Competición electoral

Intentado explicar los resultados de Andalucía

27 Mar, 2012 - - @kanciller

Este artículo ha sido publicado en diarios regionales del grupo Vocento. Gracias a Kiko Llaneras, Cives e Ignacio Urquizu por sus comentarios

Las elecciones andaluzas han supuesto una sorpresa para la mayoría de los observadores y un fuerte batacazo para las empresas demoscópicas: El PSOE ha resistido relativamente bien en la peor coyuntura posible, el PP no ha culminado su sueño de alcanzar la mayoría absoluta e IU se ha convertido, con su importante crecimiento, en el partido clave del tablero andaluz.  La participación electoral ha caído unos 13 puntos respecto 2008, una disminución que era relativamente previsible. Dado que estas elecciones no eran concurrentes con las Elecciones Generales no se ha producido efecto de arrastre sobre el electorado, reduciendo la participación. Por otra parte, pese a que desde foros diversos se insiste repetitivamente en que la participación electoral favorece a la izquierda la evidencia dista mucho de ser tan clara. Y no solo por las presentes elecciones. Por ejemplo, el PSOE andaluz obtuvo estupendos resultados en las elecciones autonómicas de 1982 y 1990, justo las elecciones con menores tasas de participación.

Sin embargo los comportamientos previsibles se acaban aquí. Es indudable que el PSOE iba a retroceder a favor del Partido Popular, pero lo que no se esperaba era que la victoria del PP fuese por un margen tan estrecho. El PP ha ganado las elecciones en Andalucía por un punto al PSOE y sacándole apenas 40.000 votos de diferencia. ¿Cuál puede ser la razón de semejante resistencia electoral? A la espera de que las encuestas nos lo aclaren se pueden señalar algunas hipótesis. Repasando los datos a vista de pájaro, el PP ha obtenido buenos resultados en las capitales de provincia, sólo por detrás de los socialistas en Sevilla, y ha ganado ampliamente en las provincias costeras (y en Córdoba por estrecho margen). Por el contrario el PSOE se ha impuesto claramente en los municipios medios y pequeños, aguantando el tirón en las provincias de interior. Un argumento posible es que el desempleo y los efectos de la crisis sean más acusado en las capitales, donde el desgaste al gobierno socialista ha sido mayor, mientras que las bases locales del PSOE sean fuertes en el campo al haber más presencia del sector público, lo que habría amortiguado el embate popular (1).

Andalucía es una comunidad autónoma que se sitúa más a la izquierda que la media y parece que el principal flujo de votantes socialistas ha sido en esa dirección, hacia IU mucho más que hacia el PP (y marginalmente también hacia UPyD) (2). Eso sí, también han operado elementos coyunturales clave. Quizá el más importante ha sido la estrategia de José Antonio Griñan de agotar la legislatura, seguramente un acierto desde el punto de vista electoral. Al intentar compensar su propio desgaste con el del gobierno central popular ha evitado la contaminación electoral entre el castigo a Zapatero y su propio destino político, cosa que habría ocurrido de haberse celebrado en noviembre pasado. La estrategia durante esta campaña ha sido la previsible; los populares criticando el paro autonómico y la corrupción de los ERE falsos y los socialistas señalando la agenda de recortes y la reforma laboral de Mariano Rajoy. Eso sí, a tenor de estos resultados se diría que en las contiendas autonómicas, paradójicamente, la mejor estrategia es centrar los temas de campaña en el gobierno nacional.

Pese a lo anterior, creo que estos resultados electorales no hay que entenderlos como una victoria de los socialistas, que igualmente han sido muy castigados, sino como un fracaso importante de los populares andaluces. En toda su historia jamás se habían encontrado en un contexto tan favorable para ganar las elecciones: Tasa de paro desbocada, ciclo político favorable, división interna en el PSOE-A y la visibilidad de los escándalos de corrupción. El PP tendrá que reflexionar sobre por qué no ha llegado a alcanzar sus expectativas electorales pero hay dos cosas que desde luego no le han ayudado. Primero, el tic de confiar en que la estrategia de las Generales, la de no arriesgar ante su racha de victorias. Y segundo, presentar un candidato que ya había sido derrotado en las urnas en otras tres ocasiones anteriores y que acusaba cierto desgaste.

