Economía

La revolución será robotizada

26 Abr, 2012 - - @egocrata

Wired publica este mes un fascinante artículo sobre un avance tecnológico que promete dejarme obsoleto: el advenimiento de los periodistas robóticos. Una empresa de Chicago compuesta de gente que me odia profundamente ha creado un software diseñado para redactar noticias de forma automática a partir de datos y eventos concretos. Uno coloca el informe trimestral de una compañía o las estadísticas de un partido de béisbol en un lado, y el ordenador saca un artículo periodístico analizando los datos o narrando el partido como un ser humano cualquiera.

Vale, las noticias escritas por el roboperiodista no son necesariamente dignas de Hemingway, pero la parte relevante de esta noticia no es la potencial muerte de otro gremio víctima del progreso (los gurús interneteros, igual de obsoletos que las discográficas. ¿Qué se siente al ser un fabricante de velas, eh?), sino el tremendo potencial que tiene esta tecnología.

¿Recordáis a Watson, ese superordenador de IBM capaz de entender lenguaje natural y pegar palizas salvajes a seres humanos al Trivial? Entonces hablaba sobre cómo este era el primer paso para crear sistemas inteligentes realmente útiles; máquinas capaces tanto de hacer el conocimiento especializado algo increíblemente barato y accesible como para hacer tareas rutinarias pero fuera del alcance de las máquinas hasta hace muy poco. IBM está utilizando a Watson como un sistema para asesorar a médicos, un trabajo muy complejo.

El roboperiodista hace algo bastante más simple, pero que señala algo parecido: ordenadores analizando información en masa y traduciéndola a lenguaje natural. Un análisis detallado, comprensible y sin sesgos sobre cada compañía del mercado de valores, con el ordenador buscando contexto en noticias sobre la empresa. Informes personalizados de veras sobre prácticamente cualquier tema que queramos. Las compañías que produce el software están utilizándolo para elaborar informes comparados para franquicias de cadenas de restaurantes o guías de restaurantes automáticas (a base de analizar críticas por todo internet), pero no es difícil imaginar a medio plazo ordenadores buscando precedentes legales, opciones contables, analizando fondos de inversión,  leyendo cuentas públicas o repasando estadísticas de crimen. No es inteligencia artificial en el sentido estricto, ciertamente, pero es otro paso más en reducir enormemente el coste de recoger y analizar información.

Lo más importante de todo esto, sin embargo, es cómo esta clase de tecnologías pueden eliminar el coste de la mano de obra como factor significativo en muchos sectores de la economía. La «inteligencia» es cada vez más barata; cualquier tarea que pueda ser traducida a software es potencialmente automatizable, y por lo tanto puede acabar por ser robotizada. El Economist hablaba el otro día sobre cómo la digitalización en la industria está haciendo que los costes de mano de obra sean cada vez menores; de los $499 que cuesta fabricar un iPad, sólo $33 son mano de obra, una cuarta parte de este gasto sucediendo en China. La fábrica sin obreros no es una fantasía lejana.

La pregunta obvia es: ¿qué nos queda al resto? Si la industria no necesita mano de obra, los analistas son un dinosaurio, los abogados serán subsituidos por HAL 9.000 y los contables por una cafetera, no parece que la especie humana tenga mucho que hacer, aparte de programar software y cavar en las minas de sal del Complejo Alfa.

Bueno, no necesariamente. Supongo que lo mismo debían pensar los campesinos íberos cuando vieron el arado romano y descubrieron con pesar que con la mitad de mano de obra podían alimentar a toda la tribu, o los empleados de empresas de diligencias cuando vieron la primera locomotora de vapor. «Oh, cielos, no haya nada para nosotros. Al paro y la ruina para siempre. A ver cómo le cuento a mi mujer esto», supongo que se dijeron. En ambos casos, sin embargo, la gente que de repente no tenía nada que hacer se dió cuenta que ahora tenían tiempo para otras cosas. Los íberos descubrieron que podían vivir en ciudades, estudiar latín y hacerse actores, contables o fabricantes de ánforas para exportar vino a Roma. La gente de las diligencias acabó por darse cuenta que es mejor trabajar para el ferrocarril y cobrar billetes a 300 personas cada hora, que llevar a 7-8 personas en cada viaje.

