Economía

¿Por qué tenemos patentes?

28 Ago, 2012 - - @egocrata

Hace unos días hablábamos sobre cómo el estado puede crear incentivos a los inversores para que se pongan dinero en un determinado sector de la economía estableciendo barreras de entrada a la competencia. Hablamos de industrias donde la inversión inicial es considerable y extraordinariamente arriesgada, por ejemplo, o áreas de negocio poco explotadas porque nadie ha sido capaz de ganar dinero con ellas (léase «exceso de competencia» – la excusa de nuestros amigos los taxistas). En ambos casos los gobernantes escuchan las voces de los que no se atreven a invertir y decide crear monopolios u oligopolios fuertemente regulados, protegiendo los beneficios de esos valientes capitalistas que se atrevieron a dar el primer paso (es un decir).

Las patentes, no hace falta decirlo, son una variante de esta estrategia económica. El estado, para incentivar la creación de nuevas invenciones, otorga un monopolio temporal sobre la explotación de esa invención al primero que llegue a patentarla. Es una subvención vía magia legislativa: el estado transfiere dinero de los consumidores al inventor a base de protegerle de la competencia y permitir que mantenga altos los precios. El excedente del consumidor que vemos en mercados competitivos convertido en rentas monopolísticas gracias a la protección del gobierno.

Esto me lleva, como no, a Apple, Samsung y el caso de las patentes del iPhone. No me voy a meter en los detalles legales del veredicto porque primero, no soy abogado, y segundo, no creo que sea del todo relevante. Lo que debe preocuparnos, en todo caso, es si esta clase de disputas legales y el monopolio legal que otorgan a Apple tienen sentido desde el punto de vista del consumidor o no. La pregunta que debemos hacernos no es si Samsung «copió» a Apple o si Steve Jobs era un genio maravilloso que nos dió un teléfono que no nos merecemos, sino si dar a una empresa que está ganando dinero a patadas la capacidad de cerrar el mercado a sus competidores es una buena idea.

El mercado de los smartphones no era, allá por el 2007, un lugar precisamente desierto. Los tres sistemas operativos dominantes (Windows Mobile 6, Symbian y Blackberry) era torpes, feos e incómodos, pero entrar en el sector no era una maniobra absurdamente arriesgada para Apple. El presupuesto de I+D de la compañía es ridículamente pequeño, así que no es que estuvieran saltando al vacio. Apple añadió algunas ideas geniales en su diseño, en gran medida refinando y agregando conceptos que llevaban años siendo (mal) implementados en otros sitios por separado. El iPhone resultó ser un producto maravilloso que procedió a masacrar a la competencia, generando cantidades descomunales de dinero en el proceso.

¿Necesita Apple la protección del estado para lanzarse a esta aventura? Según la misma compañía, Samsung lleva fusilando sus diseños durante años, vulnerando la prohibición gubernamental de copiarles descaradamente. Apple ha ganado cantidades absurdas de dinero durante todo este tiempo, mientras que los consumidores se beneficiaban de la competencia. Apple no puede vender los iPhone a 800 euros si alguien está vendiendo clones a 400, al fin y al cabo.

Es posible, puestos a especular, que Apple sólo lanzo el iPhone porque creían que nadie les iba a copiar, y que el retorno de la inversión en I+D que esperaban era mucho más modesto. Sin las patentes, el iPhone nunca hubiera sucedido, digamos. Es de suponer, sin embargo, que alguien tarde o temprano se hubiera dado cuenta que la ley de Moore iba a permitir construir micro-ordenadores con procesadores a 1,5 Ghz y pantallas de alta definición tarde o temprano; Microsoft tendrá un ojo atroz para el diseño, pero siempre ha seguido a Intel en su avances. Dar un monopolio parcial a una empresa en un sector que se mueve tan increíblemente rápido es proteger ideas que puede que fueran esencialmente inevitables. Alguien iba a crear un smartphone decente, tarde o temprano. Si Microsoft hubiera patentado y monopolizado el rectángulo con pantalla el 2004, es muy probable que hubiéramos tardado bastante más en verlo.

¿Significa esto que tenemos que eliminar completamente las patentes? No sé, no estoy seguro. De momento lo único que vemos con esta sentencia es que el gobierno de los Estados Unidos está dando una subvención a la empresa más grande del planeta, poniendo enormes barreras a la entrada en un sector increíblemente dinámico, competitivo e innovador. Apple puede decir que es injusto que le copien, y puede que tenga razón. Lo que no estoy del todo seguro es que proteger a una megacorporación de la competencia tenga utilidad social alguna para alguien que no sea accionista de la compañía, o que esa protección vaya a generar más innovación, y no menos. Y más aún cuando esa misma empresa ahora dominante está dispuesta a sepultar con abogados a cualquiera que ose meterse con ella.

