Internacional

Guerra Civil no es lo mismo que insurgencia. O por qué Libia y Siria no han sido un nuevo Afganistán

19 Dic, 2012 -

La intervención militar de las fuerzas internacionales amparadas por la resolución 1973 de Naciones Unidas en Libia el año pasado tuvo una implicación clara: con la destrucción de la infraestructura militar del régimen no sólo se evitó la derrota de los rebeldes, sino que se reforzó su capacidad bélica respecto a las fuerzas de Gadafi. Esto contribuyó a una victoria de los rebeldes en menos de un año de guerra, contra todo pronóstico. Pero los bombardeos de la ONU no fueron el único determinante del desenlace de la guerra y debemos formularnos algunas preguntas: ¿cómo consiguieron los rebeldes libios ganar la guerra contra un estado mucho más fuerte que ellos? ¿Por qué Libia no se convirtió en un conflicto interminable como, por ejemplo, Afganistán? Y finalmente, ¿cuáles son las lecciones que podemos sacar de estas guerras en relación al conflicto sirio actual?

La respuesta a estas preguntas se encuentra en el significado del término “insurgencia”, que se usa a menudo como sinónimo de “guerra de guerrillas” o de “guerra irregular”. La insurgencia hace referencia a un tipo de enfrentamiento militar asimétrico donde el bando débil sobrevive y lucha escondiéndose entre la población civil y atacando al bando fuerte mediante emboscadas y enfrentamientos sin frentes de batalla estables. El resultado es, por lo general, una prolongada guerra de desgaste. El hecho es que, quizás porque se ha percibido como la principal forma de enfrentamiento bélico (las campañas militares de Iraq y Afganistán han contribuido a extender esta idea), el término insurgencia se ha convertido prácticamente en un sinónimo de guerra civil.

Sin embargo, es incorrecto calificar los conflictos en Libia o Siria como insurgencias. No se trata de guerras sin frentes de batalla en las que los rebeldes se esconden en los montes y atacan por la noche. Como estaba Libia, Siria está dividida en zonas claramente delineadas, separadas por frentes de batalla, cada una de ellas controlada por un bando —de forma similar a lo que sucede en las guerras tradicionales, es decir, en las guerras entre estados. Y se observan enfrentamientos frontales entre los dos bandos. De hecho, este tipo de guerra civil, denominada guerra civil “regular” o “convencional”, es mucho más común de lo que se suele creer. En una investigación reciente estimamos que las guerras convencionales representaron el 34 por ciento de todas las guerras civiles (definidas como enfrentamientos armados con un mínimo de 1.000 muertos durante un año de conflicto) que tuvieron lugar entre 1944 y 2004. Lo que es más sorprendente es que el porcentaje aumentó considerablemente tras el fin de la Guerra Fría, llegando a representar el 48 por ciento de todas las guerras civiles que tuvieron lugar entre 1991 y 2004. Es decir, las insurgencias, que en el pasado eran la forma mas frecuente de guerra civil, son ahora minoritarias y se dan cada vez con menor frecuencia.

Pero, ¿resulta de alguna ayuda la distinción entre guerra convencional e insurgencia para entender las diferencias entre Libia o Siria y Afganistán? En una segunda investigación hemos analizado y comparado estos dos tipos de guerra en distintas dimensiones (por ejemplo, su grado de letalidad, su duración, o su desenlace), y hemos podido extraer algunas conclusiones interesantes. Mirando, por ejemplo, datos sobre muertos en combate, se puede comprobar cómo las guerras convencionales son, por lo general, menos letales que las insurgencias pues han generado una media cercana a los 62.000 muertos (no civiles) por conflicto, cifra considerablemente menor a la que corresponde a los muertos ocasionados en insurgencias (unos 84.000 por conflicto).

Sin embargo, una vez que tenemos en cuenta la duración de la guerra, las convencionales son guerras mucho más intensas, causando alrededor de 3.000 muertos por mes, cifra que supera la media de 1.250 muertos por mes asociados a las guerras irregulares. Y es que las guerras convencionales son mucho más cortas que las insurgencias: duran una media de algo más de 3 años mientras que las insurgencias duran una media de 9 años y medio. Las guerras convencionales son especialmente letales en el campo de batalla, pero generalmente menos letales por lo que refiere a los civiles. Esto último no aplicaría sin embargo en el caso de Siria, ya que el régimen de Al-Asad está llevando a cabo una política de eliminación de la base demográfica del enemigo a partir de violencia indiscriminada y asesinatos masivos, además de desplazamientos forzados. Finalmente, existen también diferencias relevantes en lo que se refiere a cómo terminan estos conflictos: el 63 por ciento de las insurgencias han sido ganadas por los gobiernos, mientras que éstos sólo han ganado el 34 por ciento de las guerras convencionales. Dicho de otra forma, los rebeldes tienen mayores probabilidades de ganar cuando la guerra civil se libra convencionalmente que cuando se lucha de forma irregular. La guerra civil española, por ejemplo, es un caso de guerra civil convencional que fue ganada por el bando rebelde.

