Política

Los mineros y la voluntad del legislador

11 Jul, 2012 - - @jorgegalindo

La parte más interesante, bajo mi punto de vista, de toda la polémica sobre el carbón no es el debate sobre si el Estado ha de mantener o no el sector, y a qué precio. Me parece relativamente fácil argumentar que, en el marco de una economía de mercado regulada, el Estado no ha de dedicarse a sostener sectores que no son rentables y que además tienen unas externalidades negativas considerables. También me parece claro que ese mismo Estado ha de garantizar una red de seguridad a aquellas personas que, a raíz de esta decisión, se vean profundamente perjudicadas. Lo que me parece más relevante es que estas personas se ven ahora perjudicadas precisamente porque durante las últimas dos décadas el mismo Estado que ahora les quita las ayudas se las ha estado dando.

La situación actual respecto al llamado Plan del Carbón, raíz de todas estas protestas, ilustra bien esta situación. Tenemos, por un lado, un requerimiento de la UE: que todas las empresas del sector que no sean sostenibles sin ayudas cierren a 1 de enero de 2019. A su vez, la Unión establece una reducción paulatina por porcentajes hasta entonces de las ayudas: de un 25% (2013) a un 75% (2017) respecto a 2011. Y además de todo esto, se exigirá a las empresas que decidan mantenerse vivas tras 2018 que devuelvan todas esas ayudas. Consistente con este hecho, el anterior Gobierno del PSOE envió a Bruselas una hoja de ruta negociada con los actores sociales del sector que planeaba un mantenimiento X de las subvenciones hasta la fecha límite acorde con los requerimientos del regulador central.

Sin embargo, al llegar el PP al poder, el nuevo Ministro de Industria planteó y plantea una modificación de esta hoja de ruta, esto es: una renegociación con los actores del Plan del Carbón. Antes de esto, en los Presupuestos de 2012 se incluyeron 187 millones de euros como ayudas al sector, que contrastan con los 303 de 2011. Este recorte del 60% es la representación de que un colectivo pasa, de manera más inesperada y brusca que lo prometido por el anterior Gobierno, a ser perjudicado en lugar de privilegiado. Pero, insisto: es perjudicado porque antes era privilegiado, es una cuestión comparativa. En esta comparación, además, media el hecho de que, por circunstancias (la crisis de deuda), el paso de «bien» a «mal» incluye un cambio de Gobierno: quien ha decidido esto es un legislador distinto al que prometió lo anterior.

Los mineros están perdiendo mucho en todo esto, o al menos así lo perciben. Por tanto, es racional que salgan a la calle a protestar. Pero la pregunta que debemos hacernos es: ¿debe un Gobierno acatar los errores de sus predecesores? ¿Hasta qué punto? La cuestión no es baladí porque sucede continuamente, y afecta a la capacidad de planificación de los actores afectados por la regulación.

La respuesta aproximada es que el Gobierno es tal, y hay cambio en él, porque hemos decidido que la democracia representativa es un buen sistema para agregar preferencias enfrentadas. Si no, tendríamos otra forma de Estado: una dictadura tecnocrática, por ejemplo, que asegurase una mayor consistencia temporal en la regulación. Pero no es así. Entonces, lo que ha de hacer el Gobierno es corregir aquello que considere un error del pasado favoreciendo que la capacidad de planificación y las expectativas de los actores afectados cambien lo mínimo posible, pero solo hasta el punto en que esto no suponga inmovilismo en el eje de igualdad (no cambio en la dualidad privilegiados/no) o una pérdida de la eficiencia agregada. Esto es: estableciendo una red de seguridad constante para evitar que nadie se caiga al vacío, y negociando las condiciones del cambio con los actores afectados. Cualquier cosa más allá de eso es pedirle a un legislador que no sea consistente con sus votantes, su ideología o su perspectiva técnica.

Y si en este país nos queremos entretener acabando con dualidades y privilegios generados por políticas y regulaciones previas, sea con un Gobierno socialista o popular, nos vamos a encontrar muchas más veces con este mismo problema. Mejor si nos vamos acostumbrando a él.

[Bola extra: si a alguien le apetece saber por qué se tiende a mantener este tipo de privilegios durante tanto tiempo, este paper de Acemoglu y Robinson ofrece una explicación de las razones políticas para la redistribución no eficiente. Gracias a Jose Fernández-Albertos por la referencia].


