Ajustes fiscales & deflación & Economía

Esto hay que pagarlo: la historia de los tres cerditos y el lobo II

9 May, 2012 -

En el anterior post planteé algunos datos dónde mostraba que durante los años que precedieron a la crisis hubo un patrón bastante claro: los países del centro y el norte de Europa, como Alemania producían más de lo que gastaban y financiaban con la diferencia lo que los países de la periferia gastábamos por encima de nuestros recursos. El resultado es que nuestra Posición de Inversión Internacional Neta de los países de la periferia no dejó de deteriorarse, es decir, no dejamos de endeudarnos con el extranjero. En este post voy a intentar mostrar algo más en lo que se ha traducido esto.

El gráfico más importante para entender este problema es el de los tipos de interés reales. Los tipos de interés reales son el resultado de restar a los tipos de interés nominales la inflación y son los que los agentes toman en cuenta a la hora de endeudarse o de ahorrar. Pensad en ello: lo importante no es lo que uno le debe al banco en euros, sino lo que esos euros pueden comprar. Así, aunque el tipo de interés nominal es común en la Eurozona, el tipo de interés es significativamente distinto porque la inflación es distinta. Mirad ahora el gráfico:

En el gráfico hay dos cosas que llaman la atención. La más llamativa es la brecha considerable que hay entre Alemania (la línea azul oscuro) y el resto de países. La otra es que hay varios países, entre ellos España, que tienen varios años tipos de interés real negativos. Un tipo de interés real negativo significa que si yo te presto hoy dos manzanas, mañana tú me devuelves menos de dos manzanas. Esto es problemático porque uno puede plantearse qué tipo de inversiones productivas se están financiando con este tipo de interés.

El efecto de los tipos de interés reales, como os decía, es el de afectar el acceso al crédito y por tanto a la inversión y el consumo de los hogares y empresas. En otras palabras, en los países de la periferia era significativamente más fácil endeudarse que en Alemania, algo que es palpable si miráis el gráfico siguiente que dibuja la oferta de crédito como porcentaje del PIB

Sin embargo, el PIB, en la medida en que está compuesto en parte por el consumo privado y la inversión privada, depende negativamente de los tipos de interés (es decir, cuanto menores son los tipos de interés reales, mayor es el consumo y la inversión). Esto es algo que podéis ver en el gráfico siguiente:

Aunque la historia de Portugal es específica y merece ser contada aparte (el paper merece mucho la pena porque anticipa todo lo que ha ocurrido de 2007 en adelante), en el gráfico se ve claramente que Alemania crecía muy por debajo del sus vecinos y, como os podéis imaginar, no es una consecuencia de que su productividad fuera infinitamente menor que la nuestra. Al contrario, como todos los que hayáis estudiado algo de macro sabéis, cuando una economía crece por encima de su potencial, tiende a recalentarse y por tanto a tener un nivel de inflación mayor y lo contrario ocurre cuando crece por debajo de su potencial. Por eso, si ploteamos la evolución de la inflación en la Alemania y en la periferia, podemos apreciar esto de forma bastante clara:

¿Qué historia cuentan los gráficos anteriores? El Euro funciona de tal forma que tenemos un único tipo de interés nominal y una única política monetaria. Sin embargo, cada economía sigue un ciclo económico distinto, de forma que la política monetaria que necesita cada economía en cada momento es distinta: las economías que crecen por encima de su potencial (crecimiento alto, inflación alta) necesitan tipos de interés altos y las que crecen por debajo de su potencial (crecimiento bajo, inflación baja) lo contrario. Sin embargo, al tener un único tipo de interés nominal, la política monetaria va a ir en el mismo sentido del ciclo económico: una tasa de inflación alta produce un tipo de interés real bajo y una tasa de inflación baja un tipo de interés alto. Al mismo tipo, esto contribuye a aumentar la inflación y a reducir aún más el tipo de interés real. Esto, en parte, es lo que había detrás de los déficit por cuenta corriente de los países de la periferia y de los superávits de Alemania: en la periferia había un bucle tipos de interés reales bajos -> oferta de crédito alta -> consumo e inversión alto -> inflación alta -> tipos de interés bajos y en Alemania la contraria. El efecto es que los capitales de un sitio (Alemania) fluyen hacia la periferia creando problemas de estabilidad.

En principio, se pensó que este tipo de dinámicas tendrían efectos limitados al aumentar el endeudamiento de un país. Ahora, sin embargo, es obvio que no (este artículo de Giavazzi lo explica bastante bien).


