Política

La violencia estructural como concepto-herramienta

8 Mar, 2012 - - @jorgegalindo

Ayer el Ministro centrado por excelencia, Gallardón, se descolgaba diciendo que existe una cierta «violencia estructural» que lleva a las mujeres a abortar. En seguida, el concepto entrecomillado llamó la atención de medios y público. Era potente, atractivo y sonaba nuevo a la vez que conocido. Así que destacó por todas partes.

Y es que Don Alberto, creo, sabía bien lo que hacía. La idea de «violencia estructural» es patrimonio de la Ciencia Política del ala, digamos, crítica. Fue Johan Galtung quien lo acuñó en los sesenta, y desde entonces diversos movimientos de liberación social, entre ellos el feminismo radical (se usa este concepto para diferenciar entre éste y el liberal) lo han hecho suyo. Y es que cuadra muy bien con las reivindicaciones de estos movimientos, es un concepto útil para el activismo. Porque el concepto inicial y puro de «violencia estructural» se refiere a aquellas situaciones en las que la «estructura social» o las instituciones provocan un perjuicio a individuos a través de impedirles el acceso a necesidades básicas, pero ha ido evolucionando hasta referirse a cualquier acción que una organización social superior ejerce sobre un grupo discriminado, o sobre un individuo, privándole de acción y/o recursos (físicos o no). Hay, por cierto, otros usos de violencia estructural dentro de la academia. Pero el que se entiende fuera de ella es este. Y es, creo, con el que jugaba Gallardón.

Si al lector le suena confuso es porque lo es. Toma una visión considerablemente estructuralista de la sociedad, en la cual los individuos están condicionados por una suerte de entes superiores («estructura») que guían sus vidas en considerable medida. De hecho, un «movimiento liberador» consiste en acabar con esa carga, o mejor dicho, cambiarla. El feminismo radical aspira a acabar con el sistema patriarcal, por ejemplo. Entre otras cosas, para que la mujer pueda decidir lo que le venga en gana respecto al embarazo y al parto.

El uso del concepto por parte de Gallardón no puede ser, por tanto, casual. Es algo demasiado específico y ligado con los movimientos que se oponen a su visión de la política sobre el aborto. ¿Qué obtiene, pues, el Ministro con estos titulares? Pues no poco. La izquierda no-PSOE es la que se levanta en armas ante la frase, y comienza a reapropiarse del concepto, utilizando por cierto frases y argumentos que vienen de cuando se discutía que las acciones del 15M fuesen o no violentas. Fue entonces cuando la idea de violencia estructural, o la violencia del sistema, tomó algo de fuerza. Esta facción se da por satisfecha con el resultado, por supuesto, considerando que han sacado los colores al Ministro.

El votante potencial conservador del PP, por su parte, es poco probable que esté familiarizado con el concepto con anterioridad. Pero es muy plausible que encaje con el discurso, tan desarrollado por los antiabortistas, de que el sesgo hacia el proabortismo de una parte de la sociedad y del Estado ejerce una presión contra las mujeres.

Y el PSOE, como siempre, se queda huérfano en este debate. No puede asumir el concepto de violencia estructural como lo hace quien está a su izquierda porque las connotaciones no encajan para nada con un discurso socialdemócrata. Obviamente, tampoco puede asumir las declaraciones de Gallardón. Esto no es relevante por sí mismo, sino que más bien muestra la incomodísima posición en la que se encuentra ahora mismo el principal partido de la oposición para sacar cualquier argumento adelante: el PP copa el centro de una manera acaparadora, y por supuesto la derecha, mientras que el resto de la izquierda le roba cualquier argumento, incluso ya en temas sociales, donde el gobierno de ZP fue mucho más sólido ante la opinión pública que en materia económica. Y, por supuesto, lo más importante: el Gobierno sigue utilizando a Gallardón como pañuelo rojo a agitar para que la atención, los titulares y los trending topics no se centren tanto en los recortes. Y así seguirá.