Algo que debemos tener en mente al hablar de innovación tecnológica: el inventor genial salido de un sótano con una idea que le hará rico no existe. Y cuando existe, es un caso tan extraño e inusual como para creer que es un unicornio. La inmensa mayoría de innovaciones tecnológicas son pequeños cambios incrementales sobre otras ideas ya establecidas. Cualquier producto o tecnología «nueva» parte de la base de años y años de ideas previas y pequeñas mejoras. El iPhone es el glorioso heredero de décadas de desarrollo tecnológico, unificadas en un paquete increíblemente bien diseñado y acabado. Es un diseño increíble, pero no es un «invento» salido de la nada en Apple. Queremos que la regulación cree más empresas como Apple – y la sensación que tengo es que el sistema actual va camino de impedir que eso suceda.

El sistema de patentes, en teoría, está ahí para incentivar la innovación a costa de reducir la competencia. El sistema actual no parece hacer gran cosa para acelerar lo primero, pero va camino de restringir lo segundo hasta el absurdo.

 


54 comentarios

  1. Daniel B dice:

    Refrescantes reflexiones. Creo que en esta situación estamos ante un buen ejemplo de «fricción» en un sistema que de otra forma, y sobre el papel, es correcto. Y lo has descrito perfectamente en términos de creación de incentivos que balancean riesgos de invertir en nuevos desarrollos.

    Otras fricciones similares que me vienen en mente son magnates que usan un ejercito de especialistas para pagar la mínima cantidad de impuestos posible (i.e. Romney), vagonetas en paro que no buscan trabajo porque tienen el subsidio asegurado, o compañías que realizan proezas de ingeniería financiera para no pagar impuestos (i. e. GE, Google, etc)

    Por último, Samsung podría hacer como está haciendo Microsoft (quién dijo eso!!). Metro, su nueva interfaz, supone un nuevo paradigma que no trata de imitar a iOS. Y esto, es grande; quién sabe si Metro será el nuevo iOS dentro de cinco años.

    Así que mi opinión personal, es que la supuesta fricción en el sistema que Apple está explotando, al fin y al cabo, no lo es tanto.

    • Jimmy Page dice:

      «quién sabe si Metro será el nuevo iOS dentro de cinco años»

      O mucho cambia la cosa o la respuesta es «no».

    • Francisco dice:

      Dime cuando ha conseguido Microsoft un avance positivo en interfaces, hasta en la Xbox llego después de la competencia (aunque les esté comiendo terreno a base de perder dinero).

      Con Bing copiaron descaradamente la interfaz de Google, Office está copiado de las antiguas suites todavía.

      LLamame escéptico, pero dudo que lo consiga con Metro.

      • carlos dice:

        Desconozco si el Ribbon es una innovación de ellos, pero a mí me parece mucho mejor que los antiguos menús y es algo que no encuentras en OpenOffice/LibreOffice.

        Vaya, que algo sí han hecho bien.

        • Francisco dice:

          En este mundo todo está inventando. Aunque lo han aplicado bien.

          http://en.wikipedia.org/wiki/Ribbon_(computing)

          Staniek notes that the ribbon concept has historically appeared extensively as «tabbed toolbars» in applications such as Sausage Software’s HotDog, Macromedia HomeSite, Dreamweaver and Borland Delphi.[23] Lotus developed early ribbon UIs for its product eSuite. Screen shots are still available in an IBM redbook about eSuite (page 109ff).

    • Marc dice:

      La primera versión de Android salió antes que la primera de iOS.

    • Marc dice:

      Entiendo que con el ruido que ha generado la batalla Samsung/Apple, se hable mucho de ellos y las patentes pero si considerais que a Apple se la va la olla, miraros un poco las batallitas de Hollywood + Disney, eso si que es, con perdon, para mear y no echar gota.

      Y honestamente, Samsung pagará lo que tenga que pagar y mientras Apple no se le ocurra hacer iFreezer, iOven o iAnythingElseForKitchenAndTV, Samsung seguirá a lo suyo.

  2. Alnair dice:

    A todo eso hay que añadir que las posibilidades de beneficio con una población mundial de 7 mil millones son mucho mayores que en una población de 3 mil millones en 1960, y sin embargo los periodos de patentes (o derechos de autor) se mantienen (o se aumentan).

    Habría que reconsiderar esos periodos, al menos en determinadas tecnologías o «innovaciones».