El gran cuello de botella de la experiencia humana no es la falta de trabajo, sino la falta de tiempo. Los íberos dedicaban un 90% de sus horas de vida a intentar no morirse de hambre. Cada generación posterior, cada innovación tecnológica, ha permitido a la especie humana dedicar un porcentaje cada vez menor de nuestra existencia primero a cosas básicas, y después en cosas cada vez más complejas (fabricar ropa, fabricar herramientas, viajar, teatro, etcétera). Antes fabricar un automóvil requería miles de horas de dedicación repartida entre cientos de obreros. Ahora va camino de necesitar una docena de horas y dos técnicos de mantenimiento aburridos. El resto de la plantilla tiene ante sí miles de horas de tiempo libre con las que hacer lo que le plazca. Y si hay algo que la especie humana parece ser capaz de hacer bien es rellenar esas horas con proyectos, inventos raros o formas de ganar dinero evitando que otros se aburran.

No sé si en el futuro tendremos coches voladores o destructores estelares (ya tocan) pero será fascinante.  Aunque yo buscaría un trabajo que no puede ser substituido por una tostadora, por si acaso.


43 comentarios

  1. aldelgadog dice:

    Necesitamos pues, crear los empleos del futuro, porque no podemos volver al sector primario, el secundario y el terciario. Y no se me ocurre en qué, salvo la salida futurística: colonizar nuevos planetas.
    Y otra cosa: explícale a los jefes eso de que el «tiempo libre» es bueno y que la productividad no es cuestión de horas echadas en la cadena de montaje o calentando la silla de la oficina.

  2. Alvaro dice:

    Yo estoy practicando para procrastinador.

    Algún blog de escrito por ese software para añadir al Google Reader?

  3. Supuestamete, el camino primero de la industrialización y posteriormente de la robotización tendría que venir aparejado de menos horas de trabajo efectivo para los humanos y remuneraciones igual o más altas. De tal manera, que así se construiría una sociedad creativa, donde el ocio, el arte, la cultura en general, fuese el motor de la nueva civilización.

    Es bonito pensarlo, pero los modelos político-económicos persisten e insisten en viejos clichés de producción y esclavitud económica, ni siquiera el temor de una cambio climático, ya no tan hipotético, les induce a pensar en nuevos modelos.

    ¿Sería una buena solución promover debates sobre qué tipo de sociedad queremos y cómo podermos llegar a conseguirla?

    • Jesús dice:

      Hombre, si miras el sueldo y jornada promedio de un trabajador de hoy en día, y lo comparas con un campesino del siglo XVI, te aseguro que cobramos más y trabajamo menos.

      • Con más razón, no resultaría eso una buena tendencia a seguir? No hace falta irse tan lejos, antes de la primera industrialización las jornadas laborales eran bestiales.

        Sería deseable que las máquinas, ya que quitan trabajo, ofrezcan a su vez la posibilidad del ocio necesario.

        Algo parecido propuso hace tiempo Racionero, cuando empezaba a utilizarse eufemísticamente la expresión «paro estructural», nueva reducción de la jornada e incluso años sabáticos donde la población se reciclara y distribuyera en el ámbito laboral.

  4. aec dice:

    Es preciso que vuelva el neoludismo, hay que empezar a quemar fábricas y tal.

  5. Alatriste dice:

    Alvaro, ¿Cómo que practicas para procrastinar? Su práctica no es practicar; su labor no es labor; domina sin esfuerzo. En verdad el procrastinador ha comprendido el camino del Tao…

  6. Jesús dice:

    Esto no es más que la continuación progresiva y lógica de lo que viene sucediendo desde hace 200 años: los puestos de trabajo no especializados (campesinos) se sustituyen por puestos especializados (los que conducen y fabrican tractores). Simplemente, como ya quedan menos puestos no especializados, el listón va subiendo y cada vez los trabajos sustituidos son de más alto nivel.

