No voy a escribir demasiado sobre el primer día de la convención demócrata en Charlotte. Normalmente son asuntos bastante aburridos, antesala de los discursos de peso el segundo y tercer día. Esa fue la dinámica, al menos, en la convención republicana la semana pasada: Ann Romney dio un discurso decente pero tremendamente sobrevalorado, y Chris Christie se perdió en una extraña oda a si mismo. Muchos oradores en la convención del GOP, de hecho, acabaron por caer en esa tentación: políticos que hablaron más de sus ideas y logros que de su candidato.
El primer día de la convención demócrata, sin embargo, ha sido muy, muy distinto. En contra de lo que es habitual en este partido, el mensaje de la convención ha sido mucho más disciplinado. Se ha hablado muchísimo de Obama y se ha criticado mucho a Romney, con todos los oradores siguiendo la misma partitura y tocando con brío. En contra del -relativo-aburrimiento de la semana pasada, los dos oradores demócratas en hora de máxima audiencia (de 10 a 11 de la noche hora este, televisado en directo en tres networks nacionales) han dado discursos realmente excelentes. Julián Castro, alcalde de San Antonio, ha abierto la hora, precedido por una reputación de ser el «Obama latino». Los demócratas le han dado el mismo slot que el que tuvo Obama el 2004 el día que saltó a la fama.
¿La verdad? El tipo es muy, muy bueno. Su discurso no ha sido tan excepcional como el One America de Obama hace ocho años, ciertamente (es irrepetible), pero su fama de buen orador es merecida. Castro no tenía la libertad que tuvo Obama el 2004, al tener que defender al presidente, así que su retórica no ha sido demasiado inspirada, pero es bastante obvio que el tipo tiene futuro. El problema para Castro, sin embargo, no es su talento político, sino su estado de origen: Texas. El cursus honorum en Estados Unidos acostumbra a ser alcalde de ciudad grande – gobernador – presidenciable (o legislador estatal – representante en Washington – senador – presidenciable, aunque es menos habitual); Castro lo va a tener muy difícil para ganar unas elecciones estatales que le den verdadera proyección nacional, al menos a medio plazo. Texas probablemente sea un estado competitivo para los demócratas el 2020 ó 2024 (especialmente si los republicanos se siguen suicidando electoralmente con los latinos), pero esperar ocho o doce años en una alcaldía es una eternidad, incluso para alguien tan joven (37 años). No es imposible, ciertamente, pero no tiene una ruta fácil.
El segundo discurso ha sido Michelle Obama… y este sí que ha sido brillante. Estoy bastante seguro que es la clase de discurso que para la mayoría de oídos europeos habrá sonado horriblemente cursi, pero para el electorado americano ha sido casi perfecto. Tranquilo, humano, sensato, sin una mala palabra para Romney pero a la vez lleno de contrastes, la primera dama ha estado fantástica. Ha sido, además, un discurso muy moderado, centrista, tan alejado del Obama imaginario de los republicanos como uno puede imaginar. El GOP lleva tres años atacando a un hombre de paja de forma incesante, y Michelle Obama se ha concentrado en recordar que el partido demócrata y sus valores son plénamente americanos.
La ejecución de la convención, los discuros, el tono, ha sido para mi sorpresa muchísimo mejor que lo que vimos la semana pasada en Tampa. El objetivo principal de las convenciones (no nos engañemos) es convencer a los ya convencidos, no a nuevos votantes. Viendo el entusiasmo de las bases demócratas en Twitter o en la misma convención, creo que han cumplido hoy.
Unos cuantos detalles extras, antes de acabar:
[…] dice Senserrich, Castro (el alcalde de San Antonio y autor de la frase que titula esta entrada) lo tiene difícil, […]
Uff Roger – acabo de ver el discurso y la verdad que la política estadounidense es súper empalagosa. Un montón de patriotismo simplón y poco crítico; y un compendio doloroso de anécdotas y superficialidad. Ni políticas nuevas, ideas, o autocrítica. Por no mencionar la absoluta falta de coherencia – o ya nos hemos olvidado de la atrocidad del «National Defense Authorization Act of 2012»?.
El «cambio» del que tanto se vanaglorian los demócratas no es más que un espejismo para movilizar al estadounidense yupi y urbano menor de 30 años que se piensa que las cosas se arreglan comiendo pepinos orgánicos. En España el sistema político está muy mal…. pero es que EEUU está aún peor.
¿Peor? madre mia… :palm:
Voy a hacer un pronóstico: la subida de los demócratas en las encuestas tras su convención va a ser tan ridícula como la de los republicanos tras la suya. Aquí los bandos están bien establecidos desde hace tiempo y quedan pocos indecisos.
Se parece mucho a cierta pieza teatral de los Monty Python «We used to live in a lake» :D:D:D
Es cierto¡¡¡ no recordaba ese episodio de los Monty, pero era de lejos la mejor aproximación a estos discursos infumables de los políticos USA
http://www.youtube.com/watch?v=9dt0drBsFKY
[…] Roger Senserrich AEBetako hauteskunde kanpainari egiten ari zaion jarraipenak kapitulu berri bat izan zuen atzo, demokraten biltzarrari eskaini zion bigarren artikuluan. Bertan, […]