  3. Alatriste dice:

    Ufff… coincido en que este tema de las patentes hace mucho tiempo que se ha salido de madre y que al día de hoy probablemente están haciendo más daño que bien, sobre todo en el software, pero el inventor que sale de su sótano con algo nuevo y revolucionario no es un unicornio, han existido en la realidad: por poner un ejemplo, Alexander Graham Bell y su teléfono, Morse y el telégrafo o Giuseppe Marconi y la radio.

    Todos ejemplos del siglo XIX, sí, y ese es parte del problema: hoy las invenciones no las hace un doctor Zarkov en su laboratorio de las montañas sino todo un laboratorio de I+D de Silicon Valley…

    • Drissang dice:

      Solo una puntualización: El inventor de la radio no fue Marconi, sino Nikola Tesla.

      Cuando Marconi intentó patentarla (con bastante cara ya que para construir su aparato hizo uso de más de una docena de patentes de Tesla) le fue rechazada por considerarse copia de la de Tesla, casi tres años anterior.

      Esto dio lugar a una batalla legal que finalmente ganó Tesla, aunque, por desgracia, a título póstumo.

      Como veis, las guerras de patentes vienen de lejos…

      • Josei dice:

        Por no hablar de las guerras entre el susodicho Tesla y el cabronazo de Edison, el único «inventor» del que pueden presumir loos estadounidenses, y que en verdad era un ladrón de patentes e inventos.

      • Alatriste dice:

        Estoy al tanto del tema y la cosa no está nada clara… es cierto que el Supremo de los Estados Unidos falló por Tesla, pero hay que tener en cuenta que eso fue en plena guerra mundial (1943) y que Marconi no solo era italiano sino que también fue ferviente partidario de Mussolini hasta su muerte en 1937.

  4. pvn dice:

    Es llamativo que incluso los que todavía defienden el sistema actual de patentes (y hay muchas voces que piden ya su abolición), empiezan a usar defensas del tipo «el menos malo de los sistemas». En realidad los únicos que tienen asegurado obtener un beneficio de este tinglado son los abogados de patentes (el flujo económico neto podría modelarse como una transferencia de dinero desde los consumidores hasta los abogados 🙂

    Entre el mantenimiento y la abolición seguro que debería haber un camino medio. Incluso una medida simple como reducir el tiempo de vigencia de las patentes eliminaría parte de las ineficiencias. Yo propondría establecer barreras duales, del tipo «tienes derechos exclusivos de tu patente por 10 años o hasta que ganes X pasta, lo que suceda antes».

    Esto salvaría la inconsistencia de proteger de «posibles daños» a la empresa más capitalizada del mundo y una que sigue vendiendo millones de iPhones con un 70% de margen de beneficio cada uno. Se le podría decir a Apple «vale, chicos, muy buena idea la del iPhone. Ya lo habéis exprimido bastante, ahora dejadlo suelto y utilizad vuestro evidente talento para sacar lo siguiente». El valor bursátil de Apple probablemente se resentiría (o no, a la Bolsa no la entiende nadie), pero la sociedad en conjunto tiene pinta de beneficiarse.

    Establecer el valor concreto de X en cada caso queda como ejercicio para el legislador 😉

  5. Navarta dice:

    Al parecer la cuestión de las patentes es más un tema cuantitativo que cualitativo. Es decir, sólo se defienden cuando existe un competidor potencialmente importante o ya perfectamente asentado en el mercado.

    Y si la empresa perdedora, como en este caso Samsung, es tan grande y poderosa podemos ver una batalla legal muy interesante alrededor de normas nacionales divergentes y mercados segementados en base esea divergencia legislativa. Podrá Apple hacer efectiva esta protección en todos los mercados o sólo en USA y/o UE?, y China?, me puede alguien aclarar esta duda.

  6. Pues como apunta Daniel, yo creo que la parte positiva de la sentencia es que fomentará que otros desarrolladores de SO innoven de verdad en cuanto a la interfaz de usuario. Android (Samsung es solo la cabeza de turco) copió totalmente el look & feel de iOS y podría haber hecho algo más original. Windows ha hecho un trabajo excelente con la interfaz de WP7 y es algo original.

    De hecho, iOS tiene muchas lagunas de usabilidad que podrían haber sido explotadas por otros fabricantes.

    Lo que no tiene mucho es que haya patentes tecnológicas que duren 20 años, y patentes de medicamentos que, en comparación, duren 5. Tampoco tiene mucho sentido que se patenten acciones como el «doble tap», el «pinch» para ampliar, porque hay soluciones de diseño que aparecen de forma «emergente» en casi cualquier diseño. ¿Qué hubiera sido de la arquitectura si alguien hubiera patentado la pieza dovela central (clave) que lo soporta?