Hoy en Andalucía la llave del gobierno la tiene Izquierda Unida, que ha doblado sus escaños y apoyos electorales. Aunque el  caso Extremadura podría repetirse, dejando gobernar al partido más votado, creo que en es improbable. El PSOE tiene todos los incentivos para aceptar cualquier condición que le planteen desde esta formación – ya no tiene el gobierno central –, hay menos enemistad entre los líderes autonómicos que en el caso extremeño y el recuerdo del castigo electoral a IU por la pinza de 1994-1996 está presente. El juego político es relativamente sencillo, apostar por una posición maximalista a la izquierda para plantar cara al gobierno central. Existe la duda de si IU se integrará en la Junta o apoyará al PSOE en minoría parlamentaria. Mi intuición es que esto último es lo más probable al ser una opción menos arriesgada que asumir responsabilidades de gobierno, en especial con una coyuntura económica tan complicada y sin visos de mejora.

***

(1) Esta hipótesis se puede contrastar relativamente fácil con los datos económicos por municipio de desempleo, peso del sector público y voto al PSOE. No he podido mirarlo por falta de tiempo.

(2) Los trasvases también pueden imputarse mediante análisis ecológicos. De nuevo, me excuso por tirar de  intuiciones. Eso sí, al tanto porque el PSOE ha caído mucho más que lo que ha subido IU y el trasvase a la izquierda no ha sido tan arrollador.


16 comentarios

  1. Alnair dice:

    También hay que en las zonas rurales el PER tiene un mayor peso y había cierto miedo a que desapareciera.

    • guition dice:

      Del PER se benefician 250.000 jornaleros a lo sumo y el voto de ellos va a IU o PSOE. Antes, las conquistas de votos del PP tendrían que pasar por pueblos del interior menos latifundistas. Vamos, que serían el último reducto de la izquierda.

  2. José Pino dice:

    Buenas noches,

    Como bien dice, el PSOE no suele favorecerse de una mayor participación electoral.

    La explicación que se da a esta situación se encuentra en el hecho de que el votante del PSOE, rural, siempre va a votar. En cambio, el votante urbano del PP no siempre lo hace al darle menor importancia a estas elecciones de segundo grado.

    Es por ello, y como bien recoge en su articulo, que aun cuando la participación cae, el PSOE sale bien parado en cuanto a resultados.

    Un saludo

    • Tan Perrete dice:

      No es por nada, pero yo me esperaba la derrota del PP. Soy gallego, y los mismos insultos que reciben ahora los andaluces nos los tuvimos que comer nosotros con patatas cuando el PP arrasó justo después del Prestige. Era duro ir a Valencia, Madrid o el País Vasco y hablar con gente que había venido a limpiar, que había visto la pésima gestión de la crisis, lo que nos habían mentido, y cómo había quedado en general la clase política PPera gallega en aquellos días. Y tenían razón.

      Pero al PP hay que reconocerle que hizo una cosa: pagar, pagar y pagar. Dinero, cheques, talonarios. Se fuero a los pueblos afectados y a alguno más y empezó a repartir indemnizaciones, muy tarde y muy a rastro, pero muy bien, a todo el mundo, furtivos incluidos y a gente que no había visto una almeja en su vida.

      No conozco Andalucía como conozco Galicia, pero me da a mí que por aquí van los tiros. Y por supuesto, la paupérrima y bajísima calidad de los políticos de uno y otro bando también ha tenido mucho que ver. La gente (y los andaluces, más aún) es consciente de que necesitamos grandes estadistas para salir de esta, y lo único que ve es mediocres medianías. No hay más que ver los ejemplos todas las mañanas.

  3. Orelg dice:

    Hay un gran problema para el PP en Andalucía: Arenas Bocanegra.

