Sociedad

Aparcamientos, atascos y precios

16 Mar, 2012 - - @egocrata

Los americanos están obsesionados con el aparcamiento. Siempre que organizamos algún evento, reunión o zarandaja semejante es casi obligado colocar tras la agenda y los datos de convocatoria una pequeña nota explicando a todos los conductores ansiosos dónde podrán dejar el coche. No es del todo extraño, al fin y al cabo; Connecticut puede que sea denso para lo que se estila en la mayoría del país (324 habitantes por kilómetro cuadrado, cuartos; y bastante más denso que Alemania o Reino Unido), pero el transporte público es un desastre, así que todo el mundo va a todas partes en vehículo privado. No hace falta decir que cada vez que se menciona que el único aparcamiento cercano es de pago, siempre es recibido con un coro de quejidos y murmullos sobre por qué no buscamos un sitio mejor.

Las regulaciones sobre aparcamientos son, de lejos, una de las cosas más rematadamente incomprensibles de la política urbanística de muchas ciudades. Cada vez que alguien quiere construir algo en algún lugar de Connecticut, no importa dónde, tiene que seguir alguna extraña normativa sobre plazas mínimas por ocupante, normalmente calculando un espacio y medio por vivienda (si tiene suerte) y cerca de uno por puesto de trabajo. Esto lleva a situaciones cómicas como el hecho que mi calle, un tranquilo vial arbolado con triple deckers (casas de madera de tres plantas y de tres a seis viviendas) urbanizado a principios del siglo XX sea ahora «ilegal». Mi pequeño rincón de New Haven, un sitio la mar de agradable, no podría ser replicado dos calles más abajo, porque las casas no tienen suficiente sitio para dejar el coche.

No es de extrañar, por lo tanto, que los americanos estén tan acostumbrados a encontrar siempre un lugar donde aparcar. Cualquier barrio más o menos nuevo (digamos, post-años cincuenta) está construido bajo una normativa que exige montones de espacio vacío dedicado a aparcar el coche. Las zonas más antiguas y densas en el centro de las ciudades parecen sitios cerrados a las bestias mecánicas, por mucho que los ayuntamientos se dediquen a construir garajes de seis plantas para almacenarlas*. Aún así, cada vez que tenemos una reunión en el centro de alguna ciudad, siempre hay alguien que se dedica a perder media hora dando vueltas a ver si encuentra un sitio en la calle, ahorrándose unos preciosos dólares en busca de un parquímetro.

La cuestión central, sin embargo, es que regulaciones como estas parecen inofensivas, pero de hecho tienen un coste implícito tremendo. Uno de los libros más extrañamente fascinantes que he leído es «The High Cost of Free Parking«, de Donald Shoup, un impresionante mamotreto de más de 800 páginas dedicado única y exclusivamente a señalar como las regulaciones sobre aparcamiento gratuito son de hecho una subvención implícita a conductores, gente que vive en los suburbios y negocios fuera del centro de las ciudades. La obligatoriedad de proporcionar estacionamiento gratuito hace que utilizar el coche para ir a un determinado sitio sea más barato y cómodo. Esto atrae más conductores, que a su vez crean más necesidad de aparcamiento,  reforzando una tendencia a la aparición de este adefesio tan americano como son los centro comerciales en medio de la nada rodeados de hectáreas de asfalto. Esto sería estupendo, claro está, si el automóvil fuera un cacharro inofensivo, pero tiene el pequeño problema que genera una cantidad de externalidades negativas tremebundas, empezando por emisiones y acabando con la necesidad de necesitar toneladas de espacio.

Todo esto viene porque hoy en el NYT publican una noticia hablando sobre una ciudad que está haciendo exactamente lo contrario: San Francisco no sólo ha instalado parquímetros por todas partes, sino que además los ha equipado con un sistema de regulación automática de precios según demanda. Traducido, aparcar en la calle en el centro de San Francisco es más caro o más barato según la cantidad de gente que está buscando dónde dejar el coche; si uno va a dedicarse a pasearse por la ciudad en su cacharro de dos toneladas echando humo y haciendo ruido, pagará según el espacio que haya disponible. Tenemos un bien escaso que está siendo sobre explotado, una (a)típica tragedia de los comunes, y lo solucionamos haciendo el coste implícito (tiempo perdido dando vueltas, contaminación y demás) en explícito en forma de precios más altos o más bajos según demanda. Y por supuesto, la cosa funciona: la gente responde sorprendentemente rápido cuando ponen un precio en dólares a sus vicios personales.