  7. mictter dice:

    Mira qué bien, justo la conversación de barra de bar que tuvimos anoche 🙂

    Nuestra conclusión fue: no nos gusta que Apple haga de patent troll, y el hecho de que el juicio fuese casi a la sombra de sus oficinas en California no creemos que ayude mucho a la imparcialidad (hubo otro en Corea que ganó Samsung, qué cosas), pero ya era hora de que a Samsung le dieran en los morros.

    En el remoto pasado compañías de móviles que en su día se arriesgaron, invirtiendo en I+D, tuvieron su momento y naufragaron estrepitosamente (Motorola, Siemens, Ericsson, Nokia), mientras que Samsung se limitaba a hacer lo justito y fusilar el diseño de éxito del momento. Que antes de la era Android los Samsung daban más bien pena.

    Una de las causas de que a Apple no le haya temblado el pulso supongo que es el pequeño tamaño del mercado coreano, y que vende al consumidor final, no a grandes empresas. Me estoy acordando de casos más estrepitosos de espionaje industrial (Cisco y Ericsson contra Huawei, en dos episodios sin relación entre sí), en los que Cisco y Ericsson no siguieron hasta el final debido a las señales que les llegaban del gobierno chino. Es un mercado demasiado grande para tenerlo vedado, pensaron; ahora tienen un rival que les está atizando en todo el mundo.

  8. F.E. dice:

    En este juicio entraba el diseño concreto (bastante más detallado que «un rectángulo con pantalla»), cómo un producto se presenta ante los consumidores («trade dress») y varias patentes de software.

    Estoy en contra de estas últimas porque suponen claramente un freno a la innovación, pero en cuanto a diseño y «trade dress» las copias de Samsung eran descaradas y no me parece necesariamente mal que les hayan puesto freno.

  9. Ignacio dice:

    A mí, salvando las enormes distancias, me gusta comparar este caso con la industria automovilística. ¿Qué hubiera pasado si el primer fabricante que puso un volante hubiera tenido una patente protegiéndolo y cada fabricante se hubiese visto obligado a desarrollar un mecanismo alternativo de «steering»?) tendríamos coches con volante, otros con manillar, otros con variadas palancas, otros con mandos tipo videoconsola… igualmente para el sistema de cambio de marchas, faros, activación de limpiaparabrisas, etcétera. No sabríamos «conducir», sino que algunos sabrían manejar su Ford, otros su Renault, etc. (seguramente habría muchas menos marcas para elegir, por cierto)

    Llegando al extremo, ¿qué hubiera pasado si se hubiera patentado el concepto «vehículo cerrado metálico acristalado de cuatro ruedas neumáticas»? ¿tendríamos otras marcas fabricando coches de 5 ruedas? ¿con ruedas de oruga, como los tanques? ¿tipo troncomóvil?

    No creo que esa distopia automovilística fuese mejor que lo que tenemos ahora, más bien todo lo contrario: todo el esfuerzo innovador se centraría en ser _diferente_, no en ser _mejor_. A parte de la pérdida de eficiencia asociada a que cada marca tenga una forma diferente de conducción.

    PS: esto… «Sybian» no es exactamente un sistema operativo…

  10. Las patentes/invenciones nunca se crean de la nada. Cuando se presenta una solicitud de patente (sí, efectivamente, un monopolio temporal autorizado destinado específicamente a que su inventor «se forre» favoreciendo con ello que otros quieran hacer lo mismo e inventen también….) el examinador de la solicitud tiene que evaluar si la innovación es suficiente para ser patentable. Si es algo demasiado obvio, más de lo mismo, la solicitud se rechaza.

    Una vez que la patente está aceptada se producen dos efectos contrapuestos: por un lado, si tiene éxito claro, el patentador está legalmente autorizado a forrarse… ¿la innovación es suficiente para que la gente pague 900 dolares por un teléfono móvil…? pues usted mismo. Por otro, todos los secretos del invento quedan revelados y son de acceso público, favoreciendo con ello que otros puedan inspirarse en los mismos para realizar nuevas innovaciones que, si son suficientemente innovadoras, podrás ser objeto de una nueva patente.

    La clave está en el examen de la solicitud.

    Ahora bien, una vez aceptada la patente, debe ser posible defenderla y sí, lo siento, para eso hacen falta abogados, ¿Qué las empresas grandes tienen más fácil el acceso a los abogados?… lo que deben hacer las pequeñas es agruparse y mutualizar.

    Si abolimos el sistema de patentes… ¿cuál es la alternativa?… ¿inversión pública en I+D+i?…. ¡uff!