33 comentarios

  1. felipe dice:

    Hombre, no. Si fuera liberal, que no lo soy, te diría que tu argumentación se carga cualquier posibilidad de tener confianza en mi relación con las administraciones. Si me dices que al entrar un nuevo gobierno tiene la posibilidad de modificar las condiciones establecidas, condiciones con las que yo decido invertir o no, para hacer mi explotación minera de aquí a 6 años (sin existir ninguna corrupción en la negociación de ese acuerdo, y eso ya te lleva al ámbito jurídico, no político), me estás diciendo que no puedo planificar negocios en cualquier sector dónde el marco regulatorio sea decisivo (prácticamente en todos). Si además lo haces a mitad de año, con los presupuestos ya hechos, les metes en un problema de liquidez tremendo.
    Aplica en el ámbito de la minería, pero también en cualquier ámbito que requiere de una inversión relevante para los actores y en el que haya un acuerdo entre Administración y empresa privada: la extensión de la fibra óptica, la concesión de canales de TDT,…, ámbitos en los que se ha definido un acuerdo administración-empresa privada, y que no puedes modificar de un momento a otro por el cambio de gobierno.

  2. Jorge Galindo dice:

    Pero es que ese es el equilibrio a encontrar. Es decir: si consideramos que se ha cometido un error en un marco regulatorio, tenemos que cambiarlo. No digo que se vayan cambiando todos cada legislatura, digo que en España hay muchos que cambiar, este es uno de ellos, y a largo plazo es mejor hacerlo que no hacerlo aunque fastidie tu inversión.

    • felipe dice:

      Jorge, entonces no te estás mojando. Se cambia según y cuando, no? A las energéticas sí, a favor, a la minería también, a peor. Vale, resumiendo, es una cuestión de equilibrio de poder, si eres fuerte o de la clase del Gobierno de turno, a mejor. Si no es así, a peor. No, hombre. «Es mejor hacerlo aunque fastidie tu inversión». Ya, un marco estupendo para hacer negocios, asumir que las condiciones con las que decides si invertir o no te las pueden cambiar. Como dice alguien, la seguridad jurídica, perdida. Insisto, que no soy liberal, pero si lo fuera, sería lo primero que exigiría a un Gobierno.

      • Jorge Galindo dice:

        No, a ver. Si fueses liberal, lo primero que le exigirías a tu Gobierno, Felipe, es dejar de hacer política industrial vertical aún a coste de un cambio puntual en el marco regulatorio. Ese cambio aporta, y no quita, seguridad jurídica según la perspectiva liberal, dado que saca al Estado y todos sus supuestos incentivos perversos (siguiendo la teoría de la elección pública) del sector.

        • felipe dice:

          Bueno, no vamos a encontrarnos. Si a tu juicio, cuando ciertas empresas mineras dicen verse capaces de lograr ser rentables en 2018, cambiarles los acuerdos a mitad de año, con el presu montado, no es llevarte por delante toda su seguridad jurídica (elemento básico del mercado desde la perspectiva liberal), pues no le demos más vueltas. En mi humilde opinión, si yo tuviese que realizar una inversión relevante, entender esto como normal, me generaría mucha incertidumbre.

  3. Si nos atenemos a la rentabilidad, ¿por qué la EU sostiene la PAC (Política Agraria Común)? ¿Por qué gastamos millones en desgravaciones o subvenciones a emprendedores que luego acaban en nada? ¿Por qué se subvencionaban a las renovables? ¿Por qué se subvencionan las corridas de toros o el fútbol? ¿O los libros? ¿O el cine? Todos aquí tenemos privilegios directos o indirectos, pero esa no es la cuestión. Las subvenciones son muy necesarias en muchos caso para apoyar decisiones estratégicas como país que de otro modo serían imposibles de alcanzar y más ahora que los aranceles no existen.

    Se obvia que tras esta decisión hay, por ambas partes, una clara voluntad política de forzar la situación, como hizo Thatcher con las huelgas de mineros en los años 80 en el Reino Unido. El gobierno intuye que «ganando» a los mineros podrá aplicar reformas más duras, y los «mineros/sindicatos» saben que cediendo en esto tendrán la batalla de las futuras reformas perdida de antemano.

    De hecho, la respuesta de ayer en Madrid, dice mucho sobre esta situación. La calle lo está percibiendo de esta forma.