  4. Alatriste dice:

    Para empezar, un inciso: IU está muy lejos de haber doblado sus apoyos electorales. En porcentaje ha subido del 7,13% al 11,34%, en votos de 317.000 a 437.000, 120.000 más y una subida más bien magra cuando el PSOE ha perdido 650.000 votantes. De ellos ni siquiera uno de cada cinco se ha pasado a IU – suponiendo que toda la subida de IU viene del PSOE, que es lo más probable – y la causa más probable en mi opinión tiene nombre: Extremadura.

    Pasando al resto, el descalabro del PSOE es importante, y creo que se equivoca quien vea una recuperación desde las generales. En Andalucía el 20N el PSOE obtuvo 1.590.000 votos y en las autonómicas consiguió menos aún, 1.523.000. La diferencia no está en que el PSOE se haya recuperado, sino en que el PP se ha estrellado también, pasando de 1.982.000 a solo 1.567.000, un derrumbe tremendo para un plazo tan breve y más en el PP, que nos tiene acostumbrados a sacar siempre aproximadamente los mismos votos.

    A mí lo que más me sorprende es que ese enorme número de votos perdidos, más de un millón entre 400.000 del PP y 650.000 del PSOE, haya decidido de forma tan abrumadora quedarse en casa. Dadas las circunstancias parece asombroso que UPyD, el Partido Andalucista y Equo hayan subido tan poco y que ninguno haya conseguido entrar en el parlamento andaluz; si no me equivoco los andalucistas hasta han logrado la machada de perder un porcentaje de votos comparable al de los dos partidos mayoritarios.

    No sé si los resultados son extrapolables al conjunto de España, pero las elecciones de Asturias sugieren que no. Y si eso es correcto, entonces es difícil evitar la conclusión de que la responsabilidad del fracaso del PP andaluz es de Javier Arenas y que el acierto de Griñán no está en haberse separado de Zapatero, porque él ha sacado menos votos, sino en haber separado a Arenas del PP nacional.

    • Tineo dice:

      Totalmente de acuerdo con tu comentario Alatriste.
      Pero el problema para el PP (más bien sus corifeos) es que Rajoy, aun sabiendo eso, “tuvo” (y quiso) que apoyar a Javier Arenas, pues fue uno de los “factótum” en su problemático congreso de Valencia. Y lo que a primera vista parece un suicidio para Rajoy simplemente es una forma de conducir su política. Ha dado, a su partido, la imagen de “soy un hombre de palabra”. Como veréis nadie en el PP le ha reprochado nada. Y, personalmente, tengo la impresión de que no le supone un contratiempo excesivo, porque ya dentro de su partido estaban empezando las peleas de gallitos. Y, que queréis que os diga, en este momento Andalucía no es una pera en dulce, por más que se diga que no está tan mal.

      • Pablo Simón dice:

        De acuerdo con el punto de que la subida de IU es bastante menor de lo que aparenta y que el PSOE, con estas lecturas triunfalistas de «cambio de ciclo» se equivoca de plano.

        La mayoría de los analistas también se centran en el número de votos perdidos respecto de las Generales por cada partido pero quiero insistir en que comparar convocatorias de diferente signo es arriesgado. Ni se movilizan los mismos ni en la misma medida. De hecho, estas andaluzas no las podemos comparar ni con 2008 (fueron concurrentes con Generales) ni con el 20N (fueron otro tipo de convocatoria). Tenemos que esperar a las encuestas.

        Todos estamos de acuerdo en que Arenas es el principal responsable de esta derrota. Supongo que esperarán a que se consume el pacto PSOE-IU para liquidarlo.

  5. Ferrim dice:

    Sólo matizar que el PP ha superado al PSOE en todas las capitales de provincia, incluida Sevilla.

    • Pablo Simón dice:

      Bueno, eso sí que lo comento cuando digo que el PP ha sacado buenos resultados en las capitales, solo quedando tras el PSOE en Sevilla. Eso sí, también comentan que el PP ha ganado por mucho pero que se ha desacelerado por la costa respecto a otros años ¿Pensáis que ha sido así?