25 comentarios

  1. cives dice:

    Mi experiencia con este tipo de conceptos viene del marxismo analítico. Leer Free to lose de Roemer es algo que deberías hacer.

    La gracia de Roemer consiste en intentar demostrar como en un mundo dónde la gente elige cosas y no hay fallos de mercado propiamente dichos, uno puede considerar que los resultados de son negativos desde el punto de vista ético.

    Al final uno termina viendo que hay algo interesante en toda esta historia (que la gente no nace en el vacío ambiental; que la economía condiciona los incentivos sociales a los que se enfrenta la gente; etc) pero que si uno lo clarifica dentro de un modelo, la historia pierde toda su fuerza retórica porque termina diciendo que, sí, estamos condicionados por nuestro entorno, pero no, no no termina de estar claro en qué consistiría no estarlo, así que esto de hablar de «violencia», «coacción» o falta de «libertad» termina siendo apostar por alguna visión perfeccionista de lo que debe querer la gente («el hombre nuevo») en un universo alternativo.

    • La Motta dice:

      El concepto violencia estructural no anhela construcción ni alternativa alguna. Es un concepto que describe o analiza la realidad social desde una perspectiva crítica. Es un concepto encuadrado en la escuela de análisis marxista (de la que deriva, también, la corriente de economía crítica). Trivializar el análisis crítico por falta de construcción en positivo no me parece adecuado.

      Desde una perspectiva filosófica, Slavoj Zizek quizá sea el exponente más famoso de esta corriente. Mezclando perspectiva lacaniana y análisis marxista.

  2. Sergio dice:

    Curiosamente, y tenemos ya varios ejemplos en estos primeros meses de gobierno del PP, usan conceptos, frases y -si me permites- ideologia de izquierda que la asumen como propia para apropiarsela dándole completamente la vuelta.

    Esto desmonta al PSOE, que sigue paralizado. Y obliga a la izquierda no socialdemocrata a dedicar ingentes esfuerzos en demostrar que lo que dice el PP es en verdad conceptos clásicos de la izquierda, como bien has dicho, pero no tal y como se estan reinterpretando.

    Y mientras unos siguen desorientados y los otros reivindicandose a cada rato, el PP sigue disfrutando dia si dia también con una bateria constante de nuevas propuestas que chocan frontalmente con el modelo social y económico que hasta ahora disfrutábamos (o teniamos, como prefieras).

    Desde luego hablar de «violencia estructural» para volver a una legislación de los años 80 que una mayoria social consideraba desfasada (incluida la actual), si mas no resulta chocante.

    Veremos en qué queda todo, pero sinceramente avanzar retrocediendo y, especialmente, considerando que es el entorno el que decide/influye y no la propia persona, es desindividualizar a la mujer (y al hombre) y ponerlo dentro de un colectivo para, desde el gobierno, decidir por él. También es curioso que ese entorno sea, oh casualidad, mayoritariamente de hombres (el empresarial, el político, el familiar).

    Los derechos colectivos por encima de los derechos indivuales. La frontera entre unos y otros, nuevamente, quedan desvirtuados.

  3. Jorge dice:

    Me quedo con el último párrafo. Desde un tiempo a esta parte es evidente que el PP nacional está aplicando la misma táctica que el PP valenciano aplica en la Comunidad Valenciana. Ocupar todo el espacio político, desde la extrema derecha hasta el centro rozando la izquierda. Da igual que después se consecuente o no, lo ocupan y se lo hacen suyo. Desde luego, al gran pensador que ha realizado esta táctica la derecha española le tendrían que hacer un pedestal, incluso aunque lo hubiera copiado de otro país. O el PSOE espabila o se va a quedar si electorado y se va a convertir en una fuerza política poco mayoritaria.

    • JPatache dice:

      Esto es cuanto menos confuso. Un ministro de Justicia cree ver violencia estructural y ante ello actúa de la misma manera que el chiste de Gila en el que una persona ve como tres están pegando a uno y se pregunta si se mete o no se mete y termina decidiéndose a meterse y para ello se une a los tres para pegar al uno.