  4. dpcereza dice:

    Pues si hay suerte (es un casino), el tal Andelson firma ahora una bicoca, invierte, y luego el gobierno le cambia las condiciones, declara el juego de interés nacional (como el fútbol) y le fríe a impuestos. Como la administración ya me han empeorado tres veces las condiciones del contrato laboral que firmé hace cuatro años, eso de la seguridad jurídica ya sé que mucho no vale. Es una relación de fuerza y, con 24% de paro, la fuerza está donde está.

  5. Rafa Cofiño dice:

    Jorge, dos pregunta periféricas para comprender mejor la columna de opinión. Una
    sobre el tema de ayudas y cuestiones comparativas ¿cuánto es el dinero que recibes de la beca de la Comisión Europea para vivir y estudiar en La Haya? y como sociólogo y analista ¿cuándo ha sido la última vez que has estado paseando y hablando con gente de las Cuencas? Muchas gracias

    • Jorge Galindo dice:

      1. La Comisión me paga los estudios (que no son baratos, no) y me subvenciona alrededor del 40-50% de vivienda y manutención hasta septiembre de 2013. Aunque no veo por qué es relevante eso, pero bueno, ahí queda.

      2. Nunca he «paseado ni hablado» con gente de las comarcas mineras. No creo que sea necesario, para la argumentación desarrollada, ningún tipo de análisis cualitativo ni experiencia de primera mano sobre el tema: no hablo del sufrimiento de las personas ni de su posición personal, simplemente explicito un modelo de problema con el que hemos de lidiar en democracia. De hecho, podría argumentar incluso que sería contraproducente. Ejemplo: todo el contacto que he tenido, tengo y tendré con las personas (y el territorio) de las comarcas recién quemadas en Valencia me suponen una barrera emocional más que una ayuda en información para realizar análisis medianamente honestos y coherentes.

      • Rafa Cofiño dice:

        Gracias por las contestaciones Jorge. ¿De cuánto dinero anual estamos hablando finalmente?

        • Jorge Galindo dice:

          De nada. La verdad es que antes de revelar algo tan, digamos, personal como mi nivel de ingresos, me gustaría saber por qué consideras este punto relevante para entender mi artículo. Si lo comparto y veo que es importante para el resto de lectores, procederé a hacerlo.

    • García dice:

      Yo sí he hablado en numerosas ocasiones con gente de las cuencas mineras, ya que, para más inri, soy asturiano.

      Y estoy completamente de acuerdo con Jorge, así que me imagino que eso acaba con tu argumento.

      • Rafa Cofiño dice:

        Gracias por la aportación García. No se trataba de ningún argumento. Sólo eran dos preguntas para entender mejor la columna de opinión.

        • pescador dice:

          Mira, yo que tambien soy asturiano de pación, voy a hacerte preguntas impertinentes para las que sé la respuesta – o la sabía, que ya llevo 15 años fuera –
          ¿Con que edad se jubila un minero y en cuantos meses de tajo se basa su pensión?
          ¿A cuanto asciende esa pensión?
          ¿Cuales eran las condiciones indispensables para acceder al oficio de la minería en los últimos veinte años?

  6. Alex dice:

    Felipe, ahi esta el error que se ha cometido, cuando mencionas «planificar negocios en cualquier sector».

    Yo haria una clara distincion entre las ayudas para sectores en alza y sectores en declive.

    En un sector en declive que percibe ayudas, como la mineria, NO se deben «planificar negocios». Las ayudas deben ser para que los negocios que ya estan, vayan desapareciendo con el menor impacto posible en las regiones afectadas. Desde luego, que esas ayudas NO deben servir para contratar a NI UNA SOLA PERSONA MAS, sino para que los que ya estan se puedan ir jubilando poco a poco. Lo mismo deberia ser con la PAC.

    En sectores estratégicos, especialmente los tecnologicos, las ayudas son otra historia. Y paso de hablar de las subvenciones al cine que me enciendo.

    Perdon por la ortografia. Teclado extranjero.

  7. Alex dice:

    Rafa, la verdad es que es una buena idea eso de «pasear y hablar» con los afectados de un sector.

    De hecho, Rajoy deberia «pasear y hablar» con: profesores,medicos, enfermeros, funcionarios, farmaceuticos y pensionistas para conocer de cerca su situacion. Seguro que conociendo su sifrimiento , decidira subir las partidas prespuestarias para todos estos colectivos.

    Lo de cuadrar el presupuesto sera otra historia.

  8. Gulliver dice:

    De acuerdo con lo que dices. Y añadiría algo más.

    “¿debe un Gobierno acatar los errores de sus predecesores?”

