Son las 2:19 AM hora española. Es importante remarcarlo porque a diferencia de lo que solemos hacer en Politikon, estoy escribiendo sobre hechos que están sucediendo. Pero tras leer decenas de confusos artículos de prensa en otros tantos medios, nacionales y extranjeros, creo que vale la pena establecer un par de ideas sobre lo que parece que pasa en la cumbre europea. Esto no pretende ser un artículo explicativo, sino un breve resumen mínimamente clarificador (espero) de lo que está sucediendo.

Veo, resumiendo mucho, cuatro asuntos sobre la mesa: (1) la existencia de una unión fiscal y bancaria (que nadie se plantea de forma separada, al menos de momento), esto es, un paso de gigante en la construcción de una unión federal europea; (2) una mutualización de la deuda, sea via eurobonos o sistema similar; (3) la posibilidad de recapitalizaciones bancarias directas; (4) la elección entre política de austeridad y de crecimiento a diferentes niveles, que se subdivide en dos: (4a) crecimiento o austeridad a nivel nacional y (4b) a nivel europeo. Tenemos de un lado al club del norte (Alemania, Holanda, Finlandia, etc), que abogan por un (1) fuerte y un (4) que consistiría en crecimiento a nivel europeo y austeridad a nivel nacional. Del otro lado, Italia, España y al parecer también Francia aceptan (1), pero piden (2) y particularmente España pide (3) sin que vaya ligada a un (4) de fuerte austeridad nacional como el norte pretende.

Así que España, Italia y Francia han ‘secuestrado’ el único punto que era común a todos los países: la parte de (4) que se refería al plan de crecimiento a nivel europeo de unos 120.000 millones de euros hasta que sus condiciones se cumplan, con lo que probablemente (sobre todo Francia) estarían dispuestos a aceptar (1) y un nivel determinado de austeridad (4) a nivel nacional. Alemania quizás cedería  a uno de los dos puntos (2) o (3), pero solo bajo un alto nivel de austeridad (4) en los países del sur.

Hay que pensar, por tanto, en los cuatro puntos como no independientes entre sí: los autores condicionan unos a otros, y el sur acaba de lanzar un envite de «todo o nada», o mejor dicho, «más o menos». Y es «más o menos» porque los cuatro puntos pueden ser interpretados, creo, como una cuestión de grado, no dicotómica.

En fin, si no me equivoco, esto expone el equilibrio actual. Que, por supuesto, no es sostenible más allá de esta cumbre. Dados los costes a medio y largo plazo del resultado «menos» tanto en crecimiento económico como en, consecuentemente, voto a los partidos que están negociando, y sin haber modelado el juego formalmente, intuitivamente parece que «más» es un resultado sensiblemente más probable. Pero ni es seguro, ni sabemos cuánto «más», ni sobre todo en cuáles de los puntos mencionados: hasta qué punto el movimiento de Italia y España es un farol y Alemania así lo veo, o no, y por tanto está dispuesta a ceder. Veremos.

Actualización (9:00 AM): Si hay que hacer caso a la prensa de todo el mundo, estamos en «más» porque Alemania ha cedido en (3). Aún quedan puntos por resolver, pero aventuro que aunque se hable de recapitalización directa de la banca, es prácticamente imposible que esto venga sin condiciones en (4), así sean indirectas. Y, en todo caso, el punto fundamental es el (1), esto es, la unión fiscal, bancaria y, por extensión, política.