    En realidad, aquí no se salva nadie. Es cuestión de tiempo que el software de los ordenadores lo diseñen los propios ordenadores, y de hecho a día de hoy el 60-70% del código de un programa ya se genera automáticamente, por lo que ya estamos en ello. Aquí hay hasta teorías catastrofistas, que dicen que el día que el 100% de un programa lo pueda diseñar otro programa, iniciaremos una espiral de programa que diseña una mejor versión de sí mismo, y así sucesivamente a velocidad electrónica, obteniendo finalmente sistemas tan complejos que como simples humanos no sólo no seremos capaces de entenderlos, sino que serán más inteligentes que nosotros. La singularidad, le llaman, y no se sabe si dará lugar a una sociedad utópica y maravillosa, o directamente al fin de la raza humana en plan Terminator.

    • comedido dice:

      «Es cuestión de tiempo que el software de los ordenadores lo diseñen los propios ordenadores» -> No, es un problema NP duro. Pueden generar partes de código pero no crear un código que resuelva un problema dado.

      • Francisco dice:

        Ya hay muchos entornos de desarrollo que son SW que generan SW, vale, por encima alguien tiene que decir que hace la aplicación pero eso es mucho más rápido, como el arado de los iberos, donde antes había diez programadores hay uno ahora.

        Lo que es ciencia ficción es pedirle a un SW que escriba el SW de un programa de juegos para las tres en raya,

  7. Y.G. dice:

    A mi ahora me vendría bien que enlazaseis esa ganancia de tiempo con la pregunta de por qué no basta con rebajar las horas máximas trabajadas de 40 a 30 semanales para volver a bajar la tasa de paro por debajo del 10%. Porque si no se habría hecho ya, ¿no?

    De todas formas, a corto plazo y por falta de ambición o de inversión, creo que gran parte del software que se realiza hoy en día sigue estando más pensado para trabajar para los humanos que para trabajar por los humanos.

  8. abondu dice:

    Algunos advierten sobre los peligros de que la información recibida termine siendo lo que uno quiere oír si el sistema aprende «demasiado» de nuestros gustos:

    http://elpais.com/elpais/2012/04/23/opinion/1335191144_330648.html

  9. Marc dice:

    El impacto de la robotización sobre el empleo de un país depende de como este reacciona ante esta tecnología.

    Japon es el país com más robots por habitante (¿alguien no se lo esperaba?) pero sin embargo no tiene una tasa de paro envidiable.

    Supongo que con la robotización, el futuro será no para los que producen más sino para los que sepan innovar e imaginar nuevas formas de riqueza.

  10. Alnair dice:

    Bueno, quizás sorprenda mucho, pero en el paleolítico, los cazadores-recectores trabajaban unas 3 horas diarias. Y a medida que hemos aumentado la productividad, hemos dedicado más horas al trabajo y menos al ocio.

    Mejor que lo leais de la voz de M. HARRIS (1986), Caníbales y Reyes: http://www.onepoint.es/prehistoricas/ud2/2_5.html

    Ahora preguntad a una pareja con hijos y que ambos trabajan, cuantas horas de ocio a la semana tienen.

    • Pablo dice:

      Trabajaban unas 3 horas diarias en cazar o recolectar, pero, ¿cuánto tiempo dedicaban a buscar asentamientos habitables (eran nómadas), construir herramientas, preparar vestidos o alimentos, vigilar el campamento por si se acercaba un depredador o darse de piñas con otra pandilla de homínidos por conquistar un charco de agua potable? ¿a qué llamamos «trabajo»?

      Por otro lado, ¿cuál es la esperanza de vida (sanidad, tecnología, ciencia, industria, comunicaciones, infraestructuras, etc.) de la pareja con hijos y que ambos trabajan en el año 2012 d.C. y cuál era la esperanza de vida en el paleolítico?

    • Francisco dice:

      Si, claro, yo he visto los poblados Masai que siguen siendo cazadores-recolectores (con peros) y ganaderos.