Así pues, las guerras civiles convencionales se parecen muy poco a las guerras de desgaste o a las guerras de guerrillas y, precisamente por ello, no deberían llevar asociadas complejas operaciones de contrainsurgencia como las que hemos visto en Afganistán o Iraq. Por un lado, pese a todas las incertidumbres generadas por la decisión de la ONU, la intervención internacional en Libia no tenía por qué conducir al desastre temido por muchos (léase, Afganistán), y –de hecho- no lo hizo. Esta decisión revertió el curso del conflicto puesto que se igualaron las capacidades militares de los dos bandos y un conflicto ampliamente asimétrico osciló hacia uno mucho más simétrico. Así, la que iba a ser una inequívoca victoria del gobierno se transformó en un conflicto más violento, pero no necesariamente más largo (y ni mucho menos interminable), y en el que los rebeldes tuvieron más opciones de victoria.

Por otro lado, a pesar de que no ha habido una intervención internacional directa, a lo largo de las ultimas semanas el conflicto en Siria se ha convertido en una guerra totalmente convencional. Esto ha sido así en parte como resultado del apoyo armamentístico que han recibido los rebeldes desde el exterior, pero también gracias a los avances territoriales que han hecho en el norte del país, cosa que les ha permitido acceder a armamento del régimen. Y a esto se le ha añadido una mejor organización y cohesión de sus fuerzas armadas. Se han creado comandos regionales, con lo que han dejado de ser un puñado de bandas descoordinadas para parecerse mas a un ejército (que además sigue creciendo a base de deserciones del ejército de Al-Asad). En Damasco estos últimos días los rebeldes afirman estar bien organizados y disponer de artillería pesada, y ya hablan de su “última batalla” como si fuera la capital el último frente en una guerra de trincheras. Así pues, el conflicto sirio no tiene nada que ver con la guerra irregular de Afganistán. Y, si nuestros análisis son correctos, no sería nada sorprendente que una victoria rebelde le pusiera fin relativamente pronto.

Laia Balcells y Stathis N. Kalyvas
(Stathis N. Kalyvas es Catedratico de Ciencia Politica en la Universidad de Yale)

Publicado aquí en la edición inglesa de Foreign Policy.


20 comentarios

  1. carlos dice:

    ¿Qué otros tipos de guerra a parte de la convencional y la de insurgencia se han considerado? En el artículo original dice que en los últimos tiempos son el 48% de guerras convencionales y el 26% de insurgencias. ¿Qué forma el 26% restante?

    • Laia Balcells dice:

      Gracias por la pregunta: guerras simetricas no-convencionales (SNC). Cuando hay enfrentamiento simetrico por parte de grupos rebeldes y estados con pocas capacidades. Ej. Sierra Leone, Liberia, Somalia

  2. Carlos Jerez dice:

    Muchas gracias Laia por el post, muy bien explicado y con ganas de saber más detalles de como valorais el caso sirio.

    Como toda la revolución árabe la guerra siria la sigo muy de cerca, picoteando entre Obamaworld ya conocida por estos lares, conocidos medios internacionales o medios e individuos sirios que comparten información en diferentes redes sociales (a recomendar Syrian Uprising 2011 Information Centre; ANA New Media Association; Alexander Page y Syria Deeply) y desde mediados de este año no solo se impregna la sensación de que la victoria de los rebeldes es probable sino además de que si hubieran recibido más armas ya sería un hecho, lo que me viene a recordar lo mucho que cambió la guerra libia no solo por el apoyo aéreo (que llevó a un estancamiento) sino que los rebeldes no pasaron a conquistar territorio hasta que recibieron todo tipo de armamento en verano, sobretodo por parte de Francia.

