Economía

La mitad olvidada (Agenda Pública)

11 Dic, 2012 - - @octavio_medina

Os dejo una entrada que me publican hoy en Agenda Pública sobre la «Forgotten Half», esa mitad de la población que deja los estudios y queda más desprotegida en el mercado laboral:

En España más y más a menudo se escucha la palabra dualidad, lo cual es positivo porque significa que está entrando a formar parte del debate. Naturalmente, lo normal es que se refiera al mercado laboral, y a la brecha nefasta que existe entre los trabajadores con contratos indefinidos y los que no tienen otra que tienen que resignarse a contratos temporales o, aún peor, el paro. Un problema sobre el que, por cierto, ha hablado extensamente Pablo Simón.

Aprovecho este tirón para hablar de otros tipos de dualidad que son igualmente dañinos y además están relacionados con la dualidad del mercado laboral. Hablo de la dualidad en niveles de educación, especialmente entre universitarios y no universitarios. El incrementar el nivel de graduados universitarios es una de las propuestas favoritas de cualquier programa electoral (sea de izquierdas o derechas) porque, francamente, a muy poca gente le parece mal. Uno de los ejemplos más famosos es el del nuevo laborismo de Tony Blair, que allá por 2002 se propuso que el 50% de los jóvenes británicos fueran graduados universitarios.

Potenciar la universidad es una idea excelente. Hay una relación bastante sólida entre el nivel educativo de un país y su crecimiento económico, y nuestras economías necesitan a más trabajadores de alto capital humano. Como apuntan en el informe especial sobre el mercado de trabajo global del McKinsey Global Institute, se estima que para 2020 en los países desarrollados haya un déficit de 16 a 18 millones de trabajadores cualificados. Nadie duda de la necesidad de incrementar el número de jóvenes que tiene educación terciaria…

El resto, aquí.


2 comentarios

  1. Epicureo dice:

    La verdad es que no me imagino yo una economía de «sólo universitarios». En todos los países del mundo hay trabajos para gente con carrera y para gente con formación profesional de menor grado.

    No veo por ninguna parte ese déficit de universitarios. Sí, el nivel de paro es menor, pero no porque existan muchos trabajos para profesionales. Es debido al subempleo. Si para un puesto de dependienta puedes elegir entre una universitaria fina y una cani sin estudios ¿con cuál te quedas?

    Hay que mejorar la educación a todos los niveles. Y los niveles de abandono de los estudios en España han sido espantosos. Eso es verdad.

    Pero es una pena que concluyas con eso de que «los trabajos no duran porque la tecnología avanza muy rápido». Eso no son más que pamplinas. Lo único que avanza rápido es la electrónica de consumo, que es un sector muy concreto. En todo lo demás no se innova más deprisa que hace 40 años, yo diría que al contrario. Los cambios en la organización del trabajo se deben a una decisión política: la famosa globalización y las deslocalizaciones consiguientes.

  2. Manu Oquendo dice:

    Hombre, Octavio.

    Intenta encontrar en los más de 6 millones de personas que viven en Madrid una, sólo una, que esté viviendo de hacer zapatos (hacer, no arreglar). Creo que no hay ni una porque llevo muchos meses buscando desde que falleció el gran artista donostiarra con el que tuve relación casi toda mi vida.

    Lo mismo sucede con ebanistas de calidad, con sastres y modistas razonables y si no llega a ser por las emigrantes hoy tendríamos una población incapaz de coserse un botón.
    Repito porque antes de ayer me lo contaron en una tienda : Hay gente que busca quien le pueda coser los botones.

    Hemos dado por sentado que se puede vivir sin Cimientos y, claro, el tortazo es y será dramático.
    La descapitalización social que existe en cuestiones tan básicas y simples como el saber hacer algo es monumental.

    Por eso cuando se habla de capital humano uno tiende a pensar que se habla de algo irreal. De un cuento chino.

    Hay cientos de miles de licenciados –y pronto masters y doctores Bolonia– en Informática que nunca «harán» nada.

    En todo caso «trabajarán en mantenimiento» de productos o programas hechos por otros. Cada vez es más raro encontrar un ingeniero industrial mecánico capaz de hacer un coche, un tornero capaz de hacer un vástago o un fundidor que sepa cómo se hace un árbol de levas.

    Es decir, formamos subalternos. Auxiliares que, incluso si supieran producir el objeto al cual han destinado sus mejores años, no podrían vivir de venderlo.

    Hay conocimiento inútil. Muchísimo.
    Y hoy la pérdida de capital social está en relación directa con el crecimiento del número de universidades y de universitarios.

    El primer paso para resolver esta crisis pasa por reconocer eso tan elemental: Hemos destruido el capital social de aquellos que sabían hacer.

    Saludos

    PD. Por cierto, ya he encontrado un artesano. A 80 kms de Madrid, en otra provincia, hay uno que aún vive de hacer zapatos. Se acaba de jubilar y ha conseguido enseñar a sus dos hijos. Un hombre independiente y libre. Lleva su mejor capital con él. A donde vaya puede ganarse la vida.

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