  4. […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos La violencia estructural como concepto-herramienta politikon.es/2012/03/08/la-violencia-estructural-como-con…  por Spain-Is-Pain hace 5 […]

  5. Hejo dice:

    El argumento de Gallardón me parece muy grave y perverso.
    ¿Violencia estructural a favor del aborto? ¿Donde? ¿En la legislación? ¿En la publicidad en televisión? ¿En los periódicos?¿En determinados modelos de familia?¿En ciertas asociaciones?
    El argumento, por ser tan etéreo, es la excusa perfecta para lanzar una campaña en contra de la libertad de elección en la interrupción de los embarazos. A saber, todo el que se manifieste a favor del aborto podrá ser inmediatamente tildado de violento estructural por el grupo pro-vida de turno. Y el deber del gobierno, será ejecutar políticas compensatorias para acabar con tan grave violencia estructural. Es decir, campañas institucionales pro-vida y poner palos en las ruedas a quien quiera abortar, no sea que lo haga por ser víctima de tanta violencia estructural.

    Una distorsión del lenguaje y una subversión de la lógica en toda la regla.

  6. Manu dice:

    Vaya por delante que no me gusta Gallardón y que tiendo a posiciones radicales, de raíz. Es decir, intento atender a lo que es mi percepción de la naturaleza y de los fines de los seres humanos. Rorty no hace mucha carrera conmigo.

    Esto quiere decir que cuando me planteo hoy día una disyuntiva o debate social comienzo preguntándome ¿Para quién?.

    En educación, por ejemplo, esto me exige tener un «prototipo», un modelo previo de niño o de joven con unos atributos y unos fines en su vida.

    Una vez definidos estos fines me resulta más sencillo determinar si un proceso educativo determinado le pondrá o no en el camino del éxito personal y vital.
    Por eso el planteamiento inicial de Rawls me parece un timo de baja calidad. El arquetipo de ser humano, –infrahumano realmente–, que usa en su célebre escenario original contractualista.

    Dicho lo cual, Gallardon es bastante más largo que su entorno y éste incluye a la populista y chabacana línea PSOE desde mucho antes de Zapatero. Realmente es la marca de la casa FG y el Guerra. Por lo tanto la conclusión de Jorge Galindo en su entrada me parece acertada.
    No hay respuesta posible que no sea la exaltada y tampoco racional de la izquierda chabacana que estaba detrás de gran parte del 15M para impedir que la marea de Indignados existentes se pusiese en pie de insurrección con una organización sensata.

    Sobre el asunto concreto de esta ley del aborto no voy a comentar más que decir que el PSOE ni se aproxima a entender el efecto que la ley ha tenido en la deserción de votantes que en Ferraz parecen atribuir al paro. En mi círculo, que no es pequeño, esta ley (y la rendición fascinada a Etasuna de Eguiguren y Zapatero) es responsable de más pérdida de voto que la propia crisis.

    Hay sobrados indicios de ello. El voto donostiarra en las últimas municipales (una ciudad entregada a etasuna desde un alcalde PSE consolidado –Elorza– poco paro, bastante funcionario y mucho jubilado) les ha supuesto pasar de unos 29,000 votos a menos de 19,000 y siguen bajando.

    Lo grave de dicha ley (y de alguna otra) es que se ha notado la pretensión hegeliana de que sea el Estado quien dicte sus propias normas morales.
    Rorty debe, efectivamente, estar riéndose porque a cuenta de esta ley hasta la biología han tratado de redefinir pasando el embrión humano a ser el único del universo que no es un ser vivo de su especie. Esto, dicho por ministros escasamente ejemplares, fue una gota de vitriolo que cortó el vínculo emocional con muchos votantes.