    Por otro lado entiendo los recelos que causa el surgimiento de un grupo extremista entre los rebeldes, que ha llenado el vacío de apoyo militar occidental gracias a tener hombres más preparados y mejor equipados para este tipo de guerra, además de las propias tensiones étnicas propias del país. Pero sin duda al leer la opinión de los propios sirios te da la impresión que la mayoría si esta por democracia y reconciliación, y que para disolver el poder de los extremistas se debe intentar menos suprimirles y más fortalecer al resto de los rebeldes, no solo con apoyo diplomático, sino también militar que es lo que da prestigio sobre el terreno y permite captar a muchos rebeldes para tu grupo.

    Por supuesto, tengo que reconocer que no soy imparcial, aunque solo sea un español parado más sin relación directa con los libios, mis deseos de que allí o donde sea puedan quitarse un violento dictador de encima y tengan la oportunidad (fallen o no) de construir una democracia sin duda influyen en mi juicio. Por eso me gusta el debate al respecto: http://alpha.syriadeeply.org/2012/12/u-s-policy-syria/#.UNH7YbtEQvQ

    Saludos

  3. Alnair dice:

    Comparar los conflictos Libia y Siria que son rebeliones internas con Iraq y Afganistán que fueron invasiones externas sin prácticamente apoyo interno no le veo mucho sentido.

    La lección que podemos sacar es que la libertad y la democracia no se pueden imponer desde fuera, si no que se la tienen que ganar los de dentro, si no quieres que la población local se rebele al grito de «viva las cadenas».

    • Laia Balcells dice:

      Tanto Iraq como Afganistan fueron guerras internacionales que desarrollaron en guerras civiles. A estas nos referimos. No hacemos una valoracion de lo exitosas que pueden ser las campanas destinadas a derrocar a dictadores; esto es todo otro tema. Saludos,

    • Cherwoski dice:

      Fahreed Zakaria tiene un artículo interesante en ‘Foreign Policy’ sobre esto, precisamente.

    • Bueno, en Japón la democracia se impuso con dos bombas atómicas. Y luego se les redactó una constitución. Y debieron quedar muy contentos con ella, porque cuando Estados Unidos quiso cambiarla poco después para recibir apoyo japonés en la Guerra de Corea, los nipones dijeron que muchas gracias, pero no.

  4. cives dice:

    Una pregunta desde la más completa ignorancia;

    Si no he leído mal el artículo, las guerras convencionales son más «fáciles» de manejar que las de contra insurjencia (o al menos terminan de alguna forma) Entiendo que siguiendo la distinción que hacéis una pregunta relevante es, cuando una guerra civil «convencional» termina, ¿qué es lo que hace que derive o no en una forma de insurgencia?

    • B. y Ana dice:

      Bienvenido al mundo libre de los comentarios.

    • B. y Ana dice:

      Muy bien; así aciertas seguro; primero insurjencia, luego insurgencia… La verdad, desde que te cambiaste el nick (o cómo coño se llame eso) te veo mucho más solvente. Sigue así.
      Un saludo.

      • Laia Balcells dice:

        Hicimos un análisis de la transformación de guerras (de convencional a irregular, por ejemplo) y son muy pocos los casos que varían a lo largo del tiempo. Pero es una pregunta muy interesante.

  5. MuGaR dice:

    Del dato de que los Gobiernos pierden la mayoría de guerras convencionales podríamos entender que estas se producen, por norma general, cuando existe un levantamiento de buena parte de las fuerzas armadas? Mientras que las insurgencias contarían con una menor participación de los militares?

    • Laia Balcells dice:

      ciertamente, asi es: las guerras convencionales surgen muy a menudo de golpes militares fallidos. De hecho, hay una relacion estadisticamente significativa entre golpes y g.c.convencional

  6. MuGaR dice:

    O quizás el factor que decanta el conflicto hacia un tipo u otro de guerra es la intervención extranjera?

    • Laia Balcells dice:

      intervención extranjera esta en nuestro listado de controles y no tiene un impacto significativo en tipo de guerrra. Sin embargo (como mostramos en nuestro articulo en APSR) las politicas intervencionistas por parte de las superpotencias durante la guerra fria tuvieron un impacto positivo en la incidencia de guerras civiles irregulares durante estos años.

  7. Manu Oquendo dice:

    Sería interesante leer lo que piensan Laia y Stathis sobre los cambios de régimen que estamos propiciando a través de nuestra intervención armada en el flanco sur de Europa incluyendo en ella a Rusia (hasta Magadán y Siberia) y Ucrania.

    De momento estamos asistiendo a un frente de inestabilidad agravada que durará muchas décadas con tendencia a empeorar mientras Europa sea incapaz de crecer demográficamente por medios distintos de la inmigración musulmana. Escenario «Eurabia».