En España las cosas son un poco distintas, ya que las ciudades son antiguas, densas y (con excepciones) los coches han llegado demasiado tarde como para ver regulaciones de aparcamiento demasiado estúpidas en muchas zonas (nota: si vuestro ayuntamiento tiene esta clase reglas, protestad. ). Esto no quiere decir que los conductores que insisten en coger el coche para ir al centro de Madrid o Barcelona en hora punta no estén tocando las narices al personal o creando externalidades. Cada coche adicional, aparte de emitir basura a la atmosfera, añade congestión a las calles. Su presencia cuesta tiempo a los otros conductores. La gente no acostumbra a darse cuenta que un atasco es de hecho un precio en tiempo perdido que nace de la presencia de otros. Sería deseable, por lo tanto, crear un mecanismo por el que este coste es explícito, y los conductores pueden decidir si van sumar su granito de arena al atasco o no según un precio definido en euros.

Estoy hablando, obviamente, de peajes, tasas de congestión o uno de estos mecanismos que vemos en sitios como en Londres donde coger el coche para ir al centro tiene un precio explícito. El principio es el mismo: tenemos un bien escaso (capacidad de carreteras) y un montón de gente que quiere usarlo pero que al hacerlo no paga su coste real. Si queremos que la demanda disminuya para que la circulación sea densa en vez de un atasco inaguantable, ponemos un precio en forma de peaje y listos. Es un arreglo eficaz, sencillo de implementar y que no sólo cuesta poco, sino que encima recauda dinero que puedes invertir en autobuses (ahora más útiles, sin atascos) o transporte público. Ha funcionado bien en los sitios donde se ha probado, y ha acabado siendo popular.

Es algo que tanto Madrid como Barcelona harían bien en plantearse, ciertamente. Aunque en vista de la alegre falta de imaginación de ambos consistorios, dudo que veamos algo remotamente parecido a corto plazo.


30 comentarios

  1. David dice:

    Roger,

    Discrepo en tus observaciones sobre Barcelona. El ayuntamiento lleva años reduciendo capacidad vial e implementando zonas de pago en toda la cuidad (zonas verdes). Eliminación de la vía elevada en la Ronda del Guinardo, aceras mas anchas quitando carriles, más carril bus, tranvía, semáforos en la Meridiana…

    Por cierto, al ver que hablabas de parkings, pensé que hablarías de este nuevo libro: ReThinking a Lot, The Design and Culture of Parking http://mitpress.mit.edu/catalog/item/default.asp?ttype=2&tid=12874

    David

    • Jose R. dice:

      Era la anterior administración, David, el amigo Trias ha decidido hacer el área verde gratuita, con lo cuál las externalidades negativas las seugimos comiendo todos para financiar aparcamiento gratuito para residentes.

      Por otro lado el recorte al transporte público que ha hecho Trias o la eliminación de la Zona 80 de Mas deja las cosas un poco peor.

  2. José Manuel dice:

    ¡Que les duela usar el auto! 😀

  3. Jorge García dice:

    En Milán han hecho algo parecido a Londres, con un precio de entrada a la zona central en función de lo contaminante que sea el vehículo (eléctricos gratis, viejo cacharro de gasoil una pasta) y sinceramente, funciona. El centro de la ciudad es más vivible, entra quien realmente necesita entrar y la ciudad parece mucho más bonita. Voto por hacer lo mismo en Madrid ya!

  4. M. Alonso Sierra dice:

    En relación con las tasas para acceder a los centros de las ciudades, el problema sería, claro, la más que dudosa constitucionalidad de la medida, si tenemos en cuenta que las carreteras y las calles son bienes de dominio público sobre los cuales se ejercita el derecho fundamental a la libertad de circulación (art. 19 CE) y que las autoridades no pueden adoptar medidas que directa o indirectamente obstaculicen la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre circulación de los bienes en todo el territorio español (art. 139.2 CE).

    Y si hablamos de derecho comunitario…

    • polkillas dice:

      Inconstitucional sería impedir el acceso al centro, no impedir el acceso al centro en coche.

      • Mireia dice:

        Exactamente. Nadie te impide acceder al centro sino hacerlo en un vehículo. Si aplicáramos ese principio de incosntitucionalidad sobre este caso deberíamos hacer lo mismo sobre las aceras, que podrían ser invadidas por cualquier vehículo, o permitiríamos que la gente se suba a un tanque para ir al súper.