      Los hombres trabajan menos de esas tres horas, los niños la verdad es que cuidan ganado diez horas al dia, pero eso no debe ser trabajo. Las mujeres se pasan el día en tareas «del hogar» como tejer, supongo que tus paleolíticos recogerian leña, curtirian alguna piel, despiezarían algún animal.

      El mito ese de las tres horas que se dice habría que discutirlo.

  11. Alatriste dice:

    Y.G. Eso no funcionaría por varios motivos

    – si nosotros trabajamos 30 horas por x dinero y los portugueses (por mencionar a alguien) trabajan 40 por el mismo dinero, todos sus productos serán mucho más baratos que los nuestros y las empresas españolas se hundirían bajo la competencia exterior

    – Si pasamos a trabajar 30 horas pero nos rebajamos el suedo en la misma proporción, aparte de que mucha gente no podría seguir pagando su piso, etc, etc, los impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social seguirían siendo los mismos, de modo que los productos portugueses seguirían convirtiéndose en más baratos que los nuestros, aunque por menos diferencia.

    Y si me preguntas como es posible entonces que la jornada haya bajado de las 13 o 14 horas del siglo XIX a las 8 actuales, la respuesta es que hay quien puede rebajar la jornada y no arruinarse: los países de mayor productividad del mundo (por ejemplo la Gran Bretaña de 1830, o la Alemania de 1900, o los Estados Unidos de 1925) pueden rebajar la jornada, aumentar sus precios, y seguir siendo competitivos a pesar de ello.

    • Pau dice:

      ¿Y por qué la «competencia exterior» sería tan determinante? No podemos basarnos en que todos tenemos que dedicarnos a exportar al exterior, porque es materialmente imposible. Es una ecuación que tiende a cero…

      ¿Por qué no pasar de 3 turnos de 8 horas a 4 de 6? 2 horas más al día para ser consumidores de todo tipo de productos y servicios. Desde ir al cine a clases de yoga… y 1 trabajador más por cada 3. Eso sí, menos beneficios empresariales «a priori», pero seguramente más beneficio en el conjunto de la sociedad (más «redistribución natural», sin impuestos).

      Es jodidamente absurdo que casi un siglo después de que apareciera la jornada de 8 horas, todo el desarrollo industrial y tecnológico que hemos tenido no sirva para tener más tiempo libre. La ganancia productiva debería reflejarse en más tiempo, y no en más dinero.

      Seríamos más felices.

  12. Alatriste dice:

    Alnair, yo también he leído a Marvin Harris… y por eso sé que los cazadores recolectores pueden trabajar tan pocas horas porque

    – su densidad demográfica es mínima. Cuentan con un porrón de kilómetros cuadrados per capita

    – recurren al infanticidio, el asesinato y la guerra intertribal constante para mantener su número bajo (cof, yanomami, cof)

    – su nivel de vida es extremadamente bajo ¿De verdad querrías vivir trabajando poco pero viviendo como un bosquimano?

    Y menciono a los yanomami y los bosquimanos son los ejemplos de Harris, si recuerdo correctamente.

    • Alnair dice:

      Evidentemente que no perefiero la vida de un bosquimano. Simplemente cuestiono la tesis que con un mayor progreso y productividad, disminuiran las horas de trabajo.

      Esa no es la experiencia empírica en términos históricos.

      Sin duda aumentará el bienestar y la longevidad, pero quizás no el tiempo libre.

  13. JCAbal dice:

    Sólo hay que ver los cambios en cualquier departamento contable y administrativo en los últimos veinte años.
    Se necesita mucha menos gente para hacer lo mismo y ahora se hacen más cosas. Antes se dedicaba mucho tiempo a «picar» datos, ahora hay que procesarlos y analizarlos.

  14. tremere dice:

    Veo que se ha adelantado Alnair, eso de que el avance tecnologico ha traido mayor tiempo de ocio es un error garrafal, al menos si lo comparas con los cazadores-recolectores, incluyendo los que todavía quedan.