    Por otra parte y a corto plazo Europa debe agradecer que la situación económica se haya beneficiado de modo importante de dicha inestabilidad.

    Cuatro de los grandes países europeos (Italia, Francia, UK y España) más casi todos los pequeños dependen estratégicamente del turismo.
    Estas campañas han creado un entorno que ha frenado en seco el turismo a estos países en el momento que más falta nos hacía que nuestra industria turística no sufriese.
    Sin estas guerras que hemos fomentado a bombazos nuestros PIB’s respectivos habrían caído por este factor algún punto que otro llevando el desempleo a la estratosfera.

    Por otro lado es evidente que han pasado de Guatemala a Guatepeor y que poco a poco el islamismo militante se va quedando con parcelas crecientes hasta que se quede con todo.

    A ver si nos lo podéis explicar porque cada vez se entiende menos.

    Gracias

  8. juan dice:

    En Siria hemos visto a los rebeldes convencer a un niño para que decapitase a un soldado en el suelo, son talibanes, como dice algún comentario por arriba estamos en escenarios guatemala-guatepeor donde además no sabemos qué es cada cosa.

    En mi opinión no tiene sentido intervenir si no es para cambiar las cosas de verdad, por ejemplo hacer de Afganishtan un país laico y con las mujeres en plano de igualdad, justo lo que precisamente había durante el regimen prosovietico.

    Algún día Carter debería ser juzgado por haber sido complice y financiadore de los talibanes.

  9. Carles Sirera dice:

    Escalofríos siento cuando desde las universidades norteamericanas se analizan las relaciones internacionales y una vela pongo a Nils Gilman.

    Vamos por partes:

    “Dicho de otra forma, los rebeldes tienen mayores probabilidades de ganar cuando la guerra civil se libra convencionalmente que cuando se lucha de forma irregular. La guerra civil española, por ejemplo, es un caso de guerra civil convencional que fue ganada por el bando rebelde.”

    Entiendo que la variable apoyo de potencias extranjeras es fundamental para llegar a esta conclusión, aunque en los comentarios posteriores se excluye. Los rebeldes, en el caso español fueron, mayoritariamente, el ejército de tierra. Si los rebeldes no integran al ejército de tierra, me parece que esa máxima se desvirtúa a no ser que el Estado contra el que se rebelan tampoco haya sido capaz de sostener un ejército de tierra propio.

    Y sobre Libia. Primero: ¿Gadafí construyó un Estado? Me entero ahora, pensaba que era un sistema tribal fundado en la red de fidelidades personales y la subcontratación de servicios gracias a las divisas de la venta del petróleo. De hecho, se solía comentar que Libia carecía de Ejército de tierra nacional propiamente dicho.
    Segundo: ¿Libia tiene un sistema político democrático consolidado? También me entero ahora y también me entero que el problema libio está resuelto.

    Y, finalmente, escribir esto: “Mirando, por ejemplo, datos sobre muertos en combate, se puede comprobar cómo las guerras convencionales son, por lo general, menos letales que las insurgencias pues han generado una media cercana a los 62.000 muertos (no civiles) por conflicto, cifra considerablemente menor a la que corresponde a los muertos ocasionados en insurgencias (unos 84.000 por conflicto)”, requiere como mínimo citar una fuente o explicar si se ha ponderado el número de muerto respecto de la población total. Lo digo por si, cuando me toque explicar de nuevo la guerra de Vietnam en clase, comentar a mis alumnos que gracias a un estudio cuantitativo podemos determinar que: la intervención de Estados Unidos fue irrelevante para el transcurso de la guerra (es cierto, sólo alargó el conflicto casi 20 años) y que dimensionar una guerra de guerrillas a una guerra convencional ayudó a reducir la mortandad del conflicto.

  10. Javier dice:

    Las guerras civiles no suelen devenir en las insurgencias que sufren p.ej. los americanos en Irak/Afganistán por dos motivos:

    Una prioridad de cada bando de una guerra civil es impedir estas insurgencias, quintas columnas, etc. Para eso se extermina a los civiles partidarios del otro bando y a los sospechosos de serlo. Los ejércitos que sufren insurgencias son los que ocupan un territorio y sólo atacan a enemigos uniformados.

    En una guerra civil ambos bandos tienen a parte de la población de su parte. Puede que no llegue al 50%, pero son suficientes como para tener una red de chivatos que hagan las llamadas necesarias cuando el vecino hace algo raro y cortar las insurgencias de raíz. Un ejército en suelo extranjero en general no cuenta con esta ventaja.

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