  11. Juan de Juan dice:

    No sé, espero que me permitáis que os diga que yo creo que a este análisis le faltan elementos.

    La creación de valor es la responsable del bienestar. Hay, desde luego, un sistema que basa el bienestar no en la creación de valor, sino en la planificación completa de la economía desde presupuestos públicos; pero, según últimas noticias, en 1989 y ss, acabó por demostrar su ineficiencia.

    Si el bienestar (también de los consumidores) precisa de la creación de valor, entonces hay que pensar qué es lo que está en el inicio de ésta. Y lo que está en el inicio de ésta es el incentivo. La expectativa de beneficio. La economía es el anti-altruismo total: quien desarrolla, lo hace siempre para forrarse. Luego lo consigue, o no.

    Las patentes son elementos valiosos. Activos intangibles. Es, por lo tanto, un valor, y generar patentes es crear valor. Esto sólo se hace si existe el incentivo. El análisis «si no existiesen patentes todo el mundo desarrollaría el esmorciador trifásico nada más ser inventado, creando cosas enormemente beneficiosas para el consumidor» olvida, a mi modo de ver, la cuestión de que, sin patentes, tal vez no habría esmorciador trifásico; o el que habría sería un pre-esmorciador, que se recalentase a la menor fricción con el chumacero cuántico, porque nadie se preocuparía de desarrollar un modulito refrigerador que resolviese ese problema a largo plazo, porque para qué. La operación con sentido económico sería desarrollar un esmorciador de mierda, exprimirlo en el mercado a tope, montar un servicio de atención al cliente que se pasara por el sobaco las quejas de los usuarios de esmorciadores (como de hecho hace Samsung, añado; Apple no sé, que yo eso no me lo trabajo), y tirar millas.

    Yo, el mundo cascada de colores para el consumidor, sinceramente, no lo veo.

    • Roger Senserrich dice:

      Las patentes no son «valor creado». Los inventos son valor creado. La patente es un monopolio protegido por el estado. No sé por qué dices que estar en contra de tener el estado restringiendo la competencia es menos liberal o capitalista.

      • Juan de Juan dice:

        Yo lo veo más bien como un reconocimiento de propiedad. Si nos ponemos así, también el Estado, a través del Registro de la Propiedad, está otorgándome el monopolio sobre el usufructo de mi casa.

        Yo no sé muy bien si será más o menos liberal, pues no pretendía ir por ahí mi comentario. Lo que sí me gustaría que me explicases es, in the day after de la eliminación de las patentes, cómo crees que se valorarán los «inventos» (y pongo las comillas para hacer evidente que pretendo citarte) en el balance de las empresas. La única manera de que una idea tenga valor mayor que cero en el patrimonio de una empresa (o de un particular) es que exista una patente que le proteja contra su uso por otros.

        Y me sigo haciendo la misma pregunta que me hacía en el primer comentario: sin patentes, ¿cuál es, exactamente el incentivo para crear? O sea, desarrollar una molécula la hostia de compleja que además va a servir para curar una enfermedad super-rara que afecta a 22.000 personas en todo el mundo, ¿qué incentivo tiene en inexistencia de patente? ¿Te vas a tirar cinco años investigando gratis et amore para que, el día que descubras la molécula de marras, llegue otro con mejores procesos productivos que tú y fabrique la misma pastilla por un 20% menos?

        Insisto: desde el punto de vista del consumidor, lo ideal es que la pastilla sea lo más barata posible. Pero el problema es: si el desarrollador no tiene el incentivo de la patente, ¿por qué, exactamente, la va a desarrollar?

        • Juan de Juan dice:

          Es más: es que, en inexistencia de patentes, el oligopolio no sería menor, sino mayor. Un mindundi en el garage de su casa no tendrá incentivos para crear nada. Porque si eres un puñetero estudiante de universidad y un día vas y alumbras el algoritmo de Google o cualquier otra pedrea tecnológica y resulta que la tienes que compartir con todo Dios desde el minuto uno, lo que pasará es que al día siguiente de que tú hayas compuesto Mami qué será lo que quiere el negro, Bill Gates estará sacando el disco, el deuvedé, el Blu-Ray y toda la pesca, con más márquetin que tú, con más presión comercial que tú, y menor precio que tú.

  12. Epicureo dice:

    No creo que nadie proponga en serio eliminar del todo las patentes. Pero sí reconsiderar qué se puede patentar, cuánto tiempo y en qué condiciones.