24 comentarios

  1. heathcliff dice:

    O dicho de otra manera: que si te casas, cásate para todo, porque eso de tener los hijos con una, la casa con otra y la cuenta corriente con una tercera acaba por causar problemas de gran calibre

    🙂

    • cives dice:

      No, hay mecanismos de estabilización alternativos para controlar la inflación: la moderación salarial; la política fiscal y la regulación bancaria y ninguno debe funcionar de forma armonizado porque los ciclos funcionan de forma divergente.

      • jcsanzprat dice:

        Vamos, gobiernos serios, con politicas ajustadas a la realidad. Y mambo tambien, pos no pides na’.

  2. Pedro dice:

    El Banco Central Europeo presta a los bancos cientos de miles de millones de euros de los ciudadanos al 1%, y a continuación éstos se lo prestan a los Estados con intereses del 5 o 6%, obteniendo grandes beneficios seguros, es un rescate masivo de los bancos, a costa de los ciudadanos. Un negociazo. Nuestros Estados incrementan su déficit y su deuda, teniendo que pagar una pasta en intereses a los bancos por el dinero de sus propios ciudadanos, y teniendo para ello que reducir el gasto público en Sanidad, Educación, etc, e incrementar los impuestos.

    Otra solución, más justa, sería que el BCE prestase a los Estados directamente al 1%, y los bancos que no puedan salir de la quiebra sean intervenidos por el Estado, que tendría que hacer frente a sus pufos, pero al 1% y quedándoselos para algún día sacarles un beneficio. Ahora el beneficio se lo sacan 4 listos.

    Mienten conscientemente los que dicen que la crisis se debe al gasto y a la deuda de los Estados, es justo al revés, ha sido la crisis la que ha disparado el déficit presupuestario y la deuda del Estado, porque los ingresos de han hundido brutalmente, y aumentan los gastos. En España concretamente el gasto público, y no digamos el gasto social, ha sido siempre mucho más bajo que en el resto de Europa, y los países del centro y norte de Europa con gastos públicos más altos lo han sobrellevado mejor que los de la periferia, con gastos públicos inferiores.

    El problema es la deuda privada, generada por una peazo burbuja inmobiliaria, de la que se aprovecharon unos cuantos en la época del “España va bien”, y que ahora es insostenible, y se está produciendo un trasvase de la deuda privada de los bancos a la deuda pública de los Estados, una socialización de las pérdidas, que vamos a pagar todos, con nuestro dinero y con la destrucción de nuestro incipiente y modesto Estado del Bienestar.

    El problema es el mercado, desregulado y liberalizado, y la solución el Estado regulador que tiene que intervenir para salvar, a nuestra costa, los destrozos causados. Con nuestro dinero público sacamos las castañas del fuego a los bancos privados, esos a los que hipotecamos nuestras vidas. Mientras más desigualdad existe, menos eficaz es el mercado, y llegan las crisis. Así ocurrió en los años 20, y así ha ocurrido a partir de los 90 en el mundo.

    Y encima nos quieren hacer creer que la culpa es nuestra, de los trabajadores, los enfermos, los pensionistas, los que pagamos nuestros impuestos, los mileuristas, los hipotecados, que hemos despilfarrado los fondos públicos y hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. No es verdad, la gran mayoría hemos vivido normalmente, con un gasto público y social inferior al que nos correspondería si todos los que no tienen nómina pagaran los impuestos que les corresponderían, y lejos de los Estados de Bienestar europeos. Pero así nos meten el miedo y la culpa en el cuerpo para que traguemos con todo.

    Y a los verdaderos culpables, los excesos de los poderosos, ahora se los sigue enriqueciendo a costa del dinero de los trabajadores y de sus derechos sociales conquistados durante décadas. Son determinadas élites que se creen autosuficientes porque se sienten en condiciones de simular que pueden prescindir del Estado, hasta que lo necesitan para salvarles el culo, claro. Y que creen que el Estado no debe atender a los que difícilmente pueden acceder a un mundo competitivo. Así, sin Sanidad pública decente, ni Educación pública de calidad, ni protección social mínima, nos hacen más libres, a nosotros y a nuestros hijos. Gracias.

    • cives dice:

      Hola;

      En lo sucesivo os agradecería que hicierais comentarios más cortos, o al menos más cortos que el propio post y en un tono más sosegado. Si no cumplís con esta idea, me limitaré a borrar el comentario.

      Mi post intentaba identificar lo ocurrido y como ha ocurrido, no echarle la culpa a nadie. Solo quiero subrayar que «LOS BANCOS» no son un ente abstracto en esta historia: eran regulados por políticos a los que la gente votaba y son, en un noventa por cienta de sus depositantes así que dejarlos que quiebren es también dejar que mucha gente pierda sus ahorros a costa de que mucha gente pidió préstamos que no estaba en condiciones de pagar – y esto último es importante: los bancos prestaban a gente que les pedía préstamos, no a las nubes.