        • M. Alonso Sierra dice:

          SI llamamos «centro» a 4 manzadas de edificios, pues vale. Ahora bien, si en vez de autoengañarnos, leemos el post de Roger y vemos la referencia a lo que se ha hecho en Londres (en el que el «centro» es un área en la que residen 136.000 personas), nos damos cuenta de que, a diferencia de lo que pasa en nuestro mundo de yupi, con la imposición de la tasa se está restringiendo un derecho fundamental.

          Como cualquier persona que tenga una mínima formación en derecho sabe (basta haber leido Lo Puto Básico sobre el tema), someter a tributo la circulación por una determinada zona es una restricción de un derecho que requiere debida justificación.

          • Adrián dice:

            Claro. Y ya nos han dejado claro nuestros gobernantes lo horriblemente difícil que es cambiar un fallo de diseño estúpido en la Constitución cuando de verdad se lo proponen, ¿verdad?

            Cuando los juristas decidís que una Constitución no puede tener fallos de diseño (un detalle: la nuestra es abundante en ellos), no hay quien os aguante. Sois como los creacionistas, pero sin el «como».

          • M. Alonso Sierra dice:

            «Cuando los juristas decidís que la Constitución no puede tener fallos de diseño»

            No sé cuando he dicho tal cosa.

          • Jose R. dice:

            Disculpe, la tasa no es a la libre circulación, sino a ir en coche por esa zona. Igual que está prohibido ir con caballo o bici en parques nacionales como Aiguestortes, se restringe el uso del vehículo en parques naturales, o se restringe el uso del vehículo privado a motor en centros de numerosas ciudades.

            Es compatible con la Constitución, el ordenamiento jurídico y los acuerdos internacionales que ha firmado el reino de España. La libre circulación no implica que esta se pueda hacer en tanque, U-boat, lanzadera espacial o en vehículos de combustión.

    • Angel dice:

      Entonces la falta de una red de transporte y vivienda gratuita que alcance todos los rincones del pais debe ser inconstitucional, porque indirectamente me están obstaculizando (parado y sin coche) irme a vivir a Barcelona, por ejemplo…

      • M. Alonso Sierra dice:

        El derecho de circulación es un derecho de libertad, no un derecho prestacional. No te estoy descubriendo nada. Está en la jurisprudencia constitucional desde hace años. Solo hace falta culturizarse un poquillo.

        • Angel dice:

          Obviamente lo que he dicho es una chorrada como un piano. Que no existan los servicios que he mencionado no implica que mi libertad de circulación se haya vulnerado. Del mismo modo me resulta muy difícil imaginar que una tasa por circular por el centro de las ciudades también la vulnere, siempre que existan otros medios de acceder a ellos (transporte publico, bicicleta, etc).

          Tu mismo has dicho en otro comentario que la restricción de ese derecho requiere debida justificación. Creo que limitar el uso de uno de los medios de transporte más ineficientes y contaminantes que existen, unidas a las circunstancias actuales (cambio climático, precio de los combustibles) son, a mi entender, buenas razones. Pero bueno, yo no soy jurista y de leyes entiendo muy poco, así que mejor que hablen los expertos.

          • M. Alonso Sierra dice:

            Mi intervención aquí no está destinada a tocar las pelotas. Solo a poner de manifiesto que lo que propone Roger requiere superar una serie de tests constitucionales relativamente estrictos para ser válida.

    • Pablo dice:

      Ya que hablamos de la Constitución Española, ¿sería tan amable de recordarme el contenido del artículo 43 de dicho texto?

      Verá, es que cuando salgo a correr por algún parque de Madrid y siento como si llevara una mochila llena de piedras atada a la espalda por el esfuerzo pulmonar que me supone, suele olvidárseme el contenido de dicho precepto.

      ¿Usted podría ayudarme?

  5. Roger Senserrich dice:

    En ese caso, las autopistas de peaje son ilegales también. Y no lo son.

  6. Cartier dice:

    Esto es algo que llevo yo reclamando desde hace tiempo. Y es algo que no entiendo en el PSM, porque oponerse a los parquímetros y al peaje en el centro no es de izquierdas (si entendemos que el ecologismo es de izquierdas y que el PSM también, que es mucho suponer)

    • Francisco dice:

      De las mil cosas que el PSM hace con el culo, su pánico a ir contra los conductores es de lo peor.

      Yo creo que si cobras por entrar al centro le das la vuelta a los resultados electorales dentro de Madrid. Pero claro, el pánico a ese voto obrero que va a currar al centro en coche…

  7. PaulJBis dice:

    No creo que sea falta de imaginación. El problema es que mucha gente tiene con su coche la misma relación que Belén Esteban con su hija. Si algún alcalde se atreviera a hacer lo de Londres en Madrid, lo lincharían.