    Ocurre que desde que Estados Unidos decidió pasarse a la «economía del conocimiento» y dejar que sean los chinos los que se manchen las manos fabricando realmente las cosas, la legislación de propiedad intelectual se ha endurecido de un modo poco menos que demencial. Plazos de copyright progresivamente más largos (ley Mickey Mouse), patentes de software, patentes de «concepto»…

    No hace tanto, lo que se podía patentar eran procesos industriales: no sólo lo que se fabricaba, sino cómo. Si a alguien se le ocurría fabricar algo muy parecido por un procedimiento distinto, no había ningún problema. Esto, desde luego, fomentaba la innovación y la competencia; y por eso Ford pudo hacer el ford T, aunque se pareciera a otros coches.

    El objetivo de las patentes debe ser dar al inventor (casi siempre ahora una empresa) unos años de monopolio para amortizar la inversión requerida para innovar. Por lo tanto su vigencia deberá depender de la índole de la innovación. El diseño de una pantalla con iconos cuadrados va que chuta con un año de exclusividad (y que exploten a los que quieren ir siempre a la última moda). Un procedimiento para realizar chips de memoria con diez veces más capacidad merecería un plazo mucho mayor.

    Apple debería dedicarse a consolidar su estatus de empresa «guay» con inmejorable imagen de marca, en vez de empeñarse en ganar en los juzgados lo que no gana en los mercados.

    • Alatriste dice:

      No puedo estar más de acuerdo. Solo añadir que en mi opinión el mismo término «propiedad intelectual» huele muy mal y no debería emplearse… el principio general es la _LIBERTAD_ de información. Tanto los derechos de autor (que no propiedades intelectuales) como las patentes son solo excepciones temporales a la libertad de información.

      • Epicureo dice:

        Tienes toda la razón.

      • Juan de Juan dice:

        Yo no lo veo así. Los derechos de autor son el incentivo económico (también está el estético o creativo, evidentemente) para crear algo.

        Si no existiesen derechos de autor, pongamos que tú escribes una novela y la publicas en internet. En inexistencia de derechos, yo podría copipegar el texto de la novela y publicarla en Kindle con mi nombre. Y, eventualmente, si resulta que es buena, incluso podría forrarme. Y si me llamo Doubleday, Harper Collins, Ediciones B o similar, ya ni te cuento.

        En inexistencia de derechos de autor, los incentivos para que te sientes al ordenador durante tres o cuatro largos años, sudando para crear una novela, se reducen notabilísimamente, cuando no desaparecen.

        La libertad de información tiene que ver con que a nadie se le impida el acceso a la información (que no a la creación; son cosas distintas). Una sociedad democrática no puede vivir sin medios de comunicación libres, sean éstos El País o Twitter. Pero si tiene la desgracia de que García Márquez va y la palma de muerte puerperal y nunca se escribe Cien Años de Soledad, es una putada, pero ello no afecta a la esencia democrática de una sociedad.

        Además de la libertad de información, está la libertad de creación. Y no sé muy bien cómo iba a ser posible garantizar la libertad de creación si no existen derechos de autor. Porque en inexistencia de derechos de autor, cualquier Goebbels puede apropiarse de lo que tú escribas e, incluso hacer parecer que has escrito otra cosa distinta de la que has escrito.,

        • Alatriste dice:

          Me parece que no has entendido por donde ibamos Epicureo y yo: no estamos en contra de los derechos de autor, estamos en contra de que a esos derechos se les llame «propiedad intelectual» porque si lo fueran la pregunta obvia es ¿Por qué expira la propiedad intelectual? ¿Por qué no es permanente y transmisible por los siglos de los siglos como cualquier otra propiedad?

          • Juan de Juan dice:

            Correcto. Pero, ¿me podrías explicar por qué es esencialmente imposible que una propiedad sea limitada en el tiempo? Independientemente de que la propiedad suela, o incluso siempre, sea per saecula saeculorum, ¿qué principo general, inmanente o bla, se está quebrando cuando se le declara, admite o certifica a alguien la propiedad de algo durante 75 años, o tres meses, dos días y cuatro horas?

        • Epicureo dice:

          Juan de Juan, responder sin antes leer…

          • Juan de Juan dice:

            Sí, es cierto, hay dos cosas que hago siempre que respondo.

            Una, como tú dices, es no leer el texto que respondo.

            La segunda es no hacer nunca apelaciones ad hominem.

            Es evidente que en ambas me equivoco.

  13. Toni B dice:

    Muy de acuerdo con Roger, aunque yo lo veo de manera mas radical: el mundo de la patentes de sotware y comunicaciones y su proteccion por los tribunales (especialmente estadounidenses) es patetico, indignante y un regalo de los estados/contribuyentes a las grandes corporaciones.

