me aguanto mas, el 11S hubo una manifestacion con una cantidad enorme de catalanes (mejor no poner cifras). Junto a esta cadena, un avion + 2 helicopteros de intereconmia buscando fallos en la via catalana. Ni una sola bandera quemada, ni un solo insulto a Espanya (Adeu Espanya adeu creo que no cuenta). Podemos parar de decir que los catalanes odiamos al resto de Espanya?

      Gracias.

      Quien quema banderas son los de la CUP que son igual de irresponsables que la Falange u otras organizaciones caritativas de derecha.

  21. Ramón García dice:

    Agradecer este artículo en medio de todo el ruido que está surgiendo.

    En efecto, la Generalitat tiene gastos fijos como hospitales y escuelas, además de una gran importancia social. Viene un gobierno que el reduce la financiación con criterios arbitrarios y además, los pone como despilfarradores, les «rescata», humilla, … todo con criterios politizados: nadie entiende que una comunidad tan endeudada como Valencia (ver los datos de ratio deuda/PIB, cuadro 13.10 del «Boletín Estadístico» del Banco de España, ) se porta «bien», sólo Andalucía y Cataluña, las comunidades no gobernadas por el PP, «despilfarran».

    Pero creo que todo esto se está yendo de las manos. Entiendo que si Montoro dice que Cataluña es «despilfarradora», ellos digan, «de acuerdo, nos vamos, no vamos a gastarnos vuestros bien logrados ahorros».

    • Ramón García dice:

      … pero luego ponerse a negociar.

    • Uno que pasa dice:

      Que se larguen y se lleven sus 35.000 millones de euros de deuda, así como la parte proporcional de la deuda nacional, ¿no?

      • Pescador dice:

        En ese caso su independencia es casi inviable, partirían con una deuda sobre PIB del 130%, mucho que pulir. Y contando con una caida del PIB el primer año bastante seria

        Ahí está el autentico hueso a roer en todo este proceso. Si se van asumiendo una parte la lían. Y si se van sin asumir nada, la lían

  22. Rolando dice:

    El estallido independentista reciente se ha cocinado poco a poco desde hace unos 25 años. La inmersión lingüística en la enseñanza pretendía, de forma clara, objetivos útiles a los nacionalistas. Arrinconaba al castellano y a muchos castellanos, pero está claro que no a tantos como para que surgiese una reacción por su parte. El adoctrinamiento se produjo retroalimentando un sentimiento de «somos mejores». Cada vez más profesores instruyeron a sus alumnos en el desprecio, hasta se abrían centros en días de la Hispanidad.
    A día de hoy no veo posible una reacción unionista dentro de Cataluña. El proceso es ya imparable. Cuanto antes nos demos cuenta menos sufriremos todos. Esto lo saben los nacionalistas y han aprovechado la coyuntura para rematar el pase de gol a puerta vacía.
    Lo que plantea Roger es seguramente cierto. El concierto vasco y navarro es, claramente, un chollo. Si somos ricos no compartimos con el resto y si no el estado nos salva (Navarra). Los demás os fastidiáis. Es claro que Cataluña, Madrid o Baleares tienen razón clamar justicia.
    Como paréntesis, no veo tan claro lo del tema educativo. A los resultados adoctrinantes me remito, y no creo que proteger los derechos de las minorías (los que quieren aprender algo de castellano) deban ser ignorados por una democracia.
    Una secesión pacífica es muy dura de aceptar desde España. Desde allí se ha insultado para quejarse después de la reacción y exigir marcharse. Una ruptura será económicamente traumática para ambos, pero a las bravas será catastrófica. Desde Madrid es hora de admitir la derrota en un partido que España ha jugado muy muy mal y que CiU ha trabajado poco a poco desde que empezó. Merece ganar.

  23. Josep dice:

    Yo solo veo que nosotros pedimos poder votar ( una cosa básica) y la respuesta es:

    – Nos van a mandar la guardia civil…
    – Nos van a mandar tanques….
    – Que nos van a bombardear(cada 50 años a ser posible….)
    – Que somos unos fascistas y nazis (todo menos falangistas!).
    – y otros millones de todo tipo de improperios y comentarios vejatorios.

    Seguro que aun habrá alguien que no entienda por que la gente de Catalunya se quiere ir… TENIM EL CULLONS PLENS!

    • Pescador dice:

      Pues es que solo lees las noticias de un lado y pasa lo que pasa…
      Tienes que sumar que nos vamos a comer los niños al horno, follarnos todas las virgenes y mearnos en el cava.

    • Lole dice:

      Y nadie os impide votar en las elecciones autonómicas cada cuatro años. Ah, pero a CIU no le interesa que use esa consulta para preguntar sobre el tema.

  24. […] y La inteligencia (de Sostres), Jordi Évole, motivos para la independencia de un no nacionalista, Cataluña y las promesas creíbles (por Senserrich), La España troglodita (por Ramón Lobo), Cataluña no es Escocia (por Juan Carlos […]

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