  8. Luca Bonti dice:

    Buenas tardes
    Soy profesional de rango intermedio en una empresa española grande y trabajo en el centro de la ciudad. Entre que mi salario es bastante aceptable y que la empresa me subvenciona la mayor parte del coste del parking, cada día dejo mi BMW M5 en un parking de pago muy cómodo, justito al lado de mi oficina. Sin petulancia, entiéndanme, me lo puedo permitir.
    La chica que viene cada día a limpiar la oficina cuando yo ya me marcho, sin embargo, no puede permitirse hacer lo mismo con su Clio. vive lejos del centro y le lleva más de dos horas diarias ir y volver del trabajo.
    Si he entendido bien, se propone que el que quiera ir más cómoda y rápidamente, que lo pague. El que no, que se joda. O sea, nada nuevo.
    Pero lo que me llama la atención es que, en cuanto asoma lo eco, lo verde, el horrible «monstruo humeante», la igualdad progresista sale disparada por la ventana. Debe ser que el mito de la Rama Dorada es más fuerte que el ideal de la igualdad…

    • Angel dice:

      O tal vez a la limpiadora, además de cobrarla una tasa por entrar al centro, deberían subvencionarla el transporte publico.

    • Pablo dice:

      ¿Tener coche y vivir a una hora del centro de trabajo es obligatorio en España?

    • Jose R. dice:

      Pues mira tú en tu BMW estás jodiéndole los pulmones unas 10 veces más que la limpiadora que viene en Bus o 20 veces más que el bedel que viene en Metro. El ir en coche por la ciudad es un lujo. TÚ coche molesta al que produce menos contaminación y ocupa menos espacio, como el qeu va en el bus, puesto que tu coche genera congestión. Más allá de los problemas de salud.

  9. Miguel dice:

    En mi opinión el peaje ya existe en forma de atasco, mayor gasolina consumida, pagos en aparcamientos públicos o zona azul. Lo único que les falta es pagar un peaje por usar la carretera. Con esto lo único que se añade, es que también, aparte de penalizar el ir al centro, se penaliza el usar el centro para cruzar la ciudad.

    • Colbert dice:

      Está genial la entrada, en el libro citado creo que se menciona además que el valor de todas las parcelas destinadas a aparcamiento es superior al de todo el parque automovilístico de EEUU. El «parking gratis» es una subvención pública brutal al uso del coche.

      Además añadiría una externalidad: los coches matan, no solo por los accidentes de tráfico (2000 muertos al año) sino por la contaminación («OECD report says pollution will become biggest cause of premature death, killing an estimated 3.6 million people a year by 2050» – http://www.guardian.co.uk/environment/2012/mar/15/air-pollution-biggest-killer-water ).

      Hay que implementar cuanto antes, como dice Obama, un «all of the above»: más impuestos a la gasolina, de matriculación, de circulación, de vehículos, por aparcamiento, peaje urbano, reducción de velocidad, más transporte público, más densidad y construcción en altura, etc.

      España es de los países europeos más dependientes del petróleo, junto con -curiosamente- los otros PIGS. Y nuestro mayor vendedor es Irán. Un oil shock ahora es lo que nos faltaba para rematarnos completamente. Lo peor es que todo esto se sabe desde los años 70 y no se ha hecho nada en serio para limitar el abuso del coche y la dependencia energética del exterior.

  10. […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Aparcamientos, atascos y precios politikon.es/2012/03/16/aparcarmientos-atascos-y-precios/  por rafaperezpa hace […]

  11. jcsanzprat dice:

    Vaya un tema muy interesante….., pero veo que los comentarios se derivan hacia la discusión visceral de como me afecta directamente esto a mi ombligo, situado cerca del bolsillo como todo el mundo sabe.

    Creo que habría que hacer una distinción entre los dos temas que tratas:

    1. El diseño de nueva ciudad, o adaptación de la existente, a los estándares actuales de confort.
    2. El sistema de movilidad de la misma. En especial las relaciones centro-periferia.

    Están relacionados pero creo que se deberían estudiar por separado. No es lo mismo residir que habitar, siendo residir una experiencia ampliada del habitar. En tu post quedan un poco mezclados.

    Respecto al pto. 1 ningún Ayto. dejará que se edifique en cualquier zona de la ciudad ,incluida las históricas, un bloque de viviendas sin cumplir con los estándares mínimos que fija su normativa. p.e. el Ayto de Madrid en su PGOM las indica en el Art. 6.8.3.

