En vista que esta va a ser la semana de la reforma laboral y que vamos a estar hablando sobre paro, empleo, empresarios y empresarios por aquí de forma constante, es hora de marcar un argumento en contra de la reforma como estúpido, falaz e insoportablemente repetitivo, y a quien lo haga como un pesado insoportable:
«El problema de España es la mentalidad de los empresarios / trabajadores / innovadores / estudiantes, y hasta que no cambien seguiremos en crisis» – también conocido como «España está llena de españoles«.
¿Por qué digo esto? porque empresarios, trabajadores y demás, a largo plazo, responden a incentivos. Nadie hace las cosas porque sí, ni siquiera un emprendedor unicejo de Soria. Si todos los empresarios españoles son unos analfabetos tarugos que no quieren invertir en I+D es bastante probable que no lo hagan no porque sean idiotas, sino porque el mercado laboral español, instituciones, sistema fiscal y demás probablemente hace que esa sea la opción más racional. España no es espantosamente mala de forma consistente para generar empresas decentes porque el país esté lleno de lumpen incapaz de competir con el übermensch aleman, sino porque nuestra legislación hace que estas cosas sucedan algo muchísimo más complicado.
Así que advertidos estáis: el próximo que diga que lo que falla es nuestra «cultura» o alguna bobada parecida se lleva una colleja. He dicho.
Ruego publique este post periodicamente para grabarlo al fuego en todas las mentes.
RESPONDEMOS A INCENTIVOS, COÑO¡¡¡¡
Buscando colleja… yo diría que el problema es que «España está llena de españoles… que no se preocupan de que sus políticos redacten una legislación útil».
Quiero decir que los políticos no tienen ningún incentivo para redactar leyes lógicas, si el comportamiento de la gente no se ve afectado por ello.
Saludos.
Información Bitacoras.com…
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Y quien controla y dirige el mercado laboral, el sistema fiscal y las instituciones? Los suecos? Quiero mi colleja!
Ya, pero el problema es que 30 años de incentivos absurdos y sanciones inexistentes nos han hecho como somos.
Guste o no, sea por la razón que sea, esto es lo que hay.
Lo que no quiere decir que vaya a ser así siempre, claro está. Los Escandinavos eran unos bárbaros piratas cuando el sur de Europa era el centro de la civilización 🙂
Me parece muy bien. Actuamos por incentivos como todos. Pero cuando era pequeñito, un emprendedor de la familia me decía siempre: «Si haz de poner dinero tuyo, no es un negocio». Décadas después lo sigo escuchando. La cultura del riesgo no está precisamente asentada…
Pero vamos, si estoy de acuerdo que responden a los incentivos, eso está claro. Los españoles no venimos de Marte ni nada de eso.
Pero los incentivos de este país filtran los políticos, hacen nuestras leyes, crean nuestras empresas y forman a nuestros trabajadores. Y todos ellos, hijos de esos incentivos, crean nuevos (que son viejos) incentivos que están hechos a su imagen y semejanza, creando un bonito círculo vicioso.
Por dónde empieces a cambiar eso es otra cosa. Lo suyo sería por varios frentes. Pero dado que se acaba de hacer una reforma que incide en los viejos incentivos no veo mal momento tampoco para hacer examen de conciencia sobre nuestra actitud a la hora de enfrentarse a los problemas. ¡Es al fin y al cabo lo que se hace en Politikon!
Claro, si fuera la ministra quien hiciera eso sería mucho más útil. Pero al fin y al cabo ella solo responde a los incentivos.
Lo más efectivo para cambiar las cosas si eres el gobierno es cambiando las leyes. Lo más efectivo si eres un ciudadano cualquiera es cambiar de actitud, aportar otro ejemplo y sumar otro grano de arena. Por ejemplo, dejando de ser un victimista adolescente llorón que cree que el paternalismo y los cantos de sirenas le arreglará sus problemas mientras se cree la persona más solidaria del mundo. Quien no crea que desde uno mismo no tiene nada que aportar, por mi, también se puede llevar una colleja.
Paradoja del huevo y la gallina al canto. Cambien huevo y gallina por políticos y sociedad, mézclenlo todo con los incentivos y ¡Voilà!
Vengo a por mi colleja.
Como se ha dicho, esos incentivos se supone que emanan de una legislación, la cual es promovida por determinados políticos elegidos en elecciones democráticas (el sistema de representación se puede discutir, como todo).
Así pues, esos políticos NO son champiñones; no surgen en un cajón, en la oscuridad. Más bien son la representación de una sociedad.
