Las negociaciones para aprobar otro rescate a Grecia se han atascado de nuevo. La noticia ha sido recibida con los habituales aspavientos y gestos de desesperación de los políticos europeos, con todo el mundo muy soliviantado que esos griegos no ahorran nada y los griegos profundamente cabreados que alguien que les paga las facturas les dé órdenes.

Los mercados, sin embargo, parecen estar no demasiado impresionados. España tuvo ayer una subasta de deuda decente, y aunque los títulos de deuda se han depreciado un poco, no hemos visto uno de esos pánicos tan divertidos de hace unos meses. El motivo principal, creo, es que todo el mundo sabe que este acuerdo será papel mojado dentro de unas semanas, ya que los griegos realmente no tienen la más mínima intención de hacer nada de lo que dicen. Y no es porque sean mentirosos, torpes o incompetentes (que lo son, pero ese es otro tema), sino porque es completamente imposible que cumplan lo pactado. Cuestión de imposibilidades contables.

Por añadido, los políticos griegos realmente no están por la labor de hacer su trabajo. Los tres partidos del gobierno de concentración nacional están dedicando más tiempo a intentar echar la culpa a sus dos socios de todas las desgracias que en intentar explicar qué están haciendo, así que cualquier acuerdo va a nacer huérfano. Si nadie se molesta a contar a los votantes la verdad, no hay nada que hacer, realmente; el sistema político disfuncional que metió al país en la crisis va a ser incapaz de sacarle de él.

Todo el mundo sabe, por tanto, que con acuerdo o sin él Grecia va a suspender pagos. Si deciden firmar ese bonito simulacro de plan de ajuste, la suspensión de pagos será «voluntaria»: los líderes europeos dirán que el pacto es estupendo, irán a los bancos y sugerirán amablemente que acepten un 70% de pérdidas en deuda griega. Si no hay acuerdo, Grecia hará exactamente lo mismo de forma unilateral, probablemente diciendo que no van a pagar absolutamente nada. Los bancos se comerán más pérdidas de las previstas, será obvio que la eurozona no es capaz de evitar que un país en problemas declare bancarrotas a su bola y sin avisar, y todo el mundo empezará a sacar dinero de Portugal tan rápido como pueda. En dos semanas Portugal es insolvente, en cuatro Irlanda, y antes del verano no tenemos eurozona.

¿Qué quiere decir esto? Bueno, que la posición de fuerza de la troika no es tal. Es bastante probable que los líderes europeos acaben por tragar cualquier tontería que les prometa Grecia, ya que la alternativa es demasiado horrible. Los políticos helenos saben esto, y por eso los tenemos ahí perdiendo el tiempo y negociando con su tradicional mala fe.

La situación interesante es la que viviremos en abril, una vez la quita de deuda haya entrado en vigor. Dejando de lado algún inversor masoquista insistiendo en no aceptar sus pérdidas, la inmensa mayoría de deuda griega estará en manos de instituciones oficiales: FMI, BCE, como se llame el fondo de rescate europeo esta semana, etcétera. Los organismos internacionales seguirán dando préstamos a Grecia a tipos de interés relativamente razonables, y los griegos en teoría usarán estos préstamos como periodo de transición para poner su casa en orden lejos de la presión de los mercados.

El problema de fondo, sin embargo, permanece: las cuentas públicas griegas son completamente insostenibles, sea con préstamos al 15%, sea con préstamos al 5%. El gobierno griego parece completamente incapaz de hacer estos ajustes, o no tiene la más mínima intención de hacerlos, así que parece casi seguro que estaremos dando toneladas de préstamos subvencionados a un país con unas cuentas públicas completamente enloquecidas sin que nadie sepa realmente qué podemos hacer después. Las medidas que Grecia necesita para poner las cuentas en orden sin salir del euro son políticamente insostenibles. Y la única manera de librarnos del problema (y darle a Grecia una salida factible) es echando el país del euro, algo que costaría una cantidad descomunal de dinero a todos los actores implicados y que ahora mismo provocaría un pánico descomunal.

Lo más probable, me temo, es que veamos la enésima chapuza europea. Grecia aprobará un ajuste, la troika fingirá creérselo, y tendremos un protectorado tozudamente desobediente y ridículamente subvencionado en nuestras manos sin una salida a corto o medio plazo. La idea supongo que será aguantar las burradas de ese país dos o tres años hasta que la situación se estabilice en el resto de la zona euro y la tan cacareada unión fiscal entre en vigor (o los unicornios inventen la fusión nuclear). Entonces, y sólo entonces, la troika podrá ir a Atenas y decirles que o se ponen serios o les echan de la eurozona sin más ceremonia. Y nuestra larga pesadilla helénica habrá acabado, tras tirar miles millones de euros y las vidas de millones de trabajadores en todo el continente a la basura porque nuestros líderes fueron incapaces de ponerse de acuerdo cuando debían.