    No siempre. Incluso un mismo gobierno puede rectificar sus propios errores e incumplir sus promesas si el coste de mantener la promesa es mayor que el de rectificar. Rectificar tiene un coste, no solo por los perjuicios a los mineros, sino también en términos de la mala reputación que da la impredecibilidad y de las dificultades que tienen inversores, empresas y familias para planificar cuando el gobierno primero promete una cosa y luego hace otra.

    En una situación de vacas gordas sería mejor que el gobierno cumpliese lo prometido por él o por sus predecesores, pero en la situación actual de la economía hay que mirar mucho cada euro.

    Ahora mismo el gobierno no tiene más remedio que hacer recortes en sanidad o educación. Habría que hacer la pregunta de ¿en qué sería mejor gastar cada euro adicional? ¿En educación o en subvenciones a la minería?

  9. varo dice:

    ¿y por qué no fusilarlos a todos? Saldría más barato

    Venga, no seais tímidos, que levante la mano el que acepte ahora mismito una reducción del sueldo del 65 por ciento. Es por el bien del país

    • Jorge Galindo dice:

      «Una reducción del sueldo del 65%» no es lo que se ha producido. Y aquí voluntarismo el justo. Redes de seguridad, todas.

      Yo no estoy poniendo en duda la actitud de los mineros, insisto en que me parece racional. Lo que pongo en duda es que el resto debamos hacerles caso como lo hacemos.

      • varo dice:

        Esa reducción de salario era la que proponía el amigo Victorino, supongo que sin mayor intención que menear el asunto un poco. Lo triste es que yo podría estar de acuerdo en parte con vuestra posición, pero me caéis muy mal por defenderla. Al estilo de quién puede decir «my nigger» y quién no puede (evidentemente, vosotros no podéis).

        Sensitive issues aparte, ¿en serio estáis en contra de las ayudas a la agricultura? ¿a cualquier sector estratégico? qué locos.

  10. Zhurrer dice:

    1) Cómo se puede calficar de «privilegiado» a un trabajador de un sector que está a punto d dejar de existir, al que le han mentido y que de un día para otro se queda en la calle? Esa manera de jugar con el lenguaje…

    2) Esa gente recibe ayudas, como las reciben los estudiantes, los agricultores, los artistas, la banca. Vaya, si es que resulta que hay una redistribución del capital y nos acabamos de enterar ahora.

    3) Cito: «Debe un gobierno acatar el error de sus predecesores? De nuevo jugando con el lenguaje e infiltrando de forma sibilina tu posición en un análisis pretendidamente imparcial. Por qué es un error? Ajustarse a las recomendaciones de la UE y a un plan consensuado por los actores sociales y el gobierno es un error? Vaya. Por qué no un : Debe un gobierno acatar las recomendaciones de la Comisión y lo acordado por los actores sociales? Suena diferente, no?

    Todo para concluir que básicamente al PP los problemas de los mineros se la tare ideológicamente al pairo. Gracias por la apreciación, no nos habíamos dado cuenta.

    • Jorge Galindo dice:

      1. Porque lo es: está a punto de desaparecer ahora y no hace 20 años porque lo hemos sostenido entre todos.

      2. Como los agricultores y los artistas, sí. Y también se las quitaba. Como la banca, solo relativamente, dado que en la situación actual salvar a los bancos (con posterior rendición de cuentas y búsqueda de culpables) es lo mismo que salvar al Estado y por tanto a sus ciudadanos. Como los estudiantes, ni de coña: no son un sector industrial.

      3. Pero qué pretendidamente imparcial: lee el primer párrafo, ahí afirmo ya que me parece un error la política que se ha seguido hasta ahora.

  11. McLera dice:

    Buenas y santas,

    Jorge te agradezco el tono de tu post. Es más acorde con lo que personal espero de este blog. Además os toca defender a un gobierno como este y eso es tarea dificil.

    Yo creo que a estas alturas no te sorprenderas si te digo que el actual legislador alzaba el grito al cielo por los rescortes que el PSOE proponía durante la negociación del actual Plan del Carbón, este que ellos están incumpliendo. Nada nuevo bajo el sol, decir una cosa en la oposición y hacer la contraria cuando llegas al poder.

    El Plan del Carbón fue el compromiso alcanzado para dejar de subvencionar al carbón. Ese tema ya está resulto. No sigáis insistiendo con lo de los privilegios, …. que eso no es parte de la actual discusión.