    Saludos

    • Epicureo dice:

      O sea, que muchos votantes del PSOE lo han abandonado porque piensan que un huevo es lo mismo que una gallina. Vaya…

      Lo que dice Gallardón es otro ejemplo de cómo la derecha ha adoptado la máxima orwelliana: «La guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la esperanza es la fuerza». Por lo tanto, dejar elegir a las mujeres es obligarlas a abortar.

  7. Alatriste dice:

    Más que flojo, el argumento de Gallardón es hipocresía destilada. Si un malvado empresario presiona a la mujer embarazada para que aborte (ejemplo que ha suministrado él mismo, creo) resulta que el estado no debe dificultar la presión, sino el aborto. Vamos, que no debe proceder contra el empresario que presiona, sino contra la mujer presionada… y que si la presión es tan fuerte y el aborto está prohibido tendrá que recurrir a un aborto ilegal.

    ¿No es precioso?

    • Manu dice:

      Gallardón lleva tanto tiempo entre dos aguas que no se atreve a decir lo que piensa y se ha sacado de la manga el argumento del empresario. Algo que precisamente ha agravado de modo extraordinario la situación de descalabro económico creada por el PSOE y remachada por la Reforma para facilitar el Despido del PP.

      La ley del aborto es demencial por numerosos motivos y sin recurrir a argumentos religiosos. Simplemente de honestidad personal y de confianza social.

      La confianza social es la cola fundamental de la prosperidad económica, sin ella se cae por su base cualquier argumento de solidaridad, respeto y defensa de la vida o las relaciones intergeneracionales.

      Por ejemplo, esta generación lleva entre sus «achievements», sus grandes realizaciones, el tener la más baja tasa de reproducción de occidente (es decir, decrecemos) y además se está subvencionando la muerte del 22% de los nacidos vivos cada año. Las dimensiones son apocalípticas.

      El mismo gobierno que esto ha potenciado al límite ha comenzado a retrasar jubilaciones porque «no hay niños, oiga».

      Pero es que, además, vamos a tener que reclamar solidaridad intergeneracional con levas de seres que van a ser conscientes de que hemos liquidado a uno de cada cuatro de ellos.

      ¿Qué tal pinta?

      • Epicureo dice:

        ¿Subvencionar la muerte de alguien que ha nacido vivo? ¿Seres que son conscientes de que los han liquidado?

        La manera de distorsionar el lenguaje que tiene la derecha lleva a unos disparates tales que sería de risa, si no se tratara de abolir las pocas libertades que tenemos.

        • Manu dice:

          A ver, Epicúreo, deja de hacer honor a tu apodo y vuelve a leer porque ahora mismo creo que no has leído correctamente lo que dice mi post.

          120,000 abortos al año es….. el 22% de los nacidos en España en 2010, por ejemplo. Es decir, cerca de la cuarta parte o un quinto de los que podrían haber nacido si no los hubiésemos despedazado sin anestesia según procedimiento quirúrgico habitual.

          Y por ende me llamas derecha. No es que me importe, pero, hombre, ¿no te das cuenta de en qué lugar vuelves a dejar a la izquierda?

          ¿Crees que los jóvenes no se dan cuenta de que «aquí falta gente»?.
          «¿Qué han hecho con nuestros hermanos?»
          ¿Habrán sido capaces?
          ¿Y ahora quieren que les paguemos la jubilación?
          ¿Pero, cómo, si nos faltan manos y se han gastado todo, se han cargado a parte de nosotros y además nos dejan una pila de deudas?

          Habla con ellos con el corazón en la mano y verás que susto te llevas.

          PD. Esto no es un asunto religioso. Es civil.

          • Epicureo, no ayuda a tu argumentación el hecho de que ante razonamientos más o menos discutibles de Manu tu linea de defensa sea exclusivamente apelar a la malvada derecha.

          • Epicureo dice:

            ¿Estás diciendo que se debe prohibir el aborto sólo para para aumentar la natalidad en un 18 % (es lo que sale si sabes matemáticas)?