  15. PaulJBis dice:

    Por fin se trata en Politikon el que es, para mí, el que va a ser el gran desafío de todas las sociedades a medio plazo.

    Charlie Stross, un escritor de ciencia ficción inglés, ya lo mencionó en su blog hace unos meses: en unos años, gracias a la tecnología, bastará el trabajo de apenas el 5% de la población mundial para alimentar al mundo entero, y el trabajo del 10-15% para mantener todas las infraestructuras tecnológicas necesarias para que las cosas funcionen. Teniendo esto en cuenta, ideas como la de «pleno empleo» o incluso la de «tener que trabajar para ganarse la vida» (básicamente, toda la ética de trabajo calvinista) podrían quedarse obsoletas.

    ¿Suena muy perroflauta? Quizás, pero este mismo artículo contiene la prueba: primero se cerraron las industrias en todo Occidente, y se nos dijo que tendríamos que reciclarnos al sector servicios; ahora resulta que cada vez más trabajos de este sector están siendo también automatizados. Vamos hacia una sociedad que produce suficiente riqueza como para que todo el mundo pueda vivir decentemente sin tener que dar palo al agua, pero en donde sigue aún vigente la idea de que el que no trabaja no merece determinadas cosas (comer, pegarse viajes, comprarse un coche…). Roger habla de «inventos raros» e «impedir que otros se aburran»: muy bien, los que sepan venderse bien pueden convertirse en celebrities en Internet a lo Lady Gaga, pero el resto ¿de qué va a vivir?

    Por perroflauta que suene, igual ha llegado el momento de replantearse por completo la economía y la organización de la sociedad.

    • Pau dice:

      Totalmente de acuerdo.

      Pero lamentablemente, a menor cantidad de gente para producir lo mismo, mayor concentración de riqueza en menos gente.
      Al final, el dueño de la máquina es el que se queda la pasta… ¿deberíamos entonces ser todos los dueños de la máquina?

      ¿alguien dijo algo alguna vez de la propiedad de los medios de producción?

  16. PaulJBis dice:

    Se me olvidó: el enlace al post de Charlie Stross donde mencionaba este tema:

    http://www.antipope.org/charlie/blog-static/2012/01/world-building-302-psychology.html

  17. comedido dice:

    Hay un grupo de «contenidos» online bastante famoso en España que genera parte de sus noticias a partir de notas de agencia + software de generación de lenguaje. No voy a decir nombres, a ver si alguien es capaz de adivinarlo 🙂

  18. Pepe Petrol dice:

    «La pregunta obvia es: ¿qué nos queda al resto? Si la industria no necesita mano de obra, los analistas son un dinosaurio, los abogados serán subsituidos por HAL 9.000 y los contables por una cafetera, no parece que la especie humana tenga mucho que hacer, aparte de programar software y cavar en las minas de sal del Complejo Alfa.»

    A mí me habían contado que en el s.XXI iba a estar todo el día dedicándome al ocio mientras robots y computadoras se encargaban de hacer mi trabajo.

  19. nineu dice:

    El primer tractor de la ribera navarra ardio en manos de los jornaleros que temian quedarse sin trabajo. Pero bueno, eran navarros…

    La profesion del futuro espero que sea programador, pero me temo que con la perspectiva que planteas la gente de Politikon va toda al paro. Analizar datos, ja, eso lo hace la maquina…

    • shamdalam dice:

      No seremos tan bestias los navarros cuando tenemos uno de los porcentajes de desempleo más bajos de España. 😉 O igual es que hemos cambiado mucho con el tiempo.

  20. […] se me ha adelantado y acaba de publicar un artículo que menciona el reportaje del Economist sobre la llamada tercera revolución […]

  21. Maria Rosa Sogues Edo dice:

    Mas tontos seguro .Sí te dicen o hacen todo …que aburrimiento.

  22. Sanders dice:

    Algunos apuntes:

    La mayoría de la población activa carece de formación básica excepto para tareas que requieren muy poca especialización.

    De los que finalmente se especializan un gran numero son mediocres o mas malos que un polo de patata.