    Apple invierte un porcentage ridiculo a investigacion y gran parte de «sus» innovaciones se deben a compras de otras empresas o compras de paquetes de patentes de otras empresas. O es que vamos a creer que mientras los pocos ingenieros de apple son genios sobrehumanos de la informatica y el diseño, los numerosos ingenieros de samsung o microsoft o ericsson son todos retrasados. La realidad es que, como esta empiricamente demostrado, diferentes grupos de humanos con las mismas capacidades y competencias llegan a una solucion parecida para el mismo problema.

    Pero eso no es lo indignante del caso, apple esta en su derecho de apenas invertir en i+d y comprar los conocimientos a terceros.

    Lo que es indignante es el como funcionan las patentes de software y telecomunicaciones. Yo trabajo en el sector y los departamentos de investigacion basicamente se dedican a patentar todo lo que se les pasa por la cabeza; desde las cosas mas generales («programa informatico para la edicion y formato de texto») hasta los mas pequeños y obvios detalles («boton de interfaz de usuario usado para cerrar una ventana»). Los investigadores son premiados de acuerdo al numero de patentes que producen, para que la empresa tenga un numero extratosferico de patentes en temas clave para que luego la empresa con su corte de abogados pueda conseguir que los tribunales les den ventajas competitivas.

    En el mundo del software, las patentes, ademas de ser ridiculas per se, no fomentan la investigacion y el progreso sino que lo entorpecen porque las empresas dedican muchos recursos al afan de acumular patentes en lugar de dedicarlos a la investigacion para producir innovaciones que puedan dar una ventaja competitiva.

  14. Roberto González dice:

    No es lo mismo una patente industrial (un nuevo material, un nuevo proceso de fabricación, etc), que las patentes ridículas que se usan en el mundo de la tecnología de comunicaciones. «Deslizar para desbloquear». ¿En serio eso puede ser patentable?

    Las patentes que usa Apple y otros fabricantes no tienen como objetivo rentabilizar una inversión carísima y todo eso, se trata simplemente de tratar de bloquear el acceso de competidores al mercado. Es una perversión del sistema de patentes. Por eso debería ser modificado para evitar estas situaciones ridículas.

  15. manu dice:

    os comento un caso real. Conozco a una empresa creada por dos chinos, ex currantes en Silicon Valley. Los dos tíos, han montado una empresa en Asia con una idea muy concreta que ya tenían en la cabeza, y lo que han conseguido es desarrollar un prototipo que soluciona una serie de problemas que tienen los router que se montan en los backbones.

    Lo único que han hecho como desarrollo de empresa, es currar en el prototipo y patentarlo. Toda la financiación que han conseguido se ha destinado a eso, y toda la plantilla que tienen (16 personas) se han dedicado a eso. No tienen nada más, ni diseño, ni marketing, ni planificación, no han invertido un euro/dólar en desarrollar el prototipo, convertirlo en producto, planificar su comercialización y explotarlo. No tienen ni mucha idea de cómo se hace eso, ni muchas ganas de aprenderlo, ni capacidad financiera para empezarlo. Alguien podrá decir que si la patente es prometedora, podían hacer todo el plan de desarrollo de negocio y buscar financiación, y lanzarse, pero no parecen estar muy por la labor.

    ¿qué están haciendo ahora?, pues ver quien es el que de los fabricantes grandes de equipos se dedice a pagar el mejor precio. De hecho, en la única cosa adicional en la que invirtieron e invierten pasta es en abogados, para asesoramiento sobre la forma jurídica del inicio de las conversaciones con los posibles compradores, desde la carta de intenciones, a las cláusulas de confidencialidad, y sobre todo a cómo montar la sociedad y como registrar la patente, para conseguir el mejor trato fiscal en la operación de salida.

    Esto lo han hecho, porque ya han visto cómo otra gente lo hacia antes, y para las grandes firmas no es si no otra forma de gestionar el I+d+i. Realmente tienes el arranque del proceso externalizado y cuando madura, lo compras, y lógicamente pagas una prima por no haberte comido el riesgo asociado a las fases embrionarias, en la otra parte, un par de tios se han comido el riesgo a cambio de la esperanza de forrarse, o por lo menos con la esperanza de sacar un buen pico.

    esto habría pasado sin sistema de patentes,
    yo creo que no.

  16. Manu Oquendo dice:

    Enhorabuena por el artículo.
    Sólo dos comentarios.