            Creo que hay mejores maneras de hacerlo sin necesidad de obligar a la gente a tener más hijos de los que desea. Y de todas maneras el mundo está muy superpoblado.

            Y perdón por decir que eres de derechas. Lo que ocurre es que los argumentos que utilizas (que los huevos son gallinas y lo que no está prohibido es obligatorio) estoy acostumbrado a oírselos a gente de derechas.

            Pero claro está: sea de derechas o de izquierdas, el que retuerce el lenguaje y la lógica, haciendo que las palabras signifiquen lo contrario de lo que significan, para atentar contra los derechos de la gente, es un aspirante a tirano. Lo hicieron en su tiempo los marxistas, lo hacen habitualmente los «provida» y los antigays, lo ha hecho ahora Gallardón, y también Manu lo hace. Hay que leer más a Orwell.

  8. Hejo dice:

    @ Manu:

    O.K., de acuerdo. El aborto es un problema muy grave. Si se redujera o prohibiese, seguro que la economía de España iría mejor. Razónalo y arguméntalo por favor.
    El análisis deberá considerar los efectos «secundarios» de prohibir el aborto. Empezando por el destino que puede tener la madre, y el que puede tener la criatura.

    Agradecería que tus razonamientos explicaran por qué en los países nórdicos las tasas de natalidad son más altas que en España y sus economías funcionan mejor, siendo el aborto legal por más causas y con plazos más largos que en España.

    • Epicureo dice:

      No es una línea de argumentación muy prometedora, Hejo.

      Todos sabemos que para que la economía vaya realmente bien lo mejor es una dictadura en la que los trabajadores no tengan ningún derecho. Ahí está China. Pero no considero que eso sea razón suficiente para implantarla aquí.

      Además, Manu ha dicho que es radical en cuestiones morales y no le veo rebajándose a razonamientos economicistas y utilitarios.

      • Manu dice:

        Radical proviene de raíz, radio, unión con un origen o centro. Su opuesto sería etéreo, inane, sin motivación fundada, relativo, accidental, oportunista, etc.

        En el asunto del aborto de esta ley de Zapatero, creo que pasamos demasiado deprisa por encima de lo fundamental para centrarnos en lo accesorio. Es decir, se pretende que el polvo irresponsable sea un derecho humano superior a la vida y que la comunidad tiene la obligación de remediar a cualquier coste sus efectos. Esto no se sostiene.
        Creo que no y que una sociedad que esto practica está ejerciendo violencia y coacción grave al menos sobre los contribuyentes que discrepan.
        Seguramente es un asunto que ya no se enseña pero la legitimidad política democrática nunca puede provenir de la coacción. Todos los regímenes que se han basado en ella se han ido por la alcantarilla sin muchas veces entender por qué lo hacían.
        Lectura: Pocock y Guglielmo Ferrero ambos con excelentes prólogos de un catedrático español de derecho constitucional. Eloy García.
        En el aspecto económico no debemos pasar por encima del argumento de la solidaridad intergeneracional y la confianza social. Son numerosísimos los tratadistas que al hablar de la pujanza vital de las sociedades nos hablan del «factor dinástico» como elemento motor o la «confianza social» (Fukuyama: «Trust») como impulsores poderosos cuando están presentes en el tejido social y coste tenebroso y destructivo cuando no existen.
        Esta ley causa un daño profundo en ambas esferas porque además pretende (tercer aspecto) sancionar moralmente algo que culturalmente es un crimen innegable. Un crimen que reconoce inmediatamente cualquier ser humano que con un mínimo de sensibilidad lo presencie en vivo y en directo. Hegel, pagado para ello por Federico de Prusia (documento real que existe), dedica su vida docente en Prusia a intentar borrar la huella moral de Kant y de Schleiermacher potenciando el «estado poder absoluto» (monárquico o democrático) con capacidad para dictar normas morales. Zapatero, apoyado en la fundación al efecto protegida por Peces Barbas y financiada por el dinero de todos han trabajado perseveradamente para tal proyecto inicuo y esta ley, y otras, son el producto que tiende a establecer al estado como fuente de moral.
        Por ello llegamos a la inaudita situación de tener en el código penal el daño al huevo del buitre y retirar de dicho código cualquier protección a 120,000 seres humanos al año.
        Seres humanos que, además, son persona jurídica: con derechos explícitos (herencia, por ejemplo) en nuestro ordenamiento.