¿Incentivos? Quizá habría que preguntarse qué incentivos son esos que mueven a los partidos políticos a mantener un sistema caduco a todas luces. O qué incentivos son los que llevan a que una sociedad con 5 millones de parados siga exactamente así: parada.
Yo no tengo respuestas, pero seguro que me he ganado la colleja. Y ganar algo en estos tiempos ya es mucho.
¿Es aquí donde reparten collejas? Los bloques culturales existen y por supuesto que la gente responde a incentivos. Pero no funcionan los mismos en todas partes.
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Buenoooo…. Por favor, baja un segundo al almacén/imprenta/gestoría de tu barrio, pásate allí dos días currando y vuelve aquí a retirar eso que has dicho. Incentivos? Ja! No conoces el «aquí esto lleva 20 años haciéndose así». Año 98, primer curro, en la primera empresa de seguridad de España, delegación central de 2 provincias: los ordenadores, de estanterías. Todo hecho a máquina, sumadora, papel y lápiz.
La gallina. O el huevo, cualquiera sabe.
Hay hechos históricos, tendencias . España tiene una tendencia franquista/catolico/socialista innegable. Bueno, al revés: católico/franquista/sociata.
quiero decir: no hay cultura, hay «caldo de cultivo» que condiciona y deforma lo que viene de fuera. Por ejemplo, el liberalismo español es patético. monolítico, sin fisuras, dogmático…
Como las ideas de la izquierda, ancladas en el XIX.
Así que cultura no. Caldo de cultivo.
Yo estoy de acuerdo con que la economía es cosa de incentivos. Pero los incentivos materiales aquí se mezclan con un afán justiciero que explican (creo):
-el catolicismo igualitario
-el falangismo de tintes sociatas
-los nacionalismos clericales de izquierdas
-el socialismo rastrero y arrebata capas.
-la famosa envidia. Es ¿envidia o es justicialismo? y yo que sé.
No somos anglos ni sajones, pero tenemos cojones. Muchos, mas de un par.
Lo reconozco, es un país divertido de cojones.
Es cierto que los incentivos son cruciales.
Pero más importantes que los incentivos son los desincentivos, las barreras. Y de estas tenemos muchas, crecientes y enormes.
No me gusta limitar el análisis de esta crisis a España porque, aunque nuestro caso es más grave, todo occidente sufre del mismo problema: elefantiasis del sistema burocrático/político-clientelar y el consecuente encarecimiento de los productos industriales que terminan por ser expulsados y sustituidos por empleos de servicios o de «autoservicio».
Añadamos un sistema financiero artificioso –basado en la insuficiencia de ahorro y capital– y unos apalancamientos demenciales que hacen el resto del destrozo llevando los activos a cotas de precios estratosféricas .
La mayor parte de los economistas parecen ignorar una de las definiciones contables del término «activo» («un activo es un coste aún no incurrido por el proceso productivo, pero lo termina siendo»). Pensemos en lo que significa esta definición porque es de calado.
Incluso la alabada Alemania, (recordemos su paro antes del Euro) lleva consumido cerca del 14% de su PIB en salvar a sus bancos (sólo por Alemania del Este y carteras Subprime USA, no por deuda griega) y sigue escondiendo un monumental nivel de paro soterrado y de subempleo que sería dantesco si no estuviese el euro para posibilitarles exportar.
Ahora mismo culmina en España una operación de conversión de más de 100 bancos, –que vivían decentemente antes de que sucesivos gobiernos impulsasen y tolerasen esta secuencia de burbujas para crear empleo insostenible– y ahora nos encontramos en manos de un pequeño grupo oligopólico cuyo nivel de abuso de sus clientes con la connivencia del estado convierte a Luis Candelas en un ángel celestial.
Otro ejemplo del estado haciendo de las palabras «mercado» y «competencia» una mala parodia de lo que debieran ser.
Y esto sucede ante el silencio complaciente, discreto o prudente de toda la economía «mainstream».
Lo que comienza a estar en cuestión es la propia legitimidad que los ciudadanos podemos otorgar a esta forma de estado connivente y empobrecedora de la mayoría.
Dicho sea con afecto.
Saludos
También vengo a por mi colleja. Como se nota que no vives ni trabajas aquí.
Un ejemplo que puede parecer que no tiene nada que ver: los horarios ejpañoles. ¿Alguien entiende por qué mientras en el resto del mundo, incluyendo ex-colonias españolas, se come a las 12:00, aquí a las 14:00, a las 15:00 o incluso después?
Personalmente no le veo ningún beneficio, y yo si puedo prefiero comer a las 13:00. Eso sí, cuando se lo cuento a alguien o quiero quedar a comer y propongo dicha hora, el que menos me mira con cara de no entender nada, otros se descojonan y hay hasta al que le sienta mal. Eso sí, ningún argumento racional al respecto….y aunque tras arduas y sesudas conversaciones hay quien le reconoce los beneficios, nadie está dispuesto a cambiar.