    No se puede sostener ninguna economía sin un cierto nivel de manufactura, salvo en condiciones muy especiales, esas condiciones no se dan en Europa.

    El día en que aparezca una maquina que «piensa» como lo hace una persona, ese día el mundo tal y como lo conocemos se ha terminado. No sera para bien, esencialmente las personas son redundantes a partir de ese momento, ocurrirá lo peor de lo peor que pueda ocurrir, a las personas claro esta.

    Quien va a emplear a un ser humano a partir de ese momento? La vida de los humanos a partir de la singularidad no vale nada.

    Gracias a dios, entre que no tenemos ni pajolera idea de como funciona el cerebro y de que gracias a los obamas/zapateros del mundo la ciencia en general esta en regresión, nada de esto va a ocurrir.

  23. Sanders dice:

    Ah y otra cosa, el código que se auto-genera con herramientas suele ser basura.

    • Francisco dice:

      Por eso necesitamos ordenadores 1.000 veces más potentes que hace 20 años para ejecutar un programa similar.

      Hace siglos que se dejo de usar código máquina y ensamblador, donde los hombres eran hombres y el código óptimo, podría admitir el C, pero la mayoría de las aplicaciones actuales se genera con herramientas que distan mucho de la optimización de código.

      • guition dice:

        ¿Has visto el código máquina que genera un compilador de C/C++ actual? Es muy raro que necesites emplear el ensamblador para hacer algo que no puedas hacer en C. Otra cosa es el código autogenerado del tipo de desarrollos visuales, el cual no deja de ser código trivial para casos de uso triviales.

        El problema sobre la optimización no es de herramientas sino humano. Programadores que desconocen cómo funciona su software a bajo nivel y cometen verdaderos atropellos desde el punto de vista de los recursos y el rendimiento. En las universidades americanas ha habido algo de polémica sobre la metodología a aplicar en los cursos iniciales.

        Luego están cosas como la metaprogramación y otras abstracciones del lenguaje donde sí ha habido mejoras significativas en la productividad y el rendimiento. El problema es que solo la élite del gremio sabe emplearlas. Por poner un ejemplo, desarrolladores que programen en C++ hay muchos pero, ¿cuántos saben emplearlo en su particular potencial? La mayoría lo usa como si programaran en Java u otro lenguaje orientado a objetos.

  24. heathcliff dice:

    El fin del trabajo, de Jeremy Riffkin, en versión revisada 🙂

  25. […] una transacción económica de algún tipo, que estoy dando algo de algún valor monetarizable. MI tiempo es valioso pero no tiene valor económico de per se. Si no curro, este no se transforma en dinero. Si a las 02:00 a.m. decido echar un kiki, dormir, […]

  26. guition dice:

    Ya puestos ha hablar del tema me gustaría que tocarais lo que tiene que ver con la política. No soy politólogo pero veo que la actual polémica tecnócratas vs. políticos tiene algo que ver. A fin de cuentas un político es un gestor que toma decisiones discrecionales. En cambio un tecnócrata suele tener un enfoque que pretende ser más científico. Si las ciencias sociales siguen evolucionando, podríamos asistir a que cada vez más decisiones fueran adoptadas por criterios técnicos y dejara menos espacio a las decisiones discrecionales de los políticos, las ideologías, etc. Eso como etapa precedente a un sistema computerizado. Hablo en el plano teórico, claro. Sin juzgar si es deseable, tendría como resistencia los propios políticos que rechazarían ser prescindibles y una población que siempre preferirá hacer caso a los que le dicen lo que quieren oír, es decir, los políticos.

    Me parece un tema interesante, ¿alguien tiene bibliografía al respecto?

  27. […] artículo de hace un par de días sobre tecnología y empleo generó un buen debate en los comentarios, con […]

  28. […] http://politikon.es/2012/04/26/la-revolucion-sera-robotizada/ Compártelo:TwitterFacebookMe gusta:Me gustaSé el primero en decir que te gusta esta post. Esta entrada fue publicada en Sin categoría y etiquetada paralasindias. Guarda el enlace permanente. […]

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