        El grito postrimero de Freddie Mercury, «I want it all and I want it now!!!!» es una perfecta metáfora de este tipo de gobernante y de votante.
        Pero todos sabemos de dónde proviene y a dónde lleva. Bueno, lleva, realmente a donde ya estamos.
        Saludos

        • Epicureo dice:

          Manu, la libertad para vivir de acuerdo con tu ética personal nunca puede ser una coacción. Nunca. Lo que sí es una coacción es imponer tu ética y tus conceptos a los que no comparten tus creencias. Ya sabes, la inquisición y todo eso.

          La ley no obliga a abortar a nadie, repítelo cien veces y quizá lo entiendas.

          Si no consideramos al estado como fuente de moral, en lo cual parece que estamos de acuerdo, no se puede prohibir algo sobre lo cual no existe un consenso social (y es dudoso que tenga que prohibir necesariamente aquello sobre lo que sí hay consenso). No hay ningún consenso sobre si un feto en el primer trimestre ha de considerarse un ser humano a efectos legales. De hecho, la opinión mayoritaria es que no.

          No lo considera así la ley civil, estás mal informado. Los fetos no heredan. Sólo cuando alcanzan la condición de nacido vivo (sobrevive 24 horas al parto) se hace efectivo el derecho. Antes, sólo son potencialmente personas, y el reparto de la herencia queda suspendido hasta ver si nacen o no.

          Los únicos que pueden ver la tolerancia como una coacción son los intolerantes que, en el fondo, envidian a aquellos que disfrutan de aquello que su creencia prohíbe. Supongo que debe de doler ser musulman y ver a la gente irse de copas, o ser católico y ver que los demás gozan tranquilamente del «polvo irresponsable». Bueno, también nos duele eso a los feos, pero no soñamos con prohibir a la gente guapa que salga a ligar.

  9. Manu dice:

    Buenos días:

    El infanticidio era en Roma un acto legal y fue impune hasta bien entrado el siglo IV.

    Durante 200 años el senado debatió el asunto con idénticos argumentos a los usados por el PSOE para defender la libertad de homicidio al ser humano nonato. Básicamente el de… «Es mío, es mi vida, la de mi casa y familia y hago lo que quiero y además me lo tenéis que pagar todos».

    Unos 4000 años antes, la vida de los hijos era ofrecida al dios vigente en Oriente medio. Hace escasamente cinco siglos aún, en el altiplano de Mexico, se practicaba la muerte ritual a mansalva y en nuestra época se recurre al aborto por comodidad buscando la misma cobertura de lo pretendidamente consuetudinario. Es decir, de la costumbre que formaría parte del entorno social.

    La humanidad a duras penas avanza y uno de los modos más nobles y plenos de hacerlo es aumentando los grados de respeto y protección a la vida. Incluyo en este proceso de crecimiento a otras vidas que la humana.

    Cómo la izquierda, un conglomerado de ideas que nacen de la compasión y el respeto al indefenso, ha podido caer en esta embriaguez obsesiva con la muerte sería algo a estudiar porque tiene rasgos ominosos.

    Por otra parte, repito, no veo que la naturaleza embrionaria del huevo de Buitre haya sido suficiente para evitar la entrada en el código penal vigente del daño a sus huevos.
    Cómo se puede pasar de esto –y por la misma ideología– a excluir de dicho código al ser humano nonato se me escapa.
    ¿Cómo se lo explican más allá del….»Nos viene electoralmente bien. Suma votos»?

