Política

Nota rápida: Preguntando por la proporcionalidad

2 Jun, 2013 - - @kanciller

Hoy tenemos dos artículos que merece la pena leerse. El primero es este de Belén Barreiro, que incorpora varias series temporales del CIS para mostrar lo excepcional de la coyuntura política que vivimos. El segundo es este sondeo de Metroscopia sobre partidos y movimientos ciudadanos. En este último se incorporaba una pregunta que decía tal que así:

¿Estaría de acuerdo con una reforma de la actual ley electoral que hiciese posible que el número de escaños de los partidos minoritarios a nivel nacional (como IU o UPyD) fuese totalmente proporcional al número de votos que realmente consigan?

La respuesta es desproporcionadamente favorable, con un 82% de los encuestados apoyando la idea. De hecho, es tan transversal a votantes de PSOE (88%) como del PP (76%) y tiene un ligero incremento cuanto más joven es el encuestado. Así a bote pronto, semejante resultado hace sospechar que esta pregunta haya sido mínimamente meditada por el encuestado, en especial por las implicaciones que tendría– por ejemplo, mucho más complicado formar mayorías de gobierno. Por otra parte, la redacción menciona explícitamente a los partidos minoritarios que ganan terreno en las encuestas y no plantea este trade-off entre proporcionalidad y “gobernabilidad” (digamos, con dos respuestas cerradas alternativas). Sin embargo, ninguna de estas pegas implica que esta mayoría  de ciudadanos favorable a la proporcionalidad pueda existir. La pregunta será mejorable pero el hecho de ponerla sobre el tapete me plantea de por sí un par de reflexiones.

La primera es que el debate sobre los sistemas electorales, ahora que ha tomado impulso, está ligado de manera importante a principios normativos – de lo que consideramos justo. Tal como se plantea en la pregunta, la proporcionalidad y la igualdad de valor del voto es un principio que es respaldado por una mayoría de ciudadanos. Es algo que intuitivamente suena bien y ligado al corpus de una concepción determinada de democracia, igual que otros principios como gobernabilidad, estabilidad, receptividad o representatividad.

Sin embargo, este debate de principios no nace de la nada sino que se relaciona de manera directa con los intereses electorales de los propios partidos políticos. Los sistemas electorales son instituciones redistributivas, les quita escaños a unos partidos para dárselo a otros y cuando se pide la reforma la neutralidad no existe. Obviamente, sería burdo que IU o UPyD dijeran que quieren la reforma para ganar más poder en las instituciones. Tanto ellos como – lo que es más importante – sus partidarios y afines lo anticipan perfectamente pero informan la discusión de principios. No necesariamente por cinismo sino porque las dos dimensiones se solapan. Por lo tanto, hay que acostumbrarse a la grandilocuencia cuando hablamos de este tema.

La segunda reflexión es que, desde la ciencia política, se tiende a prestar poca atención al rol de la opinión pública en las reformas. Estas últimas suelen ser vistas como decisiones poco frecuente tomada por elites políticas. Sin embargo, aunque los sistemas electorales son de las instituciones más persistentes, más de una cuarta parte de los países del mundo han discutido la última década algún cambio. A mi juicio hay que meter a la opinión pública en la ecuación para entender lo que podemos ver en los próximos años en España.

Por una parte, por el rol que han jugado y juegan diferentes actores de la sociedad civil (15m, manifiestos, lo que sea) a la hora de crear un clima de opinión favorable a estos cambios. Hoy no se entiende un buen “paquete” de reformas regeneradoras sin algún cambio en la ley electoral – menos acuerdo hay en el tipo. Pero por otra parte, la propuesta de cambio se ha convertido en un activo electoral por sí mismo, un elemento que los votantes pueden valorar positivamente. UPyD es un partido claramente ganador en esos términos – Asturias en mi cabeza – pero hasta el PP cuando propone reducir asambleas o el PSOE habla del  modelo alemán con la boca pequeña están girando hacia una opinión pública que pide reformas.