    Insisto una y otra vez. Lo que aquí se está reivindicando es la reducción del 60 % de la ayudas para el presente año, lo que llevará provablemente al cierre inmediato de la empresas del sector. Eso desestructurará provincias enteras, mucho antes de lo previsto. Y esa es la base de la revindicación.

    Me siento en la necesidad de recordar la importancia histórica que el carbón ha tenido para el sector energético del país, fuera de la referencia a los mineros como mascotas de la izquierda. Y bien merece un final restructurado como se había acordado.

    Otra cosa es que se quiera echar un pulso a la sociedad … recortar de forma traumatica, atacar y desprestigiar una clase social luchadora, …. ahí hay que reconocer que lo estáis intentando con ganas …

    Un saludo

    • Jorge Galindo dice:

      «Lo que aquí se está reivindicando es la reducción del 60 % de la ayudas para el presente año, lo que llevará provablemente al cierre inmediato de la empresas del sector. Eso desestructurará provincias enteras, mucho antes de lo previsto.» > Si las va a desestructurar igual (cosa que, la verdad, tiendo a dudar por el peso total del sector), adelante, cuanto antes, mejor. Redes de seguridad es lo que quiero del Estado, no quiero reconversiones extrañas ni apuestas dudosas por otros supuestos «sectores estratégicos» que pueden llevarnos a una situación similar en otras dos décadas.

      Respecto a las consideraciones históricas, no encuentro su relevancia.

      Y por último, reconozco que la clase de los mineros lucha por lo que consideran suyo con valor y arrojo. Simplemente no me parece que la solución que buscan sea buena ni para el resto de la sociedad ni para sus territorios y, por tanto, familias y allegados en el largo plazo.

  12. Penny dice:

    La verdad es que esta entrada está muy bien y el trabajo de Acemoglu y Robinson es para leerlo con tranquilidad

    Mencionas a José Fernández-Albertos. ¿No le podéis engañar para que escriba en politikon de vez en cuando?

    • Jorge Galindo dice:

      Gracias. Del trabajo de AR espero sacar una segunda más general cuando tenga tiempo. Y descuida, que estamos ‘capturando’ a Pepe para que nos escriba de lo que sabe (que es bastante).

  13. andresrguez dice:

    Los mineros no son más que marionetas movidas por V.A. para que le hagan el trabajo como en el 2010

    • Undry dice:

      El V.A. que menciona andresrdguez es Victorino Alonso, mafioso empresario leonés del carbón, bastante bien colocado a nivel de amistades en este gobierno y en el anterior.

  14. Miguel dice:

    El principal problema de base, es que desgraciadamente, el carbón nacional es de los peores del mundo. Es caro de extraer, es blando y contiene muchas impurezas.

    Obligar a plantas consumidoras de carbón, a utilizar un porcentaje de carbón nacional supone ineficiencias importantes derivadas de las caracteristicas de este carbón. Cualquier ingeniero de los aquí presentes puede aportar datos que corroboran lo anterior expuesto.

    La cesión de derechos de emisión a cambio, no deja de ser un maquiavélico acuerdo para incentivar el uso de nuestro carbón que ya de por sí es más contaminante que el importado.

    Y esto como va a acabar, es recolocando a los mineros en la planta de GD SBS para ensamblar el 8×8 en Asturias….. y si no al tiempo, que por aquí abajo nos acordamos de Delphi….

    Lo anterior no quita para que me solidarice con las personas afectadas y sienta que zonas de Asturias o León puedan quedar gravemente afectadas.
    Además es perfectamente normal la rabia e injusticia de trabajar en condiciones tan dificiles y firmar acuerdos que luego no se respetan.

    Pero el carbón no tiene que ser distinto a otros sectores que también están sufriendo dificultades. De lo contrario serían privilegiados solamente por cometer actos vandálicos más violentos que los demás….

    Saludos

  15. Mohorte dice:

    Este post es bien.

  16. […] Los mineros y la voluntad del legislador. Por Jorge Galindo. […]

  17. Feinmann dice:

    A mi lo que me intriga es ¿que fuerza vinculante tienen los acuerdos firmados con el gobierno de España?¿ninguna?¿o depende de la fuerza que tenga la otra parte?
    ¿vale la pena entonces firmar acuerdos con alguien que no es vinculado por lo firmado?

    No, si al final los mercados van a tener razón: no se fían del gobierno de España sencillamente porque no es de fiar, no se sabe que valor tiene su firma.

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