    Es indiscutible (Señoras Aido y Pajín, no obstante) la naturaleza humana del nonato porque el proceso de transmisión de vida, biológicamente, se produce en la fecundación.
    Aquí han tratado de alterar de modo ramplón y por evidente conveniencia todos los textos mundiales de biología.
    La especie humana sería así la única excepción a la definición de vida individualizada y distinta que aplica al resto de especies sexuadas con código genético diferenciado.

    El intentar obviar este hecho única y exclusivamente para el ser humano es indicio de que los promotores de estas leyes saben que la sociedad sabe que lo que sucede es un crimen moral universal.

    Es decir lo que Kant llamaba la violación de un imperativo categórico universal: un acto que cualquier ser humano capaz de raciocinio y de criterio moral libre coincide en su carácter negativo.
    ¿Por qué? Pues precisamente porque su universalización conduciría a un mal objetivo irreparable para la especie y la sociedad. Como la mentira, o el robo.

    En lo referente al Código Civil (el que yo estudié al menos) es evidente que el nonato es persona jurídica protegida: No sólo por su calidad de heredero latente –si llega sobrevivir el parto– sino por ser portador de un bien social, la vida. Su vida lo está con sentencia Constitucional por si hiciera falta aunque este tribunal nos tiene acostumbrados a su levedad jurídica y politización extrema.

    Se me había olvidado decir que en este contexto soy favorable a dos supuestos de aborto que estaban contenidos en la ley que se presentó a FG y que luego éste desvirtuó con sus trampas y chapuzas habituales (la introducción del certificado de daño psíquico que encubre de modo fraudulento su necesidad real que era la compra de un voto pretendidamente «progre»)

    Estos supuestos son.

    1. Daño grave y cierto a la vida de la madre. Esto entra dentro de un acto de defensa de la propia vida y es por tanto un derecho universal de la madre.
    2. Casos inviables o incompatibles con la vida. Un caso extremo de eugenesia que representa una situación límite donde las haya y lo que tenemos es una inexigible decisión moral.

    Estos dos casos son menos del 1% de los abortos practicados. Del primer tipo hace tiempo que no se registran por avances médicos y no hay un solo caso documentado de violación que también incluyo en el daño a la vida de la madre.

    Por último de ¿no conoces a ningún votante PSOE de los de toda la vida que haya retirado su voto por esta ley? Yo conozco unos cuantos. No uno ni dos.

    En lo que sí estoy muy de acuerdo contigo es que ya va siendo hora de que hagan algo por nosotros: los feos. Porque no hay injusticia mayor que verse excluido de las pasarelas y somos muchos. Mucho voto, quiero decir.
    Bueno, me voy al monte con los perros.

    Un saludo y buenos días

    • Epicureo dice:

      Si fuera cierto que el aborto es inaceptable para toda la sociedad, no se producirían más de 100.000 abortos en España. Por lo tanto, te equivocas en eso.

      Ni Aído ni Pajín han inventado nada con esta ley. Se han limitado a hacer algo similar a lo que existe en los demás países civilizados, de derechas o de izquierdas. De paso, eliminan el coladero de la «salud psíquica de la madre», origen de incontables abusos y espantosos abortos tardíos (los pro-vida deberíais reconocer esta mejora, al menos).

      Yo, personalmente, estoy casi tan en contra del aborto como tú, también lo considero un mal (aunque no equiparable al homicidio, al menos en los primeros meses), y, si estuviera esperando un hijo, sólo consideraría abortarlo en exactamente esos dos supuestos (y el primero no se da casi nunca). La diferencia es que yo no pretendo imponer mis ideas a los demás.

      Lo último: De verdad, no conozco ningún votante del PSOE que haya cambiado su voto por la ley del aborto. Pero sí conozco a muchos, incluyéndome a mí, que votaron al PSOE en las elecciones de 2008 y no lo habrían hecho si no hubieran visto a la plana mayor del PP manifestándose con los obispos para hacer que la ley civil sea un reflejo del Catecismo. Yo quiero que España se parezca a Holanda, no a Irán.