      • Pescador dice:

        «y esto último es importante: los bancos prestaban a gente que les pedía préstamos, no a las nubes.»

        Esta frase, con ser fundamentalmente correcta,¿No necesita una matización? En el caso de la especulación con el suelo, incluyendo los famosos «pases», el concepto de «gente» es demasiado amplio para definir lo que no fue más que un chanchullo entre élites.
        Es aplicación – no creo que tu la la hagas, aviso por adelantado- de la teoría del cuanto más bulto, menor claridad, metiendo aqui a los que pidieron 200.000 euros para un piso al lado de los Bañuelos de la vida, y no es eso.
        No se debería salir de esta diluyendo responsabilidades como se están diluyendo, de MAFO para abajo.

    • El Burgués dice:

      Los préstamos del BCE son a tres años. Los bonos del Estado con rentabilidades l 6 ó 7%; a diez años. Yo no veo gran negocio si tienes que refinanciar ese pasivo cada tres años.

      • Pedro dice:

        El bono español a 3 años está al 4,33%, no está mal por un dinero que te dan al 1%, y si lo refinancias en 3 años otra vez al 1%, tampoco…

    • Francisco dice:

      El BCE presta al 1% y los bancos le prestan a Alemania al 1,5%

      http://www.finanzas.com/noticias/mercados/bolsas/20120509/caida-aleman-eleva-prima-1358613.html

      El margen es de un 0,5%, no es para tirar cohetes.

      Otro tema es que a España no nos quiere dar dinero ni cristo, los bancos españoles, italianos e incluso griegos (supongo) tienen toneladas de dinero en el BCE sin rendimiento porque no se fian de que pase algo. Así que o les das 4,5 puntos de interés o pasan de España.

      No es ninguna mafia, trampa o regalo. Es que no somos de fiar.

    • claudio dice:

      Si lo desea, usted también puede comprar deuda del Estado. Incluso, puede que le paguen mejor que a los bancos (Cataluña, Valencia). ¿Se atreve? Esa diferencia del 1% al 4 es el pago por un riesgo que muchos ciudadanos no quiren correr.

  3. Pedro dice:

    Los bancos prestaban a mucha gente que no estaba en condiciones de pagar.

    Si un banco quiebra la gente no perdería sus ahorros, el Estado lo interviene y lo garantiza, vamos, igual que ahora, a costa del dinero de los ciudadanos, pero por lo menos el Estado se queda con el banco y sus activos, que una vez saneado algo valdrán. Ahora se va a sanear con dinero y encima el beneficio se lo van a seguir quedando los mismos que lo llevaron a esa situación, a nuestra costa, de nuestros impuestos, nuestras hipotecas y nuestros servicios públicos básicos.

    No es cuestión de echar la culpa por echar la culpa, sino de una salida de la crisis mínimamente justa para los ciudadanos; ya que vamos a ser los perjudicados, que encima sea por nuestra culpa, y los que sí la tienen, están siendo los beneficiados.

    Disculpa por la extensión el comentario, llevas razón.

    • PaulJBis dice:

      Hombre, si estás hablando del caso de Bankia, el Estado le va a prestar ese dinero a un 8%… No es precisamente un regalo. (Y por supuesto, si Bankia no paga, el estado se queda al final con ella).

      • Pedro dice:

        Sí, le prestamos 9.000 millones, y si no los devuelve nos quedamos con un banco valorado en 4.500 millones, un chollo vamos.

        • PaulJBis dice:

          «…pero por lo menos el Estado se queda con el banco y sus activos, que una vez saneado algo valdrán.»

          • Pedro dice:

            Efectivamente, si no lo devuelve, el Estado se lo queda igual, a costa del dinero de los ciudadanos. Tanto si se interviene directamente como si se hace lo que se está haciendo, el Estado tiene que poner una gran cantidad de dinero que sin embargo no hay para Sanidad o Educación. Y que incrementa la deuda pública que el Estado adquiere al 5 o 6%. Y como se está haciendo, el beneficio se lo seguirán llevando los mismos. Y la única posibilidad de que Bankia pueda devolverlo es depurando los miles de millones de activos inmobiliarios tóxicos, ahí seguro que al Estado le tocará poner más. Preferiría que el Estado se lo quedase directamente con dinero del BCE al 1%, y sin que el beneficio se lo leven los mismos a costa del dinero público.