    Artículo 6.8.3 Dotaciones obligatorias (N-2)
    1. Todos los edificios y locales mencionados en el artículo anterior dispondrán de las siguientes dotaciones de
    servicio obligatorias:
    a) Abastecimiento de agua potable
    b) Energía eléctrica
    c) Calefacción
    d) Agua caliente sanitaria
    e) Servicios higiénicos
    f) Saneamiento
    g) Evacuación de residuos sólidos urbanos
    h) Aparcamiento

    Como veís el aparcamiento en una dotación obligatoria. Igual que el agua caliente sanitaria. Efectivamente Roger, tu fabuloso barrio es posible que sea ilegal al igual que las corralas, que no disponían de baño dentro de la vivienda y ahora es obligatorio. Y si hay gente que piensa que las corralas eran maravillosas.

    Los Aytos. son coscientes que la mayoría de la gente no va ha renunciar al coche -no dejan de ser muy útiles… sino probad a ir al IKEA en metro/bus y os traeís una expedit completa- e intentan imponer a los promotores la solución de parte del problema. De hecho esta imposición es la más barata pues al Ayto no le cuesta nada, debe ser el promotor el que costee el aparcamiento, y como la gente lo demanda además este asume que lo debe incorporar a la oferta al igual que el ACS.

    Otro problema de los centros históricos, en los que el coche no entra, es su dificultad de regeneración. Si no hay aparcamiento para el residente, hay poca gente dispuesta a irse a vivir (haberlos hailos pero no son mayoría), los precios caen, las edificaciones se degradan, los precios caen más y al final la gente que acaba poblando los barrios históricos no son precisamente los más puedientes que puedan mantener las maravillosas fachadas en orden para que los visitantes las disfruten. Este es el caso del centro de Barcelona y del Gotic en especial. Aquí podríamos discutir cuales son las mejores soluciones. Si la Rambla del Raval es pero o mejor que otras soluciones de coexisistencia, pero todas coinciden en que prohibir el coche no es buena solución. Ya hablamos de grados. Lo mismo pasa con las ciudades jardín, tanto en Arturo Soria, Pozuelo o Sant Cougat, el coche forma parte de la oferta básica para los residentes.

    Asumiendo pues que el coche debe estar presente en la ciudad para dimamizarla y evitar que se degrade, aún renunciando a modelos históricos en los que no se pueda adaptar dicha nueva dotación. No me canso de establecer paralelismos con otras dotaciones, ¿nos imaginamos vivendas de más de 3 plantas sin ascensor? No verdad? además es ilegal. Art. 6.8.13 del PGOM

    Entonces el problema se dirige hacia ¿Cuantos coches debemos dejar ciruclar por nuestras calles?…….Y Uffff menudo tema…. soy Arquitecto Urbanista que trabajo en Madrid en un estudio internacional y tuve la suerte de estar becado en Roma, por lo tanto tengo algo de conocimiento y experiencia y puedo decir: No existe una regla universal. Hay que estudiar cada caso en particular para poder evitar la congestión sin mermar la actividad.

    Roma es un ejemplo extremo, es imposible acceder en coche al centro historico,que no es precisamente pequeño, a no ser que seas residente pero debido al precio de la vivienda y a la cantidad de edificios no destiandos a uso residencial hay muy muy pocos. Allí funciona relativamente muy bien y es un lujo ir por el centro paseando o en minibus eléctrico -porque metro no se puede hacer al querer preservar el estrato arqueologico- y se llevan los pequeños inonvenientes que esta prohibición genera como que es muy díficil hacer la compra, no hay supermercados.
    Este ejemplo trasladado a Madrid o Barcelona, con el mismo área de influencia, sería el caos, pues claro ni Mad ni Bcn tienen ni el turismo, ni la burocracia (eclesiastica incluida) de Roma.

    Sin embargo en Madrid, que es una ciudad muy accesible al tráfico rodado, ha funcionado muy bien la implantación de la zona verde, solución que colapasaría Roma.

    Una última nota sobre lo de pagar por aparcar…..de muchos comentarios y de tu post se entiende que nos JODE pagar por algo a los que no estamos acostumbrados, no por ello deja de ser una buena medida. Si aparcar era gratis, nos molesta que lo hagan de pago. Como es el caso de los Americanos. Ya vereís cuando se tenga que repagar por las recetas….jijijiji. En este caso no estoy seguro de que los Americanos prefirieran el contrario a lo que tienen, recetas gratis. Curioso ¿no?

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