La salida de la crisis en Europa será la historia de políticos, altos funcionarios y banqueros descubriendo maneras de ofuscar cosas que dijeron no harían nunca tras algún muro retórico de rectitud, austeridad y disciplina fiscal. El Banco Central Europeo nunca iba a imprimir moneda o prestar dinero a los estados porque eso era malo, inflacionario y ayudaba a los impuros e irresponsables. Dos años largos de sufrimiento continuo y tozudez más tarde, el BCE está imprimiendo con un entusiamo encomiable y rogándole a los bancos que presten dinero a los estados, mientras insisten que lo suyo no es más que una muestra de inflexibilidad y disciplina.

El BCE está esencialmente haciendo lo correcto: el mercado financiero no tiene liquidez, y los estados de la eurozona se estaban quedando sin espacio para realizar ajustes cuando el miedo empezó a degenerar en la peligrosa espiral de una profecia autocumplida. La vieja aserción de Bagehot que un banco central tiene que responder a un pánico bancario enchufando liquidez como un poseso es igual de válida ahora que hace 150 años, y lo de la eurozona tenía mucho de pánico, al menos a corto plazo.

El pequeño problema, claro está, es que detener la la espiral no es suficiente si los problemas son reales – y lo de la eurozona es una crisis bancaria, pero no sólo es una crisis bancaria. Seguimos teniendo una área monetaria con unos desequilibrios bestiales. Los ajustes de los estados miembros en problemas son cada vez más difíciles, ya que la austeridad «mata» su crecimiento, mientras que los países que les están regando con exportaciones parecen no entender que si ellos no ayudan no haya arreglo posible. Y para acabarlo de rematar, parece que nadie acaba de entender qué es una «unión fiscal» en Berlín, donde insisten que todo el continente debe ajustar del mismo modo.

El BCE ha hecho lo correcto estabilizando la situación a base de lanzar paladas de dinero al mercado financiero. Si queremos salir de esta, sin embargo, los políticos deberán hacer lo correcto, aunque sea diciendo lo contrario de las medidas que están implementando.


3 comentarios

  1. […] principalmente porque siempre Bruselas se da cuenta de su error con bastante tardanza. Lo mismo que le ocurre al BCE, que ha negado liquidez durante toda la crisis y ahora abre la manguera e inyecta millones de euros […]

  2. Josep dice:

    Buenas tardes, me asalta una duda a ver si podríais aclararme. Es sobre el dinero que presta el BCE, en vuestro post decís que se está imprimiendo, en otras partes he leído que ese dinero forma parte del 2% del coeficiente de caja que los bancos están obligados a dejar al BCE (por lo tanto no es dinero nuevo), y en otra parte he leído que el dinero del BCE es dinero de la contribución de los distintos estados que componen la zona euro, o sea dinero público.
    Saludos!

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