Un trabajo estupendo, sí señor. Maravilloso.


14 comentarios

  1. jasev dice:

    Te veo tremendamente optimista, Roger. No has empleado la palabra «apocalipsis» ni una sóla vez.

  2. Jose R. dice:

    Intenta explicarnos porqué echar a Grecia nos costaría toneladas de dinero, supongo que tiene que ver porqué los mercados verían que la zona Euro es más débil de lo que ya saben que es y comenzarán a castigar la deuda soberana. ¿No¿

  3. Roger Senserrich dice:

    Es más simple que eso: Grecia debe dinero al resto de Europa (vía fondo de rescate), BCE y FMI. Si Grecia se larga del euro obviamente va a devaluar como una posesa, así que todas esas deudas van a quedarse sin pagar. O sea, que nunca veremos el dinero otra vez.

    Eso, claro está, es si salen a medio/largo plazo. Si lo hacen a muerte y a saco a corto (algo no del todo descartable teniendo en cuenta que parecen estar gobernados por sociópatas) todo lo que dices sería 100% cierto. Y más caro aún.

  4. Zhurrer dice:

    Pero la quita quien la va a hacer, los bancos o los fondos institucionales. Es que aun no tengo nada claro eso de que los bancos vayan a aceptar quitas de un 70% de forma voluntaria. Cómo va a afectar eso a sus balances?

    Hay algún gráfico en el que se vea a quien debe pasta Grecia? Pero instituciones con nombres y apellidos, digo.

  5. Roger Senserrich dice:

    Es que es «voluntaria». 🙂

    Los bancos van a aceptar porque los gobiernos no les dejarán hacer otra cosa.

  6. Ferrim dice:

    Eso no hay quien se lo crea, Roger. Recuerda que en este mundo son los bancos los que imponen sus condiciones a los gobiernos. Bueno, los bancos en realidad son marionetas de los Gnomos de Zúrich, pero tú ya me entiendes.

  7. Rogelio dice:

    si, si, pero… ¿que no serán los contribuyentes estadunidense los que rescatarán a los bancos europeos?

    Bernake dijo en diciembre que no -lo cual significa que si- por lo pronto, si la imprenta no se atasca, 1.5 billones de dolares estarán disponibles para los bancos de Eurolandia a final de mes (mucho me temo que alguien ya se lo dijo a los «torpes» griegos).

  8. José Francisco dice:

    ¿Y una devaluación del euro tendría sentido en algún momento anterior a la autodestrucción de la eurozona?

  9. Ferrim dice:

    #8 Devaluar el euro afecta por igual a todos los países de la eurozona. Uno de los problemas gordos que tenemos aquí es la falta de competitividad de unas economías con relación a otras, dentro de la eurozona, lo que no se arregla devaluando la moneda común, porque estas diferencias entre los países que la usan seguirían existiendo.

  10. Zhurrer dice:

    Increible la cita que hace Solana en tuiter:

    «Cuando alguien adoctrine sobre el Euro, pregúntenle si está largo o corto.»

  11. @edulfc dice:

    A ver, con la quita se supone que Grecia debe menos que antes, pero aun así su deuda sigue siendo insostabible. Por muchos recortes que hagan la cosa no va a mejorar, porque la recesión empeorará y empeorará.

    ¿Solución? Salida del euro ¿noooooooo? ¿entonces?

    Los políticos griegos se han encontrado (por su culpa) en un callejón sin salida. Los recortes no mejorarán la situación de la deuda, pero no hacer nada tampoco.

    Sigo preguntando, ¿solución?

  12. Heathcliff dice:

    Roger, no comparto tu proyección: echar a Grecia y asumir ahora sus pérdidas no supondría un desastre, sino una prueba de firmeza que quizás los mercados celebrasen.

    Y el siguiente, llámese Portugal o Grecia, aceptaría lo recortes que le propusieran y más.

    Un buen escarmiento es lo que tiene: que resulta terriblemente creíble…

  13. Frost dice:

    Echar a Grecia sí sería un desastre, porque no se ha hecho antes. De hecho, es virtualmente imposible desde el punto de vista jurídico, si Grecia se empeñase en seguir siendo parte de la Unión Europea; salvo que la refundaran para ser un «Club de los No-Homer», o algo así.

    Además, es posible que viendo como está el panorama, más de un país deciciera bajarse del barco voluntariamente: Dinamarca lo está deseando, Reino Unido también (aunque David Cameron se resista) y seguro que los finlandeses también se anima si los daneses van delante.

    A partir de ahí, el apocalipsis a un paso.

  14. Información Bitacoras.com…

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