      • Manu dice:

        Veo, apreciado Epicúreo, que propendes a atribuirme afirmaciones que no me corresponden.
        Te lo agradezco pero nunca he dicho que el aborto sea inaceptable para «toda» la sociedad. Hay una parte de ella que lo usa y otra que vive de él. Hay otra parte que del aborto obtiene un dividendo psicológico al herir los principios de otros.
        Una especie de síndrome edípico que también es electoralmente rentable.
        Como bien dices es imposible. Entre otras cosas porque en ese caso nadie recibiría un voto.

        En cualquier caso me complacen los puntos de encuentro aunque yo no acepto que se me imponga el pago de cosas que entiendo son crímenes morales y este, para muchísima gente, lo es. Por ello se objeta y por ello intentan impedir la objección de conciencia. La conciencia es esa última defensa del hombre libre que pretenden arrebatarnos los totalitarios.

        Saludos.

        • Epicureo dice:

          Has escrito literalmente: «la sociedad sabe que lo que sucede es un crimen moral universal». Luego no te atribuyo nada que no hayas escrito.

          Es imposible «herir los principios» de nadie. Los principios no sienten ni padecen. Los que pueden sentirse heridos son las personas tan intolerantes que sufren cuando otros no viven según sus principios. Y lo siento, pero si es necesario que estos sufran un poco para que la sociedad sea más libre, que así sea.

          Estoy de acuerdo con la objeción de conciencia (siempre y cuando no se admitan presiones para que la gente objete). Pero claro, si admites que la gente debe obrar según su conciencia, tienes que admitirlo para todos, también para la gente que quiera abortar. Y no prohibírselo por ley (o por el precio), como quieren los totalitarios.

          • Manu dice:

            Tampoco estoy de acuerdo, Epicuro. Usas la renombrada técnica de sofista ateniense (los más escurridizos) para disfrutar del falso placer de la victoria retórica.

            Te recuerdo que el Imperativo categorico kantiano requiere la concurrencia de un individuo racional, desapasionado y moralmente sólido. Son ellos los que –en uso de sus facultades y libres del contagio de la pasión egoista o el interés malsano de lo antisocial– dan caracter univeral a tales imperativos.

            Es evidente que si en este proceso introduces seres que no cumplen lo que precede porque anteponen su egoísmo personal a la consideración serena del caso estás falseando el debate.

            En otras palabras: El proceso democrático numérico sólo te garantiza que si pones en el mismo cuarto a tres personas con intereses antagónicos al del cuarto lo que te garantiza es que el cuatro en cuestión (el feto, por ejemplo) se puede dar por jodido. Desde este ángulo es inevitable caer en el relativismo moral.

            Kant hablaba de otra cosa y por eso el Poder Totalitario nunca tuvo interés real en difundirlo prefiriendo decir a Hegel lo que debía enseñar.

            Hay un libro que te hará disfrutar enormemente y que desarrollará al límite tus capacidades de gran Sofista sin que pierdas de vista que el Areté existe, es alcanzable y ennoblece al individuo y a la sociedad.

            «Paideia: los ideales de la cultura griega». 1933. Werner Jaeger. Fondo de Cultura Económica.

            Un cordial saludo

  10. Epicureo dice:

    Gracias, aunque el arte del sofista (acumular argumentos en defensa de su tesis, aunque sean incoherentes entre sí) lo dominas mejor que yo. Veo que ahora toca el argumento de autoridad.

    Si hubiera algún individuo racional y desapasionado, por lógica debe darle exactamente igual lo que les pase a los demás y lo que le pase a él mismo. O sea, sería estoico y no kantiano. Además de psicópata.

    El Areté tampoco nos sirve de mucho, ya que según Aristóteles sólo está al alcance de los que tienen tierras y esclavos suficientes para vivir sin trabajar. No es mi caso.

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