¿Por qué? Lo desconozco. Para el 98% de la población (adulta) comer antes de las 14:00 es una aberración, casi como una tortura o un castigo.
La cantidad de pruebas que aporta la entrada me deja patidifuso. Cualquiera diría que suena a «la culpa es de otro» (muy española, dicho sea de paso). Pero no, las pruebas aportadas efectivamente confirman que la culpa es de otro (curiosamente ese otro es al que votan varios millones de españoles, pero seguro que se me pasa algo por alto).
Roger, tú eres un hereje decidido a acabar con las más queridas tradiciones patrias. En otros tiempos ya te habrían quemado ¡Cómo te atreves a sugerir que nuestro problema no somos los demás!
Nota: error gramatical 100% deliberado.
Y más en serio, tienes razón. Los cazurros y cejijuntos empresarios españoles, y sus chapuceros y vagos empleados, unidos en la ineptitud y la picardía común, son capaces de crear gigantes de talla mundial como Inditex o el Banco de Santander. Si levantan constructoras y no desarrolladoras, el problema está en los incentivos – cof, desgravación fiscal a la compra de vivienda, cof – y no solo los empresariales/laborales… (por ejemplo, si el sistema universitario es un erial patético ¿No será porque no existe el menor incentivo para la mejora y sí muchos para que nadie intente cambiar nada?)
Traigo los formularios cubiertos para solicitar mi colleja. Menos mal, que tenemos la suerte de recibir collejas gratuitamente, porque con el gobierno anterior había que pagarlas.
Ya en serio, estoy de acuerdo contigo respecto de que los españoles, como seres humanos racionales, respondemos a incentivos. Pero como dijo M. Oquendo en #15, también son importantes los desincentivos.
En primer lugar, los desincentivos de nuestros gobiernos (centrales, autonómicos o locales, tanto da), sean del partido que sean, a crear normativas óptimas. Lo que importa a un político es su reelección y la consolidación de su base de poder. No solucionar problemas. No están incentivados para ello, porque se solucionen o no, van a cobrar lo mismo. La misma razón que hace el comunismo inviable, por cierto.
Los empresarios no tienen incentivos a ser eficientes, porque si lo son y tienen beneficios, deben pagar impuestos descomunales por ello. En lugar de eso, es mucho más rentable soterrar los beneficios y recibir subvenciones.
Los trabajadores no tienen incentivos a ser eficientes, porque si lo son, la exigencia sobre ellos (sea en forma de carga de trabajo o de responsabilidad) crece en lugar de ser recompensados. ¿O nadie conoce a más de un trabajador que haya rechazado un ascenso para evitar tener mayor responsabilidad? ¿A qué incentivos responde eso?)
Por supuesto, hay excepciones a todo esto: políticos que se desviven por sus ciudadanos, empresarios que luchan por hacer crecer sus empresas a costa de sus recursos propios en lugar de los del Estado, y trabajadores ambiciosos que buscan lo mejor para ellos y para sus empresas.
Pero decidme qué es más «español»: ¿lo primero o lo segundo? En este país tenemos una única cultura: beneficio rápido a corto plazo con mínimo esfuerzo y riesgo. Y con semejantes incentivos vamos mal, muy mal.
Vengo a por mi buena ración de collejas:
http://born-to-run-runaway.blogspot.com/search/label/Espa%C3%B1a
Tipical spanish:
http://born-to-run-runaway.blogspot.com/2010/01/tipical-spanish.html
http://born-to-run-runaway.blogspot.com/2011/01/el-problema-de-espana-los-espanoles2.html
Dios santo, también este blog se ha apuntado a la corriente más extendida en este país: «la culpa la tienen sólo los políticos».
Pues qué bien, para eso casi prefiero la barra del bar; al menos allí no me amenazan con collejas
Toño, me parece que el tema de los incentivos no es solo cosa de los políticos. En buena parte sí, pero el asunto no es tan sencillo (para empezar, porque los políticos responden a su propio juego de incentivos).
Pero por poner solo un ejemplo, si la universidad sigue tan feliz mirándose al ombligo en su mandarinismo y su endogamia galopante por los siglos de los siglos, mientras que en cambio varias escuelas de negocios españolas están entre las más prestigiosas del mundo, la culpa no es de los políticos, el marco legal es el mismo… ellos podrían ayudar a solucionarlo, pero la culpa principalmente es de la propia universidad incluyendo a los alumnos.