Creo que aunque la pregunta de Metroscopia no es la mejor, sí que resume este clima de opinión favorable a las reformas electorales. Hoy tenemos comisiones para ello en Asturias y en Cataluña, probable anticipo de una cascada de reformas en las Comunidades Autónomas a partir de 2015. Si IU y UPyD se vuelven decisivos para formar gobiernos podremos verlo. Si el PP hace como en Castilla La Mancha y se anticipa, también las veremos – aunque en el sentido contrario, haciéndolo más mayoritario. Aunque creo que a nivel estatal la reforma es más improbable (y quizá menos deseable), las autonomías son un campo que permite gran espacio para la innovación institucional. Ya sabéis que soy escéptico con los efectos milagrosos de estos cambios pero vale la pena explorar nuevas fórmulas. Algo que, por otra parte, parece que la ciudadanía pide insistentemente.


10 comentarios

  1. Epicureo dice:

    La misma mecánica de los sondeos de opinión (bombardeo de preguntas sin previo aviso, con opciones de respuesta limitadas) hace imposible la respuesta reflexionada y razonada. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de diseñarlos y de analizarlos. Creo que no se tiene en cuenta lo suficiente.

    La gente no piensa todos los días en sistemas electorales. Pero sí piensa todos los días en que está hasta las narices del PP y el PSOE, y que sería estupendo poder votar a otros partidos sin un fundado temor a que tu voto sea inútil.

    Con el actual sistema electoral, votar a un partido de ámbito nacional que no sea el PP o el PSOE hay un alto riesgo de que sea inútil. Se puede dar el caso (se dio en el 2008) de que un partido saque un millón de votos y se quede con 2 escaños en el grupo mixto, y con riesgo de quedar extraparlamentario, mientras que otro con 700.000 saca 10 escaños y es clave de gobernabilidad (este último sacó lo que proporcionalmente le correspondía). Parece que lo que la gente quiere es que se remedie esta injusticia, no necesariamente con un sistema de proporcionalidad estricta.

  2. Epicureo dice:

    También creo que vale la pena comentar que esa encuesta de Metroscopia es un burdo ejercicio de manipulación del encuestado. La pregunta que cita don Pablo Simón ya se las trae, pero anda que ésta:

    «Imagine que en unas próximas elecciones PP y PSOE dejaran de ser los dos partidos predominantes en nuestra escena politica y que, aunque siguiesen siendo los más votados, pasaran a compartir el protagonismo con otros dos partidos de ámbito nacional como lzquierda Unida (IU) o UPyD, con los que podrian contar para poder configurar una mayoria de gobierno. ¿En su opinion eso seria bueno o malo para nuestro sistema político?»

    El 70 por ciento de los encuestados dice que sería bueno, pero la que queda clara aquí no es su opinión, sino la de El País. Y eso debería estar en un editorial, no en una encuesta.

  3. Gus dice:

    Habría que tener proporcionalidad romana: uno de cada dos mandatos, proporcionalidad pura para que el pueblo pueda reclamar el mayoritarismo

  4. Josei dice:

    Las preguntas de la encuesta son tendenciosas a más no poder. No tienen validez alguna.

  5. Ramón García dice:

    Yo de todos los sistemas que he leido y me he informado lo mas atrayente que encuentro:
    – Mitad de los escaños directos por proporcionalidad directa
    – Mitad de los escaños circunscripciones unipersonales con un sistema de votacion preferencial

  6. Alatriste dice:

    Una cosa que me llama muchísimo la atención es el comentario de Pablo sobre que un problema de añadir más proporcionalidad es que sería más difícil formar mayorías de gobierno. Ese es un problema que nos vendría bien sufrir un poquito, en mi opinión.

    Desde 1976 hasta ahora, 37 años de nada, no solo no hemos tenido jamás problemas para formar una mayoría de gobierno, es que no hemos tenido _jamás_ un gobierno de coalición en la carrera de San Jerónimo. Y también han sido bastante poco frecuentes en las autonomías.

    Es más, me atrevería a decir que si estudiáramos en qué comunidades ha habido gobiernos de coalición descubriríamos que hay una relación clara entre la proporcionalidad de los resultados, la abundancia de partidos en la cámara, y la frecuencia de los gobiernos de coalición. Serían más raros en las comunidades con muchas provincias, pocos diputados por provincia, y sin partidos nacionalistas de nota – como las dos Castillas – que tenderían al bipartidismo de forma irrefrenable.