          • Pedro dice:

            Última hora, el Gobierno nacionaliza Bankia, según Rajoy, antes del viernes…..

  4. Pablo dice:

    Hola, Pedro.

    Quizás ayudaría el no personificar a «los bancos» y comenzar a entender el sistema financiero como un sistema de intermediación entre aquellos agentes que quieren invertir sus ahorros o capital y aquellos otros que quieren obtener créditos con los cuales emprender un negocio o realizar una adquisición.

    Sin ese sistema de intermediación financiera que pone en contacto a financiadores con solicitantes de financiación, difícilmente tendríamos una civilización occidental tecnológica y científicamente avanzada, tal y como la conocemos hoy en día.

    Por otro lado, sobre el Estado, creo que habría que comenzar a plantearse no lo que puede o podría hacer sino PORQUÉ debería hacer y qué consecuencias tiene su actuación sobre la eficiencia del sistema que hemos construido (sí, también los ciudadanos)

    En este caso, ¿en qué ayudaría al funcionamiento y garantías del sistema el que los deudores pudieran negarse a pagar sus deudas a placer y cuando quieran, ya que el Estado simpres se las va a cubrir?

    • Pedro dice:

      Si Bankia quiebra y no puede pagar a sus acreedores, al Estado no le queda más remedio que intervenir, ojalá pudiera no hacerlo, pero no puede dejar a 10 millones de ciudadanos que tienen allí su dinero, sería un desastre que arrastraría a todo el sistema financiero y social.

      Respecto al porqué el Estado debe hacer, precisamente por una cuestión de eficiencia. Los sistemas socioeconómicos más intervencionistas del norte de Europa, tipo Suecia, Dinamarca, etc., no solo son más justos a la hora de crear oportunidades para todos sus ciudadanos, sino que son más eficaces a la hora de prevenir y afrontar las crisis y burbujas de los mercados que los sistemas con Estados débiles que regulan menos.

      • Pablo dice:

        Creo que no me he explicado bien. Lo que pregunto es porqué el Estado debería de rescatar a los ciudadanos que no han cumplido con sus compromisos de deuda.

        ¿Sería eso justo? ¿equitativo? ¿eficiente?

        Yo he perdido dinero jugando a la Bolsa… ¿porqué no le pedimos al Estado que sostenga mi situación financiera, entonces?

    • Pedro dice:

      Última hora, el Gobierno nacionaliza Bankia, según Rajoy, antes del viernes…..

  5. Hejo dice:

    @Cives:

    Tanto el primer Post como este segundo son excelentes.

    Tengo una duda acerca de la respuesta que das en tu comentario: ¿ las políticas locales deben centrarse sólo en controlar la inflación ?

    Estoy pensando en las diferencias en el crecimiento de la productividad entre países. Y sí, inflación, recalentamiento y productividades estancadas están muy relacionados. Pero controlando sólo la inflación, ¿ya sería suficiente?

    • cives dice:

      La UEM funciona de tal forma que cada país tiene ciclos económicos distintos, inflaciones distinta pero tipos de interés nominales más o menos únicos.

      Eso hace que cuando un país tiene inflación alta
      a) Pierde competitividad (así que su balanza de pagos empieza a tener deficit y empieza a endeudarse con el extranjero)
      b) El tipo de interés real es menor que el de sus vecinos con inflaciones más bajas (y eso tiene un efecto expansivo, puede crear burbujas y ayuda a hacer crecer la inflación)

      Por tanto, como controlamos la inflación de la zona euro con la política monetaria pero no podemos usarla para controlar la inflación de un país individual, hay que usar otros mecanismos; la política fiscal, la regulación bancaria, etc.

      • Hejo dice:

        Gracias por la respuesta.
        Y sí, entiendo los necesidad, dado que la política monetaria es única, de que los ciclos económicos de todos los países estén harmonizados. De lo contrario o desaprovechan oportunidades, o caen en peligro de déficits comerciales y/o burbujas.
        Mi pregunta es si el control de la inflación, mediante salarios, impuestos, políticas de gastos, regulación bancaria, etc., sería suficiente.
        O si por el contrario, elementos como las diferencias en el crecimiento de la productividad entre países, podrían – a largo plazo- provocar estos mismos problemas.
        Naturalmente, con las medidas que describes, la gravedad de los desequilibros debería ser menor. ¿Pero desaparecerían? Esta es mi duda.

  6. […] ayuden a los que se han pegado la torta, y también nos obliga a cuadrar cuentas (“esto hay que pagarlo“) a los que perdimos, incluyendo evitar que todo nuestro sistema financiero […]

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