      • Orelg dice:

        No sé, ayer (o anteayer) hablaba Ignacio Camacho en ABC de votante socialista biográfico. Puede que tenga algo que ver.

        • Alatriste dice:

          Sin haberle leído, se me ocurre preguntar dos cosas,

          – la primera, por qué aplica ese concepto solo a los socialistas, y aún peor, solo a los socialistas en Andalucía. A mí la verdad es que me huele a desprecio con tintes de racismo

          – y la segunda y más importante, que si ese hombre ha mirado siquiera los resultados, porque el PSOE ha perdido aproximadamente tantos votos como en el resto de España (de 2.310.000 en las generales de 2008 a 1.520.000 en las autonómicas de 2012), es el PP andaluz el que se ha unido a la fiesta.

      • Tineo dice:

        Si hubieran presentado a Teofila Martinez…

  6. Sobre la distribución geográfica del voto creo que hay otro factor importante. En las capitales y en general centros de población más grandes y/o más modernos se está más abierto al cambio que en los pueblos donde el voto es más estático. Todos los cambios políticos empiezan siempre en las ciudades independiente de si el movimiento es de izquierda a derecha o viceversa.

    http://pollo-sincabeza.blogspot.com/2012/03/al-pp-se-le-atraganta-andalucia.html

  7. Francisco dice:

    Yo no entiendo que se ponga el foco en el PER de las narices. El PER no es algo que exista en toda Andalucia, solo donde hay jornaleros.

    Lo que hay en Andalucia es un sector público bestial y un montón de empresas que dependen de la Junta y de llevarse bien con ella.

    En las pasadas semanas había gente en estos sitios bramando que se había acabado el cuento y que los que llevaban 30 años chupando se iban a ir al paro todos cuando llegase el PP, que se acabó el cuento.

    No le puedes meter miedo a un porcentaje tan alto de gente, la gran mayoría o son amenazados por esto o tienen amigos o familiares amenazados por este tema, aunque una mayoría brutal quiera echar al PSOE del poder porque así no van a ningún lado al final un porcentaje de potenciales abstencionistas o votantes del PP se acojonan, creen que puede llegar el apocalipsis y que las cosas ya están demasiado mal para empeorarlas.

    La ventaja del PP no fue nunca tanta, la mejor encuesta les daba ¿59 diputados?, perder cuatro (han sido más) era perderlo todo, y aún así han permitido una sub-campaña muy agresiva.

    En Andalucia el PP ha perdido porque daba miedo, simplemente. Y las ganas de ver que pasa con un cambio no han sido suficientes para tanto miedo, sumado a un voto que sigue siendo del PSOE o IU ideológicamente.

    Si van a despedir a tu mujer profesora de secundaria, aunque seas un economista consultor de KMPG y creas en el libre mercado, dudas coño, dudas. Y en la duda de ver que puede pasarte lo que le pasa a tu amigo el de Madrid vas y no votas o castigas al PSOE votando a IU.

    Todo es más simple de lo que parece.

  8. Alatriste dice:

    Me temo que no es así. Todas las explicaciones aventuradas, el PER, el clientelismo, el caracter «biográfico» de los votantes, el miedo… hasta llegar las explicaciones marca Intereconomía basadas en que los negros (perdón, los andaluces) son estúpidos y vagos, todas podrían explicar que a pesar de todo los votantes siguieran votando PSOE, o incluso que se pasaran a IU o a UPyD pero ¿En qué cabeza cabe que ese mítico jornalero del PER obtuso y vago con una mujer que trabaja en una empresa pública, etc, etc… DECIDA ABSTENERSE?

    ¿Y cómo explicar que lo mismo les pase a 400.000 votantes del PP?

    Me parece difícil evitar la conclusión de que lo que vemos en Andalucía es un desaliento generalizado, con una enorme masa de votantes que directamente desespera de que votar valga para nada. Algo muy, muy peligroso.

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