    Tampoco sería cuestión, al menos en mi opinión, de pasarnos al otro extremo y emplear un sistema como el israelí, en el que parece por definición imposible formar un gobierno con menos de cinco partidos, al menos dos de los cuales son del tipo «¿Qué hay de lo mío?» en dos sabores, el étnico y el confesional, pero la combinación de un sistema electoral que en la práctica es casi mayoritario con una administración escasa en profesionales y funcionarios pero rica en cargos políticos y de confianza es la fuente de muchos de nuestros problemas, y añadir una dosis saludable de proporcionalidad sería un paso en la buena dirección.

  7. juan dice:

    puse un comentario ayer ¿no llegó?

  8. Carlos dice:

    Si no se me ha pasado, tienes que presentar los resultados de Eurovisión y los distintos sistemas electorales. No nos dejes sin este experimento!
    Gracias. Saludos

  9. Branson dice:

    Finlandia, ese caos ingobernable…
    http://en.wikipedia.org/wiki/Elections_in_Finland

    La gobernabilidad depende de la cultura democrática de la sociedad, que es algo más que la opinión pública maleable, el populismo y las siete plagas de Egipto.
    http://www.politicatrespuntocero.es/temas-de-investigacion/partidos-politicos/item/partidos-y-desafeccion-politica

  10. ego dice:

    Siempre que sale este tema a colación hablas de la gobernabilidad, Pablo el estado más gorbernable no es democracia. Evidentemente cuando el encuestado es preguntado por ese tema no piensa en cuestiones prácticas como cuanto nos costará aprobar determinada ley con un parlamento tan fragmentado. Pero es que la democracia no es ni tiene que ser por definición práctica. En el momento en el que se admite que dentro de un poder existan divergencias de opiniones todo proceso se vuelve caótico.
    Pero la percepción que se tiene, o por lo menos la que a mi me parece que se tiene (porque no voy a declararme portavoz de la Vox Populi) nuestra democracia no parlamenta. En los debates del congreso y el senado no se debate se recita, las mayorías están forjadas, la presencia de los diputados es irrelevante, nuestro voto solo importa una vez cada cuatro años. Se que no te gustan nada los pactos y las coaliciones , o por lo menos eso me parece entender de todos tus post, pero en este país solo hemos visto debates constructivos cuando el gobierno no tiene mayoría, y eso hará que un país sea poco gobernable pero es muy edificante. Sí, la inmensa mayoría quiere modificar el sistema electoral hacia uno más proprorcional, y a esto contestaras: ningún sistema garantiza la proporcionalidad. Y sera cierto pero estoy seguro de que hay algunos que son más proporcionales que otros.
    Primero las circunscripciones, ¿que sentido tienen? puedo entenderlas en un sistema en el que cada circunscripción tiene un representante al que el ciudadano puede acudir como en U.K., pero en españa no tiene ningún sentido y más teniendo en cuenta que esto es lo que permite la diferencia del valor del voto de unas a otras ademas de que beneficiando a los nacionalismos traslada la representación de los intereses territoriales al congreso usurpando así la función del senado que se ha convertido en el hogar del político jubilado, desprovisto de poder como una cámara de existencia meramente ritual y un despilfarro del dinero del contribuyente.
    Segundo las normas anti-transfugas contribuyen a una mecanización del voto que lo único que favorece es la presencia en las cámaras de políticos borregos (lo que se necesita para triunfar en política es repetir los argumentos del colectivo mas fuerte que el de enfrente y decir que sí, viva la mediocridad y que piensen ellos). No creo que ese fuera el espiritu del punto 3 del art. 79 de la constitucíon, o quizas sí solo tenian que haber añadido un «libre» para que el voto de los diputados fuera libre, personal e indelegable. Ahora solo es personal e indelegable por lo que no podemos sustituir sus votos por un programa informático y poner a redactar leyes a un montón de becarios y ahorrarnos las dos camaras y seguir autodenominandonos democracia porque basamos la aprobación de las leyes en una interpretación estadística de la voluntad del pueblo en un determinado momento.

    Y eso es lo que tenemos ahora una democracia mecánica un muestreo cada 4 años aplicamos las correcciones estadísticas pertinentes y en función de la mayoría un gobierno u otro hace las leyes, mientras por la tele retrasmiten como unos escaños llenos de tertulianos de dicen cosas si escucharse para fingir el dialogo que da nombre al sistema parlamentario. Eso si es un sistema muy gobernable.

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