    1. El sistema de patentes y propiedad intelectual actual es un enorme freno a la innovacióin y una barrera de entrada que nos lleva a monopolios de facto globales inconcebibles. Es ridículo que toda la infraestructura mundial del software de red (notoriamente buscadores, redes socoales y sistemas operativos sean, en el fondo, de cuatro chiringuitos USA)
    Tanto es así que si no fuera por China, Rusia y un par de países más que han tenido la sabiduría estratégica de desarrollar sus propios sistemas el resto del mundo, público y privado está en la mano de auténticos chiringuitos USA en sistemas críticos.

    2. Muchas de las supuestas patentes de compañías hoy monopolios mundiales en OS y Procesadores son el resultado de robos anteriores y «Out of Court settlements». Concretamente Digital Equipment Corp cobró (en acuerdos para no ir a juicio) en 1996 y 1997 3000 millones de dólares por dos «detallitos»: el robo de la propiedad intelectual de su sistema operativo VMS y el de sus micro procesadores de 64 bits que desarrolló a principios de los 90 y hoy son moneda corriente.

    Saludos

  17. […] rapidez y un coste infinitamente menor, y el tiempo de protección de patente es desproporcionado. Roger Senserrich en Politikon ha escrito un post en sentido […]

  18. bitdrain dice:

    Buenas,

    Sinceramente considero que el caso Apple vs. Samsung no es una cuestion de patentes sino una resolucion que pretende defender los instereses nacionales de una empresa. En definitiva, proteccionismo tecnologico al estilo iu-s-ei.

    La industria del smartphone es ahora misma la mas dinamica y abierta en el sector tecnologico.

  19. MuGaR dice:

    y coca cola qué opina de esto?

  20. Deus ex Machina dice:

    Hay que ver las cosas con perspectiva. Esta guerra de patentes tiene aspectos totalmente diferentes si la batalla es en Europa o en EEUU. En este último el sistema de patentes es realmente laxo, por patentar puedes patentar cualquier chorrada. EL sistema europeo en cambio requiere una verdadera innovación, innovación que no puede ser una mejora, tiene que ser algo que previamente analizado todo resulte difícil imaginarse esa nueva invención. Así casi todos estos casos que se resuelven en Europa acaban perdiendo.

    En cuanto al sistema de patentes seguramente sea mejorable. En el mundo de la tecnonología puede que sea incluso un freno y algo que en nada beneficie al consumidor. Pero hasta ahora, ningún detractor del sistema de patentes es capaz de explicar cómo si una vez que eliminásemos las patentes la industria farmacéutica podría seguir existiendo o cómo se crearían nuevos medicamentos. Todavía espero respuesta

    • Epicureo dice:

      Para eso tendrías que encontrar a un detractor del sistema de patentes que quiera eliminar las patentes. No creo que haya muchos.

      Abundan más los detractores del sistema de patentes que consideran que tiene defectos y puede mejorarse. Entre esos defectos, en Estados Unidos especialmente, están la admisión de patentes absurdas, el enorme coste judicial, el sistema de jurado aplicado a casos altamente técnicos…

  21. JGS dice:

    En primer lugar enhorabuena por el post:

    Para continuar, una lectura que recomiendo sobre el tema:
    http://www.micheleboldrin.com/research/aim/anew.all.pdf

    Y para finalizar tres apuntes:
    * Cuestionar el sistema de propiedad intelectual, que regula el derecho de un autor de controlar las copias que se realizan de su obra, no tiene nada que ver con el derecho de un autor a que se reconozca su autoría. Son dos cosas distintas, se puede cuestionar el primer derecho y respetar el segundo.

    * el sistema de patentes no funciona porque se conceden patentes injustamente y sobretodo porque ejercitar los derechos que otorga una patente es lento, caro y de resultado incierto. En USA absurdamente caro y sólo al alcance de las grandes corporaciones. A los chicos del garage no les sirve de nada la patente porque no pueden defenderla en tribunales. Y en cuanto a la incertidumbre que mencionaba: Hay que tener en cuenta que la decisión de infracción de una patente la toma o un juez o, no sé que es peor, un jurado. Es como poner en manos de un capitán de barco un diagnóstico de cancer.

    * no he encontrado una demostración en ningún campo donde implantar el sistema de patentes haya impulsado la innovación. En la lectura de arriba puede encontrarse pruebas más bien lo contrario.

    Creo que en general el aumento en la cuota de mercado resultante de hacer las cosas mejor que los demás y llegar antes al mercado son los mejores incentivos de la innovación tecnológica.

    Así que por mi parte, creo que lo mejor para la sociedad es una jibarización gradual y controlada del sistema, estudiando sector por sector, empezando por el software (¡en ese caso demolición!) y dejando para el final los medicamentos que es el caso más complejo.

  22. […] “el gobierno de los Estados Unidos está dando una subvención a la empresa más grande del planeta” de […]

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